Only Yours
Por Nian
N/A: Gracias a Elena y a Shingryu Inazuma por leerlo, esto es 4 u.
V. Denial.
La alarma que Hanamichi había programado sonó de antes de las 10 de la mañana, no tenia mucho que hacer, el desayuno era fácil y rápido, además de que faltaba mas de una hora para que su madre llegara de visita. Se sentó sobre su cama, muy cerca de Rukawa, e intento despertarlo con prudencia, no deseaba recibir un golpe en su lindo rostro, así que intento con besos y suaves caricias despertar a su querido zorro.
Se posiciono sobre el por completo, no le hacia mucho caso y parecía que no deseaba abrir los ojos, así que con sus manos acaricio suavemente el pecho de su zorro, besando no solo sus mejillas o la comisura de sus labios sino además su boca seca.
Siguió besándolos hasta que escucho un gruñido proveniente de la garganta del pelinegro, se distrajo un segundo y el zorro cambio sus posiciones sorprendiéndolo.
—Ah, ya estas despierto Zorro loco! – nuevamente su grito de susto se escucho en su habitación seguido de una alegre carcajada. Jugaron unos cuantos segundos, aunque en realidad solo Rukawa le hacia cosquillas al pelirrojo, haciéndolo reír mientras se movía bajo su cuerpo.
Ambos aun estaban desnudos y solo la sabana que los cubrió se interponía entre sus cuerpos. Demasiado cerca jadeaban juntos después de algunos segundos, mirándose atraídos por el brillo en sus ojos y sus sonrisas de agrado. En un impulso sin sorpresa Rukawa ahora lo besaba con pasión, abriéndose paso con su lengua en los apetecibles labios de su amado pelirrojo el cual sonreía conciente de que había provocado a su zorro novio sin proponérselo, pero ya no había marcha atrás, así que se dejo llevar por el, sin negarse en ningún momento.
Saco la sabana que aun cubría el cuerpo del pelirrojo y se posiciono entre sus piernas de inmediato, acababa de despertar pero ya estaba erguido su miembro en espera de atención, por lo que su cuerpo se frotaba insistente contra el de su compañero, el cual comenzaba a reaccionar de la misma manera.
Abrió sus piernas, sabia lo que venia y estaba dispuesto a hacerlo, aunque todavía tenían que ducharse, cambiar las sabanas y quiso seguir pensando en sus quehaceres pero los dedos de Rukawa en su interior le distrajeron la mente de aquellos pensamientos y se dedico a partir de ese momento a satisfacer el hambre que su novio tenia de su cuerpo y de hacerle el amor una vez mas por la mañana.
Acariciaba sus piernas con deseo mientras se hundía en su cuerpo, con un ritmo lento alargaba su goce, y Hanamichi parecía muy dispuesto a aceptar ese delicioso vaivén de sus cuerpos ya sudorosos, recibiendo placer en cada arremetida que Rukawa suavemente le brindaba con pasión, logrando grandes sacudidas de placer, y distintos sonidos guturales que los enloquecían a ambos, hasta que el inicio de un increíble orgasmo sorprendió primero al pelirrojo.
—Ah!... – cerro sus piernas fuertemente sobre la cintura de su amado zorro, deteniendo sus movimientos por un segundo, sorprendiéndose de su durabilidad, pero satisfecho con su reacción – Kaede!... date prisa... Ah... ah...
Un ultimo grito le anuncio el explosivo orgasmo, segundos después ambos derramaron su blanca esencia.
Descansaron unos minutos sobre la cama, pero antes de que Rukawa se quedara dormido otra vez sobre el pecho de Sakuragi, este decidió darle una tarea para que no se quedara inconciente en su cama o en la ducha.
—Kaede, no te duermas ya! – se lo quito de encima y lo movió hasta que abrió los ojos un poco molesto.
—Tengo sueño – se quejo pero recibió un almohadazo sobre su cabeza.
—No me importa, así que mientras me ducho, cambia las sabanas y abre las ventanas – fue una orden directa – que tendremos visita y aun tenemos que preparar el desayuno, me oíste Zorro apestoso? – le grito al ver que debajo de la almohada que le lanzo anteriormente, Rukawa no se movía – Zorro apestoso! – le grito y por fin Rukawa se quedo sentado sobre la cama.
—Esta bien!
—Me voy a duchar primero – y se fue al fin para comenzar su día, muy limpio.
—Rayos!
—Te advierto que si cuando regreso te encuentro dormido, te tirare de mi cama y te echare agua muy fría para que despiertes, me oíste? – le grito desde lejos mientras buscaba su toalla para meterse a la ducha.
Rukawa muy obediente, se levanto al fin demasiado adolorido de su cuerpo entero, aun estaba cansado, sus piernas le dolían, sus brazos le dolían, los ojos no se le abrían y la cabeza le punzaba como si tuviera resaca. El día anterior se esforzó demasiado y ahora estaba sufriendo las consecuencias, pero no se arrepentía, por fin logro una de sus mas grandes metas y hasta cierto punto se había demostrado así mismo y a los demás que sus ideales llegaban mas allá de un simple campeonato, revelándose a si mismo como un prominente jugador con un gran futuro.
