Hola! xD Gracias por sus comentariosemocionMe alegra tanto haber escuchado de ustedes y que les haya gustado... este cap. se me hizo algo dificil de escribir... X0x al menos el principio pues de momento se me fueron las ideas y luego me volvieron las ideas ..Uu Planeo ponerle algo de humor xD aunque no sea buena... me encanta la comedia! nxn la adoro y quiero intentar ponerla! O-o... em... ahora los saludos ..
Dakota Ikeda: .. TU! xD hojee tus fan-fics... ya sabras la curiosidad u uU xD pero weno... si tomare tu critica y te agradezco que me hayas sido sincero/a xDU... tal vez no se note con rapidez, pero hare mi esfuerzo por mejorar en esa parte... al principio como mencione antes estaba algo turbada hasta que le tome el ritmo... oxo por cierto... si quieres llamame Kisa xD Espero verte pronto... y entiendo... uxu el tiempo... xD pero muchas gracias sensei aprecio mucho a las personas que son sinceras y espero que lo sigas siendo... n n
Judi-chan: Wa! Que bueno que te haya gustado el fic... esta vez si planeo terminarlo... para eso tendre que esforzarme demasiado porque al minimo error me desplomo ..UU xD pero weno... muchas gracias >o espero verte!
Han-Ko: Que bueno que te gusto el fic n n aqui hay otro "chappy" como dirian otros xD..
Muchas gracias por sus reviews... me hacen feliz ;O;! y si alguien mas leyo xD gracias tambien y dejen un frikin' comentario porfas X0x
Capitulo 2: Viejos Amigos
Las heridas de la espalda continuaban sangrando a través de la camisa polo que con algo de suerte pudo robar de una tienda y se sentía algo dormido y no podía caminar con facilidad. Se tambaleaba de lado a lado en aquella calle con variedad de tiendas donde acostumbraba venir mucha gente. Se le hacia difícil mantenerse despierto lo que causaba pequeños tropiezos con las personas que paseaban por allí.
- Rayos, olvidé mis heridas.- susurro débilmente deteniéndose al lado de un edificio donde apoyo su mano izquierda en lo que pensaba en una solución a su problema, no quería ir a un hospital y era que los odiaba. – Ya se.- sonrió a su respuesta victorioso y con un gran esfuerzo corrió rápidamente entre la multitud de personas hacia su destino.
Un joven de cabello oscuro con una coleta y de ojos azules, cansado por el duro día de trabajo en el hospital dejo escapar un gran bostezo y estiro su cuerpo caminando fuera del baño pensando en algo que podría hacer para no quedarse aburrido o interrumpir el silencio que tanto lo incomodaba, una de las tantas razones por la cual deseaba una compañera.
- Veamos… ¿Qué habrá en la televisión?- musito tomando el control de la mesa en el centro de la sala en donde se sentó en el sofá mas grande y cómodo.
Luego de un rato estaba acostado sobre el sofá, sus ojos le pesaban y estaba listo para dormir tranquilo y sin preocupaciones, pero el toque estruendoso de la puerta principal lo alarmo.
- ¿Q-Quién será?- se pregunto algo aturdido por el inconveniente.
Se acerco a la puerta que seguía siendo tocada casi de forma salvaje y cuando la abría sus ojos se abrieron al encontrarse con los ojos dorados de su viejo amigo…
- ¿Inuyasha?- cuestiono creyendo que sus ojos lo traicionaban.
- Ho…la…Miro…ku…- respondió sonriendo débilmente dejándose caer al suelo intentando mantener sus ojos abiertos. – Estoy… herido…- susurro… -…mi espalda…-
- ¿Cómo?- se agacho a la altura de Inuyasha retirando con precaución la larga cabellera plateada que cubría las finas marcas rojas en la blanca camisa¿Cómo le había sucedido esto? Abrió su boca para preguntar, pero la pregunta nunca salia… no era el momento… tomo el brazo de su amigo pasándolo sobre espalda y con la mano libre tomo el torso de su amigo para llevarlo a su habitación.
