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Encabezado de trabajo
Clasificación:
Audiencias adolescentes y mayores
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Categoría:
H/M
Aficionado:
Mariquita milagrosa
Relación:
Luka Couffaine/Marinette Dupain-Cheng Mariquita
Caracteres:
Luka CouffaineMarinette Dupain Cheng Mariquita
Etiquetas adicionales:
Juego final Luka Couffaine/Marinette Dupain-Cheng MariquitaFicción de carrera de LBSCDesafío de velocidad LBSCInsinuaciónConoce-LindoSass es una serpientede verdad esta vezUniverso Alterno - VecinosUniverso Alterno - Primera Reunión DiferenteJurandochistes de serpientesrey dingo (OC) - Forma librePersonajes mayores
Idioma:
inglés
Serie:
Trabajo Anterior Parte 10 de Nunca No Te Conoceré: Primeros Encuentros Trabajo Siguiente , Trabajo Anterior Parte 10 de Sprint Fic Challenge Trabajo Siguiente
Colecciones:
LBSCSprintFicChallenge , Crikey! ¡Ha aparecido un dingo salvaje!
Estadísticas:
Publicado:2021-03-14Palabras:3932Capítulos:1/1Comentarios:41Prestigio:806Marcadores:132Golpes:4411
Serpiente en la Seda
veloz
Resumen:
Luka está furioso. Se SUPONÍA que su supuesto mejor amigo estaba cuidando mascotas, pero ahora la querida serpiente mascota de Luka ha desaparecido y dicho mejor amigo no se encuentra por ningún lado. Ni siquiera sabe por dónde empezar a buscar, hasta que oye un grito en el apartamento de al lado.
Notas:
Escrito para el LBSC Sprint Challenge , usando @mlweeklyprompt Neighbors. Se supone que el fic tiene una duración de 45 minutos más "edición", pero dupliqué la duración en la edición, así que... ups.
Recibí muchas indicaciones para la celebración de mis 500 seguidores que nunca usé (aunque finalmente terminé escribiendo una cantidad sorprendente de ellas, cuando miré la lista), y las estaba compartiendo con el servidor de Sprint como posibles indicaciones futuras. . Uno de ellos involucró a Luka consiguiendo una mascota exótica, lo que chocó con el asunto de los vecinos en mi cerebro, y así nació esta ficción.
Como siempre, el incontenible Dingo King pertenece a Verfound, quien tiene la amabilidad de dejarme usarlo.
Texto de trabajo:
"Te odio", Luka se enfureció, manteniendo el teléfono presionado contra su rostro mientras cerraba la puerta de una patada detrás de él. "Te odio tanto ahora."
"No es cierto", dijo Dingo alegremente por teléfono.
"¡Lo digo en serio, idiota, no puedo confiarte nada!" Luka arrojó su bolso en la esquina probablemente con más fuerza de la que debería haber tenido, y luego hizo una mueca. Dejó su estuche de guitarra con más cuidado.
"Tampoco es cierto", dijo Dingo, un poco tímidamente esta vez. "Pero, te concedo que tal vez no deberías haber confiado en mí con esto".
"No tuve elección", espetó Luka mientras pisoteaba su apartamento. "Juleka estaba conmigo, y Evan es un maldito marica, y..." Luka se detuvo en seco y suspiró mientras miraba el gabinete vacío, el gabinete que él mismo había restaurado y remodelado cuidadosamente para que fuera lo más a prueba de fugas posible. No es que nada de eso sirviera de nada, con la puerta entreabierta. Luka maldijo y apenas resistió el impulso de patear algo. "Si le pasa algo", advirtió Luka a su mejor amigo, "te mataré , ¿me escuchas?".
"Justo", suspiró Dingo. "Mira, Lu, lo siento mucho, y nunca me habría ido si no tuviera que trabajar, y tan pronto como pueda encontrar una excusa para pagar la fianza, voy a..."
"No", dijo Luka entre dientes. "No, no importará si estás aquí o no. No pierdas tu trabajo por eso. Resolveré algo.
