Perdido en mí

Capítulo 12¿Venganza?

La pequeña Ginna había despertado, ni siquiera estaba amaneciendo. Busco en las habitaciones, no encontró ni a Lucius, ni a Francesca… ni a Guy… y menos a Sain. ¿Qué habría pasado con ellos? Se vistió y fue hacía la puerta.

- ¿A dónde vas pequeña? – preguntó una voz femenina

- Yo-o – dijo Ginna

- Lo siento – dijo la voz apareciendo – soy Miana, una amiga de Francesca, me pidió que los cuidara… ¿Eres nueva en el orfanato?

- Si-i – contestó Ginna

- Aun puedes dormir un tiempo – dijo Miana – ve a la cama

- Pero… - dijo Ginna

- Tranquila – dijo Miana – ellos son grandes, nada ocurrirá

Si… son grandes… Pensaba Ginna, claro, son grandes… Su hermana era grande y murió en una noche, como aquella.

Lucius pestañaba rápidamente, intentaba pensar que esto era una pesadilla. Se sentó y miró hacía Lord Raymond. Sain se había parado.

- Maldito… - dijo Guy enojado – ¡No te perdonaré lo que le hiciste al hermano de Prisilla!

Guy iba a correr, pero una flecha cruzó cerca de sus mejillas, dejándolo indefenso para que Matthew le diera un certero golpe en el cuello. Cayendo inconsciente

- ¡Guy! – gritó Francesca

- Ustedes ya perdieron – gritó Sain – él único que podía hacernos frente ya calló

Limtia se reía en sus adentros. Ver a Raven en el suelo era una gran satisfacción. Por fin, aquel que quería detener su misión estaba ahí tirado. Lucius miraba a Raven, su mirada era perdida, desesperada… No entendía ¿Por qué¿Por qué tenía que haber pasado eso?

Sain bajó la cabeza un momento, después miró a Limtia.

- ¿Pasa algo? – preguntó Limtia

- Lady Limtia… - dijo Sain – quisiera… si podía pagarme… yo ya le explique que estaría aquí hasta reunir una cierta cantidad de dinero

- Entiendo – dijo Limtia sacando una bolsa y tirándola a Sain – aquí tienes los primeros 20000… mañana ven a cobrar los otros

- Si – afirmó Sain

Lady Limtia sonreía, se dio vuelta para ir a su habitación.

- Pero… - dijo Limtia - ¿Qué significa esto?

Ante sus ojos, un arquero de pelo café y mirada alegre apuntaba hacía su corazón. Aquel arquero era su sirviente ¿Por qué estaba haciendo eso ahora?

- Suficiente de actuaciones! – gritó Will -

- Pero… - dijo Limtia

Un ladrón, también de pelo café, aunque más claro, saltó hacía ella, quitándole su libro y otra bolsa con dinero.

- ¿Qué hacen? – gritó Limtia

En ese momento, alguien la agarró de los dos brazos fuertemente y los cruzó. Era el joven que le había cobrado el dinero, Sain

- Limtia Gausert Traim – dijo Matthew sonriendo – acusada por ser la culpable intelectual de 4 robos a la liga de Lycia…

- Si ustedes… - dijo Limtia

- ¿Acaso crees que te ibas a liberar de mí tan fácil?

Esa voz… El corazón de Lucius saltó de alegría al escuchar eso. Era el joven Raven. Sain hizo que Limtia se diera vuelta para que lo viera. Raven se veía débil, tocaba su hombro, pero estaba vivo, que era lo que le importaba a Lucius.

- Como veo… - dijo Raven – nadie estaba con usted finalmente…

Lucius corrió hacía Raven, Guy recuperó la consciencia, no podía creerlo lo que veía.

- Lord Raymond… - dijo Lucius acercándose a Raven – no sabe el susto que me dio

Raven miró de reojo a Lucius, después se levantó y miró a Limtia. Los sirvientes terminaban de apagar el fuego.

- ¿Cómo pudieron? – gritó Limtia a Will, Sain y Matthew - ¿Cómo…

- Yo nunca fui su sirviente – dijo Matthew – solo recogí las pistas para que se haga el juicio en Ostia por sus crímenes y gane un poco de dinero

- Yo solo vine porque Matthew me pidió – dijo Will – además, me dijo que podría ver a Rave de nuevo ¿O no amigo?

A Raven no le gustó ese comentario de Will.

- Yo solo quería el dinero – dijo Sain – para Ginna…

Limtia intentó escaparse pero la fuerza de Sain era mucha para ella. Apretó los dientes llena de frustración y miró a Lucius

- Ya me preguntaba porque tú esposa estaba al lado de Raven… - dijo Limtia

- ¿Esposa? – dijeron todos confundidos

- La niña rubia! – gritó Limtia

Raven miró a Lucius después de eso, estaba pálido.

