¡¿QUIÉN ATENTÓ CONTRA YOH ASAKURA?!

Por Selesme Cari

CAPITULO 4

Las Desapariciones, pues

Todos miraron a la puerta, pero fue Manta quien decidió caminar hacia ella con la intención de abrirla.

No era el momento oportuno para recibir visitas, ni tampoco para escuchar a un vendedor de puerta en puerta ofreciendo sus productos.

Al abrir la puerta todos se quedaron asombrados al ver a la figura masculina parada frente de ella.

-¡¿CÓMO PUDIERON HACERME ESTO INGRATOS! -se quejó lloriqueando aquel chico que había golpeado la puerta.

-¿CHOCOLOVE? –pronunciaron al unísono todos los presentes.

-¡Una fiesta y ni me invitaron! ¡Mal agradecidos! ¡Y después de todo lo que he hecho por ustedes! ¡Y yo que podía animar las cosas con mis chistes!

-Tranquilízate Chocolove...nosotros no sabíamos que estuvieras por la ciudad...-trató de calmarlo Manta

-¡Eso no es excusa! ¡Lyserg tampoco vive en esta ciudad y bien que lo invitaron! –prosiguió Chocolove con su reclamo

-Bueno, pero eso es porque...es mi cumpleaños...-dijo apenado el chico inglés

-¿Hum? ¿Cumpleaños? ¿A él le hacen una fiesta de cumpleaños y a mí ni me invitan a visitarlos? -Chocolove comenzaba a enfadarse.

-Fue ayer...-le explicó Ryuu- y fue una fiesta sorpresa

-¿Fiesta sorpresa? ¡A mí nunca me han hecho una fiesta sorpresa! –lloró Chocolove

-Calma, te haremos una para tu cumpleaños-sonrió HoroHoro- solo que... ¿cuándo es tu cumpleaños?

-Es verdad, Chocolove... ¿cuándo cumples años? –Ryuu estaba muy pensativo.

-Eso es grosero...no recordar el cumpleaños de nuestro amigo Chocolove. –Manta arqueó las cejas en señal de desaprobación.

-¿Eso quiere decir que tú si sabes? –Pilika lo miró sonriente.

-¿Eh? Este...-a Manta le salió una gotota

-¡JA! Cosas sin importancia se olvidan. –murmuró Len

-Yo incluso me había olvidado de su existencia. –exclamó Shalona

-Nosotras también. -dijeron Sally y Elly.

-Y entonces... ¿cuándo es? –Horo se giró hacia el moreno

Chocolove estaba rodeado de un aura de fuego.

-¡Échatelos, Mic! –pronunció Choco con enfado.

Todos los anteriores sintieron la furia del terrible jaguar negro.

-Pobre joven Chocolove. –suspiró Tamao

-Pero que descorteces. –Lilly bajó la cabeza con vergüenza.

Jun solo sonreía divertida. Lyserg también sonreía pero, apenado. Mientras que Fausto y Eliza se veían enamorados.

-BASTA. –era la firme voz de Anna.

Todos se pararon en seco.

-Recuerden el motivo por el cual estamos reunidos aquí. –Anna los miró severamente.

Todos bajaron la cabeza avergonzados.

-¡El cumpleaños de Lyserg! –bramó Chocolove

-No, ya no es ese...-dijo Manta con tristeza- le ha ocurrido algo a Yoh.

-¿A Yoh? ¿Y que le paso? –dijo confundido Chocolove, girando la cabeza hacia varios lados con la intención de buscarlo.

-Alguien lo quiso matar.- soltó Anna en seco.

-¡¿Qué! –Chocolove los miró con mucha sorpresa.

-Y estábamos por descubrir al culpable. –Anna clavó la mirada en Lyserg.

-A...así es. –dijo él en un suspiro.

Todos se giraron hacia las Lillys.

Pero... ¡solo habían 4!

-¿En donde está Milly? –preguntó Lyserg con temor.

Las Lillys se miraron unas a otras, sin saber que decir.

-No es posible...-se asombró Pilika

-Ha desaparecido –soltó Shalona.

-¡Escapó! ¡Aprovechó el alboroto para huir!-afirmó Horo, muy seguro.

-¡No, la pequeña Milly nunca haría algo así!-la defendió Ryuu.

-¿Y entonces? ¿Por qué no está? – le espetó HoroHoro

-Debemos buscarla. –dijo Len con tranquilidad.

-Lo más recomendable es que nos separemos para buscarla por toda la casa. –sugirió Jun.

