Holasssssssss!!!!!! He vuelto!!! Sí, ya sé que dije que como lo tenía todo escrito no iba a tardarme en actualizar... Pero haber, vosotros creéis que dos reviews motivan?? .. Y hasta hace dos días sólo tenía uno!!! En serio, si no me ayudáis con esto no creo que llegue a subir el último capítulo... En fín.

Siento que el otro quedara todo pegado u Se supone que el volver a subir este fic era para reordenarlo y que quedara bien, pero... Qué culpa tengo yo de que esta maldita página no funcione como debería?? Acabo de pasarme media hora intentando que saliera bien, pero chaval, no hay manera. Ahora volveré a intentarlo, y espero que con este no ocurra lo mismo...

Bueno, pasemos a lo siguiente.

REVIEWS

Mish1: Hey wapa!!!!!!! Gracias por seguir conmigo!!! Pa mí k eres la única, pero bueno... se intenta xDDD Muchas gracias por el review y a esperar!!! Y ya que esperas, qué tal un nuevo cap. del tuyo??? Sí, ya sé... Actualizaste hace poco :P Pero soy muy impaciente. Y de nada, oye!!! K las amigas tan pa ayudarse. O pa dar un pelín la lata, k eso tambien nos gusta mucho xD

Saku: Sa roxio!!!!!!!!! Tu review si k no me lo esperaba, peyeja!!!!! O.o Te has decidio a leerme, weeeeeeeeeeee. Muchas gracias wapa!!! Y ahora mismo te aviso de k subo esto. Y a ver si coincidimos, leñe, k texo de más!!! Digo... de menos xDDD Besos wapaaaa.

Disclaimer:

1.- Todos los personajes que reconozcáis no me pertenecen. Como ya sabreis, son propiedad de la gran Rowling ù.ú Algunas nacen con suerte.
2.- La protagonista, entiendase Amy, sí que me pertenece, así como los miembros de su familia.
3.- La historia tambien me pertenece. Algo de mérito debía tener, no??

Y Ahora que disfrutéis esto ;).

Capítulo 2.

En mitad de la noche me desperté con la respiración agitada. No recordaba nada de lo que había soñado, pero era algo bastante extraño. Necesitaba tomar un poco el aire, así que me bajé de la cama y agarré mi bata azul.

- Otra vez han cerrado la maldita puerta- murmuré entre dientes mientras la abría y salía al pasillo.

Bajé las escaleras y abrí la puerta de la calle. La suave brisa de la noche me dio en la cara. Cerré la puerta y me senté en los escalones de la entrada. Una extraña paz reinaba en toda la calle. Sin darme cuenta comencé a silbar una cancioncilla que no recordaba haber escuchado nunca. Me ajusté la bata contra el cuerpo como para protegerme de algo, aunque era absurdo, no había nadie por allí. ¿O sí había alguien? Me puse de pie y miré hacia ambos lados de la calle para asegurarme de que no había nadie. Ví algo que se movía a mi derecha. Una figura totalmente vestida de negro, rodeada por una fina línea blanca, corría por mitad de la calle. Parecía sacada del guión de una película de terror. Se iba acercando más y más hasta que pasó por delante de mi casa. Temí que pudiera verme, pero pasó sin dirigirme una mirada. Pude ver que se trataba de un chico que más o menos tendría mi edad. Lo miré fijamente mientras se alejaba. No sé que me impulsó a hacerlo, pero salí corriendo detrás de él. Puede que fuese por curiosidad, por la necesidad de un cambio en mi vida, o simplemente porque la intragable comida de mi madre me había afectado al cerebro. El caso es que salí corriendo detrás de él, procurando no hacer ruido para no ser descubierta.

El chico era bastante rápido, por lo que me costaba seguir a su ritmo. Por suerte fue aminorando el paso a medida que se cansaba. Yo seguía varios metros detrás, observando cada movimiento que hacía, y él sin darse cuenta de nada, o al menos eso creía yo.

De repente, el chico paró en seco y se giró bruscamente. Tuve que ponerme las manos en la boca para ahogar un grito que subía por mi garganta. Creí que era un fantasma, y esque el chico tenía la cara más pálida que había visto en mi vida. ¿Estaría enfermo? Imposible, una persona enferma no correría de esa manera. No, era más probable que fuese un fantasma. ¿O tal vez un vampiro? Y ya que estamos, también podía ser un hombre lobo.

