Capitulo 10: ¿Quién es Kikyo?
No podía dormir en aquella noche despejada de nubes, abierta a la hermosa luz de la luna llena. Debajo del árbol Goshinboku con los ojos fijos en el cielo pensaba en muchas cosas. Inuyasha posaba sus ojos dorados directamente en la luna sin percatarse que mientras recordaba muchas cosas, una silueta que tampoco podía dormir se acercaba sutilmente, temiendo interrumpir algo importante, como una reflexión o algo así.
- ¿Inuyasha?- pregunto tímidamente, la voz muy bajita, con sutileza. – Ehm… Inuyasha…- llamo esta vez con mas fuerza, tras que el pareció no escucharla y esta vez la miro, posando sobre sus ojos castaños, su mirada dorada, la que resplandía hermosamente a la luz de la luna, algo que antes no había logrado ver, nunca lo había visto tan… ¿guapo?
- ¿Qué sucede?- consulto encogiéndose de hombros, pues la noche era algo fría.
No quiso acercarse, se quedo allí parada, esperando que el la invitara a sentarse a su lado o algo así, seguramente había interrumpido algo… y con los ojos tímidamente puestos sobre su mirada espero. Inuyasha la observo varias veces luego de percatarse de su llegada, miradas fugaces, esperando que ella se acercara, pero no… continuo allí parada como una tonta, mirándolo con esa miradita que comenzaba a exasperarlo… ¿Qué esperaba para acercarse?
- Oye¿te vas a quedar ahí parada?- le pregunto finalmente con la ceja levantada y Kagome aliviada sonrió, una sonrisa incomprendida para Inuyasha que como único método para escapar del pequeño enojo que la muchacha provoco en el, miro la luna…
Kagome camino hacia a el sin decir nada, asumiendo que si había logrado arrancar un enojo de su parte, algo que no comprendía. Inuyasha pensaba en Kikyo… y aquellos recuerdos siempre lo llenaban de dolor, ya era algo de él, algo que no podía evitar…
- ¿Qué te sucede?- pregunto finalmente Kagome esperando que no estuviese metiéndose en algún asunto que no fuese de su importancia.
- Solo pienso.- contesto secamente y sin mirarla, su voz sonando distante, al menos para el gusto de Kagome quien solo inclino un poco su cabeza mostrando su derrota, ya no preguntaría mas, no quería que el le gritara.
El silencio pasó, cada uno en sus propios pensamientos. Kagome preguntándose que Inuyasha pensaba, el porque estaba así y el otro pensando en Kikyo¿Por qué no podía olvidar aquello? No era su culpa que se haya vuelto una loca y… cerró los ojos con fuerza al igual que uno de sus puños, tratando de que el pensamiento abandonara su mente de inmediato, tan pronto como llego. Entonces Inuyasha recordó a la muchacha, que estaba a su lado con la visto fija en el suelo, denotando la tristeza en el castaño de sus ojos, sin saber el porque, sin saber que la razón era por la forma tan seca como respondió a su pregunta, proveniente de la mas sinceras preocupaciones, respondiendo de una manera tan distante, al menos para Kagome le resulto doloroso.
- Kagome…- susurro suavemente, ahora su voz con ese mismo tono que solía usar con ella, solo para ella… para su… ¿amiga?
El largo tiempo que paso sentada a un lado, silenciosa, sin decir nada, esperando que el se volteara y le dijera algo… fue un tanto doloroso… y aunque trato de verse mas distraída que triste no logro nada. Ya cuando creía que la tristeza era demasiado de obvia, ya cuando se iba a levantar para abandonar, escucho su nombre salir de los labios del muchacho ahora volteado hacia a ella, usando el tono que usaba con ella, pero esta vez un tanto diferente… tan diferente que provoco un sonrojo leve, que paso desapercibido.
- ¿Si?...- contesto sin mirarlo, abandonando la idea de irse a su casa, ya que… a decir verdad, disfrutaba estar a su lado.
- ¿Te encuentras bien?- dijo como única pregunta, demostrando su preocupación.
- Si, estoy bien.- dijo sonriendo, mas alegre, mas animada y ahora volteada a el. - ¿Y que hacías aquí?- pregunto intentando regresar al tema, pues ahora que Inuyasha estaba volviendo a su humor típico, pensaba que no le contestaría como hace rato.
Apenas ella termino la pregunta, un poco molesto porque ella se lo recordó volteo la cabeza con rapidez, posando sus ojos en un punto invisible en el que no se concentro, sino en sus pensamientos, preguntándose si decirle o callar…
- Gomen nasai…- murmuro Kagome luego de varios segundos, no demasiados, en los que asumió que cometió un error al volver a preguntar.
- No te preocupes…- contesto y Kagome se encogió de hombros mientras recogía sus piernas hacia su pecho.
