Al cabo de unos momentos estaba a menos de dos metros del rubio, y éste confiado intentó atacar de nuevo…
-RICTUSEMPRA!
Esta vez el hechizo casi golpea a Shane pero justo a tiempo.
-PROTEGO!
Un enorme escudo naranja cubrió su cuerpo y el hechizo rebotó yendo a romper un ventanal.
Ahí Shane se cansó y empezó a atacar.
-¡RELASKIO!
El hechizo golpeó a Malfoy en el estómago haciéndole volar hasta impactar contra la pared de espaldas.
-Zorra...-murmuró casi sin fuerzas.
Pero de pronto se levantó de un salto y dirigiendo la varita a los pies de Shane invocó un complicado hechizo.
-¡SERPENSORTIA!
Una inmensa serpiente negra apareció a los pies de Shane e inmediatamente atacó.
Shane esquivó el ataque con gran maestría apoyando su peso en una sola mano y girando sobre si misma.
Después la serpiente se enroscó sobre su propio largo cuerpo y después se impulsó con su cola y saltó hacia Shane. Esta se agachó justo a tiempo para luego rodar por el suelo y apuntar a la serpiente con la varita.
-¡VIPERA EVANESCA!
Con la mirada furiosa miró a su oponente y sus ojos volvieron a su color original, cosa que tranquilizó a algunos, pero a Malfoy le dio más miedo aun con esos ojos felinos, como si le diese la impresión de que de un momento a otro se fuera a transformar en un enorme tigre y se abalanzara sobre él.
-¿Qué pasa, Malfoy? ¿Le tienes miedo a los gatitos?-ronroneó Shane, su mirada se tornó perdida y perdió la noción del tiempo, un gran error por su parte puesto que Malfoy aprovechó su estado para desarmarla.
-¡EXPELLIARMUS!
La varita de Shane voló bastante lejos, cerca de la puerta que daba a los terrenos del colegio.
Los merodeadores se asustaron Joss estaba dispuesto a intervenir si las cosas se ponían peor, pero no quería desautorizar a la rubia en su primera batalla, no sería bueno para su imagen como merodeadora.
Curioso, buscó a Sirius con la mirada, si tan interesado estaba en Shane, estaría tan dispuesto o más en entrar a defenderla. Pero lo que vio le dejó helado.
Sirius estaba en un rincón justo antes de la puerta del gran comedor, arrinconando a una chica, a la que identificó como Stefany. Observó como la besaba con pasión y lujuria, como deslizaba sus manos por debajo del suéter de la morena y a la vez acariciaba sus muslos. Su ira afloró a la superficie y lo único que quería hacer era pegarle un puñetazo a Sirius por jugar con Shane, pero no, le seguiría el juego y al final se descubriría toda la verdad.
Al oír un agudo grito se dio la vuelta hacia el centro del vestíbulo.
Malfoy se había lanzado por los aires hacia Shane. Vio con horror como la alcanzaba y caían los dos al duro suelo de piedra. Podía ver la triunfante sonrisa de Malfoy, pero también le pareció ver un atisbo de ironía en el naranja de los ojos de Shane.
Todo sucedió muy rápido. Malfoy, que había quedado encima de Shane, en una posición muy comprometedora, salió volando y fue a golpearse en la cabeza con un enorme reloj de arena, que esparció su contenido encima de la cabellera del rubio.
Shane estaba tumbada en el suelo, su pecho subía y bajaba rápidamente, se podía ver el agotamiento en su cara, pero cuando oyó la voz de Malfoy reaccionó.
Malfoy se había levantado y mirando la varita de Shane dijo desesperadamente:
-¡¡ACCIO!
Pero Shane no se iba a dejar humillar por semejante personaje con la cabeza llena de arena, así que según estaba tumbada en le dura piedra del suelo se levantó impulsándose con las piernas y al ver como su varita se dirigía rápidamente hacia malfoy exclamó
-¡¡¡¡CARPE RETRACTUM!
Como si de un garfio enorme me tratara la varita de Shane se le fue de las manos al rubio y cayó entre los delicados dedos.
Malfoy, ya cansado de la rubia decidió darle caña al asunto.
-¡TE VAS A ENTERAR GOLFA! ¡¡SECTUMSEMP...!
-¡¡SILENCIUS!- se adelantó Shane-.
