-¿Qué haces, Lincoln?- Pregunto Kasserine al ver al albino forcejeando con la puerta.

-Eh intentado abrir esta puerta. Pero hay algo que la traba del otro lado.- Respondió el albino al retirarse de la puerta y soltar un suspiro de agotamiento-. Pensé que con unos empujones lograría retirar lo que sea que lo atora, pero parece que es más pesado o denso de lo que parece.

-Ya veo, intentemos empujar los dos, quizás así logremos empujar lo que sea que haya del otro lado.- Dijo la chica al acercarse a la puerta.

Ambos empujan la puerta con todas sus fuerzas, y por un momento pareciese que la puerta no iba a ceder, hasta que por fin, poco a poco se va abriendo hasta quedar un espacio lo suficientemente amplio para que pase una persona. El albino decide entrar, descubre que lo que bloqueaba la puerta era un costal que estaba lleno de arena. El lo quita con mucho esfuerzo y termina de abrir la puerta, después ambos proceden a bajar las escaleras.

Ambos exploran con la mirada el lugar, un sótano bastante tétrico. Todo estaba sucio, polvoriento, húmedo. Se sentía en el ambiente un moderado calor por humedad, ambos comienzan a explorar el lugar, había muchas cajas apiladas y muebles que el tiempo deterioro. En eso Lincoln abre una caja y se topa con varios recortes de periódicos, entre esos halla uno, el año en que fue publicada la nota fue el 12 de agosto de 1996.

"Tragedia en el Hotel Vista del Sol

-El día de ayer, a las 9:30 de la mañana, un botones reporto a la policía el hallazgo de un cuerpo en la Habitación 318 del mencionado hotel. La policía actualmente se halla realizando extenuantes investigaciones para dar con los asesinos, de momento solo han compartido con la prensa los datos de la víctima; Mark Blyster, de cuarenta y nueve años de edad. Las autoridades no han revelado todavía la causa de muerte, ni un posible motivo, pero por el estado del cuerpo, pareciera que llevara menos de veinticuatro horas de haber sido asesinado."

El albino iba a abrir el periódico para ver si había algo más de interés y en eso una hoja de papel cae del periódico, el peliblanco se da cuenta de esto y la recoge. Era una nota, pareciese una especie de recordatorio.

"Reunión con Lynn Loud a las 7:40 Pm en el Restaurante Shady Stack's para discutir asuntos sobre su préstamo"

Lincoln creyó haber leído mal. Pero al releer la nota una y otra vez, seguía viendo el nombre de su padre. ¿Por qué su nombre estaría allí? Por lo que pintaba la nota, no era nada bueno, ni mucho menos legal… ¿En qué rayos se había metido su padre?

Al revisar de nuevo la caja, halla otro periódico, expedido el 25 de agosto de 1996.

"Adiós, sueños de fantasías

-Hoy se anuncia oficialmente el cierre del Hotel Vista del Sol, debido a los acontecimientos de los últimos dias, las visitas disminuyeron, al igual que la reputación del establecimiento. Debido a esto, la gerencia vio perdida el mantener operativo el lugar, de momento, ninguna agencia de bienes raíces no ah querido hacerse cargo del edificio, por lo cual el futuro de aquel legendario lugar es incierto."

Lincoln queda unos momentos pensativos y vuelve a revisar la caja, no encuentra nada de interés, pero si encuentra el cargador de un Fusil de Asalto M4A1. El naturalmente se sorprendió. ¡Esa cosa era para un arma de guerra! ¿Por qué rayos tendrían algo así guardado? Bueno, es obvio que sin el arma, el cargador no serviría de nada, pero aun así, si estaba esa cosa allí, seguramente en algún momento hubo un arma allí.

Era obvio que el o los dueños de la casa parecían querer protegerse de algo o alguien, y eso fue corroborado cuando vio en el fondo los manuales para el correcto uso de un fusil de asalto, y algunas piezas para el mismo; Percutores, Martillos, Resortes, Aceite, Un Gatillo y su mecanismo…

-Oye, Lincoln.- Llamo Kasserine.

-¿Si?

-Ven a ver esto.- Dijo la chica.

El albino se dirige hacia donde estaba la chica de descendencia latina, ella le señala un mueble que parecía no estar tan afectado por el paso del tiempo.

-Jum… Algo traba las puertas de abajo.- Dijo Lincoln al intentar abrirlas-. Se necesitaría una llave para abrir esto, pero no veo una ranura en donde se podría introducir una llave.

