Bola Multicolor

Harry despertó asustado. Se había dormido en el pasillo de el cuarto piso en San Mungoes. Estaba rodeado de la familia Weasley, y aquellos también estaban dormidos. Había sido una noche muy larga, pero la condición de ambos Ron y Ginny se había estabilizado. No se sabia que tiempo tomarían en rehabilitarse, a Ginny la tumbaron con algo que los medico jamas habían visto. Pero a Ron, lo tumbaron con un Crucciato interrumpido, así que el tuvo mucha suerte. Si a eso le puedes llamar suerte. Harry pensó parándose de donde estaba sentado estirando su cuerpo lánguidamente.

El fue a la puerta de el cuarto de Ginny. Ella estaba inconsciente en esa cama, y Harry no se perdonaba por haberla puesto en peligro. Cerrando sus ojos llenos de lagrimas, el golpeaba su cabeza contra la pared repetidamente. Así hacia hasta que sintió una mano sobre su hombro. "planeábamos a intentar nuestra relación otra vez," el dijo en voz baja sabiendo que la persona detrás de el era Hermione.

"Harry, no fue tu culpa." Hermione dijo, "Ella hubiera batallado a por ti de todos modos. Así como Ron lo hizo, y como yo lo haré.

"Detesto ese... No se que llámalo. Monstruo tal ves," dijo Harry.

"No dejes que el odio te consuma hasta el punto que no puedas amar. Eso es lo único que-"

"Si lo se. Es lo único que me hace mas poderoso que el." Harry contesto.

"¿Porque no se van a casa?" dijo el señor Weasley saliendo de el cuarto de Ron.

"Señor Weasley, creo que quisiera visitar la Hondonada de Godric esta tarde," Harry dijo secándose los ojos con la manga de su camisa. El Señor lo miro inseguro que eso fuera una buena idea. "Tengo un presentimiento que necesito ir a mi casa."

"Bien. ¿Necesitas escoltas?" Pregunto el Señor Weasley.

"No, estaré bien solo."

"Por lo menos déjame ir contigo si vas a ser tan estúpido como para decir que no quieres un auror que te acompañe." Hermione dijo con sus manos firmemente sobre sus caderas.

"Hermione-"

"Iré contigo," Ella insistió y volvió su mirada a el Señor mayor. "Le llamare si hay algún problema."

"Bien, cuídense Harry, 'Mione." El asintió y regreso a el cuarto de su hijo.

Harry miro a su amiga, la miro a sus ojos, y las palabras no le venían. Miro hacia sus pies y metió sus manos en sus bolsillos. "De nada Harry," esta dijo abrasándolo. El regreso el abraso y así se quedaron por unos minutos. Harry mirando hacia la puerta de Ginny, y Hermione hacia la puerta de Ron.

"Vamos," Harry dijo soltándola. Hermione le siguió, y al salir de el hospital, los dos amigos empezaron a planear. Se fueron por un callejón desierto para que pudieran aparecer a La Madriguera para cambiarse y conseguir algunas cositas. Hermione, encantada por poder usar su poder mágico, preparo mágicamente un almuerzo liviano de emparedados y jugo de calabaza. Los metió en una bolsa mágica.

Harry la esperó impacientemente en el jardín. Todas las decoraciones de la boda todavía decoraban el jardín pero las flores se habían cambiado a negro. No había ni un gnomo que se quería quedar en ese jardín.

"Lista." Hermione dijo saliendo de la casa con su bolsa mágica.

"¿Que llevas en eso?" Harry pregunto al desaparecer.

"Almuerzo." Hermione vocifero al reaparecer en la Hondonada de Godric. "No hemos comido desde anoche."

"Fantástico, me había olvidado." Harry dijo distraído porque por primera ves tenia por delante su hogar de infancia. Hermione voltio a ver lo que el miraba.

La casa era pequeña y en algún tiempo parecía ser linda. Tenia el tamaño perfecto para tres. Pero ahora la casita estaba cubierta completamente con enredadillas. Hasta las ventanas estaban cubiertas. La cerca estaba podrida, y el portón de esta estaba roto. La yerba había crecido tanto que no se podía ver el camino empedrado hacia la puerta de madera podrida.

Harry se movió lentamente hacia su casa, sin saber si quería en realidad entrar en ella. Hermione toco el portón, I trato de moverlo, pero estaba hundido en el césped. Ella no quiso empujar mas duro por no dañar la cerca. Harry decidió acudirla con el portón, pero cuando lo tocó, el portón y la cerca se repararon instantáneamente, para revelar una cerca inmaculada. Ahora el portón se abrió fácilmente, y cuando el chico entro, la grama fue cortada para revelar un césped verde y sano.

