Las luces no dejaban de parpadear y bailar al ritmo del dubstep que se escuchaba en ese momento, y los Octarianos que no dejaban de gritar y saltar de emoción. Por otro lado, un joven humano sobre el escenario ya era llevado por su antiguo YO mientras sus manos se dedicaban a dar el mejor espectáculo posible en el remix.

[Reproduzcan: "Paul flint - Watch the world burn"]

Pero entre el publico, había una sola Octoling que no estaba saltando, o bailando junto al resto de sus contrapartes, y eso se debía a que dicha chica pulpo se concentraba más en admirar al DJ que en la música misma. Otome, quien en un principio sí había estado disfrutando del ritmo, ahora no paraba de ver fijamente al enmascarado pelicastaño, viendo una nueva faceta de este que no esperaba a tal grado, e incluso sintió como sus mejillas se calentaban con ambas manos juntas en su pecho.

No obstante, el transcurso de la música como siempre solo duró unos pocos minutos, pero eso no quería decir que esta misma no los hiciera parecer largos. Así, tras finalizar dicho remix, al instante fue ejecutado otro, volviendo a llenar todo el lugar con los temas que la raza Antigua había creado.

En cuanto a Octavio, el enorme pulpo finalmente había optado por calmarse, incluso ante los remix que lo hacían parecer como un amateur, puesto que no conseguiría nada haciendo una rabieta para que el humano dejara de ser 'mejor' que él.

Para que cuando la hora de finalmente terminar el evento llegó, Drake quiso acabarlo con un remix bastante popular en la época de este, incluso varios años más adelante.

[Reproduzcan: "Instrumental core - The angels among demons (dubstep)"]

Obviamente a la audiencia le pareció algo confuso que luego de tantos efectos de sonido y ritmo desenfrenado, ahora se produjera música bastante más instrumental, o clásica si se le podía llamar, pero tampoco podían quejarse, ya que la melodía era bastante emocionante, como si estuvieran a punto de presenciar un evento 'épico'.

Pero entre todos, Octavio era el que más tenso se veía, ya que al parecer tenía una idea de lo que estarían por escuchar a continuación.

"No... De verdad no vas a-...?" trató de cuestionar el coronado pulpo, solo para que su frase fuera interrumpida por el inesperado sonido de voces exclamando al mismo tiempo, y ante todos, se produjo un nuevo ritmo, combinando la intensidad y ritmo del dubstep, con la melodía y ejecución de la música instrumental... Dando como resultado, la boca abierta de miles de Octarianos.

Octavio por su parte, fue en ese momento cuando ya no pudo estar más tiempo ahí, por lo que avisando a sus guardias personales, de mala gana fue escoltado hacia la salida del lugar, usando uno de sus tentáculos para cubrirse el rostro, aunque tampoco era que se le prestara mucha atención, sus súbditos estaban más interesados en dejarse llevar por la música que verlo retirarse. Cuando por fin el espectáculo había concluido, todos se sintieron algo decepcionados por que el DJ Antiguo tuviera que irse, pero a pesar de eso, no negarían que se iban con un buen sabor de boca, y con un buen recuerdo sobre todos los remix que los humanos habían creado, y ahora ellos oído. Claro que también no se fue sin decir su nombre artístico: 'DJ Spectrum'.

-

Y en cuanto a Drake, este ahora se encontraba en un especie de camerino mientras era felicitado fervientemente por Nox, sin mencionar que también hubieron varios admiradores que 'ganaron' la posibilidad de pedir un autógrafo, o eso es lo que el Octoling empresario había dicho... Cuando en realidad tuvieron que pagar para eso.

Pero entre todos los Octolings u Octarianos que entraban, Drake pudo escuchar las dos familiares voces que se oían algo forzadas por alguna razón, así que entregándole el autógrafo a un Octoling a su izquierda, rápidamente se levantó ante el llamado de los otros admiradores, encontrando a Otome e Irian forcejeando con los guardaespaldas de Nox en un intento por entrar.

"¡Cuantas veces tenemos que decirlo?, somos conocidas del Antiguo, sino preguntenle!" exclamó Irian, volviendo a ser empujada por el mayor.

"¡Sí, ya escuchamos esa historia de otros intrusos!" respondió el mismo guardaespaldas, preparándose para otro asalto de la sargento.

"¡Si quieren un autógrafo del Antiguo, deben pagar por él!" esta vez proclamó el compañero del primer guardia, centrándose en evitar que Otome ingresara.

"¡¿Acaso tenemos cara de fanáticas, y desde cuando se paga por un autógrafo?!" respondió la teniente, logrando darle un pisotón en el pie a su contrincante, y logrando pasar, pero justo siendo agarrada por uno de sus tentáculos traseros por el mismo Octoling.

La chica pulpo casi se cayó por la forma tan brusca en la que se la había detenido, sintiendo también algo de dolor por el tironeo de dicho apéndice en su cabeza. Pero ante eso, otra mano terminó agarrando la muñeca del guardaespaldas, sorprendiendo tanto a este como a Otome.

"Basta, son amigas mías, dejenlas pasar..." demandó el humano, dándole una fría mirada como el hielo al Octoling que sujetaba a la teniente de tentáculos rojos.

"¡Pero señor, ellas-...!" trató de discutir el guardia, mismo que al instante fue interrumpido por el pelicastaño.

"Dije; que son amigas mías..." nuevamente proclamó el ex-comando, esta vez con un tono mas profundo, casi pareciendo más una amenaza, al mismo tiempo que ejercía mas fuerza en su agarre sobre la muñeca del Octoling.

Ante eso, el contrario no pudo hacer otra cosa más que soltar a Otome de una buena vez, solo para recibir otro pisotón en el otro pie por parte de la misma chica pulpo. Irian por su parte, se dedicó a sacarle la lengua y enseñarle el interior del párpado al otro guardaespaldas cuando por fin la dejó pasar.

"Bueno, basta ustedes dos también. Y me pueden dar un momento?, es que todavía no acabé de firmar los autógrafos" pidió el ex-comando, escuchando como los demás Octarianos seguían llamándolo para darles su dichosa firma.

"Jeje, claro, después de todo son tus fanáticos" respondió Irian cruzándose de brazos y dando una divertida risa junto a su hermana mayor.

"No creo que sea tanto para ser fanáticos!" contestó el humano mientras volvía a su labor, aunque dándole una rápida mirada a Nox, el cual estaba contando las ganancias que había recibido de los 'ganadores' para el autógrafo, pero tan pronto se dio cuenta de la desaprobatoria mirada del pelicastaño, rápidamente guardó dicho dinero y puso su mejor cara de inocencia.

Eso solo provocó un suspiro de decepción en el joven DJ, antes de proseguir con su labor. Al cabo de unos minutos más, finalmente todos los admiradores habían recibido lo que tanto querían, aunque claro que hubieron algunos que no pidieron su firma en un papel, o cuadernos, sino en alguna parte de su cuerpo. Por ejemplo, hubo un Octariano que le hiciera una firma a lo largo de su tentáculo-cuerpo, otro fue un Octoling que le pidió una gran firma en la espalda, u otra fue una soldado como Otome, o Irian, que le pidió una firma en el busto para la sorpresa de la teniente, y la pena del pobre humano.

Pero llegando el asunto a su fin, Nox también había optado por darle al trío su tiempo, aunque mas era para contar sus ganancias más tranquilamente, sin las desaprobatorias miradas de cierto pelicastaño.

"¡Eso fue increíble, incluso mejor de lo que yo esperaba. Todos esos remix, y tú con esa máscara, wow, hasta hiciste que Octavio se fuera con el tentáculo entre las patas!" ahora era momento para que la sargento dejara salir su propio fanatismo por el evento.

"Me alegro que todo saliera bien, pero tampoco es para que se emocionen tanto" respondió Drake, recargándose en su silla con algo de cansancio.

"Para que no nos emocionemos?, parecía más que querías lucirte, hasta llegó un momento en el que te dejaste llevar" comentó ahora Otome, apoyándose de costado con sus brazos cruzados en un muro cercano, levantando una ceja con una sonrisa de lado.

"Por favor, no me lo recuerdes. Hasta ahora me sigo muriendo de la vergüenza al recordar las estupideces que hice" volvió a contestar el pelicastaño, llevándose una mano al rostro y dando un gemido de frustración.

"¡Aún así te luciste, y pudimos ver una parte de ti que jamás esperamos!~" insistió la chica pulpo de tentáculos morados, dándole un par de codazos al pelicastaño de forma juguetona.

"Sólo matame ya, no tienes por qué hacerme sufrir" bromeó Drake todavía en la misma posición, generando unas cuantas risas en las dos hermanas.

Pero en ese momento, el humano levantó su vista algo somnolienta hacia Otome, dejando salir su propia risa corta antes de hablar de nuevo.

"¿Y a ti, que te pareció el espectáculo de música?" preguntó Drake, a lo que las dos chicas pulpo detuvieron su risa, seguido de que la teniente cruzara miradas con el único varón, al mismo tiempo que Irian giraba su atención hacia ella.

"Bueno... He visto mejores, pero tampoco estuvo tan mal" se jactó la Octoling de tentáculos rojos, ahora siendo ella la que provocaba una risa en los otros dos.

"Ohhhh, me alegra saberlo, aún que yo recuerde, llegó un momento en el que te quedaste estática en tu lugar... Viéndome fijamente por alguna razón" se defendió Drake, borrando la sonrisa de Otome en ese momento, y sorprendiendo a la segunda Octoling.

"¡Espera, conseguiste encontrarnos?, pero si no conseguimos estar en primera fila!" exclamó Irian con una gran sonrisa, y acercándose un poco más al contrario.

"Aun así, de alguna manera conseguí encontrarlas, y Otome se me quedó viendo fijamente sin mover un solo músculo" el humano sonrió de lado mientras hacía sus indagaciones, misma que se ensanchó más cuando notó como la teniente se ruborizada un poco.

"¡Que, en serio?, no me había dado cuenta!" exclamó la hermana menor, centrando su atención en su familiar, la cual ahora fruncía el ceño todavía sonrojada.

"¡Eso es porque te la pasaste todo el tiempo saltando y bailando como loca. Y a ti, si me quedé viéndote fijamente, f-fue por que ya me estaba aburriendo!" se defendió la oficial Octoling, haciendo resaltar de repente ese bonito lado tsundere.

"Claaaaro..." respondió Drake sarcásticamente, asintiendo varías veces con la cabeza.