Otro poco tiempo pasó donde el silencio reino, hasta que Inuyasha decidido a terminarlo se volteo hacia a ella…
- Pensaba en Kikyo…- contesto a su pregunta anterior y Kagome abrió sus ojos sorprendida, no pensaba que le iba a responder y lo miro aun con los ojos abiertos, deseosa de saber aun mas, de preguntar mas, pero a la vez con temor a tocar un tema que no debería de tocar, por lo que sonrió forzosamente, como única respuesta… no quería herirlo con recordar algo malo, pues la profunda tristeza y melancolía se reflejaba en sus destellantes ojos dorados cuando llego.
- Ya veo…- dijo finalmente y bajo la cabeza, colocándola sobre sus rodillas.
- Era una amiga…- continuó sin sentirse forzado, simplemente deseando liberarse de aquella tortura, porque si seria amigo de Kagome… no deseaba guardarle secretos.
Kagome se irguió y lo miro con los ojos abiertos, sorprendida¿acaso le contaría? Se acomodo para escucharlo, aunque no estaba segura de que el le contaría todo…
- Bah… no estoy seguro de que alguna vez fuese mi amiga…- menciono haciendo una mueca, luego le sonrió a Kagome, una sonrisa leve, denotando la tristeza de sus recuerdos… una sonrisa que casi le parte el alma a Kagome pues creía que era su culpa que el estuviese así…
- Gomen…-
- Mi padre me llevo a la casa de un amigo suyo…- interrumpió su disculpa para evitar tener que discutir con ella, presintiendo que la muchacha estaría llenándose de culpa, cuando fue su propia decisión la que lo estaba llevando a contarle… a confiarle a ella lo que últimamente le atormentaba mas…
Kagome lo observo a los ojos, con algo de timidez, temiendo encontrar en ellos algo de dolor o para ser exactos, deseaba saber si el se estaba obligando a contarlo, algo que no encontró… para su alivio, por lo que escucho atenta…
"Allí me impusieron unas normas… Me dijeron: - No salgas de tu habitación, estará a tu disposición una sirvienta y podrás llamarla cuando quieras.- Así viví varios días, encerrado en mi cuarto… y acercándose la semana de vivir allí, hastiado de estar encerrado… Salí de allí… usando la ventana y comencé a caminar por los alrededores, siempre cuidando de que nadie me viese. Entonces la encontré sentada, leyendo un libro bajo la sombra de un frondoso árbol… a Kikyo. No decidí acercarme a ella, sin embargo busque la forma de treparme en un árbol cercano sin que ella lo notara y lo logré. Pase tiempo viéndola hasta que me hablo, de alguna forma estaba intentando comprobar sus sospechas, su presentimiento de que no estaba sola, de que estaba siendo vigilada… conversamos, aunque nunca quise bajarme y hablar a su lado, temía el rechazo. Cuando se fue, volví de inmediato a la habitación aun pensando en ella, la sirvienta llego con la comida sobre la bandeja y le pregunte sobre Kikyo…
- Es una buena chica, pero esta acostumbrada a fingir ser alguien que no es, cuando anda con otras personas…- respondió la sirvienta mientras dejaba la comida sobre la cama. Yo la observaba hasta que se fue.
Todos los días, por la tarde… Kikyo se sentaba debajo de la sombra del mismo árbol a leer su libro, el que nunca me causo curiosidad, solo la observaba desde el árbol que escogí para esconderme hasta que ella se decidía a hablarme… al principio fue muy indiferente, fría… pero con el pasar del tiempo su voz se volvió más suave cuando me hablaba… y un día me dijo que me parecía a ella… nunca la comprendí, ni siquiera ahora logro comprender lo que me decía…
- ¿Por qué nunca te muestras?- me pregunto una vez.
- Porque no estoy seguro de que te agrade lo que vayas a ver…- conteste obviamente refiriéndome a mi apariencia.
- Me agradas, Inuyasha… no creo que sea tan malo verte…- menciono y retomo su lectura dejándome algo pensativo.
Llego un día en que los padres de Kikyo andaban en una cena de negocios y me había contado que su amiga venia esa noche. Deseaba conocerme y me pidió que estuviera debajo del árbol, esperándola. Fue difícil tomar la decisión, pero finalmente opte por ir y la espere… llego ella, riendo con su amiga a su lado, la mire sonriendo levemente, pero mi sonrisa se desvaneció cuando luego de verme, me dijo…
- ¿Es mi imaginación o tiene orejas de perro?- pregunto algo extrañada.
- Uish… no es tu imaginación… alejémonos… es un fenómeno…- sugirió su amiga y Kikyo rió de forma breve.
