Aclaración: Todos lo personajes de Rurouni Kenshin no son míos, por undécima vez…son de Nobuhiro Watsuki.
Moni-notas: perdón, perdón, perdón… no me han olvidado aun ne?. Siento mucho la demora de verdad, pero esto de la cesantía me tiene sumida en una profunda depresión. Informo antes que todo que este último capitulo esta escrito casi completamente desde el punto de vista de Kenshin. Lo que esta escrito en cursivason los pensamientos de Kenshin, lo escrito en negrita pertenece a la letra traducida de una canción de Bjórk de titulo: "Te extraño". Agrego además que la letra de la canción pertenece a los pensamientos de un personaje que se conocerá al final, pero que deben ya suponer quien es y no, no es Kaoru, ella aparecerá muy poco y serán escenas cortas, micro cortas diría yo. Mucho bla bla y poca acción…al fanfic!
Svó djúp og blá, augun pin. (Tan profundo y azul, tus ojos)
Capitulo 11: Te extraño.
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-Déjalo en paz, no lo mates¡¡¡.- gritó Kaoru sosteniendo firmemente la katana ensangrentada de Battousai. Este solo se limitaba a mirarla. El hombre que debía ser eliminado observaba estupefacto la escena. La mujer de azules orbitas luchaba poseídamente contra Battousai para que este no lo eliminara. La sangre fluía a mares por las manos de quien sostenía el furibundo filo asesino.
-Este no es asunto tuyo…vete de una vez¡¡¡- el descontrol hizo estragos en el cuerpo de Kenshin, quien de un movimiento involuntario, estrelló su agudo filo contra el pecho de la mujer.
Esta cayó suavemente en la tierra encharcada, sin emitir sonido.
El sujeto que miraba absorto la pelea se acerco al pelirrojo, buscando su mirada temeroso.
Battousai estaba llorando…
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-noooo¡¡¡¡.- el hombre despertó sudando ante la cercanía de la pesadilla, el olor a sangre le parecía tan real, tan profundo. Miró a su alrededor y sin mas se dio cuenta del porque. Aun continuaba en el campo de batalla. Kaoru¡¡¡¡. Enloquecido busco a su lado, en donde el peso de un cuerpo había dejado una marca sobre la tierra. Nada.
Corrió descompuesto hasta el sendero que daba hacia el pueblo con la cara transfigurada por el miedo, la angustia y la soledad. Los pasos torpes. Sabía que no la encontraría en mucho tiempo. Pero no podía dejarla ir, sin antes robarle el último de los besos.
Te
extraño
pero aún no te he conocido…
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-dejaré todo en manos del tiempo, mi Shinta…- musitó Kaoru mientras acariciaba su vientre y miraba el cielo oscurecer……celeste… amarillo…naranjo…rojo…azul… negro. Esta anocheciendo, como cuando te conocí.
Y continuó su camino sin rumbo.
Tan
especial
pero aun no ha pasado…
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Diez años después… en las afueras de Tokio.
-señor?... usted conoce a alguien que necesite ayuda para la cosecha de gozaru ka?- el hombre pelirrojo preguntó con la mirada llena de inocencia y una amable sonrisa esculpida en el rostro.
-claro joven, el médico de la zona tiene muchos terrenos en los cuales puede ser bastante útil…solo siga ese sendero y llegará directo a su mansión.- habló el señor mientras apuntaba un camino que se vislumbraba interminable. Sin embargo el hombre agradeció siempre sonriente y dejo atrás al anciano de blancos cabellos y bigotes curvados hacia el cielo.
Kaoru mi dulce Kaoru, estarás ahora deseando mis besos?. Es tu boca la que me llama, obligándome a viajar sin rumbo?.
He caminado por todo Japón buscando, pero mientras mas te anhelo, mas interminables se me hacen los caminos, ahora cierro los ojos y me resulta muy sencillo inventarme un sueño, uno como muchos, en el que te encuentro y estas mas bella de cómo te recuerdo, en donde el hijo que tenias en el vientre es fuerte y hermoso…claro, debe ser igual a ti.