Malfoy no pudo acabar de maldecir a la rubia, no podía hablar, y por lo tanto no podía maldecirla, puesto que no dominaba bien los hechizos no verbales.
- ¡INCÁRCERO!
Unas gruesas cuerdas se enroscaron alrededor de Malfoy, que cayó con un sonoro golpe al suelo.
De inmediato se oyeron los vítores y aplausos de los Gryffindor y unos segundos más tarde varios profesores se adelantaban entre la multitud y se llevaban a Malfoy y a Shane al despacho del director seguramente.
- Nunca había visto a una alumna de 6º batirse así, ¡que técnica!- el profesor Slughorn estaba muy asombrado por el combate.
Joss estaba hablando con Lily, James y Remus sobre la pelea, y sobre que castigo podrían ponerle a Shane.
-¿Qué pasa? ¿De que habláis?- Sirius llegaba con una sonrisa de oreja a oreja, y tras decir eso se dio la vuelta sensualmente para despedir con un guiño a la morena con pinta de ramera que salía del comedor en esos momentos.
-Sirius, hermano, ¿estas en tu mundo o que?- James le miraba como intentando leerle el pensamiento, ¿a que jugaba? James era de la misma opinión que Joss, aunque no conocía mucho a Shane (de 1 día) no le gustaba que Sirius jugase con la gente, además la chica parecía una buena persona.
-No... En mi mundo no... Es que...-murmuró Sirius.
-No, estaba en el mundo de los muslos y los pezones de la ramera de Gryffindor ¿verdad, amigo?-le espetó Joss
-¡No es ninguna ramera!
-Ah ¿no? ¡Es verdad la única puta aquí eres tu Sirius lo olvidaba!-el tono de voz de Joss tal vez era demasiado sarcástico, pero se lo merecía, todo lo que estaba diciendo eran verdades-.
-Perdona rubito de bote, pero si nos ponemos a contar tu te has acostado con más gente que yo...-replicó Sirius mirando a su "amigo" con los ojos entrecerrados, con odio.
-Vale, hasta ahí estamos de acuerdo, pero se te olvida una cosa: ¿sabes cual es la diferencia entre tu y yo?-preguntó mientras alzaba una ceja de modo magistral.
-Sorpréndeme-contestó Sirius con voz cansada-.
-Que yo no hago daño a la gente que me quiere.
Ahí Sirius se quedó helado. Normalmente el moreno siempre tenía una respuesta para todo, pero en ese momento no le salía la voz.
Así que optó por lo más sencillo. Mientras sus ojos se volvían brillantes y vidriosos descargó su fuerte puño sobre la nariz de Joseph que cayó al suelo. Pero tras unas milésimas de segundo se levantó se tocó la nariz sangrante y esta vez el destello dorado de sus ojos si que fue visible para todo el mundo. Se acercó lentamente a Sirius, como si fuera a susurrarle algo al oído, y cuando parecía que por fin iba a hablarle.
¡ZAS!
Un fuerte puño chocó contra el pómulo de Sirius, que por la fuerza del golpe arrastró varios metros por el suelo.
Joss sintió como una calma incomprensible le invadía, y después de coger su mochila subió lentamente las escaleras del vestíbulo bajo la atenta mirada de todos los estudiantes que se hallaban allí; pero sobre todo de Sirius que le miraba con cara de decepción y tristeza desde el suelo del que no se había levantado.
-Señorita Williams, el claustro de profesores en pleno está muy disgustado con su actuación, además el primer día! Cuando se supone que debería dar buena imagen de sí misma.
La profesora McGonagall le estaba sermoneando sobre su comportamiento, ya que el profesor Dumbledore se había negado a regañarla, es más quería que fuese la presidenta del club de duelo del colegio.
-Vale...-fue la única contestación por parte de la chica, le daba igual todo.
-¿Es lo único que va a decir en su defensa? ¿Vale?-a la profesor McGonagall le temblaba la vena del cuello y su cara cada vez se ponía más roja. Shane imaginaba que era como un gran globo que de un momento a otro iba a explotar.
-¿que más puedo decir? No voy a intentar justificarme con excusas tontas como está intentando hacer ese bastardo...
-Por lo menos la chica es sincera...-comentó Slughorn -. Pero, señorita Williams, alguna razón le daría el señor Malfoy para ponerse así ¿no?
