Only Yours

N/A: Espero que no les moleste leer dos largos capítulos finales, pero es que para terminar este fic era necesario, muchas gracias como siempre a Ran, Yui, Yuki, Utena Mitsui 00 y a quien ha leído este fic de principio a fin !

XIII. A New Chance.

Pacíficos y armoniosos días siguieron aconteciendo en Kanagawa y Shohoku, la paz era en todos lados, pero solo por que Hanamichi y Kaede ya no peleaban como antes, pero lo mejor de todo era la forma tan tierna en que eran uno con el otro, parecían amigos y aunque Hanamichi no buscaba encontrarse con el zorro – porque se ponía nervioso – este hacia lo contrario y le buscaba la cara para siempre saludarlo y despedirse de el.

En la cancha todo era igual, a excepción de las peleas, pues al contrario de cómo era al principio la relación tan explosiva entre Hanamichi y Rukawa, ahora era pacifica, armoniosa y hasta cierto punto llena de atenciones por lo menos de parte de Rukawa, aunque Sakuragi nunca lo ignoraba, siempre correspondía sus miradas, sus saludos, sus despedidas, su comentarios cuando eran dirigidos hacia el, etc. Era como si fueran amigos, aunque sus corazones estaban ocupados y se amaban en silencio.

La luna lucía hermosa esa noche, Kaede la observaba embobado en el balcón de su ventana con una tenue sonrisa, no dejaba de pensar en su amor, cada vez se acercaban mas a ser amigos, cada día estaba mas seguro de que Hanamichi demandaba su cercanía con mas fuerza, además de que su nueva relación era hermosa.

El sonido de la puerta al abrirse por completo lo distrajo de su momento de ensueño, así que volteo a mirar a quien se había introducido a su habitación, saludándolo con un leve asentimiento de cabeza.

—Parece que eres feliz?

—No del todo, aun no es mío otra vez.

—Seguro que si, solo tienes que esperar un poco mas y ya veras que será tuyo por completo y para siempre.

—Eso espero, solo un poco mas de tiempo y todo será como antes.

—O mejor! – con su exclamación hizo sonreír a su hermano.

—Gracias por los ánimos.

—Entonces ya estas bien?

—Bien?... supongo que si – admitió sin pensarlo mucho, aunque algo le decía que aquella inofensiva pregunta lo llevaría a una parte de su vida que quería olvidar.

—Entonces... si estas bien... podrías...?

—Que quieres Ken?

—La dirección de Akira!

—Disculpa? – lo miró perplejo, como pocas veces en la vida la expresión en su rostro cambió.

—La dirección de Akira Sendoh, quiero verlo... – ya lo había aceptado para si mismo pero ahora quería admitirlo para el mundo.

—"..." – le quitó la mirada de encima, lo estaba pensando.

—Solo quiero saber donde vive... Kaede... Hermanito mió, por favor tengo que verlo, necesito verlo – le pidió encarecidamente.

—Esta bien, ya no necesitas insistir mas – se apiadó de su hermano y tomo un papel de su escritorio y escribió en él la dirección del chico que mas odiaba en el mundo, pero por el que también llego a sentir lastima.

—Muchas gracias hermano! – tomó aquel papelito con entusiasmo y salió corriendo de su casa, no eran mas de 8 de la noche así que decidió llegar tan rápido como pudo a casa de Sendoh.

Condujo con cierta rapidez y con uno de sus mejores trajes sin corbata, sabía que lucía como un conquistador, pero lo que menos quería era eso, solo deseaba saber como se encontraba Akira, el chico que llego a ser suyo y del que se aprovecho un poco, solo un poco.

Al llegar a su casa, se observó en el pequeño espejo que tenía en su auto y de inmediato salió hasta donde tuvo que tocar el timbre, no sabía bien que debía esperar, pero no perdía la esperanza de ser bien recibido.

