[P.O.V Drake]

Lentamente comencé a abrir mis ojos, siendo despertado por la sensación de que ya era de día.

Con algo de pesadez me fui sentando en mi cama, mientras que me estiraba y daba un gran bostezo para espabilarme, además de que pude escuchar las voces de Nary y Otome por el pasillo.

Me vestí con las ropas que me había puesto ayer, y me encamine hacia al baño para lavarme y cepillar mis dientes.

Pero mientras hacía dicha labor, un fugas recuerdo sobre la noche anterior me cayó de golpe como un baldazo de agua fría. Haciendo que abriera mis ojos como platos, y saliera disparado de mi baño cual bala.

Rápidamente me puse mi parche en la frente, sin importar que estuviera chueco o mal colocado, y me dirigí a la puerta de mi cuarto, para luego abrirla de golpe, y efectivamente ver a las dos cefalópodas hablando en el pasillo.

En cuestión de un segundo llegué a donde estaban las dos, sorprendiéndolas, a la vez que señalaba con el dedo a la Inkling.

"¡NARY!" grité sorprendiendo aún más a la chica calamar, mientras que la sujetaba de los hombros.

"¡Que fue lo que paso anoche?, díme que eso no paso!" exclamé a la vez que la zarandeaba, sin mencionar que la Octoling nos miraba confundida.

"¡¿P-pero que paso an-nocheee?!" preguntó Nary como pudo mientras aún la sacudía.

En eso, dejo de sacudirla, pero al instante otro recuerdo de dicha noche llegaba de golpe a mi mente.

"¡Tu vientre, dejame verlo... Sigue hinchado?!" exclamé todavía alterado, para luego agarrar su playera y levantarla, dejando ver su linda panza y algo de su sostén.

Pero me sorprendí tan pronto noté que el vientre de esta no estaba hinchado como me lo esperaba, pero lo que tampoco pude ver, fue que la Inkling se había sonrojado hasta la nariz. Incluso Otome se había puesto levemente roja por la vergüenza.

"¡O-oye, p-pero que es lo que te pasa?!" en eso preguntó Nary volviendo a bajar bruscamente su playera, y viéndome con el ceño fruncido, pero aún con su sonrojo presente.

Yo al ver la confusión en el rostro de la chica calamar, pude ver que esta no tenía idea de lo que estaba hablando, por lo que me frote los ojos con una mano, a la vez que trataba de calmarme a mi mismo.

"Yo... Lo siento... Es que tuve un sueño muy loco anoche..." me disculpé mientras volvía erguirme bien.

"¿Y que clase de sueño fue ese como para venir como un loco hacia nosotras, y levantarle la ropa a la Inkling?" preguntó Otome cruzándose de brazos.

"No... Es uno del que me sienta cómodo explicar" respondí mientras me frotaba la parte trasera de mi cabeza.

En serio eso fue un sueño?, pues de ser así, había sido el sueño mas real que tuve en mi vida, además del mas raro y/o placentero también.

En todo caso, hoy por fin habíamos llegado al día en el que al fin podríamos salir... Quien sabe que cosas me esperarían después de que las puertas se abrieran.

Después de arreglar el 'mal entendido' que tuve con Nary, nos encaminamos hacia el enorme portal de la bóveda, eso hasta que en un momento me acorde de algo que tenía que traer conmigo.

"Chicas... Adelantense ustedes... Recordé algo que tenía que hacer" les dije a ambas, para luego sin darles oportunidad de preguntar qué, salir corriendo en dirección hacia el laboratorio donde antes las había 'encarcelado'.

/-/-/-/-/-/

[P.O.V Otome]

Me confundió bastante que Drake saliera corriendo tan repentinamente. Dijo que debía hacer algo que recordó, pero justo ahora?.

En fin, no le di mucha importancia, ya que pude escuchar a la Inkling dando una pequeña carcajada a mi lado.

"¿Que es tan gracioso?" le pregunté mientras volteaba a verla. La cual caminaba con sus manos detrás de su cabeza.

"Di que soy rara, pero... Casi pareciese que fue ayer que nos quedamos encerradas aquí... Muchas cosas pasaron también" dijo esta mientras mantenía una sonrisa en su rostro.

"Tienes razón... Eres rara..." agregué seguido de volver mi vista al frente y cerraba mis ojos, pero también una pequeña sonrisa se asomaba por mis labios.

Y no hacía falta voltear a verla de nuevo para saber que ahora la Inkling me veía con una sonrisa desafiante.

Pero en eso, mi sonrisa se esfumó al recordar que había olvidado decirle el favor que quería pedirle a Drake. Y todo este tiempo me había hecho olvidarlo completamente.

"Me distraje demasiado..." ante eso comenté con un suspiro, haciendo que Nary ahora me viera con curiosidad, mientras ladeaba su cabeza por ello.

/-/-/-/-/-/

[P.O.V Nary]

Me pareció algo raro el repentino cambio de humor de Otome. En un momento estaba sonriendo, y de golpe se la veía desilusionada.

Pero no pude preguntarle cual era el problema, ya que pude ver como por fin estábamos llegando a la enorme puerta de este lugar, la cual estaba emitiendo una parpadeante luz roja sobre esta.

Ya estaba ansiosa por contarle a los chicos todas las cosas que pasaron mientras estuve aquí.

Si, ya se que ya se los había contado por mi SquidPhone, pero quería hacerlo en persona, además de que también quería presentarles a Drake como es debido, y sin que se inicie una segunda Gran Guerra Territorial en Inkopolis.

Y tal vez... Llegar a conocer mejor a Drake... ¿Que?, ya dejen de verme así!.

/-/-/-/-/-/

[P.O.V Drake]

Ahora me encontraba en el laboratorio, revisando todos los cajones en busca de mis mascara de calavera, pero desafortunadamente no daba con ella. En vez de eso encontraba archivos y otras cosas que ahora no me interesaban.

Eso hasta que encontré un esquema de Rayos X que Bruce les había hecho a Nary y Otome. Je, aún recuerdo mi confusión cuando lo vi por primera vez. Y sin darme cuenta, comencé a recordar dicho día.


[FLASHBACK]

Ya habían pasado cuatro días después de haber logrado comunicarme con ambas chicas apropiadamente, y en el trascurso de ese tiempo, había comenzado con los estudios de sus razas.

En algunas ocasiones las llamaba para tonar alguna muestra. Ya fuera de saliva, o sangre... Bueno... Si fuera sangre lo que ellas tenían.

Otra cosa que me dijeron, es que la pintura que sus armas disparaban, no era pintura en realidad, sino tinta. Algo que me intrigó, pero que en cierta manera ya me lo esperaba.