-¡Momento! –gritó Chocolove.

Todos lo miraron.

-¿Y porque tanto alboroto con esa morrita? ¿Qué ella fue quien quiso echarse a Yoh? –preguntó el moreno.

-Es la sospechosa principal-exclamó Lyserg con tristeza.

Chocolove lo miró sin comprender.

-Comencemos a buscarla. –Shalona y sus amigas caminaron hacia la puerta.

-Aguarden. –la voz de Anna las hizo detenerse.

-¿Y ahora qué? –Shalona cruzó los brazos

-Ustedes permanecerán encerradas en alguna de las habitaciones, bajo vigilancia. –dijo la itako ante la sorpresa de todos.

-¿Y eso por qué? –reprochó Elly

-Para evitar que prevengan a su amiga y la ayuden a huir. –dijo con simpleza la rubia prometida de Yoh.

-¡No es justo! ¡No pueden hacernos esto! –se quejaron las cuatro.

-Len, tú las vigilarás. –le ordenó Anna.

-¿Y por qué Len y no yo? –chilló Horo.

-Por que así lo dispuse yo. -Anna le lanzó una de sus miradas asesinas.

-Además, mi hermana y yo, somos los únicos descartados hasta ahora en la lista de sospechosos. –dijo con orgullo Len.

-¡Yo no estaría tan seguro! -espetó el ainu.

-Suficiente. Manta, tú iras con Jun y Lee Bruce Long. –la itako comenzó a armar los "equipos de búsqueda".

-Pues, de una vez ¿no? –la hermosa taoista le sonrió al pequeño Manta.

-Ryuu, Lyserg y Chocolove buscarán juntos. –Anna miró a los tres chicos.

-¿Qué, hasta yo le entro al juego? –Choco jugaba con su nariz.

-Fausto y Eliza…

-Espera, Anna… -Fausto la interrumpió.- Si me lo permites, Eliza y yo cuidaremos de Yoh.

Anna lo miró con desconfianza. Y tras un largo silencio, soltó en un suspiro: "Está bien".

-¿Y yo? ¿Puedo cuidar junto con Len a las Lillys? -preguntó con picardía Pilika.

El chico Tao solo alcanzó a sonrojarse profundamente.

-¡NO! –gritó Horo con enfado.

-Pilika tú vendrás conmigo. Y HoroHoro, en cuanto regrese Tamao, comenzarán a buscar. –la itako parecía despreocupada.

-¡¿Yo y Tamao…digo, Tamao y yo! –el ainu se puso muy rojo.

-¿Y a donde fue Tamao? –preguntó Pilika.

-No lo se. –cruzó los brazos Anna.

Cada quien tomó una dirección y se dispuso a seguirla.

-Está comenzando a llover.-Tamao metía la ropa recién lavada que se encontraba en el tendedero- ¿a dónde van todos?

La chica de cabello rosado no se había enterado de la desaparición de Milly.

Pero, nadie pareció prestarle atención.

-Joven, HoroHoro dígame por favor… ¿Qué ha pasado ahora?-Tamao se acercó a la única persona que seguía ahí.

-Buscaremos a Milly...se ha escapado. –le contestó Horo

-¿Escapó?-Tamao se sorprendió ante lo dicho por el shaman del norte.

-Sí, vamos. ¡Hay que encontrarla! No debe andar muy lejos...

-Pero…Alguien debe vigilar la puerta, ¿no cree? –Tamao lo miró dudosa.

-Es cierto...tú quédate aquí, yo iré con los demás a buscarla. Vigila que nadie salga de aquí.

-Pero... ¿no es una misión muy importante, como para dejar que yo me haga cargo? –Tamao parecía asustada- ¿qué tal si no logro evitar que ella escape?

-Tranquila, Tamao. Eres más capaz de lo que crees.-le sonrió con ternura el shaman del hielo.

-Por favor...joven HoroHoro, no me deje aquí sola. –Tamao lo miró suplicante.

Horo no pudo evitar sonrojarse.

-Está bien...-le dijo embelesado- me quedare aquí contigo...

-¡No es necesario! ¡Yo cuidare de la entrada! –dijo entusiasmado Chocolove

-¿No te habías ido con Manta y Lyserg? –frunció el ceño Horo

-¡Pero ya volví! ¡Tamao y yo cuidaremos la entrada! –Choco sonrió enormemente

-Está bien...me voy. –dijo resignado el ainu.

-¡Tenga mucho cuidado! –le pidió Tamao.