Débilmente abrió sus ojos encontrándose en una habitación iluminada con un gran juego de cuarto, sobre una cama acolchonada y cómoda aunque desordenada en el centro de la habitación al lado izquierdo había una ventana a través de las cortinas que hacían juego con las demás cosas en el cuarto…
- Esta tiene que ser la habitación de Miroku.- susurro recordando donde estaba y sentándose sobre la cama con algo de dificultad percatándose de las vendas que cubrían casi todo su torso desnudo y sintiendo la oreja lastimada un poco aliviada. – Se nota que es doctor…- sonrió recordando las tantas veces que Miroku le contó sobre lo que deseaba ser en un futuro…
- Inuyasha.- Miroku entro a la habitación sosteniendo una bandeja llena de comida y al cerrar la puerta se acerco a su amigo que observaba la ventana queriendo observar lo que estaba más allá de esta. - ¿Qué sucede?- consulto colocando sobre la cama la bandeja de plástico con cuidado para evitar que se cayera.
- Extraño mi libertad…- respondió sin dejar de mirar la ventana reflejando en su dorada mirada la profunda melancolía que sentía.
- Come.- le dijo sacándolo del mundo en el que estaba empujando un poco la bandeja queriendo incitarlo a comer aunque sea un poco.
- Ah… si…- comenzó a comer sin mucha energía, a pesar de que estuvo por un tiempo en ese antiguo almacén oscuro por un tiempo que se le hizo largo sin poder comer… no tenia hambre, pero no podía rendirse…
- No quise preguntarte cuando llegaste, pero…- comento tomando una actitud seria.
- Me vendieron…- interrumpió sin mirar a su amigo que lo observo sorprendido.
- ¿Cómo?- dijo sin entender.
- Sesshomaru siempre me detesto por ser así… no me resulta raro que me haya hecho esto…- comento echando a un lado el plato como si el mencionar el nombre de esa persona le revolviera el estomago y le quitara el poco apetito que tenia. -…me entrego a Naraku y allí me golpearon…- concluyo ahora fijando de forma penetrante a los ojos oscuros de su amigo que no lograba ocultar la impresión de sus palabras.
- Vaya…- susurro siéndole difícil creer en las palabras de su amigo, inclino su cabeza en el suelo donde su vista se mantuvo pegada por varios segundos. - ¿Qué harás?- pregunto finalmente ahora enfrentando la mirada de su amigo.
- Iré a vivir con el anciano Myoga en Osaka.- contesto dirigiendo su mirada al vaso lleno de jugo de naranja el cual casi toma en su mano cuando…
- ¿Escaparas?- corrigió levantando una ceja intentando molestarlo en medio de aquella seria conversación y casi se ríe frente a el cuando su amigo se detuvo sin tomar el vaso.
- No.- respondió dirigiéndole una mirada asesina que acostumbraba a helarle el alma a su amigo, pero por alguna razón esto nunca sucedió… en su lugar rió a carcajadas… - ¿Q-Qué te sucede?- pregunto perturbado.
- ¡Jajaja¡Esto me recuerda tanto los viejos tiempos!- dijo entre risas y en un tono alegre que sorprendió a Inuyasha.
- ¡Feh!- volteo su mirada hacia al lado cerrando los ojos que destellaban la alegría de volver a ver a su amigo que seguía siendo el mismo idiota de siempre… idiota…- Sigues siendo el mismo idiota de siempre Miroku.- comento divertido por la forma en que su amigo tomo el comentario.
- Eso no es gracioso.- se defendió fingiendo estar herido y levantándose para tomar firmeza.
Es así que la conversación de dos viejos amigos se torno como solía ser en el pasado. Inuyasha apreciaba mucho a su amigo aunque no parecía ser así y era porque Miroku fue de las pocas personas que se le acerco para ser su amigo y aunque al principio se alejo de el por obvias razones terminaron siendo los mejores amigos que se apoyaban en las buenas y las malas situaciones hasta que se separaron cuando se graduaron de secundaria. Miroku estudio en la más prestigiosa universidad para ser doctor e Inuyasha volvió a su casa por órdenes de su padre que decidió entrenarlo para que tomara el control de su empresa… pero todo resulto mal y terminaron las cosas de esta forma…
- ¿Cuánto tiempo debo permanecer aquí?- consulto Inuyasha luego de una larga platica donde no pudo evitar algunos pensamientos fugaces sobre su viaje a Osaka.