"Funcionará, Lu. Esa estúpida serpiente te adora, no se quedará fuera por mucho tiempo.
Luka hizo un ruido de frustración desde el fondo de su garganta y apretó los dientes ante las cosas que quería decir. "Me tengo que ir", finalmente logró decir. "Me ocuparé de ti más tarde".
"Derecha." Dingo rió nerviosamente. "Traeré comida para llevar y cerveza y luego pondremos tu casa patas arriba buscando al pequeño cabrón".
Luka colgó sin decir nada más y se metió el teléfono en el bolsillo. Se tapó la cara con las manos y gritó en voz baja, luego se pasó las manos por la cara y examinó el recinto vacío de nuevo, como si Sass fuera a aparecer y trepar por su rama favorita y sacar la lengua como 'Sup .
Está bien, necesitaba pensar. No era la primera vez que Sass hacía una pequeña excursión de placer. Pensar. ¿Cuántos lugares podría encontrar una serpiente de maíz de cuatro pies para esconderse en un apartamento pequeño como este? Luka ni siquiera tenía tantas cosas, así que no debería ser tan difícil de encontrar.
Si todavía estaba en el apartamento. Luka tragó saliva. Eso nunca había sido una gran preocupación en el Liberty, ya que si bien había alrededor de mil millones de pequeños recovecos por los que una serpiente podía meterse, la mayoría de ellos eran desagradables para un reptil de sangre fría, y al menos no podía escapar del barco. enteramente. Pero aquí, ¿quién sabía? Y esta era la primera vez que escapaba desde que Luka se había mudado al apartamento, por lo que Luka no sabía cuáles serían sus lugares favoritos y…
Y de pie aquí en pánico no estaba haciendo nada para encontrar a su amada mascota. A pesar de que Sass era un escapista de mierda, Luka lo había criado durante años y amaba a la pequeña serpiente peculiar y su estúpida carita de serpiente con esos ojos negros brillantes y…
"Vamos, Sass", murmuró Luka, mirando a su alrededor con impotencia. "No me hagas esto".
Bueno. Lo primero es lo primero. Luka abrió completamente la parte delantera del gabinete, de modo que si Sass decidiera que prefería su hogar (muy cómodo, pensó Luka con un pequeño puchero, había trabajado mucho para asegurarse de que así fuera) a cualquier rincón cualquiera y polvoriento. había logrado encontrar, podría volver a entrar. Probablemente, al menos, Sass regresaría cuando tuviera hambre, si...
Luka suspiró y sacó la pequeña piscina de Sass del fondo del recinto para vaciarla y volver a llenarla con agua fresca. Se aseguró de que la estera calefactora estuviera a la temperatura correcta, revisó debajo del sustrato y hurgó entre las diversas pieles. Maldita sea, había trabajado tan duro para hacer este hábitat, y ese pequeño estúpido y desagradecido.
Un grito ahogado pero claramente audible irrumpió en sus pensamientos y Luka se congeló. Hubo un segundo aullido, del apartamento de al lado, se dio cuenta de repente, y corrió hacia la puerta de su apartamento, tirando el estuche de su guitarra en su prisa por abrirlo.
Apenas había tenido tiempo de pasar de su puerta a la de al lado cuando se abrió de golpe y una mujer joven salió a trompicones, con los ojos muy abiertos por el pánico. Chocó con Luka y él la agarró de los brazos por instinto.
"¿Estás bien?" preguntó estúpidamente, mientras ella lo miraba.
"Yo… había…" ella jadeó, claramente todavía presa del pánico. "¡Una serpiente en mis bragas!"
Luka la miró fijamente por un momento, sin comprender mientras observaba los grandes ojos azules, las mejillas sonrosadas y una boca suave que se abría y cerraba sin decir nada, y luego ella apretó los puños, cerró los ojos y gritó: " Hay algo". ¡una serpiente enorme en mi cajón de ropa interior!"
La comprensión lo golpeó como un rayo. "Oh, gracias a Dios", suspiró Luka, y la joven lo miró boquiabierta cuando la hizo a un lado y entró en su apartamento.