-Lo tendré. –sonrió Horo.

-¡Es que no pudo haber sido ella! –se repetía Lyserg, a si mismo, una y otra vez.

-¡Claro que no! La pequeña Milly no sería capaz de una atrocidad así. –le afirmó Ryuu.

-Pero… ¿por qué ha escapado? –murmuró con tristeza el chico inglés.

-¡Mi Lyserg, no me digas que dudas de ella! –se sorprendió Ryuu.

-Bueno…es que… todo la señala…y yo…-Lyserg bajó la mirada.

Morphin lo miró con tristeza.

-¡Me rehúso a creer en todo aquello que la hace parecer culpable! .soltó Ryuu muy decidido.

-No puedes hacer eso… todo está muy claro… el trozo de tela, a ella le toco disfrazarse de Jun, ahora anda desaparecida… ¡¿qué no te parece suficiente! –Lyserg parecía desesperado.

-Todo eso debe tener una explicación…-Ryuu parecía dudar.

-No le encuentro explicación alguna. –Lyserg cruzó los brazos.

-Tal vez no. Pero, ella es inocente. –dijo con firmeza el shaman de la espada de madera.


Manta, Jun y Lee Bruce Long también buscaban a Milly.

-Jun…quiero disculparme…por haber…-Manta estaba apenado.

-Descuida Manta. –Sonrió Jun,

-¡Pero es que yo! –Manta infló el rostro.

-Te entiendo. Yoh es tu amigo y es natural que te preocupe encontrar a la persona que lo atacó.

-Pero aún así…yo no debí de…

-Todo me señalaba a mi ¿o no?

-Lo siento, Jun. Por mi culpa…tú y Lee Bruce Long tuvieron que revelar su secreto. –dijo con vergüenza el cabezón.

-Algún día tendría que saberse, no íbamos a ocultarlo toda la eternidad. Tranquilo y mejor busquemos a Milly. –sonrió Jun tomada de la mano de su fiel zombi.

-De acuerdo, Jun. –Manta también sonrió, sintiéndose aún avergonzado.


-¡Es un insulto! ¿Dudar así de nosotras? –Shalona estaba muy indignada.

-Tranquila, tenemos limpia la conciencia así que no hay de preocuparse. –la trató de calmar Lilly.

-¡Pero aún así...esa Anna… ¿cómo se atreve! –Shalona no se calmaba con nada.

-¿Y en serio habrá sido Milly? –Elly parecía preocupada.

-Ya decía yo que esa niña traía muchas ansias reprimidas. –sonrió burlona Sally.

-A mí ya me dio sed. ¡Hey, Len Tao tráenos un poco de agua! –gritó Shalona

Desde el otro lado de la puerta, Len se encontraba sentado en el piso pensando en… ¿la inmortalidad del cangrejo?

-¡Ni que fuera su chacha! Yo no les traigo nada. –les respondió muy enfadado el chico chino.

Lado contrario de la puerta

-¡¿Piensas dejarnos morir deshidratadas! –le reprochó Elly.

Afuera de la habitación

-Pensándolo bien…es un excelente modo de apresurar su confesión. –sonrió Len con malicia.

Adentro

-¡¿Nos van a torturar! –Elly tembló.

-¡Anna no dijo nada de eso! –se quejó Shalona.

-Pero seguramente ella lo planeó. –sugirió Elly.

-Yo no pienso dejar que me torturen. ¡Ahora mismo romperé esta puerta! –amenazó Sally.

Afuera

-Hagan lo que quieran…solo que recuerden a la casa de quien pertenece esa puerta que planean romper. –señaló el joven Tao.

Adentro

-Es cierto, Anna nos obligara a pagarla. –advirtió Elly.

-¿Y qué? Es eso o dejar que nos torturen para obtener una confesión de algo que nosotras no hicimos. –Sally parecía enfadada.

-¡Pero que Milly sí! –gritó Shalona.

-¿De que hablas? –la miró incrédula Elly.

-De que…ella fue quien trato de matar a Yoh. –Shalona le guiñó un ojo a sus amigas.

-¡¿QUÉ! –Elly se alarmó- ¿Y cómo lo sabes? ¿Ella te lo confesó?

Shalona jaló a Elly hasta un rincón y le habló en secreto.

-Tonta, es solo una cuartada para que no nos hagan nada. –le explicó la rubia.

-¡Ya me había asustado! Por un momento creí que nuestra amiga Milly realmente era una peligrosa criminal. –suspiró aliviada Elly.