-Entonces…

-Aunque, es curioso.- Dijo el albino al levantarse y dirigir la vista hacia lo que estaba encima del mueble-. Esta mano de porcelana tiene puesto varios anillos caros, pero falta uno en el dedo del medio.

-No creo que tenga que ver con las puertas del mueble, ¿Oh si?- Pregunto la chica.

-Bueno, yo conseguí un anillo caro hace unos momentos atrás, solo hay una forma de ver si tiene algo que ver o no.- Dijo el albino.

El chico saca el anillo y lo coloca en el dedo que no tenía anillos. Por un momento creyó que no pasaría nada, hasta que escucho un chasquido en las puertas, al agacharse e intentar abrirlas, logra abrirlas sin más.

-… Genial, hay una caja metálica aquí con un candado de cierre numérico.-Dijo el albino para voltear a ver a Kasserine-. Ahora necesitaremos la clave si queremos saber que hay dentro.

- Pero, ¿Dónde estará la clave?

-Esa es una buena pregunta…- Respondió el albino.

Por un momento ambos quedan pensativos, realmente no sabían dónde empezar a buscar, hasta que el chico de cabellos blancos recuerda por mera casualidad la tarjeta que hallo en el hotel, este tenía una serie de números escritos. ¿Podría ser la clave del candado?

El busca en sus bolsillos y saca dicha tarjeta y coloca el código, es cuando el candado se destraba.

-¿Qué hacen chicos?- Pregunto Maggie al entrar al sótano.

-He, nos agarraste justo cuando habíamos abierto esta caja metalica.- Dijo Kasserine.

-Si, ¿Quieres revisarla tú?- Pregunto el albino.

-Seguro que si.- Respondió la chica gótica.

Maggie abre la puerta de la caja, y ve que en esta hay un disco de cobre, con varias irregularidades en la superficie. Curiosamente en el centro tenía la forma de la muesca del mueble de la habitación que había visitado previamente.

-Esto… ¿Esto qué es?- Pregunto Maggie-. No se parece en nada a algo que haya visto en mi vida.

-Hey, esto parece un disco para una caja músical… Una muy grande, si me lo preguntas.- Dijo Kasserine.

-¿Cómo estas tan segura de lo que dices?- Pregunto la chica de cabellos negros.

-Bueno, una vez investigando en internet me topé con una imagen de estos discos.- Respondió la chica-. Se colocan en una especie de mueble, pero para que funcione, se necesitan dos llaves especiales.

-Jum… Arriba hay un mueble, y tiene una muesca similar a la que tiene el disco. ¿Crees que encaje allí?

-Bueno, habría que probar.- Dijo Kasserine.- Igual, si encaja no va a funcionar hasta que encontremos las dos llaves… Corrijo, la llave que falta.- Esto lo dijo al fijarse que dentro de la caja metalica, había una de las llaves.

-Bien… ¿En dónde podría estar la otra?- Pregunto Maggie.

-Bueno… Quizás haya que mirar de nuevo la habitación donde hallaste el mueble.- Respondió la chica de descendencia latina.

Maggie asiente y voltea a ver a Lincoln, el chico revisaba una caja en búsqueda de alguna otra pista, pero se detuvo cuando se percató que la pelinegra lo observaba.

-Bien…- Dijo Maggie-. Vamos al segundo piso.


-Y bien… Ese es el mueble.- Dijo Maggie al entrar con sus dos amigos en la habitación de las niñas.

-Si, es similar al que había visto en la web.- Dijo Kasserine-. Ahora… Necesitamos encontrar la otra llave. Se supone que el disco encaja en esa muesca, y luego se deben introducir las llaves en las ranuras de aquí.- Al decir esto, las señalo-. Y luego de accionarlas al mismo tiempo, se oprime este botón para que funcione el mecanismo.

-Cielos… Siempre me pregunte como le haces para recordar todo.- Pregunto Maggie.

-Para que veas.- Respondió la chilena-. Ahora bien… ¿En dónde buscamos?

Lincoln revisa la habitación con la mirada, no vio nada fuera de lo común. Mas sin embargo, su vista se fijó en los baúles de juguetes. El se acerca a uno que se hallaba cerca del ropero.

-¿No crees que es un mal momento para revivir tu infancia, Lincoln?- Pregunto Kasserine.

-Bueno, no hay más lugares para revisar, más allá de estos baúles y los guarda ropas.- Respondió el albino al abrir el baúl-. Así que… ¿Qué es esto?

-¿Qué es qué?- Pregunto Maggie.

Este baúl esta sellado con otra tapa, pero no parece que use una llave común.- Dijo Lincoln.

-¿Eh? ¿A qué te refieres?