Otra cosa que descubrí gracias a ellas, es que sus tentáculos eran muy sensibles. Y se preguntaran, como lo se?... Pueeees...

"Ehhh... Drake, para que era que me necesitabas?, finalmente estaba ganándole a Rugal" dijo Nary mientras esta estaba cruzada de brazos, y con un semblante algo molesto.

"Jeje, lo siento por eso... Y no es nada complicado... Solo quería estudiar un poco tus... Tentáculos" le respondí, ahora captando mas la atención de la inkling.

"¿Mis... Tentáculos?" volvió a preguntar esta, mientras miraba dichos apéndices, y estos se movían un poco.

"Si, es que me dan bastante curiosidad, y... Quisiera hacerte unas preguntas también" le respondí.

"Esta bien, que quieres saber?" dijo la chica de tentáculos naranja, viéndose un poco mas animada ahora.

Después de media hora, pude saber un poco mas de la raza de Nary, dando a entender que dichos tentáculos eran como otro par de brazos. Y aunque después llamaría a Otome para hacerle los mismos estudios, tenía el presentimiento de que algunas respuestas serían las mismas.

"Gracias por... Responder mis preguntas, Nary" dije a la ves que anotaba todo en una pequeña libreta.

"No es nada, ya terminamos?" pregunto Nary balanceando inquietamente sus piernas en la silla.

"Una ultima cosa... Me dejarías tocarlos?" dije mientras veía como las piernas de la inkling se detenían de golpe, a la ves que esta bajaba un poco su cabeza, y puedo jurar que algo de vergüenza apareció en su rostro.

"¿T-tocarlos?" tartamudeó Nary, aun en la misma posición.

Yo por mi parte, pude notar la incomodidad de la cefalópoda, por lo que tal ves había tocado un tema delicado.

"Ehh... No tienes que hacerlo... Si quieres podemos dejarlo... Asta-..." trate de decir, pero fui interrumpido por la inkling.

"No... Esta bien, no hay problema..." dijo esta a la ves que movía su tentáculo derecho, y lo ponía frente a mi.

Yo viendo que no le sería problema, puse mi libreta sobre una mesa cercana, para luego acercar mi mano a dicho tentáculo.

Y al momento en que mi mano entro en contacto con su apéndice, este dio un pequeño salto. Tal ves por la sorpresa de mi tacto.

Tal como la mayoría esperaría, la sensación de la parte naranja era un tanto aceitosa, pero pude ver que no dejaba ningún residuo como baba o algo por el estilo en mi mano, lo que me pareció bastante curioso.

"Wow... Increíble" comenté aún masando mis dedos a lo largo del tentáculo, el cual también se sentía algo gomoso, además de que este no era tan pesado como me lo esperaba, pero tampoco era tan liviano.

Por un momento puse mi vista en Nary, la cual esta al parecer estaba aferrándose con fuerza a la silla, además de que su respiración se había vuelto un tanto pesada.

"Oye... Estas bien?" le pregunté un tanto preocupado.

"S-si..." respondió ella, sin levantar su mirada.

"¿Segura?" insistí, mientras trataba de verla al rostro.

Nary al ver que trataba de verla, rápidamente apartó la vista, impidiendo que lo lograra.

"E-estoy bien... C-continúa por favor..." dijo ella, aún con su vista apartada.

"¿Esta bien...?" respondí ahora un poco inseguro, mientras que ahora me disponía a pasar a su parte blanca.

La verdad es que me sorprendí un poco, ya que dicha parte no era viscosa o aceitosa. En cambio era increíblemente suave al tacto.

Continúe con mi recorrido, mientras que el tentáculo de la Inkling daba uno que otro espasmo, a lo que otra vez le pregunté a Nary si estaba bien, y ella volvía a responderme que si lo estaba, por lo que proseguí hasta llegar a lo que sería su ventosa.

Con curiosidad pasé mi dedo índice por alrededor de dicho aro, y al instante el tentáculo de Nary dio otro espasmo.

Volví a poner mi mirada sobre la chica calamar, solo para ver que esta se estaba cubriendo la boca con ambas manos mientras temblaba un poco, y tenía sus ojos entrecerrados.

Pero yo ya sabiendo lo que me respondería, decidí no preguntar, y proseguir.

En eso, decidí poner mi mano sobre su ventosa, y tal como me lo esperaba, esta comenzó a hacer succión sobre ella, que rápidamente quité, haciendo que se escuchara un pequeño 'POP'.

Les digo que hubiera continuado, pero al escuchar que la respiración de Nary se había vuelto un poco entrecortada, decidí dejarlo por hoy, por lo que pudiera pasar.

"Bueno... Creo que es todo por hoy, Nary" dije ya un tanto incomodo.

La chica calamar no respondió. Solamente se dedico a asentir lentamente con la cabeza mientras ella aún estaba jadeando un poco.

"Por cierto... Podrías llamar a Otome... Necesito hacerle unos estudios también..." dije a la vez que la Inkling volvía a responder con un asentimiento de cabeza, eso y que por alguna razón, Nary evitaba el contacto visual conmigo, aún conservando un fuerte sonrojo en su rostro.

Y luego era el turno de Otome. La cual esta fue un poco escéptica al principió, pero al final accedió, por lo que le hice casi las mismas preguntas que le hice a Nary, y obviamente las respuestas fueron casi similares, aunque con algunas excepciones.

Hasta que llegamos a la parte en dónde le pediría si me dejaría tocar sus tentáculos, mismo que esta reaccionó con una visible sorpresa.

Pero al igual que Nary le ofrecí saltarnos el tema, no obstante la Octoling se negó a eso, por lo que tome su permiso para continuar con el procedimiento.

Solo que esta me pidió que la dejara tocar mi bello a cambio, por lo que yo no le vi el problema, y acepté también.

La chica pulpo se sentó en el mismo lugar y se puso firme, mientras tensaba todo su cuerpo. Al parecer estaba nerviosa por algo.

"Oye, tranquila... Ni que fuera a hacerte una operación" bromeé, poniéndome frente a ella, y me hincaba sobre una rodilla para estar a su altura, y verla a los ojos.

Otome al instante apartó la vista, mientras que por alguna razón un pequeño rubor aparecía en las mejillas de esta.

"¿B-bueno, vas a empezar o q-que?" preguntó la Octoling aún con la vista apartada, pero ahora se la veía un poco mas calmada.

"Esta bien... Voy a empezar" dije para luego al igual que Nary, acercar mis manos a uno de los tentáculos de Otome.