-¡¿Lo escuchaste Len Tao! –Gritó Shalona a todo pulmón- ¡Fue Milly quien lo trató de matar!

-¿Y alguien puede decir, que motivo tenía ella para hacer eso? –por fin habló Lilly, quien ya llevaba algún rato callada.

-¿Tú de que lado, estás? –le reprochó Shalona.

La puerta del cuarto se abrió.

-¿Eh? –las cuatro miraron asombradas, en espera de ser liberadas o torturadas.

Lentamente, entró… ¡HoroHoro!

-¿Y tú qué haces, aquí? –Le preguntó Shalona -¿En dónde está Len Tao?

-Fue al baño, me encargó que las vigilara. –Explicó Horo – Debo decir que no quería dejarme en su lugar, pero hay necesidades más urgentes que atender, jeje.

-No se porque, pero siento que contigo estaremos peor que con el chinito. –exclamó Shalona.

-¿Aún no encuentran a Milly? –preguntó Lilly.

-No, todavía. –Horo las miró fijamente.

-¿Qué te pasa? ¿Tenemos algo en la cara o qué? –se incomodó Sally.

-La otra noche….-Horo dudó en continuar.

-¿La otra noche, qué? –todas lo miraron impacientes.

-Las vi. ¡La otra noche las vi! –soltó Horo muy serio.

PLAFFF!

-¡PERVERTIDO! –las cuatro lo golpearon.

-¡¡¡Ay ay ay ay! ¿Por qué me golpean? –lloriqueó Horo.

-¡¿Y todavía tienes el descaro de preguntar!

-¡Nos espiaste la otra noche!

-¡Eres un degenerado!

-¡¿Y qué tanto nos viste!

-¡¿O deberíamos preguntar qué no nos viste!

-¡Cochino!

-¡Un momento! ¡Están mal interpretando todo! –Horo trató de defenderse.

-¡No finjas, degenerado!

-¡Ya lo has confesado!

-¡¿A cuántas más has zorreado!

-¡Seguramente a todas las de esta casa!

-¡Ya se me hacía rara la forma en que miras a Tamao!

-Aquí la única que se salva de tus malos hábitos es tu hermana... ¡al menos que seas tan degenerado como para zorrearla a ella también!

-¡Yo no zorreó a Pilika! -gritó Horo

-¡Pero a las demás, sí. ¿Verdad!

-¡Tampoco!

-¡Nosotras te enseñaremos a no andar de libidinoso!

Entre las cuatro siguieron golpeándolo.


Tamao reía con uno de los chistes de Chocolove.

-¡Joven Chocolove, basta… ya me duele el estomago de tanto reír!

-Y eso que apenas empiezo, me sé otros más buenos.- Dijo muy orgulloso el moreno.

-No, por favor…ya no puedo reír más. –la pelirosada trataba de calmarse.

-Está bien, por ahora. Pero al ratito te los cuento.

-¡Oh, mire! El sol se ha ocultado, aunque con la lluvia el cielo está tan nublado que ni se ve la luna…. –Tamao miraba hacía la calle.

-Sí, ¡Y la morrita esa, ni sus luces!

-Otro día más y el joven Yoh aún no despierta…- Tamao estaba preocupada.

-Todo este asunto se me hace muy raro, no se pero a mi se me hace que aquí hay gato encerrado. –Chocolove se puso de pie.

-¿A dónde va?

-A encender la luz. ¿No ves que ya oscureció? –señaló con simpleza Chocolove.

El moreno caminó hasta el interruptor de luz. Lo oprimió y….

-¡AYYYYYYYYYYYY MAMITA!-gritó Choco

-¡¿Qué pasa! –corrió hasta él, una alarmada Tamao.

-¡Está &X/$ che, cosa que me dio toque! –dijo el moreno apartando la mano.

-La señorita Anna lo había comentado, desde hace días le pidió al joven Yoh que cambiara el apagador. Por lo visto no lo ha hecho. –explicó Tamao mientras veía a Choco sacudir la mano.

-Y ahora que está más pa' llá que pa' cá menos. –dijo Choco chupándose la mano.

La lluvia seguía cayendo. Un trueno se escuchó.

-¡Aghhhh! –gritó Tamao abrazándose de Chocolove.

-¡Tranquila Tamal, que yo te defenderé! –Chocolatin se hacía el valiente.

-Solo espero que no se vaya la luz…. Rogó Tamao.

