Capítulo 1
Ciertas personas creen que eso de los grupos solo existe en las películas norteamericanas, me refiero a esos grupos donde entran los populares, los nerds, los deportistas, los músicos, los fresas, los que patinan, los de videojuegos, etc.
En esa típica historia donde la fea resulta la más bonita y termina quedándose con el galán de la película. ¿Pero cuando ha sido la ocasión de que el galán se enamore de la fea y esta no le haga caso?
Bueno, tal parece que siempre debe haber una primera vez, y este es el caso de Ayase Eli, una chica que tiene todo en cuanto se refiere la palabra "todo". Claro, sin omitir que no tiene lo que más quiere, y eso es, precisamente una chica. Una chica llamada Toujo Nozomi, la cual es la estudiosa matadita que no sale por leer o por no tener vida social.
Contrario a Eli, que su vida es demasiado sociable, y de salir, por supuesto, todas las noches.
Antes, Ayase-san solía burlarse de las pecas y el cabello morado de Toujo-chan, cosa que hacía sentir terriblemente a Nozomi. Hasta que llego un día, en que Eli no pudo burlarse más de ella, pues se dio cuenta, que se había enamorado.
Primero se negó ella misma dicho amor, recalcando que era imposible fijarse en alguien completamente diferente a lo que ella deseaba. Pues, siendo ella Ayase Eli, la chica más popular y querida de la universidad. ¿Qué podía tener a quien quisiera, para que conformarse con la nerdita de la escuela? Y se atrapaba ella misma buscando una cabellera pelimorada, se sorprendió al notar que perdía interés en sus citas de una sola noche, y ver que le molestaba escuchar ofensas hacia esa chica, tanto así que alguna vez llego a golpear a un idiota que se mofo de la vestimenta de Nozomi. Hasta habido noches, donde sueña besar esos labios que tiene la pelimorada. Y llego a la conclusión, que por primera vez en su vida, se había enamorado.
De la que todos tachan de fea, y en el bus nadie la cede lugar, la que es más que una presea para enseñar, jamás será modelo de televisión, porque aún no hacen anuncios para el corazón.
Eli sabía que esa chica no era fea, que tal vez lo único que la arruinaba eran esos lentes que usaba, y esas faldas largas que no dejan mostrar su hermosa piel pecosa. Mas esos suéteres que le daban esa imagen nerd.
Claro, ella admitía, que le daba un poco de temor al qué dirán, cuando todos se enteraran que estaba perdidamente enamorada de Toujo Nozomi, la chica a la que todos tachan de fea, la que ya ni se pinta la boca defraudada de coquetear, la que es más que una aguja para enhebrar.
-Me gusta porque es auténtica y vive sin recetas de esas que tratan de vestir el amor de etiqueta -Dijo la rubia viendo pasar a lo lejos la cabellera roja de Toujo.
-¿Dijiste algo? -La sorprendió su amiga Umi.
-¿Eh? Em.… no… nada -Recuperando su postura.
-Desde hace meses que actúas muy extraña
-Am… -Soltó una risa nerviosa- Exageras… siempre he sido así
-Claro que no, ni siquiera te dignas en salir a buscar a alguien con quien pasarla, siempre eras así
-Bueno, llega un momento en que te hartas
Un grupo de chicas, de esas populares con las cuales solían juntarse el grupo de Eli, pasó y saludaron a coro a la chica Ayase. Siempre todo el mundo la saludaba. Y la rubia respondía a su saludo.
-¿Ves? Ni siquiera te vi "inspeccionar" como solías hacerlo -Umi se refería a escanear de arriba abajo.
-Ya… déjame en paz…
Y su amiga sabía que no debía continuar, pues, cuando Ayase Eli decía "basta" era basta y nadie podría hacerla cambiar de opinión.
A unos pasos escucharon al "ejército" de Eli, todo el grupo de amigos de la rubia, estos eran seis, cuatro hombres y dos mujeres.
-¡Que hay Ayase! -Empezaron a saludarse entre todos. Besos de mejilla, choque de palmas, dedos estrechados. Saludos normales que solo se daban entre los mismos "populares".
