Perdido en mí
Capítulo 11: Ataque a la mansión
- ¿Joven Kent¿Joven Kent?... ¿Esta bien?
- ¿uh? – dijo Kent despertando - ¿qué paso?
- Lo encontré durmiendo arriba de unos papeles, debería tomarse un descanso
Kent respiró profundo. Se sentía cansado, pero veía la cantidad de cosas que tenía que hacer y…
- No podrá terminar todo sino descansa
- Uff… - dijo Kent, después miró a la señora que tenía al frente - ¿Qué hace usted aquí ha estas horas?
- Me preocupe un poco por usted… mi hijo siempre decía que en cualquier momento te enfermarías trabajando tanto
- Ese Sain… - dijo Kent levantándose y estirándose un poco - gracias por su preocupación
- Tranquilo – dijo la madre de Sain – además¡Desde que su padre quedó viudo esta cada ves más guapo!
- Eh… - dijo Kent algo descolocado por ese comentario, no podía replicar nada, igual, la madre de Sain era viuda – gracias por todo…
Kent caminó hacía la puerta. Le dijo al guardia de turno que se iba a tomar la mañana.
- Yo me voy pequeño – dijo la madre de Sain – cuídese
Aquella sonrisa pícara, era la de Sain. Sí, Sain era igual a su madre. Kent caminó un poco, recién estaba amaneciendo… Ahí vio un campo. Unos aprendices de jinetes practicaban ahí. Kent recordó algo del pasado… Cuando Sain y Kent hacían lo mismo, cuando su único sueño era lograr ser caballero (bueno, el de él, Sain siempre pensó en mujeres).
Una brisa fresca sintió Kent en su cara, un momento de silencio, su mente estaba en blanco. Los jinetes seguían practicando. Ahí, vio una pequeña acercarse a ellos. La pequeña hablaba con los aprendices muy animosamente ¿Qué pretendía?. Los aprendices se miraron confusos entre ellos.
- Se parece… - pensó Kent – al día en que Ilana nos pidió aprender a montar un caballo…
Ilana, sí, se había acordado de la pequeña Ilana. Hace tiempo que no pensaba en ella. Cuando la conocieron. Era una niña, algo poco interesante para Sain, así que si había una mujer cerca, prefería ir a cortejarla. Pero para el noble Kent, al cual no le importaba si era mujer o niña, daba lo mismo. Así que se dedico a enseñarle a montar caballo un tiempo.
- Fue una lástima… - pensó Kent – que fuera tan enfermiza… hubiera sido una gran jinete…
¿Para que pensaba en eso ahora? Ni idea. El amanecer estaba terminando. Kent cerró los ojos y sintió el viento
- Veamos – dijo Raven, el cual ya había perdido la esperanza de deshacerse de los 3 aliados que había conseguido – somos pocos, así que hay que planear muy bien esto… Lo primero que haremos será crear un algo que los distraiga…
Guy levantó la mano, la movía impacientemente. Raven miró, pero se hizo el que no había visto nada.
- Yo puedo encargarme de esa parte – dijo Guy - ahí ustedes entran
- ¿Estas seguro? – preguntó Lucius – recién te estas recuperando…
- Prometo correr si no me puedo con la situación – respondió Guy – igual, mis piernas siguen en perfectas condiciones
A Raven no le gustaba la idea, pero sabía que frente ha este trío de testarudos no se podía hacer mucho.
- Esta bien… - dijo Raven – has lo que quieras, pero nadie va a responder si te pasa algo
Guy asintió. Francesca cruzó los brazos y Lucius respiró profundo.
- Si es que mi memoria no falla – dijo Raven – la forma más rápida de llegar a la pieza de Limtia es entrando por la puerta principal
- ¿Cómo sabes eso? – preguntó Guy
- Entre los papeles también estaba el mapa de la mansión… - respondió Raven
- Ah… - dijo Guy - ¿Y por qué lo tenías?
- Por si tenía que entrar ahí adentro – respondió Raven, el cual se acordó que los efectos del polvo seguían sobre él – y ahora deja de preguntar
- Tendremos que entrar directamente entonces – dijo Lucius – por lo tanto, debes armar algo bien grande Guy, algo que no se pueda arreglar en poco tiempo
- Tranquilos, Guy podrá hacerlo – dijo Guy muy seguro
Todo esta listo, el plan era demasiado simple. Raven sabía eso, un plan simple tiene sus ventajas y desventajas… Lucius, Francesca y Raven se escondieron en unos arbustos que estaban cerca. Se veían los guardias parados en la puerta.
