Only Yours
N/A: Hola de Nuevo, Ya se que paso mucho tiempo, pero espero que todavía se acuerden de este fic porque hasta ahora pude terminar este capitulo que creo que vale por dos je, je, espero que lo recuerden y que les guste un poco.
Advertencia: Mucho drama y sufrimiento para todos. Muchos diálogos, muchos guiones. Se aceptan todo tipo de criticas, se los aseguro.
VIII. Good bye my Love.
Su plan no había funcionado, Sakuragi no le creyó nada y sin pruebas no podía provocar ni siquiera dudas en el pelirrojo teñido, eso lo enervaba, su poca credibilidad causada por su reputación, le había dado esa "mala suerte", pero no había pensado en la forma de probarle a Sakuragi "su encuentro" apasionado con Rukawa, no hasta que recordó que el zorro nunca se olvido de usar condón.
Si pudiera conseguir ese condón y hablar en presencia de los dos tal vez podría provocar algunas dudas en el pelirrojo y por lo tanto Rukawa podría perder la compostura, para de esa forma desestabilizar su relación, el problema era que no tenia nada.
Recurrió a sus dos informantes habituales, Hikoichi y su hermana lo idolatraban, lo sabia, por esa razón decidió aprovechar no solo la información que estos pudieran darle, sino que además los puso a trabajar, les pidió que investigaran todo lo que les fuera posible sobre Kaede y Ken Rukawa, en realidad deseaba sus itinerarios completos de una semana, y ellos así lo hicieron.
Pasaron solo 6 días, en los que Akira Sendoh construyo el mejor plan para conquistar a Ken, aquel tipo atrevido que no solo lo beso sino que además se atrevió a tocarlo de forma indebida, eso si que lo sorprendió, jamás había experimentado una situación de esa índole, podría decir que ahora comprendía a las mujeres cuando estas eran golpeadas en su trasero sin desearlo y fue horrible, su impotencia y su miedo por enfrentar al tipo que lo trato de forma tan irrespetuosa le daban repulsión contra si mismo, no era muy dado a golpear a quien lo molestara, por que nadie lo hacia, pero hasta ese momento se dio cuenta de que no le tenia miedo al pelirrojo, a pesar de su reputación aunque la única razón valida era que Sakuragi aun no estaba en su mejor forma, tal vez por eso no temía pelear con el, por el contrario cuando se trataba de alguno de los hermanos Rukawa, entonces si temblaba, sabia que Kaede era el único que podía pelear con Sakuragi sin perder, y Ken no parecía ser indefenso, además de que era demasiado alto y fuerte, tal vez tan fuerte y alto como Hanagata de Shoyo, por lo tanto sabia que los chicos como el eran imponentes y difíciles de dominar, hasta para Akira Sendoh.
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Los siguientes días a su desagradable reencuentro con Sendoh, Kaede estuvo de muy mal humor, Hanamichi creyó que era por que pronto jugarían un partido en serio contra Shoyo y por eso razón Kaede siempre parecía molesto y concentrado en sus entrenamientos, pero para el pelirrojo esto no era razón suficiente y la tensión en sus momentos juntos creció hasta que no pudo soportarlo mas y se animo a preguntar la razón de su mal humor a su amado zorro.
—Hay algo que me quieras decir? – sentado a su lado en el sillón mas grande de la pequeña casa de Sakuragi, pregunto serio y vulnerable.
—Mmm? – al fin capto su atención con su pregunta pues mientras el pelirrojo deambulaba por su casa limpiando o buscando que cocinar para mas tarde, este apenas lo miraba de vez en cuando mientras veía un partido de basketball por el televisor.
—Estas mas serio que de costumbre.
—No me pasa nada – dejo de mirarlo, hacia días que no hacían el amor y no estaba de humor para nada, por lo tanto sabia de lo que su Hana le hablaba.
—Ah no, entonces por que no me hablas, no me abrazas, no me besas, ya no me quieres? – pregunto con un nudo en la garganta, de pronto las dudas lo atacaron como flechas dirigidas a su pobre corazón.
—No... – no pudo terminar su respuesta.
