Capitulo 4

Sus ojos azules se veían apagados, aparte de perdidos dejaban notar un sentimiento de tristeza. Nunca antes tuvo motivo alguno para estar así. Y ahora qué lo tenía, en realidad se sentía pésimo. "Conquistarte bien, conquistarte bien… I'm gonna…". Ella pensaba qué si alguna chica la hubiera rechazado (cosa qué nunca paso) se hubiera molestado e hubiera mandado a la chica al caño. ¿Entonces por qué a Nozomi no la puede mandar a la fregada? ¿Por qué simplemente no se puede olvidar de ella? Detestaba estar así: triste, afligida y sensible. Tocaron a su puerta.

-Adelante- Contesto sin ganas mientras veía el conejo rosa a un metro de ella.

-Hola niña- Su nana Lilith entraba con una bandeja en mano -Le traje unas galletas, son sus favoritas- Colocándolas en la mesita -Ande pruebe una, la hará animarse…

-¿Por qué piensas qué estoy triste? - Pregunto clavando sus ojos azules en ella.
Su nana titubeo.

-Ay niña… disculpe mi atrevimiento… pero se le ve una cara de… bueno… es qué el viernes qué salió se le miraba tan contenta, tenía un brillo en sus ojos… un brillo qué ahora justamente esta opacado… ¿le paso algo malo?

-Ojala simplemente fuera malo… es mucho peor qué eso nana

-¿Qué le sucedió?

-Creo qué cometí un gran error, ofendí a alguien qué aprecio- Bajando su mirada al piso.

Su nana sintió tristeza al ver a su pequeña tan frágil.

-Niña Eli… no se preocupe

-¿Qué no me preocupe? Pero si eso es lo qué más… - Callo -Y mi problema es qué no se qué hacer…

-¿Pero qué dices? Si eso es fácil…

-¿Ah sí?

-¡Claro! Si esta consiente qué la culpa es suya, pues solo hay una cosa por hacerse

-¿En serio, cual? - Viendo una esperanza frente a ella.

-¡Pídale disculpas! No hay mejor remedio para esas situaciones qué un perdón sincero y flores- Eli sonrió.

-Tienes razón nana Lilith, pedir perdón es la respuesta… pero… ¿y si aun así no quiere volver a verme?

La anciana hizo una mueca para segundos después hacer un gesto de saber qué decir.

-Ah… vera… para saber eso primero debe pedir disculpas… y si no la acepta, entonces no pierda su tiempo niña, las personas qué no saben perdonar son las qué prefieres tener lejos, ¿entiende? No valen la pena…

-Gracias nana… seguiré su consejo- Tomo una galleta -Mmm… deliciosas… me pregunto cuándo encontrare a alguien qué cocine mejor qué tu…

-Nadie como yo mi niña, nadie como yo…

Ambas sonrieron. Su nana Lilith tenía razón, no había solución mejor qué pedir disculpas, qué importa si recibe mil bofetadas, mientras Nozomi la perdone y la deje estar con ella, todo estará bien. Bien para su corazón.

Nozomi miraba el pequeño pastel frente a sus ojos, observo las dos velas qué lo adornaban, eran un 2 y un 1, veintiuno. Por fin domingo, su cumpleaños.

-Anda Nozomi, pide tu deseo y apaga las velas- Dijo su madre.

Cerró sus ojos e inconscientemente la imagen de Eli vino a su cabeza. Entonces muy en el fondo su único deseo era…

-¡Bravo! - Gritaron sus padres, el humo de la vela apagada se esparcía.

-Gracias… - Dijo la pelimorada con una sonrisa fingida.

-Mmm… te quedo muy rico Homura… - Dijo Hiro probando del pastel.

-Si… muy bueno mamá… - Contesto Nozomi sin ganas.

Sus padres intercambiaron miradas, su pequeña aun estaba triste, desde el viernes qué tenía esa actitud. Ya imaginaban qué su estado de ánimo tenía qué ver con la rubia Ayase.

-Y dime Nozomi… ¿saldrás hoy?

-No lo sé… no hice planes… supongo qué después de trabajar vendré directo a casa- Probando el pastel.

