TOMA 9.

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Apenas entró al cuarto después de despedirse de Eli y Nozomi con una gigantesca sonrisa, una vez que la puerta se cerró y estuvo de pie en la habitación silenciosa, el desgarro mental la arrolló.

La ansiedad le recorrió el cuerpo, el ritmo cardíaco se le aceleró y las sienes comenzaron a palpitarle. Sintió los músculos tensos y el vértigo que produce una caída a una altura aterradoramente absurda. Cómo un valiente cazador que se ha visto sorprendido y amenazado por su presa, se obligó a luchar contra la rigidez de su cuerpo para quitarse la mochila y sacar el preciado frasco; dos pastillas de una sola vez, era lo que necesitaba para no salir gritando o lanzarse por la ventana.

Dolía, el recuerdo de aquella visión que pensó haber olvidado regresaba con fuerza a recordarle lo débil, vulnerable e insignificante que había sido.

Suplicó con ahínco a que los fármacos se apiadaran de ella y trabajaran rápido, mientras se tiraba a la cama y cerraba los ojos.

Pero en los minutos en que el efecto se retrasaba, vivió de nuevo los eventos de aquél pasado olvidado.

—Kira —susurró, apenas soportando la quemazón que producía el apellido en su garganta.

Lo vio a él de nuevo, amenazante y aterrador, tal vez más aterrador que la Umi de sus pesadillas, sólo que, cómo lo había olvidado, no recordaba el terror que podía provocarle. El trauma que le ocasionó, el inicio de miedo de salir de su propio cuarto. Sin embargo, no fue lo único que vio de nuevo, también la vio a ella, a la segunda persona más importante en su vida y que para mala suerte, compartía el apellido con aquél tipo.

—Tsubasa —pronunciar su nombre fue igual de doloroso, las lágrimas no tardaron en aparecer con la imagen de su recuerdo. La culpa la sacudió con fuerza.

Ella lastimó a Umi y obtuvo su merecido, pero si era justa, a quién más habían lastimado y arruinado su vida, fue a Tsubasa.

Llamar a Kotori fue su primera opción, decirle que estaban regresando a su mente los recuerdos, pero, cuando el adormecimiento de sus sentidos se hizo presente, pensó que llamarla tan pronto podría ser contraproducente, ¿qué pasaba si le decía? Tal vez diría que la conferencia estaba fuera de cuestión y enviaría a Nico por ella.

No podía permitirlo, actuar era lo único que podía decir con sinceridad que amaba, privarse de ello sería privarse de una salida. Además, sería tirar seis años de terapia a la basura, de los cuales, cuatro le correspondían a Kotori y con quién finalmente tuvo avances, ¿cuánto había lidiado para lograr estar en una habitación con más de dos personas? ¿O poder compartir el set con cientos más donde las cámaras grababan cada expresión? Había sido una lucha intensa, que drenó su estabilidad emocional llevándose consigo a la Honoka del pasado, y dejando a esta nueva versión como la perfecta actriz.

No tenía muchas elecciones.

En cambio, sólo llamó a Nico para reportarse, esperando que escuchar su voz, calmara sus reacciones y aligerara el impacto de los recuerdos.

Honoka —respondió al segundo timbre— ¿Cómo estuvo el viaje? ¿Ya están en el hotel?

Simple y directa, la hizo sonreír con sólo un par de preguntas.

—¡Estamos a tiempo! —exclamó en respuesta, logrando no titubear ni un momento para que no se delatara—, el viaje fue rápido y sin contratiempos, Eli me dio las indicaciones de lo que debo decir y evitar a los medios y, ¿sabías que habrá una sesión de fotos mañana con Sakurauchi-san? ¡Será divertido!

Escuchó a Nico suspirar probablemente de alivio al otro lado de la línea.

No sabía de eso, seguro que Nozomi lo ha conseguido de última hora, ella tiene más influencias que el propio Ministro —bromeó—, ah, no olvides usar el reloj de nuestro gordito billetudo, ¿entendido?

—¡Por supuesto que no! Aún no he abierto la caja, pero lo haré apenas empiece la conferencia.

Perfecto, por cierto, probablemente no llame hasta la noche, tengo reuniones en la agencia con Mika y Shima, trataré al menos de estar pendiente durante el panel; así que, ¿alguna otra cosa de relevancia que deba saber?

Honoka pensó en el episodio de hace unos minutos.

—Nop, ninguno.

¿Segura?

—¿No confías en mí? —rebatió, tratando de bromear.

Agh, eres una idiota —Casi pudo verla girar los ojos—. Por supuesto que lo hago.

—¡Adorable, Nico-chan!~

Si, si, hasta al rato… te quiero, Honoka —dijo lo último en voz baja antes de colgar.

Nico no era muy amorosa en su relación, usualmente era ella quién iniciaba el contacto, pero cuando estaba en cosas de trabajo, lejos, ella podía decir cosas tiernas.

Se quedó mirando el celular. Los efectos de las pastillas hicieron milagros, las sensaciones de vértigo fueron drenados con efectividad.

Verificó la hora y la agenda programada, le quedaba cuarenta minutos para descansar del terrible viaje, darse una ducha y encontrarse con las demás en el lobby para comer e ir al panel de conferencias después.

Sin más que hacer, dejó transcurrir el tiempo, mirando el techo blanco sin manchas de ningún tipo, donde ni las arañas podrían aparecer. Sólo así, dejando que el temor se esfumara, pudo apreciar el inmenso cuarto que le habían dado. Aunque era para una sola persona, bien podrían entrar dos más como mínimo; el lugar era tan grande que incluso, tenía un par de sillones y un pequeño balcón donde se podía salir a respirar el aire del pequeño bosque que se encontraba un piso abajo.