Pero al momento en que entraron en contacto con dicho apéndice, Otome me sorprendió exclamando un audible jadeo, a lo que me la quedé viendo fijamente.

"¿Esta todo bien?" al instante le pregunté, cosa que la Octoling volvió a ponerse firme, ahora con el rubor aun mas grande.

"¡Si, estoy bien... Solo... No estaba lista!" me respondió, tratando de mantenerse serena.

"Pero si te avise que-..." traté de decirle, pero esta me interrumpió.

"Dije que no estaba lista!!... Ya... Puedes continuar" contestó la chica pulpo, a lo que yo ahora un poco confundido, proseguí con lo mío.

La sensación de su parte roja, era similar a la parte naranja de Nary. Una sensación aceitosa, pero no desagradable, además de no dejar ningún residuo de ningún tipo en mi mano, y la misma textura gomosa.

La parte blanca también era igual a la de la ya mencionada Inkling, increíblemente suave al tacto, aún mas que la piel de un bebé.

Luego puse mi vista sobre el rostro de Otome, solo para ver que esta estaba tratando de no respirar entrecortada mente, además de que esta estaba con un ojo cerrado, y el otro se mantenía abierto, pero de forma entrecerrada.

Otra cosa que pude ver, es que ella estaba frotando sus piernas juntas constantemente, mientras se aferraba bien a la silla.

Ante eso, decidí no prestarle mucha atención, y continuar con sus ventosas.

Otra diferencia en los tentáculos de los Octolings, es que sus ventosas estaban ubicadas sobre la parte superior de sus tentáculos, además de poseer un mayor numero de estas.

Constantemente empecé a poner mi mano sobre cada una de sus ventosas, y al igual que las de Nary, todas hacían succión sobre mi mano al momento en que la ponía sobre estas.

Pero también notaba que todo el cuerpo de Otome daba un pequeño espasmo cuando la despegaba de ellas.

Y volviendo al toque de sus apéndices, no se por que tuve la curiosa o estúpida idea de apretar la punta de uno de estos. Mas específicamente, el que tenía de flequillo.

Y al momento en que lo hice, me llevé una sorpresa, al escuchar como la Octoling daba un audible '¡EEP!', lo que me dejo mirándola con mis ojos bien abierto, a la vez que ella se cubría la boca con ambas manos, y tenía sus ojos bien abiertos también.

"Ehhh... B-bueno... Creo que ya terminamos por hoy" dije para hacer como si no hubiera escuchado un lindo gritito por parte de ella.

"C-claro..." respondió ella sin mas, pero sin levantarse de la silla.

"Que pasa?... Y-ya te puedes ir..." le recordé mientras me rascaba detrás de la cabeza, y miraba hacia otro lado.

"Y-ya lo olvidaste?... Ahora es mi turno..." contesto ella, recordándome que la iba de dejar tocar mi cabello, a cambio de dejarme tocar sus tentáculos.

Yo tras saber que tenía razón, no discutí con ella, y me puse de rodillas frente a ella, para estar mas o menos a su altura.

"Oh, cierto... Puedes hacerlo" accedí ahora estando frente a ella, y bastante cerca, podría decirse.

Pude ver como Otome comenzaba a acercar sus manos a mi cabello. Un tanto temblorosas por alguna razón.

Pero no pude pensar mucho en eso, ya que pude sentir como las manos de la chica pulpo empezaban a pasar por mi cabeza y cuero cabelludo.

Y ahora que la veo mejor, podía decir que Otome tenía unos pechos bastante grandes, probablemente quepan perfectamente en mis manos, y eso que yo tengo manos grandes.

Pero mientras lo hacía, pude sentir una penetrante mirada sobre mi.

Lentamente alce mi vista hacia el rostro de la contraria, y claramente pude verla dándome una fría mirada, la cual seguramente se debía al hecho de que estuviera viendo fijamente dicha zona.

"Mejor volteate..." en eso dijo la Octoling con un tono tan frío como sus ojos.

"Jeje... Claro" dije obedeciendo, y proceder a volteandome, quedando de espaldas a ella, antes de volver a sentir la manos de Otome pasar por mi cabeza.

"Oye... No te duele?" preguntó la soldado Octoling, deteniéndose un segundo para ladear la cabeza.

"En absoluto" contesté, ahora sintiendo sus manos por la parte trasera de mi cabeza, haciendo que cerrara los ojos.

Y la verdad es que en serio no dolía nada, ya que la chica pulpo no pasaba sus manos de forma brusca o rápida. Hasta podría decir que era relajante.

"Sabes?... Siempre e sentido un poco de curiosidad por tu... Ehh..." comentó Otome quedándose a media frase.

"¿Cabello?" pregunté, tratando de completar su frase con la palabra que tal vez ella estaba buscando.

"Si... Cabello, siempre e sentido un poco de curiosidad por él... Son como miles y miles de pequeños tentáculos" respondió ella pasando uno de sus dedos por mi remolino.

"Jeje... Tan así?" volví a preguntar mientras daba una sonrisa de lado, y abriendo mi ojos.

"Bueno... Bajo mi punto de vista" contesto ella dejando de mover sus manos, y apoyándose con sus brazos en mi cabeza, tal vez por el aburrimiento.

Ambos quedamos en un silencio algo incomodo, hasta que pude sentir que sus brazos no eran los únicos que se apoyaban sobre mi cabeza, eso se debía a que pude sentir como los pechos de la chica pulpo se estaban presionándo contra la parte trasera de mi cabeza, haciendo que pusiera una cara algo tonta, por la suave sensación de estos.

Pero ustedes saben bien que todo lo bueno, no dura para siempre.

"Señor Drake, necesito de su presencia con algo..." escuché decir a Bruce detrás de nosotros, mientras sentía como Otome se apartaba de mí, quitando tanto sus brazos como sus pechos de mi cabeza.

"Ahh... Esta bien Bruce, ahora mismo voy..." dije algo fastidiado, mientras me erguía de nuevo.

"Muy bien Otome... Muchas gracias, en serio" continué, dándole una sonrisa de ojos cerrados.

"No es nada... E igualmente..." contesto esta, seguido de que se levantara de la silla, y apartara su mirada con sus brazos detrás de ella.

Por un momento me pareció que quería decirme algo más, pero esta fue interrumpida por otro llamado de mi ayudante robot, por lo que esta se retractó de eso, y simplemente se retiro, diciendo que ya no quería distraerme.

Yo por mi parte, fui hasta donde estaba Bruce, el cual estaba colocando lo que parecían un par de radiografías sobre la mesa.

"¿Bruce... Y esto que es?" pregunté mientras levantaba dichas hojas de plástico, y veía lo que parecían los contornos de Nary, y Otome, pero solo eso.