—NO? – se escandalizo con dolor – Ya no me quieres, por eso estas tan serio, porque quieres terminar conmigo y no sabes como, Ya te aburriste de mi tan pronto? – las lagrimas estaban a punto de salir de sus lindos ojitos acuosos, sus conjeturas lo lastimaron y aquella simple respuesta que obtuvo con su primera ronda de preguntas no le ayudo.
—No, no, claro que no Amor, como puedes creer eso... – lo abrazo rápidamente ahuyentando todas aquellas dudas que atacaron a su amor sin piedad – te amo.
El pelirrojo estaba al borde del llanto, ya le faltaba poco para estallar en dolorosos sollozos, por esa razón lo abrazo mas fuerte y lo beso muy apasionadamente sin soltarlo en mucho tiempo, hasta que Hanamichi al fin dejo de temblar. Sin darse cuenta lo descuido, por sus constantes preocupaciones con respecto a los siguientes eventos y los anteriores mas importantes en su vida, descuido a su adorado rojito y después de sus preguntas en las que este le demostró su miedo a perderlo, se sintió feliz de tenerlo a su lado, por unos días lo adoro como nunca y después lo descuido, en conclusión tenia que controlar sus impulsos, modificar un poco su carácter, notar cada cambio de humor en su torpe favorito, dejar de ser tan egoísta y tal vez menos orgulloso, eran demasiados los cambios que tenia que hacer en su persona, pero solo abrazado a su Hana notaba sus defectos, esperando no ser sorprendido nuevamente y esta vez no cometer mas errores, jamás creyó ser tan defectuoso pero ahora lo sabia, sino dejaba de actuar siempre por instinto y sin pensar antes, fácilmente podía perder lo mas amado y sabia que eso no lo podría soportar.
Era miércoles, casi las 10 de la noche y en una noche calurosa final de verano, decidió vestirse con poca ropa, obviamente lo mas entallada posible, era necesario si deseaba que su plan funcionara, ahora sabia que al hijo mayor de los Rukawa, le gustaban los chicos jóvenes y hermosos y sin modestia alguna se sabia no solo bien parecido, sino agraciado de pies a cabeza.
Entro al ruidoso lugar, sintiendo una rara emoción, no sabia si era por la música a todo volumen y el ambiente juvenil o porque vería al único hombre que pudo robarle un beso y tocarlo de forma vulgar, sonreía al recordarlo, no era un buen recuerdo pero si fue algo que le hizo reaccionar de una forma diferente a la que hubiera actuado con alguien diferente a Ken Rukawa, aunque ahora que lo pensaba, jamás se imagino que algo así le pudiera suceder, sonrío de nuevo, pronto lo vería y le daría su merecido, de eso estaba seguro.
Se vistió con el atuendo mas ajustado que encontró entre su guardarropa, una brillante camisa negra de licra cubría su torso, sin dejar nada a la imaginación, pues dejaba sus brazos, desde donde comenzaba el hombro, totalmente desnudos y su cuello largo y delgado, se mostraba hermoso como el de un cisne. Usaba un pantalón negro también, entallado en la cintura, acentuando sus estrechas caderas y cubriendo sus largas y fuertes piernas, como una segunda piel.
Tan pronto entro, lo ubico de inmediato, por su altura era fácil. La música se escuchaba pegajosa, era un rock, tal vez con un poco de Hip Hop, pero sonaba genial con un volumen estridente.
Come my Lady, Come, Come my Lady
You're my Butterfly,
Sugar, Baby
Aun tenia 17 pero logro entrar al club donde Ken y sus amigos se divertían, gracias a que el hermano mayor de su ex capitán trabajaba como guardia en la entrada del "Blue Butterfly". No le fue difícil llegar hasta la pista, donde tranquilamente Ken Rukawa se bebía un delicioso vodka en las rocas, mientras charlaba con una linda chica a la que parecía estarle coqueteando, eso no le hizo cambiar de opinión a Akira Sendoh, este simplemente se acerco, solo para llamar la atención primero de la chica con la que Ken charlaba y después, la de su victima, cuando este al fin desvió su mirada al ver que la de su acompañante se dirigía a alguien mas.
