Hola, es otro fic de Gundam Wing, jejeje, esta vez va a ser un poco largo, espero que lo disfruten, cualquier cosa la dicen no más, jejeje, estoy en línea cada vez que pueda (casi todos los días ¬¬... fanática del Internet), bueno yo me largo (despido), los quiere Carol .

CAMBIO MORTAL

Cap. 2

El frío era intenso, la noche era cada vez más lúgubre y oscura, la estrecha callejuela solo era testigo de aquellos seres que se habían reencontrado después de cinco largos años, pero no en las mejores condiciones.

-Duo por favor baja el arma- le pedía Heero preocupado.

-No, ahora ya nadie manda a Shinigami, Yuy estás muerto- sentenció para luego soltarlo y disparar, hiriéndole un brazo.

-¡Aaaahhh! ¡mierda! ¡Duo no sabes lo que haces!- exclamó intentando frenar la hemorragia con su mano.

-Basta, me haces reír, sé muy bien lo que hago, mejor... dame tú dinero y quedamos en paz, Hm, sabes, yo siempre creí que sería yo el que terminaría muerto por tu mano, pero mira nada más como es el destino, esta vez me las pagarás todas, ¡que estúpido fui! Darte mi amor, y tú... ¡y tú! Ni siquiera me mirabas, ahora lo veo todo claro, esta es mi justicia-. Duo apuntó nuevamente, esta vez a la cabeza del afligido de Heero, quería que desaparezca, quería matarlo, ya no era el mismo de antes, todo era distinto, muy distinto.

-Duo, eso no es verdad, yo te amo... siempre lo hice, siempre te amé y siempre te amaré- le dijo dulcemente con una sonrisa, dando pasos lentos se acercaba extendiendo su mano para querer tocarlo.

Duo se tensó, dio varios pasos para atrás, no se lo podía creer, no podía creerle, todo debía ser un engaño.

-Jajaja, que gracioso Yuy, mira como me doblo de la risa, no seas cretino, yo ya no te creo nada... ahora mori...-

-¡Espera un momento!- le llamó una voz detrás de él, deteniendo a Duo.

-¡Jefe!... pero yo...-

-No digas nada Maxwell, sé que este es un asunto personal, de verdad que no me concierne en lo más mínimo, solo que... me parece un desperdicio, este chico es un bombón, no lo mates, yo lo deseo- dictaminó aquel hombre mientras se acercaba, una vez que Heero lo vio le causó repugnancia, era un individuo de lo más grotesco, de fracciones fuertes, lucía bastante mayor, tenía barba, realmente desagradable.

-Jefe, este no vale ni siquiera un centavo, no veo la razón de...-

-¡Calla Maxwell, no pedí tú opinión, es una orden.

-Sí, lo que usted diga-

-Pero... no lo entiendo... Duo... ¿qué te pasó?... tú y este hombre... ¿por qué?- Heero no podía hablar bien, estaba demasiado conmocionado.

-Tranquilo hermosura, sí, efectivamente Maxwell me ha servido todo este tiempo, y es que él tiene una deuda demasiado grande conmigo, jeje, demasiado grande- dijo acercándose al ex trenzado tomándolo de los hombros, lo abrazó robándole un beso, uno corto y pausado, para luego convertirse en uno salvaje y apasionado. Heero ardía en furia, nadie tocaba a su Duo. ¡NADIE!.

-¡Cerdo! ¡Quítale las manos de encima!-

-¡Silencio Yuy! No te metas en lo que no te importa- le reprendió Duo.

-¿¡Qué?... pero Duo, acaso ¡¿Vas a permitir que abuse de ti como un cualquiera!- le gritó colérico.

-¡Ya te dije que no te importa Yuy! ¡No me vengas a decir que es lo que tengo que hacer! ¡YO TOMO MIS DESICIONES, MALDITA SEA!-

-Sí, así que no te metas, ven acércate lindo niño, quiero verte bien- le llamó el hombre con una sonrisa burlona.

-Hombre asqueroso, suelte inmediatamente a Duo, si no quiere que té parta la cara- mencionó Heero.

-Vaya, vaya, veo que realmente lo amas, mmmm... ya sé, te propongo un trato, si pasas aunque sea una noche conmigo, soltaré a Duo momentáneamente, pero solo tres meses de libertad, luego volverá a mí, como el perro que es- decreto el hombre, lamiendo el cuello de Duo, quién templó.