"Espera, ¿qué estás-" balbuceó. "¿A dónde vas? ¡Oye! "
Luka se detuvo unos cuatro pasos en el apartamento, dándose cuenta de repente de que no sabía a dónde iba, y ella se estrelló contra su espalda en su prisa por seguirlo.
"Lo siento", dijo Luka, dándose la vuelta y levantando las manos apaciguadoramente. "Lo siento, es solo que... mi amigo estaba vigilando mi piso, y dejó que mi mascota saliera y he estado desesperado por... encontrarlo...". cabello negro mojado colgando sobre sus hombros, y una bata de seda con lunares rojos y negros envuelta al azar alrededor de su hermoso cuerpo. Todavía estaba pegado a ella en algunos lugares y de repente sintió como si su lengua estuviera pegada al techo de su boca.
"¿Esa cosa es tuya?" —exigió, empujando su cabello mojado hacia atrás y agarrando su bata con más fuerza con la otra mano. "No sé si estoy enojado contigo o simplemente aliviado de que todo el edificio no esté... infestado o algo así". Miró a su alrededor con nerviosismo. "¿Entonces no hay más? ¿Sólo el único?"
"No", se rió Luka, enterrando los dedos de una mano en su cabello. "No, no, no hay infestación, solo un mejor amigo irresponsable y mi maldita serpiente mascota Houdini-wanna-be. Lamento mucho que la haya asustado, pero si me muestra dónde está, lo sacaré de aquí y usted podrá… seguir con su día, um… señorita.
"Marinette", suspiró, tirando de la bata a su alrededor un poco tímidamente, sus mejillas se volvieron de un atractivo color rosa. Mierda, ella era linda, y esto era realmente incómodo. Ugh, Luka iba a matar a Dingo, y tal vez a Sass también por si acaso.
"Luka", dijo, ofreciéndole la mano. "Vivo al lado y te prometo que no dejaré que mi serpiente salga a la fuerza".
Marinette resopló y se cubrió la boca con una mano mientras Luka la miraba parpadeando, sintiendo que su rostro se ponía rojo lentamente. "No puedo creer que acabo de decir eso", murmuró en voz baja, y Marinette se rió en voz alta.
"Vamos", se rió. "De esta manera. Um, cuidado con tus pasos... Todavía estoy desempacando y todo y... está bien, eso es mentira, siempre es así de desordenado, pero está organizado, lo juro...
"Oye, no voy a juzgar tus elecciones de limpieza, créeme", le dijo Luka distraídamente mientras la seguía por el corto pasillo. "No creo que esté en posición de juzgarte en absoluto, dada la situación. Incluso si hiciera ese tipo de cosas. Juzgar a la gente, quiero decir. Yo… yo no, o trato de no hacerlo, al menos… Hizo una pausa y respiró hondo, tratando de no dejar escapar un suspiro de frustración.
Marinette abrió una puerta y entró en la habitación, su dormitorio, fue inmediatamente obvio. Se quedó pegada a la pared. "Está, um, allí", dijo, señalando una cómoda rosa y negra, cuyo cajón superior estaba abierto. "Solo abrí el cajón y allí estaba y yo—" Ella agitó sus manos.
Luka se acercó al cajón y examinó el contenido. "No lo veo", suspiró.
"¿Qué?" La voz de Marinette saltó varias octavas.
"Está bien, probablemente él solo..." Luka extendió la mano y se detuvo justo antes de tocar algo, la mano se cernía sobre la pila arrugada de seda y encaje en el cajón. "Uh…" Luka miró a Marinette. "Quiero decir, ¿te importa si yo...", señaló semanalmente el cajón lleno de ropa interior. "¿Ver si él está debajo de estas cosas?"
"Oh", Marinette se sonrojó de nuevo, pero agitó una mano desdeñosamente, moviéndose nerviosamente. "Avanzar. Haz lo que necesitas hacer. Solo quiero que lo encuentres. Ella esbozó una pequeña sonrisa. "Sin embargo, gracias por comprobarlo".
