Ya en el trabajo, Meryl se encontró con un problema mayor: no podía concentrarse, tiraba las cosas, olvidaba los pedidos…

Toda su mente estaba ocupada de Vash, los labios de Vash… ¿Qué se supone que iba a decirle?

No notó las pervertidas miradas de los mineros de la mesa más cercana, hasta que sintió una mano tocando sus posaderas XD

Antes de que pudiera volverse para descargar un golpe sobre el infortunado hombre, se vio atrapada, fijada a la pared por la figura de un hombre de dos veces su tamaño.

"Vamos, encanto, dame un besito, ¿sí?" su aliento alcohólico le hizo volver la cara, tratando de soltarse y golpearlo. Los demás mineros no se movieron, probablemente ellos le tenían demasiado miedo al gigante para tratar de hacer algo.

"Estate quieta, preciosa… ¿Por qué no vamos a mi casa?"

"¡En tus sueños, cerdo!" sin embargo, el ya la arrastraba hacia la salida. "¡Suéltame!" el pervertido soltó una risita.

"Eh, perdona…" dijo una amable voz detrás suyo. Se volvieron, y Meryl ahogó un grito al ver a Vash. "¿Podrías ser tan amable de soltarla? Me parece que no quiere ir contigo"

El hombre sacó una pistola. "¿Y qué harás si no lo hago?"

La plácida expresión de Vash desapareció, y volvió la cabeza hacia un lado.

"¡MIRA, UN CERDO VOLADOR!"

"¡¿Dónde!"

Aprovechando la distracción, Vash tomó a Meryl por la cintura, arrebatándosela al tipo, y le quitó la pistola, intercambiando la situación.

"¿Y dime, ahora qué harás?"

El viejo se fue tan rápido como sus piernas le permitían.

Cerdo: red-bull te da alas nn

Meryl se echó a llorar, y sin darse cuenta apenas, abrazó a Vash.

"He pasado tanto miedo…"

"Shh… ya pasó, ya pasó"

Sus sollozos bajaron de nivel hasta desaparecer, y fue entonces cuando notó los fuertes brazos de Vash alrededor de su cintura. Trató de separarse, pero solo logró que él la aferrara con más fuerza.

"¿Vash…?"

El no bajó la mirada, y Meryl decidió continuar.

"Desde hace mucho tiempo, yo… yo…" era imposible, la lengua se le trababa.

"¿Pasa algo malo?"

"No! No… es solo que…"

Ahora sí, los ojos aguamarina se Vash estaban fijos en ella, y no pudo encontrar las fuerzas para sostener la mirada.

"Estoy enamorada de ti"

Su corazón empezó a latir tan rápido que interiormente suplicó que él dijera algo, lo que fuera, con tal de que no oyera sus latidos.

Sin embargo, el no dijo palabra, y ella no pudo evitarlo, sus lágrimas afloraron y cayeron nuevamente.

Fue entonces cuando sintió su mano fuerte y cicatrizada tomarla por la barbilla, forzándola a alzar su cara.

"Meryl" se estremeció involuntariamente al oír su nombre "No llores, por favor. No soporto ver a una mujer llorar"

De nuevo trató de soltarse, pero el no la dejaba ir.

"No puedo evitarlo. Nunca había llorado frente a un hombre"

Aun cuando no lo veía, supo que sonreía.

"Jamás podrías tener felicidad a mi lado, aseguradora"

SMACK

Sin previo aviso, sin pensarlo, Meryl había abofeteado a Vash con todas sus fuerzas. Las lágrimas fluían libremente, de nuevo.

"Cómo…" empezó, la voz temblorosa por la furia "¡¿Cómo puedes decir eso! Yo…" trató inútilmente de detener sus lágrimas "¡Yo te amo tanto! Y a ti no te importa… Jamás te han importado mis sen--" su frase se vio interrumpida cuando los labios de Vash se estamparon sin previo aviso sobre los suyos.

"Jamás digas eso" en la voz de Vash había disgusto, pero algo más… algo más… "Jamás digas que no me importa, Meryl, por que tú me importas más que nadie"

"V-Vash…" su boca se abrió inconscientemente, tratando de hallar palabras que se negaban a aparecer en su mente.

Dio un salto cuando escuchó voces detrás suyo. El espectáculo había atraído a varios curiosos, que ahora les miraban con atención (¬¬U)

"Ven" antes de que se diera cuenta de qué pasaba, Vash la había tomado de la mano y la guiaba con rapidez hacia la casa.