Come my Lady, Come, Come my Lady
You're my Butterfly,
Sugar, Baby
La música sonaba en su oído como si alguien la estuviera tocando para el, y al verlo lentamente de pies a cabeza, no podía entender como su hermano despreciaba a quien con una hermosa sonrisa parecía saludarlo con la mirada y el cual nuevamente lo sorprendía con un belleza etérea. Si, le gustaba, lo admitía, lucia mas que sexy y provocativo con ese atuendo, y esa linda sonrisa de cazador lo hacían una presa fácil para un lobo experimentado como Ken, sin embargo había algo que le daba una cierta ternura en la forma en la que Akira intentaba atraerlo, aunque realmente no le importaba mucho, en ese momento solo pudo hacer planes para no pasar la noche solo.
Se-se-sexy, sexy, pretty little thing
Lo observo con la sonrisa mas seductora que poseía, no le era difícil fingir agrado por Ken, tal vez porque en fondo lo sentía, pero no podía pensar en otra cosa que no fuera el odio y la venganza, así que después de respirar y hacerse notar, saludo cortésmente.
—Hola joven Rukawa!
Come my lady, Your my pretty baby
I'll make you go shaky
—Sendoh – asintió sonriente – Que haces aquí, Como te dejaron entrar?
—Eso no importa... – una vez que la chica que acompañaba a Ken huyo debido a una mirada de amenaza hecha por Akira, se atrevió a acercarse un poco mas – Creí que te daría gusto verme otra vez – puso su mano sobre el fuerte hombro de su victima y le sonrió insinuante.
—Pues... aunque no lo creas – puso sus grandes manos en la estrecha cintura de Sendoh, y muy sonriente continuo – Sí – lo apretó contra el, manteniendo sus cuerpos muy cercanos, acerco su nariz al cuello del mas joven y lo olfateo indiscretamente – me encanta tu olor – le confeso al oído, obteniendo un encantador temblor por parte del chico mas bajo.
—Bailamos? – dijo tragando saliva, definitivamente Ken era un conquistador nato pero el no se quedaba atrás.
Come my Lady, Come, Come my Lady
You're my Butterfly,
Sugar, Baby
—Claro que si – contesto efusivo, pero antes elevo su mano y acaricio suavemente la pálida mejilla, mirándolo seriamente, solo para después besarlo con una inusitada ternura. Sendoh acepto ese beso, dejo que la osada lengua de su pareja de baile masajeara la suya de forma tal vez dulce, respondiendo a cada uno de sus estímulos de la manera esperada, hasta que sus pulmones les exigieron una nueva bocanada de aire.
Se olvido con ese beso del odio que sentía hacia el mas alto, y cuando se separaron, al mirarlo a los ojos ya no le desagrado tanto estar en los brazos de Ken.
—Llámame Akira.
—Akira – saboreo su nombre al decirlo, y sonriente se decidió a entablar una relación menos fría – puedes llamarme Ken – lo llevo a la pista de baile y muy juntos movieron sus cuerpos por casi 40 minutos.
The only thing I really know,
Is she got sex appeal.
Ken solía llevar a su apartamento de soltero – en el cual pasaba casi todo el fin de semana – a todas a sus conquistas de una noche, incluyendo a sus novias de mas de una semana, y Akira no era la excepción. Llegaron rápido a la habitación, después de los movimientos siempre sugerentes del mas joven, Ken no tuvo otra opción mas que la de llevarlo de inmediato a consumar el final de su primer encuentro.
Entraron besándose apasionadamente a la habitación de Ken, sin ningún tipo de inhibiciones se desnudaron uno al otro de inmediato, deseaban tocarse, aun mas Ken, deseaba a ese chico 3 años menor como nunca, no le gustaba pensar en el amor, pero al estar por segunda vez con Akira tenía que admitir que lo deseaba, deseba volver a verlo, volver a besarlo, volver a tocarlo y así lo hizo, deslizo sus manos por las largas y musculosas piernas de su pareja con deseo apretando sus nalgas con fuerza, mientras lo besaba con ímpetu.
Akira no supo en que momento quedo completamente desnudo, ahora solo sabia que estaba a punto de consumar la primera parte de su plan y no se equivoco cuando Ken saco de un cajón de un mueble cerca de su cama, una tira de condones con un logo en letras blancas y occidentales, sonrió alegre, ahora que lo recordaba el que uso Kaede cuando estuvo con el, era de la misma marca. Para Ken su reacción fue de gusto, de agrado, de deseo por lo que pasaría a continuación y muy complacido se apresuro a ponerse uno de esos condones en su erguido miembro, solo para después voltear a Akira y prepararlo para la invasión en su cuerpo.