Prepararon el desayuno después de una refrescante ducha y esperaron a la madre de Sakuragi hasta que llego para comer, y como lo pensaron ella llego puntual, alegrándose de encontrarlos juntos.
Ese sábado resulto ser especial, pues ese día los padres de Rukawa celebrarían su aniversario numero 20, pero Kaede lo había olvidado por completo, afortunadamente Kana lo llamo a casa de Hanamichi y ambos quedaron invitados. La madre de Hanamichi también estaba invitada, pero tenia que irse pronto así que no acepto, y decidió marcharse antes de que su hijo y su novio salieran de casa.
Sakuragi como siempre se despidió efusivamente de su adorada madre, esperando verla pronto nuevamente. Mientras Kaede solo pensaba en lo molesta que Kana aun estaba con el y con sus estupideces. Dudó de llevar a Hanamichi a aquel festejo, pero tenia que ir, pues era una fecha importante para su familia entera y al invitar a su koibito lo hacia parte de ella, y eso parecía ser importante para sus seres queridos, especialmente para el pelirrojo.
Llegaron a casa de Rukawa antes de las 7 de la noche, que era donde se celebraría la recepción, todo estaba muy bien adornado, el amplio jardín estaba lleno de luces y había gente en todas partes, charlando de cualquier cosa. Hanamichi y Kaede entraron por la puerta de servicio para dirigirse a la habitación del segundo solo para que el pelirrojo al igual que el zorro, vistiera un elegante traje, el cual su novio estuvo mas que alegre de prestarle.
Ambos lucían como modelos de revistas de modas, Hanamichi peino muy bien su cabello y Rukawa lo dejo como siempre, era imposible hacer que su cabello se acomodara de otra manera sin grandes esfuerzos y no le gustaba poner tantos productos químicos en su cabello, así que se mostró como siempre, serio y formal a la hora del brindis.
Con una suave clase de Balada que no terminaba, los padres de Kaede bailaron con algunos de sus invitados, Kana no estaba dispuesta a hacerlo, así que sus primas y sus tías justificaron su ausencia, aunque era clara ese señal para su padre, el conocía los sentimientos y la forma de pensar de su hija, en realidad temía que por su poca confianza en los hombres se convirtiera en monja o que por su gran odio a ellos se volviera lesbiana, le bastaba con que uno de sus hijos barones lo fuera, pero estaba dispuesto a aceptarla con sus defectos y con sus virtudes, aunque ella nunca le creyera que estaba arrepentido de haberle sido infiel a su madre y que la amaba realmente, además de que nunca mas desde hacia 8 años había reincidido.
La joven Kana de 17 años había salido de casa después de recordarle a su hermano menor a donde tenia que estar esa noche, pero ya no había vuelto hasta que dieron mas de 10 de la noche, esperaba que nadie notara su entrada, afortunadamente cuando llego al salón de fiestas a un lado de la mansión, encontró a su familia muy lejos, su madre aun bailaba con Kaede y su padre con su propia hermana menor, así que cuando encontró a Hanamichi sentado comiendo de una gran bandeja de bocadillos, de inmediato se fue a sentar cerca de el, en la misma mesa sin que el se diera cuenta.
—Hola Hanamichi! – después de acomodarse en una silla junto a el, lo saludo.
—Kana, al fin llegas, Hola! – la saludo efusivamente, el sí echó de menos su presencia en aquel importante evento para su familia adoptiva.
—Parece que te diviertes – observo los bocadillos que el pelirrojo indiscretamente había minuciosamente escogido, y le sonrió divertida con el sonrojo en su rostro al sentirse juzgado por haber tomado tanta comida – No te preocupes ja, ja, son gratis, así que no has robado nada ja, ja...
Hanamichi solo sonrió mas confiado y trago lo que tenia en la garganta con mas libertad, sin notar la extraña forma en la que su cuñada observaba a su hermano menor al bailar con su madre, y que decir de su padre a quien miraba con rencor, como si no pudiera perdonarle sus infidelidades, nunca.
—Que te pasa, por que miras así a tu familia, deberías estar feliz, están "todos" juntos y tus padres te quieren mucho y tus hermanos también.
—Es que todo es un mentira, pero antes dime algo – lo miro con los ojos entrecerrados – le has sido infiel alguna vez a alguno o alguna de tus novios o novias?
—Claro que No Kana, y solo he tenido un solo novio en mi vida!
—Y novias?
—Ninguna, pensé que lo sabias!
—Si, pero no te creí.
—Mmh, por que no?
—Por que es imposible pensar que no has tenido alguna novia a tus 16!
—Por que, a las chicas no les gusto, ninguna de las 51 que me gustaron en toda mi vida me quiso, solo Kaede se acerco a mi y...
