La cola del diablo 2.
Si, aunque no lo crean Sally la ardillita linda es amiga de Sonic y Sombra.
Al romperse el candado el erizo lo sacó y abrió la cajita lentamente…………….. Espió con un ojo y de susto salió un humo violeta que rebotó por toda el cuarto.
- ¿Qué rayos es eso?- se cubría en su cama.
La cosa esa rebotaba sin parar y Sombra tenía que hacer algo.
- ¡Ya me cansé! ¡Si! ¡¡Tengo poca paciencia!
El humo fue directo hacia Sombra y lo tiró al otro lado de la cama.
- Quieres pelear ¿eh? ¡Quieres pelear ¿eh!
La cosa estaba a un metro e hizo una seña positiva.
- ¡Entonces ven con papi!
Empezaron a pelear como 100 lucha.
Sombra volvió al piso y la cosa lo esperaba y se acercó a él lentamente.
El erizo no sabía que tomar para alejarlo, tomó un calcetín y solo él se espantó… tomó algo bajo su cama y el humo violeta estaba muy cerca.
-¡Vete demonio!- le mostró un crucifijo.
- ¡Aaaaaaaaah!- el humo se espantó y fue de regreso hacia la caja pero antes de entrar le hizo fack you a Sombra.
- ¡Yo te gano humito apestoso!- dijo haciendo fack you con las dos manos.
Se metió finalmente dentro de la caja.
- ¡Para que aprendas quién manda!
- ¡Sombraaa! ¡Si ya terminaste con mi pierna, mueve tu trasero y ven a sacarme los cayos!
- ¡Si abuela!- dijo sin ganas.
Al rato le estaba sacando los cayos a su abuela con un tenedor este trataba de no vomitar.
Al otro rato luego de sacar cayos fue a dormir, tranquilo en su alcoba con su ventana abierta. Esta medio destapado porque la mayoría de los hombres cuando duermen se revuelcan bruto.
En fin, éste dormía sin preocupación, hasta que pasó algo inusual. La caja se abrió y el humo violeta salió lentamente…… observó a Sombra dormido con la boca abierta…
- Jajaja.
Se preparó tomando impulso y se metió en la boca de Sombra.
- ¡Cof, cof, cof, cof!- se despertó con una mano en su cuello y luego esa cosa atragantada bajó por tráquea y sintió algo caliente en su ser pero al rato se hacía agradable.
Luego le volvía a doler, se levantó y se miró en su espejo.
Primero le dolía la espina dorsal en ella le salían como púas dobladas pero con filo.
- ¿Qué rayos me pasa? ¡Aaaaah!
Al final donde termina la espina dorsal su cola se hizo más larga y enflechada.
Luego le dolía la cabeza, la sostenía con sus temblorosas manos y de ahí salieron dos cuernos rojos.
Serró sus ojos fuertemente, creía que se les iban a salir. Solo cambiaron a un amarillo ámbar y sus irises eran como de gato y por último sus dientes todos eran colmillos. Como si fuera otro Sombra éste sonreía mirándose al espejo sus puntiagudos dientes.
- Mañana será un gran día, jejeje.
AL DÍA SIGUIENTE:
Sally caminaba con Sonic por el pasillo de la escuela.
La ardilla vio a Sombra caminado hacia ellos.
- Mira ahí está Sombra.- le dijo a Sonic.
Sombra a medida que pasaba le tiraba los libros a una chica, le daba puntapiés a alguien que se agachaba para recoger un lápiz y les hacía trabas.
- ¿¡Qué te pasa!- gritó un muchacho en el piso.
- Creo que desperté con el pie izquierdo y te di una patada con él.- dijo Sombra.
- ¡Vete al diablo!
- Jajaja, que gracioso es que me digan eso.
Sombra se sentía raro de nuevo, volvía ser el de antes.
-¿Sombra qué les hiciste?- dijo Sally sin creer lo que veía.
