[OctoValley]

[Base secreta de Cuttlefish]

Entre todo lo sucedido en sus propias narices, a la puerta de su cabaña se podía ver a un calmado Capitán Cuttlefish, el cual mantenía sus ojos cerrados mientras apoyaba sus dos manos sobre su bastón, y no, esta vez no estaba dormido, argumento que se demostró cuando este mismo abrió sus ojos lentamente.

"Pulpo astuto, de verdad que me la hiciste esta vez..." comentó el veterano de guerra, moviendo una de sus manos hasta una pequeña mesa cercana, en la cual estaba una radio algo vieja, pero todavía funcional.

Girando una de las perillas, el anciano Inkling sintonizó uno de los programas de noticieros, y como si lo hubiera calculado, justo de lo primero que se reportó fue la ya mencionada desaparición del Gran Zapfish, además de un buen numero de la versión mucho mas pequeña del ya mencionado colosal pez eléctrico. Moviendo luego la perilla hacia otra dirección, sintonizó otro programa de noticias, que claramente hablaba del mismo suceso. Volviendo a sintonizar otro programa, una vez más el mismo tema se discutió desde la radio.

Y así estuvo el líder del comando por un par de minutos, hasta que cansado de eso, este decisión por apagara el aparato, dejando salir un audible suspiro.

Pero su atención pronto fue captada, cuando oyó el característico sonido de chapoteo que provenía de la tetera con la que se entraba en la base. Sabiendo bien de quienes se trataban, Cuttlefish alzó la mirada hacia los agentes, solo para ver a sus nietas levantando la rejilla de la tetera, a lo que rápidamente salió Nary, y Shara, seguido de un Levin bastante magullado, siendo este mismo ayudado por las dos Inklings anteriores a salir, para luego ser ayudado a caminar por Shara. Y por último fue Nayls, llevando consigo tanto su arma como la de su amigo de tentáculos azules.

Ver al joven agente en esa condición, no hizo mas que fomentar otro suspiro por parte del capitán, sabiendo que tal vez no estaban tan preparados como afirmaban, pero lo suficiente como para sobrevivir las misiones. Aún asi era una fortuna que tanto Callie como Marie hubieran llegado a tiempo, de lo contrario, era muy probable que ninguno de los cuatro novatos hubieran regresado.

"Bueno... Supongo que hoy tuvimos una victoria, pero con una derrota como pago" comentó el Inkling de edad avanzada mientras se acercaba a los agentes.

"Lo que no puedo creer... Es que todo eso halla sido una distracción... Para robar el Gran Zapfish!" respondió Levin con dificultad, a la vez que era ayudado por Shara a sentarse en una comisura.

"No creo que fuera del todo una distracción, dada la forma tan insistente en que esos Octarianos lucharon para llegar a la bóveda del humano Drake" contrarrestó el capitán, pasando una de sus manos por su barba.

"Aún así, abuelo, aunque conseguimos evitar eso, los Octarianos ahora tienen en sus manos al Gran Zapfish y un buen numero de los pequeños" discutió Marie, bajando la mirada tanto como su prima.

"Y no creen que así es mejor?. Aunque los Zapfish hallan sido robados, todavía tenemos los suficientes como para sustentar a la mayoría de Inkopolis por un tiempo, eso hasta que los recuperemos... Además, de no haberlas enviado a ustedes niñas, habríamos perdido esas armas, y a cuatro valiosos efectivos!" contestó Cuttlefish, volteando su mirada hacia los SquidFire en la ultima frase, y regalándoles una sonrisa amistosa.

"Ehhh, perdone que pregunte, capitán. No es que esté inconforme por elegir salvarnos, pero me gustaría saber... De verdad son tan importantes las armas de los Antiguos?" preguntó Nayls, alzando sus manos sin mucha importancia.

Ante eso, la sonrisa del veterano desapareció de su rostro, seguido de darse la vuelta y alejarse un par de pasos, terminando así con su mirada puesta en la enormes columnas de agua del océano.

"Mmm... Ahora les haré yo una pregunta. Alguna vez han visto un arma... Que dispara explosiones?, y no hablo de tinta" interrogó ahora el líder del comando, a la vez que giraba su vista hacia los jóvenes, dejándolos por un momento confundidos, antes de que estos intentarán imaginar algo.

Pero como si todos tuvieran la misma epifanía, los seis agentes intercambiaron miradas de impacto.

"Imaginense a uno de sus amigos, o compañeros tirado en el suelo, gritando y retorciéndose de agonía, mientras sujeta un muñón donde antes solía estar su brazo o pierna" fueron las palabras que resonaron en sus cabezas, al recordar lo que Drake les había dicho en aquella ocasión.

Ante eso, los seis dieron un trago de saliva simultáneo, al mismo tiempo que la frente de estos se les tornaba azul por obvias razones, algo que fue claramente percibido por el anciano capitán.

"Y eso es solo una de las variantes. Si los Octarianos pusieran sus tentáculos en ellas, no me quiero imaginar lo que podrían hacer. Y Octavio puede ser muy tramposo cuando puede serlo" continuó Cuttlefish, volviendo a poner su vista al frente.

"¿Abuelo, y como es que tu sabes tanto de eso?" ahora era Callie la que ponía sus dudas sobre la mesa, causando otro suspiro en el mayor de todo el grupo.

"Lo se porque ya antes se habían encontrado armas de los Antiguos en el pasado..." contestó el capitán, recordando el secreto que había guardado, incluso de sus propias nietas.

Nary también pudo saber bien de lo que estaba hablando el veterano, al recordando las armas con las que Drake se había enfrentado a ella y a Otome cuando se quedaron encerradas con él. Proyectiles que no eran a base de tinta, y que eran capases de perforar el suelo de concreto, o esa curiosa bomba, de la cual la chica calamar jamás se olvidaría, ya sea por la forma en que se quedó ciega temporalmente, o el estridente silbido que lo acompañó, probablemente ambos.

Nary simplemente sacudió su cabeza para despejar esos pensamientos, y volver a centrar su atención en el líder del comando.

"¿A que se refiere con que ya se habían encontrado armas de los Antiguos?" esta vez interrogó Shara, sin apartarse del golpeado Levin.

Cerrando sus ojos de forma reflexiva, Cuttlefish se giró para encarar a los agentes, mismos que esperaban atentamente a que su superior respondiera la incógnita.

"Hay algo que no les he contado hasta ahora, algo que incluso he mantenido oculto a ustedes niñas... En los años que transcurrieron después de la Gran Guerra Territorial, muchos arqueólogos e investigadores comenzaron a excavar en las zonas circundantes a lo que ahora conocemos como OctoValley, con el fin de encontrar mas artefactos que los Antiguos dejaron atrás..." comenzó a relatar el anciano Inkling, alzando un poco la mirada entorno a los recuerdos de esos sucesos.

"Todo parecía ir tal y como se esperaba, encontrando todo tipo de aparatos, y/o tecnologías que podrían ayudar a los Inklings... Hasta que se desenterró la primera arma humana. Tenía un diseño bastante peculiar, algo aplanada de los lados, pero voluminosa viéndola de perfil, sin mencionar que por su tamaño, era un arma que se portaba con ambas manos, eso y que era bastante pesada como para mantenerla levantada con un solo brazo... De hecho, creo que todavía tengo una foto de esa arma!" anunció Cuttlefish, para luego darse la vuelta, y dirigirse a su cabaña.

No pasó mucho tiempo cuando el capitán finalmente salió, escuchándose el sonido de cosas siendo movidas, u otras que fueron lanzadas fuera del pequeño edificio de madera, siendo desde cosas viejas, hasta artículos de las Squid Sisters, incluso el curioso peluche de un Zapfish salió volando por la puerta.

"Aquí, miren, este es el arma que se encontró ese día!" exclamó el líder del comando, levantando una vieja foto en frente de sus aprendices, cosa que ínsito a que todos se acercaran para ver mas detalladamente el objeto bélico, casi amontonándose entre ellos, pudiendo ver un FN SCAR-L .

"Claramente supimos que lo que se había descubierto era un arma de los Antiguos, ya que era bastante obvio por la forma, la culata, la mirilla, el cañón, la empuñadura, y sobre todo el gatillo. Aunque todavía lo que más nos preguntábamos era para qué servía ese rectángulo situado por delante del gatillo, tal vez otra empuñadura?, pues no!, porque resultaba que poco después se descubrió que ahí era donde el arma almacenaba sus proyectiles, o lo que nosotros creíamos que eran proyectiles. Y ahora que lo recuerdo, me parece que también tengo uno de esos en la cabaña" propuso el veterano dispuesto a volver a su cabaña, pero siendo detenido a tiempo.

"No hace falta, abuelo, solo sigue con la historia..." dijo Marie mientras rodaba los ojos.

"Oh, esta bien. En que me había quedado...? Oh, sí!. Mediante el tiempo pasaba, más de esas armas fueron siendo halladas, lo que nos sorprendió por la diversidad de estas que tenían los humanos, no solo en diseño, sino en tamaño también. Y en eso alguien pensó; 'Nosotros casi perdimos esa guerra, y todo porque los Octarianos contaban con mejores armas y entrenamiento. Fue gracias a ese fallo eléctrico en sus Octomaquinas lo que nos dio la oportunidad de contraatacar'. Y quieranlo o no, ese alguien tenía toda la razón. Ganamos solo por mera suerte, así que... Estaba mal que quisiéramos mejorar nuestro arsenal?, por que si otra guerra se desataba, dudo mucho que volvamos a tener esa misma suerte" no detuvo su relato Cuttlefish, dejando cada vez más impactados a los jóvenes frente a él.

"¿Pero entonces, como es que-...?" trató de volver a preguntar la Inkling de tez morena, solo para ser interrumpida por su hermano menor.

"¡Shhh, aquí viene la mejor parte!" exclamó en un susurro Nayls, a la vez que se encontraba sentado en el suelo con la piernas cruzadas, completamente absorto por la historia del mayor. Por otro lado, Shara solo se concentró en dedicarle una mirada de fastidio a su familiar.

"Ya se lo que ibas a preguntar, Agente 5, y la respuesta es que... Cuando intentamos estudiar esos instrumentos bélicos, hubieron dos terribles accidentes que nos hicieron replantearnos la idea. Uno de ellos fue que por un descuido, una de esas armas disparó una ráfaga de esos pequeños, pero mortíferos proyectiles hacia tres científicos, uno de ellos sobrevivió con solo un impacto en el hombro, nada que un par de minutos de reposo para que la herida se regenere no solucione, pero lo otros dos... Mmmm..." Cuttlefish murmuró lo último mientras movía la cabeza negativamente con los ojos cerrados.

"¿Que-... Que les pasó?" preguntó Nary esta vez, quien a pesar de la obvia respuesta, ella y los demás agentes sentían intriga por el cómo habían fallecido los otros dos.

"Uno recibió un impacto en la cabeza, atravesando limpiamente... Y el otro falleció tras recibir un impacto en la Arteria Unírica. Que supongo si ya fueron a la escuela, sabrán de cual hablo!" respondió el capitán, seguido de apuntar su bastón a los seis miembros del comando.

