Prólogo
No More One More Day
—¿Hola? ¡¿Hay alguien aquí?!
La robótica voz de Monoegi hizo eco por el antiguo almacén al que se había colado.
Fue cuestión de un día llegar e Infiltrarse en Towa City con la intención de conocer el destino de lo que llamo "viejo viajero", es decir, la otra parte de Monoegi.
—Ja, je, ja, je... —una inconstante risa fue la respuesta que recibió a sus preguntas—. Tardaste demasiado. No te culpo, tampoco es que yo me pusiera en contacto desde el comienzo.
Desde las sombras, surgió la esquelética figura de un oso no más alto que Monoegi.
Su único ojo aparentemente funcional brillaba en una tenue luz púrpura que se movía de un lado a otro con cada paso.
—Amalgama Beta...
—¿Hmm? ¿Aún me llamas así?
—¿Qué diantres hacés todavía en Towa City? Sabés bien que para este punto ya estaría con Makoto en la academia, no te costaba nada ir conmigo.
—Tienes razón, si que la tienes... Pero había algo importante que necesitaba de mi atención.
El oso nombrado Amalgama Beta golpeó su ojo y a continuación cuatro luces se proyectaron en la pared del almacén.
—¿Qué es eso?
—Monoegi, ¿te debo recordar que información poseo?
—... Si.
El oso esquelético se dió de topes contra el suelo por culpa de la simpleza de su compañero. Eran polos algo opuestos.
—Tonto, yo poseo la información sobre la Mente Maestra de la Desesperación Definitiva así como todo lo relacionado al proyecto Kamakura Izuru.
El foco que servía como pupila a Monoegi se dilató para ser seguido de un corto circuito en todo el cuerpo el viajero.
—"Sigh", ambos quedamos en mal estado, pero mientras que mi armazón quedó del asco, tu recibiste la mayor pérdida en información por los daños.
El otro viajero se quedó esperando a que volviera en si.
Estuvo por minutos saltando de un lado a otro, vibrando en un solo punto y corriendo erraticamente.
—E-estoy b-b-bien... Ya t-tenia la parte de Izuru en mis datos de todas formas...
Amalgama Beta se encogió de hombros y continúo.
—Como sea. En Towa City, me dí a la tarea de monitorear a esos mocosos para que no recibieran el mismo destino que mis datos tiene registrado, así que moví unas cuantas cosas para que terminaran en el Curso Junior de la Academia Pico de Esperanza y al cuidado de alguien responsable.
Monoegi miró las luces sin caer en cuenta de a que se refería su otra parte.
—Otra vez te debo recordar las cosas... Ya sabés, hablo de los Guerreros de la Esperanza dirigidos por Towa Monaka, ¿ahora te suena?
Parte 1
—¡Hombreeeee! ¡Voy a llegar tarde!
El segundo lunes desde el inicio de clases debería ser de lo más calmado si tomamos en cuenta todo lo que ocurrío la semana anterior... Parece que esa calma no aplicaba para Hagakure quien corría a toda velocidad por los pasillos tratando de evitar llegar todavía más tarde..
—Lo puedo... ¡Conseguir!
Por un pelo lo logro.
El vidente entró al aula causando un gran estruendo atrás suyo que llamo la atención de todos en clase. Fue algo tarde para cuando cayó en cuenta de todo el drama que estaba montando y que debería dar explicación de porque llegó tarde.
—Hagakure-kun, normalmente no me importaría que llegarás tarde, ¿pero qué no acordamos que nos reuniríamos todos para decidir a un representante de clase? —Koichi mostraba una anormal hostilidad.
—Ah, eh... Pues... Eso...
El aire se sentía delgado para todos, la tensión estaba por los cielos antes de ser quebrada por una risa.
—Ja, no te pongas nervioso muchacho, sólo estoy jugando. De todas formas la elección será mañana, hoy tenía una junta por lo que les dejaré un actividad —antes de que Hagakure volvería a la normalidad, el cazatalentos continuo—. Por cierto, Hagakure-kun, no habrá ningún problema siempre y cuando expliques ese beso en tu mejilla...
—¡¿A qué se debe tal falta al reglamento, Hagakure-kun?! ¡¡¡Más te vale tener un motivo válido!!! —sonaba como si Ishimaru llevará rato conteniendose.
—"Sigh", ya que... ¡Lo hizo mí madre cuando se despidió! ¡¿Algún problema?!
Algunos reaccionaron con confusión, otros simplemente les dió igual.
—Hagakure-kun... ¿Qué hacia tú madre aquí tan temprano? —preguntó Sayaka.
—Pues eso, le dije que la ayudaría el próximo fin de semana a ordenar unas cosas en casa y de paso me pidio un poco de dinero para el bus. Mañana va a comenzar un nuevo trabajo aquí pero no tenía como regresar.
—¿Eh? ¿Cómo que tú madre va a trabajar aquí en la academia?
—Jaja, hombre, aún no tengo todos los detalles.
La clase de Kizakura fue con normalidad después de eso, bueno, el grado que era considerado normal para todas clases del lugar.
—Ah, casi lo olvido —Koichi se sacó un gafete de un bolsillo en su pantalón—. Fujisaki-san, después de la junta de profesores preséntate en la oficina de Jin y lleva esto.
El rostro de Chihiro palideció, ¿acaso estába en problemas?
... ... ...
... ... ..
Sigilosamente, Chisa entró a la sala de profesores actualmente vacía para tomar una carpeta suya debería de presentar en la reunión de ese mismo día.
—Jeje, conejitos...
Se pudo escuchar a alguien murmurando, así que miro por encima del escritorio para descubrir a Gekkogōuhara Maiya dormida en el suyo.
—... ¿Gekkogōuhara-san?
Chisa la hubiera sacudido de no ser por la nota pegada a la portátil que cubría un poco la cabeza de la terapeuta.
La nota con un estampando de "conejo mágico" decía lo siguiente:
[Trabaje hasta muy noche en mi informe... Por favor Yukizome-san, llévale está PC a Kirigiri-san... Cuento contigo]
Al final de la nota, había un dibujo de Maiya sin expresión pero con un pulgar señalando que todo estaba "ok".
—Ay, Maiya-chan, ¿qué hacías?
Pasando desapercibida, una solicitud de trabajo que Gekkogōuhara tenía la responsabilidad de responder cayó de la PC.
La solicitud estaba a nombre de Hagakure Hiroko.