Y así comenzó otra discusión entre los tres mientras reían, o más bien Irian y Drake reían, ya que Otome estaba demasiado ocupada dándole golpes en la espalda a su amigo humano para que dejara de molestarla, cosa que el susodicho solo siguió riéndose, sin mencionar que se cubría con los brazos por el ataque de la chica pulpo mayor.

-

No pasaron mas de diez minutos cuando ahora era Irian la que molestaba a su hermana mayor, por lo que la teniente centro su discusión en ella, distrayéndose del humano por un momento. Solo hasta que se voltearon hacia él cuando se percataron de que el pelicastaño estaba con sus brazos apoyados sobre el respaldo de la silla, y su cabeza sobre estos con los ojos cerrados.

"Drake?... Drake!" llamó Otome al joven humano, moviéndolo un poco con su mano, a lo que el susodicho pareció despertarse de golpe, poniendo una cara adormilada, y una voz algo apagada.

"¡Ah, que-que...?" preguntó el ex-comando, mirando a ambos lados suyos antes de poner su somnolienta vista sobre la teniente.

"¿Estás bien?" preguntó ahora la chica pulpo de tentáculos rojos, ladeando la cabeza un poco con preocupación, cosa que al instante Bruce se materializó a un lado del pelicastaño.

"Sí, es solo que... El evento me dejó más cansado de lo que pensaba" respondió Drake, frotándose los ojos con dos de sus dedos.

"Señor, presenta algunos signos de fatiga. Le recomiendo descansar un poco" al instante sugirió el robot.

"En ese caso, será mejor que regresemos a casa, además, ya se nos hizo bastante tarde" propuso Irian mientras revisaba su Octophone, probablemente para ver la hora.

"¿Alguien sabe que hora es?" nuevamente preguntó Drake, levantándose de la silla con algo de dificultad.

"Son alrededor de las 03:55" respondió rápidamente Irian, cosa que el humano volteó a verla con algo de sorpresa.

"Tan tarde?... Wow, algo me dice que voy a terminar durmiendo hasta tarde" comentó el pelicastaño mientras se estiraba, haciendo tronar un poco sus huesos para la curiosidad de las dos Octarianas.

"Oye, no te duele cuando haces eso?" preguntó Irian, apuntando a Drake con el dedo, seguido de tanto ella como su hermana y el ya mencionado humano comenzaban a caminar hasta la salida del camerino.

"¿Que cosa?" cuestionó el ex-comando.

"Ya sabes... Crujir tus huesos" respondió la sargento, imitando uno de los movimientos que el humano hacía para hacerse sonar.

"No me los crújo, simplemente me los hago acomodar. Y no duele, mas bien relaja un poco" ahora contestó el pelicastaño, apretando el puño de una forma que hacia tronar sus dedos.

"Oh, si es así, entonces tal vez empiece a hacerlo yo también" dijo la menor de las hermanas, haciendo otro de los movimientos de Drake para intentar producir el mismo sonido.

"Nosotros no tenemos huesos..." comentó Otome con los ojos entrecerrados, como si cuestionara la inteligencia de su propia hermana.

"¡Ya lo sé, solo estoy bromeando!" exclamó Irian algo molesta por la mirada de la mayor, haciendo que esta como el humano empezaran a reírse mientras ya estaban saliendo del empodromo, pero en medio de eso, cierto Octoling empresario cuando los vio, tuvo la idea de proponerle algo al pelicastaño, mas no espero que apenas decir la primera palabra, el mismo antiguo le respondiera con un rotundo "No me interesa", y simplemente se fueran, dejando a Nox con la pregunta en la boca.


[Mansión del emperador]

[Aposentos de Octavio]

Mientras los cuatro individuos emprendían su regreso a casa, cierto gobernante se mostraba de mayor mal humor del que siempre se le veía, al mismo tiempo que le daba una vista a los monitores con los que vigilaba la ciudad, antes de irse a dormir.

Pero en especial tenía su atención sobre uno solo de dichas pantallas, el cual mas que la imagen de una cámara, mostraba una grabación, la misma que había tomado el Octocoptero cuando Nary y los demás salvaron al primer Zapfish.

"Al menos todo va yendo tal y como planeé... Solo es cuestión de esperar a que esos detestables Agentes retomen los suficientes Zapfish como para que la electricidad de Octomburg falle, antes de que el humano se valla" indagó Octavio, pensando en los siguientes pasos para ejecutar su plan, pero un tenue sonido lo hizo girar sus ojos hacia su derecha, aunque recordando al instante de quién se trataba.

"Así que... Dado a tu solitario regreso, he de suponer que no saliste victorioso en tu misión" comentó el coronado pulpo mientras cerraba sus verdosos ojos.

El Octoling que estaba detrás del trono de su gobernante se puso sobre una rodilla, dado que tras ser descubierto era lo único que podía hacer ahora.

"Solo me tomaron por sorpresa... Lo habría conseguido si las dos mejores Agentes del comando no hubieran intervenido" contestó Reinek, apretando uno de sus puños al recordar la forma tan abrupta que pasó de estar ganando, a salir con la cola entre las patas.

"Te advertí que no los subestimaras mucho. Los Inklings pueden ser ingenuos, pero no tontos, por lo que debiste pensar en la posibilidad de que esas dos aparecieran" reprochó el gran Octariano, volviendo a abrir sus ojos y girarlos hacia la dirección del capitán con el ceño mas fruncido.

"¡De igual forma, para la próxima no me sorprenderán y los aplastaré. Y a esas dos Agentes con ellos!" exclamó el oficial Octoling, incluso poniéndose de pie, dispuesto a hacer otro intento de robar las armas.

"¿Próxima...?" preguntó Octavio, para luego comenzar a emitir una silenciosa risa, que poco a poco fue tomando mas y más fuerza, terminando por oírse por toda la habitación.

"No, mi Capitán Reinek, no habrá próxima vez... Como te he dicho, si tú y tu misión fallaban, la mía sería un éxito... Y como ahora estoy a solo unos pocos pasos de conseguir mi victoria, por lo que ya no será necesario intentar robar de nuevo las armas del Antiguo, puesto que el mismo me las proporcionará..." continuó el emperador, llegando a contorsionar su rostro para parecer que estuviera sonriendo, a la vez que Reinek se quedaba pasmado por el hecho de ya no tener otra oportunidad.

"¡¿P-pero por que esperar tanto cuando podríamos-...?!" trató de insistir el capitán, pero este fue interrumpido por el mismo gobernante, y eso fue porque un sorpresivo tentáculos lo sujetó del cuello, levantándolo del suelo de paso.

Reinek en ese momento no se había dado cuenta de que Octavio había girado su trono hacia él, y justo ahora le estaba dando una mirada que le hizo recordar que se estaba dejando llevar por el hecho de ser derrotado.

"Reinek, cuando entenderás que tú ya fracasaste. Claramente te dije que estoy a nada de conseguir lo que tú no pudiste, y aún así quieres que eche todo lo que conseguí a la basura, solo para hacerlo como quieres?" preguntó Octavio de forma calmada, pero a la vez mostrando leves tonos de enojo por el nuevo comportamiento de su oficial.

"¡No... Yo solo quiero... Que consiga su propósito más rápido... Después de todo... Su plan tiene el mismo fin!" respondió el capitán mientras pataleaba en un intento por zafarse del agarre del enorme pulpo, ya sintiendo de ante mano la falta de aire.

"Puede ser... Pero de todas formas sigue siendo muy arriesgado. Escuchame bien, Reinek, esto no es solo para conseguir las armas del Antiguo, sino para conseguir el visto bueno de su raza también, si es que quedan más como él por ahí. Por lo que ahora como todo va yendo tal y como planeé, te sugiero que por ahora te olvides de tu pequeña ambición, y te ajustes a la situación!... Si sabes lo que te conviene" advirtió Octavio, abriendo su tentáculo sobre el cuello de su subordinado, y dejándolo caer sin cuidado al suelo.

Tosiendo por la sensación rasposa en su garganta, el oficial volvió a ponerse de pie lentamente, notando como el gobernante una vez mas se giraba hacia sus monitores, a lo que Reinek no pudo hacer otra cosa mas que refunfuñar para sí mismo.

"Ahora retirate, pero mantente alerta, puede que te asigne otra misión más pronto de lo que crees" finalizó Octavio, a lo que el capitán se puso firme e hizo un saludo militar antes de abandonar la habitación.

Octavio por su parte, permaneció de la misma forma escuchando los pasos del Octoling alejarse, terminando con el sonido de las puertas abrirse y cerrarse rápidamente, dejando al coronado Octariano una vez mas solo.


[Zona residencial de Otome]

[30 minutos después]

Durante todo el recorrido a casa, los cuatro individuos tuvieron que pasar por los caminos menos transitados, puesto que de manera sorprendente, todavía habían algunos Octarianos que deambulan por la ciudad, y peor aún, muchos siendo los que estuvieron en el evento de hace poco. Y como ahora no querían que ellos los distrajeran para pedir un autógrafo, o una foto con el 'DJ Spectrum', les tomó un poco más en llegar.

"¡Rápido, entren!" exclamó Otome en un susurro mientras abría la puerta de la casa, y dejando entrar a su hermana, a Drake, y Bruce.

"Ahhh, estoy cansada... No veo la hora de irme ya a la cama" comentó Irian con pesadez, estirándose con sus brazos hacía arriba.

"Dímelo a mí... Ahora mismo podría acostarme en el suelo, y dormir cómodamente" ahora comentó el humano, tratando de no dormirse parado.

"No lo recomiendo, señor. El suelo no es lo mejor para-..." trató de explicar el cibernético ser, pero al instante fue interrumpido por el mismo humano.

"Solo estoy bromeando, Bruce..." respondió el pelicastaño rodando sus cansados ojos.

"Pues ya es muy tarde, así que solo vayamos a dormir" propuso Otome, cerrando con llave la puerta, y siguiendo al par por las escaleras.

Pero al momento en que llegaron arriba, la teniente vio como su hermana iba justo por detrás de Drake, hacia la habitación de invitados, cosa que rápidamente se movió por detrás de la Octoling menor y la detuvo poniendo una mano sobre su hombro.

"¿Irian, se puede saber a dónde vas?" preguntó Otome con una sonrisa forzada.

"Jeje, bueno, ya sabes... A dormir" contestó la sargento mientras se giraba, apuntando con el pulgar hacia donde Drake estaba entrando.

"Ohhh, me parece bien... Peeero, TU habitación está por allá!" exclamó la teniente, poniéndose detrás de su familiar y empujándola hacia la dirección opuesta de la habitación del ex-comando.