"Claro", gruñó Luka, levantando con cuidado un par de bragas con borde de encaje de lo que probablemente había sido una pila ordenada antes de que Sass decidiera revolverla en un nido. Apartó las cosas con cuidado, tratando de no mirar demasiado fijamente nada de eso. "Vamos, pequeña mierda", murmuró. "Me estás matando aquí".
"Um, ¿podrías en realidad, eh... tal vez darme un par de esos?" dijo Marinette, y Luka la miró con algo de sorpresa. Todavía estaba presionada contra la pared y su cara estaba roja de nuevo, y estaba agarrando su bata apretadamente alrededor de ella, tocándose el cabello mojado mientras se movía inquietamente— oh .
"Oh, sí, eh... ¿algún... color en particular?" preguntó débilmente. Parecía el tipo de chica a la que le gustaba combinar. Lo cual era una cosa tan extraña para estar pensando en este momento. Definitivamente iba a matar a Dingo. Lentamente _ Tal vez darle partes importantes de él a Sass antes de que él también asesine a su amada mascota.
"Cualquier cosa está bien", respondió Marinette, con una risa que sonaba un poco histérica.
Luka levantó otro par, tratando de no pensar demasiado en qué par tomó y qué podría decir sobre él. Le arrojó las bragas y luego volvió rápidamente al cajón.
"Solo voy a salir por un minuto", murmuró Marinette, y Luka tragó saliva cuando escuchó que sus pies descalzos se alejaban.
"Este es el jodido día más extraño", murmuró en voz baja, apartando con cuidado más ropa interior y tratando de no pensar demasiado en qué otro tipo de cosas una dama podría guardar en su cajón de ropa interior. Ugh, ¿por qué el maldito cajón tenía que ser tan profundo? Espera, ¿era eso?
Luka recogió un par azul que distraía la atención y estaba decorado con cintas negras, y respiró aliviado cuando vio la familiar punta de la cola de Sass sobresaliendo. "Te tengo, pequeña mierda".
"¿Lo encontraste?" Dijo Marinette detrás de él, y Luka saltó. Ahora vestía pantalones cortos y una camiseta, y se había recogido el pelo mojado en una cola de caballo. Se puso de puntillas para mirar a su alrededor, aunque todavía se mantuvo detrás de él.
"Sí, ahora solo tengo que acercarme a su cabeza y sacarlo sin asustarlo", dijo Luka, metiendo la mano en el cajón de nuevo. "Lo último que quiero es que se burle de tus cosas porque lo agarré demasiado rápido y lo asusté".
Marinette arrugó la nariz. "No sé qué significa eso, pero suena asqueroso".
"Confía en mí, lo es", dijo Luka, quitando otro par de ropa interior de Marinette y agregándolo a la pila que había estado haciendo sobre la cómoda. "Realmente, lo siento mucho por esto. No debería haber confiado en Ding, mi amigo. Tiene buen corazón, pero es un poco flojo en los detalles". En el cajón, Sass se movió y levantó la cabeza, sacando la lengua con curiosidad, un par de bragas verde azulado con estampado de escamas sobre su cabeza. Luka reprimió una carcajada. "Hola, amigo", murmuró, moviendo sus dedos cerca de Sass. La lengua de Sass parpadeó una vez, y luego otra vez, olfateando, y luego avanzó, deslizándose por debajo de la pila de bragas para deslizarse hacia la mano de Luka. "Aquí vamos." Luka adelantó su otra mano para moverla debajo del cuerpo de Sass, y finalmente, con cuidado, sacó la pila de serpientes del cajón de la ropa interior de Marinette. Lejos de parecer estresado, Sass parecía tan relajado y relajado como siempre, reuniendo su longitud de casi cuatro pies en las manos de Luka como si nada estuviera mal. Como que hizo que Luka quisiera sacudirlo, pero eso hubiera sido muy tonto, así que no lo hizo. En cambio, suspiró con alivio, sintiendo que sus hombros se aflojaban cuando Sass asomó la cabeza hacia el codo de Luka.
