Perdido en mí
Capítulo 10: Eso era, Lucius
Estaban muy cerca de enfrentarse a Nergal. Largas batallas habían pasado, los guerreros anhelaban el júbilo de la victoria. Pero antes debían derrotar a Nergal. En cierto momento, antes de abrirse la puerta donde saldrían los Morph de Loyd y Linus, Lucius se acercó al obispo Renauld.
- ¿Obispo Renauld? – pregunto Lucius, a las espaldas del obispo
- Lucius. – dijo Renauld
- ¿Te he hecho algo malo? – Preguntó Lucius - ¿Te he ofendido de alguna forma?
Al escuchar eso, un joven de pelos rojos y mirada seria observó la escena. Había estado muy cerca del rubio, pero no se había querido hablar con él. "Es mejor que este con el obispo, lo mantendrá lejos de primera fila" pensaba.
Un silencio entró entres los dos sirvientes de Santa Elimine, Lucius pestaño.
- Si así fuera… - continuó Lucius algo triste – de verdad que… Por favor… perdóname
Lucius calló al suelo. El joven pelirrojo dio un paso para ayudarlo, pero el obispo reaccionó rápidamente y lo tomó. Raven se detuvo y siguió observando.
- ¡Lucius! – gritó preocupado Renauld - ¡Contrólate!
- Sí… – dijo Lucius recomponiéndose – lo… siento
- Ah, tu enfermedad… - dijo Renauld – Perdóname…
- Obispo Renauld – dijo Lucius algo extrañado - ¿Por qué me pides… perdón?... Este azote de mi alma… es por mi propia culpa…
- No hables… – dijo Renauld seriamente – te agotarás
- Ah… - dijo Lucius cerrando los ojos – perdón…
- Se ha dormido… - dijo Renauld mirando la calma de la respiración de Lucius
Silencio, Raven miraba algo preocupado a Lucius, aunque, se veía que estaría bien. La calma que entro en ese momento, una atmósfera extraña para este momento, hizo sentir por un momento a Raven de que no estaban en guerra. Renauld no parecía pensar en eso.
- Perdóname, hijo… - dijo Renauld rompiendo el delicado cristal que era el silencio – En aquel entonces… - cerró los ojos, unas pocas lágrimas salieron de sus ojos – solo pensaba en mi mismo… - abrió los ojos a la mitad – Cometí barbaridades en mis ansias por recuperar a mi amigo perdido… - respiró un momento, cerró los ojos de nuevo – y por saciar mi monstruosa avaricia. – tragó saliva, miró un momento el techo, algunas lágrimas que le quedaban en los ojos caían por sus mejillas – Incluso sacrifiqué… la vida de personas…
Raven no entendía, el obispo se veía muy triste, Lucius seguía como dormido. Siguió observando.
- Perdóname – dijo Renauld bajando la cabeza - Por favor, perdóname… por favor…
- Te perdono – dijo Lucius, sin abrir los ojos
La sorpresa de Raven y Renauld en ese momento fue grande.
- Pero si… - dijo Renauld sorprendido
- Te perdono – dijo Lucius, abriendo sus hermosos ojos celestes
- Pero… - dijo Renauld, esquivando la mirada de Lucius – no te imaginas todo el mal que he causado – cerró los ojos, apretó los dientes y gritó - ¡Fui yo! Yo mate a tu padre… - mientras decía lo último, su voz iba perdiendo volumen lentamente
Raven quedó pasmado ¿Cómo¿Cómo Lucius podía perdonas tan fácil a la persona que había acabado con su padre? Su cuerpo quedó helado de solo pensar en eso "¿Cómo?" Era lo único que pensaba Raven. Raven decidió no continuar escuchando, no podía creer lo que había escuchado, no podía creer que algo así pudiera pasar.
- Aun así – interrumpió Lucius – siento tú pesar, y se asemeja al mío…
Eso fue, lo último que escucho Raven de Lucius, en aquella aventura…
- Cuando escuche eso… – dijo Raven, no podía articular palabra
- Lo siento – dijo Lucius – no quise provocar eso…
- ¡Ya deja de decir lo siento por todo! – gritó Raven - ¿No sabes que eso cansa?
- Lo-o siento… - dijo Lucius, casi como muletilla
- …
Los animales del bosque empezaron a moverse, sintieron la tranquilidad que necesitaban para hacer su noche habitual. Lucius cerró los ojos.