Por otro lado, Drake dejó salir un gran bostezo a la vez que se acercaba a la cama, oyendo como las dos Octarianas discutían en el pasillo.

"¡Ohhh, vamos, solo por esta noche!" se escuchó a Irian quejarse.

"¡Anoche te escabulliste en su cama, así que ya tienes suficiente!" respondió Otome de forma directa.

"¿Y si mejor vienes tu también?" insistió la Octoling de tentáculos morados en un tono mas sugerente.

"¡QUE NO!" nuevamente se negó la Octoling de tentáculos rojos, aunque con una pizca de vergüenza en su tono.

Y así el bullicio continuó por el pasillo mientras Otome se llevaba a su hermana, aunque Drake poco o nada de caso les hacia, ya que dormir era la única cosa que quería en ese momento.

"Señor, no se olvide quitarse los-... Olvidelo" trató de sugerir Bruce, pero se retracto cuando vio al pelicastaño solamente dejarse caer en la cama, y comenzando a dormitar de forma instantánea. Ante eso, el robot esférico flotó hasta la altura de su cabeza, antes de salir de la habitación.

"¡Drake, olvidaste cepillarte los..." ahora era Otome la que intentó sugerir al humano antes de dormirse, al mismo tiempo que traía un cepillo dental en cada mano. Mas no completó su frase, ya que al momento en que vio a su amigo ya dormitando plácidamente, no pudo hacer otra cosa que suspirar mientras colocaba una de sus manos en su cadera.

"Bueno, no puedo culparte... Fue un día largo" comentó Otome acercándose al durmiente con una sonrisa, e inclinándose levemente hacia adelante.

Pero mediante lo veía dormir plácidamente, la chica pulpo no pudo evitar sonrojarse levemente. Y llegándole una idea, Otome trago saliva mientras volteaba su mirada hacia el pasillo, revisando que no hubiera alguien que los viera. Y cuando pudo cerciorarse de eso, Otome frunció el ceño con determinación, al mismo tiempo que el rubor en su rostro se hacía más evidente. Luego la Octoling se acuclilló de frente a la cama, y acercando su rostro al de Drake, la teniente apartó uno de sus tentáculos del camino, terminando con darle un rápido beso en la mejilla al pelicastaño.

La Octoling tan pronto logró su cometido, rápidamente se levantó de nuevo mientras daba un par de pasos hacia atrás, revelando que el rubor ahora abarcando hasta sus puntiagudas orejas.

Permaneciendo unos cuantos segundos con la mirada fija sobre el humano, Otome finalmente se dio la vuelta hacia la puerta, saliendo de la habitación a paso apresurado. Solo que grande fue su sorpresa cuando encontró a Bruce flotando no muy lejos de dicho umbral, causando que la teniente se detuviera en seco y se quedaran frente a frente sin decir palabra alguna.

Solo hasta que fue la misma chica pulpo quien rompió el silencio, frunciendo el ceño una vez mas, aún en su lindo rostro sonrojado.

"¿L-lo viste?" preguntó Otome apretando los labios, y los puños con nerviosismo.

"¿Ver que cosa?" devolvió la pregunta el ser flotante, parpadeando con su lente y girando levemente su cuerpo a la derecha, simulando una ladeada de cabeza, algo por lo que la Octoling pudo dar un suspiro de alivio al pensar que Bruce no la hubiera descubierto.

"No, nada. Ya me voy" respondió Otome de forma rápida y pasando de largo al robot, quien se la quedó viendo por unos segundos.

"Que descanse, señorita Otome!" en eso saludó Bruce, para luego disponerse adentrarse en la habitación de Drake, pero la misma voz de la teniente fue lo que lo hizo voltear hacia ella otra vez.

"¿B-Bruce?" llamó la Octoling de tentáculos rojos, todavía estando de espaldas al ya mencionado.

"Sabes?, nunca he tenido la oportunidad de decirte esto, pero... Quiero disculparme por lo de... Ya sabes... Tomarte de rehén y amenazar con golpearte con una roca aquélla vez" dijo la oficial Octariana, ahora dándose la vuelta para encarar al esférico ayudante, pero sorprendiéndose un poco cuando lo vio justo a medio metro frente a su rostro.

"No hay nada de que disculparse, dada la situación, muchos habrían hecho lo mismo que usted" respondió Bruce, haciendo el mismo gesto de ladear su 'cabeza'.

"Oh, en ese caso, supongo que estamos en paz, verdad?" dijo Otome mientras extendía su mano hacia el autómata para estrecharla con la de este. Pero Bruce no hizo otra cosa mas que mirar la mano de la Octoling, seguido de volver a verla a ella.

"Oh, lo siento... Supongo que todavía eres algo precavido, verdad?" preguntó la chica pulpo, retrayendo su mano, y formando una sonrisa junto a una pequeña expresión de culpa.

"No se preocupe, no es ese el motivo" respondió Bruce parpadeando con su lente.

"¿Entonces cual?" volvió a preguntar Otome levantando una ceja.

"No tengo manos..." en eso respondió sin mas el robot flotante.

"... Cierto..." estuvo de acuerdo la teniente con una sonrisa sin gracia, al mismo tiempo que se daba múltiples facepalms en su mente por haber olvidado algo tan obvio hasta ahora.

"Pero... Supongo que esto podría ser lo mas cercano a una" en eso dijo Bruce, desplegando el mismo cable USB con el que se había conectado al SquidPhone de Nary hace tiempo, y acercándolo a la Octariana de tentáculos rojos.

Por un momento no sabiendo como responder, Otome terminó con dejar salir una divertida risa, antes de volver a levantar su mano y estrecharla con el conector del cibernético ser.

"Muy bien, ya que todo está arreglado, es momento de que me valla a dormir... Buenas noches, Bruce" finalmente anunció Otome, soltando el cable de Bruce y disponiéndose a retirarse.

"Nuevamente; que descanse, señorita Otome" volvió a saludar el ya mencionado robot, girándose también y flotando de regreso hasta la habitación en la que dormía el humano.


Otome por su parte, se sintió un poco más ligera tras haber arreglado las cosas con el ayudante de Drake, sin mencionar que habían pasado muchos más grandes eventos en un solo día que en una semana, y todo desde que el pelicastaño había llegado a Octomburg, por primera vez en mucho tiempo, la Octoling podía decir que hoy fue un muy buen día A la mañana siguiente, unos grandes ronquidos podían escucharse desde la habitación de nuestro querido ex-comando, y eso se debía a que este mismo estaba roncando estrepitosamente con la boca abierta, mientras que algo de saliva se escapaba por la comisura de su boca, eso y que también estaba durmiendo con sus cuatro extremidades abiertas sobre la cama, dejando uno de sus brazos colgando fuera de estas, y las frazadas completamente desordenas.

Pero a pesar de la 'tranquila' hora de sueño que estaba tiendo en ese momento, no pudo seguir con ella, ya que una despierta teniente de tentáculos rojos había entrado a la habitación junto con su hermana de tentáculos morados, seguido de que las dos se posicionaran al lado del humano con sus manos extendidas. Y con malévolas sonrisas, las dos terminaron por empujar al desprevenido Drake, quien con un grito pesado, terminó por caer por el otro lado de la cama.

Solo pudo escuchar como el par de diablillas se empezaban a carcajear mientras que Drake emitía un apagado, pero audible gruñido, seguido de lentamente tomar una posición sentada, regalándoles una somnolienta mirada molesta a ambas hermanas.

"¿De verdad no pudieron esperar a que me despertara?" pregunto de forma irritada el pelicastaño, frotándose la parte de la cabeza con la que había golpeado el suelo.

"Esperarte?, llevas dormido más de la cuenta, amigo. Hasta incluso llegamos a pensar que estabas muerto!" exclamó Irian con una sonrisa altanera y colocando sus manos en sus caderas.

"Que tiene de malo que durmiera una o dos horas más?, ayer estaba cansado" respondió el humano, volviendo a sentarse sobre la cama.

"¿Siquiera sabes que horas son?" ahora preguntó Otome, cruzándo sus brazos bajo sus pechos.

"¿Las doce?" respondió Drake sin mucho interés, frotándose los ojos para quitarse un poco el sueño.

"Pasado de las dos y media!. Y ni siquiera fue nuestra idea el de venir a despertarte, fue Bruce quien dijo que le hiciéramos el favor!" continuó Otome, cosa que provocó que Drake abriera bien sus ojos, y se le fuera el sueño casi de forma instantánea.

"¡¿Tan tarde?!" incluso a Drake ya se le estaba haciendo un hábito hacer dicha pregunta, pero algo le decía que no sería la última vez que preguntaría.

"Lo siento, señor. Pero es que ya intenté despertarlo antes, pero al ver que no mostraba indicios de reaccionar, después de un rato les terminé pidiendo a las señoritas Irian y Otome que lo hicieran por mí" dijo Bruce mientras el aparecía por la puerta, captando la atención del ex-comando.

"Así que ya levantate, ve a lavarte, y baja a tomar prácticamente ya tu almuerzo" ordenó Otome colocando sus manos en sus caderas e inclinándose un poco hacia adelante.

Acto seguido las dos hermanas y el robot volvieron a salir del cuarto, dejando a un Drake que solo pudo suspirar y ponerse de pie, dando un buen estiramiento antes de eso. Luego, tal y como Otome había dicho, el humano se movió hacia el baño para cepillarse los dientes y lavarse la cara, todo con esa misma agua que todavía le parecía algo rara de la normal.

"Tengo que recordar preguntarles cuando pueda" mencionó el pelicastaño mientras se secaba el rostro. Tan pronto terminó su labor, con un paso algo apresurado bajó por las escaleras, hacia la planta baja, ya sintiendo el aroma de algo cocinándose, recordándole así a su estómago que anoche tampoco había cenado.

Pero cuando se dirigió a la cocina, a quien encontró esta vez preparando todo era Irian, a la vez que ahora era la Octoling mayor la que estaba sentada en la mesa, esperando con una mejilla apoyada en una de sus manos, y con la otra revisando su OctoPhone, aunque rápidamente lo guardó cuando se percató de la llegada del humano.

"Perdón por la tardanza" anunció Drake, corriendo una de las sillas y sentándose a la mesa frente a la teniente.

"No pasa nada, además, si te tardabas más solo teníamos que tirarte de la cama otra vez" respondió la sargento, girándose hacía el ex-comando para regalarle una sonrisa traviesa, siendo también Otome quien hacía el mismo gesto.