-¡Ninguna razón es suficiente para justificar lo que ha hecho esta muchachita!-le cortó la profesora-globo.
-Pues mire, si a usted no le parece una razón suficiente que me acorrale contra un rincón, que me empezase a besar el cuello e intentara quitarme la ropa... Yo personalmente le habría lanzado una imperdonable.-al decir esto Shane se levantó de la silla en la que le habían obligado a sentarse.-y si no hubiese podido resistir, y ese maldito cabrón hubiera logrado lo que se proponía, tal vez dentro de un par de días me tendrían que mandar a Azkaban, por asesinarlo lenta y dolorosamente.
-WILLIAMS! LE EXIGO QUE DEJE DE DECIR TONTERÍAS Y CONROLE SU GENIO, LE RECUERDO QUE LA BECA QUE LE CONCEDIMOS PARA VENIR AQUÍ PUEDE SER ANULADA EN CUALQUIER MOMENTO!-a estas alturas de la discusión la profesora-globo estaba muy furiosa y sus puños estaban tan apretados que sus nudillos estaban blancos y sus manos temblaban.
- ESTA BIEN! ANULELA, HAGA LO QUE LE DÉ LA GANA, PERO NO PIENSE QUE SOLO POR DAR BUENA IMAGEN VOY A DEJAR QUE SE ME ACORRALE EN LOS PASILLOS CON LA INTENCIÓN DE VIOLARME, SI ES ESO LO QUE ESPERA QUE HAGA, YA PUEDE ESPERAR SENTADA!-y tras eso, se dirigió a la puerta con paso firme y decidido y salió dando un portazo tan fuerte, que el delicado cristal se rompió en mil pedazos.
Podía oler el movimiento que el viento causaba en las cristalinas aguas del lago, podía sentir el movimiento de la hierba bajo él, podía ver como el sol abandonaba su puesto para dar paso a una reluciente luna, y también podía darse cuenta de la culpabilidad y el desasosiego que crecía a cada minuto en su corazón.
Se echó hacia atrás cayendo de espaldas en la húmeda hierba, no podía pensar en nada, cuando intentaba pensar le venía a la mente el puñetazo de Sirius, ya no de Sirius, sino de Canuto, ¡de su hermano!
Podía
sentir el movimiento del viento en la superficie del lago, notaba
como la suave brisa del atardecer movía las hierbas bajo él,
sentía un desasosiego inmenso en lo más profundo de su
corazón.
Se echó hacia atrás y se recostó
en la humedad de la hierba. Cerró los ojos intentando pensar
algo que no fuera Shane, pero era imposible; cuando no pensaba en la
rubia, pensaba en el puñetazo de Sirius.
Un par de
lágrimas solitarias escaparon de sus ojos y recorrieron su
rostro hasta perderse bajo su fina camisa. Y no era por nada. Un
puñetazo como ese solo debía recibirse o darse a un
enemigo, y Sirius no lo era, joder, ¡Sirius era como su
hermano!
-¿Qué haces aquí?-preguntó
una voz suave y dulce...-.
Joss se dio la vuelta lentamente y vio
la imponente figura de Shane. Él no la veía como los
demás. Todos los chicos de Hogwarts la miraban lujuriosamente,
por sus labios, sus ojos, su cuerpo, su forma de hablar, de caminar,
de ser... Todo en ella era provocativo, pero no era la mujer fatal
que todos pensaban. Joss tenía la sensación de
conocerla muy a fondo y ni tan siquiera habían hablado más
de 5 minutos. Creía que ella era bastante tímida e
introvertida en lo que a sexo y esos temas se refería, y no lo
gustaba que hicieran comentarios sobre su cuerpo en público,
de eso estaba seguro y no sabía porque.
-Nada... Intentar
pensar- respondió el rubio mirándola embelesado-.
-¿Te
importa que me siente a pensar contigo?-preguntó Shane-.
-No
claro… Siéntate.
La chica se sentó junto a el y
se abrazó las rodillas.
-¿En que piensas?
-He
tenido problemas con Sirius...-Respondió el chico algo
avergonzado. Pues sabía que a Shane le gustaba su amigo
-¿Sirius?-Shane no pudo evitar pensar en los ojos del
moreno que le traía loca, eran muy diferentes a los del chico
que estaba sentado junto a ella. Eran más pequeños, de
un gris más oscuro, menos expresivos...