Cuando llegaron –el trayecto se realizó sin que cruzaran una palabra –Vash cerró la puerta detrás de ellos, y se volvió a mirar a Meryl.

"Escucha" dijo con tono cansado "Meryl, estoy seguro de que…" se pasó una mano por el cabello, exasperado "De que… algún día, conocerás a un hombre y…"

Meryl enseguida se dio cuenta de a dónde quería llegar con eso.

"¡No!" gritó, y Vash la miró con extrañeza "No… yo no…" su voz se fue debilitando "Por favor…" aunque había llorado más en ese día de lo que probablemente lo había hecho en la vida, no pudo evitar que las lágrimas afloraran de nueva cuenta.

"M-Meryl…" la voz de Vash se quebró "No… no llores…"

"¿C-cómo quieres que no llore? E-eres un idiota… Y-yo t-te quiero… Vash…" lo miró y recuperó la capacidad de hablar con claridad "¿Por qué no te das la oportunidad de amar, si eres quien más lo merece?"

No hubo respuesta. Al parecer la pregunta lo había tomado por sorpresa. Meryl lo agarró por la camisa, obligándole a mirarle a los ojos.

"¿Me amas, Vash?"

Hubo un largo silencio y ella pensó que se moría. Luego, finalmente, Vash movió la cabeza afirmativamente.

"Sí"

"Entonces está bien"

"P-pero…" era obvio que sus defensas estaban cediendo peligrosamente "Yo… yo no soy humano…" desvió la mirada para no enfrentarla, pero Meryl lo tomó por la camisa, forzándole a bajar, hasta que sus caras quedaron al mismo nivel.

Meryl se acerco a él, y susurrándole al oído, como si de un secreto se tratara, murmuró: "No hay diferencia entre tu corazón y el mío"

Vash dejó escapar un quedo gemido que expresaba su rendición, y se dejó llevar.

Y de pronto ambos se estaban besando desesperadamente, y él la había fijado a la pared, y ella, definitivamente ya no estaba molesta con él cuando sintió sus labios descender a su cuello.

"Vash…" auto-control, auto-control, auto-control… "E-espera… Milly… va a llegar"

El aludido rió por lo bajo "Fue a visitar a sus parientes y no volverá en tres días"

Al carajo con el auto-control.

Él le besó el hombro y ella pensó que iba a incendiarse. Se estremeció y lo abrazó por el cuello, apretándose contra Vash.

Éste encontró la sensible zona debajo de su oreja y con la lengua y los dientes le provocó un torrente de deliciosos escalofríos en todo el cuerpo.

Meryl apretó el muslo contra la pierna de Vash, recreándose con el estremecimiento de ésta, y con su poderosa musculatura.

Para cuando Vash la besó, ella ya estaba temblando, arrasada por las emociones. Podía sentir cada nervio de su cuerpo. Por fin su sueño se hacía realidad. No importaba lo que ocurriese a partir de ese momento; tenía que descubrir lo que le esperaba en aquel amanecer nuevo y fulgurante.

"Meryl" susurró Vash, abrazándola con fuerza "No sabes cuánto te quiero"

------------L e m o n------------

De alguna manera, tenía la blusa abierta. No se dio cuenta de que él le había desabrochado los botones hasta que Vash se la quitó.

La blusa blanca cayó a sus pies.

Vash le acarició el hombro con el pulgar, absorto en sus curvas. Entonces inclinó la cabeza y le besó el cuello.

"Tienes los hombros más bonitos que he visto jamás" le susurró.

"Es por el ejercicio que hago al seguirte a todas partes" contestó ella ruborizándose. Genial. Menuda tontería acabo de decir, pensó.

"Pues es evidente que te ha servido" comentó él con voz grave, besándola de nuevo en el cuello.

Meryl empezó a desabrocharle la camisa, pero sus manos la detuvieron. Subió la mirada con extrañeza, y descubrió su expresión nerviosa, claramente incómoda. Enseguida entendió lo que pasaba.

"No me gusta que las mujeres vean esto. Si las ven… nadie me querrá"

"Shh…" lo besó y desabrochó la camisa, deslizando sus manos por debajo para poder palpar su cicatrizado pecho.

