[OctoValley]
[Una hora y media después]
Los apresurados pasos no dejaban de escucharse porñoetre los árboles de dicho bosque, sin mencionar los jadeos por la continuidad de dicha acción. Y una teniente Octoling que lideraba el grupo, no paraba de detenerse para revisar su entorno, y volver a reanudar su recorrido.
Por otro lado, los que la seguían ya se mostraban algo dudosos por los constantes detenimientos que hacía su 'guía', como si estuviera buscando el camino que supuestamente debía saberse, eso y que también el hecho de no detenerse para tomar un descanso, no favorecía de buena manera el rendimiento de los agentes.
"¡Otome... Estas segura de que este era el camino que tomaste?!" preguntó un agotado Levin, haciendo lo posible por mantener el ritmo con los demás, aunque estos últimos tampoco iban con tanta resistencia como con la que salieron.
"¡Si... O mas bien, eso creo!" respondió la Octariana, volviendo a detenerse por quinta vez desde que salieron de la tetera que los trajo.
"¡Por lo menos podríamos detenernos para descansar?... Creo que tosí un pulmón hace unos diez minutos...!" pidió Nayls, tambaleándose un poco mientras mientras jadeaba.
Ante eso, los cuatro SquidFire estuvieron de acuerdo con lo de detenerse para tomar un respiro, mientras que Otome no pudo hacer otra cosa mas que apartar la mirada y maldecir su despiste, a la vez que apoyaba uno de sus pulgares contra sus dientes, como su se estuviera mordiendo la uña con frustración. No obstante, una mano en su hombro fue suficiente para hacer que esta se volteara, encontrando a Callie y Marie viéndola con duda.
"Otome, sabemos que por tu expresión esto sólo será echar sal a la herida... Pero estás realmente segura de que nos estamos dirigiendo a Octomburg?" preguntó la Squid Sister de tentáculos negros, a lo que la chica pulpo solo pudo suspirar con derrota.
"No estoy segura... Y no es que me olvidara, de hecho hice un mapa mental del camino, incluso dejé algunas marcas para saber bien por donde voy. Pero no me esperé que fuéramos a salir desde otra parte de OctoValley..." contestó la teniente, llevándose una mano al rostro, cosa que las dos primas compartieron miradas.
"Esta bien, solamente debemos tomar el camino de siempre, seguro lo encontrarás en el transcurso" sugirió Marie, pero eso no pareció calmar a la contraria.
"Lamentablemente no podemos ir por el camino de siempre, ya que terminaríamos llegando al puesto avanzado de alguien que de verdad no les gustaría encontrarse. Y si lo que queremos es entrar sin que nadie se percate, llegar por ahí es lo último" contestó Otome, tratando de pensar en otra solución.
Pero pasados unos segundos después de que la Octoling dijo eso, el sonido de una ramita rompiéndose no muy lejos fue lo que alertó al grupo de una posible presencia, cosa que tan rápido como pudieron los cuatro Inklings que se habían sentado volvieron a ponerse de pie, preparando sus armas por cualquier cosa, y con las Squid Sisters no fue la excepción, tomando posiciones una al lado de la otra.
Otome por su parte, desenfundó la única arma que tenía de momento, y con un cuchillo de combate, tomó su propia postura de pelea.
Pronto, el sonido de mas ramas moviéndose comenzaron a oírse a su alrededor, sin mencionar los constantes crujidos de las ramas sobre sus cabezas, y pasos yendo de un lado a otro. Con todo eso sumado, el grupo no paraba de apuntar hacia todos lados, o girar su atención hacia la dirección del sonido mas reciente.
Solo para que al momento en que unos pasos cayeron por detrás de la Octariana, esta se giró rápidamente con su cuchillo del revés, listo para apuñalar o cortar al individuo. Pero cuando sus ojos se posaron sobre este, todo si cuerpo se congeló en una postura de estar a punto de atacar, mientras ahora sus ojos se agrandaban como platos.