Ante eso, Drake solo se dedicó a dejar salir una corta risa antes de recordar que era la misma sargento la que estaba cocinando, al parecer en una satén un surtido de una especie hojas alargadas con unos trozos de carne blanca.

"Veo que ahora es el turno de Irian para cocinar, aunque por un momento pensé que sería Otome la que estuviera haciéndolo" comentó Drake apoyando sus brazos sobre la mesa, y dando una sonrisa de lado.

"¡¿Estas loco, quieres terminar con un agujero en la barriga?!" exclamó la chica calamar de tentáculos morados, recordándole a Drake lo que antes había dicho.

"Oye, no empieces!, además... Tampoco cocino tan mal..." respondió la teniente cruzándose de brazos e inflando sus mejillas.

"Claro, dicelo a los que tuvimos que sepultar en el jardín" volvió a comentar la hermana menor, seguido de dejar salir una risa mientras Otome suspiraba con una mano en su rostro.

"No le hagas caso, a ella le encanta exagerar las cosas" dijo Otome, volteando su vista hacia Drake, mismo que también estaba riéndose un poco por la actuación de las dos cefalópodas.

"No, tranquila. De hecho es bastante divertido" contestó Drake, solo para luego ver como un plato se ponía en frente de él, con lo que supuestamente estaba cocinando Irian.

"¡Buen provecho!~" canturreo la ya mencionada Octoling, tomando un poco por sorpresa al pelicastaño.

Obviamente Drake se quedó por un momento inspeccionando lo que tenía en el plato, pero no de forma dudosa, sino por la curiosidad, es mas, se veía bastante apetitoso.

"Wow, ehhh... No es por nada, pero me podrían decir qué es?" preguntó el humano con hambre, al mismo tiempo que apuntaba al plato con el dedo.

"Oh, solo es un surtido de algas y camarones, espero que te guste" respondió Irian regresando al fregadero para empezar a lavar las cosas.

Drake por un momento luchó por el impulso de borrar su sonrisa ante la respuesta, no por el tema de las algas, ya que sabía de ante mano que la humanidad también preparaba deliciosas comidas a base de algas. Sino por el tema de los camarones, recordando lo que habían oído en Inkopolis sobre un supuesto 'camaron' que cocinaba 'camarones'.

Con un trago de saliva, el humano tomó lentamente los palillos chinos que se le había dejado a un lado del plato, mientras dudaba sobre el hecho de si de verdad debería comer eso.

Aún así estaría muy mal que él se negara a comer lo que se le había preparado, por lo que no viéndose de otra, tuvo que forzar su paladar, y pensar que no se estuviera comiéndose al familiar de alguien.

"Ehhh... Ustedes no van a comer?" preguntó el joven soldado, notando que ni Otime, ni Irian tenían siquiera un plato para ellas en la mesa.

"Nosotras ya almorzamos, eso es solo algo de lo que sobró" respondió la sargento tallando con una esponja la sartén.

Con un asentimiento de cabeza, Drake le dio una última mirada a lo que había tomado con los palillos, antes de que cerrando los ojos con fuerza, terminó por metérselo en la boca, comenzando a masticar Expresión que fue percibida por Otome, levantando una ceja y ladeando la cabeza.

"¿Drake, sucede algo, acaso no te gusta?" preguntó la teniente, algo que hasta Irian se giró para ver al ya nombrado humano.

"¡Sí, está delicioso!" respondió el pelicastaño, tomando otra porción de su almuerzo, y llevándoselo a la boca. Al menos esa respuesta era cierta, lo que estaba comiendo sabía muy bien... Y ese era el problema, puesto que como todos saben, si comes algo y te gusta lo suficiente, ten por seguro que llegará el momento en que quieras más, y Drake ni quería imaginarse a él mismo cazando seres inteligentes como un pseudo caníbal. No tomó mucho para que el ex-comando terminara su 'almuerzo', todavía orando por dentro porque no se hubiera comido a 'alguien', y preparándose para finalmente emprender su retorno a su bóveda, después de estar algunos días fuera.

Así que con todo ya listo, las dos Octarianas, el humano, y su ayudante cibernético se dirigieron hasta la puerta de la casa, pero llevándose una sorpresa cuando encontraron a las demás miembros del escuadrón de Otome, las cuales se posicionaron en una fila frente al cuarteto cuando los vieron abrir dicho umbral.

"¿Que hacen ustedes aquí?" preguntó Otome, mostrando que ni siquiera ella sabía sobre la llegada de estas.

"La Sargento Irian nos llamó diciendo que el Señor Drake ya se iba, así que nosotras también decidimos venir para escoltarlo" respondió una de ellas, a lo que la teniente se giro hacia su hermana menor, misma que solo se dedicó a levantar ambas manos en señal de duda.

"Bueno, todas nosotras lo trajimos aquí, así que creí que sería bueno que todas nosotras lo despidieramos" confesó la Octoling de tentáculos morados, permaneciendo en la misma posición, y ladeando la cabeza con una sonrisa.

Ante la idea, Otome terminó por dejar salir un suspiro, volviendo su atención con una sonrisa hacia su escuadrón.

"Bueno, supongo que es lo justo. Pero que hay de ti?" preguntó Otome ahora centrando su vista hacia el humano detrás de ella.

Por su parte, Drake también dio una sonrisa de lado con sus brazos cruzados, seguido de desenvolver uno de ellos y formar un pulgar arriba, haciendo que las recién llegadas hicieran un rápido festejo.

"¡Muy bien, escuadrón Shark Fang, ya está decidido, así que paso redoblado!" ordenó la oficial de mayor rango, mientras le hacía una ceña a su amigo Antiguo para que las siguiera también.

Con una corta risa y negando con la cabeza para si mismo por la actuación, Drake se dispuso a ponerse a la par con el grupo de Octarianas. En esta ocasión, no se molestaron en evitar a los ciudadanos mientras pasaban por en medio de las calles, a lo que los transeúntes cercanos no tardaron en comenzar a vitorear y aplaudir al pelicastaño, pero por alguna razón no se le tiraban encima, por así decirlo, para hablar con él, sino que se mantenían al margen. Tal vez por el hecho de saber que ya se estaba yendo de la ciudad.

Y a medida que continuaban su avance, mas y más Octarianos se sumaban a los ya presentes, uniéndose a la despedida del Antiguo que había dejado su marca en la ciudad. Y ahora no solo los civiles, sino también las autoridades como Otome y su equipo eran parte de las multitudes a ambos lados de la calle, llegando a ser tan o mas numerosas que la primera vez cuando llegó.

A Drake obviamente no le molestó recibir tanta atención, pero también al no estar acostumbrado le pareció algo incómodo, no sabiendo si debía por lo menos saludar con la mano o simplemente sonreír a los ciudadanos.

"Admitelo... Te hiciste unos buenos recuerdos" comentó Otome desde la derecha del ex-comando, ganándose la atención de este.

"No te lo puedo afirmar... Pero tampoco voy a negarlo" contestó Drake con una fingida sonrisa altanera, provocando que la oficial de tentáculos rojos se cubriera un poco la boca para evitar reírse.

-

El tiempo pasó, y por fin llegando a las puertas de Octomburg, Drake se giró una vez más hacia esta, viendo como Octarianos y Octolings seguían despidiéndose de él a lo lejos. Como último gesto hacia dichos habitantes, el pelicastaño levantó la mano en alto para devolverles el saludo, al mismo tiempo que el ascensor daba marcha hacia arriba.

Bajando su mano otra vez, Drake se acomodó mejor la mochila con la que había venido, viendo como Bruce también se materializaba al lado suyo... Pero justo cuando el grupo consiguió llegar a las plataformas de la puerta, un sector de Octomburg se apagó repentinamente, captando la atención del humano.

Luego de la misma forma que el primero, otro sector terminó en o casi completa oscuridad, después otro, y otro, hasta que a una velocidad cada vez mayor, todos los sectores de la gran ciudad acabaron casi en penumbras, haciendo que esta luciera mas o menos de la misma forma que la primera vez que llegaron.

Con sus manos en la barandilla, Drake no pudo entender por qué de la nada todo Octomburg tuvo un apagón, y mas aún, justo en su partida de la ciudad. Este no pudo hacer otra cosa más que dar un audible suspiro mientras ahora se apoyaba con un brazo en la misma barra de metal, y se pellizcaba el puente de la nariz.

"¡¿Que está sucediendo, por que de repente toda la energía de Octomburg se fue?!" preguntó una alterada Irian, acercándose también a la barandilla y se quitaba sus visores para asegurarse que lo que estaba sucediendo fuera real.

La siguiente fue Otome, quien colocándose al lado de Drake, la susodicha chica pulpo también se retiró su dispositivo visual, colocando solo una de sus manos en la barandilla, mientras una expresión triste se asomaba por su rostro. Pero dicha expresión pronto se esfumaría, cuando escuchó el enlace de alguien en el comunicador del mismo.

"¡¿Otome, Teniente Otome?!" se escuchó una conocida voz por el visor de la ya mencionada oficial, cosa que al instante se los volvió a poner y enlazó con quien fuera que se estaba comunicando con ella.

"¡Aquí la Teniente Otome del escuadrón Shark Fang, cual es el problema?" preguntó la chica pulpo, captando la atención del grupo.

"¡Teniente, soy el Jefe Ingeniero Tane. Digame, está aún con el señor Drake, no se ha ido todavía?" preguntó el Octoling con una voz algo alterada, haciendo que la oficial de tentáculos rojos volteara a ver al pelicastaño.

"Ehhh... Sí, estábamos justo en las puertas de Octomburg. Oiga, usted sabe lo que está pasando?, casi toda la ciudad se ha quedado a oscuras!" exclamó Otome notando como el grupo, incluido Drake se estaba pegando a ella para escuchar la discusión, haciendo sentir algo incómoda a la teniente.

"¡Es por eso mismo que la estoy llamando. El señor Drake debe venir urgentemente a la sede eléctrica, un inesperado problema acaba de surgir, y necesitamos que él lo vea!" respondió Hiaku, causando que el pelicastaño se alejara con un gruñido, a la vez que volvía a dirigirse al ascensor.

"¡¿Ahora qué tocaron?!" se quejó Drake con una expresión de molestia, para luego girarse al grupo de Otome, y hacerles una seña para que fueran con él.

"¡¿Van a venir, o que?!" volvió a exclamar el ex-comando, algo por lo que rápidamente el grupo también se dirigió al ascensor para bajar a la ciudad una vez más. La llegada a la dichosa sede timó un poco más de lo que a Drake le habría gustado, puesto que tuvo que ponerse a la par con las Octolings que venían con él, y eso se debía a que como no podían competir en una carrera de velocidad con el humano, este tuvo que disminuir la intensidad para no dejar a las Octarianas atrás.