Parte 2
Una sonrisa de oreja a oreja había estado en Hajime durante toda la clase. No fue hasta que Natsumi pincho su mejilla con una pluma durante el almuerzo que salió de su trance.
—¡Yo no agarré el pancake!
Hajime giró su cabeza en pánico.
Sólo Natsumi y Sato estaban junto a él mirándolo como si fuese un completo ignorante.
—¿Tan bien te fue en la cita? ¡No me digas que te dió un beso!
Era sólo una broma de Natsumi, Hajime lo sabía con claridad pero no podía evitar sonrojarse.
—P-por lo menos yo si salgo a cita- ¡Auch! ¡¿Qué fue-?!
Sato le había arrojado uno de sus cuadernos a la cabeza. Milagrosamente, el golpe hizo que Hajime recordara por lo que tuvo que pasar la última vez que desafío a Natsumi.
Realmente tenía que disculparse con Peko por obligarla a presenciar una pelea de espadas tan lamentable.
—Bleeh, sabes que te salve.
Hinata suspiro y se dejó caer en el pupitre como si no tuviera energías. Puede que no las tuviera, no sería raro considerando que no pudo dormir anoche.
Estando en la cuerda floja entre estar despierto o dormido, Hajime noto varias luces desde el rabillo de sus pupilas.
—Sato-chan... Tu brazalete esta brillando.
—"Sigh", Maiya-san me debe llamar por algo.
—¿Será por una terapia? —Natsumi preguntó desviando la vista, era un poco incómodo para ella.
—Hmm... No creo, ella me contó que las sesiones de ese tipo no volverían a ocurrir.
—¿E-entonces por qué conservas el brazalete? —Hijime se sintió confundido.
El silencio sepulcral detuvo las actividades de Hinata y Natsumi. La nublada vista de Sato no estaba ayudando, estaba a punto de ser volver a soltar todo.
—Es un recordatorio... De lo que ahora es importante para mi —sin saberlo, una lágrima traicionera descendió por su mejilla—. Antes sólo creía tener a Mahiru-chan, je, mi preocupación por ella era tal que... Dije algo tan horrible como que podria matar por ella.
Natsumi se encogió un poco ante lo dicho. Las imágenes se suprimieron en su mente, pero la sensación que invadió su ser aquella tarde aún permanecía.
Para el otro chico, fue tarde en darse cuenta que tocó una cuerda sensible sin darse cuenta. Muchas personas le habían pedido ser discreto, pero está vez no espero sacar el tema a relevancia.
—Casi me usan para hacer algo terrible y aún así... Me perdonaron, me cuidaron para mejorar... Natsumi-san, Mahiru-chan, Maiya-san, todos en la clase 77... Y tú, Hinata-kun.
El susodicho iba a decir algo ante eso último, tuvo que ser Natsumi quien lo detuviera al sentir que Sato iba a continuar.
—Decia que cuidaria a Mahiru-chan, que incluso mataría por ella... Eso quedo en el pasado, ahora cuidaría de todos ustedes en cualquier situación pero sin llegar a esos extremos... Después de todo, ustedes me enseñaron que siempre hay alternativa.
Natsumi levantó la mano pidiendo la palabra, Sato y Hajime asintieron a eso.
—Era difícil superar, que una persona a quien veias de manera inferior hiciera eso por no cuidar tus palabras... —inconsientemente, la joven se llevó una mano al cuello. La sensación fantasma de aquél día seguía ahí y era escalofriante—. Ambas estuvimos mal, pero supongo que lo que ahora importa es quienes seguimos siendo.
No tenían idea de como sentirse, si tristes por aquellos días donde una tragedia pudo ocurrir, felices por su presente en el cual estaba todo bien y el brillante futuro que todo lo malo propició.
Hinata Hajime pudo ver eso y no las dejaría sintiendose así, no cuando gracias a ellas empezó a comprender mejor aquellas palabras que marcaron el camino trazado para su futuro.
—Vamos chicas, no se pongan así. Tengo una idea, vayamos más tarde con la Clase 77, seguramente deben estar haciendo un plan para el evento del que se habló el otro día.
... ... ...
... ... ...
Como la mayoría de los otros días, Naegi caminaba por las instalaciones de la academia junto a Maizono.
—Me hubiera encantado estar ahí, Maizono-san. Me alegro de que todo saliera maravilloso en el concierto.
—Si... Yo estaba algo nerviosa, prepararse para todo fue muy rápido...
Y allí estaba otra vez, una mentira evidente que Naegi no podía detectar, nisiquiera por los repetidos temblores en las manos de Maizono.
Era verdad que se sentía nerviosa, pero ni de chiste porque tuvieran que preparar rápido el concierto, era más por algo que había rondado su mente toda la semana pasada.
"Ring, Ring".
Se detuvieron en seco cuando algo emitió sonido desde el bolsillo en la chaqueta de Maizono. Tomando el objeto, era su celular que tenía una llamada entrante.
—Disculpame Naegi-kun, es algo importante...
—No te preocupes, Maizono-san.
Sayaka observo como su amigo, aquel que recibió el título de Afortunado, se alejaba con un gentil gesto.
—«¿Puedo permítirme la incredulidad y confianza de Naegi-kun?» —tal vez esa llamada ayudaría a que la respuesta estuviera más cerca.
... ... ...
... ... ...
Makoto siguió como si nada por los pasillos de la academia. El prometía que los gritos de Ibuki resonaban en sus oídos, ¿o acaso estaba practicando en el aula de música?
Su pregunta nunca fue respondída gracias a un grito proviniente de la entrada al Dojo.
—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaahh!!!
Buscando el enfoque, Naegi se dirigió con toda prisa al lugar del grito. Era demasiado alarmante.
Al llegar, se encontró con que varias personas llegaron antes que él. Byakuya, Kyoko, Akane y Sonia se encontraban mirando fijamente a la pared mientras Saionji ayudaba a Mahiru a ponerse de pie.
—K-Kirigiri-san, ¿qué ha pasado aquí?
Kyoko pareció hacer caso omiso a la pregunta de Makoto, suerte que no fue así ya que señalo el hueco en la pared que Byakuya analizaba... ¿Con miedo?
—Atras niño bonito, no vas a analizar nada bien si no lo haces... ¡Con tus manos!
En un salvaje acto, Akane aparto a Togami quien fue sostenido por Sonia para mí caerse.