-Míralo tú misma.

Maggie se acerca al baúl, y en efecto lo que había dicho el albino era verdad, Había otra tapa que bloqueaba el baúl, pero no tenía una cerradura normal, tenía una especie de muesca extraña y pequeña.

-Esto es extraño…- Dijo Maggie mientras observaba la tapa-. A pesar del tiempo y la humedad, no parece haber desvencijado esta tapa de madera… ¿Ahora como la abrimos?

-Realmente no lo sé.- Dijo la gótica al abrir su mochila y tomar un poco de agua de su botella.

Kasserine se acerca y revisa la muesca, a lo cual se lleva una mano al mentón. ¿Dónde había visto ese tipo de cerradura antes?

-¿No habrá algo que hayamos encontrado que sirva para esto?- Pregunto la chilena.

-No…- Dijo Maggie al revisar su mochila nuevamente-. Lo único que tengo, además de mis cuadernos y libros, es esta rosa de plástico que encontré en el hotel…

-… Sí que es curioso, en el tallo tiene una base metálica que pareciese encajar con algo…- Dijo el albino, y en ese momento se percató de que la muesca encajaba perfectamente con la figura de la base de la rosa-. Maggie… ¿Te diste cuenta que la base de la rosa tiene una forma parecida a la muesca?

Maggie y Kasserine observan el tallo de la rosa. Lincoln tenía razón, la base encajaba con la muesca, así que sin dudarlo, Maggie la coloco en la muesca, y como si de un truco de magia se tratase, el cerrojo de la tapa de madera soltó un chasquido metálico. El albino se acerca y abre la tapa de madera. Dentro del baúl se hallaba la otra llave para hacer funcionar el mueble anterior mencionado, además de algunos juguetes viejos que parecían en buen estado.

Teniendo las dos llaves, Maggie encaja el disco de cobre en la muesca del mueble, después Kasserine se acerca y coloca ambas llaves en sus lugares correspondientes.

-Y bien… Si este nene funciona aun, entonces debería empezar a sonar cuando accione ambas llaves al mismo tiempo.- Dijo la chica al sostener ambas piezas metálicas, las cuales se hallaban incrustadas en sus lugares correspondientes.

-Bueno… ¿Qué esperamos?- Dijo Maggie.

La chica de descendencia chilena acciona ambas llaves al mismo tiempo… Pero, no pasó nada. Ella se alejó un poco, pensando en que pudo haber pasado para que no funcionase. ¿Quizás el mecanismo estaba estropeado por tanto tiempo sin mantenimiento?

Es en ese momento que las puertas que estaban en la base del mueble se abren, revelando una caja de madera bien conservada y finamente adornada. Maggie se agacha y la toma para colocarla en la mesa. Al abrirla se da cuenta que hay una carpeta color marrón, y varias fotos, en las cuales se destacan una zona boscosa y en esta foto había recalcado un circulo en medio de unos arbustos frondosos, Otra foto en donde aparecía esa mujer muy parecida a ella y… ¿Una foto de su hermanastra?

-¿Mitchell…? ¿Qué hace esto aquí?- Se preguntó Maggie al ver la foto de su hermanastra allí.

Ella toma la carpeta y la abre, descubre que son documentos legales. Al principio no le tomaba mucha importancia hasta que algo le atrajo la atención.

Aquellos eran los documentos de aquella misteriosa mujer, y Mitchel. Se sorprendo de una forma leve, ya que había descubierto a la madre verdadera de su hermanastra…

… Pero definitivamente no estaba preparada para lo que vio después.

La siguiente hoja que leyó la dejo petrificada, dicho documento era el acta de nacimiento de una niña, el dilema es que todo allí, el tipo de sangre, los nombres y apellidos, la confirmación de los nombres de los padres, todo concordaba con Mitchell y aquella mujer.

Y no, eso no era lo que la dejo petrificaba, lo que la dejo en shock era que esa niña… Era ella.

Si, allí estaba su nombre, y si bien sus apellidos no concordaban con los actuales, lo demás sí.

-¿¡Q-que!?- Exclamo Maggie al llevarse una mano a la cabeza-. Entonces esa mujer… ¿Era mi madre de verdad? Entonces… ¿Quién rayos es la mujer que eh llamado madre todo este tiempo?... Y si ella es mi madre, y Mitchell era su hija, ¿Entonces en realidad ella era mi… Hermana?

-¿De qué hablas, Maggie?- Pregunto el chico de cabellos blancos bastante preocupado de la reacción de su amiga.