—Hola! – dijo con una gran sonrisa tan pronto vio al jovencito que vivía solo en esa pequeña casa.

—Ken? – lo miró sorprendido, no entendía que hacia aquel tipo ahí, creía que lo odiaba al igual que su hermano y que no lo querría ver jamás, pero al parecer se equivocó.

—Solo vine a ver como estabas... perdona que no lo haya hecho antes, pero no me pareció prudente, además de que no sabía como encontrarte... – lo acepto apenado.

—M-jum, pues ya me viste, que mas quieres? – preguntó con los brazos cruzados, no estaba de humor para nada.

—Si, ya te vi, pero quiero saber como estas – lo miró preocupado.

—Estoy bien! – respondió molesto y altivo, realmente deseaba que Ken se fuera, pero no lograba decirlo abiertamente.

—Mi intención no es molestarte... yo solo...

—Ya vete y Déjame en paz! – no podía pensar nada bueno de Ken, así que encontró la mejor excusa para echarlo de su casa sin tacto alguno – O acaso quieres sexo otra vez, pues lo siento mucho, porque conmigo ya no lo vas a obtener – se lo echo en cara y lo confeso sin darse cuenta, pues estaba dolido – Ya te use y me usaste, así que no habrá una segunda vez!

—Perdóname! – se sintió tan culpable con la mirada y las palabras de Akira que no pudo decir otra cosa.

—No tengo nada que perdonarte – lo conmovió, aun así quería que se fuera – ahora solo vete... quiero estar solo... por favor... – se lo rogó en un susurro, ya no quería llorar.

—No – se fue acercando hasta que pudo abrazarlo aunque al principio se resistió

—Déjame en paz! – golpeo su pecho con sus puños, sin dejar que lo abrazara del todo, pero no era tan fuerte como pensaba y cuando Ken lo tuvo por completo en sus brazos, solo pudo rendirse y nuevamente llorar al recordar su terrible experiencia, la que lo dejo devastado.

Ken tomo al chico en sus brazos y se sentó con el en sus piernas, su cabello no estaba peinado como siempre, lucia largo, enmarcando el rostro de Akira de una forma especial, provocando una ternura en su interior que jamás había sentido por nadie, razón por la que ahora lo acariciaba con suavidad, deseando calmar su dolor y entrar en su corazón.

Haciendo a un lado su orgullo, Akira se desahogó en los brazos de Ken, no esperaba verlo, no esperaba sentirse así en sus abrazo y en su pecho, solo sabia que deseaba llorar en los brazos de alguien que no le tuviera asco, ni lastima, solo tal vez un poco de cariño, y un poquito de amor.

Minutos después aunque Akira aun suspiraba sollozante, se sentía mejor, de igual manera Ken quiso hacerle sentir que no estaba solo, no mas mientras el estuviera vivo.

—Se que no la pasaste muy bien, no puedo decir que se lo que sientes por que no es cierto, pero si... si tu me lo permites, estoy dispuesto a todo por hacer que te enamores de mi.

—Creí que me odiabas – estaba mas tranquilo, pero tenía dudas.

—No, claro que no – sonrió al escuchar una voz infantil que se quejaba – Nunca te he odiado, desde que te vi por primera vez me gustaste, pero eres muy joven así que no quise acercarme a ti, claro que después... fuiste tu el que se acerco a mi y como bien dijiste, me aproveche de ti y tu de mi.

—Eso es cierto, pero ya no importa – quería olvidarse de todo lo malo.

—Tu me importas.

—De verdad?... – sonrió con su mano sobre el pecho de Ken – De verdad quieres algo mas que sexo de mi? – levanto el rostro y con mucha curiosidad expresó su miedo.

—Sí! – solo decía la verdad, al fin deseaba en su vida una relación seria, llena de amor y confianza – claro que si, es decir, claro que quiero sexo, pero, también quiero algo que jamás he experimentado de verdad... sabes a lo que me refiero verdad?