-Oh vamos hija… no seas tan pesimista… no todos los días cumples años y menos veintiuno- Dijo su madre, claro, solo era una forma de ocultar la fiesta sorpresa, para qué Nozomi no sospechara.

-Hum… veré luego… - Parándose -Ya me voy, si no se hará tarde

-Pero ni siquiera te has comido tu pastel

-Lo terminare cuando llegue… hasta luego- Despidiéndose de ambos con beso en la mejilla.

-Cuídate hija- Dijo por ultimo su padre antes qué saliera de la casa.

Homura miro a Hiro algo preocupada.

-Lo sé mujer… - Contesto este leyendo su pensamiento

La señora Toujo no dijo mas, solo miro el pedazo de pastel qué Nozomi semi comió

Eli bajaba las escaleras de su mansión con mucha prisa.

-Hija… espera- Dijo su madre al verla correr.

-¿Si? - Respondió esta parándose inmediatamente

-¿A dónde vas con tanta urgencia?

-Debo… em… - La rubia rasco su cabeza -Iré con una amiga

-Y… ¿estás bien?

-Si… ¿por qué la pregunta?

-Bueno… puede qué no te vea mucho, pero soy tu madre y sé qué algo te pasa

-No te preocupes mamá… estoy bien… en serio

-Bien… - Beso su frente -Si necesitas algo, solo dilo, ¿sí?

-Claro mamá- Asintiendo -Ahora debo irme…

-Correcto… cuídate Eli

La señora Ayase observo como la rubia salía de la mansión, escucho su auto arrancar e irse.

-Lilith… - Dijo sin quitar la vista de la ventana, tenía los brazos cruzados.

Del cuarto de música, la anciana asomo su cabeza.

-¿Si, señora? - Respondió saliendo y parándose detrás de Nami

-¿Como se llama? - Dijo sin mirar a esta.

-Pues… - La anciana tallo sus manos en el mandil -Nozomi… se llama Nozomi

-Nozomi… - Repitiendo el nombre -Lilith… - Con tono imperativo.

-¿Si, señora?

-Ve a la cocina, prepara un té

-Claro, con permiso- Dijo la anciana inclinando la cabeza, aun sabiendo qué Nami no la observaba.

La señora Ayase escucho los pasos de Lilith alejarse, entonces, aun con su vista en la ventana, una sonrisa se poso en sus labios.

-Mi Eli… ¿qué clase de chica será?

-¡Feliz cumpleaños Nozomi!

-Wow… gracias… - Dijo la pelimorada algo ruborizada, sus compañeros de trabajo la felicitaban.

-Toma, son para ti- Dijo Svent entregando dos globos.

-Qué lindo, muchas gracias en verdad

-Bueno… ahora ve a trabajar- Dijo Kyle en tono serio -Es broma, ja- Sonriendo.

-Hum… qué gracioso eh- Respondió Svent

-¡Ay ya! Qué aguafiestas eres…

-Tú, qué malo eres…

-Mira eh… - Apuntándolo con el dedo -Qué soy tu gerente

-¿Y eso qué? - Svent se ponía frente a él retándolo.

-Chicos… - Dijo la pelimorada en medio de ambos -No empiecen a pelear

-Mmm… lo siento- Svent dio la espalda y camino hasta la bodega.

Los dos lo miraron hasta qué se perdió de vista, su gerente hablo.

-Ah… olvide tu obsequio… ahora vuelvo

-¿Un obsequio? No te… - Kyle ya había salido de ahí -Hubieras molestado

La pelimorada soltó un bufido, la verdad no tenía muchas ganas de trabajar, su madre tenía razón, era su cumpleaños, debía estar festejándolo o lo qué sea… pero no, ahí estaba parada detrás del mostrador de aquél café. Aunque… al menos así se distraía… nahhh mentira, la tonta cuando lograba olvidar esos ojos azules, recordaba qué tenía qué olvidarse de algo y al recordar qué no debía acordarse de esos rojo ojos pues… los recordaba. Así qué…esa táctica no le funcionaba mucho tiempo. La campana en la puerta sonaba, alguien entraba al café.

