Sosteniendo una taza de café en la mano. Vash se volvió en el taburete de la encimera y observó a Meryl precipitarse hacia la puerta.

Se había dormido y ahora tenía prisa. Casi no había tenido tiempo de ducharse y vestirse. Ni siquiera había podido preparar el elaborado desayuno que tenía pensado servirle a Vash, pero, por otra parte, tampoco habían podido mantener esa conversación que tanto temía.

Ya casi estaba fuera cuando la voz de Vash la detuvo.

"Meryl. ¿Podemos hablar?"

"Tengo toda la mañana ocupada" contestó "Y tu tienes que cuidar de Knives"

Vash dejó la taza de café sobre la mesa, se puso de pie y fue hacia ella.

"Pensaba que a las mujeres os gustaba hablar de las relaciones" dijo.

¿Qué sentido tiene retrasarlo? pensó ella entonces. Evitarlo no iba a solucionar nada. Ya había tenido una noche romántica con el hombre que amaba. Algunas mujeres nunca lo conseguían.

"Muy bien" dijo, reuniendo valor y dejándolo escapar ante la posibilidad de que el hombre al que amaba se marchara para siempre de su vida. "¿Acaso quieres que solo siga siendo la loca aseguradora que te sigue a todas partes?"

"Meryl, yo…"

"¿O tal vez te recuerdo a alguna simpática tía tuya?"

"No tengo ninguna tía. Ni simpática, ni de otra clase. Estoy tratando de hablar de lo que pasó entre nosotros ayer, Meryl"

"Una última pregunta" dijo ella, con voz irritada "¿Qué soy para ti?"

Vash no contestó, al menos no verbalmente. En vez de eso, dio dos pasos al frente, la tomó por los hombros y la estrechó contra su pecho.

La besó tan ardorosamente que ella se quedó sin aliento. Meryl sintió algo tan intenso que casi se desmayó. Le rodeó el cuello con un brazo y respondió al beso con el mismo ardor.

Al cabo de un momento, cuando Vash la soltó, Meryl volvió a respirar, pero más rápido que antes.

"Por cierto" dijo él "No te veo como una colega, ni como ninguna tía simpática, ni como a una loca aseguradora. Te veo como una amante. Te… te amo, Meryl. ¿Ha quedado claro?"

"Clarísimo" contestó ella, tragando saliva. Vash sonrió.

"Cuando Milly regrese" empezó "Empezaré a buscar trabajo" y, dándole la espalda, caminó hacia la puerta que daba a las escaleras.

"¿Por qué?" inquirió Meryl, confundida "No nos falta dinero" Vash se detuvo justo cuando en el marco de la puerta. Volvió la cabeza.

"No querrás casarte con alguien desempleado, ¿verdad?" dijo, y antes de que Meryl pudiera procesar la información recibida, cerró la puerta.

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Al cabo de dos meses, Vash sacó a Meryl a bailar, para lo que iba a ser su primer baile de recién casados. No es que Vash bailara muy bien, pero en fin.

La gente comenzó a murmurar y todas las miradas se centraron en la pareja (entre ellas, la mirada asesina de Knives y la emocionada de Milly). A Vash le quedaba muy bien el smoking, pensó Meryl, orgullosa.

"Eres preciosa, señora Saverem" le dijo él al oído "No tengo palabras para decirte cuánto te quiero"

"Y tú eres el hombre más guapo del mundo, señor Saverem, y te amo con todo mi corazón" dijo ella, riendo de felicidad, más feliz de lo que había sido nunca en su vida.

Vash sonrió, pero su mirada rápidamente se vio atrapada por una versión que era más que… espectacular?

"Mira eso, Mer"

"Oooh" exclamó ella al ver sobre el hombro de Vash a un estupefacto Knives que bailaba torpemente con una paciente Milly. El ex - asesino serial parecía dispuesto a matar al que se le pusiera delante, pero los ojos azules de Milly no mostraban el menor miedo, y esto parecía perturbarlo. En los últimos meses, Milly había sido la única capaz de sacarle algunas palabras y de hacerle comer.

La orquesta empezó un vals clásico, y Vash dio los primeros pasos, haciendo que el elegante vestido de satén se agitase alrededor de Meryl en resplandecientes oleadas de luz.

Y vivieron felices para siempre. Happily ever after.

Fin uu. End uu