"¡Oh, yo, yo!" exclamó Nayls con su mano alzada como un niño.

"Ahh, sí, Agente 6...?" preguntó con un suspiro el veterano, a la vez que entrecerraba los ojos por la actitud tan ingenua del chico calamar.

"¡Es la arteria donde... La arteria en la que se... En la que se..." intentó responder el Inkling de tentáculos violetas, pero la memoria de este pareció no estar de acuerdo con el mismo.

"Es la arteria con la que se conectan todos los corazones de un Inkling" finalmente fue Callie la que respondió por el anterior chico calamar, quien ya se estaba dando unos ligeros golpes en la cabeza para recordar la misma respuesta.

"¡Sí, esa misma. Rayos, siempre se me olvida ese tipo de respuestas" mencionó Nayls, colocando sus manos en su cintura.

"Por eso mismo es que siempre fuiste un asco en los reportes de la escuela" comentó Shara, siendo ella la que ahora era fulminada con la mirada por su hermano.

"¡Ya, está bien ustedes dos. Abuelo, puedes seguir con el relato?" dijo Marie, a lo que el ya mencionado mayor se aclaró la garganta antes de seguir.

"Bueno... Como iba diciendo, luego de ese accidente, otra catástrofe lo siguió poco después. Recuerdan lo que les pregunté acerca de disparar explosiones?, pues a causa de eso pasó este accidente. Resulta que cuando quisieron estudiar una especie de proyectiles bastante grandes, creo que casi del tamaño de una lata de refresco, no tomaron en cuenta que probablemente esa munición no tenía la tarea de perforar al blanco, y fue por eso mismo que... Bueno, solo diré que se tardó alrededor de más de dos horas apagar el fuego que se generó después..." volvió a relatar Cuttlefish, volteando la foto hacia él para verla.

"Después de eso, ya no se quisieron correr mas riesgos, y se olvidaron del proyecto, dado que las armas de los Antiguos eran demasiado peligrosas, también se dejó de excavar en dicha zona de OctoValley, además de ocultar todo objeto bélico perteneciente a los humanos. Pero no todo fue en vano, algunas de esas armas sí se pudieron usar de cierta forma, no para asimilarlas, pero sí para usar su diseño en la fabricación de muchas armas que hoy en día se ven usadas en los Turf Wars. Tu Francotintador se basó en el diseño de alguna de ellas, Marie" terminó con su relato el capitán, volteando su atención hacia la idol de tentáculos blancos en dicha mención, haciendo que esta bajara su vista con algo de sorpresa hacia su arma.

Nary por su parte, no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa también, ya que si se acordaba bien, el M-16 y el Francotintador de Marie se veían muy parecidos, por no decir que eran prácticamente similares.

"Entonces... Toda arma que desentierran, la ocultan en algún lado de la ciudad?" fue Levin esta vez el que realizó la pregunta.

"Así es, son muy peligrosas para ser usadas por nosotros, y es por eso mismo que es preferible perder al Gran Zapfish que dejar a Octavio poner sus tentáculos sobre ese búnker Antiguo" respondió Cuttlefish con decisión, dando un pequeño golpe con su bastón en el suelo.

"En ese caso, supongo que sí fue lo mejor evitar que los Octarianos tomaran esas armas, pero de lo que todavía no hay que olvidarnos, es en que debemos recuperar al Gran Zapfish, y de paso tratar de advertir a Drake sobre el plan de Octavio" propuso Marie.

"Sí, pero... Como podremos hacerlo?, Drake todavía está en la ciudad de los Octarianos, y no creo que nos vayan a dejar entrar amablemente" discutió Callie, llevando una de sus manos a su mentón de forma pensativa.

"Por ahora eso tendrá que esperar. Mientras, nosotros nos mantendremos al tanto de que no llegue otra incursión de los Octarianos a la bóveda del humano Drake. Yo por otro lado, trataré de contactar con mis fuentes sobre las siguientes actividades de esos pulpos!" añadió Cuttlefish, dándose la vuelta, y dirigiéndose a su cabaña.

"Chicos, ahora nosotras nos encargaremos de patrullar la bóveda de nuestro amigo humano, ustedes mientras, traten de descansar todo lo que puedan, que lo que pasaron seguro fue como jugar diez batallas territoriales seguidas" dijo Callie, acercándose al cuarteto con su rodillo al hombro.

"¡Y que lo digas, de hecho, aquí todavía tengo el moretón de la patada que me dio una de ellas!" exclamó Nayls, levantando un costado de su uniforme, mostrando un pequeño moretón en su costado.

"¡Habla por ti!" ahora se unió Levin, casi quejándose.

"¡Ahhh, tu estás bien, solo te molieron a golpes!" contestó con humor el moreno chico calamar, causando una risa grupal por parte de todos.

Aunque por parte de una Inkling naranja, al momento de terminar su carcajada, se dio la vuelta para ver el cielo detrás de ella, pensando en todas las cosas que había recordado, solo para luego llegarle a la mente el hecho de que Drake todavía estaba en la ciudad de Octomburg, y que ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que se vieron, lo que hizo a esta llevarse una mano al pecho por la repentina sensación de vacío.

Pero lejos de mostrar tristeza, Nary frunció el ceño de una manera determinada, cerrando la mano sobre su pecho en un puño, dispuesta a no dejarse llevar por la pena de lo sucedido días atrás, y hacer todo lo posible por que el pelicastaño sintiera lo mismo por ella.


[OctoValley]

[Mismo lapso de tiempo]

Sujetándose un brazo, un oficial Octoling marchaba solo por entre el bosque en el que había combatido, dejando escapar de vez en cuando un gruñido de frustración a medida que casi se tropezaba.

A eso, levantando la cabeza este maldijo por dentro al ver que ya estaba por llegar al puesto de vigilancia, el mismo por el que tanto él como su pelotón pasaron antes.

Deseando solo el poder rodearlo y tomar otro camino hacía Octomburg, Reinek se dedicó a farfullar para sí mismo, ya que tampoco quería perder mas tiempo del que ya fue. Así que tragándose su orgullo por segunda vez en el día, simplemente avanzó con la cabeza baja, orando por que cierta coronel no saliera a recibirlo.

Afortunadamente, o desgraciadamente no fue así, ya que al momento en que marchó por en frente de las puertas, estas no se abrieron, pero eso no quiso decir que Orianna no se había percatado del individuo. De hecho, la misma Octoling estaba apoyada sugestivamente con sus brazos en el borde del amurallado, revelando una burlona sonrisa que poco hizo para cubrir con una de sus manos. Mas bien, sino fuera porque el tan reconocido Capitán Reinek no se viera tan derrotado, ahora mismo ella se estaría riendo de forma estridente, pero por ahora, solo se contentó con ver al dichoso oficial pasar.

Eso hasta que la coronel bajara su visor, y activara el comunicador de este.

"Aquí la Coronel Orianna reportándose. Reinek ya hizo su parte" anunció la Octoling con una sonrisa de lado mientras seguía con la vista al ya mencionado soldado.

"Muy bien. Dime, trae algo con él?" preguntó la que sería la voz de Octavio por el comunicador de la chica pulpo.

"Solo su orgullo hecho pedazos, pero otra cosa además de eso, no veo que traiga nada más" respondió Orianna, tomando ya una pose mas erguida.

"Eso no importa, ya conseguí lo que necesitaba, así que ahora podemos pasar a la siguiente fase del plan" anunció el gobernante con una voz no muy interesada por el supuesto fracaso del Octoling.

"Por supuesto milord" y con esa última respuesta, la oficial de alto rango cortó la llamada, seguido de darse la vuelta y dirigirse hacia el interior de su puesto.


[Octomburg]

[Una hora después]

Ante los ojos de Drake, Otome ahora casi parecía una niña, yendo y viniendo mientras miraba cada rincón de su ahora bien iluminada ciudad. Eso y que también fue recibido por una gran multitud de los habitantes de la ciudad, mismos que vitorearon al humano tan pronto lo vieron aparecerse en las calles de Octomburg.

Y es por eso mismo que tal como cuando había llegado, dos lineas de soldados Octolings se formaron a ambos lados del pelicastaño, para evitar que estos se le tiraran encima.

Obviamente al no estar acostumbrado a este tipo de tratos, Drake no pudo hacer otra cosa que saludar nerviosamente con la mano, dibujando una sonrisa del mismo tipo en su rostro.

"Jeje... Tampoco es para que se emocionen tanto" comentó el ex-comando, notando como un grupo de Octolings femeninas casi conseguía atravesar el muro de soldados.

"Que no se emocionen tanto?, prácticamente acabas de solucionar uno de los problemas más grandes de Octomburg, todos tienen sus razones!" respondió Otome con emoción también, girándose para encarar a su amigo humano.

"Tampoco es que lo alla solucionado todo yo, de hecho ustedes fueron los que se encargaron de hacer la mayor parte" discutió Drake, a lo que la teniente solo negó con la cabeza.

"Pero fueron tú y Bruce los que pusieron la idea sobre la mesa, y eso muchas veces puede ser lo más importante en un proyecto" insistió la Octoling de tentáculos rojos, viendo como el robot esférico se materializaba a un lado de la cabeza de Drake, motivo que ínsito a ambos el compartir miradas.

"Sabes?... Todavía pienso que-..." el pelicastaño no pudo terminar su oración, ya que de manera sorpresiva una Octoling que consiguió colarse, asaltó al humano con un abrazo por la espalda, rodeando sus brazos en el cuello de este, y casi provocando que perdiera el equilibrio.

"¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!" exclamó la desconocida chica pulpo, frotando felizmente su mejilla con la del ex-comando.

"¡N-no hay de qué!" contestó Drake todavía tambaleándose para evitar caerse, solo para que un Octoling soldado lo salvara, quitándole a la asaltante con algo de dificultad, y regresarla con los demás civiles.

"¡Jeje, lo siento, qué es lo que ibas a decirme?" volvió a preguntar Otome, divertida por la escena que había visto.

"Sabes qué?, mejor olvidalo. Salgamos de aquí rápido antes de que las barricadas cesen!" dijo el pelicastaño cómicamente, a lo que la teniente dio una última pequeña risa antes de hacer una seña para que Drake la siguiera, emprendiendo así una veloz 'retirada táctica'.

-

No pasó mucho tiempo para cuando Otome y Drake llegaron a una zona menos poblada. Estando los dos por un callejón mientras jadeaba un poco para recuperar el aire perdido.

"Está bien... Sólo... Esperemos aquí unos cinco minutos hasta que todo se calme" sugirió la Octoling, apoyada de espaldas a la pared y sus manos sobre sus rodillas.

"Claro... Pero la verdad es que... Me gustaría hablar con tu emperador lo antes posible" propuso Drake, dejando a Otome algo confundida por esa exigencia.

"¿Octavio, y para que quieres verlo?" preguntó la chica pulpo con una ceja levantada.

"Bueno, pues... Ahora que mi trabajo aquí está hecho, me gustaría ya avisarle a ese tipo que ya todo está listo, y que ya me puedo ir" contestó el ex-comando, cosa que la teniente no pudo evitar abrir sus ojos con impacto al acordarse de ese tema.