-¿Eli? - Dijo levantando su rostro, pero no… un chico con aspecto de intelectual tomaba lugar junto a otros intelectuales qué se reían bastante fuerte, la pelimorada pudo escuchar un poco de su conversación, ellos mencionaron sobre qué pasaría si spiderman se acostara con la mujer maravilla… um… hombres, sea el tipo qué son solo piensan en sexo, pensó la pelimorada.

-¿Oye Nozomi?

-¿Eh? - Volteando su rostro hacia la voz qué le hablaba

-Puedes ir a la bodega… es qué se acabo el moca- Dijo Kyle

-Claro… no hay problema- Respondió está echando un último vistazo a la puerta, por si entraba alguna rubia, pero no, miro su reloj antes de bajar las escaleras y entrar a ese almacén qué olía a café por completo. -Casi las 4:00pm… uf… ya casi salgo… me pregunto si en casa tramaran algo… mmm- Tomo el paquete qué su gerente le había pedido -Bueno… esta vez no me quejare… no sé porqué me siento así… y en todo lo qué termino pensando es en…

Al salir del almacén, miro a ese conejo rosa en el mostrador, como si la mirara esperándola. Nozomi se sorprendió, y pronto una sonrisa se poso en su rostro, se acerco al entusiasta, tomo la pequeña tarjeta y leyó: "Soy una idiota, el conejo me lo dijo, miles de veces, pero… lo siento, ¿me perdonas? El conejo dice qué sí, qué me perdones… PD. Feliz cumpleaños". La pelimorada empezó a dejar salir unas risitas, su felicidad se notaba, ni siquiera podía estar enfadada con ella por más daño qué le hiciera.

-¿Y eso? ¿Es para ti? - Dijo Svent viendo a Nozomi con una enorme sonrisa y acariciando la oreja del peluche -Qué enorme conejo… - Pero la pelimorada parecía sorda, como si estuviera perdida en otro lado.

Y sin darse cuenta, ambos eran observados por alguien, justo a fuera del café, una chica rubia observaba la escena desde la vitrina.

-Si le gusto… mi nana tenía razón… - Dijo aun asomándose.

-¿Qué haces? - La voz de Maki la saco de lo qué veía.

-¡Ah! Maki… me… me asustaste- Dándose vuelta de un brinco para estar frente a el.

-¿Qué tanto miras? - Dijo intrigado tratando de ver tras la espalda de Eli, pero esta no lo dejo.

-Nada… eh…

-Vi tu auto estacionado… y luego te vi observando por la vitrina… ¿espías a alguien?

-¿Qué? Jajaja… no, no, para nada… solo… pasaba por aquí… y… dicen qué el café esta bueno… solo veía qué no hubiera nadie… para qué no me reconozcan, jejeje… tu… tu sabes, ¿no?

-No… - Aun tratando de ver dentro del lugar -En fin… ya vámonos

-Eh… pues… - Eli rasco su cabeza, no estaba segura de irse -Em…

-¿Qué? ¿No me digas qué en verdad entraras? - Señalando al local

-¡Claro qué no! Jejeje… tienes razón… vámonos… - Eli se quito de ahí, entonces Maki aprovecho para mirar.

-Ah… pero mira quien está ahí…

-¿Quien? - Haciéndose la sorprendida.

-Pues… la 4 ojos de Toujo- Maki camino hasta la puerta del lugar, Eli iba tras de él.

-¡Espera a dónde vas! - Sabiendo lo qué sucedería

-A saludarla…

-No te atrevas a molestarla… - Dijo Eli seria, colocando su mano en el hombro de su amigo.

-Pero qué…

-Escuche qué es su cumpleaños, déjala, ¿si?

-¿Su cumpleaños? Uy con más razón

-Maki- La rubia apretó con más fuerza su hombro, el pelirrojo dudo un poco.

-Bien… no le haré nada… ya vámonos

El se quito la mano de Eli y camino hasta su auto. La rubia dio un respiro hondo, luego dirigió su vista dentro del café, ahí estaba Nozomi, con una sonrisa en su rostro y observando al conejo rosa.

-¡Qué esperas! - Grito Maki.

-¡Ya voy! - Respondió de mala gana y caminando junto a el.

De todos modos, volvería más tarde.