Sintió su pecho subir y bajar cuando Vash soltó un suspiro. Quizás por que le gustaba, o por que se había dado cuenta de que ella no le tenía miedo, Meryl nunca lo supo.

Con cierta dificultad, le quitó el sujetador y tomó sus pechos con las manos. Le pasó el pulgar por el pezón, provocándole un súbito escalofrío.

Consiguió quitarle la camisa, y examinó su pecho.

"No es algo muy bonito de ver" murmuró Vash, pero Meryl lo acarició con ternura.

"No me importa qué aspecto tenga. Es solo que no quiero hacerte daño"

"No te preocupes, no me duele" dijo él, levantando la cabeza, y tocándose una herida reciente en el hombro "Pero el maldito hombro no será el de antes por un tiempo. Eso quiere decir que no puedo tomarte en brazos y llevarte al dormitorio." Meryl soltó una risita. "Tendría que cargarte en el otro hombro, pero no me parece muy romántico"

"Puedo ir caminando"

"Que suerte" le dijo él al oído "por que yo apenas puedo tenerme en pie"

Sin embargo, era evidente que Vash estaba en mejor forma de lo que creía, por que la abrazó y arrastró por el pasillo. Les llevó lo suyo llegar a su destino, por que cada dos pasos él se detenía y la apretaba contra la pared para besarla y desnudarla un poco más. Para cuando llegaron a la habitación, que estaba en penumbras, Meryl sólo llevaba puestas las bragas.

Ella se metió entre las sábanas y esperó a que él hiciera lo mismo. Vash acabó de quitarse la ropa con movimientos torpes e impacientes. Se volvió hacia Meryl y se quedó quieto, mirándola como si no fuera una criatura real.

"Eres encantadora"

Meryl fue incapaz de pronunciar palabra, así que esbozó una sonrisa trémula y alzó los brazos para atraerlo.

Vash emitió un ronco sonido gutural y fue hacia ella.

Y entonces el mundo se detuvo. Lo único que importaba era la ardorosa pasión que se había desatado en ellos.

Él la cubrió de besos. Cuando llegó a su entrepierna. Meryl gimió y se aferró a sus cabellos, retorciéndose de excitación.

Meryl bajó la mano hasta el tieso miembro. Vash soltó un gruñido y se tendió, cubriéndola y apoyando su frente contra la de ella. A Meryl le pareció que estaba temblando. Tenía la espalda empapada en sudor.

Vash bajó la mano entre ambos cuerpos. Encontró la parte más palpitante de Meryl y la abrió con los dedos. En respuesta, ella alzó las caderas y Vash le proporcionó placer con sus dedos.

Cuando a Meryl le sobrevino el clímax, se sintió tan colmada de placer que ni siquiera pudo gemir. Se convulsionó, hincándole las uñas en la espalda.

Vash la penetró antes de que el frenesí de Meryl hubiera concluido. La repentina presión ejercida por aquella potente y rígida vara la hizo debatirse en la exquisita frontera entre el placer y el dolor.

"Vash…"

Él se detuvo de golpe, a medio camino. La miró y Meryl contempló su rostro, bañado en sudor.

"¿Estás bien?" le preguntó él con voz ronca.

"No. Sí…"

Meryl lo rodeó con las piernas, presionando con los muslos. Vash gruñó y la embistió con fuera, liberando su éxtasis, emitiendo un grito viril y primario que a Meryl le provocó satisfacción y un renovado placer.

------------ F i n D e l L e m o n------------

Vash salió del cuarto de baño al cabo de un rato, volvió a meterse en la cama y se arrimó a Meryl, rodeándola con un brazo.

"Deberíamos hablar" dijo mirando al techo.

A Meryl no le gustó nada aquella sugerencia. Hablar era peligroso.

"Ahora no" contestó "No hace falta. Durmamos"

"¿Estás segura…?"

"Segura"

"Bueno, la verdad yo tampoco me siento demasiado locuaz en este momento" dijo él, con voz de sueño, apretándola contra él.

"No te vayas a ningún sitio, ¿vale?" murmuró ella.

"No me iré a ninguna parte" le prometió Vash en voz baja.

Aquello pareció satisfacerla. Meryl se relajó al instante, y Vash se dio cuenta de que se había dormido.

Él no tardó más de unos pocos segundos en imitarle. Una parte de él se resistía a cerrar los ojos. Tenía miedo de despertarse por la mañana y descubrir que todo había sido un sueño.