- Después le explico Lord Raymond… - dijo Lucius sonriendo y algo avergonzado – ahora debemos terminar con esto

Limtia cerró los ojos, unas lágrimas humedecieron sus mejillas. Todo había estado preparado. Francesca pudo curarse a si misma y corrió hacía Raven.

- Ahora no puede arrepentirse… - dijo Matthew – lo hecho, hecho esta y en Ostia se le dará su castigo

- No me arrepiento… - dijo Limtia llorando – Ilana podrá recuperarse… Ilana podrá…

Matthew amarró las manos de Limtia. Esta seguía llorando. Raven la miraba seriamente ¿Acaso no tenía que estar feliz en este momento?

- No pude curarle su brazo por completo – dijo Francesca mirando a Raven – pero ha dejado de sangrar…

Raven seguía mirando seriamente a Limtia. La no respuesta, o mejor dicho, la nula atención de Raven hacía su trabajo, enojó mucho a Francesca.

- Aunque sea diga gracias – gritó Francesca en el oído de Raven

El grito hizo que Raven tapara sus orejas y mirara a Francesca seriamente.

- ¿No dirá gracias? – dijo Francesca

Raven levantó una ceja, no quería darle las gracias. Realmente, Francesca le molestaba bastante. Francesca miró enojada

- Púdrase con su hombro – gritó Francesca retirándose, Raven la miraba levantando una ceja

- Tiene un genio de los mil demonios… - pensó Raven

- ¿Puedo pedir algo? – preguntó Limtia

Todos miraron curiosos a Limtia.

- Esta bien – dijo Matthew – veremos si lo cumplimos

- Quisiera… - dijo Limtia – ir a ver a Ilana por última ves

- Pero ella no esta… - dijo Matthew, sabiendo que estaba muerta

- Esta bien – dijo Sain – yo la vigilaré…

- ¿Ah? – dijeron todos menos Limtia y Sain

Mientras caminaban hacía la habitación, Lucius se acercó a Sain.

- Sain… - dijo Lucius - ¿Cómo fue que paso todo esto?

- Al llegar aquí – contestó Sain – me encontré con Matthew y Will… los cuales me explicaron que venían por una misión especial de Ostia. Ellos me pidieron guardar silencio y que los ayudara. Eso implicaba hacerse pasar por los "malos" por así decirlo

- Y si que les creímos… - dijo Lucius

- Yo solo quería el dinero para Ginna – dijo Sain –

- Pero… ¿Cómo lograste que Lord Raymond se hiciera el muerto? – preguntó Lucius – es decir… él no dejaría de pelear así porque sí…

- En un momento nos detuvimos – dijo Sain, mientras Lucius se acordaba de que vio que ellos habían parado un momento de pelear – ahí, le dije que si no confiaba en mi y se hacía el muerto, tú, Guy y Francesca podrían morir… Ya que él ya estaba muy lastimado y era muy difícil que ganara

- Oh… - dijo Lucius mirando a Raven y pensando "por nosotros dejó su orgullo"

- Fue una jugada peligrosa – dijo Sain – sino aceptaba, pensaba dejarlo inconsciente, pero nunca pensé en matarlo

- Gracias Sain… - dijo Lucius

Ahí, Limtia abrió la puerta de una gran pieza. Había una gran cama, una cama llena de sábanas y adornos. Había muchos juguetes ordenados. La blancura hacía sentir una pureza en ella.

- Ilana… - dijo Limtia

- Pero… - dijo Matthew al ver una niña en la cama - ¿Ella no estaba muerta?

Raven estaba bastante confuso, según los papeles que tenía, aquella niña murió hace 10 años ¿Por qué estaba ahí ahora? La niña no se movía

- Mi pequeña… - dijo Limtia – no te preocupes… tú papá volverá… yo sé que él podrá… ayudarte…

Limtia cerró los ojos y empezó a llorar al lado de la cama. Lucius miró a Sain. Guy se acercó curioso a la niña.

- Parece… - dijo Guy – parece una muñeca…

- Es algo por el estilo… - dijo Sain

Todos miraron curiosos a Sain

- Yo… - dijo Sain – se podría decir que conocí a Ilana, la hija de Limtia… aunque… no mucho, realmente, fue Kent quién la conoció más. Kent me comentó que ella tenía una enfermedad que la volvía de cristal. Aquella enfermedad era intratable…

- Si claro – dijo Raven – ahora va a intentar hacerse la pobre con una historia así…

- Lord Raymond… - dijo Lucius

- Ella le pidió dinero a mis padres para curar a una niña que ya estaba muerta – dijo Raven seriamente

- ¡Ella no esta muerta! – gritó Limtia - ¡Yo sé que esta viva¡Lo esta! Aunque los obispos digan lo contrario… sé que Exequiel y yo reuniremos el dinero para que nos digan que es mentira! Ellos son unos codiciosos…

La expresión decidida, aquellas lágrimas en sus ojos, hicieron por un momento dudar a Raven, pero no dudó. Esta era su venganza, no la perdería tan fácil.