- Parece que fui de nuevo un idiota – dijo Raven
- ¿Ah? – dijo Lucius abriendo los ojos
- Yo vivo por una venganza – dijo Raven – por eso, se me hacía difícil aceptar que alguien perdonara tan fácil la muerte de sus padres… especialmente frente de quién la ejecutó
- Lord Raymond… - dijo Lucius
- Yo lo habría hecho pedazos con mi espada – dijo Raven – no habría quedado ni un pedazo de él… no se me hace posible que lo hayas perdonado
- Realmente yo… - dijo Lucius
Lucius no supo completar la frase ¿Qué podía decir en ese momento?
- Yo te dije que tenía miedo de perder a mi familia… - dijo Raven – por un idiota miedo la perdí…
Raven cerró los ojos un momento, apretó un poco los dientes. Definitivamente, no le gustaba aceptar que tenía miedo, pero aquella frase había salido de su boca muy sincera. Ni él mismo había entendido el porque.
- No se preocupe – interrumpió Lucius – entiendo… es fácil tenerle miedo a alguien que puede hacer algo que… uno no puede
Lucius miró a Raven y sonrió. Raven, puso una expresión más seria, pero no quedaba otra.
- ¡Joven Lucius! – se escuchó una voz gritar desde el bosque
- ¡Francesca! – gritó Lucius hacía el bosque
En ese momento, salió repentinamente Guy del bosque.
- Aquí están – dijo Guy, el cual parecía mejor
- ¡Que bien! – gritó Francesca saliendo del bosque
Francesca miró a Lucius, ignorando por completo a Raven.
- ¡Su brazo esta lastimado! – dijo Francesca acercando al brazo de Lucius un bastón – déjeme intentar curarlo por favor, traje mi bastón
- Gracias… - dijo Lucius
Ahí, Lucius miró a Raven, este miraba hacía el horizonte. Ahí, miró a Guy, este miraba a Raven.
- La herida era leve – dijo Francesca – así que la pude curar… ¡Me alegra tanto que este bien!
Lucius le dedico una sonrisa a Francesca, esta sonrió feliz, aunque no por mucho tiempo. Francesca miró seriamente a Lucius.
- Ahora debe explicarme que pasa aquí – dijo Francesca a Lucius
- Yo me retiró – dijo Raven inmediatamente
- Yo creo que al que hay que preguntarle que pasa es a Raven – dijo Guy
Nada salía de la boca de Lucius, no sabía si preguntarle ahora a Raven lo que pasaba entre él y la Sra. Limtia sería lo correcto. Francesca miró al único personaje que no conocía, al tal Raven que decía Guy.
- Si usted es el culpable de que el joven Lucius – dijo Francesca seriamente – entre en peligro, sufrirá el castigo de mi parte
Raven levantó una ceja extrañado ¿Acaso esto era una broma? Esta mujer no podría tocarle ni un pelo en una batalla. Francesca lo miraba decidida. Guy se acercó a Lucius.
- ¿Esto es seguro? – preguntó Guy en voz baja a Lucius
Lucius no respondió. Raven levantó los hombros, los bajo y se dio vuelta, no quería perder más tiempo.
- ¿Con que me ignoras? – dijo Francesca levantando su bastón como si fuera una hacha para el combate - ¡prepárate!
Francesca movió su bastón de tal manera de que le pegaría a Raven en la cabeza. Como es lógico, Raven pudo detenerla solo usando una mano
- Mujer testaruda… - dijo Raven
- Te engañe! – gritó Francesca de inmediato
Francesca lanzó unos polvos en la cara de Raven. Raven estornudo unas dos veces.
- ¡Francesca! – gritó Lucius al ver eso - ¿Qué haces?
- Solo le di unos polvos de la verdad – dijo Francesca – ahora nos contestará todo lo que le preguntemos
- ¡Espectacular! – dijo Guy
Raven tragó saliva. Siempre se preguntó porque en ese momento no salió corriendo, quizá su orgullo no lo dejaba.