Frente a ella se encontraba alguien que supuestamente no había visto hace mucho tiempo, reconociéndolo únicamente por el color negro de sus tentáculos. Trayton mientras tanto, estaba un poco inclinado hacia atrás, con sus manos levantadas al frente, y un solo ojo abierto, como esperando el golpe de la contraria. O eso creyó por un momento, solo hasta que cuando se percató de la expresión de su supuesta conocida, su boca se torció en una inocente sonrisa de lado.
"Hola Otome... Cuanto tiempo" saludó el príncipe, sin abrir su otro ojo todavía, y moviendo sus manos al frente entorno a un saludo.
Pero en vez de un abrazo, o un silencio de sorpresa, el chico pulpo no recibió otra cosa más que un puñetazo en el centro de su rostro por parte de la teniente, usando su otra mano desarmada, claro.
"¡Tú, tú, T-TÚ!!" repitió la Octoling a la vez que apuntaba con el dedo al recién llegado, acercándose de forma amenazante al pobre desgraciado.
"¡Espera espera espera espera!" exclamó casi con desesperación Trayton, sacudiendo una de sus manos en frente de él, y agarrando su hinchada nariz con la otra.
"¡¡TÚ, T-... TE FUISTE!!" volvió a gritar la furiosa Octariana, todavía apuntando con el dedo al príncipe, sin mencionar que el resto no entendía lo que estaba pasando en ese momento.
"¡Dejame explicarte, hay una muy buena razón para eso!" continuó el chico pulpo de alto estatus, con la contraria estando a nada de comenzar a 'usar' su cuchillo. Por fortuna para el Octoling de tentáculos negros, Callie logró reconocer al recien llegado, a lo que acto seguido apuntó con su propio dedo en dirección hacia el susodicho.
"¡Ahhh, ya me acordé de ti. Eres el príncipe Octoling pervertido que ayuda al abuelo, y va tras Nary!" exclamó la idol de tentáculos negros con una sonrisa, captando así la atención de todos, incluso la de Otome, quien parecía que ya estaba por dejar caer su arma blanca sobre la tráquea del pobre individuo.
"¡Yo no soy ningún pervertido, solamente soy encantador!" respondió Trayton, antes de poner sus ojos sobre la susodicha Agente 3, y dedicarle un guiño de ojo. Esta por otra parte, respondió con una mueca de asco ante el coqueteo del contrario.
"¡Esperen un momento todos, que nos diga por que esta aquí?" en eso dijo Marie cruzándose de brazos.
"Me sorprende que no lo sepan, cuando fue el mismo Capitán Cuttlefish quien nos avisó de esto" respondió Trayton, dejando con una incógnita a los agentes.
"Momento, 'nos'?" preguntó ahora Levin con una ceja levantada.
Y como si esperaran a que preguntaran eso, desde algunas ramas, y de entre unos arbustos aparecieron otro grupo de Octolings, más específico, el mismo grupo que se encontraron cuando fueron a ese lugar con Drake, sorprendiendo por un momento al grupo de agentes y a la teniente, antes de que estos regresaran su mirada nuevamente hacia el príncipe.
"¿Que, no esperaban que viniera solo, verdad?" preguntó el supuesto gobernante, formando una sonrisa de lado ante la reacción de estos.
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Pasados unos minutos, Marie se había encargado de escuchar la explicación que Trayton tenía que decirles, aunque mayormente era el porqué de su abuelo para hacer que ellos vinieran también. Así que girandose hacia su equipo, la Squid Sister de tentáculos blancos se acercó a estos, los cuales habían vuelto a sentarse. Salvo por una Nary y una Otome, mismas que ahora estaban escondiéndose detrás de Callie, gruñendo de forma amenazante mientras veían fijamente hacia el chico pulpo de tentáculos negros con una cómica expresión de enojo.
"Ya me explicó lo que sucedió... Y es que el abuelo los llamó para que tengamos una mayor oportunidad con el plan, además de que para ellos es una oportunidad que no quieren dejar pasar, así que si queremos rescatar a Drake con mayor oportunidad, tendrán que venir con nosotros" dijo Marie con un suspiro, cosa que obviamente no entusiasmó al par de chicas que menos aprecio le tenían.