-

Pero cuando llegaron, les sorprendió un poco que incluso el mismo DJ Octavio se encontrara discutiendo con Tane, mientras estos dos estaban frente al módulo de recolección y almacenamiento de energía.

"¡¿Y no hay algo que puedas hacer desde aquí para evitar la perdida de energía?!" preguntó el coronado pulpo, mostrando exasperación en su expresión.

"¡De verdad lo siento, alteza. Pero el problema no es aquí, sino en los paneles, los mismos a los que fueron atacados!" respondió el Jefe Ingeniero, revisando los informes que tenía en las manos

"¡¿Por qué, por que ahora. Tanto quieren que permanezcamos en la miseria que tienen que estropear hasta-...?!" intentó quejarse el enorme Octarianos, solo para percatarse de la presencia del supuesto Antiguo junto a Otome y su escuadrón.

"¡Señor Drake, llega justo a tiempo!" saludo Tane mientras se acercaba al ya mencionado humano.

"Por lo que veo, las cosas se están quemando muy rápido por aquí" comentó un fastidiado pelicastaño con sus brazos cruzados, viendo como los demás ingenieros corrían de un lado a otro para implementar una solución temporal al problema.

"Desafortunadamente es así, y es por eso mismo que tuvimos que hacerlo llamar justo antes de que se fuera" respondió el Octoling, cosa que provocó que Drake chasqueara la lengua, y apartara la vista.

"¿Y ahora que fue lo que tocaron?" preguntó el humano, regresando su atención hacía el ingeniero en jefe.

"Eh, nosotros?... A-ahhh, no, se equivoca, nosotros no tocamos nada!" contestó de manera nerviosa el contrario, levantando sus manos y agitarlas frente a él para enfatizar la negación.

"O más bien dicho; no fuimos nosotros..." ahora era Octavio el que se unió a la discusión, captando hasta la atención de Otome.

"Ahora que lo dice... Los escuché discutiendo, y creo haber oído algo sobre alguien que quiere que estén en la miseria o algo así... A quienes se referían?" preguntó Drake manteniendo sus brazos cruzados, a la vez que Otome también se acercaba con un semblante algo molesto, pero por un lado teniendo un mal presentimiento de quien podría ser ese 'alguien'.

Octavio se quedó por un momento cruzando miradas con el pelicastaño, antes de que con el oprimir de un botón, se escucho como una pequeña hélice se acercaba por sobre ellos. Drake por un momento miró hacia todos lados en busca del dueño de dicho sonido, hasta que pudo ver como un Octocoptero se aproximaba a ellos, extrañando al ex-comando, no por la forma tan curiosa de dicho ser, siendo que ya los había visto antes a través de la ciudad, sino por la pantalla parecida a un monitor sobre su cabeza.

El Octariano volador pasó por sobre el grupo de recién llegados, posicionándose justo al lado del gobernante.

"Es sabido que tu también tienes una simpatía con los habitantes de Inkopolis, por lo que te pregunto; estás seguro de que querrás ver los siguientes vídeos?" preguntó Octavio, a lo que puso en duda tanto a Drake como a Otome.

"A que te refieres con eso?, los Inklings, medusas, y demás habitantes de esa ciudad no tiene nada que ver con esto. Enseñame ya el vídeo" contestó el pelicastaño, ya comenzando a sentir que le fueran a saltar por la espalda en cualquier momento, mientras que el coronado pulpo dejó salir un fingido suspiro de resignación.

"No es por inculpar a nadie... Mas bien, lo digo por ti, ya que podrías sentirte algo... Defraudado" respondió Octavio, a la vez que el Octocoptero flotaba hasta el frente de Drake, y encendía la pantalla sobre su casco, mostrando así las primeras imágenes de Nary junto a Nayls y Shara tomando al primer Zapfish. Luego otra, pero en esta ocasión se encontraba Levin junto a ellos, revelando como los cuatro agentes luchaban contra los Octarianos y algunos Octolings, haciéndolos splatear uno tras otro hasta llegar al siguiente panel, haciendo la misma acción de disparar contra la burbuja del dispositivo para hacerla estallar, y llevándose al Zapfish liberado.

Y no solo era Drake el que estaba con sus ojos bien abiertos, y su boca levemente abierta por la impresión. Otome, la cual también se había acercado al lado de su amigo, presenció los mismos acontecimientos en el vídeo, terminando con bajar la mirada con los dientes apretados, al igual que sus puños.

"Los Octarianos que ves en el vídeo luchando, son guardias que envíe, ordenándoles que protegieran y le dieran mantenimiento a tus paneles..." comentó Octavio, pero sin captar la atención del par, cosa que le permitió hacer una momentánea expresión de estar sonriendo, sin que el ex-comando y la teniente se dieran cuenta.

Por otro lado, detrás del coronado pulpo estaba Hiaku, presenciando el como el gobernante llevaba a cabo su plan, incluso sacrificando lo que había resuelto el problema de electricidad en Octomburg, algo que lo hacía bajar la cabeza con impotencia, ya que como se había visto antes, el jefe ingeniero no estaba muy feliz de participar en dicho plan.


[OctoValley]

[Zona sur del bosque]

[Dos horas antes]

Asomándose por el borde de una estructura destruida, se podía ver a Nary espiando los movimientos de un grupo de Octarianos y Octolings, los cuales estaban custodiando uno de los paneles que tenían atrapado a otro de los Zapfish robados.

Girando su atención hacia otro lugar, la chica calamar asintió con la cabeza hacia un Levin subido a la parte superior de otra estructura, el cual estaba asomándose apenas por una ventana.

El Inkling cuando se percató de la señal de su compañera, pareció avisarles a otros no muy lejos de donde estaban. Acto seguido, Nary salió inesperadamente de su escondite, comenzando a disparar hacia los Octarianos que se sobresaltaron cuando divisaron a la agente.

Por supuesto que los disparos de tinta no consiguieron impactar contra los pulpos, ya que al no estar a la distancia suficiente, las bolas de tinta no hicieron más que caer justo por en frente de estos.

Pero esa era la intención de la Agente 3.

Justo al momento en que los Octarianos decidieron contraatacar, la chica calamar cambió a su forma de calamar para zambullirse en el camino de tinta que había formado. Solo que un trío Octolings que se habían percatado de la táctica de la Inkling, rápidamente rociaron con sus Octoshots el suelo por en frente de ellas, acortando la aproximación de su enemiga.

Mas no consiguieron terminar su cometido, cuando otra tanda de disparos cayó sobre ellas desde arriba, siendo el mismo Levin quien estaba ofreciendo 'fuego' de apoyo a la chica calamar, misma que por la momentánea distracción del trío, tuvo la oportunidad de acercarse lo suficiente y efectuar un ataque furtivo contra las Octarianas mientras salía de su tinta color verde claro de un salto.Pero al estar mejor capacitadas en este tipo de situaciones, al último momento las Octolings se quitaron del camino, aunque no se pudo decir lo mismo de un pobre Octotrooper que estaba detrás de ellas, terminando siendo reventado y salpicando el suelo con mas tinta verdosa.

Mientras rodaba por el suelo, Nary tuvo la mala suerte de tener a una de las Octolings frente a ella, la cual habiendo hecho la misma acción que la Inkling, la misma chica pulpo también levantó su arma contra la agente, comenzando un duelo entre estas dos, pero teniendo a un par más de Octotroopers apoyando a su adversaria.

Por otro lado, Levin tuvo que lidiar con las otras dos Octolings que ya estaban viniendo tras él, entintando una parte de la estructura y cambiando a sus formas de pulpo para subir hasta donde estaba.

Saliendo por la misma ventana, el chico calamar se dejó caer mientras era recibido por los demás Octarianos que custodiaban el panel. Por lo menos estos eran algo con lo que mas o menos podía lidiar 'fácilmente', teniendo que esquivar los lentos disparos de los Octotroopers y Octocopteros, o sumergiéndose en la tinta que él disparaba.

Salvo por el par de Octocomandos, cuyos disparos eran con más cadencia y mayor rapidez. Pero mientras conseguía splatear a dos Octotroopers, no le dio tiempo para seguir con los Octarianos mayores, ya que estos retomaron el aire perdido, y volvieron a hacer llover tinta contra el pobre Levin, sin mencionar que las otras dos Octolings ya se percataron de que estaba combatiendo con los Octarianos de abajo, por lo que una de ellas descendió mientras la otra efectuaba algunos disparos antes de bajar ella también.

"¡Chicos, cuando quieran pueden unirse, saben?!" se quejó el chico calamar por su comunicador mientras se ponía por muy poco detrás de un muro semi-derrumbado, resistiendo el ser acribillado por el par de Octocomandos.

"¡No es mi culpa que mi hermano tenga una condición física menor que la mía, y eso que el es un chico!" respondió la que sería Shara, escuchándosele hacer algo de esfuerzo por algún motivo.

"¡Oye, que vivas usando un rodillo para luchar no te hace más fuerte que yo!" respondió ahora la voz de Nayls, al parecer haciendo el mismo tipo de esfuerzo que su hermana mayor.

"¡Pues dense prisa, o de mi no quedará mas que una manchaaAAAAHHHH!!!" exclamó el líder del grupo, siendo sorprendido por una de la Octolings, cosa que este tuvo que evitar zambulléndose en el camino de tinta que Nary antes había hecho, incluso ante los disparos de los Octocomandos.

Desde la posición de los Octarianos de mayor rango, se pudo ver como un par de manos se aferraban a la orilla donde estaba el panel, de la cual luego se asomó la cabeza de Shara, al mismo tiempo que otro par de manos se sujetaban por al lado de la Inkling morena, resultando ser Nayls el que también intentaba subir.

Los dos hermanos con cuidado de no alertar a los pulpos, consiguieron ponerse de pie justo por detrás de ellos mientras tomaban sus armas de sus espaldas. Y con un asentimiento de cabeza, Nayls empezó a hacer girar los cañones de su Tintralladora, ahora sí captando la atención de sus enemigos.

Pero justo cuando se dieron la vuelta para ver de que se trataba, estos fueron recibidos por una lluvia de tinta verde, reventando a un gran numero de ellos, a la vez que Shara splateaba a los que mas cerca tenía, incluyendo a uno de los Octocomandos, el cual bastó con solo arrollarlo con su rodillo.