- Ahora – dijo Francesca – empiezo con el interrogatorio
Guy y Lucius se miraron algo extrañados, Francesca no sabía nada de lo sucedido ¿Qué le iba a preguntar a Raven?. Raven mantenía su cara seria, aunque se le notaba algo incómodo. Francesca respiró un momento
- ¿Tienes hermanos? – preguntó Francesca, Raven la miró extrañado - ¿Sabías que eres muy guapo? – Raven miró a Lucius como preguntando ¿De dónde sacaste ha esta loca? - ¿Eres Gay¡Por favor no por Santa Elimine¿No me digas que estas enamorado del joven Lucius, es algo extraño verlos aquí esta noche – Raven miró para el lado, no quería abrir la boca - ¿Tuviste alguna novia alguna ves? – Raven no entendía a que iba todo esto - ¿Sabes que tener cara seria no atrae a las mujeres? - ¿Qué acaso a Raven le importaba eso ahora? - ¿De dónde eres¿Cómo te gustan las mujeres¿Cómo el joven Lucius? – Lucius tosió al escuchar eso, no le gustó esa comparación - ¿Qué piensas de mi?
- ¡Qué estas loca! – gritó Raven interrumpiendo el interrogatorio de Francesca
Francesca miró seriamente a Raven, Raven no cambió su habitual expresión seria.
- ¿Y las demás preguntas? – preguntó Guy - ¿No las responderá?
- No he perfeccionado los polvos – dijo Francesca – él puede callar si le da la gana…
Raven sabía perfectamente que eso era lo que mejor podía hacer. Lucius se acercó a Raven.
- Creo que me debes una explicación – dijo Lucius – de que relación tienes con la señora Limtia
No iba a decir nada, Raven no quería decir nada, no tenía porque.
- Sea lo que sea – dijo Lucius, viendo que Raven no quería decir nada – igual te ayudaré
- Yo también – dijo Guy levantando su espada – no creo que sea algo malo, siendo del hermano de Priscilla
- Cuenten conmigo – dijo Francesca levantando su bastón – ya le pedí a Miana que cuidará a los niños
Esto si que era ridículo para Raven. ¿Qué más ridículo que esto?
- ¿Qué acaso están locos? - dijo Raven mirando a Lucius – sabes perfectamente que no eres muy fuerte Lucius – miró a Guy – tú estas con un brazo herido – miró a Francesca – no creo que sirvas de nada
- Eso es lo que crees – dijo Francesca
- Sabes que soy testarudo – dijo Lucius – sabes que no quiero abandonarte
- No puedo quedarme con los brazos… - dijo Guy – em, brazo, cruzado si ustedes van a pelear
Esto ya colmaba por completo la paciencia de Raven.
- No creo que me ayuden – dijo Raven sin pensar – a castigar a Limtia por lo que le robó a mis padres
- Ha – dijo Lucius entendiendo todo – ya entendí… estas buscando a la gente que le pidió dinero a tus padres y los llevaron a robar a la liga de Lycia
Raven se pegó con la mano en la cara. Odiaba que pasará eso.
- En un pequeño viaje a Ostia – dijo Lucius – me encontré a Lord Oswin… él me contó lo sucedido, que les quitaron el título por eso… fue una lástima que se suicidaran después de que le quitaran en título… eran muy buena gente
Francesca y Guy entendían muy poco, pero al ver la expresión de Lucius no se atrevieron a preguntar.
- Esos papeles tienen que ver con eso – dijo Lucius – no tienes porque ocultarlo
Raven respiró un momento, Lucius lo tenía acorralado
- Los papeles – continuó Raven – comprueban que Limtia le pidió dinero a mis padres para curar la enfermedad de su hija, una niña que, según los otros papeles que me conseguí. Murió 10 años antes de que dejara de pedirles dinero… Ella… maldita…
- Haremos justicia por eso entonces – dijo Guy
- No entendí nada – dijo Francesca – pero si el joven Lucius esta comprometido en esto, yo ayudaré
Lucius sonrió, Raven cerró los ojos.
- Con estos aliados – dijo Raven – definitivamente no necesito enemigos…
Matthew, Will y Sain estaban parados en un gran salón de la gran mansión de Limtia. Will miraba curioso una pintura que estaba colgada. La pintura era de una joven niña, una niña hermosa.
- ¿Sabes quién es ella Matthew? – Preguntó Will algo curioso
- Según sé – dijo Matthew – es la difunta hija de lady Limtia, mucho no se sabe de ella, además de que era enfermiza
- Ah… - dijo Will – en el cuadro parece que era una niña muy alegre
- Lo era – interrumpió Sain, mirando la pintura
- ¿Ah? – Matthew y Will estaban extrañados por la respuesta de Sain
- Ilana siempre sonreía – dijo Sain – siempre lo hacía…
Fin del capítulo
Algunas aclaraciones:
Se preguntarán ¿De dónde saque lo de los padres de Raven? Pues, eso sale en las conversaciones de Oswin y Priscilla. Lo demás, es inventado mío