- ¿Qué?
Sombra se dio vuelta y mucha gente lo miraba mal recogiendo sus útiles.
- ¿Qué pasó aquí? ¿quién lo hizo?
Sus amigos lo miraban con el seño fruncido, luego se fueron.
- Oigan esperen.- los seguía Sombra. -¿Por qué me hacen esto?
- ¿No recuerdas nada de lo que hiciste?- dijo Sonic.
- No.
- Va en serio Sombra.
- No, se los juro, ni siquiera me acuerdo de haberme levantado esta mañana.
- Por fin pasó amigo.- dijo Sally.- Te volviste loco.
Sombra volvió a cambia sus ojos rojos por ámbar, volvieron sus cuernos y sus púas.
- ¿A quién le dices loco?
- ¿Te sientes bien?
- Querida amiga ardilla, jamás me sentí mejor.
- ¿Te salieron cuernos de la cabeza?- le preguntó Sonic señalándolos.
- ¿Por qué? ¿Te gustaría tener algo en la cabeza también?
Sonrió malignamente entre dientes puntiagudos, extendió su mano y levantó a Sonic por el aire.
- ¡Hey! ¿Qué haces?
- Sombra bájalo.- decía Sally.
- Jajajaja.
Él caminaba y a Sonic se llevaba.
- ¡Quiero bajar!
- ¿Qué te gustaría en tu cabeza, Soniquito? ¿Una pared?
Lo golpeó contra una pared.
- ¡Basta! ¡¿No vez que lo haces sufrir?- gritó la ardilla sufriendo y a los pocos segundos sacó palomitas de maíz y miró el espectáculo.
- ¿O te gustaría la otra pared?- lo chocó contra la otra.
- ¿¡Tienes basura en la cabeza!- le dijo Sonic.
- ¡Basura! ¡Claro ¿por qué no? buena idea!
Dio vuelta a Sonic cabeza bajo y salía de su ropa dinero, un bate de baseball, una bola de bolos y otras cosas…
Lo tiró asó como estaba en el cesto de basura. Sonic pataleaba.
Sombra miró s Sally y ella dio un paso atrás asustada.
- ¿Que me vas a hacer?
- Querida amiga ardilla, yo no lastimo a las mujeres… a menos que me traicionen o me nieguen una cita.
- ¿Tú la negarías?
- ¡No, no, no, no, no!
- Así me gusta.
- ¿Tú eres el diablo?
- Intimidad ¿eh?
- ¿Pero sigues siendo el Sombra que siempre conocí?
- ……. Ay, no te pongas sentimental… para eso está el cielo.
- Sombra promete que no harás más cosas feas, hasta entendamos lo que te pasa.
- ……………. OK……… Pero si los neos satánicos me ven haciendo paz se fastidiarán.
- ¿Puedo confiar en ti?
- ¿Puede alguien sacarme de aquí?- dijo Sonic parado con el cesto de basura tapando la mitad de su cuerpo.
Los dos lo miraron y volvieron a lo suyo.
- Bueno, el diablo no ha poseído todo mi cuerpo así que… estabien, no aré más maldades.- dijo cruzando los dedos.
- Bien, vamos a clases.
- Debo hacer algo antes.
- Sombra tenemos clases.
- El diablo no necesita la escuela.
La ardilla quedó sola entre los pasillos, a excepción de Sonic pero no le daba apunte.
Sola, pero dispuesta a saber lo que le pasa a su amigo satánico.
- Lo aré, resolveré este misterio. Vamos Sonic.
Se iba y él se chocaba con as paredes.
- ¿Sally?... ¿puedes ayudarme?... ¿¡Oyeee?
Fue corriendo hasta encontrar el camino a su aula.
El director de la escuela caminaba por ahí con un celular y hablaba.
- Si, seguro… le digo que es una buena idea… se lo repito la escuela es el mejor lugar para esconder mariguana… Comprobado, tres de cada diez alumnos lo descubren. Pero he hecho un plan que evitará que llegue a ella.