—Hana-kun, eso es imposible.
—Por que?
—Por que eres demasiado lindo, y atractivo además de "notable" como para que alguna chica no te quiera, sé de buena fuente que eres muy tierno – le guiño un ojo y el pelirrojo nuevamente se sonrojo – además de tímido ja, ja, ja...
—A sí, pues si sigues burlándote de mi te voy a acusar con Kaede, tal vez el pueda convencerte de que yo era Virgen cuando... – se callo y se cubrió la boca cuando su charla se convirtió en algo mas intimo de lo que pretendía contar.
—No!... no es cierto, no me digas que eras virgen cuando estuvieron juntos la primera vez tu y mi hermano, no, no es posible... – lo negaba incrédula.
—Por que no? – totalmente sonrojado la cuestiono.
—Por que "él" no... – "por que el no te merece", estuvo a punto de decirlo – por que el nunca me lo había contado y como te lo dije antes aunque no tenia porque hacerlo, eso no importa, el hecho es que eres demasiado bueno para... – "mi hermano", le hubiera encantado decir – es decir eres demasiado bien parecido como para que nadie se haya fijado en ti, además se supone que todos los padres llevan a sus hijos a una edad muy temprana a hacerse hombres o no?
—Mi padre murió cuando yo tenia 14 años, tal vez pensaba hacerlo después, no lo se, pero ya deja de hacerme preguntas si no me crees nada de lo que te digo – dijo al fin, un poco molesto el pelirrojo con el comportamiento de su cuñada.
—Discúlpame Hanamichi, pero es que... es increíble que un hombre sea diferente de los demás – quiso decir "de mis hermanos, mi padre y mi abuelo", ella había llegado a la conclusión de que todos los hombres eran iguales, sin importar su estatus social, o si su familia estaba completa.
—Mi madre alguna vez llego a hablar como tu, hasta que conoció a su nuevo esposo, pero de mi padre nunca hablo mal, al contrario, casi no se molestaba con el cuando estaba vivo y aunque en ocasiones peleaban por que el dinero que ganaba papa era muy poco y no quería que mi madre trabajara para que cuidara bien de mi, casi siempre estaban felices, aun cuando yo me había vuelto pandillero, eso no les gusto mucho... – se hecho a la boca un rico canapé, solo para tragarse ese nudo que se le formaba en la garganta cada vez que se sentía culpable de la muerte de su padre – Eran felices, pero no sé si alguna vez mi padre le fue infiel a mi mama, aunque no lo creo.
—Es posible – al notar aquella triste mueca en el pelirrojo, quiso quitarle esa sensación de abandono y culpa con una escueta sonrisa, pero al dirigir la mirada nuevamente a su padre y a sus hermanos, nuevamente se sintió engañada y enojada con todos los hombres.
Continuo mirándolos con enojo, con rencor, como deseando culparlos de todas las desgracias en el mundo, hasta que no pudo mas y estrello su puño en la mesa, asustando a Hanamichi con su extraña acusación.
—Como pueden ser tan cínicos, como pueden tener la suficiente cara dura para continuar con sus vidas normales después de todo lo malo que han hecho, esss... indignante! – se levanto gritando la injusticia de la vida, por no querer cobrarles sus faltas a la moral.
—Kana que te sucede? – Hanamichi intento calmarla, pero no lo lograba, de cualquier forma aunque no le gustaba guardar las apariencias y las hipocresías, creía que ese no era el momento para reclamos de esa magnitud y menos en un momento como el que sus padres vivían.
Ella lo miro con un gran odio reflejado pero no para Hanamichi, aun así este creyó que era por su persona que estaba tan alterada.
—Dime, acaso he hecho algo como para que me mires de esa forma? – le pregunto preocupado sin entender lo que sucedía con su cuñada, sabia que ella era bastante expresiva muy al contrario de Kaede, además de feminista.
—No, tu no, pero todos los demás Sí, y por eso los odio!
—De que hablas, tranquilízate por favor, Kana me gustaría ser tu amigo y entenderte pero si no me dices nada, no podré – acaricio el rostro molesto de su linda cuñada esperando confortarla un poco – Por que no te sientas y me dices que es lo que te lastima tanto... también soy bueno para escuchar – le sonrió conciliador y ella no pudo evitar sentirse mal nuevamente, porque ese dulce pelirrojo tenia que soportar lo que su madre y su abuela, aun siendo un hombre.
—Quisiera decírtelo pero temo hacerte mucho daño, así que será mejor que me vaya de aquí. Adiós – se volteo y sin mas se fue – espero que disfrutes de la fiesta por que yo no puedo.
N/A: Hola de nuevo, pues como se han podido dar cuenta, estuve tentada a decirle todo a Hanamichi (siendo mi querida Kana), pero no pude, espero que les haya gustado el lemon al principio del capitulo y lo demás también, nos leemos en el siguiente.