"Y-ya te quieres ir?, sabes que puedes quedarte t-todo el tiempo que quieras!" intentó convencer Otome al humano, recordando la orden que Octavio le había encomendado.

"Lo agradezco, Otome, pero tendré que negarme esta vez. No me malentiendas, tu ciudad me gusta, y la pasé bastante bien... Pero como que ya estoy empezando a extrañar mi búnker" respondió Drake con una nostálgica sonrisa, que por eso mismo fue que Otome prefirió no insistir.

"C-claro, entonces vamos... Es por aquí" dijo la teniente mientras apuntaba hacia una dirección, a lo que el pelicastaño no dudo en caminar hacia donde su cefalópoda amiga señalaba, para luego ponerse esta misma en marcha.

Pero al momento en que tenía al humano por delante de ella, de forma disimulada llevó una de sus manos a su visor, activando el comunicador de este, y contactando con alguien más.

"Emperador Octavio, aquí la Teniente Otome..." susurro la susodicha, esperando que el joven soldado frente a ella no la escuchara.

"Teniente, cual es el reporte esta vez?" contestó el mismo enorme Octariano desde el otro lado.

"Señor, quiero avisarle que ahora mismo estoy con Dre-... Con el Antiguo de camino a su mansión, dado que su trabajo ahora esta terminado, por ende ya quiere regresar a su bóveda, y no creo que pueda convencerlo de quedarse esta vez" respondió la oficial de tentáculos rojos, manteniendo especial atención por si el humano se giraba hacia ella.

"Mmm... Pensé que eso sucedería pronto, y mas aún cuando la ciudad comenzó a iluminarse de repente. De acuerdo, traelo ante mí, por lo que he descubierto, se me ocurrieron un par de ideas para que replante su regreso" ordenó el gobernante, escuchándose bastante seguro de sus palabras.

"... Como usted diga..." dicho eso, Otome cortó la comunicación mientras una sombra cubría sus ojos. No obstante, la Octoling se forzó a levantar la mirada, para luego acelerar sus pasos, colocándose por en frente del pelicastaño.

"Vamos, es por aquí!" exclamó la chica pulpo con una sonrisa falsa, siendo ahora ella la que lidera el camino.

-

Al transcurso de unos veinte minutos de caminata, tanto la Octariana como el humano ya estaban fuera de la mansión de Octavio, misma que por alguna razón se podía ver a un buen numero de civiles afuera de esta, además de escucharse el rítmico sonido de la música proviniendo desde el interior. Pero cuando el dúo apareció a la vista de todos, afortunadamente fueron los guardias los que reaccionaron primero, abriendo las rejas que daban al patio del gran edificio, y usando la misma táctica de bloquear a los espectadores con ellos mismo para dejar vía libre a los recién llegados.

Otome al percatarse de eso, rápidamente tomó a Drake de la mano, y lo condujo al interior de la ya mencionada mansión, justo a tiempo para que los guardias cerraran las rejas antes de que la multitud se percatara de eso.

Una vez dentro, las puertas se cerraron detrás de ellos, cosa que sorprendió por un momento a los dos.

Pero sin dejarse llevar por eso, volvieron a centrar su atención en la musica que resonaba por los pasillos, siendo esta un especie de remix que Drake no reconoció, pero si pudo saber que se trataba de dubstep, o algo por el estilo.

"Bueno, andando" comentó Otome, alzando la mirada para ver a su amigo humano.

"Claro, lidera el camino" respondió Drake, solo para que al momento en que dieron el primer paso, los dos se detuvieron en seco al sentir algo raro, y eso se debía a que ninguno de los dos había soltado la mano del otro, por lo que de una forma casi sincronizada, la Octariana y el humano bajaron su vista hacia sus manos, antes de que estos terminaron por separarlas mientras compartían un rubor.

"B-bueno... Te sigo" insistió el ex-comando frotándose detrás de la cabeza.

"Mhm..." respondió la teniente con un asentimiento de cabeza, reanudando el camino, y sintiendo como el contrario se ponía a un lado de esta, mismo al que ahora no se atrevía a verlo.

De la misma forma que las últimas veces, el camino a los aposentos de Octavio fue de la misma forma, pero con la única diferencia de que el sonido de la música se tornaba más fuerte a medida que se acercaban.

Y para cuando llegaron a la puerta que los separaba del gobernante, Otome estuvo por levantar la mano y tocar, incluso cuando sabía que no la escucharían. Pero justo antes de hacerlo, dicha gran puerta se abrió de golpe, y con ello dejando salir un intenso remix, además de un gran conjunto de luces que bailaban en el interior de la habitación, y si no fuera porque algo se podía distinguir, el pelicastaño y la chica pulpo habrían pensado que el supuesto emperador tenía una fiesta en su habitación.

No obstante, para la sorpresa de Drake, resultaba que Octavio estaba detrás de una gran mesa de DJ, reproduciendo una varia combinación de ritmos que daban como resultado lo que estaban oyendo.

Solo hasta que el coronado pulpo centró su atención en la puerta, cuando por fin la música se detuvo, reinando ahora un sorprendente silencio por todo el lugar.

"Oh, señor Drake, perdone que no me encuentre en una posición más... Acorde a mi estándar" se disculpó Octavio, seguido de que con el oprimir de un botón, la mesa de DJ se apartó automáticamente del enorme Octariano, colocándose en el mismo lugar del que Drake había visto antes.

"No hay problema, ya me habían dicho que usted es un DJ además de un gobernante" tranquilizó el pelicastaño, todavía con su atención puesta en el instrumento electrónico.

"Sí, curiosa combinación, pero supongo que no es eso por lo que vino a verme, no es así?" preguntó Octavio, abriendo uno de sus ojos de tal forma que parecía que estuviera levantando una ceja.

"Así es. Pues por lo que puede ya ver, he cumplido con mi palabra de arreglar el problema eléctrico que tenían, aunque yo no halla hecho tanto, así que con mi trabajo hecho, vengo a despedirme" respondió el joven ex-comando, cosa que Otome no pudo evitar apretar su agarre sobre su muñeca, misma que ahora tenía posicionada detrás suyo.

"Y jamás podremos agradecerle lo suficiente por lo que hizo por nosotros, así que... Me gustaría que pudiera quedarse y darle una buena despedida a esta ciudad, mostrando uno de sus talentos" pidió el coronado pulpo, mientras que Drake levantó una de sus cejas en confusión.

"¿Eh, talentos?" preguntó el pelicastaño, incomodándose un poco después por la risa que emitió Octavio con la pregunta de este.

"Al igual que usted a oído de mí, yo también me he enterado de que usted fue un DJ en sus tiempos, así que... Quisiera que pudiera quedarse, y darles un pequeño concierto a mis súbditos como despedida" ante esa declaración, el humano no pudo hacer más que abrir sus ojos con sorpresa, y él no era el único, ya que Otome también había abierto levemente su boca ante lo que el líder Octariano le estaba pidiendo.

"Ahhh... Me alaga, en serio... Pero tendré que declinar esta vez, no solo porque quiero regresar, sino porque eso ya fue hace bastante tiempo, y... No quiero hacer ilusionar a su pueblo, y luego hacer el ridículo frente a él!" se negó Drake, al mismo tiempo que ponía sus dos manos en frente suyo, y formaba una sonrisa nerviosa en su rostro.

"Ohhh... Eso es muy desafortunado, supongo que solo tendré que cancelar el evento, aún cuando lo más seguro es que eso los deje decepcionados..." comentó Octavio, seguido de darse la vuelta junto a su trono para centrar su atención en los monitores detrás suyo.

"¿Que usted qué?" preguntó Drake, claramente tomado por sorpresa ante lo dicho por el enorme Octariano.

"Pues... No me esperaba que fuera a negarse, así que cuando me enteré de que ya había solucionado nuestro problema eléctrico, me tomé la libertad de anunciarles a mis súbditos que usted les daría un concierto de DJ como despedida... Aunque claro, ahora que lo pienso, debí esperar a saber que pensaría usted" reveló el coronado pulpo, dejando todavía más impactado al pelicastaño.

Y fue por eso mismo que Drake ahora entendió el porqué habían tantos Octarianos reunidos fuera de la mansión. Tragando saliva, el humano pudo sentir como el pulso se le aceleraba un poco, no por lo que Octavio había hecho sin su consentimiento, sino porque la idea de hacer un remix frente a una gigantesca multitud, no era algo que a cualquiera le atrajera de primera mano, cuando el público más grande que había tenido antes de momento había sido de 50 a 100 personas como mucho. Pero al momento de intentar volver a negarse, el gran pulpo lo interrumpió en ese preciso momento.

"Pero tampoco es un problema si se niega, tiene toda la libertad de hacerlo. Solo que me dará algo de lástima decepcionar a mi gente de esa forma, y más cuando unos trabajadores voluntarios se están esforzando tanto para hacer el escenario... De lo que si me pregunta, creo que ESO es peor que solo tocar la nota equivocada. Pero bueno, como dije; está en su derecho, así que sea cual sea su decisión, la respetaré" terminó con su monólogo el emperador, aún estando de espaldas al par de amigos mientras que Drake en ese momento no podía estar mas indeciso, mismo por lo que una sombra estaba cubriendo sus ojos en ese momento.

Por otro lado, Otome trataba de contener el impulso de gritarle al gobernante que detuviera su intento de persuadir al pelicastaño, al mismo tiempo que pudo entender a lo que Octavio se refería con el par de 'ideas', todo para hacer que Drake permaneciera en Octomburg.

Y si no fuera por su fuerza de voluntad, era muy probable que en ese mismo momento haya hecho una estupidez. Pero no se negaría que estaba apretando los dientes bajo sus labios, y ahora el puño de su otra mano libre estaba temblando por la fuerza que estaba aplicando en él.

"¿Está seguro que después de eso ya podré irme de una vez...?" preguntó el ex-comando, esta vez usando un tono que rozaba la desconfianza.

"Como dije; será su despedida, y una muy buena forma de decirnos 'adiós' por el momento" respondió el gran Octariano, girando su cabeza levemente, enfatizando mejor que le estaba prestando atención.

Drake por su parte permaneció unos minutos meditando la propuesta del coronado pulpo, sin mencionar que tanto Octavio como Otome permanecieron en completo silencio, esperando atentamente la respuesta del Antiguo.

"... De acuerdo, lo haré... Pero después de eso, mañana mismo me voy!... Y si usted o alguien más intenta 'convencerme' de quedarme de nuevo, me escaparé, sospechando que querían retenerme aquí por algún motivo..." finalmente respondió el joven humano, ganándose una mirada sorprendida por parte de la teniente, a lo que esta luego fue bajándola lentamente, sintiéndose algo mal por pensar que probablemente se refería a ella también.

Ante eso, Octavio nuevamente se giro para encarar al pelicastaño, solo para abrir un poco más sus ojos en impresión, al percatarse de la nueva mirada fría del contrario, la cual sorprendentemente le hizo sentir un momentáneo escalofrío al cefalópodo.

"Le... Aseguro que al momento de irse, lo hará con una sonrisa en el rostro..." contestó el emperador, solo para que sin decir mas nada, ver a Drake girarse y disponerse a salir de la habitación.

