Prólogo

Orden sin nombre.

—...

Kyoko estaba sentada en la fuente mirando hacía el cielo azul de medio día.

A pesar de estar a una distancia considerable, los constantes gritos de la multitud en el interior del gimnasio seguían siendo audibles.

—Hphm, no entiendo porqué llegué a creer que ese hombre tenía Complejo de Atlas, vaya que era ingenua —dijo refiriéndose a su abuelo—. Tampoco voy a decir que tiene Trastorno de Personalidad Narcisista...

La mención de dicho trastorno fue un gatillo que disparó una serie imágenes borrosas en la mente de Kyoko. Todas las imágenes pertenecían a algo en particular.

La Prueba de Rorschach.

El motivo detrás de estos pensamientos tan aleatorios para la joven detective era un método de autodefensa para su mente y corazón con tal de no pensar en lo que acababa de escuchar en el gimnasio. Inconscientemente, ella sabía que hacía mal al solamente ignorar las cosas, pero no se sentía lista para afrontarlas.

Esa personalidad fría que mostraba a los demás solo era una máscara y había quienes lo sospechaban, de mostrarse ante esas personas en este momento lo descubrirían totalmente.

Volvió al recuerdo activado por la Prueba de Rorschach. Este se relacionaba a las que revisó después de aquella ocasión en la que escuchó a Togami interrogar a Naegi respecto al Intento de Asesinato Crepuscular.

—... Supongo que será una buena forma de distraerme.

Poniéndose de pie, abandonó la zona de la fuente y partió rumbo al Registro que estaba en el nuevo edificio, en ese lugar se guardaban una cantidad considerable de archivos debido a la relación de la academia con el gobierno de Japón.

Parte 1

Tenko hizo tronar sus nudillos una vez pasó al frente del ring, no iba a negar la ansiedad que estaba recorriendo su cuerpo.

Entre sus preparaciones para el torneo no estaban solo prácticas para fortalecer sus músculos y estrategia, también se incluía el estudio de sus oponentes y pudo realizarlo con el apoyo de los foros dedicados a los Estudiantes Definitivos.

Leyó hasta el cansancio sobre Nekomaru Nidai y Oogami Sakura, los titanes del torneo y el verdadero reto a vencer. Se alegraba de que no le tocara ir contra Ikusaba Mukuro debido a que ella junto a Isshiki Madarai, Ishimaru Kiyotaka y Izayoi Sonosuke, fueron los únicos de los cuales no pudo encontrar información útil.

Y entonces, su oponente resultó ser Owari Akane.

—¡Ja! Cuando acabe con ella, usaré su moño para decorar una caja de regalo.

Para Akane, Tenko parecía todo menos intimidante, pensamiento que habría enojado mucho a la practicante de aikido de escucharlo.

No podía darse el lujo de perder, tenía una motivación que iba más allá de su deseo de sentir la emoción de una batalla, y esa motivación nacía en sus hermanos y hermanas.

La vida nunca fue fácil para la joven atleta morena.

Desde pequeña, tuvo que aprender por las malas que debía huir a toda velocidad, que nunca debía de mostrar debilidad a nadie. Por este tipo de pensamiento fue que nunca se dio cuenta de que también estaba huyendo de sus miedos, aunque no faltaría quien dijera que estos eran ridículos debido a que en la lista estaba el miedo a los fantasmas.

Robar, escapar y mantenerse a salvo, ese fue el círculo vicioso en el que Akane se crio y que dio origen a sus destrezas físicas.

¿Qué pasaba con su familia? Bueno, en un inicio, solo eran Akane y su madre, una mujer bastante inmadura, no preparada para la maternidad y que dejaba llevar por sus vicios como lo era el alcoholismo. La atleta nunca lo diría en voz alta, pero creía que la drogadicción también era uno en esa larga lista de vicios.

El padre biológico de Akane se había ido incluso antes de saber que ella estaba en el vientre y su madre no era alguien con un trabajo antes de estar embarazada, así que fue muy difícil el mantenerse.

A lo largo de su infancia, siempre veía a un nuevo hombre con su madre cada que regresaba a casa. Con el paso del tiempo, más niños se hicieron presentes en la casa.