Acababa de decir eso Tamao, cuando…. ¡Se fue la luz!

-¡AHHHHHHHH! –gritó una asustadísima Tamao.

-Mmm, ahora di "ojala que no caigan del cielo miles de helados de Chocolate". –rió el morenazo.

-¡Joven Chocolove, no es momento para bromas!


-¡AHHHHHHHHH! ¡Se fue la luz! –gritó Elly.

Ante la repentina oscuridad, las Lillys dejaron de golpear a HoroHoro.

-Podríamos…-una brillante idea se le cruzó por la cabeza a Sally.

-¿Podríamos qué? –a Shalona no se le cruzó nada.

-Aprovechar la oscuridad, para escapar. –sonrió Sally.

-¡Eres brillante! –Shalona y Elly se entusiasmaron.

-¿Escapar? Entonces, ¡sí pareceremos criminales! –exclamó Lilly.

-¿Prefieres quedarte aquí en medio de la oscuridad, con este? –Shalona señaló a un golpeado HoroHoro, tirado en el piso.

-Eh…mejor vamonos. –accedió la chica de lentes.

Las cuatro se fueron. Desde el suelo, Horo las vió partir.

-Oigan…esperen…vuelvan…-pero el pobre ainu no se podía mover.


Len Tao caminaba por el pasillo.

-¿En dónde podrá estar? –se pregunta mientras seguía caminando.

-¿Len, eres tú? –Pilika desde el otro extremo del pasillo y en medio de la oscuridad trataba de reconocerlo.

-¿Y Anna? –preguntó el joven, acercándose.

-Me dijo que la espera aquí. Creo que fue buscar algo con que iluminar….-dudó la chica.

-HoroHoro me dijo que me estaba buscando, ¿Sabes para que me mando a llamar?

-¿Anna? Que yo sepa no te estaba buscando… ¿seguro que eso dijo mi hermano?

-Sí… ¡ese cerebro de hielo me engañó! –Len comprendió que había caído fácilmente en la trampa de Horo.

-¿Y por qué haría eso? Len, no seas mal pensado.

-¡Yo que se! Seguramente porque se sintió ofendido con la decisión de Anna al ponerme a vigilar a lar Lillys.

-Yo no creo eso…es cierto que mi hermano a veces es algo infantil, pero…tampoco hay que exagerar.

-"¿Tendrá algún interés en hablar a solas con ellas? ¿O es que acaso planea algo?" –la mente de Len comenzó a trabajar rápidamente.


Manta, Jun y Lee Bruce Long caminaban en medio de la oscuridad.

-Pero que mal momento para que la luz se vaya. –exclamó Jun.

-S-sí…y con un asesino suelto por la casa. –Manta temblaba.

-Con tanta oscuridad jamás encontraremos a Milly. –se quejó la hermosa Tao.

-¡Es cierto! Yo tengo una linterna. –Manta empezó a revisar los bolsillos de su pantalón.

Hizo una señal de triunfo al encontrar lo que tanto buscaba… ¡su linterna!

Trato de prenderla pero…

-¡Oh no! ¿Se le acabó la pila? –dijo con extrañeza el cabezón.

-¿Y eso cómo sucedió? –le preguntó la taoista.

-Es que…la otra noche…Yoh jugaba a hacer figuras de animalitos con las sombras…-A Manta le salió una gotota.

Se escuchó un ruido que provenía de las habitaciones.

-¡¿Qué fue eso! –Manta, Jun y Lee se alarmaron.

-Hay que ir a ver. –sugirió el zombi.


Lyserg y Ryuu fueron los primeros en llegar al lugar de donde provenía el ruido.

-Si mal no recuerdo…aquí estaban encerradas las Lillys. –Lyserg miraba la oscura habitación (de hecho toda la casa esta oscura ¿no?).

-¡Pero ya no están! –se alarmó Ryuu.

-¿Escaparon? ¿O que les habrá pasado? –Lyserg buscaba cualquier cosa "sospechosa" en la habitación.

Chocolove fue el siguiente en llegar, trayendo casi a rastras a una aterrada Tamao.

-¿Qué paso, ahora?- Choco miró interrogante al inglés y al de peinado extravagante.

-Las Lillys han desaparecido. –soltó Lyserg.

-¡¿Qué! –se asustó más, la chica de cabello rosa.

Manta, Jun y su amado zombi fueron los siguientes en llegar.

-¡¿Qué pasa! ¡¿Qué fue ese ruido! –Manta preguntó casi a gritos.