—¡¿Qué crees que estás haciendo?!—reclamo eufórico el heredero.
Makoto seguía sin comprender así que se acercó a la persona que pensaba le podía aclarar la situación, después de todo parecía ser la principal involucrada al estar su cámara por debajo del hueco en la pared.
—Ehm... Uh... Koizumi Mahiru-senpai, ¿verdad?
La joven peliroja giro para mirar al niño que mencionó su nombre.
Lo observo de pies a cabeza, justamente ahí se dio cuenta que no era necesario darle el mismo discurso que a Hajime cuando se conocieron. Era alguien completamente inofensivo, ingenuo y con poco sentido de la autopreservacion, o al menos ella sentía eso.
—Soy yo, ¿hay algo mal?
—Nada. Mucho gusto, soy Naegi Makoto.
—Con que eres tú, Mioda-san hablo con entusiasmo sobre ti el otro día.
Es gratificante conocer a la persona que puede controlar el entusiasmo que tiene todos los días.
—Solo es... ¿Enérgico? Pasar tiempo con ella, je.
Mahiru regreso con gusto el apretón de manos que Naegi ofreció, estaba algo hipnotizada por ese ahogue.
—Hehmm... Koizumi-senpai, ¿a qué venía ese grito? Tendrá que ver con el hueco en la pared me imagino.
La Fotógrafa Definitiva suspiró con fatiga, sus latidos se dispararon en el momento del grito y ahora todo su cuerpo termino invadido por una extrema fatiga.
—No tengo idea de quién fue, pero alguien —señalo el brazo de Akane dentro del hueco—, arrojó eso a mí lado.
La pared crujió al retirarse el brazo de la Gimnasta Definitiva. En su mano, unas peculiares tijeras tomaron lugar.
Mientras Akane levantaba el puño en señal de victoria, una mano enguantada arrebató las tijeras.
—¡Hey, yo lo tome primero!
Byakuya y Sonia observaron junto a Kirigiri la forma que tenían. Parecían estar forjadas de un metal rojizo pero en la base tenían algo de plástico, también una clase de púas sobresalían, emulaban a las espinas de una rosa.
Naegi se acercó sin caer en cuenta de a quien podrían pertenecer, nunca había visto nada igual, ¿y por qué atacar a Koizumi? No tenía lógica.
—«A menos que.. ¿Buscara otro objetivo?»
Observando a los presentes, hubo un reflejo que llamo su atención, era una raya sobre las gafas de Byakuya.
Al mismo tiempo, Kyoko llegó a una respuesta sobre el propietario.
Las tijeras coincidían con las descritas, no había nadie más en la mundo que las usará y no era tan descabellado creerlo ya que esa persona fue avistada hace pocos días en los alrededores de la academia.
—¡¿Estás tijeras son de...?! —Togami no podía creerselo, no quería creerlo.
—Correcto, pertenecen a Genosider Sho —Kyoko dijo sin parpadear.
Parte 3
Chihiro entró discretamente a la oficina del director después de ser llamada, con sólo verle estaban claros sus nervios ante el imprevisto.
Abriendo las puertas, encontró a Kirigiri Jin sentando en su lugar habitual mientras hablaba con otra persona a la que Chihiro reconoció en un instante.
Era Fujisaki Taichi, su padre.
—¿Papá? ¿Q-qué estás haciendo aquí?
—Hola a ti también, je.
El Fujisaki mayor se acercó a su "hija" y saludo con un fuerte abrazo.
—Discutia con tu padre sobre el desarrollo de cierto proyecto personal que mencionaste en la entrevista de Kizakura, hacés bien en refinarlo antes de que decidas presentarlo al mundo —revelo Jin.
Chihiro ya sabía a que se refería, también tenía el presentimiento de que había sido llamada para algo así.
—S-se refiere a... Alter Ego, ¿verdad?
Jin asintio.
Mientras Chihiro se hacía de renombre tras el desarrollo de un avanzado sistema de búsqueda por voz, las empresas donde aplicó el sistema le dieron gradualmente la idea de desarrollar una IA. Se negó amablemente en muchas ocasiones, pero en secreto desarrollaba lo que debía convertiste en la base de muchas IA del futuro próximo.
—Fujisaki Chihiro, has llegado a escuchar sobre los proyectos que la academia suele financiar, ¿es correcto?
—S-si...
Acercándose a una gaveta, Jin obtuvo una carpeta cargada de planos y hojas en blanco.
Chihiro estaba preguntar que era eso siendo interrumpido por el director.
—Cite al señor Fujisaki para saber si el daría su aprobación, dijo que sólo lo hará si tú también estás de acuerdo.
—¿So-sobre qué hablamos? Creo que... Es alguna clase de proyecto, ¿no es así?
—Correcto, una idea formulada por Gekkogōuhara Maiya y Yasuke Matsuda. Es requerido tu talento para que la idea sea un hecho, pero es opcional tu participación en esto, Fujisaki-kun.
—¿En qué consiste?
—"Sigh", como ambos sabrán —Jin se puso de pie y parecía caminar en círculos por su oficina—, hace no mucho casi ocurre un incidente con dos estudiantes del Curso de Reserva.
—Todos los medios hablaron sobre eso —dijo Taichi—, es un alivio saber que todo salió bien.
—Lo mismo digo. A pesar de eso, la principal involucrada tuvo que recibir terapias de Gekkogōuhara-san y ser monitoreada por Yasuke-san. Gracias a ambas cosas llegaron a una conclusión, algo que podría ser mejor que la rehabilitación atráves de sesiones de terapia.
—… ¿Qué surgió de eso? —Chihiro ya no mostraba su vergüenza, se esfumó al comprender que se le estaba dando la oportunidad de contribuir a algo que sería maravilloso.
—Un proyecto revolucionario para la rehabilitación, terapia y similares... El programa Neo World.
... ... ...
... ... ...
Aoi salió de la piscina rumbo a los vestidores. No espero que dentro estuviera Junko.
Parecía que iba a entrar a la piscina pero su atención quedó centrada en otra cosa.
—¿Enoshima-san? ¿Qué es eso?
En la pantalla de su E-Book era visible una clase de mascota virtual con forma de conejo cubierta de pelaje blanco y un poco de rosa en la barriga y orejas.
—¿Acaso no te llegó la solicitud? —no quitaba la mirada de la pantalla—. Yukizome-sensei convenció al director para publicar el trabajo de uno de nuestros senpais, al parecer lleva 3 meses en esto.
