REGENERATION

Derechos de autor y Nota inicial: Los personajes de One Punch Man, pertenecen a su creador como lo es One en Web comic con Yusuke Murata, siendo este, ilustrador en el caso de lo que se trata en lo que es Manga. Espero de verdad contar con su verdadero apoyo, debido a que existen usuarios que no dan apoyo por así decirlo, creyendo que es algo injusto por la razón que cuesta hacer una obra como actualizarla en ver detalles.

Arco IV: New World

Capítulo 57: El perdón.

¿? —. ¿Q-que es este lugar...? —. Teniendo ojos brillosos con lágrimas, sosteniendo a ese bebe en brazos —. ¿Dónde estamos...?

Ciclista sin licencia —. Este es un refugio en donde muchas personas vienen de la guerra, siendo que desde la desafiliación de la antigua asociación de los heroes, ayudo a muchos pobres como lo harían las personas de buen corazón, incluso con saberse un poco de los Kaijin que eran medio humanos, pudimos tener a unos que nos ayudan con avisarnos acerca de los movimientos de esa asociación de los Neo Heroes, grupo al que no pertenezco con tener ideas de manera radical.

¿? —. Agachando la cabeza —. Pe-pero mi esposo...

Ciclista sin licencia —. Lamento decirle que posiblemente ha de tener una pena capital...

¿? —. En-entiendo —. Mirando al suelo con cerrar los ojos —. Que-querido... Sniff...

Ciclista sin licencia —. No culpe a todos los humanos o seres vivos por unas desgracias, siendo que el perdón ha de curar al mundo en una jornada que se espera con gracia...

¿? —. Alzando su mirada con ojos llorosos —. ¿Por qué esta seguro...?

Ciclista sin licencia —. Dando la espalda, siguiendo una caminata hasta llegar a una sala en donde muchas personas se encontraban comiendo como otras en tiendas con ser un sitio inmenso con carpas —. Digamos que eh conocido antes a una persona que en general es un buen tipo, siendo que fue mi amigo en sus tiempos de trabajo, mucho antes de que llegasen los tiempos oscuros... —. Suspirando con alzar su mirada —. Un ser que tenía un sueño de encontrar algo que le ayude a vivir de nuevo como de ser libre, esa persona no se en donde se encuentra, anhelando la jornada que pueda dar un simple gracias...

¿? —. Esa persona debe ser alguien especial... —. Mirando a muchas personas invalidas, heridas como familias con sacar un suspiro con ojos llorosos —. Ya no tengo a nadie, solo a mi bebé...

Ciclista sin licencia —. Usted ya no está sola, cosa que somos como una familia... —. Sacando una sonrisa leve con llegar a un pasillo en frente, siguiendo su caminar —. Pero esa persona tenía un nombre algo curioso, siendo que es un hombre que considere como un verdadero hermano... —. Llegando a otra gran sala con ser un comedor, saludando a todos con su brazo derecho con la palma abierta, sentándose en una de las sillas con una mesa apegada —. Puede sentarse, pronto será la hora de cenar para muchos, incluso le puedo contar como era ese individuo... —. Viendo como esa mujer se sienta con algo de miedo, llegando un plato con puré de patatas con carne —. Sírvase, incluso creo que hay para el bebé...

La mujer se pone a llorar con la bondad de las personas de aquel lugar que era inmenso con ser subterráneo, cosa que se pone a comer con dar algo a su bebe que lo recibe con mucho gusto a pesar de ser una vida muy inocente con apenas tres meses de nacimiento sin saber que aparentemente ha perdido a su padre, siendo que ahora nos enfocamos en el relato de Ciclista sin licencia, revelando su nombre de civil como lo es de Satoru con dejar algo sorprendida a esa persona de índole femenina, quien escucha el relato de aquel héroe que a pesar de no poseer una habilidad física o mental superior que los antiguos clase S, aquel luchador de la justicia, sostenía una gran voluntad como unos huevos de enfrentar a un mal que afecte a la sociedad, diciendo que esto no era así cuando era apenas un joven adolescente de quince años, viviendo en el sureste de ciudad Z con estudiar en una secundaria del sector con ser que este mismo velaba por la vida de quienes eran débiles. Satoru en ese tiempo, amaba lo que eran las historietas de comics como de querer ser un héroe, siendo que muchos le molestaban con ver o creer que solo peleaba con proteger a los que le hacían daño para ser popular, cosa que en una jornada de día viernes por la tarde en la parte trasera del establecimiento.

