Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de Rowling.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
Ignora la historia del sexto libro pero toma datos de él.
Es un SS/OMC (personaje original masculino)
Capítulo 20. Falsa coral
- ¿Qué?.- Severus miró la botella de Verasiterum, no, no se había equivocado de botella, Charnag estaba diciendo la verdad.
- El Imperio Naga ha permanecido aislado muchos años, pero los últimos conflictos en el mundo mágico nos han hecho ver que es inevitable que tarde o temprano nos afecte y la guerra llegue a nosotros.
Severus apoyó las manos en los posabrazos tratando que tranquilizarse.
- Y te enviaron.
- Como observador.- Aclaró Charnag.- Mi misión era vivir entre los magos, infiltrarme en vuestra sociedad y estar atento a los conflictos que vivíais.
- El señor tenebroso... eso era lo que os preocupaba.
Charnag asintió con solemnidad.
- Aunque fue... eliminado por El-niño-que-vivió, nosotras habiamos visto lo cerca que había estado el peligro. Y lo ignorantes que habíamos permanecido ante el peligro nos hizo ver que necesitabamos saber que ocurría "ahí fuera". Yo fui elegido como observador. Todo este tiempo lo he dedicado a recopilar información y datos.
- Pero ahora...- Severus buscó desesperadamente la lógica.- El señor tenebroso ha resucitado y habeis decidido actuar activamente.
- Recibí ordenes de venir a Hogwarts, investigar y finalmente infiltrarme en las filas de los mortífagos, no resultó muy dificil engatusar al heredero de Slytherin una vez conseguí reunirme con él.
Severus intentó encajar las piezas. Charnag Oloth, llegaba a Hogwarts como profesor, el lugar donde era mas probable poder iniciar contactos con Voldemort dada la conexión que el señor tenebroso sentía por el colegio. Y que este lugar fuese una cantera de Mortifagos, claro.
Lo de contactar con Draco Malfoy... también tenía sentido, su padre acababa de ser hecho prisionero en Azkaban al final del curso anterior, los Malfoy estaban en una posición debilitada sin dejar de ser un importante eslabón. Draco no tenía la marca tenebrosa y sí mucha información, un blanco facil con la adecuada manipulación.
- La alianza, es... es una trampa.- Dedujo.
- Exacto.- Charnag sonrió.- Necesitabamos su confianza, engatusarle, le he empujado a exponerse, llevará todas sus fuerzas a la luz y allí caerá en nuestra treta. Una emboscada, las nagas no haremos caer el escudo, lo reforzaremos y nos volveremos contra él.
- Dos frentes, las nagas y Hogwarts.- Severus no daba credito con un susurro.
- No es una batalla final, pero esperamos dejarle lo suficientemente debilitado como para que no represente una amenaza global.- Aclaró Charnag.
Era tan retorcido... Charnag había fingido una alianza con Voldemort para llevarle a una trampa... increible. Un momento...
- ¿Y Dumbledore¡Le habeis secuestrado!
Charnag alzó las manos con gesto pacificador.
- No tengo toda la información al respecto, la llegada de Dumbledore al Imperio Naga probablemente preocupó a mis superiores. Si le han retenido ha sido solo por temor a que pudiese interferir con el plan.
- ¿Interferir en el plan? Se supone que estais ayudándonos¿por qué mantenernos al margen?
- En primer lugar porque el secreto es necesario, como espia deberías saberlo, y en segundo lugar... mi raza os considera poco menos que animales incapaces de cuidar de si mismos, no es mi opinión que conste.
Resultaba dificil de creer... pero las piezas encajaban en cierto modo, despues de todo Albus les había asegurado que las Nagas eran un pueblo sabio, y no era extraño que también fueran prepotentes dado su poder y antigüedad. El completo secreto de la operación era primordial para que Lord Voldemort no tuviese reserva alguna. Ni siquiera Draco lo sabía todo.
- ¿Por qué me encerraste?
- Para que no participaras en la batalla, para protegerte. Pensaba que eras un mortífago... y no quería que cayeses con los demás. Porque en el fondo sabía que eras diferente a ellos y... te quiero.
Permanecieron en silencio unos instantes, Charnag paciente y esperando, Severus meditando, digeriendo toda la información que acababa de recibir. El sonido de las llamas de la chimenea eran lo unico que se oía mientras ambos hombres se miraban. Finalmente Severus cerró los ojos, haciendo la pregunta que mas temía hacer, con miedo a la respuesta.