Otome percatándose de eso, dio una rápida reverencia al gobernante, antes de salir apresuradamente detrás del humano.

Una vez los dos fuera, las puertas de la gran habitación se cerraron, dejando a Octavio una vez mas solo, pero no tomó mucho tiempo para que este comenzara a dejar salir un gruñido que poco a poco fue haciéndose mas audible, demostrando el enojo del coronado pulpo.

"¡Insolente humano... Si no me fueras útil ahora, ya te abría enviado junto a los demás de tu raza!" gruñó un iracundo Octavio, con una visible vena en su frente.

-

"¡Drake... Drake, espera!" exclamó Otome desde atrás del ya nombrado, al mismo tiempo este caminaba a un ritmo algo apresurado, sin mencionar que abrió las puertas de la mansión con brusquedad, preocupando todavía más a la chica pulpo.

Obviamente al momento en que los ciudadanos se percataron de que estaba por salir, estos no tardaron en volver a amontonarse contra las rejas del patio, exclamando por el dichoso pelicastaño.

Mientras que con una sombra cubriendo sus ojos, Drake no esperó a que los guardias abrieran el portón, ya que con un simple jalón abrió de par en par el susodicho portan.

"¡Señor Antiguo, señor Antiguo. Mi pareja y yo queríamos preguntarle si podría darnos su-...!" intentó pedir un Octoling junto a otra femenina mientras se colocaban en frente de él, solo para recibir una penetrante mirada desde arriba por parte del humano, provocando así que los dos se apartaran del camino con evidente miedo.

Y ellos no eran los únicos, ya que todos al presenciar eso, ninguno se atrevió a ponerse en frente para pedirle algo, terminando con solo verlo pasar de largo a la multitud con una avergonzada Otome siguiéndolo de cerca.

"¡Drake, por favor, puedes... Detenerte un momento?!" volvió a exclamar la teniente cuando se alejaron lo suficiente del confundido numero de Octarianos.

Y no fue hasta que el pelicastaño llegó a un callejón cuando finalmente se detuvo para fortuna de la chica pulpo, viendo luego como Drake se retiraba el parche traductor de su frente, lo que dejó un poco sorprendida a la Octoling.

No obstante, lo que de verdad asustó un poco y la dejó muda por un momento, fue como el ex-comando caminaba un par de veces de izquierda a derecha, terminando con agachar la parte superior de su cuerpo gritando algo en su dialecto, que obviamente Otome no pudo entender, pero a juzgar por el tono molesto que su amigo humano usó, tal vez no era algo que le interesara saber.

"¡¡MIERDA!!" gritó Drake, volviendo a caminar de un lado a otro mientras se pasaba con frustración una mano por el rostro, sintiendo el leve sudor que se había generado en este por el tema anterior con Octavio.

Terminando con extremidad en su boca, el joven soldado escuchó a Otome volver a llamarlo, usando un tono demasiado sumiso, incluso para ella. Eso solo hizo que el susodicho pelicastaño se volteara a verla bruscamente, causando que la chica pulpo diera un pequeño salto al encontrarse con las dagas que ahora mismo Drake tenía por ojos.

Olvidándose de lo que le estaba por decir, la Octoling de tentáculos rojos solamente apartó la vista, frotándose uno de sus brazos como si de una niña se tratara. Drake por su parte, tan pronto se percató de eso, su semblante fue aliviándose poco a poco, terminando por colocar una mano en su cintura y cubrirse los ojos con la otra, dejando salir un suspiro mientras se reprimía por dentro el estarse comportando como un idiota.

"Señor, sus niveles de estrés están elevándose demasiado. Le sugiero que respire y trate de calmarse" aconsejó Bruce a la vez que se materializaba frente a su dueño, esta vez hablando también en el mismo idioma que el humano.

"Sí... Ya sé, Bruce..." contestó Drake en la misma posición, que al momento en que consiguió tranquilizarse lo suficiente, volvió a ponerse el parche en la frente, y caminar hasta estar al lado de la chica pulpo.

Todavía sin atreverse a verlo, Otome escuchó como el humano avanzaba hasta ella y se situaba en su lado izquierdo, solo para dar un pequeño respingo cuando sintió la mano del pelicastaño ponerse sobre su cabeza, comenzando a acariciar sus tentáculos.

"Perdón si me alteré demasiado... Es solo que-..." trató de disculparse el pelicataño, pero este se vio interrumpido por la misma teniente de tentáculos rojos.

"No, está bien... Yo también creo que Octavio no debió hacer eso a tus espaldas, y forzarte de esa forma..." anegó Otome con su cabeza baja, aunque poco a poco dejándose llevar por la caricia del humano.

"Bueno... Lo hecho, hecho está. Por ahora de lo que deberíamos preocuparnos, es saber donde hay alguien que pueda prestarme una mesa de DJ, o una rocola para poder practicar" respondió Drake con una sonrisa de lado, haciendo que la teniente levantara la vista hacia él.

"¿E-entonces, de verdad vas a hacerlo?" preguntó la Octoling, confundida y sorprendida por la decisión del contrario.

"Bueno, no voy a decir que estoy deseoso por que ya llegue el evento... Pero tampoco voy a negar que siento algo de curiosidad por saber cuantos van a asistir... Y creo que en parte a ti también te atrae la idea de verme como DJ" volvió a contestar el humano, sin quitar su mano de la cabeza de Otome.

"Tampoco estoy tan ansiosa por eso... Solo un poco..." trató de defenderse la teniente, pero únicamente generando una pequeña risa por parte de Drake ante el comentario.


[OctoValley]

[Base secreta de Cuttlefish]

[Mismo lapso de tiempo]

Un nervioso capitán Inkling caminaba de un lado a otro, mientras que no para de murmurar la frase: 'esto es malo', constantemente, sin mencionar que estaba completamente solo en dicha base de su comando.

Con Callie y Marie teniendo que retirarse al estudio de su trabajo, siendo en ese momento llamadas por su jefe para reportar ellas también la noticia de la supuesta desaparición del gran Zapfish.

Y los agentes que todavía no estaban del todo recuperados tras su última misión, cosa que el veterano se vio obligado a llamar al que mejor condición tenía por ahora.

Y como si esa fuera su entrada para aparecer, un silbido se pudo escuchar de la tetera que daba a la base, seguido de un chapoteo, indicios de que alguien había llegado.

Girándose para encarar al que cumpliría la tarea, el anciano Inkling se llevó una sorpresa cuando vislumbró a tres de los cuatro agentes, cuando tenía pensado en que solamente sería Nary la que realisara la misión.

"¡Agente 5, Agente 6, no me esperaba que fueran a venir con la Agente 3!" admitió Cuttlefish, a lo que los tres jovenes Inklings se acercaron a su superior.

"Con respecto a eso... Fui yo la que avisó a los demás que me asignaría otra misión, y bueno... Terminaron por venir ellos también" respondió Nary, a la vez que se rascaba detrás de la cabeza.

"Bueno... Supongo que mientras más sean, mejor. Por cierto, como está el Agente 4?" preguntó el líder del comando, mirando a cada uno de los novatos.

"Bien, pero no lo suficiente como para acompañarnos" contestó Shara, siendo esta la más preocupada por el chico calamar de tentáculos azules.

"Y no lo culpo, después de la golpisa que le dio ese Octoling, hasta yo me quedaría medio muerto" comentó Nayls con una mano en su mentón de forma pensativa, solo para recibir un codazo en el costado por parte de su hermana mayor.

"De acuerdo. Como mis nietas ahora no están disponibles para encargarles a ellas esta misión, tendrán que ser ustedes quienes la lleven a cabo!" ordenó Cuttlefish dando un leve golpe con su bastón en el suelo.

"Yo solo espero que no sea tan peligrosa como la anterior" comentó nuevamente Nayls, pero esta vez teniendo a Nary y Shara algo de acuerdo con él.

"No puedo asegurarles que no correrán riesgos, agentes. Pero deben saber que si esta misión fracasa, es muy probable que toda Inkopolis corra peligro después" dijo el veterano, preocupando un poco más al trió frente a él.

"¿Y que es lo que tendremos que hacer para que esta misión sea tan importante?" preguntó ahora Nary, acercándose un poco más al capitán.

"A eso mismo voy, Agente 3. Pues como ya les había dicho hace un buen rato, me había ido a preguntarle a mis fuentes sobre la actividad de Octavio y sus lacayos, poco tiempo después me respondieron al fin, solo para decirme que era muy probable que todos los Zapfish robados eran para una nueva clase de arma diseñada por Octavio, según lo que ellos escucharon hablar a sus soldados" comenzó a relatar Cuttlefish, cerrando sus ojos para recordar bien los hecho.

"¿Una nueva clase de arma?" pregunto ahora Shara, levantando una ceja ante lo ya dicho.

"Así es, Agente 5, incluso alguno de sus... Exploradores, afirmaron ver a algunos Octarianos plantar una especie de postes raros, seguido de colocar un Zapfish en el centro de ellos. He de suponer que tratan de usar el poder de ellos para abastecer esa arma" continuó el anciano Inkling, acariciando su barba de manera pensativa.

"Por cierto, capitán, quienes son sus fuentes?, ya me dio algo de curiosidad por ellos" preguntó ahora Nayls, misma pregunta que también interesó a las otras dos chicas calamar.

"Lo siento mucho, Agente 6, pero eso es algo que ni siquiera a ustedes les puedo decir... Por ahora. Pero de eso no es por lo que los llamé. Sea cuales sean los planes de Octavio, no tenemos que perder el tiempo, así que agentes, en marcha!" ordenó Cuttlefish, a lo que los tres amigos le dieron un saludo militar, antes de dirigirse a recoger sus armas y equipo.

"Por cierto, capitán, adonde dijo que tendríamos que ir?" preguntó Nary, tomando su Splattershot de Elite, y colocándose su chaleco del comando.

"Oh, se dirigirán hacia Octocannon, es ahí donde se anunciaron los primeros Zapfish robados!" contestó el anciano Inkling, acercándose lentamente hacia la enorme tetera por la que se entraba y salía de la base.

"¡¿Octocannon?!" preguntó Shara con incredulidad.

"¿Q-que no es eso un poco lejos?" continuó Nayls la frase de su hermana, claramente tan nervioso como ella también por la distancia a la que tendría que ir.

"Ahh, no se preocupen por eso" en eso después de responder, el líder del comando se movió hasta estar detrás de la tetera, seguido de girar una perilla con los nombres de diferentes regiones.

Tan pronto Cuttlefish puso la flecha en el nombre de la ubicación establecida, un pequeño temblor se produjo por casi toda la base, sacudiendo incluso hasta a los mismos agentes, pero curiosamente el capitán no parecía sentirse muy afectado por la misma sacudida, como si este ya estuviera acostumbrado a eso. Y una vez el mini-terremoto terminó, Cuttlefish se movió hasta estar a un lado de la enorme tetera, dando un pequeño golpe con su bastón en el suelo.

"¡Muy bien, siguiente parada; Octocannon!" exclamó el veterano, notando como los tres jóvenes todavía se tambaleaban un poco.