—Una mascota virtual, y duró tres meses de desarrollo... —la cabeza de Asahina daba vueltas—... Uhm... ¿Tiene algún nombre?
—Meh, aquí dice que se llama Usanami —la fashionista no dejaba que presionar la pantalla—, es realmente adictivo...
... ... ...
... ... ...
—¿Genosider Sho? —Sonia se mostraba confundida.
—«¿Es correcto decirles?» —el tren de pensamiento de Kyoko paró cuando escucho a Togami murmurando.
—Una asesina serial... Actualmente... —su firmeza se reajustó—. Ocultada al público por sus atroces crímenes de patrón común. Eso es la Genosider.
Sonia, Mahiru, Saionji, Akane y Naegi palidecieron.
Tras eso, Byakuya arrebató y examinó por si mismo las tijeras. En un inicio era reacio a creerle a Kyoko que la dueña era Genosider Sho, pero mirandolas más de cerca, se dio cuenta que eran idénticas a las que aparecían en las fotos del archivo.
¿Qué quería lograr con atacar a una fotógrafa? ¿O acaso se equivocó de objetivo?
—El testimonio de Koizumi-senpai... Cuadra con eso —menciono Naegi estando pensativo. Con conocer lo básico sobre Sho, las piezas del rompe cabezas empezaron a encajar.
—Entonces, esto fue lo que ocurrió; Genosider pudo o no haber atacado a Togami-kun, no podemos asegurarlo —Kyoko dijo.
Las imágenes de ese momento pasaron por la mente de todos los testigos, los que llegaron después se imaginaban los hechos como una clase de cinemática. A Sonia la parecía divertido.
—Justamente —señalo Saionji—, Mahiru-chan y yo salíamos del Dojo.
—Pasaron al lado de Togami-kun cuando las tijeras fueron arrojadas llevándose la cámara de Koizumi-senpai desde la correa y... Rozando los lentes de Togami-kun—concluyo Naegi.
Kyoko miró en su dirección algo sorprendida, no esperaba que Naegi notará el detalle en las gafas de Byakuya. Nisiquera el propio Byakuya lo esperába.
—Lo mejor sería hablar con el personal de seguridad, ¿no creen?
—Tonta, ¿enserio crees que nos van a escuchar? —le reclamó Togami a Akane—. Para empezar, ellos ya saben que la Genosider fue vista en los alrededores de la escuela, una segunda llamada no va a cambiar las cosas.
—Togami-kun... —pese a querer contradecirlo, Makoto sabía que el heredero haría de oídos sordos.
—Yo mismo voy a descubrir la identidad y atrapar a Genosider. Esta es una oportunidad que solo yo puedo aprovechar, ustedes deberían hacerse a un lado y observar como los meros espectadores que son.
Byakuya se dió media vuelta y se dirigió a las escaleras sin decir nada más a los presentes.
Makoto no podía creerse que en el momento que Byakuya empezó a actuar así, Akane parecía una clase de bestia lista para bajarle el ego a puñetazos.
—¡Aaahg! ¡Su ego es tan grande como los pechos de Nekomaru! —la gimnasta le estaba dando muchos golpes a la pared.
—Bleeh, no hay nada más que hacer aquí para nosotras.
Saionji y Mahiru tomaron la iniciativa, se fueron en dirección al pasillo que dirigía al aula de biología.
Ni Sonia ni Kyoko tenían la intención de detener a Akane, por lo que la princesa se quedaría esperando a que su compañera se calmase.
Gracias a el fuerte sonido de los golpes, las chicas no notaron el mensaje que le llegó a Makoto y que le obligó a revisar el celular.
[Komaru: Hey Makoto... ¿Tienes dinero para fichas...? Vine a un arcade muy bueno de por aquí y creo que olvide el dinero en casa...]
Con que era su hermana.
Naegi sabía del arcade a los alrededores, por lo que no se perdería.
Tomando importancia al pedido, el chico iba a ir a los dormitorios, sacar un poco del dinero que tenía en un cajón y tomar camino. El plan quedó pausado cuando alguien lo llamo.
—Naegi-kun.
Kyoko se acercó con su usual mirada penetrante.
—E-eh, ¿algo anda mal, Kirigiri-san?
—No, nada de eso. Solo tenía una pregunta que hacerte, si no es mucha molestia para ti.
—Por supuesto que no.
La sangre del chico se congeló al sentir como Kirigiri se acercaba para murmurarle.
—¿Por qué te interesa el Intento de Asesinato Crepuscular?
Cuando la detective lo libró de su agarre, la presión arterial de Naegi se disparo, sus pupilas se dilataron y sudaba en frío por no saber cómo responder. Su mente era una máquina de vapor enviada más allá del límite.
—«¡¿Cómo lo sabe?! Kirigiri-san es una detective, pero no podria saber algo así solo por mis gestos... A menos que...» —Naegi cerró los ojos y escuchó sus latidos buscando paz en ellos—... Kirigiri-san, el otro dia en la biblioteca... ¿Me viste hablando con Togami-kun?
Ella no lo negó ni confirmo.
—Naegi-kun, no busco acosarte respecto al tema —confeso desviando la mirada—, pero quisiera saber tus motivos para hablar sobre algo así.
Desde el inicio de clases apenas y habían intercambiado palabras, ¿cómo podía preguntarle esto de la nada?
—B-bueno, sólo me interese... S-sí, fue sólo eso, je, jeje.
Kyoko tenía una mirada muerta sobre Makoto. En el poco tiempo que llevaban de ser compañeros observo que cada vez que Naegi se ponía nervioso, rascaba levemente una de sus mejillas.
—Eres terrible para decir mentiras, ¿lo sabías? —la mirada severa de la detective se suavizo, ¿estába intentando jugar?—. Pero eso es lo que te hace tan confiable, Naegi-kun.
Hoy era un día para muchas cosas primerizas, entre ellas estaba la leve sonrisa de Kyoko. Se quedaría quemada en la vista de Makoto por mucho, mucho tiempo.
—Lo siento, Kirigiri-san... Es sólo que me puse nervioso, fue repentino y no pensaba en como debería explicarte.
—No debes disculparte por nada, yo fuí quien pregunto repentinamente, sentías que era una orden lo que dije, ¿no es así?
—¡N-no! Es normal que quisieras saber porque quería saber más sobre algo tan delicado...