-Olvidé decirte, éste viernes hay fiesta en la casa de Maki, sus padres salieron de viaje
-Genial, ya tenía ganas de salir a bailar -Dijo Rin
-Hmm otra fiesta… -Dijo sin ganas Eli para que nadie la escuchara.
-Oh Ayase, ¿qué sucede contigo?, últimamente has estado un poco distante, ¿qué acaso ya no te gustan las mujeres? -Dijo en broma Maki. Él y Eli eran los más populares, a él las chicas lo asediaban como fans. Y él encantado de la vida.
-No es eso, pero no me divierte tanto como antes
-¿Qué? Pero si…
Un barullo interrumpió, rubia miró como Nozomi se acercaba, y ya empezaban a burlarse de ella. "Hey cabeza de uva, ¿qué vestido te dijo tu mami que usaras?" y soltaban las carcajadas. Nozomi solo apretaba los dientes, sujetaba con fuerza los libros contra su pecho y apretaba el paso para caminar más rápido por ahí. Si no fuera porque la biblioteca se encuentra en esa dirección, jamás pasaría por la facultad de negocios. "¡A dónde vas con tanta prisa cariño! Que no ves que se le hará otro agujero a tu zapato" y soltaban más carcajadas. Eli no decía nada, simplemente se quedaba quieta observando pasar a Nozomi, a veces el sonido desaparecía y ni siquiera escuchaba las burlas que le hacían a la pobre pelimorada.
-¡Hey cuatro ojos! Cuando te dignaras en probar algo bueno -Dijo Hiro haciendo el movimiento de poner su mano en sus genitales. Y ellos continuaban riendo.
La pelimorada evitaba ponerse mal por los hirientes comentarios escuchados hace unos minutos, si tuvieran que darle un yen por cada vez que tuviera que soportar esos momentos, ya sería millonaria. Mientras se ahogaba en ese pasillo solitario de la biblioteca, buscando un libro bastante escaso que casi nunca tenían.
-¡Diantres! ¡No está! -Dijo molesta y tallando sus ojos con sus manos.
-Perdóname, odio cuando te dicen esas cosas -La voz de Eli la hizo dar un salto por el susto.
-¿Qué quieres? -Le dijo la pelimorada sin voltear a verla.
-Sabes que te quiero a ti…
-Ya no sigas con eso… -Dijo medio harta y caminando hacia otro pasillo, mientras Eli la seguía y volteaba a los lados para asegurarse que nadie las veía.
-Como no quieres que siga, si te digo que te amo y no te puedo sacar de mi cabeza
-Pues consigue un cerebro nuevo
-Aunque tuviera mil cerebros, es cosa del corazón
-Pues que te hagan un implante nuevo
-No serviría… -Eli la detuvo sujetándola del brazo- Por favor, dame una oportunidad.
Nozomi cerró los ojos de solo sentir el contacto de la mano de Eli, se dio vuelta y la miro indiferente.
-¿Por qué sigues con ellos? -Le dijo soltándose bruscamente de la mano de la rubia.
-No es que yo siga con ellos, ellos siguen conmigo, ¿cuándo has visto que yo los busque?, ellos siempre me encuentran -Mirando hacia el piso, le dolía que Nozomi fuera tan cortante.
-Pues trata de ponerte en mi lugar, tan siquiera un poquito -La pelimorada hizo una cantidad con su dedo pulgar e índice- Nos vemos… -Dijo dejando a Eli sola en el pasillo de química.
-Eh… -Estaba a punto de seguirla, pero ella ya se encontraba en un lugar concurrido y varias personas la reconocieron, ya no la miraban extrañados pues desde hace tiempo que era normal ver la presencia de Ayase Eli en la biblioteca de la universidad.
-Shhhh… baje el volumen Ayase-san -Dijo la encargada.
La rubia solo asintió y dirigió su vista a la última mesa del lado derecho, esa donde casi no pegaba el sol y era solamente utilizada por una pelimorada.
Eli caminaba bastante molesta, ya hasta había perdido la cuenta de las veces que había sido rechazada por Nozomi, de hecho, ser rechazada era algo nuevo para ella, jamás le habían dicho un "no", pero por la pelimorada el "no" se estaba volviendo algo rutinario para sus oídos.