La soledad siempre le había gustado, le daba cierto derecho de libertad y control, sabía lo que podía hacer sin molestar a nadie ni recibir reprimenda, y las únicas veces en que aceptaba la compañía, era cuando Nico estaba a su lado, con el control de sus interacciones. En resumen, la soledad era algo que le gustaba.

Nico procuraba que las veces que tuviera que viajar sin ella, ocupara una habitación para sí misma, por si a aquellas pesadillas se les daba la gana de aparecer y tuviera un ataque de pánico y ansiedad justo como antes. Honoka sabía qué hacer, sabía qué tomar y cómo calmarse; lo había aprendido con el paso de los años. Pensar que alguien descubriera el secreto era un riesgo demasiado grande, los rumores se expandirían como pólvora entre el medio, los paparazzi podrían acosarla y descubrir su relación con Kotori, ¡su carrera se acabaría en un abrir y cerrar de ojos!

Actuar le daba una oportunidad de sentir que podía seguir viviendo, de que podía seguir siendo Honoka. Al menos, esta nueva Honoka.

Siendo así, y con los remanentes de su conmoción, no comprendió por qué de pronto esta soledad le molestaba.

Pensó en las demás, en cómo las productoras estarían con Hanayo, probablemente para coordinar más detalles de los eventos, y pensó en Umi que estaba con Riko, en lo alegres que se veían hablando juntas, en que habían tenido varias horas en el auto para conocerse, y la forma en cómo Umi la miró el día de la reunión con todo el elenco. Ese brillo en sus ojos ámbar que antes le habían parecido sin vida. Lo animada, la sonrisa, sus mejillas coloreadas… ¿por qué de pronto pensaba en ello?

Esa Umi era diferente a la Umi de la audición, lejana, distante; y era diferente a la Umi del parque, esperanzada, tímida, y más diferente aún, a la de sus pesadillas, a la del pasado, ¿acaso ella también actuaba?

Todo le daba vueltas en la cabeza. Había pasado de un temor arraigado a una confusión extrema… tal vez debería cambiar de fármacos.

Su celular sonó de nuevo, esta vez con una alarma indicándole que le quedaba poco tiempo para encontrarse con las demás. Se levantó de la cama, volviendo a sentir que su cuerpo le pertenecía y tras abrir su maleta y buscar uno de los pocos atuendos que empacó, se metió a la ducha.

El agua, fiel compañero que se llevaba las penas con el frío torrencial que soltaba.

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Otra alarma indicó que era la hora de salir. Dejó su maleta a un lado de la cama después de sacar la caja del reloj de su patrocinador y ponérselo en la muñeca izquierda. Era el dueño de la marca con quien cenaron la noche anterior, y según indicaciones de Nico, debía usarlo el mayor tiempo posible a excepción de si le daban algún outfit del personaje, cosa que Eli había asegurado que pasaría. Una vez satisfecha con la imagen que se reflejaba, de la joven actriz confiada que de ninguna manera había tenido un episodio antes, salió del cuarto en dirección al lobby.

Ya que eran tres tipos de cuartos diferentes, no había forma de que se encontrara con alguien en el pasillo, bastante conveniente para evitar sorpresas. Cuando llegó al lugar, sólo las productoras faltaban.

Hanayo estaba ahí, hablando con Riko sobre las mismas indicaciones que ella recibió antes en el camino, dejando a Umi sola, que fallaba miserablemente en fingir que leía en vez de estarla observando.

¿Qué era lo mejor? ¿Ignorarla? ¿Fingir que estaba todo bien entre ellas como dos viejas amigas que acababan de reencontrarse? Aunque no importaba lo que pensara, fue ella quien sugirió retomar la amistad, tal como Kotori había querido. La elección ya estaba hecha.

—¡Hola Umi-chan! ¿Lista para el panel? —Le preguntó con su usual tono animado.

—P-Por supuesto —Umi dejó el libro, sonriendo un poco nerviosa luego de tomarla por sorpresa con su cambio de actitud.

—Eli-san ha dicho que será fabuloso, hay muchas actividades planeadas, ¡y una gran sesión de fotos! —No dejó de sonreír en ningún momento.

—Eso parece —Umi se veía nuevamente animada— no estaba segura en realidad, de que debería estar aquí, pero Toujo-san dijo que también firmaré algunos libros. No he tenido que dar autógrafos de esta serie desde hace unos años, es emocionante.

Lo había dicho con tanta alegría y tranquilidad, que le ocasionaba un extraño sentimiento en su interior. Nostalgia, ternura…

—¿Listas todas? ¡Hora de irnos!

Nozomi y Eli llegaron a su encuentro, Riko y Hanayo dejaron de hablar, uniéndose al pequeño grupo una vez estuvieron ahí. Juntas, se dirigieron al restaurante del hotel, donde un impresionante buffet nacional y extranjero estaba a la vista. Su estómago gruñó de anticipación, había tanta comida que tenía prohibido probar, la variedad de aromas y colores excitaba su paladar.

—Ehm… nuestro turno será en dos horas y media —Hanayo indicó con cierta timidez al inicio, que costaba un poco saber que estaba diciendo algo si no fuera por sus gestos—, el viaje al centro es de casi veinte minutos por el tráfico, más el tiempo de preparación… E-Eso nos deja con casi una hora y media para comer.

—¡Tan poco tiempo para tanta comida! —clamó, exageradamente y con exceso de dramatismo.

Podría deberse al efecto de las pastillas, pero se sentía extremadamente hambrienta.