-¡Las Lillys se escabulleron! –les explicó Chocolove.

-¡¿Qué! –Manta abrió enormemente los ojos.

-¿Y Len? ¿Cómo las dejo escapar? –Jun buscó a su hermano.

-Cuando llegamos ya no había nadie. –Explicó Lyserg.

Len y Pilika llegaron rapidamente.

-¿Qué sucede? –Preguntó algo alarmado Len.

-¡Len! ¿En donde estabas? ¿Dejaste huir a las Lillys? –le dijo Jun en tono reprochante.

-¡¿Qué! ¡¿Escaparon! ¡¿En donde está HoroHoro! –Len movió la cabeza en varias direcciones, buscándolo.

-¿HoroHoro? ¿Él que tiene que ver? –Lyserg lo miró con sospecha.

-Él estaba aquí. –Explicó Len.

-¡Oh no! ¡Mi hermano fue secuestrado! –Pilika casi se desmaya de la impresión.

-¡Más bien es el cómplice de las chavas esas! –apuntó Chocolove.

-¡Eso no es cierto! –Pilika se enojó.

-¿Y por qué, estaba aquí HoroHoro? –preguntó Manta.

-¿Y a donde fuiste tú, Len? –le preguntó Jun.

-Una pregunta a la vez. –Pidió el chino.

-¡¿Qué está pasando aquí? ¡¿Por qué tanto escándalo! –Anna hizo su aparición.

-Es que…Doña Anna…-Ryuu temblaba, nervioso.

Anna miró la habitación, aun en la oscuridad se lograba ver que estaba completamente desordenada.

-¿Quién hizo esto? –una vena apareció en la frente de la itako.

-No sabemos…-Manta sudaba frío.

Anna miró a todos los presentes.

-¿Y las Lillys? –al fin notó la ausencia de las amigas.

-Eh…se fueron.

-¡¿Qué qué! –Anna le lanzó una mirada asesina a todos.

-¡Len es quien debía cuidarlas! ¡Castígalo a él! –se defendió Chocolove.

-No es mi culpa….fui engañado. –dijo con simpleza el joven Tao.

-¿Engañado? –Lyserg comenzaba a tomar nota.

-Sí…es que…. –Len miró a Pilika.

La joven ainu parecía preocupada, angustiada. ¡"Rayos! ¡Ese tonto de HoroHoro! ¿Cómo le hace esto a su hermana?" Se quejó mentalmente el chico de ojos dorados.

-¡Explica! –le ordenó Anna.

-Me dieron ganas de ir al baño y le pedí que cuidara a las Lillys. –explicó Len.

Pilika lo miró con asombro….ella sabia perfectamente que esa no era la verdad. Pero, no pudo evitar sentirse aliviada y agradecida con su amado Len por no haber delatado a su hermano.

Ahora sí que Anna se enojó:

-¡¿Qué te dieron ganas de qué y dejaste a quien, cuidando a quienes!

-Yo creo que todo esto es un complot.-exclamó Chocolove.

-Lo mejor será buscarlos a todos….-sugirió Jun.

-Entonces, ¿existe la posibilidad de que el joven HoroHoro sea cómplice en el atentado contra el joven Yoh? –Tamao no podía creerlo.

-Pues claro. Un hombre despechado es capaz de cualquier cosa…hasta de matar a su rival de amores. –exclamó Ryuu.

-Aun es muy pronto para decir eso. Hay que investigar más. –sentenció Lyserg.

Anna lo miró reprochante:

-Hasta ahora no has hecho nada, Lyserg.

-Ah…es que Anna…yo…-Lyserg se puso nervioso.

-Solo has revelado algunos chismes, ¿y que pasa con el atacante de mi prometido? ¿Cuándo averiguarás quien fue? –Anna ya estaba harta.

-Mejor cambien de detective. –Sugirió Chocolove, mientras se apuntaba con una flecha roja hecha de Fomi y lentejuela.

Todos ignoraron a Chocolove y su flecha:

-Yo creo que Lyserg hace un buen trabajo. –Manta con una gota.

-Yo opino lo mismo.-Jun sonrió.

-Y yo. –Len cruzó los brazos.

-Dejemos las cosas así.-Pilika nerviosa.

-¡Mi Lyserg es el mejor! –Ryuu sacó unos pompones, para echarle porras.

-¡Ingratos! ¡Solo lo dicen por mí! –lloriqueó Choco.

-Dejen de perder el tiempo y busquen a todos los desaparecidos. –les ordenó Anna.