"No me lo estaba imaginando", murmuró Marinette, manteniéndose detrás de él, pero todavía apoyándose en su brazo para mirar con curiosidad a Sass. "Él realmente era así de grande".
"Está bastante cerca de su crecimiento completo", coincidió Luka, y levantó a Sass a la altura de los ojos. "Por eso te construí ese bonito y gran hábitat y lo hice tan cómodo, para que tuvieras espacio para ser tú mismo. No puedo creer que simplemente lo abandones. Sass se tambaleó hacia adelante, golpeando su hocico contra la cara de Luka. "Sí, soy yo, pequeño tonto".
"¿Él muerde?" preguntó Marinette, y Luka resopló suavemente, moviendo sus manos para sostener a la serpiente mientras Sass comenzaba a deslizarse por su brazo.
"No Usualmente. A veces me muerde solo para hacer un punto, pero no lo suficiente como para lastimarme", le dijo Luka, "en su mayor parte, es muy socializado y amigable. Realmente, es inofensivo para cualquier cosa mucho más grande que una rata. Te lo prometo, nunca estuviste en peligro por él. Sin embargo, lamento que te haya dado tanto susto.
"¿Puedo... puedo tocarlo?" preguntó Marinette, mientras Sass se deslizaba sobre el hombro de Luka y extendía un poco la cabeza, moviendo la lengua. Luka le sonrió.
"Si seguro. Aquí, vamos a…" Retrocedió un paso y se sentó en el borde de la cama de Marinette, luego se estiró y tomó a Sass de sus hombros para tomarlo entre sus manos nuevamente. Aparentemente, ya no estaba dispuesto a quedarse quieto después de su pequeña siesta, Sass comenzó a deslizar su brazo hacia arriba nuevamente cuando Marinette se sentó a su lado. Extendió un dedo tentativo para acariciar el cuerpo de Sass mientras la serpiente se movía hacia el hombro de Luka. "Oooh, eso es tan raro", dijo, pero estaba sonriendo y Luka se rió entre dientes.
"Lo he tenido desde que era un bebé del tamaño de mi mano", le dijo Luka, cerrando un ojo cuando Sass metió su hocico en la mejilla de Luka. "Estaba enloqueciendo, pensando que lo había perdido. Siento haber interrumpido tu día, pero estoy agradecido de que lo hayas encontrado y no lo hayas lastimado".
—Hazle daño —se rió Marinette. " Casi me da un ataque al corazón. Me acababa de mudar, ya sabes, y... bueno, había visto un ratón un par de veces, así que ya estaba un poco nervioso, y luego lo vi y de repente estaba seguro de que todo el lugar estaba plagado de plagas. Tal vez fue una tontería pensarlo, pero yo... es la primera vez que vivo sola y supongo que estoy un poco paranoica". Ella se encogió un poco, estirando la mano para tirar de su cola de caballo todavía goteando.
"No creo que haya una reacción razonable al encontrar una serpiente en tus... eh, innombrables". Luka tosió mientras Marinette se reía.
"Los innombrables", se rió. "Pareces un anciano".
Luka se rió con ella, solo un poco tímidamente. "Yo, um... no creo que vayas a tener más un problema con el ratón", comentó, acariciando un lugar hinchado en el vientre de Sass. "Supongo que es por eso que Sass terminó aquí. Probablemente lo olió.
Marinette miró el bulto en la forma elegante de Sass con una expresión conflictiva, pero solo suspiró.
"Si te sirve de consuelo, he estado aquí unos meses y no he tenido ningún problema de plagas", continuó Luka.
"No creo que lo harías", se rió Marinette, mirando a Sass. "Probablemente puedan olerlo y mantenerse alejados. Tal vez debería tomarlo prestado a veces.
"Bueno, claramente me vendría bien una niñera mejor", se rió entre dientes Luka. "Entonces, si está interesado, definitivamente podemos resolver algo". Volvió la cabeza para mirar a Sass, que estaba de nuevo sobre sus hombros. "Sin embargo, no más caza. Ese ratón podría haberte arruinado, pequeño idiota.