Satoru —. Recibiendo un puñetazo en el torso, escupiendo sangre —. Puaj... —. Siendo empujado contra la pared con caer al suelo de manera posterior, estando ya sucio de su camisa blanca con pantalones oscuros, levantando su mirada levemente —. N-no lo hagan, e-ellos no tienen la culpa de nada...

¿? —. Eres tan creído que incluso, proteges a unos pájaros... —. Sosteniendo un bate con dar golpes en muchas partes, habiendo sangre con verse esos huevos quebrados con un ave muerta —. No puedes hacer nada Satoru... eres simplemente una mier*a creída que solo busca fama...

Satoru —. ¡Ah...! —. Con ojos llorosos, viendo esa matanza —. ¡Ellos no le hicieron nada, bastardos...!

¿? —. ¡Deja de hablar, mocoso! —. Dando una patada izquierda en la cabeza del lado derecho.

Satoru —. ¡Agh...! —. Saliendo sangre de la nariz con tener su ojo izquierdo, medio cerrado con dejar caer lágrimas —. N-no me importa que hagan conmigo, pe-pero esas aves no tenían la culpa de nada... —. Cerrando con dolor sus ojos —. Sniff, simplemente ellas quieren vivir como nosotros que somos personas... Sniff, tampoco no es para tanta maldad...

¿? —. Sosteniendo ese bate en la mano derecha —. Hablas mucho... levántenlo.

¿? —. Si...

¿? —. Como gustes.

Satoru —. Ngh... —. Siendo agarrado de ambos brazos con levantar con ojos llorosos su cabeza en ver a ese estudiante —. N-no lo hagas, simplemente n-no eres un criminal... n-no lo eres, incluso si en circunstancias diferentes, hubiésemos sido amigos...

¿? —. Hablas idioteces de cómo paz, cosa que nunca existirá... —. Agarrando con fuerza ese bate —. Pero veamos si encontrando la policía tu cuerpo o un adulto, buscaran ese estúpido anhelo tuyo...

Satoru —. Cerrando sus ojos con fuerza, pensando con caerse unas lágrimas en sangre de sí mismo —. Perdón... aves...

¿? —. ¡Muere, bastardo...!

Ese estudiante iba a dar un golpe mortal, aunque vemos que una persona sale de los arbustos con ser que agarra esa arma con dar una patada a la espalda de ese muchacho de apenas quince años, siendo unos jóvenes que hacían esta locura, cosa que vemos a uno de ellos con pelo alborotado con uniforme de esa preparatoria con suspirar, dejando ese bate de lado con ver de mala ganas a esos bravucones que soltaron a un Satoru que poco a poco, ve como ese tipo a puño limpio, daba masacres como de recibir varios daños con el pasar de los minutos, cosa que a los diez minutos, vemos como esos tres chicos se iban cojeando con el líder que tenía su ojo derecho que sangraba sin parar, y en el cual, volviendo con ese estudiante que salvo a un Satoru que reconoce a ese muchacho que ha llegado en su ayuda.

Satoru —. ¿Sa-Saitama...? —. Viendo como ese alumno daba la espalda —. ¿De-desde cuándo...?

Saitama —. Girando su cabeza con tener su rostro cubierto de heridas como sangre, dándose un detalle muy fino de sus nudillos con uñas quebradas que dejan caer en gotitas ese liquido rojo al suelo —. N-no puedo dejar que nadie asesine a una persona que ayudo a un ser vivo... pe-pero no pude hacer nada con la vida de esos pájaros... —. Cayendo de rodillas con vomitar un poco —. Agh...

Satoru —. Estando de rodillas —. N-no debías...

Saitama —. ¿Acaso...? —. Sonriendo de manera débil, levantando su cabeza con cruzar sus ojos con los de ese joven —. ¿Acaso una persona requiere o necesita preguntar algo para salvar a otra...? —. Encogiéndose de hombros —. Simplemente no entiendo el porqué te ayude con no hablar mucho contigo, pero algo en mi ha dicho que lo hiciese...

Satoru —. Jadeando un poco con ver ese rostro dañado —. Aff... Aff... —. Pasando unos minutos con caer la noche, enterrando ese pájaro con sus huevos a unos metros lejanos de ese lugar de la riña, mirando esto con pupilas que no tienen brillo aquel sitio—. Ellos no tenían la culpa de nada...

Saitama —. Los enfrentare la próxima que los vea... —. Estando al lado derecho de ese muchacho con ver esa tumba de tierra.

Satoru —. Me gustaría que no lo hicieras, dado que si dañas a uno por venganza, caerás al mismo nivel...

Saitama —. Girando su cabeza un poco a ese lado con ver al estudiante — ¿Dices que debes perdonarlos...?