Despues de tantas mentiras, de la simulación por parte ambos, de las medias verdades... había una sola cosa que realmente le importaba, la pregunta que en realidad había querido hacer desde el principio.
- ¿Es real lo que sientes por mi?
- Si.
- ¿Cómo lo sabes?.- El verasiterum no era eficaz con los sentimientos, eran algo subjetivo que no podía controlar por completo.
- Por que cuando me enamoré ti eras un profesor de Hogwarts, seguí sintiendo lo mismo cuando eras un mortífago leal a Voldemort... y siento lo mismo ahora que eres el espía de Dumbledore.
Severus no dijo nada, sacó la varita y con una letanía murmurada apartó los conjuros de ataban a Charnag y le devolvió la varita. Charnag la tomó pero no se levantó, esperando a que Severus decidiese compartír con él sus pensamientos.
Finalmente, tras unos instantes que se hicieron eternos, Severus se acercó y le miró desde su altura. Finalmente miró hacia un lado y se mordió el labio con cierta incomodidad.
- Yo tambien... te quiero.
Silencio. Finalmente Charnag sonrió y se incorporó al tiempo que recuperaba la forma humana.
- ¿Ha dolido mucho decirlo?
- Bastante.- Respondió Severus seriamente.
- ¿Y crees que podrías repetirlo?
- Otro día tal vez, hoy ya es demasiado... y quizá no haya sido una buena idea decirlo.
Charnag sonrió con tristeza.
- Sé que te refieres, aun no me puedo creer que hayamos sido tan...
- Ya me siento bastante mal, Charnag... yo... primero estaba enfadado porque pensaba que me utilizabas y acabé haciendote lo mismo... la noche de Navidad.
- Supongo que estoy enfadado por eso.- Charnag se rascó la cabeza pensativo.- Pero supongo que secuestrarte y encerrarte contra tu voluntad tampoco fue un gesto muy leal.
El silencio se volvió incómodo, si había un ejemplo en el mundo de una relación retorcida y dificil eran ellos.
- Tengo que hablar con Minerva de esto.
- Está bien, pero...
- Discrección, si, lo sé.
Severus abrió la puerta del despacho. La voz de Charnag le detuvo.
- ¿Crees que podemos volver a intentarlo?
- Ahora no, Charnag... hablemos mas tarde, cuando todo esto haya terminado. Ahora voy a estar muy ocupado y... no sé que será de nosotros.
Charnag observó la puerta cerrada tras Severus. Realmente iban a estar ocupados, se aproximaba una batalla.
Voldemort aun estaba ahí fuera, en alguna parte.
El heredero de Slytherin no caería tan facilmente.
Pero había sido derrotado.
Severus entró en la enfermería con otra caja de pociones regenerativas. La batalla había sido corta pero intensa. Las fuerzas de Voldemort habían atacado de cabeza, seguros de la victoria por el apoyo de las Nagas que se habían aparecido, casi treinta nagas habían acudido en un traslador que Charnag había preparado de antemano.
Cuando el ejército tenebroso se había lanzado sobre Hogwarts, se había topado con unas barreras en perfecto estado, minas mágicas, aurors preparados... y nagas lanzando contra ellos un brutal ataque sorpresa en su retaguardia. Los gigantes y licántropos, primera linea de fuego, habían sufrido bajas incanculables a manos de los defensores de Hogwarts con la barrera intacta, los dementores habían acabado huyendo cuando los patronus les atacaron, y los mortífagos ni siquiera habían podido organizarse al ser el objetivo principal de las nagas.
Un éxito, Voldemort había huido con el rabo entre las piernas y pocos mortígafos habían podido seguirle.
- ¿Pocioness regenerativass? Ssoiss tan primitivoss...
Solo conocía biena una naga, Charnag, y gracias a Merlin que no se parecía en nada al resto. Eran prepotentes, sobervias, paternalistas y despreciativas. Y la que ahora se repantingaba en una de las camas de la enfermería no dejaba de decirle como hacer su trabajo. Y ese siseo le estaba volviendo loco.
- Se nos han acabado las pociones de Curación, tendrá que arreglarseras con una regeneración acelerada.
Severus entregó la poción a la naga, esta tenía contusiones por la batalla. Varios aurors y centauros habían caido en la batalla, y cuatro nagas habían muerto por el Ava Kedavra, el unico conjuro que no podían detener. La magia curativa naga había hecho maravillas por los heridos mas graves y ahora solo quedaba asistir a los demás heridos.