- Oye… fenómeno…- hizo una mueca de burla para la diversión de su amiga. -…te pido que por favor te vallas… estoy esperando a un amigo…- agregó y sonrió junto a la risa de su amiga.
Me levante dolido, molesto… y la observé con esa mezcla de sentimientos, lo más profundo que pude, recordando las palabras que me dijo… recuerdo que me pregunte en ese momento¿Acaso esta eres tu, Kikyo? Me vio con desagrado.
- ¿Qué miras?-
- Nunca pensé esto de ti…- murmure mas para mi mismo que para ella, quien entrecerró los ojos, como intentando descubrir la familiaridad de mi voz.
- Tu voz se me hace conocida…- susurro.
Yo sonrió mostrando mi dolor, pero a la vez la ira que sentía contra ella…
- Claro…- dije. – Soy yo… tu amigo, el fenómeno Inuyasha…- me presente aplicando un tono de sarcasmo mientras extendía mis brazos hacia los lados… ella abrió su boca, la que oculto tras sus manos… sus ojos se abrieron. - ¿No te lo esperabas? Seguramente creías que era un bello joven… ah… olvide que también normal…- continué. – Gusto en conocerte, Kikyo.- hice una reverencia final y me aleje, sin siquiera dignarme a ver su reacción.
Luego de aquello, al otro día toco a mi puerta, la que por supuesto no quise abrir… desde afuera me dijo cuanto lo sentía, que si hubiera sabido quien era no lo hubiera hecho… se notaba que estaba a punto de llorar. Yo me sonríe y decidí responderle… le dije…
- ¿Y si no hubiera sido yo? Hubieras continuado¿no? Tus burlas destruyen, Kikyo… yo soy victima de las constantes burlas de las personas y no perdono a quienes se burlan de otros… tu fuiste una… pero cuando supiste quien era, dejaste de burlarte… solo porque era Inuyasha, pero si hubiera sido otra persona, seguramente hubieras seguido… solo para divertir a tu amiga, para mostrarte ante ella… como una persona divertida, pero para mí… eres decepcionante… me agradaba la verdadera Kikyo, pero tiene en ella un defecto que nunca perdonare.- le conteste y no oí mas… solo el llanto de ella, que para ese momento me era indiferente, pero ahora… se él porque le dolía tanto… y me arrepiento de haberle dicho aquello.
Un día que me parecía normal, se oyeron gritos aterradores, gritos que me obligaron a salir de mi habitación para averiguar que era lo que sucedía… corrí hacia donde lograba oír los llantos, que me condujeron a uno de los baños de la casa y para mi sorpresa, encontré el espectáculo de sangre mas aterrador de mi vida, que solo alcance a ver durante unos segundos antes de que me alejaran del umbral de la puerta…
- ¿Por qué me saca?- pregunte desesperado con los ojos bien abiertos, demostrando mi terror. - ¿Por qué no la sacan¡Llamen a una ambulancia¡Seguramente Kikyo esta inconciente!- mi tono aumentaba, pero el hombre… el padre de Kikyo no respondía hasta que me golpeo fuertemente en la cara, casi caigo, pero reaccione a tiempo.
- ¡Idiota!- fue lo que contesto. - ¡Se suicido!- dos palabras que abrieron mis ojos… Kikyo se corto las venas… en ambas manos y se sumergio dentro del agua a esperar su muerte, desangrándose… - ¡Y fue por tu culpa, maldito!- se le ahogó la voz y no logró evitar llorar… no comprendía a lo que se refería, incluso me enoje…
- ¿Qué le pasa?- reproche cuando la mamá de Kikyo me lanzo una carta que yo observe por encima y luego la mire sin comprender.
- Escribió dos cartas… una para nosotros y una para ti…-
Recuerdo que el papel tenía varias arrugas… comprendí que escribía mientras lloraba y allí escribió:
Inuyasha:
Se que lo que dije fue horrible, se que te desilusiono departe de mí… pero me he vuelto esta persona por una razón: Para no sufrir lo que tú sufres… Es por eso que me burle de ti… quise demostrarle a mi amiga que no era la persona que antes fui… la persona de la que se burlaban… como te pasaba a ti…
En ese momento abrí los ojos…
Lo lamento tanto… dios mío… me había prometido no ser como esas personas… no juzgar por las apariencias de los demás, ni mucho menos burlarme de ellos… pero al parecer con el pasar del tiempo olvide esa promesa y comencé a hacerlo… ahora perdí tu amistad… me hiciste ver lo que hice… lo que estoy haciendo… ¡Me estoy convirtiendo en algo que no quiero hacer! No quiero ser así… Inuyasha… gracias por abrirme los ojos… gracias por tu amistad… la única sincera que he tenido en mi vida y ahora que la he perdido me siento tan mal… No te sientas culpable por lo que hice… por favor…
No pude evitar llorar por la muerte de ella… comprendí el porque había hecho eso y porque lloraba tanto, como aquella vez en la habitación. No solo por lo que me hizo, sino también porque descubrió que estaba siendo como aquellas personas… Kikyo quería escapar de su pasado…
Tan pronto los familiares llegaron del funeral, yo estaba preparado con mis maletas, algo ingenioso pues me echaron y termine en manos de otra persona… en quien no entrare en detalles…"
El silencio reino entre ambos tras la historia… Inuyasha sin mirar a Kagome esperaba paciente su respuesta, tratando de no precipitarse a la idea de que ella se alejara por lo que le contó, algo que si llegaba a suceder, terminaría por hundirlo en la depresión… en la que comenzaba a entrar… Kagome se quedo analizando lo que Inuyasha le dijo, aun sorprendida por su relato… Cuando ya estaba a punto de perder la paciencia, ya torturado por su silencio, la muchacha dejó escapar un suspiro enorme y se volteo sonriendo levemente…
- Le diste una amistad sincera…- susurró.