Akira seguía sonriendo, mientras disfrutaba con suaves gemidos los besos que llovían en su espalda, feliz de saber que pronto tendría lo que deseaba. Sus pensamientos solo fueron interrumpidos cuando sintió un dedo frío con lubricante introducirse en su ano, gimió mas fuerte, cerro los ojos apretando con sus manos la almohada en la que había recargado su cabeza y espero a que su cuerpo se acostumbrara a ese intruso en su interior, pero no tuvo mucho tiempo pues un segundo dedo lo invadió casi de inmediato, seguido de un miembro grande y duro.
—Ah! – gimió con fuerza, era mas grande que Kaede Rukawa – mas lento... por favor – lo pidió en un susurro muy adolorido.
Al ver como apretaba las sabanas de su cama con fuerza, Ken decidió complacerlo, entrando lento y haciendo unos raros movimientos circulares
—OH! – ese gemido ya no fue de dolor sino de un placer inusitado, jamás le habían penetrado de esa forma – Ah, si...mmh...
Ken entro cada vez mas profundo en el cuerpo de su amante, loco de placer con su estreches, y la sensual forma en que levantaba sus caderas para hacer mas profunda su unión.
—Me encantas! – le gimió al oído, tomando sus caderas con fuerza y levantándose un poco, solo para entrar y salir con mas facilidad de su cuerpo, cada vez mas fuerte y mas rápido.
Akira introdujo una de sus manos por debajo de su vientre y se masturbo mientras Ken, lo envestía con fuerza, disfrutando en todo momento de sus caricias fuertes y sus fugases besos en su espalda. Su ritmo creció hasta que desemboco en una lluvia blanca de alivio.
Ken callo sobre Akira, descanso en su espalda unos segundos sin separar sus cuerpos, besando los hombros sudorosos del chico bajo el, disfrutando de su olor, de su calor, y la suavidad de su blanca piel. Akira solo intentaba recuperar la respiración y recordar sus verdaderas intenciones, no le era muy fácil y mucho menos después de un orgasmo como el de hacía unos cuanto segundos, por que aunque le era difícil aceptarlo, le había encantado aun mas la increíble forma en la que Ken le dio placer, hasta que el también consiguió su orgasmo, no fue egoísta y aun besaba su cuerpo con cierta dulzura, una que le adormecía.
Minutos después, Ken yacía recostado boca arriba, mirando al techo con una mueca de satisfacción notoria. Akira aun estaba boca abajo con la cabeza recostada de lado, observando con una linda sonrisa la cara de Idiota que ponía Ken después de un explosivo orgasmo, quería seguirlo disfrutando, pero ya tenia que irse. Dirigió su mirada esta vez al mueble donde descansaba la lámpara de noche y nuevamente observo aquellos sobrecitos negros y cuadrados, estaban en una caja y algunos se habían esparcido por sobre la mesa, deseoso de tener uno de esos, lo tomo sin preguntar.
Lo analizo de cerca, sin moverse de su lugar y con una sonrisa inocente, decidió preguntar lo que fuera necesario saber sobre esa especifica marca de condones.
—Mi tío los trae de Francia, dice que son los mejores – al fin Ken ilustro a Akira y este sonrió complacido, deseoso de saber mas, de alguna manera sabia que le seria de utilidad.
—Solo los venden allá?
—Sip, el vive allá desde hace algunos años pero viene de visita muy seguido, y cada vez nos trae algunas cajas... a toda la familia, también le ha dado a Kana, pero ella no los usa mucho, ja, ja – al verlo reír ya no quiso preguntar mas, con lo que le había dicho le parecio suficiente, así que intento levantarse para irse a su casa.
—Tengo que irme – cuando intento levantarse la mano de Ken lo detuvo.
—Tan temprano? – lo tiro de nuevo a la cama y de inmediato se inclino sobre Akira, robándole un beso y acariciando con sus pulgares las rosas tetillas del chico de cabello de punta.
—No... que haces – intento quitárselo de encima pero ese roce en sus sensibles bolitas rosadas, comenzaba a excitarlo de inmediato – De-detente...