"Esas son unos esquemas de rayos X que les tome a sus dos invitadas" respondió el robot, mirándome con su lente.

"Pero Bruce... Aquí no hay nada..." discutí, ahora poniendo mi vista sobre este.

"Exacto señor... Yo también por un momento creí que era algún error de mi cámara, lente, o hadwere, pero tras una rápida revisión, supe que todos mis sistemas están en un 98% de su capacidad... Dando a entender que tal vez ambas razas de estas chicas, crecen de una estructura osea, o huesos siquiera, más que los dientes de estas" contestó el robot, dejándome con una gran pregunta e intriga.

"¿Pero entonces... Como es que se mantienen de pie?" pregunté mientras me ponía una mano en el mentón.

"Eso es algo que yo también quisiera saber, señor..." contesto Bruce.

Pero en eso, un recuerdo de cuando me enfrenté a esas dos Inklings. Y tengo entendido que la de verde se transformó en un calamar... Tal vez esa sea la razón de que puedan cambiar de forma.

En todo caso, después de acomodar unas cosas, me moví nuevamente hacia la habitación donde había... 'Estudiado', a Nary y Otome, dándome cuenta de que la silla aún seguía en el mismo lugar.

No viendo de que podría ser útil ahora, decidí ponerla en un lugar donde no estorbara, pero justo cuando estaba por levantarla, me percaté de una mancha transparente en el asiento de esta.

"¿Eh... Agua?" me pregunté a mi mismo mientras pasaba un par de dedos por dicha mancha, pero al hacerlo, pude sentir que de lo que sea que fuera esa mancha, era bastante pegajoso y resbaloso.

"¿Pero que es esto?" volví a preguntar, frotando mis dedos con esa viscosidad entre ellos.

Hasta que como si fuera un yunque sobre mi cabeza, recordé lo que había estado pasando con ambas chicas cuando tocaba sus tentáculos.

Ojos entrecerrados, fuertes rubores, respiraciones pesadas o entrecortadas, repentinos espasmos, y frote constante de piernas.

Con todo eso acumulado, llegué a la conclusión de lo que fuera esa mancha, haciendo que una sola palabra viniera a mi mente.

"Diablos..."


[Fin de FLASHBACK]

Jeje, les juro que estuve como cuatro días pensando que había abusado de ellas en alguna manera, pero luego de disculparme como cien veces con cada una, ellas me dijeron que no me preocupara, que de todos modos no lo sabía, y ellas me habían dejado para mis investigaciones, por lo que mi mente se tranquilizó... Un poco.

Continué revisando los cajones, hasta que por fin pude encontrar mi mascara, pero lo que también pude encontrar, fue una foto bastante vieja, pero igual visible, en la cual se nos podía ver a mi, con un uniforme negro de una especie de fuerza especial, sin mencionar que también tenía mi mascara puesta.

Y al lado mio, se podía ver a otro individuo, solo que con otra clase de uniforme militar, además de tener la bandera de Rusia en uno de sus hombros.

Y tan pronto puse mi atención en este, de forma instanea pude recordar quien era esa persona. Se trataba de un gran amigo mío, de Rusia.

Su nombre era Carlos Estrada, un integrante de una fuerza especial rusa llamada: "Los Ángeles del infierno", misma que consistía en casi toda clase de operaciones, pero lo que mas destacaba de estos lunáticos, es que eran más de entrar por la puerta de en frente con una explosión, sin temor a cuantos enemigos habrían.

Aunque también eran muy buenos en misiones de gran cuidado. Para una unidad de alta destrucción, si ellos querían, no los veías venir.

En cuanto a Carlos, pues era un tipo bastante calmado aveces, pero había veces en las que se volvía muy rebelde y sarcástico, también de tener un buen carisma... Aunque habían algunas veces en las que podía llegar a ser sádico.

Pero eso si... Haganlo enojar, y hasta satan se escondería detrás de Cristo por ayuda.

Ante eso, no pude evitar dar una sonrisa, mas no me duró mucho, tras recordar otro suceso que hizo que se esfumara.


[FLASHBACK]

[P.O.V Tercera persona]

El mundo ahora estaba en estado de emergencia. Los niveles de los mares y océanos estaban subiendo a un ritmo alarmante, y los países poco a poco estaban empezando a desaparecer bajo el agua.

Con ello, algunas superpotencias, habían comenzado a invadir otros países, y a amenazarlos de que les entregaran dicho territorio, o de lo contrario lo tomarían a la fuerza.

USA, el cual solo había perdido un cuarto de su territorio ante el agua, optó por declararle la guerra a Mexico, y a Rusia, todo con el fin de apoderarse de sus territorios.

Inglaterra, tras ver que parte de sus dominios también estaban sucumbiendo ante los mares, este descaradamente proclamo que ahora Argentina le pertenecía, y que si se resistía, le arrebataría sus territorios de la misma forma que sus islas, a la fuerza.

Obviamente dichos países amenazados, no se quedarían de brazos cruzados, y defenderían sus dominios de cualquiera que intentara apoderarse de él, sin importar que tan poderosos sean.

Y no solo esos países entraban en guerra, sino que también otros se enfrascaban en la misma disputa, por los mismos motivos.

Provocando así que se desatara otra Guerra Mundial, pero esta no sería por una dominación mundial, ni por la ambición de los lideres. Esta guerra, ahora era por la supervivencia.

Por entre las olas de las aguas, se podían ver un grupo de tres lanchas de asalto Zodiaks, moviéndose con gran rapidez, surcando dichas columnas de agua con suma facilidad.

También sobre dichas lanchas, estas eran ocupadas por unidades de alrededor de cinco spetsnaz en cada una, pero de entre los catorce soldados especiales rusos, había uno que poseía un uniforme diferente, además de tener el emblema del ejercito argentino, sin mencionar que dicho personaje era el único que traía una mascara de calavera puesta.

Perteneciente a una fuerza elite de comandos, llamada: 'Espectros', una de las fuerzas combativas mas letales, y eficientes del planeta, no se trataba ni mas ni menos que de Drake, antes de ser criogénizado.

El comando, ahora siendo partícipe en una misión de rescate, tenía la misión de encontrar a un miembro de los 'Ángeles del Infierno', el cual había desaparecido por semanas, hasta que un día se había conseguido un reporte de que este se encontraba prisionero en una isla, al este de los Estados Unidos.

Y Drake al conocer a dicho soldado, le sería fácil reconocerlo, por lo que se le había asignado acompañar a los Spetsnaz en esta misión.