Sass bostezó, moviendo la lengua y luego metió la cabeza por el cuello de la camisa de Luka. Luka puso los ojos en blanco. "Debería dejarte volver a tu día", dijo, poniéndose de pie. "Y debería llevar a este tipo de vuelta a su jaula". Sass se deslizó más adentro de la camisa de Luka y luego cambió de rumbo, su cabeza asomando hacia afuera. "¿Qué estás haciendo ahora mismo?" Luka le preguntó. "¿Echas de menos tu almohadilla térmica?"
Marinette se rió. "Él es un poco lindo, en realidad. Es muy bonito, con esas marcas... espera, ¿es él? Cogió el borde de la manga de Luka, levantándola ligeramente para revelar la parte superior del tatuaje en la parte superior de su brazo.
"Sí", sonrió Luka, moviéndose para poder verlo mejor. "Me encanta ese. Lo hicieron lucir increíble".
"Realmente lo hicieron", dijo Marinette con admiración, y luego sus ojos se abrieron un poco y le bajó la manga, retrocediendo mientras su rostro enrojecía. "Um, lo siento."
"No te preocupes", se rió Luka. Era realmente adorable y dulce cuando no estaba gritando. Ciertamente, Sass también se había encariñado lo suficientemente rápido, por lo que él le dio puntos por coraje y apertura de mente.
"Bueno, fue un placer conocerte, Sass", le dijo Marinette a la serpiente, inclinándose ligeramente para estar cara a cara con él. Sin embargo, la próxima vez te agradecería que esperases una invitación.
Sass se deslizó hacia arriba y lejos de Luka, estirándose hacia Marinette como si planeara explorar sus hombros a continuación, pero Luka puso una mano debajo de él y se apartó. "Nada de eso, Casanova", le dijo a la serpiente, redirigiendo a Sass hacia su propio hombro. "Vamos a llevarte a casa".
Marinette los acompañó hasta la puerta, y cuando la abrió, Luka se detuvo en el umbral. "Um, gracias de nuevo por ser tan comprensivo", dijo, tratando de no mirarla demasiado fijamente. "Me alegro de haberte conocido, Marinette. Si alguna vez necesitas algo, bueno. Hizo un gesto vago. "Estoy justo al lado, y te lo debo".
Marinette le sonrió, las mejillas teñidas de rosa, y su estómago dio un pequeño vuelco. "Gracias, Luca. Me alegro de conocerte también. Estoy seguro de que te veré por aquí.
"Sí, definitivamente", Luka le devolvió la sonrisa, y luego prácticamente huyó de regreso a su propia puerta. "Nos vemos."
Ella le dio un pequeño saludo con la mano antes de cerrar la puerta, y él estaba sonriendo ampliamente cuando abrió la suya.
Llevó a Sass directamente a su recinto, y Sass se deslizó ansiosamente de sus manos, en línea recta hacia su lugar favorito para calentarse. "Estoy realmente enojado contigo", le dijo Luka. "Estaba preocupado. Definitivamente sigo matando a Dingo". Sin embargo, no pudo mantener su rostro severo, una sonrisa torció su boca. Aunque podría estar en deuda contigo. Eso fue un gran rompehielos". Luka suspiró y cerró el recinto, asegurándose de que estuviera bien cerrado.
Regresó a la puerta donde había tirado sus maletas y recogió su estuche de guitarra, dejando las maletas donde estaban por ahora. Sacó su guitarra y se acomodó en el sofá con un suspiro.
Perdió la noción de cuánto tiempo había estado sentado allí, tocando una melodía suave que le recordaba ojos azules, risas y seda. Cuando su teléfono vibró en su bolsillo y lo devolvió a sí mismo, pudo ver los colores del atardecer a través de la ventana.
