Prólogo
Nightmares in black and white.
—¿Cómo pudieron adelantar el proceso? No lo comprendo... —la inquietud que Tengan Kazou seguía sintiendo en su interior le impedía disfrutar del festival.
—Es solo una suposición mía, pero no dudo que hayan usado los planos de la tecnología del Neo-World que Fujisaki-kun, Matsuda-kun y Gekkōugahara-san tienen ya a su disposición.
El más despreocupado de los tres, Kizakura, tragó en grande cuando escuchó lo que dijo Jin.
—Asi que nos han arrebatado nuestro As bajo la manga...
—Ja... Ja —Jin se tuvo que forzar a reír, los movimientos tan bruscos que venían con la risa no le hacían nada bien.
—¿Qué es tan gracioso, Jin? —el estrés era evidente en la voz de Tengan.
Deteniendo voluntariamente la risa, el director de la academia caminó frente a los otros dos hombres en la habitación.
—Los planos que nos pidieron, ahora están obsoletos. Fujisaki-kun temía que en lugar de dar terapia, el Neo-World trajera una amnesia temporal con el riesgo de ser permanente, así que junto a Gekkōugahara-san, volvieron a cero.
—No estarás insinuando...
Jin le asintió a Kizakura.
—Con el apoyo de un proyecto externo patrocinado por las órdenes de Munakata Kyosuke, se creó una medida en caso de que el Neo-World dejará amnesia en el sujeto.
De un fondo falso en la pared norte de la oficina, el director sacó unos planos de tamaño mediano.
—Luces de Flashback... Fueron creadas con ayuda de Souda Kazuichi y Iruma Miu, obviamente no se les dijo la verdadera función que las luces tienen que cumplir.
Tengan y Kizakura analizaron detenidamente todos los dibujos en el plano así como las especificaciones y activación.
—¿Cómo ayudará esto a revertir lo que haga el proyecto? —cuestionó Kizakura conforme sacaba su mini termo lleno de sangría.
—Los directivos quisieron que me enterará de lo mínimo, claro que no contaban con mi informante —del mismo fondo falso, Jin sacó una pequeña libreta—. Cuando las Luces de Flashback fueron creadas, él me dijo que esto podría ayudar para traer a la verdadera personalidad del sujeto de vuelta.
—Ya tenía entendido que para "cultivar esperanza", necesitarían eliminar la persona que alguna vez fue el sujeto que pruebas —Kazou acarició su barba imitando a un pensador—, ¿sigue siendo posible traer a la persona que una vez fue cuando le hagan eso?
—Asi es. Para crear a Kamakura Izuru, deben tener un pilar, y ese pilar es la verdadera personalidad de la persona. De eliminarlo totalmente, el peso que recae sobre una mente al tener tantos talentos implantados sería demasiado.
—Asi que, las Luces de Flashback y la nueva programación del Neo-World serán nuestros ases... Esperó podamos utilizarlos a tiempo.
El tema del proyecto de cultivo de esperanza era algo que buscaban evitar tocar a toda costa, por lo menos en ese momento. Estaban en un alegre festival, bien podrían hablar de tales cosas al día siguiente.
Tengan lo notaba en el ambiente por lo que eligió preguntarle a Jin sobre algo más, aunque se sintiera antinatural e incómodo para los otros dos.
—Por cierto, Jin, ¿qué hay de las cuatro solicitudes de último momento?
—Ahh... Todas fueron aceptadas. Entre más combates en el torneo, mejor... O eso dijo Munakata.
Kizakura soltó una risa ahogada, él sabía porqué todas las solicitudes fueron aprobadas.
«Munakata solo quería consentir a su pasante... Je», pensó para después darle otro trago a su sangría.
Parte 1
—¡Jajaja! No me importa que sea solo un prototipo, ¡va a demostrar todo el potencial que posee!
A Souda le daban muchas ganas de llorar cuando su compañera se ponía así.
Todo esto inicio a inicios de este año escolar, fue poco tiempo después del anuncio sobre la realización del festival.
Munakata Kyosuke había recibido a una "pasante" que, a pesar de que tan solo tenía 14 años, ya era un hecho que en el futuro asistiría a la academia, por lo que el futuro director del edificio en alta mar propuso apoyarla desde este momento, algo así como si le entregaran una serie de becas.