- ¿Cómo Guy pretende entrar? – preguntó Francesca
- Al idiota no se le ocurrió preguntar… - dijo Raven – definitivamente esto será un desastre…
- Hay que tomar la ventaja de que – dijo Lucius – Guy debe hacer un desastre
Estaba amaneciendo, Guy recorría lo más sigilosamente que podía los alrededores de la mansión pensando que podía hacer. No podía entrar tan fácilmente, con su brazo no se le hacía fácil saltar las cercas.
- Veamos… - dijo Guy pensando – algo grande… muy grande…
Pasaron unos 10 minutos. Raven estaba molesto de que Guy no hubiera dado rastros. Lucius miraba preocupado a Raven. Francesca miró hacía el extremo izquierdo de la mansión.
- ¡Hay un... – gritó Francesca pero Raven le tapó la boca rápidamente
- Cállate – dijo Raven despacio – ¿Quieres que nos descubran?
Ahí, Raven miró hacía donde estaba mirando Francesca. En unos árboles ubicados en el extremo izquierdo de la mansión, había empezado un incendio.
- Por fin algo inteligente que hiciera… - pensó Raven
Los guardias quedaron estupefactos mirando el incendio. Ahí, Raven avanzó rápidamente hacía ellos, golpeó al primero, dejándolo en el suelo. Cuando iba por el segundo vio que se lo habían ganado
- ¡Toma¡Toma¡Toma! – gritaba Francesca pegándole con su bastón al guardia
Raven notó mucho dolor en la cara de ese guardia. "Parece que realmente si es fuerte" pensó Raven en ese momento, aunque si le preguntaran, no abriría la boca (Ya que como no puede negar nada…). Sacudió su cabeza y miró el cerrojo. Empezó a pegarle al cerrojo con su espada hasta romperlo. Lucius vigilaba si es que alguien los veía
Adentro era un caos. Los árboles que había quemado Guy eran unos almendros muy apreciados por Limtia. Así que ordenó que todos fueran a intentar apagarlos. Sain y Will iban a obedecer cuando…
- Esperen – dijo Matthew – esto es sospechoso
- ¿Cómo? – dijo Will
- Es la técnica del sebo… - dijo Matthew – es la más básica de las tácticas… si es que vamos todos a apagar el fuego, Lady Limtia estará desprotegida
- Pero ella dijo… - dijo Will
- Matthew tiene razón – dijo Sain – los demás pueden apagar el fuego
Limtia se había ido a su pieza en lo alto de la mansión. De ahí, miraba como sus preciosos Almendros se quemaban.
- Maldita sea… - pensaba Limtia
Lucius movió su mano e hizo que unas luces cayeran del cielo. Unos pocos guardias se habían percatado de su presencia. Raven abrió la reja después de romper el cerrojo y saltó al frente para pelear contra los guardias.
Cuatro lanzas apuntaban hacía el corazón de Raven. Aunque este se movía evitándolas. Aunque, si seguía así, no podría atacar.
- ¡Cuidado Raven! – gritó Francesca
Raven se movió rápidamente cuando escuchó eso, ahí vio que Francesca le lanzó unos polvos a los guardias
- ¿Qué es eso? – preguntó Raven
- Polvos que dan picazón – dijo Francesca mientras miraba a los guardias en el suelo desesperados por la picazón
Ahí, Raven vio un brillo del filo de un hacha detrás de Francesca. Empujó a Francesca a un lado e interpuso su espada, deteniendo el golpe del hacha. Francesca rodó en el suelo. Ahí, Lucius aprovechó de invocar de nuevo los poderes de Santa Elimine y atacar a aquel hombre.
Otro incendio, pero ahora en los árboles del extremo derecho. Raven miró hacía los lados, los sirvientes corrían a ver lo de los incendios. Miró a Lucius y después a Francesca, los dos asintieron y salieron hacía la puerta principal.
- ¡No tan rápido!
Al frente de ellos, estaba Sain, en la puerta para entrar a la mansión. Cenizas se movían en el aire. Sain agarró fuertemente su lanza.
- ¡No entrometas a Lucius y a Francesca en esto! – gritó Sain
- ¡No creas que yo quise eso! – gritó Raven de respuesta
Raven no esperó más, corrió hacía Sain. Pero su correr fue interrumpido por una flecha que calló del cielo
- ¡Mira bien por donde caminas Rave! – gritó Will desde un balcón del segundo piso
Lucius iba a invocar de nuevo los poderes de Santa Elimine, pero sintió una sombra detrás de él y una espada en su espalda.