Makoto hubiera seguido de no ser porque Kirigiri levantó su mano en una señal de alto. Iban rumbo repetir lo mismo, todo por la obstinación y poco tacto con las personas de Kyoko junto a la amabilidad de Naegi.
—«Naegi-kun... ¿De dónde viene eso?» —se negó, tenía algo más importante que conocer—. Al final, es elección tuya.
—... Un amigo... Me habló sobre eso, e-el-
—El Intento de Asesinato Crepuscular, nada más.
Si se pensaba bien, no era una mentira.
Fueron las repetidas menciones de Monoegi lo que empujaron a Makoto a querer estar mejor enterado del tema.
—Si, me habló sobre el. Mientras leía algunas cosas, Togami-kun se interesó en lo que estaba recolectando y discutimos por... Una hora.
—Es todo una entusiasta sobre el tema, deberíamos reunirnos con los demás y comprarle una boina junto a la lupa.
—Kirigiri-san...
Una risa común resonó por los pasillos del sexto piso.
El Afortunado nunca se esperaba ver a Kyoko hacer una broma.
—Gracias, Naegi-kun. No te quito más de tu tiempo.
Una punzada.
Naegi tenía un ligera punzada en su pecho, algo le quería guiar para conocer lo que estaba más allá de esos ojos violeta que parecían observar al horizonte en búsqueda de algo, de gritar una intensión contra alguien en específico.
—A-ah... Eh... K-Kirigiri-san, ¿a dónde vas ahora?
Ella se detuvo de golpe, le sorprendió que Naegi volviera a llamarla.
—... Quería recoger una libreta en mi dormitorio...
—Ya veo... Solamente quería saber porque, ehm... Tengo que ir a recoger un dinero para...
La voz del chico se apagó gradualmente hasta no ser más que un soliloquio. Y apesar Kyoko consiguio deducir lo que quería decir.
—"Sigh", por supuesto. Vamos, Naegi-kun.
... ... ...
... ... ..
—A-aah... ¿Cómo terminé en este lugar?
Touko se despertó en un arcade a 2 kilómetros de la academia, ¿por qué había entrado a un lugar así en primer lugar?
Miraba de un lado a otro asustada por las llamativas luces de las máquinas, los gritos de los niños y niñas junto a múltiples sonidos.
Era un infierno caótico para la escritora.
—Ahm... ¿Estás pérdida?
El mundo aparentó detenerse al escuchar la voz de cierta niña.
En las gafas de Fukawa se reflejaba una chica de cabello corto y verdoso con un peculiar "ahoge".
—Oh por... ¡Eres Fukawa Touko, la famosa escritora prodigio!
—¿A-ah? ¿C-comó me r-reconoces? N-no pareces ser una lectora...
La chica no sabía si sentirse herida, ofendida o ambas. Decidió por la opción fantasma, "ignorarlo".
—Eso es verdad... —habia una depresión sobre su cabeza, aunque fue reemplazada rápidamente por el brillo en sus ojos—. ¡Pero, aunque sea más de leer mangas, fue gracias a mi hermanito que descubrí tu maravillosa novela! «Aunque tenga muchas cursilerías...»
—¿T-tu hermano?
—Hujum, tal vez si me presento puedas recordarlo —en lugar de un común apretón de manos, la chica puso un dedo en la frente de Fukawa—. Mucho gusto, soy Naegi Komaru.
Parte 4
[Komaru: ya no necesitas venir, hay algo mejor que jugar, ¡creo que he encontrado una amiga!
Aún así muchas gracias, hermano :) ]
Naegi arrojó su celular a la cama y salió lentamente de su dormitorio.
Sayaka posiblemente seguía en la llamada, ir con ella no era posible por el momento. También se preguntaba en dónde estarían los demás, no se veía a Mondo, Ishimaru, Sakura, Celestia, Junko, Mukuro y Hifumi por ningún lado.
Aoi debía estar saliendo de la piscina, luego arrepentirse y regresar. Hagakure estaba armando alboroto afuera de los dormitorios junto a Kazuichi Souda, estaban en alguna clase de juego de cartas.
Podría ser un día tranquilo después de todo...
—¿Es usted, Makoto-san?
No logro captar el momento que Sonia apareció a su lado.
A este punto, Naegi se había acostumbrado a que alguien apareciera de la nada, Ishimaru y Junko tenían la culpa.
—Oh, Sonia-senpai.
—¿Has estado bien? Te he visto muy enérgico —preguntó ella.
—¿Eh? ¿A qué te refieres?
—Um... El primer día en la entrada tuvo un feo impacto contra ese mago.
—«Por mago debe referirse a Hagakure-kun» Eso fue hace casi dos semanas, estoy mucho mejor gracias a que Mikan-senpai insistía en que debía tratarme a mi también.
—Ya comprendo, me alegra en todo caso.
Naegi estaba por pregúntale lo común, que si cómo había estado, que había hecho, esas cosas. La anormal presión en su mano que fue la razón por la que no lo hizo.
—Sonia-senpai... ¿Se encuentra bien?
La Princesa Definitiva no estalló en un manojo de nervios, mantuvo su calma en todo momentos mientras se aseguraba que nadie se acercara.
—Tuve que esperar a que Mahiru y Saionji se alejaran, no quería preocuparlas —su mirada decaía.
Abriendo su mano derecha, una enorme herida fue revelada.
La herida cruzaba toda la mano y parecía tener más de un centímetro de profundidad, aunque no era suficiente para un sangrado constante y dejar expuesto el músculo.
—¡S-Sonia-senpai! ¡¿Por qué no ha ido con Mikan-senpai?! —Naegi estaba apunto de correr por alguna venda, incluso regresar a su habitación y desagarrar alguna sábana para hacer una.
La princesa se mostró afligida.
—"Sigh", no se te puede culpar por no saberlo. Tsumiki tiene fiebre, la descubrimos a mitad de clases.
¿Ella había enfermado?
Naegi no era un experto, no conocía del todo a la enfermera, pero daba una imagen de ser alguien precavida con su propia salud, ¿por qué tomaría un riesgo como ir a clases con fiebre?
—Deseo que se mejore... Uhm, aún así, ¿cómo te hiciste esa herida? ¿Qué no las tijeras iban contra Koizumi-senpai y Saionji-senpai la movió?