—Bueno, entonces hay que aprovechar cada segundo valioso —Riko respondió riendo a su actuación, con una sutil y elegante risa. Fue la primera en avanzar hasta los platos para empezar su recorrido por las estaciones.

Honoka no pudo evitar sentirse apenada, y ciertamente, maravillada por su gracia refinada. Pronto las demás la siguieron, incluyéndose, aunque procuró esta vez, estar cerca de la tímida asistente.

Había jurado intentar convivir con Umi de nuevo, pero eso no implicaba que debiera estar a su lado todo el tiempo, y mucho menos, después de recordar ciertos eventos.

Comieron en relativa calma, más como un grupo de amigas que como compañeras de trabajo. Hablaron de cosas sin importancia, gustos, películas, grupos musicales, tendencias actuales, y cosas de cada una de su vida personal que no parecían tener un impacto mayor que el de la diversión o conocerse.

Como que Hanayo estaba muy interesada en las idols, pero debido a su extrema timidez, prefirió enfocarse en la producción de pvs, llevándola a la cinematografía y, por ende, conocer a ambas productoras con quienes aprendía cada vez más, el arte de las películas y dramas.

En el caso de Riko, contó que su mánager era una chica brillante y llena de energía, quién fue también su compañera de universidad y que había insistido tanto en que se veía como toda una modelo, que ella misma la inscribió a un concurso de una agencia, y sorprendentemente ganó. Su carrera comenzó ahí y gracias a los consejos y el ánimo de la chica, la mantuvo a su lado todo este tiempo. Gran parte de su carrera actual era por ella, y estaba muy feliz de haberla conocido.

Con Nozomi y Eli, la historia fue más curiosa, se conocieron en la preparatoria y estuvieron en el consejo estudiantil. Funcionaron tan bien, llevando a su escuela a grandes proyectos y despertando un mutuo interés por el cine que, al terminar la escuela, optaron por estudiar más de la cinematografía y dedicarse a ello en cuerpo y alma. Su conexión pronto les dio frutos, llevándolas al éxito con pequeñas producciones y después apuntando a historias de mayor impacto. Las más importantes, obras suyas completamente.

Su triunfo se lo atribuían a su maravillosa amistad, donde sus habilidades, carisma, espiritualidad y liderazgo se complementaban perfectamente. Hablaban la una de la otra con tantos sentimientos, con miradas cómplices de cariño, que Honoka pudo reconocer el secreto de la conexión que hablaban: amor.

Un amor tan puro que cegaba.

Pensó en que ese podría haber sido su caso, ¿a dónde les hubiera llevado el destino? ¿Umi seguiría siendo una gran escritora? ¿Ella una actriz? ¿Habrían sido otra cosa?

Nunca obtendría una respuesta.

—Yo también tuve una amiga así —Umi habló de pronto, siendo su turno de aportar algo a la mesa. Todas las miradas se concentraron en ella provocándole un sonrojo adorable con su expresión tan seria.

—Ara~ ¿Y cómo era ella? —La directora le preguntó, exhortando a que continuara ya que la vergüenza parecía haberle quitado las palabras.

Umi se encogió en su asiento, apenada por el repentino interés que había generado. Honoka también sentía una inusual curiosidad, el uso de las palabras en pasado… ¿a quién se refería? ¿Acaso era… ella? Los ojos de Umi vagaron en todas, pero fueron en los azules de Honoka, que encontró un extraño desafío de hablar.

—Era bastante enérgica, atolondrada, la mayor parte del tiempo holgazaneaba y nos metía en serios problemas… pero siempre tenía una sonrisa que bien podía ser el brillante sol o una luna llena, irradiaba confianza y siempre la rodeaba un aura de suerte.

—¿Acaso no es Nishikino-san? Ustedes se ven tan amigas, aunque no pensaba que fuera tan alegre —Eli rió, seguida por Nozomi, que, al parecer, ya había tenido una oportunidad de verla también.

Honoka la recordó, lo cercana que se veía con la escritora, su estilo de joven de buena familia y belleza extraordinaria. Se revolvió incómoda en su asiento, odiaba fijarse en detalles.

Sin embargo, Umi negó, su sonrisa se hizo más grande y en su expresión vio añoranza y nostalgia. Supo lo que venía.

—No, Maki es una buena y gran amiga sólo que no es la chica de la que hablo. Creo que más bien, sería una amiga de la infancia.

—Eso es tan lindo —Hanayo suspiró, derritiéndose en su asiento con una emoción contenida.

—Nunca he tenido una amiga de la infancia, ¿cómo es conocer a alguien desde toda la vida? —Riko se veía igual de conmovida, a la espera de una buena anécdota.

¿Ella debía decir algo? ¿Animar a que continuara? Sus manos que sostenían lo cubiertos temblaban.

—No sé con exactitud cuando tuvimos conocimiento la una de la otra, es como si siempre hubiéramos estado ahí. Me arrastraba a peligrosas locuras, más de una vez quise no seguirla por el miedo al regaño y castigo de nuestros padres. Pero cuando veía su sonrisa radiante, su confianza y alegría, olvidaba mis dudas para seguirla. Crecí bajo reglas y deberes que mis padres me impusieron, ella fue quién me hizo disfrutar más de la vida llena de obligaciones que tenía. Verla divertirse, hacía que yo también me divirtiera. Hacer dulces, escalar árboles, escapar de casa y dormir en un santuario, entrenar juntas al kendo, ganar un torneo… cada cosa juntas era única, y sólo estando con ella, era divertido.

Honoka sentía los ojos arder, el pecho contraerse y sus manos no dejaban de temblar, tuvo que soltar los cubiertos para fingir que buscaba algo en su mochila, negándose a mirar a las demás temiendo que alguna lágrima se escapara.