Los tres voltean sorprendidos cuando una melodía comienza a sonar del mueble donde estaba el disco de cobre, una melodía muy hermosa y suave. Ideal para que un niño conciliara el sueño.

Maggie, al escuchar eso, abrió los ojos de par a par… Esa canción… ¡Esa condenada canción era la que su hermanastra le tarareaba cuando la quería animar cuando su padre las maltrataba! En ese momento, como si fuera un torrente, recuerdos esporádicos comenzaron a inundar su mente, al igual que cientos de voces, voces que concordaban con las de Mitchell, las de su verdadera madre y las de aquel hombre, que al parecer si era su padre. Su mundo comenzó a dar vueltas, se empezó a sentir mareada y desorientada, su cabeza comenzó a doler y se intensificaba cada vez más el dolor, nuevamente empezó a sentir ese olor a pólvora, y a escuchar una fuerte discusión entre un hombre y una mujer. Todo eso le estaba saturando los sentidos.

Se lleva ambas manos a la cabeza y comienza a caminar de reversa, su respiración se volvió pesada, como si hubiera corrido una maratón. Y finalmente, escucho un fuerte estruendo que coincidía con el de un arma de fuego. A pesar de estar en su cabeza, el sonido fue tan fuerte que no lo soporto más, cayó de rodillas y finalmente colapso en el suelo.


Luna se hallaba con Lucy en la sala de espera del Hospital cardiológico de la ciudad, ya había terminado el chequeo mensual de su hermana gótica y solo le quedaba esperar los resultados, Luna estaba concentrada leyendo un libro de fantasía mientras que Lucy estaba jugando en su teléfono. La rockera trataba de concentrarse en su libro preferido, pero por más que lo intentase, no podía.

Se sentía más nerviosa de lo usual, nerviosa de que los resultados no fueran favorables. Rezaba y rogaba por que todo estuviera bien, porque lo último que quería es tener que pagar los gastos fúnebres de su hermana menor, la cual le ah dado tanto cariño en este tiempo en que han vivido de forma independiente, la cual le ah depositado tanta confianza…

Ni siquiera sabría cómo lidiar si ella tuviera que partir. ¿Podría superarlo? ¿Podría aprender a vivir sin Lucy, su querida hermana? ¿Cómo sería la vida sin ella? ¿Podría acostumbrarse a vivir sin la compañía de su hermanita gótica? ¿Sin escuchar sus poemas? ¿Sin escuchar los ánimos que ella le brinda en su carrera? ¿Sin sentir de nuevo sus abrazos?

No, sería muy difícil… Solo esperaba que no pasara eso nunca…

Ella suelta un suspiro para intentar librarse del nudo que sentía formarse en su garganta. Luego le dirige una mirada a Lucy, estaba concentrada en su juego, pero supuso que ella también debe de estar muy nerviosa. Ella sonríe y le acaricia la cabeza. La gótica la mira y sonríe, le coloca pausa a su juego y la abraza.

-Luna.

-¿Si?

-Cuando lleguemos a casa… ¿Crees que puedas ayudarme con algo?- Pregunto La chica gótica.

-Seguro, pero, ¿Qué es ese algo?- Pregunto la rockera.

-Veras, es algo que llevo planeando desde hace rato.- Dijo Lucy-. Es sobre un libro, una linda historia de una albina ciega y huérfana.

-Curioso… Pensé que le tirabas más a la poesía.- Dijo Luna.

-Si… Pero eso no me impide que le tire también a las historias escritas, ¿No?

-… Buen punto.- Dijo Luna-. Está bien, te ayudare.

-Gracias. Te debo una.- Dijo la chica de cabellos negros.

-No me debes nada, hermanita.- Respondió la castaña-. Para mí es un gusto ayudar a mi querida hermana menor.

-Aunque ya no soy tan menor.- Dijo Lucy con una linda sonrisa formada en su rostro-. Digo, ya tengo quince, ya estoy vieja.

-Si tu estas vieja, yo soy una momia.- Dijo Luna.

-Momia y todo… Pero aun así te quiero.- Dijo la gótica al apretar más la fuerza de su abrazo.

Luna sonríe, y vuelve a suspirar al sentir que el nudo en su garganta se está volviendo a formar.

-Yo también, Lucy. Yo también.- Dijo Luna al acariciarle el cabello a su hermanita.

Ambas duran unos instantes abrazadas, hasta que una voz les desvía la atención.

-Luna, Lucy. Ya están los resultados, vengan a mi oficina.

Luna suspira, al igual que Lucy. La hora de la verdad había llegado, y solo esperaba que fueran buenas noticias…


(Continuara…)