—Si, pero tendrás que darme un poco de tiempo – aun estaba herido, pero confiaba en que con el pasar del tiempo y los cuidados y atenciones de Ken todo estaría bien.

—Claro que si, no tengo prisa – sabia que aun faltaban demasiadas cosas que decir pero tena confianza en el futuro y en su decisión de cambiar su forma de ser, ya no deseaba ser superficial, ni tener relaciones de una noche, solo quería amar y ser amado.

—Gracias Ken – en sus palabras y su mirada había mucho mas que una promesa, había esperanza y confianza.

—Gracias a ti Akira, por creer en mi.

Ambos sonrieron y pasaron todo el día y parte de noche charlando, conociéndose, encontrando en cada gesto y palabra mas intereses en común, visualizando un hermosa relación basada en la confianza, la sinceridad y el amor, por mas difícil que fuera, poniendo todo su empeño en realizar una de sus mayores prioridades en la vida, ser felices.

Era hora del almuerzo. Kaede se encontraba descansando sobre el verde pasto tras su salón, afortunadamente y para su buena suerte un torpe pelirrojo corría hacia donde el pacíficamente descansaba, por lo que resulto en una agradable sorpresa cuando cayo sobre su cuerpo.

—Que rayos! – dijo el zorro dormilón cuando sintió un gran peso sobre su persona. Su expresión cambio de inmediato cuando se dio cuenta de que quien estaba sobre el, era su chico favorito.

—Ouch!... Rukawa?... perdón pero… – se levanto de inmediato y asomó la cabeza escondiendo todo su cuerpo en la pared junto con el zorro – Youhei y los demás tontos me siguen...

—Mm... – Kaede se sentó sobre el verde y Hanamichi lo imitó, regalándole una linda sonrisa al ver que no estaba enojado con el por caerle encima

—Te desperté?

—No... pero se puede saber por que tus amigos te siguen?

—Bueno... es que quieren que Yo... – el pelirrojo se sonrojo mientras miraba sus dedos pulgares jugar entre si con sus manos entrelazadas – Ellos quieren que baile con ellos en un concurso que harán en Denny's.

—Concurso?

—Si, esos tontos quieren cantar una canción para poder ganar un premio. Consiste en comer todo lo que puedan sin pagar por un mes.

—Un mes?... suena bien... pero por que no quieres participar con ellos? – preguntó lleno de curiosidad el frío zorro.

—Porque no me gustan los espectáculos, además quieren que baile y...

—No me digas que ya saben que te puedes mover como Shakira – lo retó el zorro sin pensar en las consecuencias de sus palabras.

—Mm... – bufó molesto el pelirrojo – si te vas a burlar de mi, mejor me voy – levantó la barbilla dispuesto a irse, y así lo hizo.

Rukawa no supo en que momento perdió el terreno que ya había ganado, así que antes de que Hanamichi le diera la espalda del todo dejándolo solo, se levanto como ráfaga y atrapó la mano del pelirrojo suavemente, notando como el chico nuevamente se tensaba pero ya no daba ningún paso mas.

—No te vayas... – con esa frasecita tuvo a Hanamichi a su lado mirándolo a los ojos, en espera de un comentario o algo mas por parte de Rukawa – No fue mi intención burlarme de ti, en realidad no lo hice, solo quería hacerte sonreír.

—Mm... – se cruzo de brazos, era obvio que Sakuragi aun esperaba algo mas.

—Discúlpame pero no me burlé de ti, además no dije ninguna mentira, bailas muy bien.

—Gracias – se sonrojo otra vez y dirigió su mirada a otro parte.

—Por que no aceptas, ellos saben que bailas bien, debe ser por esa razón que te han pedido tu participación en su presentación.

—Si, es obvio que el tensai baila mejor que nadie, el problema es...

—No voy a burlarme de ti... lo prometo – con una sonrisa suave Hanamichi le creyó.