-Pero ¿qué se cree esa Nozomi? pero yo tengo la culpa… debería dejarla en paz… pero no puedo… ¡Ah demonios! -Pateando un bote de basura.
-¿Ahora te peleas con los botes?
Eli se dio vuelta, frente a ella se encontraba Maki fumando.
-No… ¿qué haces aquí? -Al no saber que más decir.
-Lo mismo que tú… -Maki se acercó a Eli.
-Oh… pues… disfruta el paisaje -La rubia comenzó a ponerse nerviosa, preguntándose si acaso Maki la había escuchado. Él tiró el cigarro al suelo, después miró a la rubia a los ojos.
-He escuchado algunos rumores, claro, no los creo… si no fuera porque te conozco de toda la vida… dudaría…
Eli tragó saliva, con voz queda apenas pudo hablar.
-¿Que… que tipo de rumores?
-Hum… de esos que suelen inventarse… como por ejemplo… que te han visto en la biblioteca… y que… también te han visto hablando con la cuatro ojos de Toujo
Eli se sentía amenazada, Maki siempre imponía presión sobre ella, es su mejor amigo, y por nada en el mundo permitiría que anduviese con Nozomi.
-Eh… ¿y tú crees eso? -Con risa nerviosa.
-No… pero últimamente has actuado un poco extraña.
-Y dale con eso…
-¿Y no crees que es así?
-Si actuó extraña o no, es mi problema… si les molesta consíganse una vida o alguien a quien molestar -Dijo Eli lanzando una mirada retadora a su amigo, para después volverse a la derecha y salir lejos de los ojos de Maki. Éste se quedó un poco desconcertado, un pequeño ruido lo hizo voltear hacia atrás. Se dio cuenta que alguien los espiaba.
-¿Sabes que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? -Dijo sin necesidad de cerciorase quien se encontraba tras de él- Vaya Toujo, no sabía que tenías ese tipo de mañas
-Déjame en paz -Habló la pelimorada saliendo de su escondite para huir de Maki.
-Hey… eh… espera, ¿por qué te vas tan rápido? -Interponiéndose frente a ella.
-Quítate -Dijo sin mirarlo.
Él miro a su alrededor, nadie se encontraba cerca.
-¿Por qué eres tan fría Toujo? -Pasando una mano por la mejilla de la pelimorada, está la quitó enseguida.
-¡No me toques! -Empujándolo.
-¡Cuidadito! ¡Ya quisieras que alguien como yo te tocara!
-¿Ah sí? ¡Y por qué no me dejas en paz! ¡Ya te dije que no quiero nada contigo!
-Shhh… no grites, eso me molesta, pero ya verás, tarde o temprano caerás en mis brazos.
-Nunca…
Él la miró de arriba abajo, con una mirada que molestó a Nozomi por completo, y se alejó de ahí. Otra razón por la que pensó que el grupo de amigos de Eli jugaban con ella. Primero Maki empezó a invitarla ya hace unos meses, luego Eli llegó diciéndole que la amaba. ¿Cómo no desconfiar de ellos?
Nozomi entraba a su casa, dejo las llaves en la mesita y busco a sus padres.
-Ya vine… ¿Hola? ¿Dónde están?
-¡Acá en la cocina hija! -Gritó su padre.
Nozomi entró y miró a su madre picando verduras mientras su padre pelaba algunas papás.
-¿Cómo te fue en la escuela? -Saludando de beso.
-Bien… algo cansado, pero bien
-Deberías de descansar más, ya no te mortifiques
-Lo haría si no tuviera porqué mortificarme…
-Si lo dices porque no tengo empleo… pues… te tengo una sorpresa -Dijo su padre
-¿Qué quieres decir?
-Conseguí uno en una fábrica
-¿En serio? ¡Wow papá, que bien! -Dijo abrazando a su padre.
-Sí, así tú podrías dejar tus dos empleos y dedicarte a estudiar
-Pues no lo sé… lo pensaré
-Anda hija, ve a dormir un poco… cuando esté lista la comida te llamo
-¿No quieren mi ayuda?
-No -Dijeron en coro.