Era insoportable, odiaba que Umi lo dijera, odiaba que hablara de recuerdos, ¿¡por qué la torturaba!?

¡FUE SU CULPA QUE SE ALEJARAN! ¡FUE SU CULPA QUE PERDIERAN TODO!

—¿Dónde está ella ahora? —Fue Nozomi quién hizo la temida pregunta.

Incapaz de seguir ignorando, levantó la vista. Umi estaba sonriendo, tan tranquila, nostálgica, hermosa. Era la más bella del mundo.

—Hice algo que la lastimó —respondió, tomando su taza de café entre sus manos. Nadie más pareció notar que vibraba— nos hemos distanciado por mucho tiempo… pero estoy dispuesta a luchar para que recuperemos lo que perdimos. Voy a traerla de vuelta.

Perdimos… si, ambas perdieron, ¿quién más? ¿Quién fue más herida en el proceso?

No, Umi se equivocaba, ella también se equivocó. No fueron ni una ni dos personas, fueron muchas las que sufrieron las consecuencias de sus errores. Y el error de Umi fue… ¿no amarla? ¿Mentirle? ¿Merecía siquiera haber sido amada por ella?

No, no lo merecía. Ni antes, ni nunca.

—Estoy segura de que lo conseguirás Umi-san, eres una buena chica, encontrarás la forma de arreglarlo —Eli la animó enseguida, con leves palmadas que la hacían parecer más una madre que una jefa.

—Si era una amistad tan grande y pura, podrán superarlo —Riko le ofreció su apoyo con un apretón de manos que hizo que el temblor desapareciera, un gesto que le sentó amargo de ver.

Sin embargo, aun recibiendo palabras alentadoras, la atención de Umi estaba solo en ella.

—Seguro Honokacchi tiene unas buenas palabras de ánimo para ti, Sonoda-sensei~ —Nozomi canturreó sonriendo con esa expresión tan maternal que enganchaba el corazón pero que, en estos momentos, sólo sonaba como un capricho—, ha estado muy callada y pensativa en tu relato, parece que algo tiene que decir, ¿no es así?

Se mordió el labio, acaso, ¿Nozomi se había dado cuenta de algo? ¿De su estado catalítico? Sabía que Nico le tenía confianza, pero ¿fue capaz de decirle más de lo que había jurado no hablar?

Se obligó a sonreír falsamente, encapsulando sus demás pensamientos.

Umi hablaba de recuperar su amistad, después de tanto daño, ¿era eso posible? ¿Podían volver a ser las mejores amigas que confiaban la una en la otra y se necesitaban con tanto ahínco? No, lo dudaba.

Cambiaron.

Honoka no necesitaba a Umi, tenía a Nico.

El pasado es pasado, ahí debería quedarse.

Sólo que no pudo decirlo, no pudo sacar esas palabras de su mente.

—Bueno~ una amistad así de fuerte es capaz de mantenerse a pesar del tiempo. Recordar los momentos en que se necesitaron, recuperar lo que las unía, su conexión no es imposible. No ha desaparecido sólo… sólo tal vez ella tiene miedo a ser herida de nuevo. Mucho miedo.

Las palabras abandonaron sin permiso sus labios, sorprendida las escuchó salir de su voz sin ser consciente de haberlas pensado.

No tenía sentido para nadie, pudo verlos en sus caras obligándose a asentir con sonrisas confundidas, para nadie excepto Umi.

Y ella captó el mensaje detrás… la esperanza.

—Gracias, Kousaka-san.

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La sala de conferencias era impresionante. Amplia, desbordante de afiches promocionales y una enorme cantidad de personas, algunas dentro y otras apenas llegando. La portada del libro tapizaba la mayor parte de la sala, junto a los pósters donde estaban sus mejores fotos, al igual que las de Riko y otras tantas de los otros actores. Aún no había un póster oficial de la película, saldría probablemente después de mañana.

Muchos de los asistentes lucían emocionados y se tomaban selfies con las fotos, fascinados por conocer por primera vez quienes serían las encargadas de llevar sobre sus hombros a tan amados personajes, ya que, hasta ese día, la película había sido un misterio total.

Honoka y Riko fueron llevadas a otro cuarto, preparado como camerinos con ayudantes de vestuario y maquillistas, para someterse a una intensa sesión de transformación. El proceso duró unos cuarenta minutos aproximadamente, en el que su cabello sufrió de varias opciones antes de terminar con una simple coleta con unos cuantos mechones arreglados, que parecía una burla a los jalones y estirones. Le dieron un cambio de ropa, más acorde a la presentación y fue lo suficiente insistente para recordarles que debía usar el reloj.

Cuando estuvo finalmente libre, se encontró con Hanayo que la esperaba en la salida del cuarto, Riko se les unió después. Al acceder al panel principal, los lugares ya estaban llenos, con una decena de personas de pie. Los periodistas, críticos de cine, farándula, representantes de patrocinadores ocupaban las tres primeras filas, el resto eran fans, en su mayoría, con libros en manos y fotografías para ser autografiados y otros tantos en cosplay de alguno de los personajes. Si ella no fuera parte del elenco, estaba segura de que sería uno de los cosplayer, aunque dudaba de haber tenido el valor de acercarse sabiendo que Umi estaría allí.

Era impresionante la cantidad de gente reunida para el evento, el alcance que la obra de la escritora logró y las expectativas que se crearon en torno al proyecto. No concebía defraudar a alguno de los desconocidos que esperaban ver en acción, las escenas que sus mentes recrearon por medio de la lectura.