-Si-contestó
Joss apenado-.
-No sé porque pero algo me dice que puedo
confiar en ti. La verdad es que Sirius me está empezando a
gustar.
-Es muy atractivo...
-No me refiero al atractivo
corporal, si no a su forma de ser, tan atento, tan dulce...me parece
una persona extraordinaria.
- Lo es... Canuto es como un hermano
para mí desde el primer día que nos conocimos.
-No
sé. Tengo que conocerle bien para saber si lo que siento por
él es tan fuerte como creo o no.
-Te voy a ser sincero, no
pienses que estoy intentando hacerle la competencia... (N/a: nooooooo
que vaaaaaaaaaa) pero ten cuidado con Sirius, puede llegar a ser muy
engañoso...
Y tras decir eso, se levantó lentamente
y se fue.
Lily
estaba tumbada en uno de los mullidos sofás de la sala común
de Gryffindor pensando en su cervatillo, su amor desde siempre.
Cerró los ojos planeando que podría hacerle si le
pillara en esos momentos estando tan cachonda.
Se estaba
imaginando a un James recubierto de chocolate fundido cuando de
repente alguien se tiró encima suyo haciendo que cayese al
suelo.
-¿¿¡¡PERO QUE COÑO
HACES?-gritó enfadada mientras se levantaba del suelo.
Y
al ver a James medio tumbado en el sofá haciéndole un
pucherito se le pasó todo el enfado en un segundo.
Empezó
a sentir un calor insoportable por todo el cuerpo. No podía
seguir así tenía que dar a su cuerpo lo que necesitaba
en ese momento.
De un momento a otro James se vio arrastrado por
las escaleras de su habitación. Al parecer Lily necesitaba
sexo inmediato...
Cuando llegaron arriba Lily abrazó a
James y se tumbó en una cama haciendo caer a James encima
suyo. Comenzó a besar al moreno y a desabrocharle la camisa
cuando...
-¡Lily! Para... ¡en serio, para!...
-¿Que
pasa? ¿No quieres?-preguntó la pelirroja avergonzada.
No se tenía que haber precipitado de esa manera. Le había
asustado...-.
-¡Claro que quiero! ¡Pero no
aquí!...-contestó el chico con una sonrisa-.
-¿por
qué, es el sitio más cómodo...
-Ya
pero...es que es la cama de Peter, ¡a saber cuántas
pajas se ha hecho aquí!
-¡AHHHH!-Lily se levantó
de un saltó y sin decir una palabra se encerró en el
baño-.
James, confuso, se sentó en su cama esperando
a que saliera Lily del baño.
Tras unos minutos Lily salió
completamente desnuda, su blanca piel mínimamente
cubierta con una pequeña toalla.
-Lily, ¿qué
haces?
-La ropa ha tocado la cama de Peter, hay que
desinfectarla, mientras tanto...
Y se tiro encima de James.
Cerró los doseles de la cama puso un hechizo insonorizador
y...
Sirius
y Remus se encontraban sentados en unos sillones de la sala común
charlando sobre la movida de Joss.
Estaban callados cuando empezó
Remus:
-Pero, ¿por qué le diste el
puñetazo?-preguntó el castaño-.
-No lo se
Remus me molestó tanto lo que dijo...
-¿Qué
de todo? Porque dijo muchas cosas...
-Lo de que él no hace
daño a la gente que le quiere...-dijo el chico de ojos grises
con voz temblorosa-.
-No creo que lo dijese con esa
intención-inquirió Remus-.
-¿Qué
intención? ¿De que hablas?-preguntó Sirius
mientras cambiaba de postura en el sillón-.
-Me refiero a
que no estoy seguro de que se refiriera a lo que estás
pensando-explicó el licántropo-.
-Alo mejor no, no
lo se Lunático, ya no se nada, pero es lo que parecía;
me dolió tanto perderla...
FLASH BACK
Sirius cerró los ojos, aburrido. No había cosa
que más detestara que ir a la biblioteca. Sólo era
interesante estar allí si frente a él se sentaba
Catherine.
Y como si hubiese pedido un deseo, ella entró
por la puerta.