—Quiero que te quedes – lo beso de nuevo con mayor pasión, esperando que lo complaciera.
Akira aun tenia ese condón en su mano y para distraer a Ken, lo tiro por debajo de la cama y accedió a ese ultimo beso, solo para después darle la mejor excusa para irse.
—Es demasiado tarde y tengo que ir a clases mañana temprano – puso sus manos sobre los fuerte pectorales de Ken y lo miro seriamente.
—Entonces... "esto" fue todo...? – pregunto desilusionado, noto que Akira realmente quería irse y se sintió de alguna manera decepcionado de sus tácticas para enamorar a sus conquistas de una noche y tal vez un poco usado.
—Si tu quieres... podemos volvernos a ver – le dijo con seriedad, riendo por dentro al ver que de alguna manera su plan había dado resultado, justamente como el quería.
—Si, tal vez – molesto se levanto del cuerpo de su amante y se metió al baño a darse una ducha – Cierra la puerta al salir – le dijo al azotar la puerta del baño.
"Que descortés, por lo menos debió permitirme usar el baño antes de irme" – pensó Sendoh mientras se vestía y guardaba aquel pequeño sobrecito que le ayudaría a concluir su plan. Estaba eufórico, nada le importaba mas que hacer sufrir a Sakuragi y adueñarse del corazón del Rey de Hielo cuando estuviera solo de nuevo, así que cualquier desplante de Ken le sabia a nada o por lo menos deseaba convencerse de eso.
Salio del apartamento de Ken sonriendo pero no todo estaba bien, había algo que le oprimía el pecho, tal vez fue la mirada de desconcierto y desilusión que observo en Ken al despedirse, o la triste forma disfrazada de indiferencia en que se despidió de él, al saber que nada, lo había hecho quedarse a dormir en su cama esa noche. Decidió no darle mas importancia a Ken por el momento, tenia que dormir para continuar la segunda fase de su plan al día siguiente.
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Parecía una linda mañana, el sol salio, y aunque el otoño se asomaba en algunas fuertes ráfagas de vientos fríos, todos aun vestían como en verano.
Hanamichi estaba en su salón, ya solo le faltaba una clase para salir al entrenamiento de todos los días, no era muy pesado lo que hacia pero con eso se conformaba.
Miraba a la ventana con una linda sonrisa, había pasado la noche con Kaede de nuevo y ya no podía esperar mas para volverlo a ver, por eso no escucho el barullo que se hizo cuando un desconocido entro a su salón de clases y se dirigió hasta donde Sakuragi yacía placidamente sentado.
—Hola Sakuragi! – saludo efusivo, iba dispuesto a todo.
—Sendoh?... – se levanto de su silla al verlo bien – Que haces aquí? – pregunto desconcertado, mientras muchos los miraban con curiosidad.
—Quiero mostrarte algo – extrajo de su bolsillo un sobre muy pequeño con un logo y una inscripción solo conocida para los Rukawa y para Sakuragi – Míralo bien – sobre su palma extendida coloco aquel condón de marca Francesa.
—Q-q-que significa eso? – en su corazón comenzó a sentir una horrible opresión.
—No lo entiendes, entonces eres mas Idiota de lo que creí...ja, ja... – su sonrisa de triunfo se mostraba en su rostro, altivo y orgulloso.
—No me insultes Sendoh! – le grito descontrolado pero siempre teniendo en cuenta en donde se encontraban –Yo no te he hecho nada para que me hables en ese tono ni para que me hagas este tipo de bromas.
—Que no me has hecho nada, Ja, ja – rió como un loco solo para después continuar vomitando su veneno – Me has hecho mas daño del que te puedas imaginar... – le respondió con odio, apretando los dientes, lleno de ira.
—No entiendo de lo que estas hablando y por que me dices eso? – en su rostro se podía ver la confusión y el inmenso deseo de que todo lo que Sendoh le había dicho hacía unos días no fuera verdad, pero conforme pasaban los segundos esa mentira se hacia mas verdadera.