Mi vida…no he podido dejar de culparme por tu partida, por tu huida. Yo quería huir contigo. Pero aquella anciana predijo esta separación y solo mi maestro lo sabia, ella dijo que tardaríamos en estar juntos, pero que cuando lo volviéramos a hacer, seria para siempre.
Yo confío en el destino y confío es que me estarás esperando…
Quisimos jugar al amor, pero era delicado y mi inocente corazón no supo perder.
Tu
eres bueno
pero aun no te he conocido
lo recuerdo
pero aun
no ha pasado…
Para cuando Kenshin termino con sus recurrentes pensamientos, ya se encontraba frente a la casa del medico. No pudo evitar exclamar un "oro" cuando apreció con detalle la magnitud del inmueble. Era una mansión de estilo occidental.
Entró saltando la enorme valla que la protegía, deseando que no hubieran animales que salieran a su encuentro, siendo sus pensamientos leídos por un enorme can de descomunales dimensiones. El lo único que quería era un trabajo, el perro no tenia porque atacarlo no?. Pero al perro que le importaba lo que Kenshin quisiera, y sin más se lanzo al ataque sobre su pantorrilla.
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La mujer de hermosos cabellos negros se encontraba peinándose frente a un espejo ovalado mientras entonaba una hermosa canción. Estaba en paz.
Hasta que un alarido desesperado la hizo saltar de su butaca. Corrió hacia la ventana para ver de donde provenía el grito, sintiéndolo muy cerca del ante jardín.
Como lo sospechaba, su amigable sabueso fue a dar la bienvenida al visitante. Clásico de Aki.
Como pudo corrió hacia las escaleras, recogiendo levemente su lujoso kimono, para ir al socorro del despistado hombre. Tamaña fue su sorpresa al ver al sanguinario Aki jugando dócilmente con un hombre pelirrojo de dudosa procedencia.
-ejem…buenas tardes señor. Ha extraviado algo en mi residencia para entrar con tamaño descaro?.- pregunto con voz sensual y retadora la joven, mirando o mejor dicho estudiando al polizón.
-oro?...buenas tardes señorita, es solo que me hablaron de que el dueño de esta residencia me podría ofrecer trabajo en sus tierras y como encontré el portón cerrado, tuve la osadía de entrar sin permiso…gomen nasai.- terminó Kenshin con una miserable reverencia. La mujer solo asintió elegantemente, dando su aprobación.
-mi nombre es Takani Megumi y mi padre es el medico dueño de todas estas tierras. –Habló con simpleza mientras con un gesto invitaba a Kenshin a caminar hacia la entrada de la mansión.- no creo que tenga problemas en darte trabajo aquí, pareces muy confiable…demasiado, pensó con una risa astuta.- ahora es cuando me tienes que decir tu nombre, baka.- dijo mientras le miraba reprobando sus modales.
-gomen nasai… mi nombre es Himura Kenshin.- Kenshin pensó que la respuesta era demasiado lacónica, así que agregó inocentemente.- y estoy buscando a una mujer.- demasiada información…baka¡¡¡¡
-bueno Ken-san, te puedo decir así cierto?...pues… aquí la tienes.- afirmó Megumi apuntándose con el índice la cabeza, sonriendo con cara de zorro.
-orororororoooo¡¡¡, lo siento Megumi-dono, pero la mujer que busco no se parece en nada a usted, sin ofender.- Kenshin habló mientras se rascaba tontamente la cabeza. La mujer que busco es infinitamente más bella que usted.
-vaya, pero que codicioso eres, rurouni…-murmuró Megumi. Y si que eres afortunada, Kaoru… pensó mirando al pelirrojo jugar con Aki.
Y
si tú crees en los sueños
o lo que es más
importante
que un sueño se puede hacer realidad
te
conoceré…
Caminaron hasta la entrada de la casa, en donde el señor Takani les esperaba.
Dos sombras salieron por el medio de los frondosos matorrales, esperando órdenes, mientras Megumi dejaba caminando solo a Kenshin.
-Aoshi, Misao…infórmenle a Kaoru-chan que su visita estará pronto por llegar.- mandó Megumi, al cabo los ninjas asentían y desaparecían nuevamente entre las sombras.
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Un adiós…
Difícil es decir adiós, cuando solo deseas dar la bienvenida.