"¡¿Capitán, que rayos fue eso?!" exclamó Nayls, aún alterado por lo acontecido recientemente, además de todavía aferrarse a su voluminosa arma, siendo eso por lo que el mayor respondió primero con una divertida risa.

"Lo bueno de tener nuevos reclutas, es la expresión de estos cuando presencian algo nuevo" contestó Cuttlefish, generando solo que los tres agentes intercambiaran miradas confusas.

"Terminen de prepararse, ya lo verán por ustedes mismos!" continuó el veterano, solo que todavía sin entender nada, los tres novatos volvieran a ajustarse su equipo.

Esa acción no les tomó mucho, por lo que con su uniformes listos, sus armas preparadas, y sus tanques de tinta llenos, el trío de SquidFire se pusieron en fila frente a su líder, viendo como este hacía lo mismo frente a ellos.

"¡De acuerdo agentes, una vez más el deber los llama, y ustedes contestaron, por lo que ahora recae en sus manos la tarea de hacer a los villanos retroceder!" comenzó con su discurso motivacional el anciano Inkling, aunque por parte de las dos únicas chicas, estas no pudieron hacer otra cosa que poner un verdadero rostro de; 'Really...?', mientras el discurso seguía en curso.

Y obviamente era Nayls el único que se estaba dejando llevar por las palabras de aliento, llegando a formar una cómica cara determinada.

"Ehhhh... Capitán... No era que debíamos apresurarnos?" cuestionó la Inkling de tentáculos violetas, haciendo que el ya mencionado veterano se detuviera abruptamente.

"¡Nunca es tarde para un discurso motivacional!" discutió Cuttlefish, apartando su mirada de manera indignada.

"Sí, pero... Poco tiempo, los Octarianos, su arma" insistió ahora Nary, entrecerrando los ojos sin mucho interés por el dichoso discurso.

"Ahhh... Estos niños... Está bien, vallan, detengan los planes de Octavio, y denles a esos Octarianos una cucharada de su propia medicina!" exclamó su orden Cuttlefish, antes de señalar con su bastón a la gran tetera.

Estos sin discutir a la orden de su superior, los tres Inklings procedieron a tomar su forma de calamar y saltar dentro de la rendija, siendo Nary la primera, luego Shara, y por último Nayls, mientras que la tetera dejaba salir un silbido y un vapor correspondiente al color de tinta de cada uno, antes de terminar con un pequeño salto cuando enviaba a los agentes directo a la ubicación.

Lo que ninguno de los tres se esperaba en ese momento, fue que en vez del mismo túnel que daba de Inkopolis a la base y viceversa, hubiera un largo túnel parecido más a una manguera, la cual ahora mismo los transportaba a una velocidad vertiginosa, sorprendiendo en mayor medida al trío de novatos por los secretos del SquidBeack Splatoon.

Lo que habrían sido varias horas de viaje a pie, solamente tomaron unos cinco minutos cuando por fin llegaron al punto de partida, siendo obviamente Nary la primera en llegar, misma que de un salto salió de la tetera, dando un pequeño tambaleo fuera de ella conforme volvíaa su firma humanoide, seguido de terminar quitándose el mareo del viaje.

Lo que vieron sus ojos a continuación, la hicieron abrirlos a más no poder, sin mencionar que su mandíbula ahora colgaba en evidente estupefacción. Justo en frente de ella estaba la imagen de lo que por un momento ella pensó que eran islas flotantes, y eso fue lo que le hizo recordar lo grande que podía ser este mundo fuera de Inkopolis.

Incluso cuando el sonido de chapoteo que hicieron Nayls y Shara anunció su llegada, la Inkling naranja no apartó su vista del frente, solo cuando finalmente el único varón del grupo habló, fue cuando Nary salió de su estupor, dándose la vuelta para verlos.

"Wow... Ese sí que fue un viaje movido..." comentó el chico calamar con una mano en su cabeza y sus ojos dando vueltas.

Shara por otro lado, estaba al borde de la plataforma, haciendo todo lo posible por no devolver el ramen que había comido hace poco.

Pero al momento en que los dos hermanos se recompusieron de su 'sacudida', ambos se pararon a ambos lados de Nary, teniendo las mismas reacciones que la Inkling antes mencionado al ver su entorno.

"Capitán, está viendo esto?" preguntó la chica calamar de tentáculos naranjas, hablando por el comunicador de sus auriculares.

"Así es, Agente 3. Procuren proceder con cuidado, también me han notificado que se han visto Octarianos custodiando lo que aprisiona a los Zapfish!" respondió el veterano desde el otro lado.

Cortando luego la comunicación, Nary y Shara compartieron un asentimiento de cabeza antes de avanzar hacia el frente, comenzando la misión de una buena vez. Aunque por parte de Nayls, el mismo todavía seguía embobado con la vista, hasta se podía jurar que algo de saliva se le escapaba por la comisura de su boca.

"¡Nayls!" pero la estupefacción de este no duró más, ya que las dos chicas agentes lo llamaron desde más adelante.

"Ah, qué?... Oh, cierto, lo siento, lo siento!" respondió el Inkling de tez morena, levantando su gran arma, y corriendo para alcanzar a las dos féminas.


[Octomburg]

[Dos horas después]

Disgustado era la única palabra con la que se podía describir la expresión de Drake en ese momenro, la razón?. Pues resultaba que tras haber estado un buen rato yendo y viniendo de un lado a otro, preguntando por alguien que pudiera ayudar a Drake con su necesidad. Terminaron por ir a la casa de Otome y descansar un poco antes de seguir.

Pero gran sorpresa se llevaron cuando al entrar, vieron una mesa de DJ instalada en el living de la casa, cortesía de cierto 'pulpo', que curiosamente se le había 'olvidado' decirles acerca de eso, para el fastidio del pobre pelicastaño, y más aún cuando había una nota especificando eso.

Por otro lado, Drake estaba de brazos cruzados viendo el gran mezclador, inseguro de si tomar el gesto de Octavio después de lo que lo obligó. Mas al no tener de otra, terminó con dejar salir un suspiro de resignación, para luego pasarse frente a dicha mesa electrónica.

"¡Drake, quieres algo de beber?" en eso preguntó Otome desde la cocina, recordándole al joven soldado que estaba en la casa de esta.

"¡Ehh, claro... Cualquier cosa está bien!" respondió el humano, comenzando a revisar los componentes del dispositivo musical. Empezando desde los emblemáticos tocadiscos, hasta el teclado, los mezcladores de sinfonía y los agregadores de efectos.

"Lástima que no sea una más actual a mi época, pero me las puedo arreglar" comentó el pelicastaño, a lo que después encendió la mesa, y tocó un par de teclas del piano electrónico, produciendo una corta sinfonía de dos bocales.

No obstante, un movimiento por el rabillo del ojo hizo que Drake girara la vista hacia la izquierda, alcanzando ver a Otome asomándose por el borde de la cocina. La misma chica pulpo cuando se dio cuenta de que el humano la había visto, rápidamente dio un pequeño jadeo de sorpresa, antes de volver a meterse por completo en la cocina.

Dicha acción solo hizo que el ex-comando se riera por lo bajo, antes de volver a centrar su atención en los siguientes efectos, y saber que sonido producía.

La teniente por su parte, una vez más se asomó por el borde de la cocina, siendo esta vez solo lo suficiente para que uno de sus ojos pudiera ver.

"Mmmm... Creo que ya se me ocurrió algo. Bruce!" llamó Drake con una de sus mano en su mentón, a lo que al instante su asistente cibernético apareció al lado de este.

"¿Necesita ayuda con alguna melodía, señor?" preguntó el robot esférico, flotando hasta estar en frente del pelicastaño.

"Hazme un favor. Conectate a la mesa, y trata de configurar a 'predeterminado'" ordenó Drake mientras levantaba la vista, y apuntaba a dicho dispositivo musical.

"Enseguida, señor" contestó el robot, seguido de flotar hasta el centro de la mesa, y hacer lo más parecido a sentarse sobre ella, para que luego una serie de brillantes lineas azules salieran desde Bruce, a la mezcladora.

"Está hecho, señor. Desea que reproduzca algo en particular?" volvió a sugerir Bruce con su monótona voz, pero con un poco más de entusiasmo.

"Hace bastante tiempo que no hago esto, así que empezamos con algo sencillo por ahora. Reproduce: 'Flux Pavilion - I Can't Stop'" ordenó el humano con una sonrisa, ya preparando sus manos para recobrar el tiempo perdido.

Y tan pronto dio su exigencia, Bruce buscó el tema ya mencionado en su base de datos, reproduciéndolo a través de los parlantes de la mesa DJ, tan prono lo encontró.

Pronto, casi toda la casa fue llenada por una nueva melodía electrónica, de la cual Drake no tardó en hacer su parte, empezando a agregar efectos de sonido, y moldear la banda sonora de diferentes maneras, pero no tanto como para distorsionar demasiado la melodía original. Después de todo, lo que Drake se especializaba más, era en hacer remixes de temas ya creados, o recrearlos él mismo, pero eso no quería decir que no tuvieran un toque más diferente.

Para cuando el tena terminó, Drake dejó salir un suspiro de satisfacción mientras tenía una sonrisa en el rostro, nuevamente sintiendo nostalgia por su pasado como DJ novato. No obstante, se giró hacia la izquierda cuando pudo ver a alguien parado a su lado, y esa no era nadie menos que Otome, misma que estaba con la boca medianamente abierta, sin ocultar su asombro por lo que había escuchado, sin mencionar que traía dos vasos con lo que sería alguna clase de refresco en sus manos.

Esa reacción en la Octoling de tentáculos rojos, siempre le había parecido bastante divertida al pelicastaño, además de algo linda, y fue la risa que dejó salir Drake lo que devolvió a la contraria a la realidad.

"¿Te gustó lo que toqué?" preguntó el ex-comando cruzándose de brazos, sobresaltando un poco a la chica pulpo.

"¡Eh?, ahh... Sí, sí, no estuvo mal. Aunque no era que estabas algo 'oxidado'?" ahora preguntó Otome con una ceja levantada, entregándole uno de los vasos al contrario.

"Si, estoy oxidado, muy oxidado... Pero parece que no tanto como pensaba" respondió el joven humano, tomándose el contenido del vaso hasta la mitad de un solo sopetón.

"Pero bueno... Ahora que se que todavía puedo recuperar esa parte de mí, lo mejor sera seguir practicando y subiendo el nivel a medida que mejore!" propuso Drake colocando el vaso a un lado de la mesa donde no estorbe, y tronándose los dedos, solo para antes de ordenarle a Bruce que reproduciera otro tema, la teniente lo interrumpió.

"Oye, no te molesta si me quedo a escuchar un poco, verdad?" preguntó la Octariana, sentándose en el sillón que estaba en frente.

"Adelante, por mí no hay problema" respondió Drake, haciendo un efecto de sonido, provocando una ligera risa en la teniente.

"Okay, Bruce, subamos un poco el nivel. Reproduce: Skrillex - Cinema" ordenó el pelicastaño, a lo que sin quejas el robot esférico volvió a inundar la casa con otro Dubstep diferente, llegando esta vez a escucharse hasta fuera de la casa.