La chica era quien cuidaba de ellos, ya fuere porque su madre se encerraba en lo que se podría considerar la única habitación decente de su anterior hogar o simplemente salía y desaparecía hasta por una semana, el mayor tiempo que pasó desaparecida fue cerca de un mes.

Una persona normal escuchando esto encontraría que el punto más perturbador de la historia se encontraba cuando Owari Akane atravesó la pubertad y su cuerpo se desarrolló. Sus senos y caderas no eran solo obra del crecimiento biológico, también se debían a toda la actividad física que realizaba. Hubo una ocasión en que Sonia Nevermind mencionó que si Akane quisiera, podría desarrollar un "six pack" en la zona abdominal.

Regresemos a la tangente.

Cada que alguien hacía algo por Akane, ella siempre le ofrecía algo, pero eso era lo extraño. Desde ofrecer sus bragas, sostenes o que tocaran sus pechos, eran ese tipo de cosas.

Todo se debía a que los hombres que solían estar en aquella casa empezaron a pedir esta clase de cosas cuando ella se desarrolló.

Hajime y Nidai conocían este hecho y opinaban que si nunca llegaron más lejos, era por la bestial fuerza de la chica. Por supuesto, también lo encontraban como algo muy turbio.

Este era un hecho que incluso al día de hoy seguía con la atleta y si bien a ella no le importaba, no quería que sus hermanos y hermanas pasaran por el mismo tipo de infancia que ella, esa fue la principal razón por la que cortaron todo contacto con aquella mujer que no merecía ser llamada "madre".

Fue por ellos que se determinó a ganar dinero con competencias en atletismo.

Fue por ellos que ingresó a la academia, después de todo, uno de sus famosos dichos era "si te gradúas aquí, tu vida esta arreglada".

Ellos eran su motivo para darlo todo en el torneo, porque de esa forma podría obtener el gran premio en efectivo del primer lugar, cortesía de una fundación sin nombre ligada a la academia y manejada por el ex Presidente del Consejo Estudiantil Definitivo, Munakata Kyosuke.

Con ese dinero en sus manos, podría conseguir un lugar mucho mejor para sus hermanos. Si bien ya vivían en lugar decente después de salirse de la casa de su "madre", este apenas y tenía condiciones aceptables para los niños.

—¡Vamos onee-chan! —exclamó Owari Sakae, la hermana de en medio.

Akane y Yukizome compartieron una sonrisa al ver lo entusiastas que eran los infantes, en especial la maestra debido a que no los había visto desde aquel viaje a la playa ocurrido el año escolar anterior por lo que verlos así de felices le era revitalizante.

Después de la playa hubo otros eventos, pero si los hermanos y hermanas de Akane no asistieron fue por la negatividad de la atleta, esta se derivaba del mismo viaje a la playa y lo que ocurrió entre cierto chico normal y algunas de sus compañeras.

No fue una experiencia para nada agradable.

—Je...

Una fracción de segundo pasó entre que el brazo de Chisa descendió y que tanto la Owari mayor como Tenko se propulsaran hacía delante.

—¡Es emocionante probar mi estilo con alguien realmente digna! —exclamó la practicante de aikido.

Con la gracia de una bailarina de ballet, Tenko se detuvo con su pierna derecha y levantó la izquierda solo para hacerla descender con una increíble fuerza en un intento por golpear a Akane en el hombro.

La joven atleta no se quedó de brazos cruzados por lo que puso todo su peso en la zona derecha del cuerpo con lo evitó a Tenko. No solo eso, también tuvo la oportunidad de golpearle la pierna que usaba como punto de apoyo.

Perdiendo el equilibrio, el rostro de Tenko casi impactó contra el suelo. Pudo evitarlo gracias a sus brazos y pies con los que quedó en una posición similar al "tablón" de algunas rutinas de ejercicios. La desventaja estaba en la tensión que tenía ya que dicha posición realizada con esta era dolorosa en extremo.

Akane no le daría ni la más mínima oportunidad de tomar un respiro. Creyendo tener el control de la situación, decidió que darle un golpe con su palma derecha podría dejarla en el borde y que con otro golpe la sacaría del ring.