Un te quiero…
Duele mas que el adiós no habértelo dicho antes de partir.
Un porque…
Porque… porque… porque te amo mas que a mi vida, pero no tanto como a nuestro hijo, el merece vivir lejos del dolor, de la sangre y de la oscuridad. Y que mas te puedo decir?
-Y nada.- Kaoru continuó con el entrenamiento mientras miraba ansiosa hacia la entrada de su dojo, el dojo Kamiya. La gran ultima idea de su padre . La llegada de su visita seria muy pronta gracias a sus amigos.
Estaba
alcanzando el punto culminante
pero aun no ha ocurrido
no he
recibido
mi mejor recuerdo…
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-oi, cual es tu nombre pelirrojo?.- preguntó el altísimo hombre que trabajaba afanosamente con las manos en el pozón de agua, cultivando el arroz.
-Himura Kenshin… y el suyo?- curioseó Kenshin con su habitual sonrisa afable. Ambos habían conseguido un trabajo en las tierras del señor Takani.
-Sagara Sanosuke, pero me puedes decir Sano…CHEEEE¡¡¡¡, es que no me dejaran de picar estos malditos bicharracos infernales?¡¡¡.- gritó Sano sobándose adolorido la palma de la mano. Kenshin emitió algo parecido a la risa ante el mal humor de su nuevo camarada.- y dime Kenshin, que estas haciendo por estos lados ehh?.- preguntó el hombre dejándose caer en la tierra, exhausto.
-pues, estoy buscando a alguien especial…pero aun no he podido dar con Kaoru.- contesto Kenshin con la mirada triste, sentándose al lado de Sano y secándose el sudor con la manga del gi.
-con que Kaoru?... así que se trata de una mujer, pues para que complicarte la vida amigo, si Japón esta llena de hermosas mujeres.- informó Sano con una mirada lujuriosa y sonriente, pero al ver que Kenshin lo la correspondía, continuo.- pues por tu mirada me parece que esa mujer debe ser muy especial cierto?.- de detuvo un momento esperando la afirmación del pelirrojo, cuando escuchó un exclamado "hai", prosiguió con su sugerencia.- pues entonces amigo, deja que el gran Zanza te ayude a buscar a esa mujer tan especial… por lo que nuestra primera parada será en Tokyo ,que te parece Kenshin?.- Habló Sano muy rápido y seguro mientras apuntaba con el índice hacia el cielo, como si Kaoru se encontrara allí.
-no lo se Sano, sessha no quisiera ser una molestia para ti.- agregó humildemente Kenshin, posando su mano en la nuca, intentando descifrar el siguiente movimiento.
-que molestias ni que mierda…déjalo todo en mis manos y porque usas ese maldito sessha, que me hace sentir como un gran señor y que por supuesto no lo soy.- señaló Sano mientras miraba a Kenshin en espera de una respuesta.
-shiranai…la verdad es ya no lo recuerdo, debe ser mas por costumbre.- dijo Kenshin mientras miraba el suelo, buscando algo que jamás encontraría ahí. No puedo decirle el porque, el porque de mi existencia indigna, el porque de mi autoflagelación…porque la verdad es que estoy procurando hacerme el bueno, para ver si así logro tenerte entre mis brazos nuevamente. Porque olvidando quien soy, me siento un poco mejor al evocar tu casta imagen.
Te
extraño
pero aun no te he conocido
conozco tus
hábitos
pero aun no te reconocería…
Y con este último pensamiento, Sano arrastró hacia el camino a Tokyo al baka de Kenshin.
-ororororoooo, pero… y el trabajo Sano?.- preguntó Kenshin con una sonrisa tonta apuntando hacia los campos.
-al demonio con el trabajo Kenshin no baka, que es mas importante: tu Jo-chan o un par de miserables monedas?. Al no escuchar respuesta de parte de Kenshin, sonrió.- justo lo que pensaba.
-oro, Jo-chan?- Kenshin ahora si que estaba perdido con tanta familiaridad de parte de Sano.