—Me quitaste a Rukawa! – Su dedo acusatorio expresaba su sentir – Te entrometiste en mi camino y por alguna estúpida razón que no entiendo, El te prefirió! – aun con rabia le explico sus razones – Pero si crees que me voy a quedar con los brazos cruzados y que no haré nada para quitártelo...Ja! – sonrió triunfante, sus armas estaban funcionando mejor de lo que esperaba – Te equivocas, porque ya he hecho bastante y créeme que ha sido muy fácil hacerlo caer en mis brazos – al ver que Sakuragi bajaba la mirada dolido deseo hacer que su momento de gloria durara mucho mas – Kaede me ha hecho el amor y "esta" – extendió su mano nuevamente mostrando el brilloso sobrecillo negro – Es la prueba de que tu novio te fue infiel conmigo.
—Nooo –lo dijo como un lamento, moviendo la cabeza de lado a lado – no es cierto, lo que dices son mentiras – un nudo en su garganta se hizo en un segundo y ya no le permitía hablar bien.
—No me crees, pues que te parece si le preguntamos a Kaede? – disfrutaba como nunca el hacer sufrir a su peor enemigo.
—Estas loco! – grito enfurecido, no iba a permitir que se burlaran de el – Será mejor que te largues si no quieres que Yo te saque de aquí ahora mismo! – alzo sus puños dispuesto a usarlos, pero sus miedos aun estaban latentes.
—Ja, ja, inténtalo y ya veremos como nos va a los dos – Hanamichi apretaba sus puños listo para golpear el lindo rostro de su rival pero la tranquila voz de su amigo lo saco de su atmósfera de hostilidad.
—Hanamichi, no te olvides de tu promesa al profesor Anzai y al doctor Tomoe.
—Ja, ja – rió de repente, burlándose de las condiciones del pelirrojo.
—Esta bien – cerro los ojos y bajo sus puños respirando con mas tranquilidad – No voy a hacer un escándalo ni mucho menos a pelear, pero alguien tiene que sacar a este imbécil de aquí! – mascullo muy molesto.
—No se preocupen que esto pronto terminara... – nuevamente lo interrumpió Sendoh y salio del salón de Sakuragi solo para continuar con su plan – Rukawa, Rukawa, donde estas? – comenzó a gritar al buscar a su amado – Ven aquí y dile a tu novio santo que estoy mintiendo en mi cara! – le gritaba con rabia, ya no estaba dispuesto a soportar sus desprecios.
—Cállate Sendoh, que estas haciendo? – pregunto Hanamichi siguiéndolo hasta donde nuevamente se detuvo.
—Quiero que te diga la verdad – con una mirada le indico que no se iría sin obtener lo que deseaba.
—No hay ninguna verdad y si no te largas ahora mismo Yo...
—Tu que? Ja, ja – se dirigió al salón de Rukawa – Rukawa! – continuo gritando sin importarle el escándalo ni el ridículo – Si no vienes le diré a tu novio todo lo que hemos hecho desde hace dos semanas... Los espero en la terraza! – se dirigió hacia las escaleras y subió con Hanamichi y su amigo detrás.
—Youhei, por favor no dejes que nadie suba – le pidió a su amigo y este de inmediato formo una barrera con los demás chicos de su gundam para que todos los curiosos que se habían reunido alrededor de los escandalosos no subieran a la terraza, solo Rukawa podría pasar.
—No se porque no hice esto antes – se pregunto – Ya veras Sakuragi, que yo nunca te he mentido! – al estar completamente arriba y bien parado, le hablo de frente.
—Por que haces esto? – pregunto sin entender sus intensiones, su odio, su dolor, porque Sakuragi sabia que Sendoh no le haría daño sin una verdadera razón.
—Porque es necesario, alguien tiene que abrirte los ojos.
—Deja de decir tonterías, acaso te has vuelto loco?
—Si, loco de odio contra TI, Te Odio Sakuragi, Te odio como no tienes idea y tu pagaras mi sufrimiento! – nuevamente cerro sus puños no tenia ganas de golpear a Sakuragi por su condición física, pero si deseaba hacerlo sufrir y mucho mas a quien lo desprecio como nadie antes, Kaede Rukawa.
—Ya cállate Sendoh! – una voz conocida los hizo desenganchar sus miradas y dirigirlas hacia el recién llegado.
—Kaede... – susurro Hanamichi deseando lanzarse a sus brazos y mirarlo a los ojos solo para que le dijera que nada era verdad, que todo era una mentira, una vil mentira inventada por el envidioso puercoespín.