La joven, de nombre Iruma Miu, también propuso que financiarán su proyecto anhelado, nadie de los cercanos a Munakata se opuso debido a que habían sido testigos del talento de la joven gracias a un concurso de mecatrónica a nivel nacional.
Por otro lado, Kirigiri Jin aceptó por la intervención de Munakata, así como lo haría en muchas otras ocasiones. La única condición fue que un estudiante del curso principal le ayudara.
Obviamente, eligió a Kazuichi Souda por la compatibilidad de su talento con la mecatrónica general.
—Sniff, van a destrozar al niño, ¿verdad? —sollozó Souda acariciando la caja que estaba moviendo.
—¿Qué dices? ¡Va a demostrar de lo que está hecho, ya lo dije!
—Eh, realmente te emocionas por ponerlo a pelear... Eres cruel con tu propio hijo.
Miu se detuvo en seco, no podía rebatir las palabras de Kazuichi.
—No temas, lo creé con la capacidad de igualar la velocidad de un humano, y con el motor que creaste, ¡K1-B0 será imparable!
... ... ...
... ... ...
—Cuatro luchadores adicionales... ¿El ring lo soportará?
—No se preocupe señor Gozu, este ring fue construido con algunos de los mejores materiales fabricados aquí en Japón y otros exportados de mi tierra natal, Alaska.
... ... ...
... ... ...
—Ese dios con cabeza de vaca... Era aterrador.
La aspirante a sirvienta, Tojo Kirumi, miraba desde lejos al puesto de dulces en donde esas dos personas habían entrado.
—No quiero que me tachen que acosadora, no de nuevo... Pero mi paciencia se agota, ¿qué tanto hacen ahí dentro?
Parte 2
Izayoi Sonosuke, el Herrero Definitivo de la clase 76, se dirigía a buscar algunos de los elementos para ejercicio que habían sido llevados al aula de la clase 78 por petición de Kiyotaka Ishimaru y Owada Mondo.
«Tengo que apuntar a lo más alto... No puedo dejar que ese malnacido consiga lo que quiere», pensó el herrero.
Esto no era solo por su amigo el neurólogo, también era una cuestión de no permítir que su mejor amiga y su pareja fueran insultadas tan libremente.
... ... ...
... ... ...
Tercera semana de clases, después del anuncio sobre el torneo.
Alguien apareció de la nada frente a Seiko, Izayoi y Ruruka quienes ya salían del gimnasio.
El tipo tenía su habitual aura de intimidación y misterio así como enojo.
—... ¿Sigues resentido por no haber sido elegido el representante de la clase?
Ruruka Ando confrontó sin miedo a Isshiki Madarai.
—Cállate, esto es entre tu amiguita y yo.
Los puños de Ruruka se apretaron al igual que sus dientes, se podría decir que desde la terapia que recibió, se volvió sobreprotectora con Kimura.
—N-no tengo nada que hablar contigo... —dijo una intimidada Seiko que se escondía detrás de Sonosuke.
El anormal cuerpo delgado de Madarai pareció ondear al sentir un anormal enojo todavía mayor.
—¡¿Aaaaaahhhh?! ¡¿Cómo te atreves a decir eso?!
Sintiéndose igualmente intimidada por la manera en la que Isshiki se movía y gritaba, Ruruka retrocedió.
—¡¿No te lo dije cuando fuiste elegida?! ¡Me tienes que consultar a mi sobre cualquier elección que hagas como representante!
A punto de dejarse ir sobre la confitera con tal de amenazar a la farmacéutica y al herrero, Isshiki dobló las rodillas. Para este punto, Ando y Seiko se habían tropezado al retroceder, casi le pasa lo mismo a Sonosuke.
"Plac, plac".
El sonido de madera chocando contra el suelo detuvo momentáneamente la confrontación que estaba por ocurrir.
—¡Cuidado! —gritó alguien dos años menor a los presentes, venía desde otro pasillo.
Isshiki tuvo que agacharse para no ser golpeado por lo que identificó como una trapeador. Pudo esquivar eso, pero al hacerlo su rostro y pecho quedaron en la trayectoria de un zapato y un recogedor.
El zapato le dejo una marca de tierra en la mejilla, así como los bordes del recogedor causaron unos cortes en el uniforme.
—¿Quién se atreve...?
Mirando al lugar desde donde fueron lanzados objetos, Madarai se encontró con un estudiante de la nueva clase y uno de sus compañeros.
Yasuke Matsuda y Naegi Makoto, los dos estaban con otros objetos de limpieza.
