Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de Rowling.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
Ignora la historia del sexto libro pero toma datos de él.
Es un SS/OMC (personaje original masculino)
Capítulo 16. Dolor
Severus controlaba su respiración, tapando como bien podía su miedo. Cualquiera que le mirara jamas advertiría su temor o su rabia, solo podían ver a Severus Snape como una estatua impasible de gesto petreo. Impasible ante la ira previsible de su señor.
- Creía que tenía un Maesstro de Pociones, no un incompetente de esste calibre.
- Fui saboteado, mi señor.
- ¡Tus infantiles excusas no me interesan!
Una risilla. Severus no se molestó en mirar, ningún mortifago se hubiera atrevido a reirse de Snape o en presencia de Voldemort. Era Charnag, justo tras Voldemort, repantingado en la escalatina, disfrutando del éxito de su sabotaje. Sierpe vengativa, Severus suponía que no le agradaba perder al objeto de su diversión personal.
Cuan erroneamente había juzgado al paciente y positivo Charnag. Esta era su verdadera cara, no el alegre y vital profesor de DAO, ni la naga exótica y chispeante, era este gusano manipulador y vengativo. Severus se mantuvo arrodillado.
- Essta noche caeremos sobre Hogsmade, demostraremos nuestro poder, el ministerio y Dumbledore comprobaran que no pueden sseguir ignorando nuestras exigencias. El pueblo mágico recordará quien ssoy.
Como si se pudiese olvidar. Severus no se hizo ilusiones de que el discurso dirigido a los demás mortífagos hiciera al lord tenebroso olvidarse de su presencia. Ese era el juego de Voldemort, dejar que te consumieras en tu propio miedo. Pero Severus no pensaba caer, recurrió a su dominio de sí mismo, no daría a Charnag la satisfacción de verle sufrir, no esta vez.
- Cuatro grupos, uno en cada punto cardinal, los lideres tendrán loss mapas con los lugares que debeiss arrasar hasta los cimientos.- Voldemort dirigió entonces una mirada desdeñosa hacia la figura arrodillada de Severus.- Severuss debía ser uno de los lideres de grupo pero me temo que tendré que relegar ese honor a alguien mas dedicado a la caussa.
El plano fue entregado a otro, Severus reconoció la altura y el gesto, Alecto Carrow. Ella y su hermano sin duda disfrutarían prediendo fuego a Hogsmade, eran unos piromanos muy fraternales. Y disfrutarían mucho mas sabiendo que habían arrebatado la labor a otro mortífago.
Poco podían imaginar el alivio que suponía para Severus aquella destitución.
- Me temo que Severuss no podrá formar parte de esste día de gloria.
Severus cerró los ojos, sabía lo que ocurriría a continuación.
Eso no lo hacía mas facil
Charnag se miró la manicura con satisfacción, Voldemort era muy teatral para su gusto, y demasiado dado al rollo siniestro, pero resultaba entretenido y tenía que admitir que era poderoso, más poderoso que él, y temible en su poder. Severus ya tenía su merecido¿se creía mejor que él por tener dos piernas? Pues que se diese cuenta de que no era mejor que él, no tenía ningún derecho a menospreciarle.
Entonces Voldemort alzó la varita y pronunció la palabra.
- Crucio.
No había esperado aquello. El Cruciatus era un conjuro que producía un dolor horrible que nadie olvidaba jamas, era la pena máxima que se conjuraba y nunca sin un cuidadoso juicio previo. Era imperdonable entre los mágicos y las nagas...
Y Voldemort parecía conjurarla como quien hace un Expeliarmus.
Aterrador.
Severus se retorció y cayó al suelo. Ocultaba el rostro bajo la máscara y el cabello, pero los gritos desgarradores que salián de su boca eran suficientes para manifestar su dolor. Las manos arañaban el suelo como garras, tratando inutilmente de asir algo, cualquier cosa que pudiese ayudarle.
Los demás mortífagos habían retrodecido unos pasos, Charnag, en su forma original de naga, podía oler las emociones en el ambiente, predominaba el miedo, pero de una forma que Charnag no esperaba... parecía que hubiesen visto esto antes.
No podía soportarlo más, Severus, el orgulloso, el siniestro, que se sentaba siempre con la espalda tan recta que no tocaba el respaldo, Severus que miraba a los demas de un modo que le hacía parecer superior al resto de los mortales, que con una sonrisa de desprecio y burla podía hacer callar al matón mas embrabecido... y ahora se retorcía desesperadamente tratando de respirar mientras gritaba.
- Creo que es suficiente.
Habló en parsel, no quería dar a Voldemort motivos para pensar que le estaba desafiando frente a sus tropas. El lord tenebroso levantó el conjuro y le dirigió una mirada de curiosidad. Charnag se mantuvo sereno y sonrió levemente.