Todos suspiraron resignados y exclamaron un: "Sí, Anna".

Cuando ya salían de la habitación, una intensa luz los cegó.

-¿Quién está ahí? –la firme voz de Anna, demostró que la itako no se inmuta con nada.

-Soy Fausto.-en efecto, el doctor llevaba una lámpara de alcohol- ¿Qué hacen todos aquí reunidos?

-¡Las Lillys escaparon! –le informó Manta.

-¡Y se llevaron de rehén a mi hermano!

-O él está aliado a ellas y han escapado todos juntos. –opinó Chocolove.

Pilika le dio un pisotón.

-¡Ayyyyyy! –se quejó el moreno.

-¿No se supone que ustedes iban a buscar a "los desparecidos"? –Anna les lanzó una mirada asesina a todos.

-A esta hora ya deben de estar muy lejos…-exclamó Choco.

-¡Oh no! ¡La puerta! ¡La dejamos sola! –se alarmó Tamao.

Todos salieron corriendo rumbo a la puerta. Menos, Len y Pilika.

Len iba a seguir a todos los demás, cuando la joven Usui lo detuvo.

-Len…

-¿Sí?

-¿Por qué…?

Len alzó una ceja. No entendía a esa chica, ¿y ahora que pasaba? ¿Algún otro mal entendido?

-¿Por qué no les dijiste que mi hermano te había engañado para que lo dejaras solo con las Lillys?

-Pensé que no creías que él lo había echo con esa intención… ¿o no me llamaste mal pensado hace un rato cuándo dije que eso había echo?

-Es que…después de esto…creo que…tal vez él…sí lo planeó. –Pilika lucía triste.

-¿Crees que él tuvo que ver con el intento de homicidio a Yoh?

-¡Claro que no! Es solo que… ¡estoy segura que él tiene una muy buena razón para haber hecho lo que hizo, sea lo que sea que haya hecho! –dijo con firmeza la hermanita de Horo.

-Crees que fue secuestrado, ¿verdad?

-Mi hermano siempre se mete en problemas, pero no es malo.

Lo sé. –sonrió Len.

-¿Fue por eso que no les dijiste que él te engañó?

-No. Si no lo dije fue porque…-dudó en continuar.

-¿Por qué?

Len sonrió con ternura. Se acercó lentamente a ella, con suavidad la tomó de la barbilla y le susurró:

-Jamás haría algo que te lastimara.

Pilika se sonrojó.

-Len…

Len la silenció, poniendo un dedo en sus labios. Posteriormente la acercó más a él, tomándola de la cintura. Pilika tembló, estar tan cerca de Len era un ataque a su sistema nervioso.

Él estaba por besarla cuando…

GRRRR.

Se escuchó un gruñido.

-¡¿Qué fue eso! –Pilika se asustó.

-¿Eh? No lo se…-Len se disgustó por la interrupción.

-Salgamos de aquí…este lugar me da miedo.

-Tranquila, estoy contigo. ¿A qué le temes si estás conmigo?

Pilika volvió a sonrojarse. Len volvió a intentar besarla.

GRRRRR.

Otra vez el gruñido.

-¡Ayyyyy! Len, vamonos. Me da miedo…

-Está bien. –Len estaba decepcionado. ¡Deseaba tanto volver a besar a esa chica!

Ambos salieron de la habitación. Y de entre el tiradero…rodeado por un aura de fuego…salió….

-Miserable, ¿Qué intenta con mi hermanita?

¡Era HoroHoro! Y estaba MUY molesto.


Len y Pilika alcanzaron a los demás.

-¿Qué pasa? –preguntó Len.

Nadie respondió. Pero su pregunta fue contestada por el mismo, al ver la puerta abierta.

-Así estaba cuando llegamos.-les dijo Manta a los recién llegados.

-Alguien salió…o alguien entró. –sentenció Lyserg.

Tamao se estremeció, tanto que apretó el brazo del pobre Chocolove.


Nuevamente, todos se reunieron en la salita. Bueno, no todos…los que no habían desaparecido.

-Debemos buscar por toda la casa. ¡No se los pudo haber tragado la tierra! –Anna parecía estar perdiendo la serenidad que la caracterizaba.

-A lo mejor ya se fueron…tú viste la puerta abierta. –Lyserg igual se desesperaba.

Anna se levantó. Caminó hacia la puerta, sacó un extrañó pergamino, hizo algún rezo y ¡selló la puerta!

-Ya nadie más podrá salir ni entrar. –les dijo la itako.