«Aahh... Así que a ellos les tocó limpiar la sala de computación», la pena se extendió por la mente de Kimura.
—No quieras ser abusón, Madarai. ¿Quieres arreglar las cosas? Bien, pero aléjate de Seiko y ni te atrevas a tocar a Ando —Matsuda se puso frente a frente con el guardaespaldas—. Si lo haces, Sonosuke y yo te vamos a patear el trasero.
La larga lengua de Isshiki salió de su boca mientras se mecia como la de una serpiente, en sus ojos no había más que odio con el que miraba a Yasuke y a Naegi.
—Sssshsss, jaja, ¿y qué pretendes hacer? ¿Iniciar una pelea a mitad del pasillo?
Ahora fue el turno de Sonosuke para acercarse a Madarai, en el trayecto sacó de la mochila que tenía una pequeña daga del estilo prehispánico de América. El herrero prefería las armas japonesas, pero eso no evitaba que en su inventario tuviese armas Europeas o de múltiples regiones, forjadas por el mismo claro está.
—Hoy anunciaron algo interesante, ¿no te parece?
—... Shshshsh, maravilloso.
No fueron necesarias las palabras, el guardaespaldas y el herrero y el guardaespaldas intercambiaron miradas y asintieron mutuamente.
Isshiki se dio la vuelta, tomando una buena foto mental de la expresiones que todos —incluido Makoto— tenían.
—La próxima vez que nos encontremos... Será definitiva.
—... A como me enteré de que sigues intentando manipular a Seiko, no voy a tener piedad contigo —para mostrar que la amenaza iba de verdad, Izayoi sacó una serie de kunais.
Aquel que no tuvo interferencia directa y aún así se ganó ser objetivo de la furia de Madarai, estaba más preocupado por el bienestar de Kimura que por por el suyo.
—Ehm, Kimura-senpai, ¿estás bien? —le ofreció una mano a ella y a Ando para que se pusieran de pie.
Las dos asintieron y tomaron las manos del chico, claro que nada más ponerse de pie, Ruruka salió corriendo para abrazar a Sonosuke.
—Naegi-kun, ¿por qué salió volando un trapeador? —le preguntó Kimura.
Matsuda y Makoto temblaron por la pregunta, esperaban no tener que responder a eso.
—Ve-veras... Estábamos limpiando la sala de computación y...
—... Me resbalé, mi cuaderno casi cae en la cubeta y queriendo que no cayera ahí... Me tropecé y la tiré —Yasuke admitió con vergüenza.
—Quise limpiar todo rápido y me terminé resbalando con el agua enjabonada, fue entonces cuando mi zapato golpeó a Ma... Madarai.
—Jeje..
Seiko fue la única que ser río por lo dicho, eso hizo crecer la sonrisa del estudiante afortunado.
—Kimura-senpai, no te vas a quedar de brazos cruzados, ¿verdad? —le preguntó Naegi con un tono demasiado serio.
—No quiero hacerlo... P-
—Entonces es todo lo que necesitamos.
Makoto pasó a Seiko, le hizo el gesto de que lo siguiera.
—¿A-a dónde vamos?
—Lo que ese tal Madarai hizo merece ser reportado —que se dirigiera como "ese tal" demostraba el desagrado que Naegi ganó contra el guardaespaldas—, estuvo por hacerte daño, y eso... No, eso no puede ser, ¿ustedes concuerdan conmigo?
Sonosuke, Ando y Matsuda asintieron, aunque el neurólogo sonreía por el rostro que había puesto Kimura.
La Farmacéutica Definitiva se mantuvo en blanco antes de también asentir e ir al lado de Naegi.
... ... ...
... ... ...
—Tonto Yasuke, creía que podía desafíar a Isshiki así como así... No, esto me corresponde a mí.
Dicho eso, entró al aula de la clase 78. Agradecía porque las paredes amortiguaban los ruidos del exterior.
En el interior, vió como Fujisaki Chihiro estaba sentado en un pupitre mientras Mondo acomodaba todo lo que habían traído.
—Oh, ¿buscas algo? —le preguntó el motociclista.
Sonosuke no respondió al instante por escuchar unos pasos detrás suyo.
—Bro, ¡ha sido de los mejores baños en mi vida!
Un arreglado y descansado Ishimaru también ingreso al aula, rápidamente observó al herrero que estaba a escasos centímetros de la entrada.