- Pero la acabe…-
- Ninguno es mas culpable que el otro…- fue lo único que pudo decir, no sabía como consolarlo y eso la hacia sentir un poco inútil, porque aquello… se notaba que para Inuyasha era doloroso… aquel sentimiento de inutilidad, la llevo a llorar para la sorpresa del muchacho…
- ¿Por qué lloras?- le pregunto sorprendido, los ojos bien abiertos.
- No se como ayudarte…- fue lo único que contesto, la cabeza inclinada al suelo y aunque los ojos estaban cerrados, las lagrimas caían, humedeciendo el suelo sobre en el que caían. – Ahora te molesto con mi llanto, pero… pero no me gusta verte triste…- lo miro, las lagrimas brillando a causa de la luz de la luna, al igual que sus ojos. – Lo único que se… es que eres una buena persona… Kikyo no quiere verte triste… ni quiere que te sientas culpable…- agrego y bajo finalmente la cabeza sollozando levemente.
Inuyasha se quedó viéndola con los ojos bien abiertos hasta que se quedo callada, lo pensó un momento mientras la miraba con tristeza… y sin explicarse porque, como si sus brazos se movieran por su cuenta… los rodeó alrededor del cuerpo de Kagome, quien abrió sus ojos, deteniendo el llanto de inmediato, bastante sorprendida… ¿la estaba abrazando? Se pregunto sin lograr responderse, pues el muchacho la aferró con mas fuerza… tanto que sentía su corazón latiendo contra su pecho que, a diferencia del suyo, latía mas calmado y su respiración era normal mientras que ella apenas podía respirar, estaba nerviosa y comenzó a sentirse mareada, sin saberlo estaba rojísima.
- No estaré triste…- le susurro y la respiración de Kagome se hacia aun mas dificultosa de lo que ya estaba, pues el cálido aliento de Inuyasha golpeaba justo en su oído. -…te haré caso… pero no llores… eres muy especial para mi, Kagome y no quiero que por mi culpa estés triste…- continuó, sus palabras parecían fluir de su boca sin dueño propio… no lograba comprender como le había dicho aquello, pero… tenerla cerca lo hacia sentir seguro, lo hacia sentir un ser humano y no un fenómeno como otros lo llamaban, olvidaba sus defectos y sus prejuicios… Era algo nuevo, apenas conociéndola y se sentía así… la aferró aun mas a su cuerpo, queriendo sentir los latidos de Kagome con más precisión, queriendo tenerla por lo menos un momento así de cerca…
Kagome se acomodó dentro de su abrazo, sintiéndose extrañamente segura en este… una calidez rondaba en su pecho y sentía extrañas sensaciones… como por ejemplo… en su estómago sentía como… ¿mariposas? Para ella, Inuyasha era especial… muy especial… cerro los ojos preguntándose porque… pero su pregunta se fue acompañada de la suave brisa que rondaba en aquella bella noche, olvidándose de esta…
Ishhh o0ó ¡Volví! Finalmente, yeah OwO… xD Pido muchísimas disculpas, pero me restaba inspiración y no me gusta hacer algo que no me agrade porque si hago eso, corro el riesgo de que nunca me vuelva la inspiración y weno, resulto que un día me senté y me puse a escribir lo que tenia planeado… oxo me gusto eso y dije: Vamos a seguirlo owó. Abrí el programita y me puse a escribir… o-o y bueno recupere la inspiración (y algo mas que había perdido x xU) así que en agradecimiento al fic, me dedicare a terminarlo…
P.D: Muchísimas disculpas, espero que no dejen de leer y si lo hacen entenderé… esta vez no reclamare u uU (No como otras veces xDU) y si me dejan reviews realmente se los agradeceré.
Lucid K. Nightmare