—Este es tu asiento, Kousaka-san.

Hanayo la condujo al lugar justo al lado de Umi, que ya ocupaba el suyo y miraba con extrema concentración algunas notas.

La escritora sería el centro, con Honoka y Riko a sus lados seguidas por Nozomi en el lado de Riko y Eli en el suyo. Ambas mujeres ejecutivas hablaban con parte del personal, incluida Hanayo, dando las últimas indicaciones mientras el tiempo se acortaba.

Recordó lo que días antes había estado hablando con Nico sobre lo que podía esperar de la conferencia, se había esmerado mucho en pasar desapercibida los últimos meses para que nadie supiera de su participación hasta este día, pese a los rumores que sabía que estaban circulando en las redes. Dudaba que Nozomi o Eli hubieran cedido a algún medio para revelar más detalles, pero, ¿y si lo hicieron? ¿Y si alguien escarbó más de lo debido en su historia?

Estaba preocupada, intranquila, y todo lo que había sucedido en el transcurso del día seguía generándole intranquilidad. Las puertas de sus recuerdos que se abrieron, los sentimientos que había dejado salir. Sentía el calor haciendo estragos en su maquillaje, su respiración acompasada y el hormigueo constante en sus manos.

—Hagamos un excelente trabajo, este es el inicio de un año de sorpresas y éxitos —Eli habló con ánimo, al ocupar su lugar mientras Nozomi hacía lo propio en el otro lado. Estaban a segundos de comenzar.

La moral se regó como pólvora, y ella intentó que las palabras ayudaran a calmar sus nervios. Más que nunca, necesitaba de mucha fuerza para pasar esto.

—Suerte, Honoka. Harás un buen trabajo —Fuerte, serena, llena de confianza y paz, la voz de Umi la atravesó como un rayo, rebotando en su mente.

Era esa voz que usaba para despedirla antes de iniciar una batalla.

—Tú también lo harás bien —Le dijo sonriendo, sin fingir.

¿Qué estaba sucediendo?

Las cámaras se encendieron, los micrófonos chillaron, el murmullo general fue apagado, la voz de Eli se alzó imponente.

—¡Sean todos bienvenidos a la primera conferencia oficial para presentar la película En el Fin del Edén! —El público irrumpió en una gran ronda de aplausos, chiflidos y gritos de emoción que les sacaron enormes sonrisas. Una vez se calmaron, la rubia prosiguió: — Como saben, la escritora de esta maravillosa, emocionante e inspiradora historia es la joven Sonoda Umi —Eli señaló a la escritora quién se levantó de inmediato luciendo un poco avergonzada, recibió otra gran ronda de aplausos y barullo general junto a gritos de fanáticos en cosplay que no dudaron en mostrar su apoyo. Segundos después de saludar a todos con una sonrisa nerviosa, ocupó de nuevo su lugar—. Ella no sólo es la autora, sino también será nuestra guionista para la película y contaremos con sus opiniones durante el rodaje, ¡estamos asegurándonos de que sea completamente fiel a la historia que todos aman!

—Sabemos que se ha generado una gran expectativa sobre quienes interpretarán a nuestras protagonistas favoritas, y bueno, ya han visto quienes son con las imágenes alrededor, Kousaka Honoka será quién dé vida a la gran heroína Sálikan, y Sakurauchi Riko, a su hermana que se convertirá en la más terrible villana, Kinjátsil —Ambas repitieron la acción de Umi, levantándose de sus asientos. La emoción se elevó a niveles inimaginables, muchos silbidos y chiflidos opacaron el sonido de las cámaras tomando fotos, sobre todo cuando Riko lanzó al aire un beso, demostrando que estaba más que lista para iniciar y recibiendo un gran reconocimiento de la que su nombre hacía gala. Honoka debía aceptar que su ronda de aplausos fue menos efusiva que la de su compañera—. Y aunque lamentablemente no pudo asistir, en el papel secundario más importante, Khiseki será encarnado por la multifacética y asombrosa Watanabe You.

Una vez más los aplausos se detuvieron, fue el turno de Nozomi de tomar el micrófono.

—Los siete Dioses de la fortuna han hecho descender su buena suerte para esta película~ —comentó con una voz melódica que no necesitaba elevar su tono para imponerse. Era como escuchar a alguna sacerdotisa leyendo la fortuna—, como principales productoras nos encontramos Ayase Eli y Nozomi Toujo —Alguien del público en el fondo gritó «Garazu no Hanazono», el apodo con que conocían al dúo, provocando una ronda de risas y carcajadas incluyendo las suyas en la mesa de conferencia—, cómo decía, los siete dioses nos han bendecido con grandes intérpretes, actores, personal de producción, animación, efectos especiales y cantantes que amenizarán el soundtrack, algunos nombres conocidos como las hermanas Kurosawa, la casa de animación Tsushima y la fotografía de Matsura así como nuevos talentos, incluyendo a nuestra protagonista de quien no tenemos duda, hará un excelente trabajo, ya que fue elegida por la misma escritora…

Nozomi y Eli estuvieron intercalando el turno de hablar, dando detalles sobre lo planeado en el proyecto, algunos, ella ya los conocía por la información brindada en pasadas reuniones, y otras nuevas como el hecho de que tenían el permiso de la prefectura de Kioto para rodar en algunos de los edificios icónicos, así como usar el Bosque de Bambú. A pesar de ser una película cyberpunk, tratarían de respetar lo más posible, los diseños e influencias culturales del Japón del período Edo descrito en la trama.