[Octocannon]

[Una hora antes]

(N/A: unconsejo, tratendeleerlasiguienteescenaconlamúsicaestablecida, oalgunaotramúsicaqueseajustealmomento)

Una emboscada, los tres agentes habían caído en una emboscada a medida que habían acortado distancias con el primero de los paneles, casi como si los esperaran, pero incluso con eso, el trío de Inklings consiguieron defenderse lo suficientemente bien como para vencer, eso y que solo eran Octarianos comunes quienes los tomaron por sorpresa. De todas formas, eso les recordó estar más alertas.

Nary miró a los restos del último Octariano reventado, antes de bajar su arma, y reuniese con sus otros dos amigos, quienes también hacían lo mismo después de haber despachado su parte de enemigos.

"De acuerdo, chicos, momento de pasar a la plataforma siguiente" dijo la chica calamar de tentáculos naranjas, moviéndose hasta el final de la enorme plataforma flotante.

"¿Alguien más que yo piensa que esto parece mas un laberinto de islas?" preguntó Nayls, viendo a las otras ya mencionadas plataformas.

"Mmm... Una pista de obstáculos diría yo" mencionó Nary con una mano en su mentón, pensando en las trampas que tuvieron que sortear para avanzar un poco.

"Oigan por cierto, alguien sabe como pasaremos a la siguiente zona?" preguntó Shara, recordando que estas eran como islas flotantes, y por ende solo algunas estaban conectadas.

"¡No se preocupen por eso, agentes. Al final de casa plataforma, hay un propulsor en el que podrán hacer un súper salto a la siguiente, tan sencillo como se oye!" habló Cuttlefish por el comunicador auricular de los tres, haciendo que estos mismos se miraran mutuamente.

No muy seguros de lo que su líder les informó, prosiguieron hasta el final de la enorme plataforma, solo para encontrarse efectivamente con el propulsor de tinta ya mencionado, pero curiosamente era de un color morado, motivo que obligó a los tres a cambiar el color de su tinta al mismo que el del propulsor.

"¡Yo voy primero, yo voy primero!" exclamó Nayls con entusiasmo, antes de cambiar a su forma de calamar, y saltar dentro del remolino de tinta.

Acto seguido, el único varón del grupo salió disparado cual cohete hacia el cielo, terminando por tomar su forma humanoide en pleno vuelo, y caer de pie en la plataforma mas cercana.

"¡Heeeey, les toca!" gritó el mismo desde el otro lado, a la vez que agitaba sus brazos por sobre su cabeza.

"Te veo del otro lado" comentó Shara a Nary, seguido que de la misma forma que su hermano menor, esta realizó el mismo gran salto, impacientando un poco a la última chica calamar por su turno.

Llegados hasta ese punto, la misma Inkling realizó también la misma acción, no pudiendo evitar exclamar un grito de emoción en pleno vuelo, antes de llegar con sus pies a la siguiente fase.

"¡Moviéndose, agentes, ya están más cerca del primer Zapfish!" alentó el capitán desde sus auriculares, mismo pornlo que con un asentimiento de cabeza, prosiguieron a continuar con el enfrentamiento.

-

No les tomó mucho llegar a su destino, pero eso no quiso decir que no les costara, teniendo que atravesar diversos obstáculos, y enfrentar a grupos otras grupos de Octarianos, aveces ambas cosas al mismo tiempo, pero una vez conseguido, llegaron a su primer objetivo.

Frente a ellos yacía el primer Zapfish aprisionado, viéndose este se sacudía cómicamente en un vano intento por liberarse.

"Que poste mas feo es ese" comentó Nayls con una ceja levantada, viendo de arriba a bajo el Panel Solar.

"Eso no importa, saquemos a ese pez de ahí!" ordenó Shara con su rodillo listo para salpicar al dispositivo. Los otros dos Inklings también hicieron lo mismo con sus armas, y de forma rápida, los tres comenzaron a rociar tinta sobre el panel y la burbuja, causando que esta fuera hinchándose mas y más mediante mas tinta entraba en contacto con ella, hasta que finalmente reventó, liberando al eléctrico pez amarillo.

Y justo antes de que este cayera al suelo, a tiempo fue atrapado por Nary, quien al instante comenzó a festejar, y saltar con el Zapfish en brazos.

"¡Lo tenemos, lo tenemos!" exclamó la Inkling naranja, uniéndosele Nayls y Shara, aunque esta última se mostraba mas madura a los otros dos.

"Capitán, tenemos al primer Zapfish. Misión cumplida!" avisó la mayor del grupo, y siendo al instante respondida por el veterano.

"¡Excelente, ahora regresen a la base. Hay que asegurar ese Zapfish antes de que prosigan con los otros" ordenó Cuttlefish, confundiendo un poco a los jóvenes agentes por lo dicho.

"¿Eh, h-hay otros?" preguntó esta vez Nayls con nerviosismo en su tono.

"¡Que ya se les olvidaron las noticias?, hay mas de diez Zapfish robados. Este es solo uno de ellos, sin mencionar que también tenemos que rescatar al Gran Zapfish!" contestó el anciano Inkling por el comunicador de los tres, causando que estos respondieran con un suspiro de exasperación, perdiendo así los ánimos tan rápido como vinieron.

"Ahora vuelvan a la base, tengo que investigar cual es el siguiente Zapfish más cercano!" volvió a ordenar el capitán, cosa que el trío de SquidFire obedeció de mala gana, comenzando a caminar encorvados y con sus brazos colgando. Nary por su parte, ni siquiera se molestó en cargar de manera cuidadosa al pez eléctrico, simplemente se lo puso bajo el brazo como si fuera una pelota.

"Por cierto capitán, por qué no nos dijo de ante mano que este lugar estaba compuesto de islas flotantes?" preguntó Nayls con molestia.

"No me habrían creído, y ahora que lo mencionas... Creo que Marie estaba interesada en establecer una segunda base del comando por esa zona. Dice que encontró una plataforma lo suficientemente grande para cumplir con la tarea" respondió el líder, haciendo asi5 que estos mismos compartieron miradas de curiosidad.

No obstante, a medida que el grupo de Inklings se alejaba, no se habían dado cuenta que todo el tiempo desde que llegaron al Zapfish, fueron filmados por un Octocoptero, el cual con una cámara sobre su cabeza, rápidamente se dio la vuelta e inmediatamente se dirigió hacia un lugar aparente.


[Octomburg]

[20:30 de la noche]

[15 minutos para el concierto]

Otome jamás imaginado la variedad de ritmos que un solo genero podría tener, incluso con efectos de sonido similares en algunos remix, la forma en que los Antiguos los implementaban, lo hacían sonar original.

Y más aún cuando Drake le daba su propio toque.

Pero también la sola imagen de ver al humano ya dejarse llevar por la música, y mostrar una sonrisa de pura nostalgia, la hacían sentir como si sus mejillas se calentaran, aunque también el asombroso ritmo del dubstep humano, daban algo de su parte.

Por otro lado, los dedos de Drake no dejaban de ir y venir en cada interruptor, en cada perilla, botón, tecla y en cada amplificador de volumen que añadieran un efecto adicional, incluso de vez en cuando llegando a usar los platos para hacer repeticiones en el momento exacto.

Y eso es que llegados a este punto, el pelicastaño solo dejaba que su viejo yo tomara algo de partido, solo para terminar el remix que estaba tocando con un distante eco.

Al momento en que se dio fin a la práctica del DJ novato, Otome se levantó del sillón para luego aplaudir fervientemente, y dar uno que otro chiflido. Drake por su parte, divertido por la broma de la Octoling, este decidió seguirle el juego, dando una reverencia antes de hacer su vieja pose de DJ cuando terminaba uno de sus 'conciertos'.

La cual consistía en poner su cuerpo casi de lado, seguido de crusar sus brazos y extender sus manos de tal forma que parecía que estuviera tocando discos, sin mencionar que uno de sus brazos bloqueaba su boca, dejando ver casi de perfil unos ojos que aparentaban ser amenazantes.

Luego de eso, Drake terminó por comenzar a reírse de sus propias estupideces, con Otome también uniéndose a él.

"¡Eso fue increíble, me atrevo a decir que Octavio se queda en vergüenza al lado tuyo!" exclamó la teniente con admiración, a lo que el ex-comando negó con la cabeza, sonriendo y cerrando los ojos al mismo tiempo.

"Exageras, todos los temas que escuchaste no los hice yo, solo hice una pequeña versión mía de todos ellos" se defendió Drake ante la adulación de su amiga se tentáculos rojos.

"Aún así eso fue genial. Yo ya había escuchado alguno de los remix de Octavio, pero nada igual a lo que tocaste tú!" insistió la chica pulpo, motivo por el que Drake se dedicó a rascarse detrás de la cabeza, sintiendo algo de pena por las palabras de la contraria.

"En ese caso, me alegro que te gustara. Por cierto, sabes que hora es?" preguntó el pelicastaño, tratando de ver por la ventana, pero al instante recordando que estaba bajo tierra.

"Son exactamente las 20:38 señor. Sugiero que se prepare para el evento que lo espera" respondió en este caso Bruce, separándose de la mesa electrónica, y flotando en frente de su dueño.

"Ya es tan tarde?, Dios, no me percaté del lapso. A ver, lista de canciones, efectos, tiempo de llegada, BAÑO!" exclamó el humano la última palabra, seguido de olfatearse debajo del brazo, cosa que rápidamente apartó su cabeza, percatándose de que su aroma no era exactamente a rosas.

"Ehhh... Otome, si no es mucho pedir, me dejarías usar tu baño?" luego preguntó el ahora alterado pelicastaño, juntando sus manos en un leve gesto de súplica.

"¡Sí...!" fue la única respuesta de la ya mencionada Octariana, susurrando fuertemente y abriendo sus ojos, pero luego dándose cuenta de la forma en que había sonado su respuesta.

"¡Ehhh, digo... Claro, nada más no gastes demasiada agua!" corrigió Otome, ruborizándose de forma notoria por la anterior respuesta, la cual ahora que lo pensaba, sonaba como si ella quisiera que el humano se duchara en su baño.

Mas dicha reacción no fue percibida por Drake, ya que al instante en que la chica pulpo le dio su permiso, el joven comando salió corriendo hasta las escaleras de la casa, subiendo por estas y escuchándose un leve portazo al final.

Ante eso, Otome dio un pequeño suspiro mientras cerraba sus ojos. Acto seguido la Octariana recogió su vaso, y el del humano, mismo que este había dejado sobre la mesa electrónica, para luego llevar ambos a la cocina.

Pero al momento en que estuvo por empezar a lavarlos, pudo escuchar que alguien tocaba a su puerta, por lo que dejando su tarea para después, Otome se movió de la cocina a la puerta de en frente, pero no esperó que quién fuera el que tocaba, sea nada mas y nada menos que su hermana menor, pero con la diferencia de que dicha Octoling venía acompañada por otro Octoling varón, solo que este estaba vestido con un conjunto más formal, aunque lo más curioso era que detrás de ellos dos, había un numero considerable de Octarianos, pero esto último era entendible, considerando todas las músicas a todo volumen que Drake tocó en su práctica.