"¡Te dejo el resto, hermano, yo ahora vuelvo!" en eso anunció Shara mientras seguía de largo después de eliminar a uno de los Octarianos mayores.

"¡Shara, espera, adónde vas?!" preguntó Nayls, alterado por ser dejado a su suerte contra los Octarianos que quedaban.

"¡Levin necesita apoyo, tu resiste hasta que volvamos!" contestó la chica calamar saludando con su mano sin voltear a verlo.

"¡Sí pero-... Al menos ayudame un poquito más~..." se quejó Nayls con un cómico tono quebrado, seguido de voltear hacia los Octarianos, que por alguna razón se veían bastante más amenazantes de lo normal, sin mencionar que también se podía notar un aura asesina detrás de estos, claramente enojados por el ataque sorpresa que les habían hecho.

"Jejeje... Tiempo fuera...?" preguntó el Inkling de tez morena, frotándose detrás de la cabeza, y regalándoles una sonrisa nerviosa... Que obviamente no contentaría a los contrarios.

-

Intentando resistir lo mayor posible, Levin esquivó una patada voladora dirigida a su rostro, seguido de disparar contra su otra adversaria, obligándola a cubrirse, mas no fue una grata sorpresa cuando de la nada su Splattershot Novato dejó de disparar repentinamente, cosa que hizo al Inkling mirar a su espalda, y percatarse de que su contenedor de tinta estaba vacío.

"¡Oh, por favor!" exclamó con exasperación el agente, solo para sentir como la Octariana a la que había esquivado volvía a arremeter contra él, esta vez sí logrando conectarle una buena patada en la espalda, y causando que Levin cayera de boca al suelo.

"¡Por favor, sin golpes, que hace poco me recuperé de los anteriores!" rogó el chico calamar mientras intentaba volver a levantarse, mismo que no pudo hacer cuando sintió un pisotón sobre su espalda, regresándolo de boca al suelo.

"¡Di tus últimas palabras, Inkling!" sentenció la Octoling que mantenía al agente contra el suelo, al mismo tiempo que apuntaba con una mano su Octoshot contra la cabeza del pobre Levin.

En ese momento, con un gruñido el chico calamar giró su cabeza hacia la derecha, viendo a su verdugo sobre él, y a la compañera de esta llegando a su lado. Pero lo siguiente que vio hizo que por un momento abriera sus ojos con sorpresa, antes de dedicarles una sonrisa.

"De acuerdo... Cuidado con el zuing..." contestó Levin, lo cual obviamente dejó confundidas al par de Octarianas. No obstante, sus dudas fueron respondidas cuando la segunda Octoling que estaba al lado de la que sometía a Levin recibió un inesperado golpe de rodillo desde el costado, provocando que esta diera un último grito de sorpresa antes de splatear frente a su compañera.

No terminando ahí, el rodillo se balanceó contra la otra Octariana, misma que fue obligada a saltar hacia atrás para esquivarlo, pero con eso dejando al Inkling varón levantarse.

La recién llegada continuó intentando golpear a la Octoling con el enorme rodillo, abrumándola por no dejarla contraatacar, e incluso cuando conseguía la distancia justa, esta la salpicaba con la tinta de este mismo. Llegados a ese punto, la Octoling terminó por cansarse y hacer una retirada estratégica mientras se zambullía en su forma de pulpo sobre un camino de tinta Octariana.

"Je, bien hecho, Shara" felicitó Levin a la Inkling de tez morena, acercándose al lado de esta y poniendo una mano sobre su hombro.

"De verdad, entrenamos con Callie y Maria a diario, y no puedes contra unas dos Octolings?" preguntó Shara colocando su rosillo sobre un hombro, y ladeando su cabeza con una ceja levantada.

"Es que son muy rápidas, y... Jeje, de verdad gracias por la ayuda" respondió de forma despistada el chico calamar, frotándose detrás de la cabeza y sacando la lengua de forma juguetona.

""C-como sea..." dijo la misma chicacalamar, apartando la mirada con el ceño fruncido, pero sonrojándose un poco de paso.

No obstante, la escena habría seguido así por un momento más, si no fuera por un cómico grito desesperado de cierto hermano menor de Shara.

"¡Mejor vamos a ayudarle!" sugirió Levin, apuntando detrás de él con el pulgar, seguido de comenzar a correr hacía la dirección del lloriqueo.

"S-sí, no me apetece mucho volver a casa con Nayls en mi contenedor!" respondió Shara, estando a la par con su compañero.

-

Era sorprendente la forma en que las cosas se le estaban complicando a Nary, y lo que le estaba costando enfrentarse a su adversaria Octoling, misma que estaba presentando más batalla que las anteriores a las que había enfrentado.

Aunque tampoco podía quejarse demasiado, por lo menos ya se había desecho de esos fastidioso Octotroopers, que lo único que parecían hacer era hostigarla mientras combatía contra la otra Octariana de mejor habilidad.

Lo que sí le pareció injusto fue que una segunda Octoling apareciera de quien sabe donde para unirse a la primera, algo que la hizo maldecir incluso para su sorpresa.

Zigzagueando para evitar algún impacto de tinta, Nary disparó frente a ella para entintar hacia arriba el muro de una estructura en ruinas. Luego volviendo a cambiar a su forma de calamar, se sumergió por este, nadando rápidamente hacia arriba, y dejando por un momento a sus perseguidoras atrás.

Pero llegando al final del camino, el mismo calamar ahora verde salió de un salto por sobre las cabezas de las chicas pulpo, y en pleno vuelo, Nary regresó a su forma humanoide, disparando contra las desprevenidas Octarianas.

La segunda que hace poco había llegado rápidamente se quitó del camino, pero la primera quien no tuvo tiempo de reaccionar, solamente se dedicó a cubrirse con los brazos, en un intento por bloquear de alguna forma la lluvia de tinta.

Solo que en vez de sentir como esta golpeaba contra ella, la chica pulpo no sintió absolutamente nada, es mas, ni una sola pelota de tinta le había dado. Destapando sus brazos, la Octoling en eso escuchó a Nary aterrizar por detrás de ella, cosa que esta se giró volviendo a ponerse alerta.

Con una sonrisa desafiante, la Octariana se preparó para continuar el combate mientras corría hacia un lado, pero tan pronto lo hizo, sintió como sus piernas se hundían sobre alguna especie de sustancia. La Octoling al instante vio hacia sus pies para ver de que se trataba, y casi se quedó en shock cuando se percató de que era la misma tinta de la Inkling la cual ahora sujetaba sus extremidades inferiores. Ahora lo entendía, por eso ningún disparo le asestó, porque no apuntaba hacia ella, sino a su zona de movimiento.

Centrando su atención nuevamente en la agente, vio como la chica calamar dibujaba una sonrisa en sus labios, la misma que ella había hecho antes de caer en la trampa.

Así que sin esperar más, Nary apuntó su Splatershot hacia la desesperada Octoling quien a duras penas pudo zafar un solo pie de la pegajosa tinta. Aún así, ya era demasiado tarde. Como último intento para evitar los acontecimientos, la Octariana intentó apuntar su arma hacia la agente, solo para terminar recibiendo antes una buena rociada de tinta Inkling, terminando con un splat, y verse como el alma del la Octoling se elevaba con un tierno gorgoreo de derrota.

Tras su momentánea victoria, Nary dejó salir un pequeño suspiro, el cual ni siquiera tuvo tiempo de terminar, puesto que por el rabillo del ojo pudo ver unos proyectiles purpuras yendo hacia su dirección.

Pero este vez estando atenta, la agente efectuó una marometa hacía atrás esquivando los disparos de tinta, seguido de apuntar su propia arma hacia su siguiente enemiga.

"¡Yo aún sigo aquí!" exclamó la Octoling que quedaba, volviendo a disparar contra Nary antes de que pudiera devolver el 'fuego'.

Una vez más, la Inkling fue obligada a esquivar el ataque de la Octariana, teniendo que hacer varios giros y piruetas para volver mantenerse con vida. Hasta en una aparente agotamiento de tinta por parte de la chica pulpo, la agente tuvo la oportunidad de contraatacar, ahora siendo ella la que disparaba contra la Octoling. Esta misma para evitar ser splateada, se sumergió en uno de los grandes charcos de su tinta.

La chica calamar por su parte, mantuvo un constante disparo hacia la Octariana que no paraba de zigzaguear en su forma de pulpo, hasta que en un momento, Nary cometió el gran error de mantenerse estática en un solo lugar, y no mantener un ojo sobre su contenedor de tinta. Por lo que al momento de quedarse sin 'munición', la Octoling ya tenía asegurada la posición de esta, y aprovechando eso, la Octoling nadó a una gran velocidad con dirección a Nary, quién ante su descuido, fue sorprendida por su adversaria.

Frente a ella la chica pulpo saltó fuera de su tinta, y al igual que la agente, en pleno vuelo cambió a su forma humanoide, solo para terminar conectando un buen puñetazo en la mejilla derecha de la pobre chica calamar.

Por el mismo impacto del golpe, Nary terminó dando una rodada por el suelo mientras soltaba su arma, y terminaba boca abajo. No obstante, la misma Inkling volvió a levantarse hasta estar en una posición arrodillada, y colocar una mano a la derecha de su rostro, cuya mejilla ya mostraba un evidente moretón.

Permaneciendo en esa posición, y con una sombra cubriendo sus ojos, la Octoling a su lado volvió a reincorporarse por completo, jadeando un poco por el esfuerzo, y apuntando hacia Nary con su Octoshot.

"¡De verdad no entiendo cual es la manía de los Inklings para darnos tantos problemas... No les bastó con ganar la guerra, y ahora ya piensan que son dueños de todo!" comenzó a juzgar la Octariana, mientras Nary permanecía en su lugar.

"¡Incluso cuando por fin tenemos algo que resuelva uno de nuestros problemas, ahí están ustedes para echarlo todo a perder!" continuó esta, dejando salir su disgusto. Pero lejos de hacerle caso, la chica calamar parecía centrarse más en quedarse con la mirada perdida.

"¡No me sorprenderé si en algún momento una de las otras razas que viven en esa maldita ciudad se hartan de ustedes... Hasta incluso le causaron problemas al Antiguo que la visitó!" al momento en que la Octoling mencionó a Drake, fue ahí cuando Nary levantó un poco la cabeza, algo que no fue desapercibido por la chica pulpo.

"Sí, pobre de él... Y ese mismo es el que ahora está en nuestra ciudad, que aparte de ustedes, nosotros sí le dimos una buena estadía, en vez de atacarlo!" se mofó la chica pulpo, viendo como la contraria apretaba los labios.