-Jo-chan, Kaoru, lo mismo da…
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Todo mio…
Si que eres todo mio, lo se por que recuerdo que las mínimas sonrisas eran solo para mi… y que bien se sentía. Porque aunque me protegieras, aunque me desearas tan fervientemente, nunca será suficiente para mi.
Todo mio, tienes que ser mi rurouni…
No puedes escapar. No hay lugar donde te puedas esconder de mí.
Y
si tú crees en los sueños
o lo que es más
importante
que un sueño se puede hacer realidad
te
conoceré…
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Donde, donde, donde te metiste?.
El niño de ojos cafés miraba nervioso hacia el sendero, buscando a la singular pareja aparecer en cualquier momento caminando, pero nada.
-Yahiko-chan¡¡, porque te escondías de mi, no me vuelvas a dejar sola…- pidió sonrojada la muchacha de castaña melena .
-que no me digas chan, Tsubame¡¡¡, y sabes además que jamás te dejaría sola, ne?.- agregó igual de sonrojado el joven. Tomando la mano de la niña y caminando en busqueda de su amigo Sano.
No fue necesario caminar tanto, ya que la silueta de los hombres empezaba a vislumbrarse por el horizonte.
-cabeza de gallo¡¡¡¡, si que has tardado esta vez no?.- gritó Yahiko corriendo en su búsqueda y viendo con falso asombro al pelirrojo acompañante.
-hola, mi nombre es Myoujin Yahiko y ella es Tsubame, mucho gusto¡¡¡¡.- habló cortésmente Yahiko señalando a Tsubame a modo de presentación.
-oro, pues mucho gusto Yahiko, Tsubame-dono, yo soy Himura Kenshin.- dijo Kenshin sonriendo mientras ajustaba su sakabattou en el cinto.- por lo que puedo ver, ustedes ya se conocen, ne?.- pregunto mientras paseaba su mirada entre los tres personajes.
-si, pues veras Kenshin, Yahiko es unos de los muchachos que conocí mientras me encontraba en uno de mis viajes por Japón y Tsubame trabaja en un restaurante en el centro de Tokio, por eso ahora vamos todos para allá ahora.
Tokyo, Tokyo, Kaoru, estarás en Tokyo esperando por mi, dime amor, y que hago yo si te encuentro, seré capaz de reclamarte como mía si estas con otro hombre?...Kami-sama, que hago yo en ese caso?. Lo mato, te mato, me mato?.
Ahora miro el cielo, esta anocheciendo…si koishii, como cuando te conocí. El viento susurra en mis oídos tu nombre…Kaoru.
Estoy
tan impaciente
no puedo soportar la espera
cuándo
obtendré mi abrazo?...
-pues ya, demasiado pensamiento hacia el cielo, Kenshin, mejor vámonos para llegar antes de que anochezca.- habló Sano despreocupadamente con las manos en los bolsillos, mientras pateaba una piedra hacia un enfadado Yahiko, quien en modo de venganza empezó a pellizcarle un brazo, causando una tímida sonrisa de Tsubame.
Kenshin solo miraba la ciudad cuyas luces ya se distinguían en medio de la oscuridad.
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Deseo: quiero quedarme aquí, este es mi dojo, mas pronto será tu hogar, deseas un hogar conmigo, amor?
Deseo: que esto sea suficiente, mi lecho tibio, la paz que te da la felicidad, alguien especial que desea conocerte.
Deseo: simplemente te quiero… te quiero?. Nunca, si sabes que te amo.
Deseo: ingenuidad, somos tan ingenuos que el amor nos esclavizó, mas yo deseo ser quien se domine por tu amor.
Quién
eres?
por ahora se
que llegarás
cuando deje de
esperar…
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-Yahiko, Sano, Tsubame-dono, pero donde se pueden haber metido?.- meditó Kenshin mientras en la oscuridad de Tokyo, buscaba a sus amigos caminando por las calles. Ellos partieron sin mas explicación a buscar una posada donde pasar la fría noche y ahora estaba perdido en una ciudad que ni siquiera conocía.
Caminó muy lento apreciando la brisa que enfriaba su rostro, estaba tan silencioso, tan quieto y en paz, hasta que el amor había entrado en su vida, desde la noche en que conoció a Kaoru, no podía recordar un solo día en que su corazón no dejara de latir desbocado. Una sola noche en que sus sueños no estuvieran plagados de ella, de sus ojos azules, oscuros.