- Creerle o no – dijo Matthew – no es lo que importa ahora, sino, su crimen

- Exacto – dijo Raven, contento de que alguien le encontrara la razón

- Aunque – dijo Matthew – ella no obligó a los Lords de Cormwell a robar a la liga de Lycia…

- ¿A qué te refieres? – preguntó Raven

- Al saber sobre esta situación – dijo Matthew – Lord Hector me pidió investigar… Sea lo que sea, los Lords de Cormwell cometieron un crimen, ellos son los culpables

- Mis padres eran buenas personas… – contestó Raven molesto – no digas eso de ellos…

- Los hechos están… - dijo Matthew cerrando los ojos y después abriéndolos mirando a Raven a los ojos – solo te digo que no intentes vengarte…

Matthew recordó el día en que intentó matar a Jaffar. Aquel día donde solo pensaba en vengarle su muerte… Donde por fin tendría tranquilidad por el sufrimiento que le había ocasionado. Ahí, Leila lo detuvo… Porque, al final, aunque Jaffar la mató, él no era el culpable en realidad.

- …de algo que no puede ser vengado - dijo Matthew

¿No podía ser vengado? Raven miró a Limtia de nuevo. ¿No podía ser vengado? Sus padres podían perfectamente haberle dicho que no, sus padres perfectamente podrían haber buscado otro camino… ¿Acaso era justo darle toda la culpa de aquello a Limtia? Era una ladrona, sí, era una criminal, pero parecía tener una noble razón.

- Suficiente – dijo Matthew a Limtia – Will ya debe venir con los guardias

Todos miraron para los lados, nadie había visto que Will había desaparecido. Raven cerró los ojos.

- Haz lo que quieras con ella… - dijo Raven – yo me iré

Matthew sonrió, había logrado que Raven se retractara de seguir con el caso de Limtia, lo cual era una de las cosas que le había pedido Hector. Al final, Raven no tenía porque sufrir una vida buscando venganza.

- ¡Lord Raymond! – dijo Lucius siguiendo a Raven

- Espérenme joven Lucius – gritó Francesca

- No me dejen atrás! – gritó Guy

Sain se quedó un momento mirando a Limtia, Matthew notó la seriedad en su mirada.

- No es necesario que estés tan serio – dijo Matthew – esa no es tu forma de ser

- Je – dijo Sain – lo sé… ya conseguí el dinero… aunque, me imagino como quedaría Kent al saber esto

- Las tragedias pasan… - dijo Matthew – pero la vida sigue

"¿O no Leila?" pensó Matthew. Sain respiró profundo

- Tienes razón – dijo Sain dándose vuelta - ¡Espéreme Lady Francesca¡No crea que he olvidado nuestro amor!

Matthew sonrió al ver salir a Sain.

La sorpresa fue grande para Raven cuando supo que el 70 de la gente que estaba trabajando para Limtia eran gente de Ostia encubierta. Matthew y Will eran solo 2 de un gran montón. Realmente los delitos de Limtia tenían que ser grandes.

El plan era esperar que Exequiel se fuera de viaje y ahí tomar la mansión. Pero su ataque les había ganado en el tiempo.

- ¡Rave! – gritó Will acercándose a Raven antes que se fueran -

- ¿Qué quieres? – preguntó Raven

- Pues, saludar a mi amigo antes de irme a Ostia – dijo Will

Raven no dijo nada ¿Para qué? Un idiota como Will nunca se daría cuenta que más fastidia que otra cosa.

- Sería bueno que viniera conmigo al orfanato – dijo Lucius a Raven – ahí podremos llamar a un obispo para que revise su hombro

- mmmm… - fue lo único que dijo Raven, aunque afirmó con la cabeza

Llegaron al orfanato. Ginna salió, miró a Lucius, Guy, Francesca y Sain. La alegría en su rostro fue instantánea. Abrazó al primero que tenía cerca, Sain. Sain recibió aquel abrazo con alegría

- ¡Por fin tengo el dinero para el viaje! - dijo Sain alegremente a Ginna

Ginna sonrió y lo abrazó más fuerte. Después, Sain la sentó arriba de su hombro.

- Ella es Ginna – dijo Lucius a Raven – la niña porque Sain peleaba

- Ah… - dijo Raven, el cual tenía su mente más ocupada pensando en que podría hacer desde ahora en adelante

¿Qué vendrá en el futuro? Quién sabe, la vida da muchas vueltas. Lo único que sabe Sain es que ya tiene el dinero y que muy pronto empezará el viaje para saber como sacar aquel espíritu del cuerpo de Ginna.

Fin del capítulo