Pronto la atleta descubriría que se confió demasiado.

En un ataque sorpresa, Tenko giró sobre si misma con su brazo derecho como eje. Seguido a eso, se paró de manos y con sus piernas trazó una trayectoria con la que pretendía hacer a Owari retroceder.

La mencionada trayectoria estuvo fuera de su control gracias a un factor: la terquedad de Akane para no retroceder.

Sin eso ocurrido, el pie izquierdo de Tenko golpeó la mejilla derecha de la atleta enviando un shock por todos los músculos en esa zona de su rostro.

—¡Agh...!

Mientras la cabeza le daba vueltas, pudo sentir dos cosas; el calor creciendo en la mejilla como prueba de que ahora tenía una mancha roja en el lugar y un líquido tibio bajando por sus fosas nasales.

El silencio abismal se hizo de nueva cuenta entre el público cuando vieron sangre descender por la fosa nasal derecha de Akane.

Entra lo más sorprendidos se encontraban Nidai, Hajime, Sonia y sus hermanos.

—Oh no... Irá con todo... —dijo Owari Takeru, el hermano de en medio, como si estuviera murmurando.

Por mero instinto fue que Tenko retrocedió, la sonrisa que Akane estaba formando estaba enviando una ola de escalofríos por su columna. Era como si con ella le dijera "ah, ¿con que así va a ser esto?".

Todos en el lugar contuvieron la respiraron al ver como se limpiaba la sangre y daba un paso hacia adelante, luego otro para seguir con pasos grandes que cubrieron la distancia entre ella y la practicante de aikido en un santiamén.

Sabiendo que no podría esquivar, Tenko puso sus brazos en posición de "X" con la intención de amortiguar el golpe.

El inevitable golpe llegó en cuestión de segundos haciéndole retroceder todavía más por la fuerza.

Se estaba desesperando en la búsqueda de una ventana de oportunidad para realizar un contra ataque, la velocidad con la que Akane la estaba esquivando no era nada comparada a cuando inició el enfrentamiento.

«Maldita sea, si tan solo pudiera tomar uno de sus brazos desde la muñeca o el antebrazo...»

Una de las grandes ventajas del estilo de pelea que Akane tenía era lo impredecible del mismo.

Las formas de pelea formales requieren que los movimientos sean planeados para realizarse bien y causar el mayor daño posible, eso es un hecho. Pero, si no hay oportunidad para realizar dichos movimientos, entonces no se puede hacer nada más que defenderse.

La fuerza sumada a un estilo de pelea que se podría decir era "callejero pero formal" y una brutal velocidad estaban dejando en jaque al aikido en entrenamiento de Tenko.

Ella misma se estaba regañando mentalmente por estos hechos.

«¡Agh, si tan solo perfeccionara el Neo Aikido!»

Contrario a la exasperación de Chabashira, los jóvenes Owari estaban maravillados por ver a su hermana mayor en acción. No era una mentira decir que todos tenían gran admiración por ella.

—¡Demuéstrale lo que Nidai-nii te enseñó! —exclamó la menor de todos, Owari Setsuko.

—¡No te detengas onee-chan, estás ganando!

... ... ...

... ... ...

Desde las gradas de la parte de arriba, Makoto observaba a los niños porque se sentía un poco abrumado por el entusiasmo que transmitían.

—No sabía que Owari-senpai tenía tantos hermanos... —dijo mientras se rascaba la mejilla.

—No te culpes, no es como si se conocieran del todo —respondió Hajime de forma áspera—. Si te sirve de consuelo, cuando los conocí pensé que eran mini Akanes creados a raíz de algún experimento enfermizo.

Naegi río levemente por ese comentario. Le hubiera causado más gracia de no ser porque notó el tono áspero en la voz de Hajime cuando dijo lo primero.

—... ¿Algo anda mal? —preguntó sin saber lo que tal pregunta desataría.

Hinata ni siquiera le dirigió la mirada, estaba muy sumido en sus pensamientos. Chiaki también lo notó y se le quedó mirando con preocupación.

—Es solo que... Sé cuál es el motivo de Akane, puedo verlo en sus ojos y movimientos, no necesito ser ningún psíquico.