El clima era lluvioso, y el cielo estaba cubierto de grises nubes, mismas que anunciaban que en cualquier momento empezaría a llover, pero Drake no le prestó ni la mas mínima atención al clima, ya que a lo lejos podía ver la silueta de la isla, acercándose cada vez más mediante avanzaban.

Drake se volteó hacia los demás soldados de elite, para luego en el mismo idioma euroasiático, advertirles de la próxima llegada a la isla, aunque claro, el acento de su país se notaba bien.

"¡Treinta minutos para el desembarco, preparen su equipo y armamento, esta no es una misión de demolición. Por lo que rescatamos al rehén y nos largamos!" exclamó Drake en un tono autoritario, haciendo que los Spetsnaz comenzaran a hacer una revisión de su armamento y herramientas.

Drake no dijo nada más, y volteó nuevamente al frente, viendo a la isla cada vez mas cerca.

"Ya me estoy cansando de salvar tu ruso culo..." continuó Drake entre susurros.

/-/-/-/-/-/

Las lanchas habían apagado sus motores para que el enemigo no se percatara de su llegada.

Y dejándose llevar por las olas hasta por fin acallar en la orilla de la isla, tantos los Spetsnaz como el Espectro con una gran rapidez y profesionalismo, desembarcaron de ellas, moviendo las lanchas fuera de la vista de cualquier enemigo que se acercase.

Drake con un rápido movimiento de manos, ordeno a tres Spetsnaz que se quedaran junto a las lanchas, y vigilarán que nadie ser acercara, para que luego los demás comenzaran a adentrarse en la maleza, con sus armas al frente, y pasos silenciosos.

Continuando con su avance, todos pudieron ver la prisión no muy lejos de donde estaban, dando a entender que había desembarcado en el lugar correcto.

Pero de repente, Drake se detuvo, poniéndose sobre una rodilla, y levantando el puño, ordenando que los demás hicieran lo mismo.

Delante de ellos se podían ver un pequeño puesto de observación, el cual en una torre se situaba un Francotirador, y sobre el suelo, alrededor de siete soldados estadounidenses patrullando la zona.

Drake con otro juego de señas, ordenó que tres fueran a la izquierda y tres a la derecha. Rodeando la zona, evitando lo más que podían el hacer ruido.

Y al momento en que todos se posicionaron, dieron el aviso de que ya estaban listos.

"Quiero que todos elijan un blanco, apunten a la cabeza, o al corazón, y esperen a mi señal" dijo Drake por la radió, mientras que apuntaba su arma al francotirador.

"5... 4... 3... 2... 1... Fuego..." al final ordenó el Espectro, y con una increíble sincronización, todos abrieron fuego sobre los Marines estadounidenses, acabando con todos ellos silenciosamente, ya que las armas de estos estaban contaban con un tubo silenciador en el cañón.

"Ocho bajas confirmadas, zona despejada..." dijo uno de los Spetsnaz.

"Avancen y comprueben que no haya supervivientes" volvió a ordenar Drake, seguido de que tanto él y como el resto salieran de sus escondites, entrando en el pequeño puesto.

Después de unos treinta minutos peinando la zona, habían encontrado un mapa de lo que sería la prisión donde se ejecutaría el rescate.

"Esto nos sera útil para conocer mejor las instalaciones" comentó el Espectro revisando cada rincón de la prisión.

/-/-/-/-/-/

Después de asegurar la zona, estos continuaron con su avance, acercándose cada vez más al enorme edificio, mientras que se cercioraban de que no hubieran enemigos cerca.

Llegando a uno de los grandes muros de la cárcel, estos activaron un dispositivo de escaneo, viendo a través de los muros que los mantenía fuera de su objetivó.

Dentro pudieron ver un buen numero de guardias que seguramente les haría frente cuando comenzaran, pero nada de lo que no pudieran manejar.

"Muy bien, caballeros... Quiero dos francotiradores en la parte superior, mantengan a los refuerzos enemigos fuera del edificio lo más que puedan. El resto, quiero un grupo de cuatro que entren por las ventanas del segundo piso, y liquiden a todo enemigo desde arriba..." ordenó el Espectro, para que luego sin chistar una sola vez, los Spetznas empezaran a movilizar se.

Los francotiradores junto a los otros cuatro soldados de elite, lanzaron ganchos hacia arriba desde un dispositivo en sus muñecas, para luego comenzar a subir lentamente, solo que el grupo de cuatro se detenían al lado de las ventanas por donde asaltarían, dejando que los tiradores continuaban subiendo.

Drake junto al resto del escuadrón, comenzaron a colocar un explosivo de pulso para hacer un agujero en la pared, seguido de que estos se posicionaran a ambos lados del dispositivo, listos para comenzar el asalto.

"Muy bien, preparense, y recuerden que haremos mucho ruido, por lo que todo el lugar entrará en alerta máxima... Hagan disparos precisos, y avancen lo más rápido que puedan" dijo el enmascarado mientras se acomodaba su máscara.

"Tiradores en posición" recibió el Espectro en su radió.

Y como si Drake esperara eso para comenzar, este activó el detonador, y un potente pulso se género sobre el muro, creando un enorme agujero mientras los trozos de este volaban por los aires.

Pronto Drake junto a los Spetznas dieron inicio con el asalto, entrando por la abertura en el muro, mientras disparaban a los soldados enemigos antes de que pudieran devolver el fuego. Por otro lado, por arriba de ellos, el grupo de cuatro procedió en adentrarse rompiendo las ventanas, y tomando por sorpresa a los guardias de la planta superior.

Tomando cobertura en una columna, Drake pudo ver como los guardias que quedaban comenzaban a devolver el fuego, obligándolos a ponerse a cubierto antes de continuar disparando.

Ahora la prisión se había convertido en un campo de batalla, del cual los proyectiles no dejaban de ir y venir, a la vez que una alarma comenzaba a resonar por el lugar.

Drake rápidamente lanzo una granada hacia la cobertura de los guardias, obligando a estos a retroceder para evitar la explosión, pero al hacerlo, el Espectro aprovechó esto para correr hacia ellos, y saltar la cobertura enemiga.

Y con una precisión suprema, este acertó tres disparos a la cabeza de cuatro guardias, solo para quedarse sin balas antebeo cuarto, no obstante, antes de que dicho enemigo contraatacara, Drake golpeó el arma de este con la suya, seguido de darle un fuerte golpe con la culata en el rostro, y terminar dándole una poderosa patada en el pecho, mandándolo contra la pared.

En eso, un último guardia apuntó hacia él, pero ya viéndolo venir, Drake rodó por el piso hasta el cuerpo de un enemigo caído, el cual uso como escudo mientras el guardia descargaba todo su cargador sobre este.