Hermione siguió detrás de su amigo, cautivada por la transformación. En el camino hacia la puerta, las flores florecían a la ves que ellos pasaban, y las enredadillas se abrían para revelar las ventanas de la casita. Ya cuando Harry llego a los escalones de piedra al frente de la puerta, Hermione podía oír la casa rectificarse sola.

Harry también estuvo sorprendido por la transformación. El empezó a recordarse de cositas que le habían pasado en esa casa. Voltio su cabeza a la derecha y vio un gran árbol que tenia la mecedora suspendida solamente por una soga podrida. Su madre se sentaba en ella con el sobre sus piernas y le leía cuentos. Harry sonrió a la memoria, pero no sabia si quería recordar lo que le esperaba dentro de la casa.

"¿Listo?" Hermione preguntó parándose al lado de el.

"Me estoy recordado algo. Tengo memorias de estar aquí. Pero no se si quiero recordarme lo que me paso detrás esa puerta." El joven dijo mirando la puerta otra ves.

"No tenemos que entrar." Hermione dijo tomándole la mano.

"Algo me dice que si tengo que entrar."

"Entonces entremos mas tarde. ¿Tienes hambre?" Hermione pregunto señalado a su bolsa mágica.

Asintiendo con la cabeza, Harry siguió a Hermione a la mecedora. Cuando el tocó la mecedora, la soga se arreglo. Paso como si fuera un fantasma levantando el lado caído de la mecedora, y se amarró a el árbol otra vez. Los dos se sentaron sobre la mecedora comiendo los emparedados en silencio.

La fragante brisa de verano los envolvió con el olor de jazmines. Harry se recordó de su madre otra ves. Así olía ella, siempre de jazmín. "Mi mamá y yo nos sentábamos aquí en las tardes antes de mi siesta, y me leía cuentos."

"¿Como te acuerdas de eso?" Pregunta Hermione."Eras tan pequeño."

"Todo me vino cuando vi la mecedora. Una vez, alguien me dijo que niños se recuerdan las cosas muy impresionantes. Supongo que como nunca los vi otra vez la memoria no me venia."

Hermione asintió con la cabeza y se sentaron sin hablar por unos minutos mas. Harry regreso al presente despacio. Tenia que entrar, así que se paró y camino resolutamente hacia la puerta. Hermione lo siguió y sin decir una palabra le dio la mano al estar parados al frente de la puerta.

"Aquí voy." Harry dijo poniendo su mano sobre la perilla oxidada. La perilla se calentó y cambio a un color brillante y dorado. El abrió la puerta, y cuando la luz de el sol ilumino el vestíbulo, un viento sopló por la sala y las sabanas blancas que cubrían los muebles se levantaron y fueron a lavarse ellas solas.

Harry y Hermione observaban asombrados al ver un plumero limpiando los muebles, y las velas prendiéndose. Una aspiradora, la única cosa muggle en la casa empezó a atacar cada partícula de polvo que caía al piso para que el amo de la casa no estuviera que estar en un lugar sucio.

Habían retratos sobre las paredes de, Harry pensaba, sus abuelos al lado de su padre. Los retratos parecían estar contentos de ver a su nieto y le sonreían. También había un retrato de familia, con Harry, Lily y James que también estaban contentos por verle.

Había una foto chiquita y muggle, de gente que si había visto antes. Eran los padres de su madre, y su tía Petunia que miraba a su hermana como si estuviera enojada.

Los dos chicos aventuraron mas adentro de la casa, y cada cuarto que entraron, se apresuraba para arreglarse. Harry y Hermione entraron a un cuarto grande, con una cama enorme y muebles anticuados. Harry empezó a recordar a su madre corriendo estos mismos pasillos con el en sus brazos y entrando en este cuarto. El joven cerro sus ojos por un segundo y continuo a una puerta a la derecha.

Hermione siguió a su amigo, ella sentía que el estaba recordando la noche que le había robado todo. Ella observo a el ir a la puerta. El empezó a temblar, y ella extendió su mano hacia el, brindándole soporte.

El joven tocó la puerta de su cuarto. Las bisagras estaban rotas, pero se arreglaron cuando el tocó la perilla. abriéndola, juguetes empezaron a volar por todas partes, y la cuna que estaba volteada se rectifico y toda evidencia de esa noche de terror fue rectificada.

Eso no importaba. Para Harry, la memoria de esa noche regreso con la fuerza de un tren supersónico. Este se callo al piso y lloró. Hermione se quito su bolsa mágica y fue hacia el. Ella se sentó al lado de su amigo y lloró con el.

En ese momento, todo se puso en silencio. La aspiradora paro, y no había ni un sonido, mas que el llanto de Harry.

Los dos amigos se sentaron en el piso por lo que parecían ser horas. Hermione abrazando y meciendo a su amigo hasta que paro de llorar. Había un punto en que esta pensó que el se había dormido, y miro alrededor de el cuarto pensando en que hacer con el. "Perdóname," La voz de Harry vino suavemente. Finalmente, el joven la soltó y puso su espalda contra la pared.