La severidad de dichas palabras fue tal que Makoto optó por no seguir el hilo del tema. Para su sorpresa, Hajime seguía hablando lo escucharan o no.

—Ella ama las peleas... Pero el dinero que le ofrecerán al ganador o a los participantes debe de ser su principal motivo... Ella ya había mencionado que quería buscar una casa propia para sus hermanos...

Makoto y Chiaki cruzaron miradas de preocupación, aunque la gamer no sabía que el (des)afortunado de la Clase 78 apenas y conocía a la atleta y que este se mostrara tan preocupado por apenas una conocida no ayudaba.

... ... ...

... ... ...

Tenko estaba por llegar su límite.

«¡Esto es humillante! ¡Me tuve que mantener a la defensiva todo el tiempo, no tuve la más mínima oportunidad de regresarle un golpe!»

Tenía la esperanza de que tarde o temprano se cansaría y retrocedería dándole la oportunidad de tomar aliento e ir con todo.

Esa expectativa fue destruida cuando la atleta no detuvo su férreo ataque aún pasados alrededor de 6 minutos, parecía tener energía infinita.

«¡Al diablo! ¡Si pierdo, lo haré con honor!», la determinación de terminar esto de una manera espectacular invadió a la practicante de aikido.

Dejaría de usar sus técnicas normales, estaba por demostrar de lo que era capaz su Neo Aikido.

—¡¿Qué, te estás cansando?! —gritó Akane en un tono altamente confiado e inconstante, era ahora que el atacar sin cuartel empezaba a agotarla.

Tendría mucha hambre una vez concluida la pelea.

—¡Ni de broma!

Era hora.

Cuando el puño de Akane conectó con el hombro izquierdo de Tenko, esta aprovechó para mover su mano izquierda a pesar de que no respondía bien. Con la misma agarró el brazo de la atleta evitándole hacer el más mínimo movimiento ya que la única forma de librarse de tal agarre era dislocándose el brazo.

Akane ni siquiera pudo analizar sus opciones para librarse del agarre cuando sintió como el pie derecho de su oponente le impactaba en el estómago dejándole sin aire. De no ser por su alta resistencia, hubiera terminado cayendo al suelo en ese momento.

La furia recorrió su cuerpo, ahora ella se dejaría llevar al poner toda su fuerza en un solo golpe, solo que este no sería con sus puños o pies.

Dirigió su mano libre al hombro derecho de Tenko y lo apretó con fuerza.

—¡Ouch...!

Lo que ocurrió a continuación fue simple: un cabezazo.

Todos los presentes hicieron un gesto de dolor, hasta ellos pudieron sentirlo.

—¡Aah...! Aa...

Por un instante parecía que Tenko no iba caer pero solo fue una ilusión ya que al poco tiempo sintió como su cabeza daba vueltas y todo le era borroso. Al final, los ojos se le pusieron en blanco y cayó hacía adelante como un objeto inanimado.

Antes de que chocara contra el suelo, Akane se apresuró a sostenerla mientras Chisa seguía digiriendo todo lo que acababa de ocurrir.

—L-la... —La docente no puedo evitar tartamudear al ver algo en Akane— ¡Chabashira Tenko a sido eliminada! ¡Owari Akane pasa a la siguiente ronda!

Contempló con orgullo el avanzar de su nombre a la siguiente ronda, así que solamente le dedicó una sonrisa a su maestra y se retiró lo más pronto posible con Tenko siendo cargada con su hombro.

La razón de porque se fue tan rápidamente fue que no quería ser interrogada por Chisa o sus amigos sobre el nuevo sangrado que tenía en la nariz.

«No puedo preocuparlos por una estupidez tan pequeña, pensarán que soy débil»

... ... ...

... ... ...

—Tenko-chan...

Himiko no negaría que estaba triste porque su amiga fue eliminada en la primera ronda, pero también le admiraba.

No cualquier practicante de alguna arte marcial podía hacerle frente a un Estudiante Definitivo, menos a una que tenía el título de Atleta Definitiva.

Si desde antes la amante de la magia tenía admiraron por Tenko, entonces esta solo creció mucho más ese día.