-Ve a dormir -Dijo su madre como una orden.
-Bien… -Sin reprochar nada, subió las escaleras para entrar a su cuarto, apenas entró y divisó un arreglo floral en su tocador-, ¿Y esto?
Su madre desde el piso de abajo gritó.
-Está lindo, lo envió esa chica… ¡La que te llama por teléfono!
-Eli… -Susurró mientras se acercaba a las flores y aspiraba el olor que manaban, tomó la tarjeta y leyó- "Para la chica más dulce…" -Mordió su labio inferior para evitar sonreír. No quería admitir que este tipo de detalles le gustaban.
Escuchó el teléfono y como su madre lo contestaba.
-¡Hija es para ti!
-¡Dile que no estoy!
-¡Nozomi! ¡No diré eso, contesta!
-¡No! Di que estoy dormida…
-¡Toujo Nozomi! No seré descortés, esa chica es muy simpática, no sé por qué la tratas así… -Dijo su madre entrando al cuarto con el teléfono en la mano-, Respóndele y dile gracias por las flores
-Ash… -Tomó el aparato- Gracias mamá… -Mirándola para que saliera del cuarto, su madre soltó un bufido y regresó a la cocina- ¿Aló?
-¿Te han gustado?
-Si… son lindas…
-Es solo un adelanto, ¿creías que pasaría desapercibido tu cumpleaños?
-No lo sé…
-Pues no, y ya verás, deja que sea viernes
-¿Que pasa el viernes?
-Mmm… no lo sé… pero el domingo es tu cumpleaños
-Lo sé…
-Oh… me gusta cuando estás segura…
-Debo colgar
-¡Eh! Espera… no, aun no… tendré que soportar verte hasta mañana.
-Pues buena suerte…
-Toujo… ¿cuándo entenderás que lo que siento por ti es verdadero?
-¿Y tú cuándo entenderás que jamás podrías llegar a amar a alguien? Adiós
-Pero…
Nozomi había colgado ya, contó hasta tres y el teléfono volvió a sonar.
-Ya lo sé Ayase…
-¿Cómo sabias que era yo? ¡Lo ves! Estamos conectadas, puedes leer mi mente
-No, pero te has vuelto bastante predecible, ahora si me disculpas, tengo un poco de sueño, y debo descansar
-Bien… pero iré a buscarte a tu trabajo, ¿te parece?
-Dijiste que soportarías hasta mañana
-Eh… si… pe… pero yo…
-Como quieras, aunque te diga que no ahí estarás
-¿Ves?, que bien me conoces
-Hasta luego Ayase
-A… adiós…
Y Nozomi volvía a colgar, tomó el teléfono en sus manos y sin morder su labio dejó salir una sonrisa.
-Mama… ya colgué, ya puedes irte… -Escuchó a su mamá bajar las escaleras.
La pelimorada leía un libro en el aparador del café donde trabajaba. La clientela casi siempre era la misma, tampoco era de esos lugares que todo el tiempo se encontraba lleno, sus consumidores eran fieles y la mayoría conocidos de Nozomi. Decían que ahí solo iban los raros de la universidad, nerds, góticos, los músicos, y en parte, era cierto.
-¿Que hay Nozomi, poco trabajo hoy? -Dijo un chico llenito de lentes.
-Si… pero está mejor -La pelimorada dejó salir un bostezo, por educación se tapó la boca- Disculpa… ¿lo mismo de siempre?
-Por favor…
Ella tomó un vaso mediano y lo llenó de chocolate caliente, el favorito del chico llenito de lentes, mientras él trataba de leer lo que la pelimorada leía.
-Matemáticas… Hmm… ¿no te gusta leer otras cosas?
Nozomi le entregaba su vaso.
-Claro, pero mañana hay examen
-Cierto… malditos exámenes -Ambos dejaron salir una risa- Bueno, aquí tienes –Pagando.
Nozomi lo tomó y abrió la caja registradora, al entregarle su cambio el chico se adelantó.
-Oh no, tómalo como propina.
-Ah bien, muchas gracias.
-Nos vemos.