—¡Izayoi Sonosuke-senpai! ¿A qué se debe el honor? —le cuestionó el prefecto con entusiasmo.
—... Vine solamente por unas pesas, voy a calentar un poco antes del torneo.
—Asi que si vas a pelear con ese tipo —Mondo detuvo lo que hacía—. Dudo que te gane pero si lo hace, entonces me aseguraré de darle una paliza.
—No apruebo la violencia... ¡Pero se merece una buena lección!
Chihiro miró con preocupación Ishimaru, la teoría que tenía sobre que era un excesivo entusiasmo lo que le hizo participar en el torneo solo se reforzó.
—"Sigh", olvidaba que tú te encargaste del reporte que hizo Seiko —el herrero rió con ironía.
Parte 3
Naegi creía haber visto una nube negra sobre la cabeza de Kimura cuando vió que llegó al puesto junto a Mukuro, y no comprendía porqué.
—Kimura-senpai, ¿dónde está Ruruka-senpai? —preguntó la soldado.
—Tuvo que ir a la parte de atrás, aunque ya se ha tardado y me preocupa.
Nada más decir eso, unas gotas de glaseado azulado salieron por debajo de la manta que actuaba como puerta a la otra parte, a la par que se escuchó un frasco de cristal estrellándose contra el suelo.
—Cr-creo que deberíamos ayudar... —Naegi señaló, estaba algo perturbado.
—¡Estamos bien! ¡No hay nada de que preocuparse! —gritó alguien de voz infantil aunque Mukuro reconoció al instante de quién se trataba.
«¿Qué hace Kotoko aquí?»
Naegi estaba por preguntarle a Seiko sobre la identidad de esa voz.
Las palabras se le quedaron atascadas en la garganta cuando vió una estela de un color plateado todavía más brillante que el cabello de Seiko pasar frente a sus ojos.
—Voy entrando y el amo ya está cerca de un desastre así, debe aprender a cuidarse de estás cosas.
La recién llegada sacó un trapeador —nadie vió de dónde lo hizo—, y empezó a limpiar con rapidez la mancha dejando todavía más confundidos a los otros tres.
Mukuro tenía los ojos entrecerrados analizando a la chica mientras que Kimura movía nerviosamente los dedos, el más afectado era Makoto que no tenía idea de cómo reaccionar.
«¿Qui-quién es está chica?», si de por si la aparición de Mukuro arruinó la idea que tuvo al ver a Naegi entrar, ahora Seiko ni siquiera podía idearse algo más.
En menos de 10 segundos, no había rastro alguno de la mancha dejada por el glaseado.
—Nueve segundos, no he roto mi record —declaró con frustración.
—Disculpa... —Naegi se le acercó lentamente, el traje de sirvienta con un ligero diseño de telarañas que tenía la chica le confundía—. ¿Puedo saber quién eres, por favor?
—Oh por Buda, ¿dónde están mis modales? —dejando el trapeador de lado y arreglándose un poco, se presentó—, soy Tojo Kirumi, aspirante a ser la mejor de las sirvientas.
«Una sirvienta...», pensó Kimura antes de entrar en pánico gracias a algo dicho por Tojo. «¡¿Por qué llamó amo a Naegi?!»
Nadie entendía qué estaba ocurriendo, era a tal grado que Mukuro incluso creía que agarrar a Makoto y salir corriendo era una opción razonable.
—... Uhm, Tojo-san, es un placer conocerla, soy-
—Naegi Makoto, el Estudiante Afortunado Definitivo de la clase 78 así como su representante.
—... ¿Co-cómo sabes todo eso?
—Un chica rubia me lo dijo, creo que también mencionó que era de la clase 77-B.
«¡¿Sonia-senpai?! ¡¿Por qué?!»
Makoto respiró profundo para después soltar un suspiro de derrota, esa acción trajo consigo algo de incomodidad que Kirumi disimulaba a la perfección.
—M-me gustaría saber —Seiko fue quien tomó la iniciativa para resolver la incógnita detrás de la repentina aparición de la joven Tojo—, ¿por qué llamaste a Naegi-kun, "amo"?...
Extendiendo los pliegues de su falda, Kirumi se inclinó levemente a la par que cerró los ojos, era lo que ella llamaba "formalidades básicas".
—Vera usted, desde que terminé mis estudios en el extranjero y volví a Japón, he buscado encontrar un amo que sea digno de servir.