- Por divertido que sea tenemos una labor, Lord Tenebroso, yo mismo me aseguraré de que Severus no vuelva a decepcionaros.
- Primero el deber, luego el placer.- Rió Voldemort con un destello rojizo.
Charnag aguardó pacientemente a que Voldemort diese las ultimas instrucciones a los mortífagos. El mago oscuro le dio fecha y hora para discutir la actuación de las nagas en el gran ataque a Hogwarts y se desapareció.
Nuevamente solo Charnag y Severus quedaron tras el encuentro.
Severus se incorporó lentamente, como un cordero recien nacido, aplacando los temblores propios del cruciatus. Cuando vió que Charnag seguía allí se le enfrió el estómago, ese era el culpable de su dolor, el responsable de que le hubieran sometido a una cruciatus, y era posible que a muchas más en el futuro, por aquella "incompetencia". No solo había sido utilizado por Charnag... ahora era descartable para él.
La naga tenía todas las cartas en la manga, una palabra de Charnag y Voldemort lo mataría, su alianza con las poderosas serpientes valía mucho más que su Maestro en Pociones. Había sido un necio al destruir su falsa relación con Charnag, era la última vez que se dejaba llevar por los sentimientos, la última.
- Severus... – Charnag se preguntó si disculparse serviría de algo. Lo dudaba.
Severus tomó aire y se tranquilizó, naturalmente le dolía todo el cuerpo, pero sabía como disimularlo, al menos aguantaría unos segundos, lo suficiente para desaparecerse.
- Si me disculpas...
Severus se desapareció, hacerlo tan pronto después del cruciatus le provocaría desorientación y vómitos pero no le importaba mientras se alejará de Charnag¿por qué demonios había parecido tan preocupado¡Aquello era culpa suya!
Charnag observó el vacio que antes había ocupado Severus y se tiró de los cabellos con ira y desesperación.
- Soy un imbecil¿qué es lo que he hecho?
Severus no tenía tiempo que perder escuchando a Minerva quejarse por ser levantada a horas intenpestivas, entró a traves de la chimenea poco dispuesto ha discutir con una cabeza llameante.
- Veinte mortífagos se dirigen a Hogsmade con la misión de arrasar varios edificios, alerta a Albus y al Ministerio, ya.
- El Ministerio ya fue avisado ayer, han enviado a sus aurors.- Minerva se ató la bata con fuerza, irritada.- Ya te lo dije, en cuanto a Dumbledore, aun no ha vuelto.
Severus se masajeó las sienes, aquello no era el típico ataque a Hogsmade, era una invasión, había esperado que Albus ya hubiese regresado para apresurar las defensas y a la Orden del Fenix. Por ejemplo Moody, estaba loco pero era un destructor de mortífagos sin igual.
- ¿Dónde demonios está Albus?
- ¡Severus! No maldigas, hazme el favor, no sé donde está, ya debería haber vuelto. Sin él, el ministerio apenas nos hace caso.
Insoportable. Severus gruñó otra blasfemia y volvió por la chimenea hasta su propio despacho. Las barreras le identidicaron y Severus arrojó su capa al suelo mientras iba a su laboratorio a por una poción anestésica.
Y malditos fueran todos ellos, Dumbledore, MacGonagall, el Ministerio, Voldemort... y sobre todo Charnag Oloth. Esa noche Hogsmade ardería... y no podría hacer nada mas que mirar.
- Sniff... ¿es remordimiento eso que huelo?... No, debe ser el pueblo ardiendo.
Charnag se cubrió la cabeza con el almohadón. No podía soportar que Waess se regocijara con el clasico "Yo tenía razón y tu estabas equivocado".
- Se te ha ido de las manos¿no es así?
- No imaginé que saldría tan mal.- Masculló bajo el almohadón.
- Debiste imaginarlo, pero estabas tan centrado en ti mismo que perdiste toda perspectiva.
- Nunca antes me había ocurrido, soy... soy un espía excelente, maldita sea.
- Quizá estabas demasiado angustiado.
- ¿Angustiado¿Por qué?
Charnag apartó la almohada y miró a Waess, que percibió el brillo de lagrimas reprimidas en los ojos de su amigo.
- Porque creo que has encontrado en el mundo de los humanos algo que te importa, y te ha cegado.
- Nunca me había sentido así... ¿qué debo hacer Waess?
- Enmendarte, naturalmente.
Una catástrofe, Hogsmade había sufrido un terrible ataque. En el caos resultante habían ardido negocios tanto de contrarios a Voldemort como objetores y partidarios, los mortífagos habían creado un infierno de conjuros incendiarios y los aurors habían tenido que enfrentarse al fuego y a los mortífagos a la vez.