Severus había participado en la batalla, aunque no en primera linea, él y los jefes de las otras tres casas habían tenido que permanecer en Hogwarts, usando el antiguo conjuro de las cuatro casas para que las barreras de Hogwarts manifestaran habilidades ofensivas además de defensivas. Era un poder adjudicado cuando los jefes de las cuatro casas estaban de acuerdo.
No había visto a Charnag desde la conversación con Verasiterum. Charnag ya no tenía que seguir siendo un espía, probablemente regresaría al Imperio Naga. Y ya no habría mas Charnag Oloth.
Quizá era lo mejor. Aunque doliera como el infierno. Repartió el resto de las pociones y salió de la enfermería.
- Severus, acompañame un momento, por favor.
Dumbledore. Las nagas lo habían traido de vuelta cuando se habían trasladado, por supuesto camuflado como una de ellas, para ayudar en la batalla.
- ¿Cómo estan nuestros ilustres invitados?
- Entretenidos practicando el arte de ser condescendientes.- Respondió gruñón.
- Si, es un mal habito que tienen, pero supongo que es lo mismo que los magos hacemos con los muggles.
Era una forma de verlo, aunque Severus jamás admitiría compartir la idea.
- No tendremos que volver a preocuparnos por una guerra a gran escala.- Albus suspiró aliviado.- Aunque Voldemort siga vivo al menos ha perdido a sus aliados.
- Sigue siendo una terrible amenaza. Solo hemos ganado tiempo.
- Un tiempo precioso.- Replicó Albus.- Un tiempo valioso.
Anduvieron juntos por los pasillos de Hogwarts hasta la gárgola que guardaba el despacho del Director.
- ¿Nos ayudarán las nagas a destruir al señor tenebroso?
- Me temo que no, Severus, solo se han asegurado de que no represente una amenaza para ellas. Ahora regresarán a su hogar y a su aislamiento.
- ¿Tienen trasladores para irse hoy mismo o esperarán un transporte?
Dumbledore pronunció la contraseña de la gárgola y miró a Severus con calided.
- ¿Qué es lo que me quieres preguntar realmente?
- ¿Va a marcharse Charnag también?
- Me temo que así es. Charnag marchará con las demás nagas mañana, tienen trasladores preparados.
Se marchaba. Severus asintió sin poder evitar que la tristeza trasluciera en su expresión. Albus le puso una reconfortante mano sobre los hombros.
- Lamento todo lo ocurrido, Severus.
- Estoy bien, Albus, ya hablamos de ello, todo se aclaró.
- Quizá deberíais volver a hablar.
- No, Albus, no es necesario.
No hablaron más de ese asunto, en el despacho dedicaron el tiempo a compartir ideas sobre el posible paradero de Voldemort y sus posibles cursos de acción. Cuando terminaron, Severus se encaminó a sus mazmorras. Charnag se marchaba mañana... no volvería a verle. Era lógico, regresaba con su gente, con los nagas, era su lugar, despues de tantos años lejos de su familia, de su hogar.
No podía esperar otra cosa, ni hacer nada por cambiarlo... ¿verdad?
Charnag guardó el último cuadro en la maleta sin fondo. Ya solo le quedaba empaquetar la ropa con un simple conjuro y habría terminado. Waes ya dormitaba sobre la cama. Charnag no tenía sueño, dudaba que pudiera dormir en toda la noche. Volvía a casa. No podía dejar de pensar en ello. Por fín, volvería a su hogar con su familia, volvería a ver su casa, sus jardines... no podía esperar al amanecer.
Y a la vez lo temía, porque perdería a Severus Snape.
Nagas con nagas, magos con magos. Charnag pertenecía al Imperio Naga y Severus pertenecía a Hogwarts, eran sus hogares, su lugar. No podía cambiarlo.
- No deberías dejar tu puerta sin protecciones.
Charnag alzó la vista para encontrar al profesor de pociones atravesar el umbral de su puerta.
- Severus... supongo que esto es un adios. Me marcho mañana... con mi gente.
- Lo sé.
- Lo siento, pero... no puedo elegir entre tu y mi hogar, yo... lamento ser tan egoista.
- No, yo sería egoista si te pidiese que renunciases a volver a un hogar que amas en mi favor. Sé que has estado mucho tiempo lejos de tu casa.