Satoru —. Entraste como si fueses un héroe, luchando con ellos a pesar de estar en desventaja... —. Estando de pie con dar la espalda, alzando su mirada con ver cómo nacen las estrellas de aquella velada —. Una persona que lucho con defender a uno que es débil, nunca debería mancharse las sangres para no caer al mismo nivel, siendo que anhelo un día de estos que el mundo o en el lugar que vivimos, exista paz...

Saitama —. Un mundo lleno de paz...

Satoru —. Pero creo que no lo voy a observar con ser alguien débil...

Saitama —. ¿Quién te dijo de los límites...? —. Estando al lado izquierdo de Satoru que lo mira sorprendido —. Responde mi pregunta, Satoru... ¿Quién te dijo que puedes o no...?

Satoru —. A-ah... Nadie, pero...

Saitama —. Si no deseas ver a nadie sufrir, lucha con demostrar lo contrario... —. Sacando una sonrisa leve con estar de brazos cruzados —. Incluso puedo decirte que no soy un héroe, sino que alguien que salvo a un tonto que si tiene corazón de uno... —. Alzando su cuello con ver el cielo medio estrellado —. Nadie nos dice que limites tenemos, siendo que nosotros somos unas personas que evolucionan el día a día con dar todo.

El mismo muchacho no sabía muy bien en responder a las palabras ciertas de aquel joven con cabello alborotado, siendo que desde esa jornada, empezó a darse una relación de amistad impensada para ambos chicos, quienes en cierta manera han de tener gustos por diferentes cosas como la verdad, lucha de la justicia como velar por el projimo sin pedir a nada cambio, siendo estas las bases de un héroe que muchos anhelan de que haya, pudiendo llegarse a cumplir una promesa de que ambos iban a serlo de adultos, provocando en cierta manera una hueva o mejor dicho, flojera en Saitama, quien se despide de ese muchacho en meses posteriores, cambiando todo con la noche roja, perdiendo ambos una conexión con verse que sus caminos han sido desviados por culpa de algunos que mancharon de sangre la parte norte como costera del continente, siendo que pasaban los años con ser que en ciudad J, siendo la jornada lluviosa, Saitama no recordaba a su amigo que en gran manera como valor, pudo entrar a la asociación de los heroes, rechazando muchas veces el ascenso a la clase B, siendo este de número uno de la clase C, viendo con asombro de como su antiguo amigo que no tiene memorias de su pasado, mato al mismo rey del mar con recibir odio a cambio de la defensa de los combatientes heridos en esa pelea que casi desacredita al mundo de la asociación de los heroes, pasando de esto los acontecimientos con pasar una hora de relato en donde muchos niños sean mujeres y hombres, estaban cerca de esa mujer con su bebe en brazos, quedando asombrada de escuchar que aquel hombre que puso de patas arriba al continente, haya sido una persona humana con esto, dado que los humanos se tienden a equivocar, cosa que volviendo con el mismo ciclista sin licencia en acabar su relato, sacando sus lentes protectores con verse ojos llenos de lagrimas por emoción.

Ciclista sin licencia —. Niños, niñas, ancianos, mujeres, hombres... muchos de nosotros, tendemos a ser violentos, nunca escuchamos al prójimo con darse muchas peleas en toda la historia sea de nuestros padres, abuelos como ancestros... —. Viendo a todos con una sonrisa calmada —. Nosotros, velamos por quienes nos ofenden para ayudar a los que más se necesitan... —. Agachando la cabeza —. Mi amigo, aquel de nombre Saitama, capaz que haya cambiado el mundo, pero creo que en el fondo de su corazón, estará muy arrepentido con ser que todos tiene un gran porque de las cosas...

¿? —. ¿En serio existirá un día que el perdón nos devuelva la paz...?

¿? —. Sosteniendo una pequeña muñeca de trapo en brazos —. Quiero que esto acabe, dado que me gustaría jugar afuera...

Ciclista sin licencia —. Sentado a esa pequeña en su pierna con ver a los otros infantes —. Ámense los unos a otros, dado que siempre puede haber paz en los corazones, siendo que no dejare mi camino de héroe, dado que la vida de muchos es importante... —. Viendo a esa niña que sonríe de manera inocente —. Los niños son el futuro como si de una pequeña semilla, nace a base de un árbol que ha caído... —. Viendo a esa mujer que sonríe con ojos llorosos —. El perdón como ayudar a otros nos hacen fuertes, nunca se debe de perder la esperanza...