"Para eso somos amigos." Hermione dijo tocándole la cicatriz en su frente. Ella quería que el se sintiera mejor, que se sintiera en casa aquí en su casa. Obviamente, su casa lo había recibido con felicidad, pero las memorias que vivían dentro de sus paredes parecían ser muy pesadas para Harry.

La chica paso sus dedos por el pelo de este chico. Le dio un beso en la frente. Harry subió la mirada y así se quedaron, mirándose a los ojos uno a otro. El dolor fue tan evidente en sus ojos verdes, que lagrimas le vinieron a los ojos café de Hermione. Ella lo haría todo por desaparecer el dolor de esos ojos. Y así, le beso.

El joven la beso a ella también, dejándose llevar lejos de su realidad. Hermione quería quitarle todo el dolor que el tenia dentro, y el quería escaparlo. Así se quedaron los dos por horas besándose en el piso de su cuarto.

Después de todo, Hermione y Harry estaban llenos de culpa. Ni se podían mirar uno al otro. Harry no pudo creer el daño que el había causado a su amistad con Ron y Hermione por un escape. "Por favor discúlpame Harry," dijo Hermione antes de que el pudiera disculparse.

"No, yo soy el que debería disculparme." Harry dijo, "Tu tienes novio, y ese es my mejor amigo. Mira lo que he hecho con el soporte que me as brindado."

"Harry," Hermione dijo arreglándose un poco, porque al besarse, las manos de Harry habían ido dentro de su camisa. "No he hecho nada que no quise hacer."

Se sentaron allí en silencio. Aquel beso inocente había cambiado a una sesión apasionada. Fue un poco mas que esperaban, pero el momento se sentía perfecto. Los dos nada mas pararon porque tenían miedo de no poder parar antes de que algo mas significante pasara. "Mira Hermione-" Harry empezó.

"No Harry, olvidémonos de esto. No hablemos de lo que hemos hecho aquí otra ves. Fue un accidente."

"No creo que lo pueda hacer," El joven dijo parándose al frente de ella.

"Intentémoslo Harry," Hermione dijo. Ella no podía mirarle a los ojos, "No hay necesidad de que ellos lo sepan."

"Oh, Merlín- Hermione, que he hecho." Harry dijo sentándose en el piso otra vez su cabeza en sus manos.

"Lo que paso, paso Harry. No se puede cambiar." Ella dijo parándose detrás de el. Le paso la mano por el pelo otra vez. No podía evitarlo, habiendo sido tan intima con el unos minutos antes. "Yo te pude haber parado."

"¿Y porque no lo hiciste?" Harry pregunto alzando la mirada y abrasando una de las piernas de la chica.

"¿Porque no lo paraste tu?" Hermione dijo sentándose al lado de el. Pero ella no lo dejo contestar, porque vio algo bajo la cuna. "¿Que es eso?"

Harry miro bajo la cuna, "No sé." iba a agarrarlo, pero Hermione lo paró.

"No lo toques. ¿Te acuerdas de Katie Bell? ¿que si esta maldecida?" ella dijo agarrando su varita que estaba al lado de su bolsa mágica. "Wingardium Leviosa" dijo esta haciendo flotar un objeto esférico que estaba debajo de la cuna. Adentro de ella una luz verde iluminaba.

Esto era curioso porque era una bola multicolor. Harry había visto uno de estos en la tienda de Zonko una vez. Era casi como un recuérdalo todo, excepto hecha con una substancia mas fuerte porque era juguete de bebe. Usual mente los colores cambiaban haciendo que nino que jugaba con el se entretuviera por horas. La verdadera razón por lo que esta bola es un poco estaña, es que el juguete nada mas se iluminaba cuando alguien lo tocaba. Nadie estaba tocando esta bola.

"¿Porque te supones que esta verde?" Harry pregunto mirando a la bola flotar frente a el.

"no lo sé." Hermione dijo, "tal vez si esta maldecida."

"O tal vez-" Harry dijo, "Voldemort consideraba mi muerte algo mayor, tal ves es una Horcruxe."

"Harry, ¿Como tuviera ese monstruo el tiempo para poner su ser en esta bolita?"Hermione pregunto mirando dentro de la bola.

"Después de que mi madre murió por mi, el pudo haberlo puesto allí. Ella murió por mi Hermione, el tenia que haber supuesto que ese Horcruxe iba a tener mas poder." Harry dijo agarrando una mantita.

"¿Pero porque lo dejo aquí?" Hermione pregunto observando a Harry envolver la bola en la manta.

"¿Quien lo sospecharía?" Harry respondió, "El no iba a pensar que yo regresaría aquí, vez que casi no vine."

"Bien. ¿Ahora como lo destruimos? Estas bolitas son imposibles de destruir."

"Lo sé, vamos a necesitar ayuda."