Y al momento en que se escuchó el *CHIK* *CHIK* de vacío por parte del guardia, Drake volvió a mostrarse con pistola en mano, para luego disparar contra el guardia, impactando la bala en el ojo de este, obligándolo a que se desplomara al suelo sin volver a moverse.

El enmascarado quitó el cuerpo hecho trizas de encima suyo, para luego recargar su P90, pero no sin antes dispararle al soldado que había noqueado en el pecho.

"Muevance, no tardarán en venir más!" ordeno el Espectro, mientras el y el resto de Spetznas lo seguían.

Pero en eso, Drake recibió una transmisión del grupo de cuatro, que habían entrado por las ventanas.

"¡Hemos divisado al rehén, pero al parecer están ejecutando a los prisioneros, abrimos fuego contra ellos?!" escuchó Drake en la radio de su mascara.

"Mantengan la posición, ya estamos llegando!" respondió el enmascarado soldado, mientras el, junto al resto se movilizaban hacia la dirección, de donde provenía la transmisión.

Después de unos cinco minutos, el grupo de seis por fin había llegado al punto de encuentro, sobre la parte superior donde estaban el otro grupo de cuatro, mientras se ocultaban para no ser vistos, y justo a tiempo para ver como efectivamente ponían una bala en la cabeza de cada uno de los prisioneros.

Se podían ver alrededor de seis prisioneros, los cuales tenían a un marine cada uno atrás de ellos, sin contar al que le acababan de volar los sesos.

Y de entre todos ellos, lograron identificar a Carlos, arrodillado y con las manos en la cabeza, de la misma forma que los demás.

No obstante, como era de esperarse, el no se veía asustado o nervioso, es más, el bastardo tenía una sonrisa en el rostro.

Frente a todos los prisioneros, yacía una oficial de cabello rubio, y de estatura bastante baja, casi que a primera vista te parecería una niña, solo que esta contaba con unos atributos bastante notable, tanto delantera como trasera, que harían replantártelo.

"Te lo preguntaré por ultima vez... Donde escondieron a su presidente?" preguntó la oficial a un prisionero, de al parecer procedencia japonesa.

"¡No te diré nada!" respondió este, con desafío, mientras miraba a la mujer de la misma forma.

"¿No dirás nada...?" volvió a preguntar la oficial, con los brazos cruzados bajo sus pechos.

"¡No... Diré... NADA!" respondió este mismos, escupiendo cada palabra en la cara de la contraria.

"... Muy bien" contestó la oficial con toda la calma del mundo, mientras hacía una seña de corte con su mano en su cuello. Para que luego dicho preso fuera ejecutado de la misma forma que el primero.

Y no acabando ahí, la rubia mujer se puso en frente del siguiente prisionero, y al parecer el mas joven de todos, además de que parecía el más alterado de todos.

"Por favor... Ya les dije que solo era un recluta, aún no sabía nada de nada!" suplicó este, con un acento que parecía español, mientras que la oficial lo miraba con una sonrisa.

"Escucha cariño, no tenemos mucho tiempo, y te mentiría si te dijera que no me pareces lindo... Pero ahora mismo tus suplicas me están quitando el apetito, por lo que solo voy a darte una última oportunidad de decirme cualquier información que sepas... De lo contrario, me temo que ya no me seras útil..." 'negoció' la oficial mientras lo agarraba de las mejillas cuando le hablaba, para luego soltarlo bruscamente.

"Yo... Lo único que se es que hay una emboscada de blindados, para una avanzadilla estadounidense en Barcelona" dijo el joven, al mismo tiempo que bajaba su cabeza.

"¿Ves... No fue tan difícil, verdad?... Pero lastima que eso ya lo sabíamos..." respondió la mujer, con una sonrisa altanera.

"¡¿Q-que?... No, ya te dije lo único que sabía!" se excusó el joven, quitando sus manos de su cabeza con alarma.

"No cuenta si es información ya sabida. Así que, lo siento" finalizo la oficial haciendo la misma señal de corte en su cuello.

"¡N-NO, ESPERA-...!" fue lo último que pudo decir el prisionero, antes de terminar recibiendo un disparo detrás de su cabeza, matándolo en el acto.

"Bestias amerricanas..." en eso susurró uno de los Spetznas al lado de Drake, haciendo que el Espectro volteara a verlo, pero regresando luego su vista en la escena.

"Ahhh... Te das cuenta de que solo era un niño, verdad?" comentó Carlos con gran calma, mientras suspiraba viendo el cadáver del prisionero.

La oficial no dijo nada, en cambio solo se posicione en frente de este, con sus brazos cruzados, y una mirada fría.

En ese momento fue cuando Drake les hizo una seña a los Spetznas para que se preparaban, mientras que este apuntaba a la cabeza del marine detrás de Carlos.

"Je... Que pasa bombón, quieres otra charla como la de antes?" preguntó burlonamente el ruso, solo para recibir un golpe proveniente de la misma rubia oficial, y ser agarrado por cabello acercándolo bruscamente hacia ella.

"Pues la verdad es que me encantaría, solo que esta vez quisiera que tu lengua soltara palabras, y no saliva" respondió la mujer, viendo a Carlos fijamente a los ojos.

"Jeje... Pues con esas tetas tuyas, me va a ser un poco difícil" contesto Carlos, bajando sus ojos al escote de la mujer, y haciendo que uno de los marines enemigos soltara una pequeña risa, cosa que al instante apagó, tras ver como la rubia oficial volteaba a verlo con unos fulminantes ojos.

"Ya veo que de ti no voy a sacar nada... Y yo que creía que los rusos me serían mas útiles" dijo esta, a la vez que soltaba de mala manera al soviético.

"Chupamela, zorra..." contestó Carlos, aún con esa sonrisa en su rostro.

"Yo no se la chupo a los muertos..." finalizó la oficial, haciendo la seña de corte en su cuello, a lo que Carlos solamente se quedó sonriendo, para luego escucharse un disparo por todo el lugar.

Pero en vez de que Carlos cayera muerto al suelo, el marine de detrás de él se desplomó cual costal al suelo, con un agujero entre ceja y ceja, sorprendiendo tanto a los guardias como a la oficial.

"Je... Te tardaste esta vez..." comentó Carlos mientras todos volteaban a ver de donde había venido el disparo.

Y ahí en la planta superior, como si fuera el mismo ángel de la muerte que había venido por ellos, se podía ver a Drake con su Desert en mano, mostrando un cañón humeante por el reciente disparo.