"Oi, amigo", dijo Dingo cuando Luka levantó el teléfono. "Finalmente escapé, ooh, mala elección de palabras... Quiero decir, estoy fuera del trabajo ahora. Tomaré comida para llevar y nos encontraremos contigo en tu casa para que podamos…
"Lo encontré", interrumpió Luka, estremeciéndose un poco. Probablemente debería haberle enviado un mensaje de texto a Dingo hace horas para avisarle.
Oh bueno, el bastardo se lo merecía.
"¿Lo hiciste?" repitió Dingo, obviamente aliviado. "Sí. Bien. Bueno. Bien, cancela eso entonces…"
"Oh, no", lo interrumpió Luka. No vas a dejar de traerme la cena. Todavía necesito patearte el trasero.
"No es exactamente un incentivo, amigo". Dingo suspiró. ¿Quieres lo de siempre?
"En realidad", dijo Luka, pensando rápido. "Te enviaré un mensaje de texto con mi pedido en un minuto". Colgó antes de que Dingo pudiera protestar, se guardó el teléfono en el bolsillo y salió por la puerta principal.
"Esto es estúpido", murmuró para sí mismo, frotándose las palmas de las manos en sus jeans antes de llamar a la puerta de Marinette.
Abrió la puerta y su expresión curiosa se transformó en una sonrisa. "Luca". Ahora estaba completamente vestida y maquillada, y tan linda como la recordaba.
"Oye", se las arregló para decir, y esperó que su sonrisa no pareciera demasiado maníaca. "Um, mi mejor amigo imbécil me está trayendo comida para compensar por ser un tonto, y realmente me gustaría invitarte a cenar para compensar por lo de antes".
"Oh", la expresión de Marinette cambió a incertidumbre, y se mordió el labio. "Odiaría entrometerme..."
"Si lo prefieres, puedo traer tu comida cuando llegue aquí", ofreció Luka. "Pero definitivamente no estarías entrometiendo, me encantaría que te unieras a nosotros. Sin embargo, es totalmente tu decisión. Ni siquiera tienes que decidir ahora. ¿Te gusta el tailandés? Sacó su teléfono para mostrarle el menú.
"Me encanta el tailandés", admitió tímidamente, tomando el teléfono que él le ofreció. "Um... pero realmente no tienes que..."
"Quiero hacerlo", le dijo con sinceridad, y la sonrisa que ella le dirigió hizo que su ritmo cardíaco se acelerara unos cuantos latidos.
"Está bien", dijo ella, y él casi dejó de respirar cuando ella se subió los lentes de contacto. "¿Qué tal si solo agrego mi número y puedes enviarme un mensaje de texto cuando llegue, y... vendré un rato, si a ustedes realmente no les importa?"
"S-sí, sí, definitivamente, adelante", dijo rápidamente.
Sonriendo para sí misma, Marinette hizo exactamente eso y luego se envió un mensaje de texto antes de devolverle el teléfono. "Te enviaré un mensaje de texto con mi pedido, es un poco complicado", le dijo, "y luego supongo que te veré en un rato".
"Sí", Luka le sonrió. "Estoy deseando que llegue. Te enviaré un mensaje de texto en un momento.
Se las arregló para regresar a su propio apartamento sin romperse, y luego tuvo un ataque de pánico (muy silencioso, ya que ella todavía estaba al lado) en su sala de estar cuando le envió un mensaje de texto a Dingo con las dos órdenes y presionó enviar. Se encontró frente a la jaula de Sass, tratando de calmar su pulso con una respiración profunda. Sass lo miraba directamente a través del cristal, y si Luka no lo supiera mejor, habría pensado que el pequeño bastardo parecía presumido .
"Todavía estoy enojado contigo", insistió Luka, pero la sonrisa que partía su rostro probablemente no era muy convincente. "No me mires así". Él suspiró. Dingo nunca me dejará escuchar el final de esto. Si ella vuelve a hablarme una vez más después de conocerlo.
Bueno. Ese era un problema para el futuro Luka. Presente Luka acaba de conseguir el número de la chica sexy de al lado, y ella pensó que su serpiente era linda, y—
"Sí, esta cena con Dingo va a ser un desastre", se rió impotente, arrojándose en el sofá.
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