De todas las peleas, había solo una que fue de su agrado.
Mirar los precisos movimientos que ella realizaba le era más que fascinante, le causaba una sensación que describiría de forma realmente extraña.
Como si alguien aplastara su pecho con gran fuerza mientras hacía surgir un increíble calor que invadía hasta lo más profundo de ser, era la manera en la que describiría lo que ver a Ikusaba Mukuro en acción le causaba.
Solo sintió tal cosa en otras ocasiones, y era cuando arrebataba una vida.
El único sobreviviente de la matanza de la escuela media Giboura disfrutaba el repetir en su mente las imágenes de Mukuro golpeando a K1-B0 que a ojos del joven, no era más que un trozo de chatarra frente a quien él consideraba la combatiente más poderosa de toda la historia.
Si tan solo bajara de las gradas y fuera a hablarme nuevamente de buena manera, entonces podrían llegar a algo.
Si lo hiciera, entonces él le confesaría su amor. Un amor surgido en parte por su obsesión con los asesinos, lo que complementaba a ese amor eran las increíbles habilidades de Mukuro para cometer un asesinato.
Él lo había visto de primera mano.
Killer Killer tuvo el placer de verlo en el momento que ocurría.
Haría todo lo que estuviera a su alcance para estar al lado de esa chica, e incluso se atrevería a ir más allá de sus posibilidades sin importar quienes se le pusieran en el cambio. Sacaría todos los baches del camino hacia el corazón de su destinada y eso daría inicio en este maravilloso día.
«Y entonces, solo seremos tú y yo...», pensó Takumi Hijirihara, alias Killer Killer.
Takumi sabía que después de este día, tendría que ocultarse por un tiempo, pero eso era un pequeño precio que estaba dispuesto a pagar.
La policía encontraba extraño el patrón de asesinatos que Killer Killer tenía, más que nada porque este se dedicaba solo a matar a otros asesinos. Sin embargo, tampoco lo clasificaban como la cruzaba personal de algún loco contra el crimen por el hecho de que en el pasado ya había sido hostil contra civiles al grado de dejarles algún corte, nada grave, pero esa hostilidad les daba motivos para saber que quien fuera Killer Killer era alguien inestable mentalmente.
Obviamente, dejaría su marca personal para lo que haría hoy, por eso era que ese cambio en su patrón llamaría la atención.
Killer Killer matando a dos personas que no eran asesinos, si no estudiantes y no de cualquier tipo si no que Estudiantes Definitivos.
«Aah~ 'Muku-chan', gracias por rodearte de tan pocas personas, haces bien en evitar que te contaminen»
Hijirihara tuvo una ventaja a la hora de fijar sus objetivos gracias al reducido círculo social de Ikusaba.
En ese círculo, simplemente se dedicó a buscar a las personas más problemáticas en su objetivo. No fue para nada difícil saber quiénes serían.
Takumi Hijirihara estaba seguro de que a esta hora mañana los periódicos y noticieros estarían inundados con los siguiente: "Killer Killer asesinó a dos estudiantes de la Academia Pico de Esperanza".
Específicamente, a Enoshima Junko y Naegi Makoto.