Y uno a uno también los Spetznas empezaron a mostrarse, ya apuntando con sus armas a cada uno de los marines, y viceversa.

"Vaya... Ya había escuchado la alarma... Pero no tenía idea de que fueran a llegaran tan rápido" comentó la oficial poniendo una mano en su cadera.

"Solo lo diré una vez... Libera a los prisioneros... Y tal vez consideremos no matarlos a todos..." dijo el Espectro, dándole una penetrante mirada a la mujer.

"Ohh, que miedo... Y si mejor hacemos esto?... Bajan sus armas, se entregan voluntariamente, y tal vez NOSOTROS consideremos no matarlos a ustedes..." contrarrestó esta seguido de llevar una mano detrás de ella.

"¿Es tu ultima palabra...?" preguntó Drake frunciendo un poco más el ceño.

"Amm... No lo se, tal vez... Esto conteste tu pregunta...!" respondió la oficial, para luego sacar una pistola de entre sus escote, y hacer un certero disparo a la cabeza del Espectro.

Pero de un rápido movimiento, Drake esquivó el proyectil de esta ladeando su cabeza, y un poco su cuerpo, al mismo tiempo que efectuaba un preciso disparo al arma de la mujer, haciendo que esta saliera despedida de su mano.

Ante eso, uno de los marines exclamó "¡Abran fuego!", comenzando a disparar contra el grupo de asalto y rescate.

Los Spetznas y el Espectro obviamente también comenzaron a devolver el fuego, mientras tomaban cobertura. Comenzando otra batalla dentro de la prisión.

Los prisioneros al no querer ser alcanzados por el fuego cruzado, estos corrieron en direcciones aleatorias, para tomar la cobertura mas cercana.

Drake, asomándose por la suya, efectúo barios disparos con su P90 hacia la oficial, la cual rodó por el suelo en dirección a su arma, recogiéndola al mismo tiempo, y devolviendo los disparos, a un par de Spetznas cerca de Drake, abatiendo a ambos con un impacto en la cabeza.

"¡Ejecuten a los prisioneros!" ordenó aún así esta, mientras se cubría detrás de una columna.

Ante la orden de la oficial, algunos marines iniciaron un fuego hacia la cobertura de dichos presos, provocando que un par de ellos lamentablemente cayeron ante estos.

"¡Cubran y aseguren al objetivo!" exclamó Drake, acribillando a un par de enemigos, antes de saltar por la barandilla, y caer en la planta inferior.

Por otro lado, en la cobertura de Carlos, se podía ver como un soldado enemigo se acercaba a su posición con sus intenciones más que claras, pero al momento en que pudo apuntarle con su arma, esta fue sujetada por el ruso, desviando los disparos hacia arriba, seguido de que este le diera un rodillazo en el abdomen.

Forcejeando, estos ahora pusieron el arma al lado derecho, a lo que Carlos aprovechó para darle un cabezazo, y terminar quitándole el arma dándole una patada en el pecho.

El marine rápidamente intentó desenfundar su pistola reglamentaria, solo para que antes de que pudiera hacerlo, ser acribillado por una ráfaga de balas por parte del soviético.

"Y no te levantes" se burló este, antes de unirse a la batalla.

Drake avanzaba implacablemente, abatiendo con precisión a cada enemigo que salía de su cobertura para dispararle, mientras que lentamente avanzaba hacia la rubia oficial.

Solo hasta que dicha mujer se asomara fuera de la columna, con un MP5 que seguramente había recogido de un soldado caído, y proceder a disparar contra Drake, obligándole a ponerse a cubierto detrás de unas cajas de madera.

Pero la oficial estadounidense rápidamente recogió una granada de uno de los cuerpos de sus soldados, luego de quitarle el seguro y lanzarla a la posición de Drake mientras apuntaba su Subfusil hacia la posición de este, así si en algún momento salía de su cobertura para evitar la explosión, quedaría expuesto ante la oficial.

Pero en vez de ver al Espectro salir, solo vio una explosión destruir las cajas, dejando una nube de humo.

Esta rápidamente corrió hacia dónde se había efectuado la inmolación, atravesando la nube de humo con su arma lista para liquidar al Espectro si aún estaba vivo.

Pero en vez de ver un cuerpo, o por lo menos un semi muerto Drake, en su lugar no había nada, como si nadie hubiera estado ahí.

Ante eso, la rubia mujer no daba crédito a lo que había pasado. Claramente ella había visto que el Espectro se ponía a cubierto tras estas ahora desechas cajas, e incluso lo hubiera poder visto salir para evitar la granada... Pero nada.

"¿Entonces donde esta?" se preguntó esta, aun mirando donde se supone estaría Drake.

Y como si hubiera estado esperado a que hicieran esa pregunta. Como aparecido de la nada, en cámara lenta se pudo ver al Espectro salir desde otra columna, con su Desert en mano.

La mujer al sentir un escalofrío a su izquierda, esta volteó su mirada a dicha dirección, solo para ver con impacto, como Drake le apuntaba con la susodicha arma, y no hacía falta estar bajo el punto de vista de Drake para saber que esa bala iba a ir directo a su cráneo.

Pero justo cuando jalaba el gatillo, una explosión se efectuó cerca del Espectro, haciendo que su mano se desviara un centímetro mas arriba, logrando solamente volarle su gorra a la oficial.

Esta saliendo de su estupor, rápidamente corrió hacia la cobertura mas cercana mientras Drake volvía a intentar acertarle un tiro, efectuando barios disparos contra ella, pero esta logrando ponerse a cubierto detrás de otras cajas, procediendo a jadear en busca de aire.

El enmascarado se sintió tentado a ir por ella y ponerle fin, pero este fue detenido al escuchar a un mimbro de su equipo llamarlo.

"¡Señor, objetivo asegurado!" exclamó uno de los Spetznas, mientras estos junto a Carlos, disparaban contra los enemigos que quedaban, sin mencionar que se retiraban por una reciente abertura que habían hecho en el muro para salir.

La oficial en eso, se asomo por su cobertura, para ver a Drake con un par de dedos colocados en donde estaría su oreja.

"¡Señor, ya no tenemos munición, y los refuerzos enemigos avanzan!" ahora recibió Drake la transición de parte de los francotiradores que había mandado a la parte superior de la prisión.

"Pueden bajar... Misión cumplida..." fue lo último que dijo el Espectro, cortando así la transmisión, y volviendo a poner su vista sobre la oficial. Acto seguido una nube de humo por parte de la explotación, pasaba lentamente a trabes de Drake hasta cubrirlo.

La rubia mujer al ver que estaban escapando, salió de su cobertura, efectuando unos disparos con su arma hacia dicha nube de humo.