Unas palabras hermosas que demuestran al menos que parte de la humanidad si desea paz, aunque esto se pasa un poco de la raya con algunos que prefieren sangre, dado que a la mañana siguiente, vemos con horror con escucharse el llanto de esa mujer con bebe en la entrada de un callejón en conjunto con ese antiguo héroe de como sus amigos y esposo o pareja, atados a unos postes con estar muertos al estar degollados se encontraban en la calle principal con ser esto un llamado de atención de que los traidores debían morir en el caso de proteger a los Kaijin o estar en contra de los ideales de quienes intentan colocar en las ciudades de pie de aquel continente. No muy lejos de donde se hallaba esa mujer, vemos a Charanko, observando con gracia a esos postes con cadáveres, recordando los momentos posteriores en donde vio a muchos de esos sujetos, pudiendo ser ancianos, Kaijin, mujeres como niños, mujeres y hombres, arrodillados con tener heridas en sus rostros con darnos una vista contraria a la de ciclista sin licencia.

Charanko —. Molesto con estar en una blusa apegada a su cuerpo de manga larga, color negro —. ¡Es el maldito colmo, escapo uno por culpa de su terquedad...! —. Señalando a ese hombre con ser que dio la señal a su mujer —. ¡Tráiganlo, seré que yo lo juzgue...!

¿? —. Sudando de la frente —. Se-señor, n-no podemos...

Charanko —. ¡El que juzgara la vida de estos traidores eh de ser yo...! —. Sacando un cuchillo de su bolsillo derecho del pantalón con estar frunciendo el ceño —. ¡Mi traje quedo al olvido, debo conseguir uno por la maldita perra de este idiota...! —. Más molesto con tener ese arma en su mano izquierda, golpeando su pecho de ese lado con su puño derecho, cerrado —. ¡Entrego mi corazón por el bien de la humanidad, asesinando al traidor...!

¿? —. ¡Esto no es ético...!

¿? —. Con ojos llorosos —. ¡No son heroes...!

¿? —. Nosotros no hemos asesinado a nadie... —. Agachando la cabeza con ojos llorosos al ser un monstruo —. N-no lo haríamos...

Charanko —. Estando detrás de ese hombre, colocando el filo en su garganta con verse a muchos de esos con trajes, sosteniendo muchos unos rifles de asalto, muchos de estilo de enfield M1917—. Disparen a matar en caso de que alguien interrumpa... —. Frunciendo el ceño —. Hemos perdido hermanos, amigos, maestros, familiares... —. Rozando el filo con la piel —. ¡¿Para qué unos malditos traidores y pacifistas nos hinchen las pelotas...?! —. Cortando lentamente la garganta de ese tipo —. Shhh... —. Tapando la boca con su mano izquierda —. Shh... Ya, ya...

¿? —. ¡Líder...!

¿? —. ¡No...! —. Intentando ponerse de pie, recibiendo un disparo en la frente, cayendo muerto.

¿? —. ¡No...! —. Teniendo ojos llorosos, viendo el cadáver con el agujero en esa parte.

¿? —. ¡No quiero ver...! —. Con ojos llorosos, agachando la cabeza.

¿? —. Ngh... —. Habiendo mucha sangre que cae por su cuerpo, teniendo brillo en sus ojos — ¡Mgh...! —. Apagándose el mismo con estar grises, cayendo al suelo sin vida.

Charanko —. Shh... Eso es, silencio... —. Teniendo sus mano como cuchillo, empapado de sangre —. Aff, menos mal que esto quito mi estrés... —. Dando la espalda —. Pongan a los prisioneros contra un contenedor, estaré al mando de la culpa que recaiga, pero deseo que los fusilen o degollación rápida... —. Dando la espalda, escuchando gritos como aullidos —. Mmmm... —. Sonriendo de manera tranquila, alejándose con escuchar disparos como gritos de horror, empezando a tararear una canción —. Mmmm... Nanananana... —. Volviendo en si con tener sus manos a la espalda, observando a los cadáveres en esos postes de luz, amarrados —. La humanidad tiene que cambiar, siendo que este tiempo es buena idea de militarizar todo con el fin de que ningún peligro como la decadencia de toda la humanidad se vaya al diablo... —. Empezando a caminar, seguido de cuatro sujetos con esa armadura blanca —. Uno tiene que mancharse de sangre a base del bienestar de otros... —. Teniendo ojos sin vida, siguiendo su trayecto —. La humanidad no será la misma como antes...

Continuara

Nos veremos en el siguiente capítulo, llamado: Libertad oxidada.

Nota final: Muchas gracias como siempre en llegar al final del capítulo, siendo qué espero de verdad contar con su apoyo