—Fue así como pasó, solamente que las tijeras no iban contra ella —para agregar algo de drama, Sonia movía su brazo izquierdo y apuntaba—, ¡iban contra su cámara! Supongo que eso no lo ví y cuando trate de empujarla lejos... El filo tocó mi mano y Mahiru cayó junto a Saionji.
—«Eso explica porque seguían en el suelo cuando llegue»
—Es una pena, quería preparar manzanas como en este libro maravilloso... Supongo que tendré que moverlo a otro día.
Naegi agarró el libro que sostenía Sonia. Casi se daba una palmada en el rostro tras leer el título.
—«Blanca Nieves...»
... ... ...
... ... ...
—¿Cómo sigue Tsumiki? —la pregunta provino de la Gamer Definitiva.
A las afueras del dormitorio, Ibuki y Chiaki estuvieron esperando a que Yukizome regresará de su revisión a Mikan.
—Parece mejor a como estaba está mañana, aunque creo... Que debería guardar reposo mañana. La fiebre a derivado en gripe.
Chisa no les revelaría lo que Mikan parecía murmurar somnolienta.
¿Era una pesadilla? ¿Un buen sueno? O... Simplemente, ¿ese nombre llegó a su subconsciente por casualidad?
Pese a ser su querida maestra, no lo sabía.
La única pista eran las siglas H. H.
... ... ...
... ... ...
—《Maizono, contestaste a la primera》
Arai Takano, la gerente/manager del grupo de Sayaka. Una mujer decidida y conocedora de todo lo que consistía sumergirse en la industria musical.
Se mantenía firme a el rumbo que la carrera de todas las miembros debía ser decidido por ellas y sus acciones, que hacer para mantener sus carreras y popularidad en la cima, eso lo dejaba a la libre elección de ellas.
—Arai-san... ¿Están todas de acuerdo?
—《La reunión que pediste será de este fin de semana al siguiente, aún estamos acomodando fechas tras el último concierto, ¿te parece bien?》
—Si... Es algo que tenemos que discutir...
Oh no, estaba de regreso. La confusión, el dolor que estrujaba su corazón hasta dejarlo marchito y que al irse a dormir cada noche, regresaría al día siguiente para hacer lo mismo y darle más validez a aquellas palabras.
Era así como Maizono Sayaka se había sentido desde la primera semana de clases.
Rayos, sentía que quería llorar de la ironía. Finalmente pudo hablar con él, entablar algo sólido, pero fueron sus pocas palabras y ese razonamiento que el describia como "común y corriente" lo que empujó a la idol al borde. Y aún asi, se sentía agradecida.
—《Al inicio me preguntaba que te afectó tanto como para querer dejar cosas tan radicales》 —Takako igual se estaba liberando.
—Alguien me dijo... "El fin no justifica los medios"... Pero fue su forma de decirlo, la expresión que tenía... Lo que me hizo entender.
Gotas. Pequeñas gotas cristalinas desendieron del rostro de Sayaka hasta llegar al suelo.
—《"El fin no justifica los medios"... Es una frase muy antigua y sin embargo, aquí la tienes, cambiando la forma en que hacemos las cosas》
La gerente Arai se mantuvo en silencio por unos segundos, tal vez estaba mentalizandose.
—《Rumores sobre otras ídols, asegurándose de que tomen tanta fuerza que haga su popularidad retroceder en gran medida...》
—...
—《Me alegra que te dieras cuenta que esto estaba muy mal》 —un alivio se grabó en su voz— 《Cuando me volví su manager, les dije que las elecciones para llegar a la cima estaban en su manos, me sorprende que escogieran un camino que no solo podía explotarles en cualquier momento, si no que era una forma de menospreciar su esfuerzo inicial》
—Pero ya no más —en los ojos de Sayaka, un resplandor de determinación tomo lugar. Era su señal para ir al camino correcto—. Será duro, pero lo lograremos. Seguiremos siendo las mejores sin perjudicar a nadie más, que nuestras intenciones y deseos no dañen a nadie nunca más... Si estamos juntas, podremos hacerlo.
Parte 5
—¡Ah claro, los niños! —el ojo de Monoegi se torno rojo unos momentos—. ¡Esos mocosos malcriados! ¡Me causaron muchos problemas para ocultarme durante 6 meses tras el ataque de Peko!
El oso se arrojó en cólera contra las luces de colores, Amalgama Beta quería darle una serie de bofetadas por ser tan idiota.
—Yep, esos niños... —una depresión sombria emano del cuerpo magullado de Amalgama—. Estuve moviendo cosas aquí en Towa City durante estos seis meses para que no sufrían el terrible destino que les aguardaba... Aún así, la decepción por los adultos fue algo inevitable.
—¿Qué tratas de decir?
La luz rosa emitida por el otro viajero se volvió más grande hasta abarcar toda la pared del almacén.
—Primero ella, Utsugi Kotoko.
Otro cortocircuito.
—Esa niña...
—Monoegi, fue por una maldita diferencia de minutos que conseguí hacer lo correcto —los ojos de Amalgama Beta brillaban en un tenebroso rojo oscuro, sentía odio por los padres de la niña—. Su madre fue declarada como una inestable mentalmente mientras que su padre acusado de fraude al fisco... Y esos malditos productores...
—... ¿Cómo fue que lo evitaste? Me acabo de conectar a internet y buscar información sobre ellos, todos están en prisión por intentó de abuso sexual.
—Perfecto, porque esos hijos de perra no consigueron nada al igual que la maldita de su madre. ¡Nada!—el rojo oscuro se apagó gradualmente—. Las autoridades hicieron un excelente trabajo... Pese a eso... La niña Kotoko quedó con el trauma y miedo de lo que su monstruosa madre estuvo por hacer, es algo que ha echado raíces en su corazón y mente por casi un año.
Si Monoegi tuviera estómago, estaría vomitando todo lo que tuviese dentro. Sin necesidad de ello, ya estaba tembloroso.
Ahora lo recordaba, en su fase de creación tardo semanas en asimilar todas las cosas horribles por la que pasaron los Guerreros de la Esperanza. Maldita sea, eran niños, no merecían un pasado tan turbio como ese. El oso estaba más que agradecido de que su otra parte hiciera todo a su alcance para cambiar las cosas.
—Con Daimon Masaru —prosiguio Amalgama—, hice una denuncia anónima y su alcohólico padre fue internado en un centro de rehabilitación hasta nuevo aviso.