Catherine era una chica alta, delgada, pecho
pequeño y trasero perfecto. Tenía las piernas más
hermosas que Sirius había visto en toda su vida, y había
visto muchísimas. Pelo negro liso y largo hasta la cintura y
unos ojos violetas arrebatadores. En definitiva Catherine era su
musa, en la que se inspiraba para hacer cualquier cosa, todo le
recordaba a ella.
Era la primera vez que se enamoraba y sabía
que era correspondido. Llevaban casi 1 año de besos, pasión,
revolcones y momentos románticos. Le había robado el
corazón poco a poco.
Pero como todo el mundo sabe Sirius
es demasiado orgulloso como para admitir que ama a alguien que no sea
el mismo. Y por ese estúpido orgullo se fue todo a la mierda.
La chica divisó al moreno sentado solo en una mesa y se
dirigió hacia el contoneando sensualmente las caderas.
Una
vez que estuve sentada frente a él le dijo.
-Sirius, nene,
tenemos que hablar...
-Habla, yo te escucho-dijo el moreno
mientras fingía leer un libro sobre
pociones-.
-Sirius...-suplicó Catherine mientras bajaba la
mirada-.Es algo serio por favor...
-Está bien... Vamos al
lago-respondió el moreno poniendo voz de resignación
pero agradeciendo mentalmente salir de aquella asquerosa biblioteca y
poder estar a solas con Catherine-.
Una vez llegaron al lago
Sirius se tiró en el suelo pero Catherine se quedó de
pie muy seria.
-¿A qué viene esa cara de
funeral?-bromeó Sirius -.¿Quién se ha
muerto?-
-Sirius, joder, estoy preocupada y tu te lo tomas a
broma...
-Venga, cuéntame que te pasa, sabes que me
preocupo por ti, pero no lo se demostrar.
-¡Estoy
harta!-jadeó la chica mientras se cubría la cara con
las manos-.
-¿Harta? ¿De que?-preguntó el
moreno preocupado de verdad-.
-¡Harta de ti! Porque te
quiero y a la vez te odio, no puedo estar contigo pero menos sin ti.
Y por mucho que me duela nunca te dejaré de amar.
-...
¿QUÉEEE?...
-Joder, no soporto estar así,
necesito saber que me guardas algo de fidelidad, necesito estar
contigo cada día al levantarme y al acostarme...
-¿Me
estás proponiendo una relación seria?-preguntó
el animago aterrado.
Catherine bajó la cabeza, y al
levantarla sus ojos violetas estaban bañados en lágrimas.
-Si tu quieres...
-¿Si yo quiero, ¿SI YO
QUIERO? CATHERINE PARECE MENTIRA QUE NO ME CONOZCAS, YO... ¡¡YO
NO QUIERO RELACIONES SERIAS, LO NUESTRO SÓLO ES DIVERSIÓN
Y YA ESTA! ¡¡¡SOY INCAPAZ DE ENAMORARME Y LO
SABES!-Gritó Sirius mientras se moría por dentro-.
En realidad nunca antes había estado enamorado, y a
Catherine la quería más que a su vida. Pero no se veía
capaz para iniciar una relación seria. Tan solo la simple idea
le aterraba. Pero lo que le preocupaba en ese momento era poder
haberle hecho daño a Cath.
La chica abrió mucho los
ojos y se acercó a Sirius. Besó sus labios lentamente,
con amor, como si fuera un beso de despedida.
"¡¡No!
No es un beso de despedida, Sirius no pienses eso"- Gritaba la
mente del moreno-.
Y tras ese beso cargado de emociones la chica
se levantó y entró en el castillo.
Después
del chico que estuvo con ella en el lago nadie volvió a verla.
Vació su baúl y se fue sin despedirse de nadie más.
FIN DEL FLASH BACK
-Lo sé
Canuto amigo, no te pongas así-Remus no sabía que
decirle para calmarle-.
-Remus, nunca me lo perdonaré,
¡todo por mi culpa!-se lamentó Sirius-.
Ya no podía
aguantar más y se aferró al hombro de su amigo y lloró
hasta quedarse sin lágrimas.
Pero tras un buen rato de
llantos desenterró la cabeza del hombro de Remus. Después
de mucho pensar había llegado a una conclusión. Su cara
estaba impasible, ni rastro de lágrimas o de dolor.