Honoka no borró la sonrisa en ningún momento. Sin embargo, aunque estaba acostumbrada a fingir, esta vez, le resultó difícil encontrar a la Honoka que sonreía a diestra y siniestra, que reía y se divertía, la Honoka del pasado que ante las cámaras salía a hacer el escenario suyo.

Rezó para que nadie notara la tensión que sentía, rezó para que las fotos que salieran en la cámara fueran las mejores y nadie, ni siquiera Nico, sospechara de su conmoción.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, hasta llegar a la sesión de preguntas y respuestas de la conferencia. Era la cumbre del evento del día, el momento donde los más astutos reporteros podían sacar todo el jugo posible para hacer lo que mejor sabían hacer, inmiscuirse en lo profundo y encontrar la nota amarillista perfecta.

Había lidiado antes con ellos, muchas veces con Nico cerca para salvarla cuando las cosas se pusieran pesadas. Pero esta era la primera vez que la magnitud de las personas que la miraban era demasiada, y odiaba que Nico no estuviera a su lado esta vez. La necesitaba.

Para su suerte, las primeras preguntas fueron dirigidas a Riko, quién era el plato fuerte de la película. Ella estaba extasiada con la atención recibida sin que se notara alguna altanería o superioridad, procuraba mirar a Umi cada vez, demostrando que su participación era en mayor parte gracias a la elección de la escritora.

Preguntas tan simples como lo que pensaba de su personaje, su preparación física y mental y si planeaba contar con el apoyo de Umi sobre la psique de tan controversial villana.

—Estamos haciendo los ajustes necesarios para mi condición —Riko respondió con calma a cada pregunta formulada—, algunos entrenamientos para soportar su carga física, que aunque no es una guerrera con tanto tiempo en pantalla como el personaje de Kousaka-san, no deseo que esas pocas demostraciones sean endebles, y menos quiero usar una doble, siempre he hecho mis escenas completas —El público ovacionó su compromiso—, durante el transcurso del día he estado hablando con Sonoda-san para coordinar nuestras agendas, hablar con ella me ayuda a comprender más a Kinjátsil, quien vive atormentada por proteger a su hermana y amiga, y en el transcurso de la trama, comete errores que convierten la historia en una persecución incesante entre ambas.

Riko pasaría más tiempo con Umi, quedaba claro. Sabía que no debía darle vueltas a esa relación, no debía de importarle lo que ellas hicieran.

—Kijátsil es un personaje interesante —continuó Riko—, admiro su eterna devoción a alguien tan importante como Sálikan, su dinámica y relación es muy hermosa, antes de la fragmentación, y aunque me siento un poco triste por los problemas que tuvieron que enfrentar, creo que el amor que las unía es digno de ser visto, lo que las personas pueden ser capaces de hacer por su familia.

Escucharlo desde la voz de Riko sonaba extraño, ¿era hermosa esa protección? Sí, lo era, pero la relación de aquellos personajes difería de la real. Umi y Honoka no eran hermanas, aunque el vínculo que el libro mostraba era la confirmación de que sus sentimientos no fueron correspondidos, que Umi sólo la veía como Kijátsil a Sálikan, una hermana… y dolía siempre comprenderlo, tanto como no entender lo que había pasado aquella noche, un día antes del compromiso de Umi con aquél tipo olvidado, antes de que todo se echara a perder.

—Tengo una pregunta para Kousaka-san —Finalmente un reportero fijó su atención en ella, un tipo de un medio nacional que recordó escuchar de Nico que estaría presente y, que tuviera cuidado con lo que diría si se atrevía a hablarle. Sonrió, asintiendo para que continuara—, muchas gracias. Había muchos rumores circulando en la red sobre quién podía interpretar a la heroína de esta historia, surgieron nombres de alta fama, nunca nos esperamos que el menos probable, una novata en el cine y apenas conocida se hiciera con este papel —A Honoka no le agradaba el tono de sospecha impresa en su voz, sus dedos se apretaron sobre el micrófono, siente que algo se enrolla alrededor de su cuello—. Entonces, uno tiene que preguntarse, ¿alguien ha movido algunos hilos?

Suprimió con fuerza su incomodidad, manteniendo la sonrisa condescendiente de su rostro. Aunque era cierto que Nico hizo lo necesario para estar en la audición, su aceptación recayó en una sola persona, por lo que sabía. Umi era la única que la conocía y estaba segura de que su pasado, había influido para lograrlo.

No podía de ninguna manera evidenciarse, permitir que escarbaran más de lo que había logrado ocultar.

Sin embargo, algo la envolvió en un nuevo velo protector. Provenía de la persona a su lado, su vieja amiga, infundiéndole la determinación de la que carecía. La presencia de Umi que la había estado alterando, los temores, los recelos; se esfumaron repentinamente. Ahora sólo quedaba una extraña y ajena protección que había olvidado, la esencia de la persona a quien más amó la cubría de vuelta, acuñándola.

—No existe ningún hilo —respondió luego de pasarse el nudo en la garganta—, sé que sólo me he movido en series hasta ahora, y que no tengo una carrera que me haga sobresalir —Se llevó una mano a la cabeza en un gesto de fingida inocencia—. ¡Pero amo mi trabajo más que nada en el mundo! Amo poder estar en la piel de los personajes e imprimirles vida. Y también he sido gran fan del libro desde que fue publicado, cuando supe que se haría una audición, ¡no dudé en acudir! Pero sólo fue eso, una audición, yo también estaba sorprendida de mi elección, estoy entrenando duro todos los días para hacer las escenas, quiero seguir el ejemplo de una gran actriz como Sakurauchi y no necesitar ningún doble, ¡definitivamente no defraudaré la confianza de todos!