- No te creas tan listo Lucius… - dijo Matthew
La espada de Raven y la lanza de Sain se cruzaban mucho. Los dos habían logrado hacerse algo de daño, pero sus corazones seguían peleando.
Francesca saltó a pegarle a Matthew, haciendo que este dejara a Lucius y se escabullera más lejos. Una flecha se cruzo entre Lucius y Francesca. Raven vio preocupado eso. Sain aprovechó eso para darle con su lanza directo en el hombro.
- AAAAAAAaaaaahhhhgggggrrrr – gritó Raven tocando su hombro
- ¡Lord Raymond! – gritó Lucius al escuchar eso
Sain enterró la lanza tan fuerte que atravesó para el otro lado del hombro. Raven, con la mano que no sostenía su espada, agarró la lanza y empezó ha empujarla para sacarla. Lucius corría, pero una flecha llegó hacía él. Aunque, para la sorpresa de Lucius, lo único que hizo la flecha fue engancharle la ropa al suelo.
- ¡No te muevas Lucius! – gritó Will desde arriba
Francesca había intentado ya 4 veces darle con unos polvos a Matthew, pero no podía. Matthew, al ver que se cansaba, se acercó a ella de a poco.
Sain retiró su lanza. Raven se trago su grito de dolor, aunque soltó la lanza. Raven tocó su hombro. Lucius intentó invocar los poderes de Sta. Elimine de nuevo, pero las flechas de Will lo interrumpían.
- AAAAAAAAAAAHHHHhhhhhh – gritó Francesca
Matthew había logrado pegarle a Francesca. Francesca tenía un corte en sus piernas, lo cual la hizo caer al suelo.
- ¡Francesca! – gritó Lucius
Por cada movimiento que hacía Lucius, una flecha se atravesaba al frente de él. No, no podía seguir así, tenía que correr con las flechas o sin las flechas. Lucius rajo su ropa enganchada por la flecha en el suelo y empezó ha correr hacía Francesca. Matthew vio esto con cara divertida.
Raven levantó su espada y continuó enfrentando a Sain. Se veía que Raven había perdido algo de agilidad. Una flecha rasguño la mejilla de Lucius. Matthew intento empezar a correr.
- ¡No lo harás! – gritó Francesca, agarrándole la pierna a Matthew
- Oh no… – dijo Matthew apretando los dientes
Lucius sintió como otra flecha atravesaba su pelo, pero no se desconcentró, invocó los poderes de Santa Elimine y lanzó su poder hacía Matthew. Matthew no pudo reaccionar, recibiendo del golpe en toda su magnitud.
Espada arriba, espada abajo, Raven empezó a ver borroso. Estaba perdiendo mucha sangre ¡Maldita sea! No podía perder tan pronto. Raven decidió hacer algo desesperado, aprovechando un ataque fallido de Sain, se invistió, pegándole al caballo con todo su cuerpo.
Sain calló al suelo. El golpe fue muy sorpresivo para él. Rodó hasta pegarse con la pared de la mansión. A Raven le costó un poco recuperar el equilibrio para poder ir a atacar a Sain.
Después del ataque a Matthew, Lucius sintió una flecha que tiró de su capa, después otra que tiró de la ropa en su brazo
- ¿Acaso Will no pretende matarme? – pensó Lucius
Lucius calló al suelo. Francesca vio eso mientras intentaba pararse. Raven atacó directo a Sain, este uso la armadura de su brazo como escudo para detener el ataque.
El sudor de todos en esta batalla era visible, estaban dando su todo para ganar.
- ¡Voy a ayudarle Joven Lucius! – gritó Francesca, la cual apenas se podía parar por el corte que le había hecho Matthew
Matthew recobró el conocimiento. Se paró lentamente. Francesca no había notado eso, solo miraba como Will lanzaba flechas y enganchaba cada ves más la ropa de Lucius en la tierra. Lucius estaba inmóvil, no podía moverse.
- Por favor ayúdanos… - pensó Lucius - ¡Santa Elimine!
No hubo ningún milagro en este momento. Sain se paró y tomó su lanza. Raven no dudaba en atacarlo. En el suelo, estaban parecidos. Sain, como buen jinete, no tenía la costumbre de moverse en el suelo cuando atacaba, el casi nunca usaba sus piernas. Sain parecía una estatua que movía sus brazos rápidamente para atacar y evitar ataques. Al notar esto, Raven decidió atacarle las piernas.