"Seguramente se la esté pasando muy bien con cierta teniente que siempre está con él" continuó con su ataque psicológico a la contraria.

"Callate..." finalmente habló la chica calamar, a la vez que quitaba la mano de su rostro, dejando ver el moretón del puñetazo.

"¡Hasta una vez tuve la oportunidad de preguntarle si le gustaban más los Octarianos, o los Inklings. Sabes que me respondió?; 'Me gustan más lo Octarianos. Los Inklings son muy... Salvajes'!" esta vez mintió la Octoling, pero todo solo para seguir molestando a su enemiga.

"¡Callate...!" ahora dijo Nary en un tono mas elevado, al mismo tiempo que apretaba los dientes.

"¡Incluso me enteré de que ayer mismo realizó un concierto de DJ solo para nosotros!" desveló la Octariana, ya con una expresión altanera, incluso con sus ojos cubiertos por su visor.

"¡QUE TE CALLES!" ahora exclamó la pobre Inkling, comenzando a respirar aceleradamente por el enojo que le estaba haciendo hervir la tinta.

"¡Y quien sabe?, incluso hasta decida casarse con un Octoling, y vivir en Octomburg!" sentenció la chica pulpo, ladeando la cabeza y formando una gran sonrisa algo perversa, sin mencionar que se abría de brazos.

Pero por parte de Nary... Esa fue la gota que que rebalsó el vaso. De forma sorpresiva, la agente se lanzó hacia la Octariana, la cual no le dio tiempo para apuntar de forma directa, asestando solo un par de disparos al costado de Nary. Aún así, esta solo los ignoró, consiguiendo embestir a su adversaria, y llevársela por delante.

Ya estando en el suelo, la Octoling contempló como el bonito rostro de la Inkling se había contorsionado a uno de absoluto enojo, frunciendo el ceño tanto como podía, arrugando la nariz, y mostrando los dientes. Pero el susto tampoco le duró mucho, cuando la misma chica calamar levantó su puño y lo dejó caer con fuerza sobre el rostro de la Octoling en un fuerte puñetazo, provocando que algo de tinta morada saliera de su boca junto a un visible moretón en su mejilla.

Pero justo antes del segundo, la chica pulpo consiguió salir de su estupor, bloqueando el brazo de la agente con el suyo y luego tomando su cabeza con ambas manos, devolviéndole el golpe con un cabezazo en el rostro. De todas formas, Nary no se quitó de encima a pesar del golpe, terminando con tomar del rostro a su adversaria y viceversa.

Lo siguiente que pasó fue que por el forcejeo de las dos, comenzaron a rodar por el suelo, luchando por quién terminaría sobre la otra. Aunque esa lucha no duró mucho, puesto que llegando a uno de lo bordes en la plataforma, Nary fue la que terminó debajo con su cabeza sobresaliendo de dicho borde, y la Octoling tratando de empujarla con sus manos en el cuello de la contraria.

Pero obviamente siendo consiente de eso, la Inkling pataleó por debajo de la chica pulpo, al mismo tiempo que trataba de quitársela de encima colocando una de sus mano bruscamente en el rostro de la misma, y la otra agarrando una de sus muñecas para hacer que aflojara su agarre.

En vez de eso, la Octariana dejó de gastar energías en empujar a su contrincante, y las usó para intentar ahorcar a la agente. Nary por su parte, sintió la presión puesta sobre su cuello, y la falta de aire que le estaba provocando eso, así que sintiendo algo de pánico por su situación, pataleó con todavía mas fuerza, dificultándole un poco más a la Octoling el estar arriba.

Pero ante los dos peligros inminentes que la acorralaban desde atrás y delante, se percató de algo que probablemente le salvaría la vida. Visto eso, Nary tuvo que dejar de forcejear con sus manos sobre las de la contraria, causando que esta hiciera más presión en su cuello. Luego mientras resistía el estrangulamiento lo mejor que podía, la chica calamar llevó sus manos hasta la placa pectoral de su enemiga, sujetándola bien desde ahí.

Al parecer las intenciones de Nary todavía no eran percibidas por la Octoling, pero aún así debía darse prisa antes de que colapsara por la falta de aire, o el estrangulamiento. Así que colocando sus dos pies sobre el abdomen de su adversaria, le dio una última mirada a la Octariana que la había sacado de sus casillas, llegando a formar una pequeña sonrisa mientras la visión ya se le estaba poniendo borrosa.

La chica pulpo tras ver eso, se confundió un poco por el hecho de que incluso a punto de morir, la agente sonriera, de la misma forma que lo hizo el anterior Inkling que enfrentó. Pero antes de que pudiera predecir lo que pasaría, Nary la levantó con todas las fuerzas que le quedaban usando ambas piernas y brazos, seguido de moverla por sobre ella, y terminar dejándola caer por el risco en un fuerte grito, que poco a poco fue perdiéndose a medida que seguía cayendo.

Acto seguido, mientras la Agente sentía como su cuerpo también se iba por el impulso, rápidamente se puso boca abajo, aferrándose bien al suelo, y evitando que ella fuera la siguiente en caer.

"Y esto... Es lo que Callie y Marie... Hacían a diario?" comentó la chica calamar entre jadeos y toses, permaneciendo en la misma posición por unos segundos antes de volver a levantarse lentamente.

Ahora mismo Nary no negaría que su cuerpo le dolía, sin mencionar el disparo de tinta Octariana que le hacia sentir entumecida la zona de impacto. Aún así se dio la vuelta para alejarse del borde e ir por su Splattershot, pasando con un ojo cerrado una de sus manos por su cuello, sintiendo el dolor que le dejó el reciente apretón.

No obstante, cuando pudo volver a levantar su arma, esta se giró hacia el borde por donde tiró a la Octoling, frunciendo el ceño y haciendo un pequeño puchero.

"Tu que sabes sobre él...? MMMHH!!" finalizó Nary sacando una verde lengua, y trotando hacía la dirección de sus demás compañeros.

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"¡¿COMO SE TE OCURRE ABANDONARME EN PLENO COMBATE?!" gritó un enojado Nayls mientras devolvía el fuego de los pocos Octarianos que quedaban, aunque viéndosele unas cómicas lagrimillas en los ojos.

"¡Ya deja de ser un bebé, lo hice para poder rescatar a Levin!" respondió una fastidiada Shara, la cual aplastaba a un Octotrooper que no reaccionó lo suficientemente rápido.

"¡Jeje, lo siento, hermano. Dejé que me patearan otra vez!" se disculpó Levin detrás del mismo muro en el que se cubría el artillero del equipo.

"¡De todas formas pudiste ayudarme con un par de Octarianos más antes de irte!" siguió quejándose con su hermana mayor el Inkling de tez morena, splateando a dos Octocopteros que se dirigían hacia la misma chica calamar.

"¡Pero volvimos, no?, además, eres un agente, actúa como tal!" contestó Shara, ya molesta por los 'lloriqueos' de su hermano menor, pero deteniéndose por un momento en medió de todo.

"¡Shara, cuidado!" advirtió Levin, al mismo tiempo que lanzaba una bomba de tinta hacia el Octocomando que quedaba, provocando que dicho ser tentáculo, tuviera que desviar su cañón para evitar el dispositivo explosivo. Aún así con un grito de sorpresa, Shara tuvo que cambiar a su forma de calamar y sumergirse en la tinta de su color para evitar los disparos de tinta que sí fueron a su dirección.

Pero como todo Octocomando, tan pronto terminó la ráfaga disparada por su cañón, tuvo que reponer el exceso de aire que tuvo que usar en su arma, momento que no fue desaprovechado por el dúo de varones, quienes compartiendo un asentimiento de cabeza, salieron de su cobertura, y se separaron a ambos lados del Octariano de mayor rango, disparando por delante de ellos.

Este mismo a medida que sus enemigos se acercaban, decidió forzar el poco aliento que había recuperado, colocando sus gruesos labios en la boquilla de su arma, y soplando lo más fuerte que pudo, reanudó el fuego contra los Inklings, solo para que estos se sumergieran en los caminos de tinta que habían hecho previamente.

Aún así no permanecieron mucho en ellos, dado que el Octariano al no haber recuperado el aire por completo, duró bastante menos en disparar su arma, y fue ahí cuando los dos agente terminaron con el último de sus enemigos, saliendo los dos al mismo tiempo de un salto, y efectuando un fuego cruzado contra el pobre Octocomando, que no pudo hacer mas que solo recibir los disparos de tinta antes de reventar en un gran charco de tinta verde.

Viendo su trabajo hecho, y a ningún otro Octariano cerca, los tres agentes hicieron una pequeña celebración de chocar los cinco, y mofarse de los vencidos por parte de Nayls.

"Oigan, esperen. Falta Nary!" en eso avisó Levin, deteniendo con una mano en alto al par de hermanos.

"Ahora que lo dices, no la vimos contigo cuando emboscamos a esos Octarianos, creen que esté bien?" preguntó Nayls, un tanto preocupado, mirando a sus dos compañeros.

"Ahora mismo estoy tratando de contactar con ella" anunció Levin, llevando dos dedos al comunicador de sus auriculares, a los cuales activó antes de enlazarse con la que sería la susodicha Agente 3.

"¡Nary, Nary me oyes, aquí Levin, puedes escucharme?" llamó el líder de los SquidFire, a lo que los dos hermanos intercambiaron miradas mientras esperaban una respuesta.

Y justo en eso, para el alivio del trío, una conocida voz se escuchó desde los auriculares del chico calamar mayor.

"¡Aquí, la Agente 3. Te oigo fuerte y claro!" respondió Nary después de unos segundos, olléndose algo agitada, como si estuviera corriendo.

"Nary, estás bien?, por un momento te perdimos de vista" preguntó nuevamente Levin, comenzando a caminar junto al resto del equipo hacia el panel donde todavía estaba atrapado el Zapfish.

"¡Sí... Tuve un pequeño problema con algunos Octarianos, pero ya me ocupé de ellos, y ahora mismo me estoy dirigiendo hacia ustedes, chicos!" contestó la chica calamar a través del dispositivo, algo por lo que Levin les sonrió a ambos hermanos, al mismo tiempo que estos chocaban los cinco.

"De acuerdo, nosotros también ya terminamos aquí. Procederemos a recuperar el Zapfish!" avisó Levin, estando a punto de cortar la comunicación.

"¡Muy bien, yo mientras ya casi estoy llegando!" finalizó la Agente 3, cosa que el líder del grupo también aprovechó para cortar ya el enlace.