Sus gestos amigables y su estallido de emoción resultaron perfectos, el público reaccionó a su ánimo, coreando su nombre y lanzando una lluvia de flash de cámaras. El reportero que había estado atento, torció la boca en rendición.

Sin embargo, su comentario provocó una reacción en cadena que no había previsto, la bola la había lanzado en dirección a la escritora, que otro comentarista no dudó en desaprovechar.

—Para la señorita Sonoda, con lo que ha dicho la joven Kousaka, se sabe que usted fue parte crucial en la elección de los personajes —A su lado, Umi tensó sus hombros, sintió su ánimo balancearse ligeramente—, con el debido respeto, ¿qué fue lo que vio en una novata como ella para interpretar a su mejor personaje escrito hasta ahora? ¿Acaso la había visto actuar antes?

Honoka volteó hacia ella, interesada en su respuesta. De lo poco que había hablado con Umi, en realidad no fue más que profesionalismo, no sabía qué tanto conocía de ella, qué tanto había averiguado. Si le había seguido la pista como Honoka lo hizo a pesar de haber conseguido un nuevo estilo de vida.

—Yo… no, no la conocía. No suelo ver dramas, tengo una vida de constante investigación y a veces sólo veo algunos documentales para mis libros… la audición fue la primera vez que la vi y… su actuación me cautivó. Hizo una interpretación maravillosa, sentí que podía ver a Sálikan en persona, así que, sólo fue la indicada.

Sabía que era lo que debía decirse, que Umi debía negar su vínculo, aun así, no era menos doloroso escucharlo.

—Sálikan es un personaje controvertido, primero amiga, luego hermana y después guerrera. Su personalidad y características la hacen muy bien construida según los mejores autores y críticos de literatura, ¿hay alguien que pudo ser inspiración para esta heroína?

Heroína era un término demasiado grande para quién provocó el caos de un utópico universo. Tal como ella hizo.

—No, no hay nadie en especial —Umi negó, aunque aún pudo sentir su mirada por segundos sobre ella—. Ella es una mezcla de muchos otros personajes que aprecié en mis días de estudiante.

—Para la señorita Kousaka, este papel puede ser la cumbre de su carrera, requiere toda su atención en la filmación y poco se sabe de su vida personal salvo unos cuantos rumores donde dice que ha salido de restaurantes de citas más de una vez, ¿acaso podría haber alguien románticamente hablando que se inmiscuyera en este trabajo?

—Son sólo rumores, aunque a veces salgo con viejas amigas y vamos, las comidas de esos restaurantes son estupendas, ¡deberían probar ir! —Aclaró usando su ánimo lo que le hizo recibir buenas risas de nuevo— ¡Sólo estoy comprometida con mi carrera!

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La conferencia terminó sin mayores problemas, los fans también tuvieron su oportunidad de preguntar algunos detalles. Más de uno se interesó en sí sería capaz de blandir una espada, y los tranquilizó revelando que, en sus días de juventud, practicó kendo. Eso pareció satisfacerlos.

Aunque, lo más extraño de todo, fue la increíble afinidad que volvió a sentir con Umi, hubo algunos momentos donde tuvieron que bromear entre ellas para ganarse más la simpatía del público.

—Sonoda-san puede parecer muy seria y recatada, pero, ¡es tan tímida!

—¡No es cierto! ¡Yo no… soy…! —Y para probar su punto, la escritora se ocultó tras sus notas provocando más risas— Ugh…

—¡A mí también me lo parecía! Dice tantas veces indecente que se pierde el sentido de lo que es decente —Riko también fue parte del show, haciendo que la dinámica entre las tres resaltara—, y ni hablar de Kousaka-san, es como si tuviera una batería con sobrecarga eterna. Si caminara en un bosque, seguramente los fantasmas correrían asustados por ella.

Fueron dos horas de lo más asombrosas. Entre bromas y risas, el resto del día se fue en un abrir y cerrar de ojos. Al finalizar la conferencia, se dio paso a la firma de autógrafos, siendo las más ocupadas Umi y Riko. En su caso, fue una sorpresa saber que el staff a cargo de Hanayo ofrecía sus fotos en la entrada a quién quisiera y gracias a eso, tuvo su dosis de fans.

Por todas esas horas se permitió disfrutar de la diversión que su trabajo le ofrecía, ver las sonrisas, la ilusión de las personas, recibir su atención y bañarse de sus buenos ánimos. No podía creer que hubo un tiempo atrás, cuando todo estaba tan jodido, que la sola presencia de otra persona la alteraba, que no podía soportar recibir una mirada y necesitaba el encierro y soledad que su cuarto le proporcionaba. Si no hubiera sido por la preocupación de Yukiho, su hermana menor, jamás habría acudido por ayuda, conocido Kotori y mucho menos a Nico, quién la ayudó a llevar el proceso.

Su vida había cambiado tanto por unos cuantos errores.

Una vez los fans se dispersaron, se dio por terminada la jornada del día, con el recuerdo del horario a seguir para el día siguiente.

—Sigamos trabajando duro y si los comentarios que recibamos hoy y mañana son estupendos, ¡les prometo que tendremos una celebración de proporciones colosales! —Eli despidió a todos con la promesa de una fiesta, algo que parecía ser muy usual en sus giras de trabajo.

Hanayo fue quién las llevó al hotel de regreso, ya entrada la noche. Las productoras aun debían coordinar un par de cosas.

—Pueden ir al buffet del hotel para cenar o pedir servicio a la habitación —les indicó la joven castaña—, yo debo regresar por Nozomi-san y Eli-san, ah y m-mañana nos veremos en el lobby para desayunar y después ir a Arashiyama, ahí se llevará a cabo la última firma de autógrafos después de la sesión de fotos.