"Jeje, hola, ya estoy en casa..." saludó la Octariana de tentáculos morados, rascándose detrás de la cabeza.

"Bienvenida, y... Quien es el?" respondió Otome a su hermana, pero girando su atención al segundo en la siguiente frase.

"Bueno... Nos cruzamos de camino a casa, y me dijo que si podía guiarlo a nuestra casa, que tiene algo importante que decirle a Drake" contestó Irian, a lo que al instante el nuevo individuo se adelantó a la susodicha chica pulpo.

"Mucho gusto, supongo que usted debe ser la Teniente Otome, no es así?" preguntó ahora el Octoling, parándose en frente de Irian, a lo que esta lo miró con una expresión molesta.

"Así es, y usted es...?" respondió la oficial de tentáculos rojos, dejando luego su pregunta a medio terminar, por si el contrario la completaba.

"Soy el director de música, Nox Kuro, y prácticamente el que dirige la mano de obra para el concierto del... Señor Antiguo. Está el disponible para hablar?" pregunto el supuesto empresario, intentando mirar dentro de la casa, por si el dichoso humano estaba a la vista.

"Ehhh... Ahora mismo está arriba... Preparándose, pero si quiere puedo avisarle por usted" propuso la teniente, bloqueando la vista del individuo con uno de sus brazos mientras se apoyaba en el marco de la puerta, sintiendo algo de molestia por la leve desconsideración de este Nox.

"Perfecto, digale que todo ya está listo, y que se lo espera en la avenida 'Merluza 77', aunque creo que va a ser fácil de distinguir el lugar, con todos los ciudadanos se están llegando" aceptó el bien vestido Octariano, terminando así con darse la vuelta y retirarse con una mano levemente levantada.

Las dos hermanas solo se dedicaron a verlo irse con miradas de desagrado, antes de que las dos volvieran a entrar.

"Oye, hablando del señor Drake, donde esta él?" ahora preguntó Irian, buscando con la vista un indicio de su presencia.

"Ahora mismo está arriba dándose un baño" respondió Otome, apuntando detrás de ella con el pulgar.

"Oh, en ese caso, iré a decirle que-...!" trató de proponer Irian en un intento por dirigirse a la escaleras. Pero justo cuando pasó de largo a Otome, una firme mano se posó sobre su hombro, deteniéndola de forma abrupta.

"En ese caso tu te sentaras en ese sillón, mientras YO voy y le aviso..." ordenó la mayor de las dos, apretando los dientes y formando una sonrisa forzada.

"Hai..." fue la única respuesta de la sargento, manteniendo su sonrisa, pero sintiendo la sombría mirada de su hermana mayor sobre ella. Eso y que tenía el presentimiento de que si daba un paso más, los dedos de la mano en su hombro se clavarían sobre este.

Ahora, cambiando lugares, Irian se sentó de mala gana en el sofá con sus brazos cruzados y un puchero de enojo, mientras escuchaba a Otome comenzar a subir las escaleras.

"Tú solo te lo quieres para ti misma...!" comentó la Octoling de tentáculos morados en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para ser oída.

"¡Te escuché!" advirtió la teniente desde las escaleras, deteniéndose por un momento.

"¡¡No me importa, MMMMH!! exclamó Irian dándose la vuelta en el sillón, seguido de sacarle una magenta lengua a su hermana de manera infantil.

Por la actitud de su familiar, la teniente no hizo mas que negar con la cabeza y dar un suspiro, reanudando con la ascensión al piso de arriba.

No le tomó nada el llegar al piso superior y ponerse detrás de la puerta del baño, a lo que poniendo una mano en su cadera, Otome le dio un par de toques al portal antes de hablar.

"¡Drake, date prisa, vino alguien y dijo que ya está todo listo!" avisó la chica pulpo, pero del baño no vino otra respuesta más que el sonido del agua cayendo, y la voz del humano.

"¡¿Drake, me oyes?!" volvió a exclamar Otome, pero de la misma forma que la anterior, no obtuvo ninguna clase de respuesta.

"Se le va a hacer tarde..." comentó ahora la misma Octariana, pensando en algo para avisarle que debía apresurarse, al mismo tiempo que lo hacía, una idea le llevo a la mente, misma que también provocó que esta tragara saliva, y sus mejillas se tornaran rojas.

Sin embargo, a estas alturas no se le ocurría nada, por lo que armándose de valor, acercó su temblorosa mano al pomo de la puerta, y lentamente fue girándolo mientras sus corazones empezaban a acelerarse cuando la puerta se abrió.

"C-con permisoooo~..." anunció Otome de manera mansa, seguido de meter su cabeza primero, implorando por dentro que el pelicastaño todavía estuviera detrás de la cortina. Afortunadamente para ella si era el caso esta vez, pero el solo ver la figura del humano detrás de esta fue suficiente como para cortarle las palabras, sin mencionar que este estaba tarareando uno de los remix que había tocado anteriormente.

Abriendo su boca para tratar de decir algo, la sola imagen de Drake detrás de las cortinas era suficiente para impedirle pronunciar más que solo titubeos. Y como si eso no fuera suficiente, Otome escuchó como Drake cerraba la corriente del agua, seguido de mover una de sus manos al borde de la cortina, abriéndola de golpe.

Por suerte, la chica pulpo alcanzó a sacar su cabeza y cerrar la puerta de paso, apoyándose de espaldas a esta mientras jadeaba con sus ojos bien abiertos, por la impresión de casi ser descubierta.

Con un duro trago de saliva, la teniente empezó a caminar lejos de la puerta a base de punta de pie, solo para que luego escuchara como dicha puerta detrás suyo se abría de repente.

Sabiendo de quien se trataba, aún así la Octariana se giró lentamente con su vista debajo, viendo de primeras los pies de Drake, y a partir de ahí ir subiendo con su cabeza, hasta las piernas de este, luego a la cintura, cuya parte estaba envuelta únicamente por una toalla, y terminar con sus ojos sobre el torso del humano, el mismo que todavía estaba algo mojado.

Otome no entendió por qué, pero el ver a Drake de esa forma, no pudo evitar sentir su propio cuerpo aumentar de temperatura, sin mencionar que al ver un poco mas arriba, contempló el rostro del pelicastaño, notando como del cabello aún mojado de este, caían gotas que resbalaban del cuello hasta el torso, sin mencionar que el vapor que salía del baño alrededor del pelicastaño, no la ayudaban con su estado.

Por otro lado, Drake no se percató de la Octoling frente a él, ya que estaba centrado en secar la parte trasera de su cabello con una toalla para la labor, al mismo tiempo que mantenía sus ojos cerrados. No obstante, un balbuceo fue lo que le permitió detenerse, y mirar al frente, antes de encontrar a una Otome sonrojada hasta las orejas, una sonrisa boba, y unos espirales que ahora habían tomado el lugar de sus ojos. Incluso Drake pudo jurar que algo de vapor salía de su cabeza.

Luego de eso, el humano presenció como la Octariana se tambaleaba un poco hacia atrás, antes de terminar desplomándose de espaldas, conservando la misma expresión en su rostro.

Pero antes de que el ex-comando pudiera decir nada, de las escaleras se escucharon como unos pasos iban subiendo, resultando ser Irian, como si la cosa no fuera lo suficientemente incómoda.

"¡Otome, te estas tardando demasiado, no me digas realmente tú-...!" estuvo por decir la recién llegada, pero al ver a su hermana tirada, y a un Drake parado en la puerta con solo una toalla cubriendo sus joyas familiares, el rostro de la chica pulpo se tornó de un intenso rosa, solo para luego de quien sabe donde, sacar lentamente su Octophone, y tomarle una foto al pelicastaño.

"¡¡NO TOMES FOTOOOOS!!" en eso se escuchó a un alterado humano gritar en su idioma, a tal punto que hasta se escuchó por fuera de la casa, llamando la atenciónde algunos transeúntes.

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Tras unos minutos de haber aclarado todo, y salir de una buena vez, una constante carcajada por parte de Irian se podía escuchar para la vergüenza de Otome y Drake, los cuales estaban a ambos lados de la sargento, no atreviéndose a hacer contacto visual con el otro.

"E-encerio tú... Solo tenías que... Tocarle la puerta más fuerte y... Eso fue lo primero que se te ocurrió?!" preguntó Irian a Otome, tratando de hablar claramente incluso entre sus constantes risas.

"Al menos es mucho menos de lo que habrías hecho tú..." contestó la teniente en un murmuro enojado, a la vez que se cruzaba de brazos y sus mejillas ardían.

"¡Y tú... Por que saliste a medio terminar?!" ahora dirigió su pregunta al humano, todavía tratando de contener su histérica risa.

"Yo... No quería estar en el baño mas de la cuenta..." respondió Drake con evidente pena, también teniendo su rostro algo teñido de rojo.

Pero para Irian, tras oír el motivo, una vez más fue golpeada por un ataque de risa, ya empezando a molestar a los dos individuos por su constante burla.

"¡De acuerdo, Irian, ya te reíste, así que basta!" ordenó Otome, evidentemente harta de la situación, a lo que su hermana menor contestó con cubrirse la coba con ambas manos, en un intento por silenciar su carcajada, pero aún así dando uno que otro espasmo y riendo por lo bajo.

"Gracias..." fue la respuesta del pelicastaño, rascándose detrás de la cabeza, y manteniendo su mirada apartada.

"Eh?, a-ahhh, sí... No hay problema" respondió la teniente, volteando por un momento su mirada hacia el único varón, y luego desviarala al instante.

No obstante, después de doblar una esquina por la que supuestamente se iba al convenio, a la distancia ya pudieron ver el lugar en el que el dichoso humano daría su 'despedida', en la cual hasta de donde estaban, se notaba que muchos Octarianos iban a presenciarlo, eso y que el lugar tampoco era algo que se dijera 'pequeño'. Ante eso, el DJ novato no pudo evitar tragar saliva, seguido de dar un largo suspiro para intentar calmarse.

"¡No te preocupes, lo harás muy bien!" alentó Irian con una sonrisa, al mismo tiempo que le daba a Drake unas palmadas en la espalda, algo que Drake agradeció, pero aún así no pudo evitar formar una sonrisa forzada.

Reanudando luego sus pasos hacia el establecimiento, varios Octolings que pasaban cerca de ellos no tardaron en reconocer al humano, por lo que al instante estos mismos tampoco dudaron en comenzar a alentar y vitorearlo también. Incluso hubieron algunos que intentaron sumarse al par de chicas que ya lo acompañaban.

Hasta que al momento en que estuvieron por pasar las grandes puertas, alguien pareció llamarlos desde otro lado del gran edificio, siendo en esta ocasión el mismo Nox, algo que no agradó en cierta medida a ambas hermanas, pero confundiendo un poco al ex-comando. No obstante rápidamente este también formó una expresión de desdén cuando vio que el mismo Emperador Octavio también estaba con él Octoling.