Pegaba un póster que decía, martes día de flan gratis en la cafetería de la escuela. No en el sótano en la cafetería.
- Ja, soy un genio.
Colgó y fue a su despacho.
Cuando quedó todo en silencio… un casillero se abrió y de allí salió… el hombre con capucha y sombrero.
- Parece que la historia continúa, jem, jem, jem. Pasó en otra escuela y en otra escuela y en otra escuela. Y así en más… debo hallar una salida sin que nadie me vea. Por que saben lo que pasa cuando me ve la gente.
Se iba de puntitas de pie apoyándose sobre las paredes.
- ¿Ho? o-o.
Se encontró con un conejito rosa con ojos bien grandes azules que lo miraba desde abajo. Era muy chiquito, tenía una cinta porque era el guardia de los pasillos.
- Hola pequeñita.
- No soy niña soy niño.
- Si claro que si. ¿Sabes cuál es la salida más rápida de aquí?
- ¿Puede decirme quién es usted?- puso sus manos en su cintura.
- Yo… eeeh, yo… So el vicedirector… si eso soy.
- ¿Su nombre?- dijo con voz chillona.
- Eeeeh, Winkel… Dinkel.
El conejito buscó en su lista por todos lados.
- No hay ningún vicedirector el la lista y su nombre no aparece tampoco.
- Por favor, necesito salir de aquí sino me harán pedazos.- dijo casi arrodillado.
- ¡Oh! Pero usted es…
- No, no lo digas… te daré una paleta.
- ¡Aaah! Los rumores de los adolescentes eran ciertos.
- Debe a ver una forma que me dejes salir de aquí. ¡por favor! ¡aquí son muy malos!- decía llorando.
- Bueno, hay una forma. ¿Tiene un pase para circular en los pasillos?
- Pues… yo……… no.- achicó la voz.
- Espere aquí por favor.
Fue tranquilamente hacia un gran botón rojo que había en la pared y lo presionó.
La profesora que daba clases en el aula de Sonic, Sally y Sombra su reloj hizo un ruido. Dejó en la mesa el libro que leía en la clase.
- Un momento alumnos.- miró su reloj moderno y se enojó mucho.
- ¿A si? Alumnos sigan leyendo sin mi.- se acercó a su reloj.- ¡Código rojo! ¡código rojo! ¡Atención a todos los profesores! ¡Código rojo en el tercer pasillo! ¡Esto no es un ejercicio! ¡Repito esto no es un ejercicio!
La profesora corrió enfurecida con un bate de fierro. Salieron más profesores con alambres, palos con clavos y por extraño que fuera uno tenía una ardilla rabiosa sujetada de la cola.
El conejo sopló muy fuerte el silbato.
- ¡¡Aquí está!
- ¡¡¡Aaaaaahhh!
El hombre con capucha salió corriendo y lo seguí una turba furiosa de licenciados.
- ¡Quiso robarme el auto!- gritó la profesora.
Corrió hasta llegar a la salida, sostenía su sombrero para que no se cayera.
- ¡Parásito con capucha!- gritó el profesor de lengua.
- ¡Nada se le escapa a Dinola!- gritó la de gimnasia.
Sujetó bien a su ardilla rabiosa y la lanzó.
- ¡¡iiiaaaaaaaah!
La ardilla subía y subía…… volaba, volaba…… caía, caía…… sobre el hombre extraño.
- ¡Noooooooo!
- Bien hecho Dinola.- la felicitó la profesora de francés.
- ¡Diez años de jabalina! ¿¡Qué te parece eso!- gritó Dinola.
Bueno… esta vez no escribí qué hará Sally y Sonic para recupera a su amigo… tendrán que recurrir a la magia negra y otras soluciones sin sentido. ¿Quiéren saber qué harán? Manden un revew. ¡Chau!
Friend of Zero- Keilavi.