-Pero
¿sabes que te digo?-empezó el moreno mientras se ponía
de pie y empezaba a pasear de un lado a otro-.Que si Delko quiere
guerra, la tendrá...
-¿A qué te refieres?-
preguntó Remus asustado. Si Sirius quería le haría
la vida imposible a Joss-.
-Ya lo verás...-contestó
simplemente el moreno enigmáticamente-.Sólo te digo que
tiene mucho que ver con la nueva...
-¿Qué nueva,
¿Shane?
-Si.
-Sirius, si vas a hacer lo que me estoy
imaginando...
-Es posible...-respondió el animago-.
-Sólo te pido una cosa. No le hagas daño a Shane.
-¿Porqué?
-Por tu bien y tu dignidad-le dijo
Remus mientras se levantaba y salía de la sala común-.
-¡Lily, LEVANTAAAAA!-gritó Shane ya desesperada
porque la pelirroja no se levantaba ni con una grúa-.
-Mmm…
no cinco minutos más mamá -gimió la chica
mientras se daba la vuelta en la cama y se cubría la cabeza
con la almohada-.
-¡Lily, joder que si no te levantas no
vamos a llegar a clase!-dijo la rubia, esta vez sin respuesta-.
Así
que se le ocurrió una idea.
-Buena sesión de sexo
anoche, ¿eh?-susurró en el oído de Lily haciendo
que abriera mucho los ojos-. ¿Por eso no te levantas?
Esta
vez Lily se levantó de un salto.
-¿c-c-como lo...?
Estoooooo ¿qué dices?-preguntó la chica de ojos
verdes escandalizada-.
-ya, ya, ya, déjalo, venga
levántate...
-no, ¿pero como lo sabes? ¿Quién
te lo ha dicho?
-Nadie, yo, que soy muy lista (N/a: ¡¡que
viva la modestia!) (N/H: ¡¡VIVA!), lo he deducido
solita. No es muy normal que James te trajera a la habitación
medio desnuda a las tres de la mañana profundamente dormida ¿o
si?
La piel de Lily fue adquiriendo un tono rojizo hasta que no
se distinguía donde acababa la frente y donde comenzaba el
pelo.
-Bueno venga, ¡dúchate! ¡¡Que no
nos da tiempo!-dijo Lily al mismo tiempo que se dirigía al
armario y empezaba a seleccionar que ropa ponerse-.
-Si, claro,
¡ahora cambia de tema! Je, je, je, je- bromeó la rubia
mientras entraba en el baño-. ¡No tardo nada en ducharme
y tú date prisa!
Shane se desprendió de su ropa y
entró en la ducha que era como un gran armario de color rojo,
con las mamparas completamente opacas. Accionó el grifo del
agua caliente y cuando el líquido comenzó a fluir sobre
su cuerpo se sintió mas relajada que nunca. Se disponía
a cantar una de sus canciones favoritas cuando se dio cuenta de una
cosa...
Lily
estaba haciendo su cama cuando una voz le sobresaltó.
-Lil,
¿tenéis cera del pelo?-era Delko. Venía con el
pelo mojado y despeinado que le daba un toque muy sensual.
-Mmm…
Creo que sí, en el baño debajo del espejo, mira a ver
-contestó muy tranquila la chica sin acordarse de que su amiga
se estaba duchando-.
Joss entró al baño sin
demasiada prisa por si venía Shane. Empezó a peinarse
lentamente…
Ahora que lo pensaba... ¿por qué
estaba Lily sola? ¿Dónde se habían metido las
demás?
-Lil, ¿y las demás?-preguntó
el rubio mirando su imagen en el pulido espejo-. Su perilla se estaba
desbordando, necesitaba un afeitado.
-Pues...-empezó la
pelirroja-.Alice y Stela ya han bajado al comedor, Stefany no ha
pasado la noche aquí…
-La ha pasado con Sirius- la
interrumpió Joss malhumorado al recordarlo-.
-Ah! Y
bueno...Shane... ¡JODER, SHANE!
Joss se quedó
extrañado por la reacción de Lily, que le había
pasado a Shane, se estaba empezando a preocupar.
Justo en el
momento en qué Lily irrumpía en el baño, el
chico vio a través del espejo, como la puerta de la ducha se
abría dejando ver a una preciosa Shane muy mojada y
completamente desnuda...