«Habla como si viviéramos en el siglo 19...», pensó Mukuro con algo de disgusto.
—Cuando leí sobre el festival que está gran institución realizaría, supe que era mi oportunidad, podría ser la sirviente de una o un estudiante definitivo.
Discretamente, Kotoko y Ruruka escuchaban todo manteniéndose ocultas gracias a la cortina.
—Pe-pero... ¿Por qu-qué y-yo?... —cuestionó un Makoto invadido por los nervios, la pena y el miedo, estaba a nada de ir y esconderse detrás de Seiko.
—A parte de que pareces un buen chico, el hecho de que tengas tan buena relación de amor con una miembro de un grupo mercenario tan extremo como Fenrir fue lo que más me sorprendió, con eso fue suficiente para que te escogiera como el amo al que le serviría.
Naegi y Kimura creyeron ver como las pupilas de Ikusaba se contrajeron conforme el sonrojo avanzaba por todo su rostro.
Entendiendo la razón, a Makoto le pasó lo mismo.
—¡¡¡¿¿¿A-a-a-a-a-a-a-amor???!!! ¡Te equivocas!
Seiko estaba con los ojos en blanco, Mukuro era una piedra, Kotoko y Ruruka casi caen sobre la cortina por el shock y Naegi... Pobre de él, tenía que aclarar las cosas con Tojo.
—N-no tengo idea de que viste, ¡pero so-solo lo ha-has malinterpretado!
—¡Makoto dice la verdad! —señaló Mukuro.
—¿Ah sí? Entonces respóndame a esto, amo —Kirumi levantó dos dedos de su mano derecha—. ¿Por qué te llama por tu nombre? ¿Por qué se tomaron de las manos?
«¡¿De las manos?!», Seiko estaba a nada de quedar fuera de combate.
—Bu-bueno... Su-supongo que por la gran amistad que tengo con ella, je —dijo rascándose la nuca.
—...
—...
—...
Kirumi negó con la cabeza mientras que Seiko y Mukuro se miraron una a la otra sin saber si sentirse aliviadas o frustradas por la densidad del chico.
«Sin duda, tendré que instruirlo en el tacto, tal vez eso disminuya su densidad», pensó Tojo.
Con un ambiente que consideraba más relajado, Makoto se empezó a resignar. Sería hasta después del festival que pensaría en soluciones.
—Entonces, Tojo-san... Así que fue por eso... —miró fijamente al rostro de la chica. El afortunado no era un experto en leer emociones, pero podía sentir toda la expectativa que reservaba—. Supongo que acepto, aunque también deberás ayudar Ikusaba-san, después de todo, ella es la razón por la que me escogiste.
La Soldado Definitiva quiso decir una palabras en protesta por la condición de Naegi, se detuvo al ver la sonrisa que le dirigió.
—Si así será... Entonces yo tengo el honor, de ser tu obediente sirviente, Tojo K.
Parte 4
Tsumiki se despidió de Maki y la señora Bianchi, ellas solo habían venido para conocer a la última persona que tuvo contacto con Ryoko, pero el festival les había gustado tanto que eligieron quedarse un poco más antes de volver al orfanato.
—Con que era cierto, sabes cómo es esa tal Otonashi —alguien llegó desde la izquierda.
Encontrando a la fuente de la voz, pudo ver a Togami Byakuya acercándose y no parecía nada feliz.
—...
Se quedó muda, paralizada, no tenía idea de que hacer y su mente no estaba ayudando en nada, todo se había quedado paralizado y estático para el enfermera.
—Lastima que no conoces su paradero, de hacerlo, serías más útil.
"Más útil", palabras que golpeaban muy fuerte a Mikan debido al trato que recibió en el pasado.
Sus emociones ya estaban a flote por lo hablado con Bianchi, ahora con Byakuya agitando todavía más la aguas, todo apuntaba a una cosa.
Un oscuro pensamiento acecho de nuevo a Mikan así como una inseguridad y un sentimiento del pasado llegaron a su corazón.
No tenemos que regresar mucho en el tiempo, solo hay que mirar el trato que Hiyoko Saionji tenía antes con ella, todo por su dependencia de "querer sentirse útil", un gran complejo de inferioridad que le hacía creer que merecía recibir un trato tan cruel por parte de las demás personas.
Fue una persona la que le ayudo a que empezará con sus intentos de alejar todo eso, que ella era una gran persona y el mucho aprecio que los amigos que hizo en clase le tenían, que era por todo eso que debía dejar atrás ese complejo.