—Quieren que me vista de mujer, quieren que baile con una peluca de cabello negro largo, con maquillaje y una falda de colegiala muy corta! – el pelirrojo estaba indignado.

—Mm... tienes lindas piernas – Kaede lo sabia mejor que nadie.

—Dijiste que no ibas a burlarte mas, zorro feo – le enseñó la lengua no muy molesto.

—No me burlo, solo halago tus cualidades físicas – se defendió rápidamente, sin dejarlo ir.

—De verdad? – no sabía si creerle, a veces le parecía que Kaede bromeaba cuando hablaba en serio y viceversa.

—Si, eres bueno para bailar y tienes un cuerpo hermoso, jamás te mentiría con respecto a eso – lo miró a los ojos con intensidad, con deseo, poniendo al pelirrojo nervioso.

—E-jem – se aclaró la garganta muy sonrojado – si, bueno, eso ya lo sé pero... me da pena hacerlo... no quiero.

—Me encantaría verte... – Hana levantó el rostro y lo miró expectante – pero solo si quieres hacerlo.

—Me gusta bailar, pero no estoy seguro.

—Pues si decides hacerlo no dudes en decirme cuando lo harás por que me encantaría verte, aunque no es necesario que te vistas de chica, pues vestirte también como un chico, muy coqueto, pero solo eso.

Hanamichi consideró la idea por 10 segundos y después lo miró sonriente, le encantaba la forma en que Kaede lo trataba ahora, era muy cuidadoso en lo que decía, y nunca lo insultaba, además de que de vez en cuando lo acariciaba o tocaba con suavidad y siempre lo hacía con mucho cuidado. Se sentía cortejado y al mismo tiempo halagado, y tenia que admitir que eso le gustaba mucho.

Horas después como cada día, Kana le preguntó a su hermano menor si había pasado algo importante en su día con Hanamichi, a lo que su hermano respondía a veces con pocas palabras, pero esta vez le contó lo que su ex novio estaba considerando hacer.

—Yo también quisiera verlo, debe ser un buen espectáculo no crees?

—Si, tal vez.

—Oh, por Kamisama!

—Que sucede?

—Se me acaba de ocurrir algo que hará que Hanamichi caiga a tus pies nuevamente.

—No me digas...

—Si, Kaede, hermanito mío, tienes que concursar y cantar para el!

—Bromeas?

—No, es en serio hermano, deberías hacerlo, estoy seguro de que Hanamichi como buen chico, caerá rendido a tus pies en cuestión de segundos, al verte en el escenario cantando una linda canción solo para el!

—No lo creo... no creo que quiera escucharme cantar mas, no después de lo que sucedió la ultima vez.

—En eso tienes razón... tenemos que escoger una nueva canción... una mejor, una muy dulce, una que sea fácil de cantar y que sea rítmica, déjame pensar...

—No lo creo Kana...

—Claro que si, espera a que le cuente a mama y veras que ella dirá lo mismo que Yo!

Horas después, las mujeres de la casa de los Rukawa pensaban arduamente en una linda y dulce canción que conmoviera a Hanamichi. Charlaban sobre el asunto mientras Kaede las escuchaba discutir sin muchos ánimos de intervenir.

Kana degustaba de un delicioso pie de azúcar que le resulto inspirador, su dulce postre le recordó una canción igual de empalagosa, pero muy agradable, aunque un poco viejita.

—"Sugar pie, Honey bunch"? – preguntó Kaede sin estar muy convencido de la idea de su hermana.

—SI, no te parece genial?

—No estoy seguro... yo...

—Hijo levántate y vamos a Denny's ahora mismo, que te vas a inscribir en ese concurso y si no ganas el premio, por lo menos estoy segura de que ganaras nuevamente el corazón de tu Hana! – tomó la mano de su hijo con una bella sonrisa, mostrando sus pequeñas arrugas y este al fin se convenció.