- Venga Amy, deja tus paranoias para otro momento- me dije.

Decididamente ese chico no era normal. Además de su anormal color de piel,

¿quién en su sano juicio saldría en mitad de la noche a correr vistiendo de esa manera? Bueno, pensándolo bien, yo había salido corriendo detrás de él sin conocerle de nada, y eso tampoco lo habría hecho nadie en su sano juicio.

- ¿Por qué me persigues?- preguntó el chico con la voz más fría que había oído en mi vida.

- Eh, yo...- tenía que pensar en algo rápido- Bueno, te perseguía porque... No sé.

Era la respuesta más tonta de toda la historia de las respuestas tontas.

- Mira, no puedo perder el tiempo con insignificantes muggles como tú, así que o me dices por qué me estabas siguiendo y luego te largas o te largas directamente.

¿Cómo me había llamado? ¿Era un insulto en chino o en algún idioma raro de esos?

- Primero, no sé que significa mingle.

- Muggle- corrigió el chico.

- Lo que sea. Y segundo, a mi nadie me dá órdenes, y menos aún una persona que no conozco. ¿Te ha quedado claro?

Ese chico no me caía nada bien. ¿Por qué arrastraba tanto las palabras? ¿Acaso era extranjero?

- Muggles... Se creen superiores y sólo son unos ignorantes.

- Y dale con la dichosa palabra... Si me quieres insultar hazlo en inglés para que pueda entenderte.

- ¿Piensas irte algún día? Tengo prisa.

- No, no pienso irme hasta que no me digas qué significa margle.

- Es muggle, a ver si te entra en la cabeza. Y no, no pienso decirte lo que significa.

- Vale, me quedaré aquí a esperar.

Me quedé mirándole con los brazos cruzados. A testaruda no me ganaba nadie.

- Como quieras, ahí te quedas.

El chico se dio media vuelta y empezó a caminar. La mandíbula no me llegó al suelo de puro milagro. ¿Era capaz de irse dejándome allí sola? ¿Y ahora cómo volvía a mi casa ? Sin darme cuenta me había alejado mucho.

Corrí detrás de él intentando alcanzarle.

- ¿Y ahora qué quieres?- me preguntó despectivamente de una forma que me recordaba mucho a la de Mandy, solo que él no tenía esa voz pija y cursi.

- Bueno, esque... No sé volver...- contesté avergonzada.

- Típico de muggles... ¿Y qué quieres? ¿Que te guíe a tu casa como si fuese tu ángel de la guarda?

- No, pero pensé que podrías indicarme el camino...

- Ja, ¿y qué te hace pensar que yo iba a perder el tiempo en indicarte el camino? Además, ni siquiera sé dónde vives.

- ¡Genial! Estoy perdida en mitad de la noche, con un auténtico desconocido que encima es un completo idiota, y con el pijama puesto. ¿Se te ocurre una forma mejor de celebrar tu cumpleaños? Porque a mí sí que se me ocurren muchas formas mejores de celebrar mi cumpleaños: ir al cine con mis amigos, hacer una fiesta, hasta prefiero aguantar a mis primas gemelas antes que esto.

- ¿Y a mí qué me cuentas? ¿Acaso tengo yo la culpa de que estés aquí? Recuerda que has sido
tú la que me ha seguido a mí.

- Lo que me faltaba ahora es discutir con éste...- me dije a mí misma (hablar sola es algo que hago muy a menudo)- ¿Qué otras diversiones están reservadas para mí en este día?

Estupendo, ahora aquél chico creería que era una loca esquizofrénica sin remedio.

- ¿Todos los muggles soys tan raritos?- me preguntó.

- Mira quién fue a hablar, el chico más normal de la tierra...

- Al menos yo no hablo solo, ni voy vestido con esa túnica tan rara- dijo mirando mi bata como si no hubiese visto una en su vida.

- No es una túnica, es una bata.

- Pata, túnica, ¿qué diferencia hay?

- Se dice bata- le corregí, aunque luego me arrepentí de haberselo dicho porque no le había sentado muy bien que digamos- Y hay mucha diferencia.

- Vale, profesora Mcgonagall- me dijo con sorna.

- ¿Cómo me has llamado?

- Olvídalo.


La Peye Malfoy