Bueno, finalmente un fic de Full Metal Alchemist, ¡si! Amo a ésta serie, espero que les guste, ya que es el primero en ésta categoría
SACRIFICIOS
Prólogo
Seguíamos en nuestra investigación, en busca de la piedra filosofal, ahora… se ha vuelto mucho más difícil que antes, mi hermano está notablemente desesperado y con insistencia me pide una y otra vez perdón, por tardarse en recuperar mi cuerpo, no me importa, solo deseo ver una sonrisa en su rostro, pero en verdad yo no sabía el verdadero motivo por el cual mi hermano ya no me sonríe… la razón por la cual su carisma se apagó por completo y cada día que pasa lo veo decaer más y más… ¿qué te ocurre, hermano…
-En ese entonces, éramos tan felices… - susurraba Edward, mirando por la ventana de la casa de Winry, como ella y su hermano hablaban, talvez cosas sin importancia, desvió su mirada hacia el horizonte, ahora no era el momento de pensar en tonterías, debía seguir con su búsqueda, claro… era su responsabilidad.
Bajó las escaleras, hasta la cocina, tomó un vaso de agua, paró justo en el momento en que planeaba beber el contenido, reflejando su rostro en el líquido cristalino; de sus ojos salieron aquellas lágrimas que desde hace mucho no salían… y no pudo con su dolor, tan punzante como una puñalada, dejó caer el vaso, rompiéndose en el mármol, cayó sobre sus rodillas, abrazándose a sí mismo, era débil, demasiado débil, ya que no pudo defenderse, ¿¡cómo entonces podrá ayudar a Alphonse, ni él podía… no… no podía. Se desmayó, allí lo encontró Winry, lo llevó a su habitación con ayuda de Al.
-Hermano… hermano- el menor lo llamaba con insistencia, sin embargo desde su inconciencia, pudo escucharlo claramente.
-Mmmm… Al…- se levantó adolorido, sujetándose la cabeza por el golpe recibido al desmayarse, sonrió como solía hacerlo.
-¿Por qué?-
No podía responder a esa pregunta… no le podía contar nada, no había marcha atrás de todas maneras.
-¿Qué quieres decir con eso, probablemente fue por el cansancio- lo evadió, pero sabía que engañarlo, era algo que no se podía hacer.
-Hace semanas que estamos en Rizenbul, no pudo ser cansancio- contestó razonablemente, Ed solo lo miró por varios segundos… como lo quería.
-Tienes razón- bajó su mirada, pensando en la forma apropiada de mentirle, levantó su mano izquierda, acariciando el frío casco de metal que era la cabeza de su hermanito, lo vio retroceder por eso, extrañado sin duda, no protestó y se dejó tocar.
-No te preocupes, Al, estoy bien- sintió la mano de éste en su brazo, observando su brazo con atención.
-¿Y esta herida?- señaló el contorno de la muñeca, tenía varias cortadas, echas por algún arma.
-Fue un animal de por aquí- se levantó de la cama, sabía que con eso, Al no estaría satisfecho, se estaba hartando de esa conversación.
-Hermano…- le mentía, le mentía, lo sabía.
La noche transcurrió tranquila, al menos para tres personas en la casa, pero para Edward… las pesadillas lo torturaban de forma cruel desde su lecho, despertando agitado, bañado en sudor y con lágrimas que corrían silenciosas por sus mejillas, no gritaría, a pesar del dolor interno que sentía, no podía permitirse desmoronarse fácilmente, ya que pronto, tendría que regresar y su suplicio, volvería a empezar…
Continuará…
Espero que les haya gustado, trataré de no demorarme mucho con esto, de verdad que me gustaría que me dieran sus opiniones y si les gustó o no, por favor, háganmelo saber, ¿si, bueno, muchas gracias de antemano, ¡sayonara!