-¿Y si el culpable ya se fue? –se atrevió a preguntar Manta.

-Tendremos que averiguar si así fue. –por fin Lyserg se puso de pie.

-Hay que seguir buscando ¿no? –Jun igual se levantó.

-Todo está tan oscuro…que será muy difícil. –Tamao bajo la cabeza.

-Difícil, pero no imposible. Empiecen a buscar. –Anna parecía haber recuperado la serenidad.

Anna les dio unas velas.

Pilika y Len se fueron juntos. Tamao y Chocolove también tomaron rumbo. Ryuu y Lyserg nuevamente se acompañaron mutuamente. Manta y Jun también se fueron.

-¿Despertó Yoh? –le preguntó Anna a Fausto.

-Aún no.

-Pensé que tal vez había algún cambio.

-¿Qué te hizo pensar eso, Anna?

-Te tardaste en llegar cuando se escuchó aquel ruido.

-Eso fue porque yo no escuche nada. –dijo con simpleza el rubio.

-Fausto…si hay algún cambio, me dirás ¿verdad?

-Por supuesto, también a los demás. ¿Por qué no habría de hacerlo?

-No me has entendido…si Yoh llegará a reaccionar, me dirás únicamente a mí.

Fausto la miró con duda.

-No quiero que nadie más sepa si él despierta.

-De acuerdo, después de todo tú eres la prometida. Tus motivos tendrás.

Anna se dio la media vuelta y se marchó de ahí.

Fausto la observó irse, en silencio.

-"Mi teoría tal vez no esté tan errada…debería hacerle la competencia a Lyserg" –pensó Fausto con algo de diversión en la mirada.

Eliza apareció junto a él.

-Vamos, Eliza. Todavía nos queda mucho por hacer.-tomó de la mano a su esposa, mientras que una sonrisa maliciosa se le dibuja en el rostro.

Continuará...


N/A: ¡Al fin! Después de BASTANTE tiempo sin actualizarlo, ¡aquí lo tienen! El capítulo cuatro. Me quedó más corto que los demás, o al menos eso parece.

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Algún nuevo sospechoso? La verdad es que ya tenía planeado un final, pero hace unos días lo deseche y tengo uno nuevo, más decente. Aunque conociéndome, puede que cambie de parecer y busque otro final o ponga el que ya tenía pensado antes. He empezado a poner algunas pistas, pero no soy muy buena con eso…así que no se si las hayan percatado. Tal vez ni son tan buenas pistas. Me gustaría saber de quien sospechan, para ver si me quedo con el nuevo "elegido (a)" a culpable o lo descarto y me busco a otro.

¿Y les gustó la aparición de Chocolove? ¿Qué aportación tendrá su presencia en la historia? ¿O no tendrá más aportación que la de hacer chistes?

Batalle bastante con este capítulo, iba a estar más largo y tendría otro titulo…pero luego me pareció que iba a estar sobrecargado así que le fui quitando partes y dejándolas para el siguiente. Así que la declaración de Milly, vendrá hasta el siguiente episodio, además de que Horo también tiene algo que decir… (No sabe con exactitud que, porque cuando fue en busca de más información fue brutalmente golpeado por 4 féminas salvajes).

La idea de meter a un personaje más me está "bailando" por la mente, pero aun no estoy muy segura, ya que podría desentonar en lo hasta ahora sucedido y por suceder, ¿ustedes que opinan? ¿Alguien más enredado en este misterio? ¿Alguna sugerencia? Estaba pensando en Hao… pero, no se… tal vez ya sería forzar mucho la historia, mi cerebro tal vez ya no dé para más. Pero me divierte la idea, sólo que no se que papel jugaría él en la historia. Acepto sugerencias, del tipo que sean. (Mejor dicho… ¡NECESITO sugerencias, porfa!).

Anna la sacerdotisa: Para que Yoh despierte aun falta un poquito más…Nah! Ya falta poco, a lo mejor y ya en el próximo esté despiertito. ¿Si fue Milly? Mmm, aun es muy pronto para decir eso… ¡gracias por el review!

Yukari: Lo se… ¿Yoh que culpa se tiene? (¡que no lo odien por ser bonito!) Pero como tu dijiste, ¡alguien inocente tenia que ser! ¿Te esperabas que fuera Chocolove quien llegó sorpresivamente de visita? ¡Muchas gracias, chica!

Ojala y este capítulo haya sido de su agrado.

¡HASTA LA PROXIMA!