"Ohhh, así que este es el Antiguo que dejará su tercer marca en Octomburg. Por fin tengo el honor de conocerlo en persona!" comentó el empresario, adelantándose y entrechando su mano hacia Drake, el cual dudó por un segundo antes de entrechar la suya con la del Octariano en uniforme.

"Ehhh... El gusto es mío, y... A quien tengo la oportunidad de conocer?" preguntó Drake, a lo que antes de que el contrario respondiera, fue Octavio quien respondió la duda del pelicastaño.

"Recuerda lo que le dije sobre los voluntarios que se prestaron para este momento?, pues él es uno de ellos. Nox Kuro, un director de música muy reconocido en la ciudad, y el que dirigió los arreglos para este evento" dijo el coronado pulpo, algo por lo que el ya mencionado Octoling se acomodó la ropa con orgullo por su título.

"Aunque no muy aducado que se diga..." en eso comentó Irian en voz baja y cruzándose de brazos con la vista apartada, ganándose un codazo por parte de su hermana, pero esta tenía sus mejillas infladas por la repentina risa que tuvo que contener.

Drake también pudo oirlo, así que solo sonrió de lado por el mismo motivo, seguido de volver a centrar su atención en los dos frente a él.

"En ese caso, le agradezco que se tomara la molestia de arreglar mi... Despedida" dijo el humano, ya soltando de una vez la mano del empresario.

"Ahhh, no es nada, es lo menos que podía hacer" anegó el Octariano, cerrando sus ojos y sonriendo de manera altanera.

"Y usted... Me sorprende verlo aquí, su alteza..." ahora fue hacia Octavio quien dirigió su comentario el ex-comando, metiendo ambas manos en sus bolsillos, y levantando una ceja.

"Le recuerdo que yo también soy un DJ, señor Drake. Y no todos los días se tiene la oportunidad de ver el talento de un humano con la música" contrarrestó el enorme Octariano, acomodándose mejor en el curioso trono flotante en el que estaba 'sentado'.

"Bueno, pues entonces démonos prisa, no quiero hacer esperar a la audiencia más de la cuenta" propuso el pelicastaño, cruzándose de brazos y girando su vista al par de hermanas con una sonrisa.

"¡Oh, cierto, casi lo olvido. Venga por aquí, señor Drake, desde aquí llegará a su escenario!" casi exclamó Nox, prosiguiendo a empujar levemente a Drake para que empezara a caminar.

"E-esta bien, pero es que..." tarto de discutir el joven DJ, mientras volvía a girar su atención sobre Otome e Irian, las cuales no lo seguían esta vez, solo lo veía alejarse con una sonrisa.

"¡Da lo mejooor!" exclamó Irian con sus manos alrededor de su boca para oírse mas fuerte, a la vez que Otome solamente se dedicó a saludarlo con la mano, formando con ello una divertida sonrisa en el lindo rostro de esta.

Con un suspiro Drake dejó de luchar contra el empuje del empresario, optando por empezar a caminar por cuenta propia, y seguir al individuo. Pero al pasar por una de las puertas del enorme establecimiento, se pudo ver como los trabajadores les cobraban la entrada a todo Octoling u Octariano que se presentara a verlo, algo que no agradó en cierto nivel al humano, pero aún así decidió no discutirle eso a Nox por esta vez.

Del otro lado, las dos hermanas se quedaron viendo como su amigo humano se alejaba, solo para luego girar su atención en el emperador, y al instante ponerse firmes cuando se percataron de que las estaba viendo fijamente.

Ante eso, Octavio cambió a un semblante despectivo, por lo que se volteó al frente, y se dirigió hacia las puertas del convenio, dejando atrás tanto a la teniente como a la sargento.

Éstas por su parte, no pudieron evitar dejar salir un suspiro de alivio al unísono cuando el coronado pulpo se perdió de vista, para luego iniciar unas risas nerviosas.

"Bueno, Drake ya se está preparando. Nosotras también deberíamos de entrar" comentó Otome, señalando detrás de ella con su pulgar y una mano en su cadera.

"Cierto... Oh, ahora que lo mencionas, mejor nos damos prisa, con suerte alcanzamos a estar en primera!" respondió Irian, colocándose detrás de la mayor, y comenzando a empujarla desde sus hombros.

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Tras el transcurso de unos cuantos minutos más, todo el lugar casi similar a un estadio se había llenado de todo tipo de espectadores, quienes esperaban la tan ansiada llegada del Antiguo que había hecho furor en su ciudad, mientras que del otro lado del complejo estaba un enorme escenario algo elevado, una serie de vigas hechas de metálicos tubos plateados, cuya posición estaba en una forma cuadrada, dando lugar a un gran numero de luces. Y en el centro de todo, estaba una gran mesa de DJ con colores entre morados brillante, y negro.

De pronto, todas las luces del lugar se apagaron de repente, sorprendiendo de sobre manera a algunos, para luego ver como de la gran mesa DJ comenzaba a salir una especie de niebla que poco a poco se fue extendiendo cada vez más, hasta llegar a las primeras filas de los espectadores.

Pero no fue eso lo que de verdad dejo muda a la audiencia, sino que de pronto se escuchó una serie de sombrías respiraciones, cuyo cierto efecto aplicado generaban un eco algo tétrico. Sin embargo, cuando la cosa no podía volverse más oscura, una voz se escuchó desde los altavoces, hablando en un idioma que obviamente los Octarianos no entendieron, pero aún así el tono y el efecto fantasmal que tenía, seguía asustando a muchos presentes.

"I see youuuu..." por supuesto que se sabía que estos solo eran efectos especiales para darle cierta tensión al ambiente, por no decir que algunos ya poco a poco se estaban dejando llevar por el momento.

Y ante la presencia de todos, un nuevo remix empezó a reproducirse en la mesa DJ, captando inmediatamente la atención de la audiencia, resonando en esta ocasión Skrillex - Scatta.

Y ahí mismo, detrás del dispositivo musical electrónico estaba Drake con sus brazos cruzados viendo a todos los que se habían presentado, pero con la única diferencia en que traía su máscara de calavera puesta. Aún así el público no tardó en dar un estruendoso grito de júbilo cuando el DJ humano hizo acto de aparición. Por otra parte, en el caso de Drake, este no pudo contener la necesidad de tragar saliva. Verdaderamente habían venido un sinfín de espectadores para verlo, no cientos, sino miles, esa vista en serio lo puso más nervioso de lo que ya estaba, llegando a replantarse si había sido buena idea poner un remix tan complicado al principio.

Pero en ese preciso momento, cuando escuchó el gran grito de bienvenida por parte de los Octarianos, algo de ese temor se le fue, sin mencionar que de manera sorprendente, consiguió identificar a Otome e Irian entre el público, lo que le devolvió algo de su confianza perdida en ese instante.

Acto seguido, el pelicastaño llevo ambas manos a la mesa, dando inicio al tan esperado evento con un rap en uno de los idioma humanos.

Incluso cuando los Octarianos no lo entendieron, la forma en que las palabras rimaban fue suficiente para identificarlo como tal, eso y que el ritmo efectuado en él, concretaba el increíble remix.

"Hmmm... No está mal, aunque esperaba algo más..." fue el único comentario de Octavio, el cual estaba posicionado en primera fila, con varios de sus guardias personales a ambos lados de él. Pero sus palabras pronto se evaporarían como el humo, cuando en un momento se produjo un efecto de sonido profundo, que cualquier al principio podría confundirlo con un rugido a la primera, solo para que luego se produjera otro similar, y luego un tercero, frenando el baile de todos, y dejarlos levemente boquiabiertos.

Y antes de que se lo esperaran, un ritmo mas agresivo tomó el lugar del anterior, que a pesar de su intensidad, seguía conservando un buen ritmo, incitando a todos con volver a bailar.

En cuando al enorme pulpo DJ, sus ojos estaban bien abiertos, en una expresión de impacto que hace mucho no tomaba lugar en su 'rostro', de la cual lentamente fue cambiando a una expresión de absoluto enojo, no por disgustarle la música, o sentirse ofendido de alguna forma, de hecho, todo lo contrario, y ESO era lo que le molestaba al emperador.

Dicho de cierta forma. Mientras que los remix de Octavio pedían respeto, este IMPONÍA, algo que no quería admitirlo, pero así era.

Tras el transcurso del tema, otro gran vitoreo se produjo por el público cuando llegó a su fin, cosa que produjo algo de pena al humano.

"Bueno... Eso no salió tan mal" comentó el ex-comando con una sonrisa de lado bajo su mascara, sintiéndose un poco mas motivado.

"Excelente trabajo señor, pero dudo que con eso su publico quede conforme" respondió Bruce, quien al igual que con la mesa DJ en la casa de Otome, el robot esférico estaba sentado en el centro de esta para conectarse.

"Eso lo se bien, pero creo que usaré algo de melodía esta vez, y ya se bien con cual seguir" admitió Drake, formando una sonrisa astuta bajo la cubierta de su cabeza.

"Digame cual, y la encontraré" contestó Bruce, sonando más dispuesto ante su tono monótono.

Y tan pronto la audiencia detuvieron su festejo, otro remix se dio lugar en todo el complejo, inundando todo con un ritmo mucho mas melodioso al anterior. Goblins From Mars - Stay Right There.

Por otro lado, de entre el público se podía ver a cierta Octoling de cortos tentáculos color marrón oscuro, y puntas color aguamarina. Aunque descrita de forma mas directa, era la misma chica pulpo que intentaba a saltos tener una vista del Antiguo cuando llegó a la ciudad, quién ahora mismo no daba crédito a lo que sus puntiagudas orejas oían, además de sentir un nuevo gusto por la música.

Esta no pudiendo contenerse más, la Octariana sacó su Octophone, y lo levantó en el aire mientras tenía la modalidad de grabar audio, pues que al parecer esto era algo que iba a guardarse.

Mientras tanto, del lado de Octavio. Esto ya le parecía inaudito, como un remix que se oía tan pesado, podía tener un ritmo tan bien implantado, y como se podía pasar de eso a algo tan melodioso como si nada?, incluso cuando llegó a la parte mas 'movida', por así decirlo, siguió conservando un nivel de melodía que generaba entusiasmo en los oyentes, haciendo que el coronado pulpo sintiera algo de vergüenza por su propio trabajo como DJ. Tal era la habilidad de los Antiguos con la música?.

De pronto, dejándose llevar por la emisión, Drake levantó una de sus manos en el aire y comenzó a mover su brazo de izquierda a derecha, acción que no tardó en ser imitada por la ausencia, moviendo sus dos brazos en conjunto con el del pelicastaño, incluso varios Octarianos, quienes movieron los tentáculos de su cabeza para similar la acción colectiva. Eso tampoco excluyó a Irian y Otome, mismas que al igual que sus contrapartes, movieron sus brazos junto al de Drake. Solamente Octavio era el único que por orgullo se negaba a unirse a sus súbditos, aunque no podía decir lo mismo de sus propios guardias, que dejándose llevar por el ritmo, éstos mismos decidieron imitar la acción, provocando un gruñido de molestia por su gobernante.

De verdad un evento que se recordaría en Octomburg por bastante tiempo. Una pena que nadie se esperó lo que pasaría el día de mañana.