El nombre de esa persona sería aquel que protagonizaria su "día más feliz", Hinata Hajime.
—... De todas formas, me has dado una pista, así que tengo que agradecerte... Que no sea más que algo mínimo —Togami tenía un tono diferente, no sonaba tan... Arrogante.
Los ojos se ensancharon al escuchar las palabras dichas por el heredero. Por lo que escuchó de Mioda y Sonia, era alguien muy arrogante y egocéntrico que miraba a los otros como inferiores... Lo sentía fuera de si mismo.
«Uhm, tal vez solo sea un intento de manipulación», dedujo Mikan, estaba mentalizada a no dejarse engañar de tales formas nunca más.
Togami rechisto mentalmente al saber en qué estaba pensando Mikan, de todas formas no podía culparla.
Sin nada más que decir y teniendo la información que tenía, Byakuya se giró y alejó rápidamente de la enfermera. En el rostro del heredero fueron evidentes un par de emociones ahora que estaba oculto de la vista de Tsumiki.
—Aloysius... —dijo tocando el papel que estaba en su bolsillo izquierdo.
Un torrente de emociones que deseaba no estuvieran ahí surgía cuando tocaba esa nota del hospital.
... ... ...
... ... ...
Maki escuchó todo lo que Togami le había dicho a Mikan.
No podía culparlo, la aparición de Ryoko durante el incidente era una coincidencia muy grande.
Aún así, no podía evitar tener la curiosidad.
«Si asi puedo ayudar a calmar las dudas de mi abuela...», antes que en su curiosidad, pensó en la señora Bianchi.
... ... ...
... ... ...
Tsumiki se quedó en su lugar mirando como el heredero se iba tan pronto como llego.
Era conocedora de que el grupo Togami también tuvo su propia investigación durante el caso, pero, ¿por qué el heredero del grupo buscaría información sobre su preciada Ryoko? A raíz de lo que le contó Maiya, la investigación del grupo Togami fue la primera en descartar a Otonashi como sospechosa del estado mental en que se encontraba Sato.
—Uhm, esto arruina un poco mi humor...
Sacudió la cabeza, no era el día para pensar en cosas tan complicadas.
—Ya quiero que llegué la tarde... Estoy segura de que Saionji-san y Koizumi-san estarán ocupadas, así necesito la ayuda de alguien más... —una persona estaba en su mente, cierta chica que manejaba magníficamente la espada.
Este era "su día más feliz", o así lo llamaría ella.
Los eventos que ocurrirían esa misma tarde tras el torneo pero antes del concierto eran muy inciertos para Tsumiki Mikan, y aún así, este día se volvería lo que tanto esperaba.
Aunque no como creía.
... ... ...
... ... ...
Towa City, presente.
—Asi que, ¿solo llamaste para eso? ¿Para presumir a tu "nueva familia"?
Towa Haiji se encontraba en videollamada con su hermana menor, la misma llamada fue iniciada por ella.
《Ahhh, eres muy aguafiestas. ¿Por qué ese tono tan condescendiente? Eres un muuuy mal hermano》
—No tengo tiempo para esto, Monaca. Créeme, me desagradas, pero te escucharía... Pero hoy no, esto es serio.
《Hace tiempo que no te escuchaba así, debes tener razón... 》
Como para reafirmar la seriedad del asunto, Haiji miró una vez más el absurdo mensaje recibido por el líder del grupo Towa así como el líder de la familia Togami.
Era una serie de letras en mayúscula y minúscula junto a otro montón de números, parecía que alguien hubiera puesto su mano sobre un teclado y todo lo presionado fuera lo que había en el mensaje.
«Esto tiene que ser alguna encriptación... Un código, ¡algo! ¡¿Pero qué es?!»
Conclusión
Preservación del mártir.
—Una semana, está decidido —dijo una mujer de ropa extremadamente lujosa y un pin con el escudo de la academia.
Las demás personas en la oscura habitación eran similares, trajes, vestidos de lujo y el pin. Todos y cada uno era los directivos superiores a Kirigiri Jin y que fueron un gran dolor de cabeza para Kazou Tengan durante su administración.
—Finalmente, el sueño de Kamakura Izuru se cumplirá... Y igual nuestras ambiciones.
—La "Esperanzada Definitiva" que tanto hemos buscado con anhelo será una realidad.