Nozomi se despidió con la mano y regresó su vista al libro, pero el sonido de la campana en la puerta indicaba que un nuevo cliente entraba. Ella alzó su vista y rápido supo quién era. En la puerta, una chica bastante cubierta y con lentes oscuros miraba hacia los lados, pronto fijó su vista en Nozomi y se acercó lo más cautelosa posible.
-Hola… -Dijo en susurro, para que nadie la escuchara.
-Hola Eli… -Dijo Nozomi sin quitar su vista del libro.
-Em.… ¿estás ocupada?
-Si… -Sin verla aun.
Eli miró hacia la derecha e izquierda, nadie observaba, aunque como iba vestida llamaba fácilmente la atención.
-No tienes por qué preocuparte, tus amigos no vienen a este tipo de lugares, deja de esconderte
-Ya sé que no vienen… digo… no me escondo -Dejando salir una risa nerviosa.
-¿Vas a pedir algo? -Dijo Nozomi volteando la hoja del libro, aun no miraba a Ayase a los ojos.
-Pues… em… ¿que será bueno esta vez? -Poniendo su mano en su mentón- ¡Ah ya! Un moca grande por favor.
Inmediatamente Nozomi dejó el libro para tomar un vaso cristalino, fue a la máquina de moca y puso el vaso debajo para que saliera el líquido, jaló la palanca y lentamente el vaso se llenaba. Al terminar, tapó con cuidado y le entregó a Ayase su pedido.
-Gracias -Dijo esta con una sonrisa al rozar sus dedos con los de Toujo.
-3,20 por favor -Dijo algo irritada.
-Ah sí… -Eli apagó su sonrisa para sacar el dinero y pagar. Nozomi lo tomó como si nada y abrió la caja registradora, entregó su cambio a Ayase.
-Aquí tienes.
-Eh… -Eli tomó su dinero- ¿Hice algo malo?
-Tal vez…
-Lo siento… solo quería platicar…
-Ya platicamos, ¿por qué no te vas de una vez?
Eli no dijo nada, miró el aparador con el vaso en su mano, todo el tiempo era así… pero no se rendiría.
-Bien… me voy, con la condición que me des un beso en la mejilla
-Estás loca
-Puede que si… pero si quieres que me vaya… -La rubia acomodó su cara para recibir el beso, Nozomi hizo una mueca y se acercó lentamente, Eli pensó en robarle aunque sea uno de piquito, pero no contaba con que Nozomi le tendría una trampa.
Al momento de acercar sus labios a la mejilla de la rubia, esta giró su cabeza para recibir el beso en la boca, pero lo que recibió no fueron los labios de Nozomi, sino un pastelito de chocolate que la pelimorada le embarró por todo el rostro.
-¡Toujo! -Se quejó Eli, mientras escuchaba las carcajadas de la chica.
-¿Buenos no? Yo los hice… -Mientras continuaba riendo.
Eli tomó un poco de su mejilla y lo probó, sin duda deliciosos.
-Sí, ricos… -Mirándola con reproche.
Si hubiera sido otra persona quien le hubiera jugado esa broma, Eli ya la habría desaparecido. Pero con Nozomi, todo era diferente.
-Ya… te pudo haber ido peor… -Nozomi seguía sonriendo, a la rubia le gustó eso y su enojo desapareció- Será mejor que vayas a tu casa a lavarte… hasta mañana Eli
-Oh… mañana nos veremos, tenlo por seguro… -Mientras con una servilleta se quitaba el chocolate por su rostro- Adiós preciosa, buenos tus pastelitos -Dijo aventándole un beso para salir del local.
Nozomi aun sonreía, ya sea por su pequeña travesura o por Eli. Pronto se negó, no, no podía caer y enamorarse de esa chica.
Muchas gracias a:
Nadaoriginal: exactamente! Tiene que hacerse la difícil para que no le jueguen chueco
MariTojo: Que bueno que te gusto el capitulo y espero que este no te haya desilusionado. Nos leemos luego
Pd: Tengo pagina de facebook por si quieren leer doujin traducidos de love live, symphogear, Mai hime, los espero con ansias, me pueden encontrar como:
Mapache Curioso, espero su visita ansiosamente.
Pd: Si quieren otra historia adaptada o traducida no duden en pedirla.