—Al fin llegas, ja, ja, me da gusto porque esta vez voy a hablar – lo miro con demasiada confianza en si mismo y decidido a llegar hasta las ultimas consecuencias aunque Kaede lo odiara al final, ya tendría tiempo para compensar ese mal momento.
—No te atrevas – lo amenazo en voz baja sin dejar de mirarlo, esperaba que funcionara.
—No me vas a negar la verdad frente a frente!
—Kaede... – Hana los observaba intercambiar miradas, dudando de la integridad de su amado zorro, y no quería sentirse así, sentía que el pecho le dolía y tenia deseos de llorar, ahora sí lo deseaba.
—Le mentiras Rukawa, vas a dejar que crea que Yo soy quien miente? – le pregunto altanero, muy seguro de su mismo.
—CALLATE! – Le grito apretando sus puños dispuesto a golpearlo en cualquier momento.
—Dime que no es verdad Kaede, por favor, si tu me lo dices yo te creeré a ti, solo a ti! – lo miro con lagrimas asomando por sus castaños ojos.
—Hana, Yo... – Rukawa se sentía morir, ya no podía ver a su Hana sin sentirse culpable, pero al huir de su mirada el pelirrojo termino por creerle a Sendoh.
—Es verdad... tu y el...? – dos gruesas lagrimas cayeron de sus ojos, sin poderlas contener mas.
—Fue un error, te lo juro... no pude evitarlo... Yo... – Hanamichi se alejaba de el por instinto, no quería que lo tocara, no sabia que sentir, no sabia que decir, solo aquella opresión en su pecho estaba presente, convirtiéndose en un dolor casi insoportable.
—Por que? – pregunto mientras de sus ojos caía mas agua salada – Por que! – grito con dolor – Creí que me amabas, yo te creí... tu siempre me lo decías y me...
—Y TE AMO! Te amo mas que a nada en el mundo, eso no lo dudes... créeme que fue un error, Yo nunca desee hacerlo, pero... – sus palabras eran verdaderas, pero no tenia una excusa, solo sabía que había cometido un error y que tenia que disculparse, pedir perdón.
—Y entonces porque lo hiciste? – pregunto Sendoh casi tan dolido como Hanamichi.
—Porque estabas ahí! – le dirigió una mirada de odio y le contesto con simpleza, intentando en esa respuesta herirlo como siempre – Y el no – señalo a Hanamichi sin realmente hacerlo sentir mejor.
—"Esa"... es tu única razón, tu única excusa, es lo único que tienes que decir en tu favor? – pregunto incrédulo el pelirrojo.
—Esa fue la única razón que me llevo a cometer ese error y no sabes ahora cuanto me arrepiento... por favor perdóname... – nuevamente se le acerco al pelirrojo que continuaba derramando sus lagrimas, de esas que calaban en el alma del Rey de hielo.
—No se si pueda, no se... – en ese momento no sabia nada, y miraba al piso en busca de alguna respuesta pero no había nada que justificara a Rukawa, todo era verdad y ya no quería saber mas.
—Por favor, te amo, fue un error, Lo juro! te juro que yo estaba mal, el me provoco y yo... – sus excusas eran invalidas, nada de lo que decía le parecía suficiente como para perdonarlo, Hanamichi tampoco sabia si quería perdonarlo.
—Debiste pensar en mi – fue un reproche.
—Lo hice – en eso no mentía.
—Debiste esperar, debiste recordar lo que dices que sientes por mi!
—Perdóname, te juro que solo fue una vez y que no volverá a pasar – comenzaba a desesperar, Hana no parecía querer perdonarlo.
—Tal vez quieras saber los detalles – Como siempre Sendoh se entrometió en el peor momento al ver que era totalmente ignorado.
—Cállate Sendoh! – Rukawa estaba a punto de estallar contra su odiado enemigo.
—Tal vez quieras saber lo que me hizo, la forma en que me... – un golpe no le permitió seguir hablando, callo al suelo con la boca sangrando de nuevo, humillado, pero ahí se quedo.
—Kaede! – lo miro sorprendido, jamás lo había visto actuar de esa manera, desesperado y con violencia.