- Bueno… esas heridas no sanaran rápidamente… y…-
- Eso significa que será por un buen tiempo…- asumió el otro molesto.
- ¡No, no!- negó. – Se podría decir por una semana…-
- ¡Maldición!- exclamo. - ¡Miroku tengo que irme mañana mismo!-
- Eso no es problema…- sonrió dejando sobre la mesa el café que preparo para mantenerse despierto durante la conversación. – Puedo llevarte a Osaka… con la condición de que te mantengas en reposo… al menos durante una semana…- dicho esto cambio su semblante a uno serio. – Y lo digo como tu doctor.- concluyo.
- ¿Haces eso mismo con tus pacientes?- consulto asustado por el cambio tan repentino de su amigo. - ¿O es que te haz vuelto bipolar?-
- Hago eso mismo con mis pacientes.- respondió sonriendo tomando un sorbo del café. – Además siempre he querido decirte algo similar.- agrego divertido dejando sobre la mesa la taza vacía.
- Ah.-
La conversación termino bastante entrada la noche interrumpida por el sueño insistente de Miroku que durmió en la habitación de al lado. Luego de varios minutos dando vueltas en la cama sin lograr conciliar el sueño, finalmente logro dormir…
Muy temprano en la mañana, Miroku despertó como acostumbraba hacerlo para ir al hospital a donde llamo para avisar que no podría ir ese día a trabajar y luego llamo a la casa del anciano Myoga departe de Inuyasha para notificarle sobre su estadía la que el anciano acepto gustosa…
- ¡Arriba Inuyasha!- grito Miroku golpeando con fuerza la puerta para interrumpir en el sueño de su amigo que no quería despertar.
- Déjame…- ordeno irritado por la molesta voz de Miroku que en estos momentos lo enojaba.
- ¡Inuyasha levántate¡Recuerda que hoy--!- exclamo muy cerca del oído de su amigo esperando que con ello se diera por vencido…
- ¡YA SE!- grito a todo pulmón levantándose de forma repentina asustando a Miroku que retrocedió un brinco del susto. – Aish…- se arrasco la cabeza manteniendo los ojos cerrados para evitar toparse con la molesta luz que entraba a través de la ventana que abrió Miroku en uno de sus tantos intentos por despertarlo.
Luego de unas cuantas discusiones, como Miroku convencer a Inuyasha de que peinara su larga cabellera, partieron de camino a Osaka en el auto de Miroku mientras Inuyasha observaba el camino algo dormido pero sumergido en sus pensamientos… el frío viento de la mañana movía los flequillos que caían sobre cara causando mayor comodidad para el joven que con gran esfuerzo intentaba mantenerse despierto…
- Inuyasha no te duermas… no quiero tener a alguien a quien envidiar…- le advirtió su amigo que andaba igual de cansado y ver a alguien dormido no le daría la concentración suficiente para guiar.
- ¡Si, Si!- respondía Inuyasha cada vez que el interrumpía justo en el momento que sus ojos cerraban finalmente. – Solo dedícate al volante.- le ordeno dirigiéndole una de sus miradas asesinas que aunque Miroku no la vio directamente, la percibió y lo ponía nervioso.
- Si, pero no me mires así.- le suplico nervioso.
- Idiota.- susurro…
Continuara…
Veamos... mmm... xD soy muuuy parlanchina! .. asi q no me culpen de hablar de lo que sea... ;x; el tema de hoe? xD necesito mi besha cara: asterico + guion + asterico! amo esa cara y la estaria usando muchas veces si no fuera porque fanfiction me la omite uxu... xD am... ahora mismo tengo dolor de cabeza X0x duele muxo! ;0; pero como veran... .. soe algo... terca y me rehuso a irme... X0x AHHHHH! DUELE! x-x aios...
P.D: Dejen reviews... ;0; I beg you!
Lucid K. Nightmare...