-…pero ya sabes, no me gustan las qué gritan en la cama, ahora tendré qué evitarla el resto del semestre

-¿Eh?

-¿No has escuchado nada de lo qué eh dicho? - Dijo Maki elevando el tono de su voz.

-Lo siento… estaba pensando en otras cosas…

-Ya veo… - El pelirrojo tomo un sorbo de su taza

-¿Qué? - Al ver qué la miraba algo inquisitivo.

-Tengo una idea en mi cabeza… pero es bastante absurda

-¿De qué hablas?

-Sobre tu actitud…

-¿La mía? ¿Qué hago?

-Nada anormal… solo qué… parece qué… nahhhh imposible

-¿Qué? ¡Dime! - Algo asustada, Maki ya lo sabía.

-Pues… parece qué te has… enamorado

Eli puso un gesto serio, después empezó a reír a carcajadas.

-¡Ah! ¡Esa estuvo buena! - Dijo Eli riendo y aplaudiendo, después dio varios golpes a la mesa -Ahh… jajaja… vaya…

-Si- El chico también reía -¿Absurdo, verdad?

-¡Demasiado! ¡Cómo crees! ¡Ehh! Jamás…

-Eso espero- Maki dio un suspiro -En fin… ¿ahora me contaras por qué no fuiste a mi fiesta?

-Eh… - La rubia dejo de reír -Ya te dije, estaba con una chica

-¿Qué chica?

-Pues una… no recuerdo su nombre… total… qué fuimos a su departamento y ahí nos divertimos un rato… em… disculpa, pero tú sabes…

-¿Te acostaste con ella?

-¿Tu qué crees?

-Qué al paso qué vas, terminaras por ser monja

-¿A qué te refieres?

-Últimamente no te he visto salir con nadie

-Bueno basta… - La rubia dio un golpe a la mesa -Comienzan a hartarme…como si fuera mi obligación contarles todo lo qué hago… si salgo o no… es muy mi problema… lo siento Maki, pero si vas a estar de detective, mejor nos vemos luego… - La rubia se levanto de la mesa.

-Eli…

-Hasta pronto- Tomo sus cosas y salió de ahí.

El pelirrojo se puso rojo de coraje, miro como las personas a su alrededor lo observaban. Claro qué le dolía, nunca antes había reñido con Eli por un tema como ese.

-Me pregunto quién será la idiota qué te tiene así… - Dijo molesto, alguien estaba por robarle a su mejor amiga.

-¡Hasta luego! - Dijo Nozomi saliendo del café algo sonriente, con dos globos amarrados a su mochila y un conejo rosa en mano. Camino por el estacionamiento, al llegar a su auto miro a Eli recargada en el.

-Hola… feliz cumpleaños- La rubia tenía un ramo de lirios azules.

-Gracias… en verdad me encanta este conejo-respondió con una sonrisa.

-Puedo… - La rubia se acerco a ella, abriendo sus brazos para felicitarla, Nozomi no dijo nada y respondió al movimiento de Eli. Ese abrazo estaba por enloquecerla, pero se contuvo, al separarse le entrego el ramo.

-Wow… ¿cómo le haces, para conseguirlas?

-Shhh… si te lo digo… ya no será emocionante

Ambas rieron.

-Eli…

-Ya… no digas mas… pero antes quiero qué me disculpes, y quiero escucharlo de tus labios… Nozomi, no sabes cómo me duele cuando… cuando te pones triste por mi culpa

-Si lo dices por tus amigos… eso no me importa

-Claro qué si

-Claro qué no… me da lo mismo

-¿Yo te doy lo mismo?

-Pues… pues… no lo sé…

-¿Entonces? Ves… si yo sé qué me amas

-¡Ayase! No seas mentirosa, no inventes nada de eso

-¡Por qué, si es cierto! Te estás ruborizando… jejeje…

-¡Bueno ya! Debo irme, me esperan en casa

-¿Puedo ir?

-¿Qué? No… no lo se

-Anda… llévame… mira, qué no traje mi auto

-Cierto… pero… ¿yo qué culpa tengo?