Parte 2

—El siguiente enfrentamiento será entre... —Chisa tragó grueso, realmente dudaba de que Jin, Kizakura y Gozu estaban en sus cabales cuando eligieron que estos dos se enfrentaran en la primera ronda—... Oogami Sakura y Nekomaru Nidai.

Todos sintieron un escalofrío recorrerles la columna, esto no iba a acabar bien de ninguna manera y lo sabían inconscientemente.

—Ha-hagan el favor de pasar al frente.

Parecía que el tiempo se estaba distorsionando con cada paso que daban.

Sin exagerar, todos los que miraban como se acercaban jurarían que había auras rodeándoles.

—Oh si, tantas referencias para peleas... —murmuró Hifumi que estaba dibujando con rapidez a espaldas de su hermana y madre.

Tanto la miembros de la Clase 78, 77, 77-B y 76 le miraron extrañados.

—Que gane el mejor —Sakura pronunció haciendo que toda actividad se detuviera nuevamente.

—Lo mismo digo —Le respondió Nidai con una gran sonrisa en su rostro.

El ser humano más fuerte del mundo contra aquel que con al tiempo suficiente podía entrenar a un rival digno de tal ser humano.

Más allá del brutal choque entre la fuerza física de ambos individuos estaba el gozo que ellos mismos obtendrían de una oportunidad tan maravillosa como lo era esta.

Después de todo, podrían pelear sin restricción alguna.

—Uff...

El rostro de Chisa emergió desde atrás de un escritorio acomodado de tal forma que parecía crear una trinchera, hasta tenía un casco militar para hacer juego. Solo para aclarar, el casco estaba hecho de tela.

—¡Comiencen!

El grito de Yukizome se vio opacado nada más ocurrió el primer choque entre la artista marcial y el entrenador.

No había nada como corrientes de aire exageradas o destellos psicodélicos con el choque, solo el contundente sonido de sus puños colisionando.

Usando solo fuerza bruta, Sakura envío sus puños hacía adelante haciendo que Nidai retrocedería.

Las cosas no se quedaron ahí ya que tan solo tuvo contacto con el suelo nuevamente, Nidai saltó listo para dar una patada tranzando un arco desde la derecha. Sakura reaccionó a tiempo y pudo cubrirse con todo ante brazo izquierdo aunque eso no le evitó perder un poco el equilibrio al inclinarse.

Teniendo que aterrizar, Nidai vio predecible el siguiente movimiento por lo que retrocedió una vez más con tal de evitarlo.

Justo como pensaba, el puño de Sakura apareció clavado en el suelo, justamente en donde se encontraba antes.

Un enorme cráter se había creado en ese lugar y de este volaban una cantidad exagerada de astillas y aserrín.

Viendo una gran oportunidad, el entrenador se precipitó y con su rodilla golpeó a Sakura en la barbilla lo que fue una evidente sorpresa.

Ella volvió en si al instante y fue entonces que preparó su contraataque.

Nidai alternaba entre lanzar puñetazos y bloquear, quedarse solo a la defensiva podría ser el error que le constaría la victoria.

Respecto a Sakura, ella también daba puñetazos pero en lugar de defenderse con su otra mano, estaba lanzando palmadas o tratando de agarrar el hombro de Nidai, la verdad es que era difícil deducir que era lo que estaba logrando con esa mano libre.

Todos miraban asombrados como la madera debajo de ellos se empezaba a quedar de igual forma que algunos trozos de la misma salían volando, y eso que solo estaba aplicando presión sobre el suelo.

No era una mentira decir que la velocidad de los golpes de ambos apenas eran visibles, la velocidad detrás de estos tenía que ser increíble considerando que ninguno de los dos estaba lanzando golpes erráticamente, lo hacían con precisión, tenían controlado todos y cada uno de sus movimientos con tal de sacar el mayor provecho y hacer disfrutable el enfrentamiento.

—¡Oooh!

Mientras tomaba aire, Sakura cambió su ataque.

Ahora, usando el pierna izquierda como punto de apoyo, levantó la pierna derecha e inició una serie de patadas giratorias de las que Nidai apenas y podía protegerse.

Viendo que no era efecto, Oogami vio que lo mejor era volver a su estrategia anterior.