Cierto patrón común era evidente. Era de esperarse, ir a la carga con su cuerpo destrozado no era una opción muy razonable por lo que llamar a las otras personas que podían ayudar era lo mejor.
—Esta Shingetsu Nagisa... Creo que te habras dado cuenta que lo único que podía hacer eran denuncias más que nada, en este caso fue el experimento que al que fue sometido por tanto tiempo... Siento que no pude ayudarlo en mucho...
Si un experimento como ese ocurrió en la división junior de la academia, entonces no era sorpresa que intentarán cultivar una "esperanza" con otros experimentos.
—En cuanto a Kemuri Jataro, aaahhgg, ¿por qué? Lo unico que pude hacer por él fue que lo separarán de sus madre, si hubiéramos actuado hace 15 años...
—Era imposible, debíamos estar desactivados.
La puerta del almacén se abrió.
No podían seguir hablando sobre los niños, aparte de ser una sobrecarga de información para Monoegi, en lo profundo de su ser Amalgama Beta sentía que les había fallado y que no hizo suficiente.
Los dos viajeros se las arreglaron para subir al techo del almacén. En el horizonte el atardecer cubría a Towa City con su tibio abrazo.
—Una última cosa compañero —con esa pregunta, Monoegi finiquitaria el tema—. ¿Quién cuida de ellos ahora que fueron separados de sus padres?
—¿No es obvio? Los niños estan bajo cuidado y educación de la Academia Pico de Esperanza, asignados a la Terapeuta Definitiva.
Kirigiri Jin les ofreció este asilo tras la denuncia levantada contra los padres de Nagisa.
Ya no tenían nada que discutir.
Pasarían la noche en ese lugar para reponer energías, mañana volverían a la academia y se ocultarian en el hueco que se hizo en la habitación de Makoto.
Monoegi miró a Amalgama Beta una última vez. El atardecer resaltaba una capa plástica que cubría su estómago... ¿Una capa plástica? ¿Qué protegía?
No pudo resistirse y la arrancó de una sola vez.
—¡Ouch! ¡¿Qué haces?!
El mundo dejó de girar, el tiempo de existir, solo estaban el oso y ese espacio gris y lujubre en el que la palabra escrita lo hizo caer.
"Una mentira que era realidad, la ficción de una ficción que se volvió una sola realidad".
—Ellos no son los únicos jóvenes con el potencial para ser "Definitivos"... ¿Verdad?
Parte 6
—Si Mikan-senpai no está en condiciones, ¿qué vamos a hacer con tu herida, Sonia-senpai?
—No es tan grave, Naegi-san.
Makoto ahora lo sabía, Sonia también era una mala mentirosa. Las gotas rojas que se colaban por sus dedos y algunos chasquidos que solía hacer con la lengua era índice de la molestia y dolor que ocasionaba la cortada.
Tratando de apaciguarla en lo que encontraban una solución, Naegi hizo el esfuerzo hasta desgarrar una pequeña parte de la manga del uniforme. Para ser limpiado, el trozo de tela fue bañado en el agua que un bebedero cercano proporcionaba.
—¡N-Naegi, no era necesario eso!
—Sonia-senpai, muéstrame tu mano, por favor.
En ese momento, la Princesa Definitiva conoció la razón de porque a Ibuki le gustaba pasar tiempo con Makoto.
El primer día, Sonia notó la genuina preocupación que tenía por el mago (Hagakure) apesar de que también estaba herido.
Era un poco parecido a él, sólo que más optimista, pequeño y con una peculiar suerte. ¿Si se conocíeran, se llevarían bien...?
—Yyyy, listo.
Naegi terminó por amarrar la tela en un nudo mariposa.
—Uhm... Sonia-senpai, pensaba en que si hay alguien que puede ayudar a sanar tu herida en un instante.
—¿Enserio?
—Sip, las medicinas de Kimura-senpai deberían servir. Además, supongo que ella sabrá de estás cosas, su talento se puede complementar con el Mikan-senpai después de todo.
... ... ...
... ... ...
—¿Algo para la fiebre...? Tendré algo, se lo enviaré más tarde, Yukizome-sensei.
Seiko terminó su llamada telefónica y regreso a lo suyo.
Ya tenía toda la mañana en su computadora anotando las pruebas y errores de una nueva medicina para contrarrestar todo tipo de venenos.
—Seeeiko-chan, ¿sigues ocupada?
Ruruka apareció en el laboratorio, era de esas raras veces en las que Sonosuke no la acompañaba.
—Eh, si. ¿T-tienes la azúcar?
—Toda una bolsa.
En la mesa se colocó una bolsa transparente que albergaba alrededor de 1 kilo. Esa azúcar no era ni de broma para consumo de Seiko, era necesaria para seguir aumentando la eficacia del medicamento experimental.
Si no era precavida, corría la posibilidad de crear una nueva forma de penicilina.
—Con su permiso.
Un dúo cruzo la puerta.
—Waaaw, así que este es el laboratorio de la maravillosa Farmacéutica Definitiva —unos radiantes destellos iluminaron los ojos de Sonia.
—Ehm... ¿S-se les ofrece algo? —el dedo anular de Kimura golpeteaba el teclado no porque siguiera escribiendo, si no por reflejo.
—Kimura-senpai, necesitamos tu ayuda —dijó Makoto.
El afortunado prometía que los mechones del cabello de Seiko se empezaron a mover como si fueran mecidos por el viento. Bueno, por lo menos era feliz al ayudar.
Sonia se quitó el trozo de tela para hacerle saber que era lo que pasó e inmediatamente la farmacéutica busco de arriba a abajo por el laboratorio.
—Huh, hay un poco de alcohol para desinfectar y hilo plástico para hacer puntadas —señalo Ruruka en su aburrimiento—, a menos que~ Seiko-chan quiera demostrar la eficacia.
Sonia y Makoto no hacían más que mirar a la nada, ¿qué estába pasando?
Fue entonces cuando un línea plateada de punta afilada se hizo visible para Sonia y antes de reaccionar, sintió un piquete en su hombro derecho.
—Effuf, me alegro que no doliera —suspiro con alivio.
El dúo que acaba de llegar observó atónito como la herida comenzaba a cerrarse sin dejar cicatriz alguna.
La princesa abrió y cerró su mano, no había rastro alguno del dolor y incomodidad de hace segundos.
—¡P-perdon! Es que me emocioné un poco por tener oportunidad para probar esto y...