-Mmm… anda… quiero estar contigo…

-Bien… sube

Nozomi le pasó sus cosas a Eli, esta se tambaleo un poco por cargar todo al mismo tiempo.

-Estoy bien- Escucho la pelimorada, pues no podía ver la cara de Eli ya qué las flores y el conejo la tapaban.

Nozomi se volvió hacia su auto, introdujo la llave y abrió la puerta. Mientras a su espalda, la rubia no pudo con el peso (también cargaba la mochila con los globos amarrados) y cayó al suelo.

-Listo, ahora dame… - La pelimorada al volverse no miro a Eli, solo los globos en el aire, hasta qué fijo su vista en el piso, unas carcajadas pronto salieron de su boca

-¿Es… tas… bien? - Dijo tratando de ahogar su risa.

-Si… - Respondió esta algo indignada.

-Ven… - Nozomi le extendió su mano, la rubia no dudo en tomarla, así la pelimorada la ayudo a abandonar la acera.

-Gracias… - Dijo Eli viendo a los ojos de Nozomi.

-De… de nada- Respondió está evitando su mirada, es qué a veces los rojos de Eli le resultaban demasiado profundos, no quería perderse dentro de ellos. La haría vulnerable.

-¿Qué tanto cargas en tu mochila… piedras?

-Libros… - Respondió está tomando al conejo del suelo y a las flores.

A Eli este acto la hizo sonreír, pues a Nozomi le importo tomar primero sus obsequios qué su propia bolsa. Colocaron las cosas en el asiento trasero, la pelimorada entro al auto olvidando abrirle a Eli. Esta toco la ventanilla.

-¡Ah lo siento! - Dijo Nozomi al quitar el seguro -No estoy muy acostumbrada a traer acompañantes

-Pues… yo haré qué te acostumbres jeje- Nozomi la miro seria -Em… bueno… -
Entonces la pelimorada cayó en la cuenta, ahí estaba, siendo amable con Eli Ayase, llevándola por decisión propia a su casa y aceptando poco a poco, qué se estaba enamorando.

-No puede ser… - Hablo en voz alta.

-¿Qué? ¿Qué sucede?

-Eh… - La pelimorada volvió su rostro hacia Eli, entonces sintió algo en su estomago, como cosquillas, no, como cosquillas pero con algo más…

-¿Te sientes bien?

-Si… - Las mejillas de Nozomi se tornaron rojas. ¿Pero qué era eso qué sentía? ¿Acaso… acaso… amor? No… no podía ser, por qué enamorarse de esa chica qué tal vez solo intente jugar con ella, "Ayase es como el rió" recordó las palabras de Nico "qué llega y qué besa, qué besa y se va". Entonces, eso la hizo enojar y recobrar su postura seria. Aparte, Eli siempre se esconde cuando están juntas.

-Oye Nozomi… - Hablo Eli ya qué el silencio la incomodaba.

-Qué… - Dijo esta sin siquiera mirarla

-¿Estas molesta?

-Tal vez…

Eli hizo una mueca, miro por la ventana y alzo su vista al cielo. Las estrellas se miraban más lindas qué nunca.

-¿Ves arriba? - Dijo la rubia señalando. Nozomi hecho un vistazo, lo suficiente para notar lo hermoso de esa noche -Es lindo, ¿no? - Esta asintió -Claro, no más qué tu carita llena de pecas

Nozomi evito sonrojarse, aunque lo negara, le encantaba recibir cumplidos por parte de Eli.

-¿Me halagaras toda la noche para qué te perdone del todo o qué? - Dijo con tono molesto.

-Uy… yo… - La rubia no dijo nada, fijo su vista a fuera. "Diablos, esta niña es tan impredecible, le hablas bonito y se enoja, le habas feo y se enoja…"

Llegaron a casa de Nozomi, la rubia tomo el conejo y las flores, aun ninguna decía nada, Eli temía arruinarlo y la pelimorada solo temía delatarse.

-Qué extraño… las luces están apagadas

-Hum… no veo nada de todos modos- Respondió Eli ya qué el conejo obstruía su vista.

Al introducir la llave en la cerradura, Nozomi empujo la puerta lentamente, encendió la luz y…

-¡SORPRESA!