Había un pequeño cambio con esta, y era que con su mano libre, parecía presionar ciertos lugares en los brazos de Nidai cuando los hacía retroceder una vez lanzaba un golpe.

... ... ...

... ... ...

—Bien jugado, Sakura —dijo Kenichiro desde el lugar especial donde observaba el torneo.

Él ya sabía quien ganaría el enfrentamiento.

... ... ...

... ... ...

—¡¿Uh?!

Para cuando Nekomaru descubrió que era lo que Sakura estaba haciendo con su otra mano, era demasiado tarde.

Ella era la Artista Marcial Definitiva, entrenada tanto en la parte ofensiva como defensiva de las múltiples artes. Entre las defensivas, estaba el bloqueo de los nervios, de esa forma se podía inhabilitar el movimiento de ciertos músculos.

En este caso, Sakura dejó a Nidai con los brazos acalambrados y sin poder moverlos.

Fuerza e inteligencia eran lo que decidirían el enfrentamiento desde el inicio y ambos lo aplicaron, solo fue que Sakura pudo aplicar la segunda más hábilmente.

Ella tenía que reconocerlo, la fuerza de Nidai era increíble, pocos rivales le hacían sentir la fuerza que tenían, y el entrenador era ahora uno de ellos.

—Bien jugado, Oogami-san.

En un movimiento final, el codo izquierdo de Sakura se dirigió al pecho de Nidai. La fuerza detrás de ese golpe fue suficiente como para hacerlo caer aunque no inconsciente, el entrenador solo se sentó en el suelo asimilando lo adolorido que tenía todo el cuerpo.

Para la artista marcial y el entrenador, ninguno había ganado ni había perdido, simplemente habían concluido su duelo entre individuos que se reconocían mutuamente como oponentes increíbles.

Al menos por ahora.

Conclusión

Eros y Thanatos.

—Entonces viejo —Cuando se movió de lugar, Kizakura eligió tomar asiento junto a Fuhito—, ¿qué te hizo cambiar de opinión? Porque en lo poco que te conocí, pude ver que tu trabajo de detective estaba sobre todo lo demás. Diablos, Jin me dijo de tu negativa a que Kyoko regresara de Europa para ver por última vez a su madre porque te obsesionaste con un caso.

—...

—Heh, si no quieres contarme esta bien. A final de cuentas somos desco...

—Me di cuenta de que era un estúpido.

Esa respuesta tomó un poco desprevenido a Kizakura. Optó por no hacer algún gesto que lo hiciera evidente.

—Hace poco, un buen amigo murió debido a un ataque al corazón. ¿Sabes que me dijo la última vez que lo vi?

Kizakura no dijo nada, solo dejó que el viejo detective siguiera.

—Ahí estaba él, en una cama de hospital haciendo su mejor esfuerzo por seguir con vida, y aún así me dijo "aprovecha tu tiempo, deja de perderlo. Ya perdiste el tiempo que podías haber tenido junto a tu esposa, la mujer que te aceptó tal y como eres... No pierdas el que te queda con tu único hijo y nieta"... Todo se resume al tiempo.

—...

—Soy un anciano, podría morir mañana, la semana que viene, el mes siguiente o ahora mismo, y quién sabe si alguien vaya a recordar lo que hice como detective porque la mayoría de mis métodos no se difundieron entre el público. Quería formar un legado que alimentara a mi ego, y así lo hice. Lo engrandecí y engrandecí para mí mismo porque creía que a nadie debían importarle mis logros más que a mí mismo. Creé un legado lleno de méritos que se desvanecerá tan fácilmente cuando muera porque me concentre en que solo yo pudiera tener los detalles... Me hace sentir que desperdicié toda mi vida.

—Entonces, las consecuencias de ese orgullo que tenías y te hacía poner el trabajo de detective sobre todo lo demás finalmente llegaron para hacerte conectar con la realidad, ¿no es así?

Fuhito se quedó sin palabras por unos cuantos minutos.

—"No importa si algunas cosas desaparecen en el camino, siempre y cuando pueda ser un detective" —Imágenes de su difunta esposa cruzaron por su mente—... Supongo que esa era la estúpida mentalidad que tenía por mi orgullo.