Faltaban algunas semanas para el concurso así que tenían tiempo para ensayar, porque las mujeres Rukawa habían conseguido los mejores atuendos para su numero, totalmente inspirados en los años 60's, ya que ellas serían el coro para el cantante.

El ganar un nuevo partido llevaría a Shohoku a una buena posición en su categoría, lo cual los llenaba de entusiasmo, así que Sakuragi y Rukawa nuevamente hicieron la mejor mancuerna en sus jugadas, terminando o iniciando aquellas espectaculares estrategias que los llevaron nuevamente a ganar un partido contra Shoyo.

—Estuviste muy bien Hanamichi! – felicitó Miyagi al pelirrojo, feliz de haber obtenido una rotunda victoria.

—Tu también Ryotita! – aceptó Sakuragi, a quien en las situaciones mas raras lo abordaba la humildad.

—Buen juego chicos, tenemos que celebrar – propuso Ryota y todos aceptaron a excepción de Hanamichi, quien debía volver a casa temprano para limpiar su casa pues al día siguiente, su madre lo visitaría.

Kaede tampoco quiso celebrar si su pelirrojo no estaba en el lugar, así sin muchos problemas le propuso a su ex novio y ahora amigo el acompañarlo hasta su casa, ya que tendrían que volver juntos y el había llevado su auto – solo porque se levantó muy tarde y no pudo irse a Shoyo con los demás – sorpresivamente y de buena gana, Hanamichi aceptó.

—Me alegró mucho que ganáramos – admitió el pelirrojo sin la intención de fanfarronear.

—Desde que volviste todos jugamos mejor.

—Je, je, eso significa que Shohoku ganó gracias al Tensai? – preguntó sin esperar una respuesta positiva del zorro, la verdad es que solo esperaba el clásico "Do'hao".

—Si.

—Gracias por decirlo, Kaede – se sintió halagado, nunca le habían dicho algo así.

—Es la verdad.

—Quieres pasar?

—No lo creo, Hanagata aun debe odiarme y no creo que mi presencia le sea agradable a Fujima tampoco.

—No te preocupes por ellos, yo...

—Será mejor que me vaya, ya es un poco tarde y tengo cosas que hacer, seguramente tu también – tenía mucho que ensayar.

—Si, eso es cierto – tenía mucho que ensayar.

—Nos veremos el lunes.

—Ok.

El fin de semana termino muy rápido, y el esperado lunes llegó. Como siempre Kaede se alegraba las pupilas con las lindas sonrisas que su ex novio le regalaba y Hanamichi se sentía mejor que nunca, feliz con el mundo pero deseoso de enfrentar nuevos retos.

Solo faltaba un día para el concurso y después de los ánimos que le dio Kaede, Sakuragi se decidió a participar, sin saber que Kaede haría algo parecido en el mismo lugar.

Ya era hora de irse a casa y a la hora de la despedida Hanamichi al fin se animó a invitar al zorro a su pequeña presentación.

—Kaede... yo quería... invitarte a Denny's – lo hizo nervioso, aunque ya conocía la respuesta.

—Vas a participar en el concurso, entonces?

—Si – acepto un poco sonrojado aun no estaba muy seguro pero sus amigos lo habían convencido de que era por una buena causa.

—Ahí estaré – le aseguro con una suave sonrisa.

—Hasta luego entonces – se despidió como siempre con una mano en el aire, pero para Kaede ya no fue suficiente, así que sin poderlo evitar, se inclinó un poco y beso su mejilla sin miedo.

Hanamichi se sonrojo, sintió mariposas en el estómago pero no se movió, cerro los ojos, al sentir el contacto de la calida mejilla del zorro cerca de la suya y correspondió de la misma manera.

—Hasta pronto – volvió a sonreír, después de suspirar y se despidió al fin, muy satisfecho de su ultima jugada.