Severus cerró la puerta y andó hasta Charnag hasta juntar sus frentes, mirándose de cerca, con los labios rozándose.
- Ya no sirvo como espía, Voldemort ya debe haber descubierto mi colaboración con Dumbledore, he pasado años dando clases de pociones a mocosos incapaces de apreciarlas...
- Severus...
- He terminado mi deuda con Albus, ya nada me ata a Hogwarts.
Charnag sintió que el corazón le latía tan fuerte que se le saldría del pecho.
- Severus... ¿quieres venir conmigo al Imperio Naga?
- ¿Qué demonios te crees que intento decirte?
Antes de que Charnag pudiese decir más Severus le silenció con sus labios.
Dumbledore estaba realmente sorprendido cuando vió a Severus por la mañana. El jefe de la casa de Slytherin estaba vestido con pantalones negros con botas altas, camisa blanca y chaqueta cruzada. Tenía el cabello negro recogido hacia atrás en una coleta y una sonrisa de satisfacción en el rostro.
Realmente parecía un Severus nuevo y mejorado, Dumbledore observó con curiosidad la carta que el jefe de Slytherin le tendía.
- ¿Qué es la carta, Severus?
- Mi dimisión, Albus, lamento ser tan repentino pero me temo que la decisión de marcharme ha sido precipitada.
Albus se quedó a cuadros y finalmente una sonrisa asomó a su rostro.
- Te echaré de menos.- Le dijo extendiendo una mano que Severus estrechó.
- Estoy seguro de que lo superará. Y mi marcha es... mi regalo de Navidad al alumnado, seguro que es lo que más disfrutarán.
El director rió, y por primera vez pudo ver que la sonrisa de Severus era igualmente sincera.
- Charnag se lleva a mi mejor proferor de pociones... ¿qué voy a hacer ahora Severus¿Alguna sugerencia para el puesto?
- Me temo que considero a mis demás colegas igualmente inútiles de modo que lo dejo a su disposición, director, en el futuro quizá quiera considerar a Draco Malfoy, eso saciará su sed de poder ligeramente después de esta lección.
Albus asintió y entregó a Severus otro sobre cerrado.
- El clasico sobre de despedida a los profesores que nos dejan despues de años de servicio... espero que volvamos a vernos.
- Charnag no estará quieto mucho tiempo.- Severus rió levemente.- Estoy seguro de que vendremos de visita.
- Me alegro... ¿estas seguro de esto, Severus? Sabes que Hogwarts siempre estará aquí si lo necesitas.
- Creame director, si todo lo que nos hemos hecho y hemos vivido no ha podido separarnos... mucho me temo que nada lo conseguirá.
Albus le dio un fuerte abrazo y Severus lo devolvió con afecto, ahora resultaba facil mostrar su afecto por el viejo, ahora nada le hacía sentir una deuda por él, una sensación de conciencia sucia... era libre.
- Adios, Albus, despideme de los demás.
- Adios, Severus.
Severus abandonó el despacho del director con su maleta y se reunió con Charnag en las puertas de Hogwarts. La naga se veía pletórica de felicidad.
- ¿Listo, Severus?
- ¿Listo para ir a un lugar desconocido y misterioso poblado por una raza de nagas prepotentes en tu compañía? Si, claro.
Charnag sonrió y le pasó una mano por la cintura mientras salían de Hogwarts.
- A mi madre le encantarás.
- Lo dudo.- Gruñó Severus sin autentico mal humor.
- En serio, es una gruñona ermitaña sin tiempo para divertirse... vaya¿crees que tengo complejo de Edipo?
- Eso explicaría muchas cosas.
- Si, seguro.
Mientras veía alejarse a Severus y Charnag, Albus sonrió. Tenía la impresión de que aquellos dos iban a ser una pareja que nunca se aburriría.
Nota de la autora: Si, lo sé, mis finales no suelen ser gran cosa. No sé porque todavía no consigo darles la puntilla adecuada, me ocurre con todos mis fanfics o al menos me da esa impresión, siempre me decepciono cuando quiero hacer el final, pero lo repito una y otra vez... y nunca me queda del todo bien. Mi gran defecto me temo.
Gracias por todos los reviews, este es mi primer fanfic de Harry Potter y quizá no sea el último, eso depende de muchas cosas. Hasta otra ocasión.