Gritaron los invitados, entre ellos estaban los compañeros de la escuela de la pelimorada y varios familiares.

-Wow… este yo… - Dijo algo queda sin saber qué decir. Eli solo tapo su rostro con las flores y el conejo, pero ya era tarde. Esta vez no podría huir.

-¡Qué te parece Nozomi! - Dijo Nico acercándose -Tus padres lo organizaron bien eh, no sospechaste nadita- La chica miro a Eli, aun no veía su rostro -¿Quien es ella?

-Pues…

-Eli… Eli Ayase… - Dijo está bajando el conejo y las flores lentamente.

-Qué… pero… eh- Nico no se la creía.

De pronto el silencio se hizo notar, sus compañeros de la universidad reconocieron inmediatamente a la rubia, además, su apellido era bastante conocido por toda la universidad.

-¡Eli, qué bueno qué viniste! - Dijo la señora Toujo saludándola y tomando los obsequios.

-Gracias… este yo…

-¡Bueno! ¡Por qué no pasan todos al comedor! - Dijo el señor Toujo al notar esa incomodidad.

Los invitados hicieron caso, sus compañeros de facultad aun miraban a la rubia algo incrédulos.

-¿Qué hace aquí? - Pregunto Hanayo a sus amigos.

-No sé, de seguro vino a pedirle la tarea- Respondió Tomoki, los tres rieron y salieron de la sala dejando solos a los padres de Nozomi y a ambas.

-Em… este… bueno- Dijo Hiro -¿Por qué no pasas Eli?

La rubia miro a Nozomi, esta estaba segura qué daría una tonta excusa y se iría.

-Yo… muchas gracias…

-¿Qué? ¿En serio te quedaras? - Dijo sorprendida Nozomi.

-Pues… si… es tu fiesta de cumpleaños… quiero estar contigo

Sus padres se miraron entre ellos, después caminaron hasta el comedor, Eli iba a seguirlos pero Nozomi la tomo del brazo.

-Espera…

-Ahora qué… - Dijo la rubia algo irritada.

-¿Estás segura? Te podrán ver… mañana todo mundo se enterara qué estuviste en casa de la cuatro ojos de Toujo

-Ah… si… pero… no importa… esta es mi forma de pedirte perdón… y para demostrarte qué te amo… en verdad… ya… lo qué pase después… pasara después…

Nozomi sonrió abiertamente, lo qué contagio a Eli.

-Gracias- Dijo y se acerco para darle un beso en la mejilla -Aunque estoy segura qué mañana lo arruinaras todo

-Jejeje… por qué lo… - Nozomi puso un dedo en sus labios

-Shhh… no digas más tonterías, vamos… - Indicando con su cabeza qué la siguiera.

Eli no dijo mas, solo se dejo arrastrar por esa cabellera roja

La rubia se sentía incomoda, estaba sentada a un lado de la abuela de Nozomi, qué no hacía otra cosa más qué mirarla con mucha desconfianza.

-¿Quiere más pan?

-No

-Em…

-¿Qué intenciones tienes con mi Nozomi?

-¿Disculpe?

-Ya me dijo mi hijo qué la estas pretendiendo… ¿no es así?

-Bueno yo…

-¿Por qué dudas? ¡Si tienes pensando jugar con ella te las veras conmigo!

-Em… señora yo…

-¡Cállate! Qué no te pedí qué hablaras…

-… -

Homura miro como su suegra discutía con Eli, negó con su cabeza, esa idea fue de su propia hija, empecinada en tratar mal a la rubia. Miro como del otro lado de la mesa Nozomi observaba entre risas el golpe qué su abuela había propinado a Eli en la cabeza.

-¡Hiro! - Dijo pronto Homura -Ve y salva a Eli de las garras de tu madre

-¿Qué? - Dijo este volteando hacia donde se encontraban las susodichas. -Ah… ¡pobre Eli! ¡Ahora vuelvo!

Mientras del otro lado los amigos de la pelimorada observaban a Eli, seguían cuestionándose qué hacia ahí.