Las tres asintieron y la vieron marcharse. Estando solas, Honoka pensó en qué era lo ideal, se había divertido tanto que muchas de sus preocupaciones se fueron.

—¿Qué tal si cenamos juntas? —Sugirió Riko, aún se veía bastante animada.

Su visión se concentró en Umi, quién desvió la mirada de inmediato. No se había percatado de que la estaba observando.

—Por mí no hay ningún problema —respondió ella.

Si Riko estaba presente, no podía resultar mal. Al menos eso pensó.

—De acuerdo —dijo sonriendo.

Caminaron juntas hasta el conocido restaurante y después de elegir sus raciones, comieron en una cómoda y alegre charla. Riko era una buena persona, hablaba de lo bien que parecía haber ido el día y que, en el camino, su mánager le dijo los buenos comentarios que sus patrocinadores y fans tenían. Umi también habló sobre lo feliz que estaba su editora, y lo entusiasmada que estaba con sacar un nuevo tiraje de los libros en una edición limitada a raíz de la película.

Fue ahí cuando recordó que no se había fijado en su móvil, le prometió a Nico reportarse una vez todo acabara. No estaba muy segura de sí debía apresurarse para hablar con ella, eso significaría dejar a las otras dos solas, se regañó por volver a pensar en ello. Estúpidos sentimientos contradictorios.

Casi a regañadientes, decidió que lo mejor era hablar con Nico para tranquilizarla, no quería que se comunicara con Kotori si creía que ocurría algo y tampoco podía quedarse ahí, existían cosas que nadie más que ella podía escuchar.

—Bueno, creo que es hora de descansar y debo hablar con mi mánager también, olvidé cargar mi móvil —comentó rascándose la mejilla, dejando libre su lugar.

—Ten un buen descanso, Kousaka-san —Riko la despidió con una sonrisa.

Y cuando miró a Umi, esperando un trato similar, en cambio, recibió una mirada anhelante. Extraña y que le daba escalofríos.

—P-Puedo acompañarte —Ella sugirió, levantándose también.

El día fue maravilloso, pero ahora, la idea de estar a solas le hizo entrar en pánico.

—Oh no, no, no es necesario —Declinó su oferta tratando de sonar amable para que Riko no sospechara—, parece que lo estás pasando bien, continúen ustedes, ¡las veo mañana!

No era su idea emprender la huida, la mirada extraña de Umi era demasiado para soportar después de un grandioso día.

Subió a prisa a su cuarto, rogando porque Umi no hubiera ido tras ella. Por suerte, no fue así y llegó a salvo a la soledad de su habitación.

—A veces lo pones tan difícil, Umi.

Buscó en su mochila su celular, para marcar el número conocido. Mientras la otra línea se conectaba, se echó en la cama, deshaciendo el perfecto trabajo de alguna mucama.

¡Honoka! Santos cielos, ¡me estabas preocupando idiota! La conferencia terminó hace horas, ¿dónde demonios estabas? —Lejos de sentirse regañada, el estallido de Nico la alivió y le hizo reír—, oh genial, ahora te ríes, podrías contarme el chiste a ver si me rio también.

—¡Nico-chan, te amo!

¿¡Q-QUÉ!? ¿P-Por qué tan de repente? —Casi podía sentir su sorpresa y rubor al otro lado— ¿Estás bien Honoka..? ¿Debo llamar a Kotori?

No, no lo estaba. Recordó cosas que debía haber olvidado, tuvo un ataque de pánico, y, aun así, la presencia de Umi la calmó para después volver a sentirse incómoda cuando la escuchó negar que se conocieran. Y Umi quería hablar más con ella. De ninguna manera estaba bien.

—¡Estoy bien, estoy bien! No tienes que preocuparte Nico-chan~ sólo no había tenido tiempo de llamar… —La relajó, lo que logró cuando la escuchó suspirar. Giró sobre su cama y se quedó viendo al balcón con una sonrisa amarga, mentirle no era lo que quería hacer— el evento ha sido un éxito, eso dice Nozomi-san, ¿los fans dicen algo?

—Bien… ¿cómo decirlo? ¡Es estupendo! ¡Tú club de fans está que arde! Incluso he visto que se están armando para ir a la sesión de mañana, tenemos una audiencia asegurada…

Después de hablar con Nico alrededor de una hora, ella le dio muchos halagos sobre lo bien que había manejado el asunto de las entrevistas. Al terminar, estaba agotada, mental y físicamente. No sabía lo que estaba haciendo, no comprendía muchas cosas que ocurrían. Con su mente echa un caos, las horas se fueron en un santiamén. Apenas fue consciente de que tomó una ducha corta para luego olvidarse de la existencia gracias a un par de somníferos que la ayudaran a conciliar un sueño sin sorpresas al despertar. Juró que no pensaría demasiado en lo que recordó ese día, al menos hasta que pudiera hablar con Kotori de nuevo.

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N/A:

Hello~ sé que dije un par de días pero oigan, ¿no valió la pena esperar más? ¡Esto ha sido una bomba! Al menos es lo que pienso. Muchas cosas se han desatado, espero puedan hilar mejor sus teorías con estos nuevos datos. Como siempre, ¡muchas gracias por sus comentarios! Esta historia no podría continuar sin su apoyo, que aprecio desde el fondo de mi alma y me dicen que no estoy echando a perder nada ;D y si lo hiciera, aún agradecería que lo señalaran.

Sin más que decir, les dejo con esta doble actualización (que iba a ser un solo cap pero resultó en esto)

¡Thanks!