Pero al momento en que la nube se disipó, Drake ya no estaba ahí.

"¡Maldición, todos rápido, persiganlos!" ordenó la oficial con una ferviente furia empezaba a hervir en ella.

/-/-/-/-/-/

Los tres Spetznas que se habían quedado con las Zodiacs, vigilaban bien la zona, cerciorándose de que ningún enemigo se acercara.

Hasta incluso se podían ver cuatro cuerpos de unos exploradores que habían tenido la mala suerte de pasar por dicha zona.

Pero en eso, uno de ellos pudo divisar a un grupo de lo que podrían ser enemigos, mismo por lo que advirtió a sus otros dos compañeros. Éstos rápidamente se acercaron, preparando sus armas si dichos individuos se aproximaban demasiado.

Mas no abrieron fuego, puesto que se percataron de que se trataban de los suyos, siendo que estos se aproximaban corriendo a más de lo que sus piernas podían dar, ante eso instaneamente los tres Spetznas fueron hacia las lanchas, para prepararlas.

"¡Rápido, rápido, a las lanchas, ya!" exclamó Drake mientras disparaba detrás de él, a los soldados enemigos que los perseguían.

De momento cuando por fin pudieron llegar a sus transportes, estos subieron lo mas rápido posible, antes de encender los motores y comenzar la huida, siendo todavía eran atacados por el enemigo, en un vano intento de detenerlos.

Ya a una distancia considerable, se pudo escuchar a Carlos reírse un poco, mientras ponía sus manos en el hombro de un par de Spetznas.

"Que bueno volver a verlos, chicos" comentó Carlos en su idioma, seguido de poner su atención sobre Drake, el cual estaba mirando al frente sin decir nada.

"Oye... Te tardaste esta vez, ¿que paso, te peleaste con otro miembro de tu equipo?" preguntó Carlos con un ligero tono burlón, pero Drake continuó en la misma posición, sin decir nada.

"Hey, te estoy hablando, que no te alegra verme después de tanto tiempo?" continuó Carlos con una sonrisa, y abriéndose de brazos, como si estuviera esperando un abrazo.

Pero otra vez, Drake no mostró ninguna reacción.

"Ohh... Ya veo, esta bien... Gracias por haberme salvado de nuevo, Drake, en serio te debo una... Listo, feliz?" dijo el ruso mientras ponía una mano en el hombro del argentino.

Solo para que al momento en que Carlos tomaba el hombro del contrario, este se diera la vuelta, y le acestara un fuerte puñetazo en toda la nariz , haciendo que este cayera de sentón en la lancha, y dejando a los Spetznas con los ojos bien abiertos, procediendo a quitarse su mascara.

"¡TE ADVERTÍ QUE TE ROMPERÍA LA NARIZ SI TENÍA QUE SALVAR TU SOVIÉTICO CULO DE NUEVO, CARLOS!" gritó Drake con evidente enojo, a la vez que lo apuntaba con el dedo.

"Jeje... Aún pegas cobo riña" ante eso contestó Carlos, manteniendo su sonrisa, sin mencionar que tapaba su ahora rota y sangrante nariz.

Drake no respondió, y solo se dedicó a volver a poner su vista al frente, dando un suspiro cansado.


[Fin del flashback]

[P.O.V Drake]

Por un momento mi sonrisa se había desvanecido al recordar esos crudos tiempos, pero volví a sonreír tan pronto vi la foto.

"Al final quedamos en un empate... No pudimos ver quien era mejor... Pero espero hayas encontrado lo que perdiste... Hasta siempre, hermano..." finalicé volviendo a poner la foto en su lugar.

"Ahhh... Señor, lo estamos esperando" en eso pude escuchar la voz de Bruce detrás mio, haciendo que volteara a verlo.

"Lo siento, ahora mismo voy" respondí mientras veía como Bruce salía de la habitación, Volviéndome a dejar solo.

En eso, abrí un gabinete detrás de unos interruptores, dejando ver una Mágnum Desert totalmente negra, y al lado de ella, unos tres cargadores.

Tomando la gran pistola, la acomodo en mis manos mientras la inspeccionaba con la vista.

"Je... Eres más pesada de lo que recordaba" dije para luego tomar los tres cargadores. Uno se lo coloque para que estuviera cargada, y otro lo guarde un uno de mis bolsillos, pero el tercero, decidí dejarlo donde estaba, ya que me pareció que sería demasiado.

"Por favor... Que no tenga que usarla..." oré para mi mismo mirando a la Mágnum, luego de eso la llevo detrás mío,ocultándolau bien entre mi ropa, seguido de tomar mi máscara, y salir de la habitación, no sin antes cerrar el gabinete.

/-/-/-/-/-/

Regresando con ambas chicas, pude ver que Nary estaba hablando con Bruce, mientras que Otome estaba caminando de un lado a otro. Hasta que me sintieron llegar, y pusieron su atención sobre mi.

"Oye, te tardaste siglos, que fuiste a hacer?" preguntó Nary cruzándose de brazos.

"Jeje... Lo siento, se me había olvidado... Mi máscara" respondí mostrando dicho distintivo de tela, y omitiendo el hecho de que también llevaba un arma.

"¿Tu máscara?" preguntó Otome, levantando una ceja.

"Si, es que... Es especial para mi" respondí, al mismo tiempo que ponía dicha máscara en mi bolsillo delantero derecho.

En eso, ante la sorpresa de todos, las puertas comenzaron a abrirse lentamente de par en par, haciendo retumbar un poco el lugar.

Y mientras que por un momento, puse mi vista sobre la octoling, la cual no se veía muy emocionada que digamos. De hecho, hasta parecía que algo le molestaba.

Hasta que en eso, pude recordar algo de golpe, que probablemente sería lo que le quitaba los ánimos.

"No te preocupes... No me he olvidado que... Me tienes que pedir un favor" dije agachándome un poco hacia a su lado, y haciendo que la chica pulpo volteara a verme.

Yo solamente me dedique a sonreírle, a lo que ella respondió con su propia sonrisa, aunque fuera una pequeña, y terminar colocándose su visor.

Solo nos quedamos viendo como las puertas terminaban de abrirse, haciéndome pensar que cosas me esperarían fuera de esta bóveda, tanto buenas como malas.

Y aunque algunas de ellas ya las había visto, esta vez espero poder verlas de una mejor manera.

Les di una última mirada a ambas cefalópodas, para luego cruzar me de brazos con una sonrisa de lado.

"Entonces... Empezamos?" finalicé, sintiendo la brisa que entraba del exterior.