—Te dije que te mataría si lo volvías a molestar – le mascullo con rabia, quería matarlo, le hacia mucho daño a su Hana, y estaba seguro de que no podría vivir sin el
—Que? – pregunto alarmado – Tu le advertiste... o lo amenazaste? – ya no sabia que creer, estaba desconociendo a Kaede desde que esa horrible pesadilla comenzó, y empezó a dudar el haberlo conocido del todo alguna vez.
—Lo que sucedió entre nosotros no significó nada! – se dirigió a Sendoh – no tenias que saberlo Hana, fue un error!
—Ya no se quien eres y no se si pueda volver a confiar en ti – se alejaba cada vez mas de los que ahora veía como dos desconocidos.
—Te estoy diciendo la verdad – se acerco de nuevo – Solo fue una vez y fue un error... Perdóname por favor – tomo uno de sus brazos con su mano temblorosa, lo apretó con fuerza, no quería dejarlo ir.
—No seas hipócrita! – intento soltarse sin éxito – Me fuiste infiel, no te quiero cerca de mi, no quiero que me toques! – nuevamente se movió lejos de Rukawa.
—Pero Hana, por favor entiéndeme, Yo me equivoque... – quería que viera la verdad en sus ojos, pero la verdad era que Sendoh nunca mintió y que el solo estaba arrepentido.
—No puedo, ya no puedo confiar en ti. Adiós – se volteo para irse pero Rukawa no lo dejaba ir, no quería que todo terminara así, nunca lo quiso.
—No! Espera, tenemos que hablar, no puedes dejarme!
—Si puedo – se soltó del agarre de su ex novio al fin – Hemos terminado – y le hablo con seriedad, molesto pero con el corazón roto – Y no me busques por que no quiero volver a verte! – y se alejo, le dio la espalda y se fue corriendo tan rápido como le fue posible.
—No! – grito alarmado Rukawa, dispuesto a seguir al amor de su vida y rogarle de rodillas de ser preciso hasta que lo perdonara.
—Déjalo ir – dijo Sendoh tomándolo fuertemente de su chaqueta.
—Suéltame Maldito! – intento soltarse de Sendoh, pero este lo tomo con las dos manos de las solapas y lo acerco a el, ya no había una gran diferencia en su altura pero Kaede no podía reaccionar con agilidad al saber que perdía a su único y verdadero amor.
—Ya no quiere estar contigo, déjalo y quédate conmigo, Yo te amo – lo sujeto por los hombros y lo abrazo con todas sus fuerzas, desesperado por su calor, por su amor.
—Suéltame! – al fin reacción y le dio un golpe en el estomago, nuevamente Sendoh cayó al suelo, sin aire – No te atrevas a tocarme nunca mas por que será la ultima vez.
—Kaede... – dijo con un hilo de voz apenas recupero un poco de aire, con lagrimas en sus azules ojos.
Rukawa Kaede no perdió tiempo, ni le importo lo que sucedería con Sendoh, solo deseaba alcanzar a Hanamichi y pedirle perdón, ni siquiera Youhei que había escuchado todo había podido alcanzarlo y mucho menos pudo impedirle a Rukawa que lo buscara hasta encontrarlo.
Hanamichi corrió muy rápido fuera de Shohoku ni siquiera Kaede lo pudo alcanzar, Sendoh le hizo perder mucho tiempo y ahora no sabia que hacer, solo podía pedirle a Dios que nada malo le pasara a su adorado pelirrojo.
N/A: Hola, Todavía siguen leyendo, no les parecio muy largo el capitulo? Que les parecio el drama, y el lemon, je, je, ya se que son muchas preguntas, pero realmente me gustaría conocer sus impresiones del capitulo y que me perdonen por tardar tanto, je, je, ya se que me tarde mas de lo que había planeado, pero el trabajo y la Uni se ponen pesados de vez en cuando, bueno, solo puedo adelantarles que ya no falta mucho para el final.
Y muchas a Elena, Miguel y Shingryu Inazuma por seguir compartiendo sus opiniones conmigo je, je, y tambien a kairna, muchas gracias espero que les siga gustando y tambien a Eris por hacerme una critica con respecto a mi perfil, tal vez deba cambiarlo y no decir todo lo que pienso, hasta luego!