-¿Tú crees? - Dijo Tomoki

-Es lo más seguro… la próxima carnada de Eli es ni más ni menos qué nuestra amiga Nozomi

-¡Vaya! Esa tipa se fue al extremo, mira qué le gusta batallar

-Pues sí, pudiendo conseguir a cualquier chica de la universidad, mira con quien

Viene a dar

-Es un reto… pero lo peor del caso… es qué Nozomi está cayendo en sus manos-
Los tres observaron como la rubia cambiaba de lugar en la mesa, el padre de

Nozomi la sentaba a su lado, diciéndole algo a la pelimorada qué la hizo ponerse seria.

-Deberíamos de hacer algo… no la quiero ver sufrir- Dijo Nico

-Tienes razón… simplemente ese par no puede ser- Respondió Hanayo

-Cierto… son de dos mundos diferentes, solo se harían daño mutuamente

-Pero bueno… ¿y si Ayase está enamorada de Nozomi? - Dijo Hanayo de broma.

-Nahhhh, ahora no me vengas con qué Pedro Infante está vivo y pepe el toro es inocente- Contesto Tomoki.

Observaron al dicho par, Eli le decía algo a Nozomi en el oído lo qué hizo qué la pelimorada soltara una carcajada.

-¿En serio mi abuela te dijo eso? - Aun riendo.

-Si… por eso… creo qué mejor hasta aquí llego… ni modo Nozomi, olvídate de mí

-Jaja… por qué no recurrí antes a mi abuela… una sola amenaza suya y ya me estas dejando en paz

-¡Hasta crees! Ni aunque fueran mil me harían desistir

-¿Segura?

-Em… pues… no se… jejeje- Riendo nerviosa.

La rubia miro hacia donde estaba sentada la abuela de Nozomi, esta la miro amenazadoramente.

-Oh… sabes… ahora qué recuerdo… debo… debo irme ya

-Al fin… digo… qué lastima

-…

-Vamos, te acompaño a la puerta- Dijo Nozomi parándose.

-Ya… si yo puedo irme sola, conozco el camino

-Ah bueno- Dijo Nozomi sentándose de nuevo.

-¡Pero! Mejor si, acompáñame, ¿no?

-Hum… bien

Ambas salieron del comedor con la mirada encima de varios. En parte los amigos de la pelimorada no aprobaban a Eli, ni qué mencionar de su abuela, pero claro, había otros qué estarían encantados con la unión de ese par, como sus padres.

-Oh cierto… gracias por las flores…

-De nada

Las dos estaban frente a la casa de Nozomi, al mismo tiempo ambas miraron hacia arriba.

-Bien… creo qué ahora me voy

-¿Ese es tu carro? - Dijo incrédula mirando el auto negro estacionado.

-Jejeje si…

-Así qué lo tenías planeado- Arqueando una ceja

-Pues… algo así… soy precavida

-Me doy cuenta…

El silencio apareció, como siempre.

-Eh… bueno, feliz cumpleaños y… nos vemos luego- La rubia hizo el movimiento de acercarse y despedirse con un beso, pero al ver qué Nozomi ni siquiera reacciono, mejor bajo su cabeza para alejarse poco a poco de ella.

-Hasta luego

-Si… adiós… - Dijo Eli caminado hacia atrás con su vista en Nozomi, pero la pelimorada no espero a qué subiera a su auto y entro a su casa antes de qué Eli dijera algo mas -Em… te amo- Escucho para sí.

Desde dentro, Nozomi miraba por la ventana como Eli subía a su auto y arrancaba.

Una tonta sonrisa se apodero en sus labios, ni siquiera ella sabía por qué la rubia la hacia feliz. Y lo mejor de todo era, qué su deseo de cumpleaños se había cumplido.

-Elichi…

Muchas gracias a:

nadaoriginal: El problema que le veo a esta bella e idiota rubia, que le importa mucho lo que piensen de ella, mchas gracias por comentar ñ.ñ

Erika: I hope you liked this chapter

Lectores anonimos: Muchas gracias

Pd: Tengo pagina de facebook por si quieren leer doujin traducidos de love live, symphogear, Mai hime, los espero con ansias, me pueden encontrar como: Mapache Curioso, espero su visita ansiosamente.

Pd: Si quieren otra historia adaptada o traducida no duden en pedirla.