Acto seguido, Levin les hizo una seña con la cabeza para que lo siguieran, haciendo que los hermanos tomaran sus armas y se movieran a ambos lados del ya mencionado chico calamar.

"Shara, has los honores. Revienta esa burbuja y llevemos a ese Zapfish a casa" ordenó Levin, ya estando de frente al gran Panel Solar.

Dando una pequeño risa como respuesta, la Inkling de tez morena se movió hasta estar por detrás de dicho panel. Preparándose para la tarea, Shara levantó su gran rodillo con el fin de golpear la burbuja, solo para luego quedarse por un momento mirando hacia todos lados, al escuchar como el repentino sonido de unas hélices se acercaban a ellos.

Tanto Nayls como Levin imitaron la acción de su compañera estática, en un intento de encontrar al dueño de dicho sonidos. Pero en ese momento, no pensaron que tal vez el lugar de donde provenía sería del más obvio, cuando lentamente un gran Octostriker apareció por el mismo borde de donde Shara y Nayls antes habían emboscado a los Octarianos. Y al parecer no venía solo, un grupo de tres Octolings yacían paradas sobre la cabeza del enorme Octariano volador, sumado a otro trío de Octocopteros.

Ante eso, Shara solo pudo darse la vuelta lentamente, permaneciendo en la misma posición de estar a punto de golpear algo con su rodillo, a lo que solo tomó unos segundos para que los dos Inklings varones fueran los primeros en salir de su sorpresa, apuntando sus armas hacia los recién llegados para socorrer a su compañera.

No obstante, no contaron con que el Octostriker ya tenía su ataque preparado hacia los dos agentes, solamente esperaba que el momento en que intentaran alguna agresión. Y así fue, pero antes de siquiera apretar el gatillo, el enorme Octariano volador lanzó uno de sus misiles de tinta, obligando a Levin y Nayls a saltar fuera del camino mientras un gigantesco torrente de tinta se disparaba hacia el cielo.

Aún así, al finalizar el ataque, el dúo de Inklings se levantó del suelo, notando la gran arremolinada de tinta que dejó el misil, eso y que sorprendentemente Shara estaba tirada en el suelo boca abajo mientras una de las Octolings tenía una de sus botas sobre la cabeza de esta, evitando que pudiera levantarse.

"¡Shara!" exclamó Levin por la chica calamar, causando que la susodicha Octoling apuntara su Octoshot a la cabeza de la misma.

"¡Tiren sus armas, o diganle adiós a su amiga!" ordenó la Octariana, presionando el cañón de su Octoshot contra la cabeza de la agente, provocando un gruñido de molestia en esta.

Los dos Inklings varones intercambiaron miradas con inseguridad, antes de regresar su atención hacia la captora de su tercer miembro. Y como si fuera poco, ahora que la veían mejor resultaba que la Octoling parecía ser una oficial, lo sabían por el color morado de sus tentáculos, y las algas que brotaban de entre estos para mostrar su rango.

Callie y Marie ya les habían advertido sobre lo peligrosas que podían ser las oficiales, y si las Octolings de por sí ya eran difíciles de vencer, con las oficiales debías usar todo lo que tenías a tu disposición para vencerla, ya fuera el terreno, armas, habilidades, y tácticas. Sin mencionar que la misma parecía tener experiencia en el combate, puesto que presentaba una visible cicatriz en el abdomen, y le faltaba la punta del tentáculo frontal, probablemente habiéndolo perdido en un combate contra alguien o algo.

"No lo diré de nuevo..." advirtió la chica pulpo, pisando con un poco más de fuerza la cabeza de Shara, quien respondió con un gruñido de dolor más audible.

Con un sentimiento de impotencia, y preocupación por la Inkling, los dos agentes no tuvieron de otra mas que dejar sus armas en el suelo y levantar ambas manos en señal de rendición. La oficial por su parte, hizo una seña con la cabeza hacia los dos chicos calamar, a lo que las otras dos Octolings levantaron sus armas y comenzaron a acercarse al dúo.

Pero mientras eso pasaba, una inadvertida Nary veía la escena desde la esquina de una de las ruinas, maldiciendo el hecho de ahora estar ellos entre la espada y la pared. Si bien claro que ella podría intervenir para tener una posibilidad de que Levin y Nayls contraataquen, pero todavía estaba el peligro de que Shara pudiera llevarse la peor parte.

Otra cosa sería el de hacer un ataque sorpresa, y rogar por que sus amigos actuaran de forma rápida ante la situación, pero desde donde?.

Nary dio una rápida inspección al panorama, pero no había nada por donde podría emboscar al enemigo, eso hasta que se percato de la estructura donde se estaba ocultando, siendo esta una pequeña torre, pero lo suficientemente alta. Ante eso, la chica calamar les dio una última mirada a sus compañeros, y se preparó para su improvisado plan.

De vuelta con los otros tres Inklings, Nayls y Levin simplemente permanecieron sin moverse mientras las dos Octolings seguían acercándose, tal vez con la intención de capturarlos o algo por el estilo, solo que antes de poder llegar a ellos, una inesperada transmisión por parte de su cuarta integrante sonó en sus auriculares, lo suficientemente bajo como para que únicamente ellos pudieran escucharla.

"Chicos, preparense!" avisó la supuesta Agente 3, confundiendo por un momento al trío.

"¿Prepararnos, prepararnos para qué?" preguntó en un susurro Nayls, captando la atención de la oficial Octoling. Pero antes de ordenar a su escuadrón para que se detuviera...

El repentino sonido de una ventana rompiéndose sobre ellos fue lo que terminó captando la atención de todos, a lo que estos cuando alzaron la vista para ver de que se trataba, como en cámara lenta vieron como Nary literalmente había atravesado la última de las ventanas intactas de la torre, con sus brazos y piernas por en frente de ella para protegerse de los cristales.

Y en plena caída, la chica calamar apuntó su Splattershot hacia la oficial Octoling y el Octostriker, quienes todavía no habían salido de su estupor por la tan repentina aparición de la agente, terminando por liberar una lluvia de tinta hacia estos dos.

La Octariana de mayor rango solo se cubrió detrás del panel, en un intento por evitar ser la primera en caer, aunque no se pudo decir lo mismo del Octostriker, el cual al ser un blanco más grande, se llevó la peor parte del ataque, recibiendo múltiples impactos de tinta hasta caer al suelo aturdido.

Las otras dos Octolings, tuvieron que darse la vuelta para tener la momentánea idea de atacar a la recién llegada, y apoyar a su superior, pero eso nada mas causó que los otros dos agentes tomaran la oportunidad, recogiendo nuevamente sus armas del suelo y disparando contra las descuidadas Octarianas, mismas que no pudieron hacer mas que recibir el ataque hasta acabar reventando.

Y la cosa no terminó ahí, puesto que tras ver a sus dos soldados caer, y a la nueva Inkling aterrizar dando una vuelta en el suelo, eso causó que ahora la oficial se distrajera, algo que Shara aprovechó para transformarse en su forma de calamar y zambullirse en el charco de su tinta más cercano.

Ante eso, la oficial solo pudo maldecir para ella misma, disparando su Octoshot contra la Inkling que se le acababa de escapar entrelos dedos, pero fallando por poco.

Ahora las tornas habían cambiado, siendo ella la que ahora estaba por ser rodeada, y solo era cuestión de tiempo para también superada en numero, ya que a pesar de contar con los Octocopteros que todavía le quedaban, no eran rivales para los cuatro agentes que ya la tenían en la mira, y eso también implicaba a sus propias habilidades en el combate, como mucho solo podría herirlos, o tal vez liquidar a uno, pero no a todos.

Incluso el Octostriker que cuando ya mostraba indicios de volver al combate, este terminó de ser splateado por la misma Inkling que los emboscó. Para su suerte, el único Octocoptero que quedaba pareció acobardarse e intentar escapar alejándose hacia el borde sonde estaba la oficial. Esta corriendo hacia la misma dirección del Octariano volador, terminó por dar un buen salto, y aferrarse a las pequeñas piernas de este, viéndose obligada a retirarse, pero al menos viva.

Los cuatro amigos otra vez reunidos, se acercaron al borde de la plataforma, viendo a la oficial Octoling alejándose cada vez más.

"Rayos, se nos escapó!" se quejó Nayls, apoyando su arma en el suelo, y cruzándose de brazos.

"Al menos conseguimos ganar. Por cierto, gran idea la de emboscarlos, Nary, aunque nos habrías avisado de mejor forma" aduló Levin, colocando una mano en el hombro de la ya mencionada chica calamar.

"Jeje, lo siento, pero si les decía más, ella se abría dado cuenta" respondió la Agente 3, frotándose detrás de la cabeza, y sonriendo con algo de vergüenza.

"A todo esto, mejor tomemos al Zapfish y larguémonos de aquí antes de que lleguen más Octarianos" sugirió Shara, apuntando hacía el panel con su dedo pulgar.

"Cierto, Shara, ahora si podrias hacernos el honor?" pidió Levin nuevamente.

"Mmm... Okay..." respondió la Inkling de tez morena, aunque no muy segura de eso ahora por obvias razones.

Con unos pasos menos confiados, la agente levantó su rodillo, listo pata golpear la burbuja como la vez anterior, solo para terminar viendo hacia abajo del borde, confundiendo un poco a sus compañeros.

"¿Que estás haciendo?" en eso preguntó Nayls, levantando una ceja con ironía.

"Asegurándome" contestó Shara sin voltear a verlo, cosa que hizo al trío compartir miradas y luego un asentimiento de cabeza, tras lo que pasó minutos antes.

Para cuando la agente del rodillo se aseguró de que esta vez no habían moros en la costa, regreso hasta el panel, y con un rápido golpe manchó de bastante tinta la burbuja, misma que por ello se volvió dos veces mas grande, antes de recibir un segundo y último golpe más, terminando así de reventar dicha burbuja.

Pero antes de que el pez eléctrico tocara el suelo, este fue atrapado por Nary, quien después lo levantó en alto en señal de victoria, y un "WAAJUUUU!!" del mismo tipo.

"¡Callie, Marie?, aquí el Agente 4, misión cumplida!" dijo con emisión Levin, mientras que los cuatro compartían un choca los cinco.

"¡Buen trabajo, chicos, regresen a la base para avisarle al abuelo las buenas noticias!" respondió la que sería Callie, generando más emisión en los cuatro Agentes. Pero lo que no sabían, era que habían hecho exactamente lo que cierto enorme pulpo quería.

Ahora, solamente faltaba que Drake tomara una decisión.