—Kimura-senpai, no tiene nada que de disculparse —Sonia le dedicó una cálida sonrisa—. Estoy altamente agradecida con usted.
Seiko bajo su cubrebocas y regreso lo mejor me pudo aquella sonrisa.
—Humm... Tenia pensando hacer manzanas acarameladas con las demás, ¿gustarías acompañarme?
—Ughm... No se me dan muy bien los dulces.
Los dientes de Ruruka se apretaron sin que ella quisiera. No era enojo, solamente una costumbre de cada vez que Seiko rechazaba algo dulce.
—«Hpmh, debe tener sus motivos» —fue su pensamiento tras ser razonable.
—Oh, ya veo... —la decepción se desvaneció en el instante en que la otra persona llegó a su mente—. ¿Qué me dices tú, Naegi-san?
—B-bueno, supongo que tendré el día libre.
Sonia estaba encantada, también sentía que Souda lloraría por algún motivo cuando presentará a Naegi.
—Manzanas... Eso me recuerda...
Ando encendido su celular y revisó sus documentos. Cuando vió la parte de "Recientes" en blanco, llamó la atención de todos.
—¡No-no! ¡¿Cómo pasó?!
—¿Ando-chan? —Seiko no tuvo tiempo para revisar a su amiga gracias al tirón que sintió en la manga.
—¿Eh? ¿Qué ha pasado? —preguntó Sonia. Todo se le desenfoco al ver que ya estaba en el pasillo.
Ruruka también se llevó a Sonia y Makoto. Serían una gran y buena ayuda.
—¡Rápido, a la sala de computación!
... ... ...
... ... ...
Matsuda Yasuke, el Neurólogo Definitivo de la Clase 77. En tardes como estás, estaría en su zona de confort leyendo algún libro mientras recibía mensajes spam de Enoshima, pero hoy era diferente.
Sin razón alguna iba a salir y buscar algo por ahí, consiguió encontrarlo cuando pasaba frente a la sala de computación y miro que estaba ocupada por dos de sus compañeras al igual que Sonia Nevermind y quien suponía era el Estudiante Afortunado de este año.
A simple vista parecían estar mirando lo que Kimura escribía en la computadora pero sí se prestaba atención uno miraría que estában en pánico absoluto.
—¡Buaaaahhhh! ¡Sabía que era mala idea subir tu receta a la nube!
—¡¿Dónde esta Yoi-chan?!
—Ehm... dijo que buscaría a Yukizome-sensei. Seguramente ella sabe algo sobre... Lo que sea que hacemos —le respondió Naegi.
Matsuda miró con exasperación de la escena, estaba por irse del lugar cuando noto lo que estaba escrito en otra computadora.
¿Quién la estaba usando? Ese era Naegi Makoto.
Era un documento en blanco con una sola cosa escrita, parecía ser el inicio de una lista. Yasuke juraría que la vista le hizo una mala jugada porque vió claramente la palabra "Desesperación Definitiva" antes de que Kimura obstruyera el monitor.
Conclusión
Trigger Happy Havoc
—... Así que ya los recordaste...
—Verdad contra mentiras... Pobres chicos, fueron arrojados al Nuevo Semestre de Asesinatos sólo porque tenían el potencial de ser Estudiantes Definitivos en un mundo devastado...
—No solo eso... Forzaron sus mentes haciéndoles creer que todo el desastre de la Mente Maestra era una ficción, una obra adictiva que arrojó al mundo a que los Juegos de Asesinato fueran su método de entrenamiento, cuando en realidad era la forma en que los supervivientes se aferraban ya sea a la esperanza o desesperación.
Monoegi azotó el suelo.
—¡Para los únicos que era entretenimiento son aquellos que se aferraban a la Desesperación Definitiva!
Amalgama Beta sentía estar leyendo una lista de acontecimientos que su memorable grababa con el número clave "53".
—No creo que los organizadores, el "Team Danganronpa", contará con que Naegi protegiera a la clase 77-B usando el Neo World, dejándolos a su suerte.
—... No... No contaban con eso... Fue la causa de que iniciarán el plan de la "Academia Definitiva" y mintieran diciendo que era el Juego de Asesinatos número 53, al ser en realidad el tercer juego.
—... Te equivocas, fue el cuarto...
—¿C-comó es eso?
—El Juego de Asesinatos Final de la Fundación del Futuro termino un poco antes, fue solo una semana antes que el "53" terminara, dejando a sólo 3 supervivientes —Amalgama proyectó un cuchillo, una varita y una gorra para indicar a esos supervivientes.
—Ellos... Lograron lo que ningún otro, ponerle fin al concepto de Juego de Asesinatos.
—Se aprovecharon de los errores de la mente maestra de ese juego.
—¿Los errores?
Una imágen se imprimió, era algo borrosa pero lo suficientemente legible.
—La mente maestra, Tsumgi Shirogane, trato de replicar eventos de lo ocurrido en la Isla Jabberwock del Neo World y la Academia Pico de Esperanza, no obstante —Amalgaba mostró lo impreso—, ella era la Cosplayer Definitiva, pero tenía la desventaja de no poder hacer cosplay de "personas reales", ¿por qué pudo hacer cosplay de los chicos y chicas de la clase 78 y 77-B entonces?
—... Para ella no eran reales... ¡Shirogane trato de transformar la realidad en ficción, pero al ser personas que existen o existieron-!
—No podía ser al 100% como ella buscaba debido a que esas personas eran reales, no podía replicar todo lo que esas personas pasaron. He la mentira que causó su perdición.
—El Nuevo Semestre era una ficción que ella quería convertir en verdad, pero todo el tiempo fue una realidad complementada al Desastre más Desesperanzador en la historia de la Humanidad, ¡y ella trataba de hacer pasar al desastre por una realidad que era ficción!
... ... ...
... ... ...
No fue otro cortocircuito que traería torrentes de información, todo el sistema de Monoegi se apagó y su "mente" de Inteligencia artificial no miraba más que oscuridad.
Un texto en verde apareció ante sus ojos.
«Introducir contraseña»
Estaba más claro que el agua. Todo salía a la luz.
«V3»
«... ... ... ... ... Contraseña aceptada»
Su sistema se volvió a encender. Amalgama Beta lo miraba con una sonrisa maliciosa, estaban compartiendo el mismo pensamiento.
—Ahora lo tengo... ¡Debemos buscarla! ¡Busquemos a Kaede Akamatsu!