Matthew iba a correr a ayudar a Sain, pero sintió algo de calor. ¡Alguien le estaba quemando la capa! Matthew lanzó lejos su capa rápidamente y miró quién era. Detrás de él, estaba Guy con una antorcha
No saben la sorpresa de Raven al ver que Sain saltó ante su ataque. Aunque, el saltó no fue muy afortunado, ya que termino encima del mismo Raven. Raven y Sain cayeron al suelo, rebotando 2 veces.
Guy estaba agitado, había corrido todo el terreno de la mansión. Tiró la antorcha y tomó su espada. Matthew miró extrañado eso
- ¿No tomabas la espada con la otra mano? – preguntó Matthew
- Este es mi entrenamiento para ser ambidiestro – contestó Guy
- Una batalla no es un entrenamiento… - dijo Matthew
Como saben, Matthew es un ladrón, no un guerrero, así que lo primero que intentó fue evitar la batalla. Will le ayudó con unas cuantas flechas en el camino de Guy. Guy usó sus ágiles piernas para perseguir a Matthew.
Francesca empezó a observar eso. Había logrado dar recién 2 pasos hacía donde estaba Lucius.
- Tal ves… - dijo Francesca
Francesca empezó a correr como podía, acercándose a Lucius. Will no se demoró en lanzarle unas flechas a sus ropas para dejarla en el suelo.
Sain, quién había quedado arriba, levantó su tronco y sus brazos junto su lanza para enterrarla en la pierna de Raven. El golpe no fue muy certero, pero si le rasguño algo y le agarró la ropa. Raven levantó su espada y le pegó directo al hombro de Sain. Sain hubiera quedado muy mal.
Lucius empezó ha hacer fuerza para liberarse de las flechas, quería aprovechar que Will no lo miraba. Aunque, su fuerza no era mucha. Francesca agarró la flecha de Will y la lanzó lejos. Francesca empezó ha arrastrarse hacía Lucius.
Matthew corría velozmente en círculos, quería marear a Guy. Guy se detuvo, su trenza estaba en la mira de Will. Will lanzo su flecha, Guy la evitó.
- No podré atrapar a Matthew – pensó Guy – mejor ayudo a Lucius…
Guy corrió hacía Lucius, ninguna de las flechas de Will logró tocarlo.
Un fuerte golpe se escuchó, Sain le había pegado un combo directo en la cara de Raven. Raven iba a atacar de nuevo con su espada, pero Sain agarró su brazo. Raven empezó a pegarle a Sain con la pierna que podía mover. Pero Sain resistía todos los golpes. Raven no podía mover el brazo del hombro lastimado ya.
Matthew decidió detenerse un poco. Estaba cansado, el golpe de Lucius lo había dejado algo mal. Igual, no quiso perder el tiempo y miró donde estaba Guy. Guy le estaba quitando las flechas a Lucius lo más rápido que podía mientras evitaba las flechas de Will.
- Este tipo es más escurridizo de lo que pensé… - dijo Will a si mismo en el balcón
Lucius sintió que se podía mover, Will empezó a dispararle a Lucius en ese momento. Matthew corrió hacía Lucius.
- No lo harás! – gritó Guy poniéndose entre Matthew y Lucius
Una flecha rasgó la ropa de Francesca. Esta miraba a Lucius en el suelo. Lucius buscó desesperadamente a Raven. Cuando lo vio, vio como si algo hubiera detenido el tiempo en la pelea de Sain y Raven. Sain tenía agarrado el cuello y el brazo de Raven. Raven empezó a moverse, intentaba liberarse.
Sain no lo dejaría, se veía que cada ves apretaba más el cuello de Raven. Las flechas de Will ya no le importaban a Lucius. Empezó a correr hacía donde estaban Raven y Lucius, pero con un rápido movimiento, Matthew hizo que cayera al suelo. Lucius levantó su cabeza rápidamente.
Los movimientos de Raven se hacían cada ves más lentos… más lentos… más lentos… hasta que, dejo de moverse. Sain soltó el brazo, este calló como si fuera un saco de papas.
- No… - dijo Lucius con lágrimas en los ojos – no… no puede ser…
Una sombra, salió de la casa. Will logró darle a la trenza de Guy. Aquella sombra, era Limtia.
- Tuviste que morir – dijo Limtia mirando a Raven – para entender de que no podías evitar mi misión…
Lucius corrió lo más que pudo ¡No era posible! Sain cerró los ojos, jadeaba…
- ¡Lord Raymond! – gritó Lucius
Limtia subió sus brazos, invocó el poder de la naturaleza y lanzó fuego hacía Lucius. Lucius ni siquiera intentó esquivar. Calló al suelo
- Lord Raymond… - dijo Lucius en el suelo, esperando que esto solo fuera una pesadilla
Fin del capítulo