-¿¡QUÉ?... pero... ese no es un trato justo... Duo merece ser liberado, no solo por un corto período, eso es...-

-Yuy, si no quieres aceptar, no lo hagas, me da igual si lo aceptas o no, jajaja, aunque sería mejor para mí, así no tendría que verte mientras mi jefe juega contigo, jejejeje- reía maliciosamente Duo.

-Duo... has cambiado tanto, ya no eres carismático y risueño, ahora solo eres... un maldito criminal-

-Cuida tu lengua- le advirtió poniéndose furioso.

-Bueno muchacho, ya decidiste, pero pienso que no aceptarás después de lo que he acabado de escuchar-

-A pesar de todo, yo aún lo amo, haré todo lo que esté a mi alcance para recuperarlo... yo... acepto- murmuró cabizbajo.

-¡Genial, esto me hace muy feliz, entonces ven- le ordenó con su mirada llena de lujuria.

Heero se acercó lentamente, temía por la seguridad de Duo, así que solo se limitaría a obedecer, conservaba su semblante serio, pero por dentro estaba muy nervioso, sabía lo que ese hombre haría con su cuerpo, le daba asco, pero si quería salvar a su razón de vivir no podía quejarse. El hombre le acarició el rostro, luego lo besó desenfrenadamente, Heero solo cerró sus ojos fuertemente, no quería observar, ni mucho menos sentir lo que pasaría a continuación, después tomándolo de la cintura lo llevó hasta el final de la calle, un carro de lo más lujoso esperaba allí, de color negro, discreto; le abrió la puerta de los pasajeros, Heero se subió al auto, sentándose lo más lejos posible, mientras el hombre hacía lo mismo, una vez dentro...

-¿Te gusta, lo decoré finamente, creo que hice un buen trabajo... muy bien ahora... quiero que te arrodilles frente a mí-

-Pero... esto sería solo sexo... yo...-

-No, no, no... ahí te equivocas, esto será mi manera, no creo que te dije que sería solo sexo y ya, lo quiero todo de ti, a propósito, si quieres que Duo sea libre y feliz por siempre debes servirme hasta que me canse de tu presencia, me parece algo razonable, pero como dije... solo esta noche y Duo será libertado por tres meses-

-Si le sirvo hasta que por así decirlo, se aburra... Duo será libre-

-Es lo que dije-

-Si acepto... que... ¿qué me pediría que haga?-

-Hipotéticamente, si aceptas, pues, jejeje, tan solo me darías placer físico, además, alguna que otra tarea en asuntos que involucran en tráfico de droga, ya sabes, contrabando, serías mi guardaespaldas, nada más-.

-Pero Duo saldría por completo de esto y jamás volvería, ni se toparía con usted, ni usted trataría de verlo ¿cierto?-

-Efectivamente-

-Entonces... acepto, trabajaré para usted, con tal que cumpla su palabra- Heero estaba determinado, su Duo le importaba más que nada en el mundo y si para protegerlo debiese ser la peor escoria del mundo, estaba dispuesto a hacerlo.

-Me sorprendes, el trato anterior queda anulado, ahora eres mi fiel puta, jajajaja- se burló el hombre estrechando la mano de un irritado Heero.

-Acabemos pronto con esto- dijo Heero furioso, pero una fuerte bofetada por parte del hombre lo dejó aturdido, cayó del asiento, sobándose el rostro.

-¡Cállate puta! ¡aquí no das ordenes!- le insultó para luego sentarse encima de un aterrado Heero.

-Ahora serás mi esclavo sexual, harás lo que te diga, sino atente a las consecuencias-, le mordió el labio inferior mientras continuamente se frotaba contra él, gimiendo.

-No... por favor... no... no... no- rogaba Heero impotente.

-¡Calla!- le dio otro golpe más, -Lámeme bien, jejejeje-

CONTINUARÁ...

La verdad no sé exactamente si en verdad les ha gustado este fic, no se preocupen no lo haré muy violento, para aquellas que no soportan las torturas sexuales, jejeje, en lo personal me gustan, (mente depravada).

Ya saben cualquier cosa, me la mandan a: vemos pronto! O mejor al grupo en todo caso, jejeje, chau!