Voldemort se apuntaba otro tanto, el ministerio estaba enloquecido, Hogsmade estaba bajo la ley marcial y Dumbledore había desaparecido.
El gran comedor era un caos de habladurías, pero eso se iba a acabar, ya habían llegado cartas de mas padres que se llevaban a sus hijos.
Severus dejó el periodico a un lado y desayunó sin ganas. Entonces vió la tarta de manzana junto a su plato... alzó la vista y se encontró con Charnag, que le miraba con ojos tristes... algo que no había visto jamas en aquel rostro.
- Lo siento.- Susurró Charnag.- No lo sabía, no sabía que sería tan duro contigo.
Severus casi se atragantó con la tortita pero se las arregló para permanecer firme e impasible, no debía ceder a los engaños, no cedería a sus mentiras.
- Lo lamento, Severus, por favor...
Severus no desvió la mirada de su plato.
- Por favor, dime algo...
No. No podía ceder. Se levantó y abandonó el gran comedor, Charnag alzó la mano tratando de detenerle pero no no le alcanzó a tiempo y se quedó mirando alelado como Severus se marchaba tras su mano alzada en vano.
Los alumnos que habían apartado la mirada del periodico se quedaron boquiabiertos ante la escena. Y el gesto angustiado de Charnag les provocó tanta tristeza como el dramático ataque a Hogsmade.
La Orden del Fenix estaba reunida de nuevo. La casa de los Weasly era ahora el lugar de reunión habitual.
Severus tomaba sorbos del te que Molly Weasly había preparado para todos esperando mientras el revuelo se calmaba. La desaparición de Albus traía de cabeza a todos, el director no había dicho a nadie a donde iba ni a que. Era lunes y nada se sabía de él.
Mundungus, apestando aun a su horrible tabaco, no había sacado nada de sus contactos en los bajos fondos de la sociedad. Moody no dejaba de farfullar sobre traiciones y tramas de Voldemort mirando constantemente en dirección de Severus con su ojo mágico y el real, Tonks tenía un aspecto horrible, con el pelo color musgo podrido y ojeras pronunciadas, Lupin tampoco tenía mucho mejor aspecto y nada había sacado de sus reuniones con los licántropos pues estos apenas le aceptaban.
En resumen nadie sabía nada.
- No debemos permitir que nadie descubra su falta.- Dijo finalmente Minerva haciendose oir por encima de los demás.- Sería un desastre y lo percibirían como una debilidad.
- Por lo que a todos respecta, Dumbledore sigue de viaje.- Coincidió Arthur.
- ¿Y no vamos a buscarle?.- Bill Weasly estaba consternado.
- ¿Y por donde piensas empezar a buscar?.- Preguntó Severus con ironía.
Severus recibió las clasicas miradas de odio y desprecio pero no se inmutó, estaba acostumbrado. A nadie le gustaba cuando le exponían la cruda realidad, eso era Severus, el abogado del diablo.
- Pareces my tranquilo con la falta de Albus¿es que ahora ves el camino libre para correr a los pies de tu amo?.- Escupió Moody.
No se molestó en replicar. Moody solo buscaba una excusa para enviarle a Azkaban y nada de lo que dijera haría cambiar de idea al auror.
- Albus volverá, estoy segura.- Molly parecía querer converse a sí misma en vez de a los demás, lo que no era muy tranquilizador.
- ¿Y quien nos dice que Severus no es el responsable?.- Moody se puso en pie echando espumarajos por la boca.- ¡Dumbledore marchó después de hablar con él!
Muchos siguieron la dirección del acusatorio dedo de Moody y Severus se enderezó en su silla dejando claro en una simple mirada lo poco que le importaba Moody y lo mucho que les despreciaba por dirigirse a él.
- Es suficiente, Alastor, centremonos en el tema a tratar.- Replicó Minerva.
- Precisamente, centremonos en nuestro mortífago.- Moody estaba sin duda disfrutando de aquello.- Centremonos en el hecho de que fue su información la que sacó a Albus de Hogwarts, centremonos en que ha retozado con una naga aliada de Voldemort...
Severus se incorporó tirando la silla y Moody sacó rápidamente la varita, con la que apuntó directamente al rostro furioso del profesor de pociones.
- Adelante Moody¿no lo deseas tanto? Usa tu adorado Ava Kedabra y acaba de una vez con tus insultos, empiezan a hastiarme.
Los miembros de la Orden observaban anodados sin atreverse a intervenir, Moody estaba al límite, con el deformado rostro enrojecido y los dientes apretados, su varita practicamente soltaba chispas.
- Moody... baja la varita, por favor...- Lupin trató de calmar al mago sin éxito, no se atrevía a intervenir directamente.