Siguió caminando tranquilo, hasta que un grito le saco de su serenidad.
-alto ahí, Hitokiri Battousai!.- una voz suave, pero briosa y potente, que lleno el vació de la oscuridad.
Volteó inocentemente mirando a quien podía ser capaz de reconocerle luego de tantos años. Su mirada quedo fija en aquellos ojos que parecían sacados de un sueño, la persona sostenía firmemente un boken, mirándolo amenazante. Sus orbitas azules brillaban valerosos, pero el cabello rojo creaba un contraste armónico en el joven. Diez años, justo como el imaginaba que debía ser, porque el podría reconocer esos zafiros en cualquier parte, estaban grabados en su corazón, en su alma… eran…eran…tan profundo y azul…eran tus ojos, amor.
Y Kenshin no pudo evitar sonreirle al recién hallado…
Te extraño.
Svó Djúp og blá, augun pin finalizado.
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Ayyy nooooo, pero que penaaaaaaa, sip amigas, MONIKA-DONO, esta llorando, pero de felicidad, mi primer ff publicado esta terminado, que alegría y que orgullo siento al notar como tanta gente me ha apoyado a lo largo de este viaje, en el que podemos terminar ustedes y yo intactas(os), libres de la envidia, del mal.
Si lo se, la verdad es que deje muchos cabos sueltos en este final, pero esa era la idea desde el principio, ahora es el turno de ustedes imaginar como caca se conocieron Kaoru con el resto del Kenshin-gumi, yo ya tengo una idea, pero prefiero dejarles a ustedes la imaginación de pensar….flojas mentales.
Muchas gracias mis cauras(ros) locas(os), gracias por aguantarme mis locuras, mis demoras, mis desvaríos.
Pero bueno, aun quedan muchos ff en el tintero, los que estoy ya por continuar. Aquí mis proyectos:
Kaoru, la loca: pues bueno quien haya leído este ff ya sabe a que acatarse, quedan solo dos capítulos para el final de esta enfermiza historia. En el siguiente capitulo veremos cual es el encargo que nos trae Aoshi-kun y les prometo que no es muy decente. Romance y humor, mas parodia diría yo, ne?
El peor de los pecados es amarte, Leviatán: pues bueno, no se como me atrevo a hablar de este ff, ya que lo deje varado en el primer capitulo, pues bueno, aun quedan siete mas para que me reten por eso. El género me tiene media loca, yo creo que es romance/general, porque no es angustioso o si?. Pues bueno, en el capitulo dos veremos a Kaoru confesándose con un cura no muy convencional y un reencuentro esperado.
Bachelorette: si, si ya se que les apestan los títulos indescifrables, pero cuando la ampolleta se me prendió, me di cuenta de que este es el titulo ideal para este ff, un ff medio bizarro, las tres parejas mas clásicas se complementan aquí, pero esta será la venganza de las mujeres, ellas no saben que significa enamorarse simplemente por que no saben amar. Imagínense a Kaoru, Megumi y Misao como las chicas mas rebeldes de la universidad, ufff que miedo…..Tengo el primer capitulo escrito, pero no lo subiré hasta que termine el segundo. Romance/humor.
Y pues bueno tengo muchos proyectos más en mente, pero paso por paso salen mejor las cosas, así como termine un ff, subiré otro nuevo.
Siento decir que como estoy en un cyber, no puedo dejarles un regalo mas apropiado a mis reviews, pero estas palabras van, de corazón, con todo el cariño y agradecimiento del mundo. Muchas gracias por sus eternos reviews a:
Verito.S-CiNtHiA-Kaoru Himura star-kaoru-luna-Ane himura-gabyhyatt-DaniChan-KRK-Arcasdrea.
Pues bueno, con este saludo cariñoso y siempre deseándoles la mejor de la suerte, se despide MONIKA-DONO, una nueva cesante más de Chile, VIII Región, Talcahuano.
Viva KazukoRk, el buen vino, un buen amigo y sobre todo…viva Chile mierdaaaa¡¡¡¡¡¡
Gracias…totales.