- Asqueroso mortífago, se que nos has traicionado.- Moody clavó su varita en el esternón de Severus.- Eres un asesino.
- Palabras y más palabras¿tan seguro estas de lo que dices¡Pues mátame!
Minerva se llevó las mano a la boca aterrada cuando Moody clavó mas la varita.
- No me tientes...
Severus apretó los puños dio un paso hacia Moody sin miedo alguno.
- ¡Si tan seguro estas de quien soy, adelante¡¡Hazlo maldito lisiado, sé que no tienes reparos en usar una buena imperdonable!
- ¡Severus¡¡Alastor!.- Arthut se levantó aterrado por la idea de que Moody fuese realmente capaz de matar a Snape allí mismo.
- ¡Te juro que lo haré, Snape!
- ¡Pues hazlo de una vez¡¡Mátame¡¡Mátame y acaba con todo!
- ¡BASTA!
Toda la estancia tembló con el vibrar de la poderosa magia y todos volvieron la vista hacia la chimenea. Allí estaba Albus, hablando a traves de las llamas, el director tenía un aspecto cansado. Pero sus ojos brillaban con fuerza pese a sus años.
- ¡Alastor, aparta la varita de Severus ahora mismo!
Entonces Moody bajó la varita. El suspiro de alivio de todos los presentes fue casi cómico de no haber tenido lugar sucesos tan dramáticos. Moody jadeó mirando a Severus y despues se volvió a Albus.
Severus respiró agitadamente unos instantes y despues miró la ardiente cara de Albus con sorpresa y alivio.
- No podemos fiarnos de él...- Empezó Moody.
- Estoy cansado de esa discusión, Alastor, Severus ha salvado la vida de Harry en muchas ocasiones..
- Y ha recogido información muy valiosa poniendo en peligro su propia vida.- Añadió MacGonagall poniendose en pie.- Sientate, Alastor, si vuelves a comportarte como un maniaco no volverás a estas reuniones.
Alastor tomó asiento murmurando entre dientes y Severus se sentó con gesto firme, como si hace unos segundos no hubiese estado mirando a la muerte a la cara, animándo a Moody, obviamente desquiciado, a matarle allí mismo.
- Tengo poco tiempo, amigos.- Albus miró de reojo a su alrededor.- He conseguido reunirme con las nagas, quería hacerlas entrar en razón.
- ¡Albus! Eso es una locura...
- Minerva, a pesar de lo que sea Charnag, las nagas son un pueblo antiguo y noble, espero que su actitud tenga una justificación.
- ¿Te han hecho prisionero, Albus?.- Atajó Moody.
- Me tratan como a un invitado de honor pero... bueno, no me dejan salir ni comunicarme con el exterior de modo que...- Albus sonrió con disculpa.- Me temo que me han hecho prisionero.
La cara de los presentes palideció.
- No me han hecho ningún daño.- Se apresuró a explicar Albus.- Pero reconozco que esto no me da buena espina, trataré de hacerles entender, pero... me temo que viene alguien, no creo que pueda comunicarme otra véz.
- ¡Dinos donde estas para que podamos...!
Pero la comunicación se había cortado y la chimenea solo reflejaba llamas.
- Han secuestrado a Albus...- Minerva no se podía creer lo que oía.
Un animo descorazonador se extendió por la casa de los Weasly.
- Por las barbas de Merlin... ¿qué haremos?
- Ni siquiera sabemos donde buscarle.
- Solouna nagasabría donde...
Inmediatamente todos miraron a Severus. El profesor de pociones se removió incómodo en su asiento. No le gustaba el rumbo de la conversación ni las miradas que le dirigían.
- Severus... Charnag debe saber donde está la ciudad naga y sobre Dumbledore...
- Me temo que eso no será posible, Charnag y yo ya no tenemos una relación tan cercana.- Severus atajó cuanto antes.- No me dirá algo tan secreto.
- Pero esta mañana Charnag parecía dispuesto a recuperar esa relación.
Severus dirigió a Minerva una mirada cargada de odio, nunca había pensado que desearía dar una bofetada a la jefa de Gryffindor... pero en el fondo lo entendía, aquello se trataba de recuperar a Dumbledore.
Si para ello había que convertir a Severus en una puta, entonces se hacía. Bastardos. Se puso en pie y se ajustó la capa con rabia.
- Muy bien, me follaré a Charnag y ya os contaré que tal me ha ido.
La crudeza de sus palabras provocó no pocos sonrojos. Que se fastidiaran, era él quien iba a vender su cuerpo a quien le había traicionado.
Nota de la autora: Fanfiction que no me dejaba actualizar por estar de actualización, pero al menos aquí vienen dos capítulos de una tanda.