"¡Pues yo me niego!" exclamó la teniente de tentáculos rojos, aún gruñendo a pesar de que tanto su cabeza como la de Nary eran acariciadas por Callie para intentar calmarlas.
"Y eso por que?, si son Octolings como tú los que quieren ayudarnos" comentó Nayls, ladeando la cabeza por la actuación de Otome.
"No me molesta que vengan los otros, me molesta que venga ÉL!" señaló la Octariana, apuntando acusadoramente hacia el líder revolucionario.
"Calculo que debe haber un motivo, verdad?" preguntó Marie, colocando sus manos en sus caderas y viendo a la chica pulpo de forma seria.
Ante eso, Otome no pudo evitar apartar la vista por un momento, solo para terminar dando un suspiro, obligada a decir el motivo, aunque ella no se sintiera lo suficientemente bien para ello.
"Yo... Y él antes fuimos amigos en los días de nuestra infancia... Pero un día de él simplemente desapareció sin decir nada, y poco después me enteré de que tanto él como su familia se habían ido de Octomburg!" contestó de mala gana la teniente, frunciendo el ceño todavía mas.
"Y ahora que no reencontramos, te dignaste a preguntar el porqué al menos...?" respondió Trayton, bajando la mirada con algo de culpa.
La chica pulpo estuvo por responder con el mismo enojo, pero al darse cuenta de que su supuesto 'amigo' tenía razón, esta optó únicamente a quedarse callada, a la espera de que el contrario comenzara con su relato.
"Verás... La razón por la que me fui, fue para que Octavio no terminara por acabar con el linaje rea hace ya varios años... Cuando él destronó a mis padres justo antes de que yo naciera, los mantuvo cautivos dentro de la misma ciudad, obligados a no decir una sola palabra de lo que pasaba" comenzó el príncipe, frunciendo el también el ceño ante el amargo recuerdo.
"La cosa es que... Cuando se hizo oficial la coronación de Octavio, no pasó demasiado tiempo para que mis padres fueran ejecutados a espaldas del pueblo... Seguramente por temor a una revolución, y mis padres tenían el poder para provocarla" continuó este, acercándose un poco más para que todos pudieran ser oyentes de la historia.
"Yo por otra parte, fui rescatado por uno de los oficiales que todavía eran leales a mis fallecidos padres, y él junto a una parte del pueblo que no se dejaban manipular por Octavio, huyeron de la ciudad, conmigo siendo llevado con ellos, claro. Siendo el único heredero legítimo, no pude negarme, incluso si debía irme sin avisar..." finalizó el Octariano de tentáculos negros, dejando salir un suspiro al terminar.
"Y por que no nos dijiste nada?, podríamos haberte ayudado!" cuestionó Otome, recibiendo una negada de cabeza por parte del contrario.
"Eramos niños en ese entonces, si yo no pude hacer nada aún siendo el príncipe, que habrían podido hacer ustedes?" contestó Trayton con el ceño fruncido, motivo por el que la teniente chasqueó la lengua ante la inconformidad.
"¡Oh, ahora que recuerdo, el abuelo también nos contó una historia de su pasado, y en un momento llegó a mencionar que Octavio derrocó a los actuales líderes" mencionó Callie mientras levantaba una de sus manos al aire.
"Esta bien, ya que todo quedó aclarado ahora, sera mejor que nos pongamos en marcha otra vez. Y si el capitán Cuttlefish les contó todo, también han de saber que Otome encontró un camino que nos lleva hacia el interior de Octomburg, sin necesidad de pasar por la puerta" acordó Marie, a lo que todos volvieron a ponerse de pie.
No obstante, la inminente cercanía que hacia la oficial Octoling fue lo que alertó a todos, pensando en la intenciones que tendría esta contra el joven gobernante.
"Que quede claro que esto no lo hago por ti, sino por-..." estuvo por advertir Otome, pero justo en ese momento sus ojos se desviaron por una fracción de segundo hacia un tronco detrás de Trayton, mismo que se le podía ver una 'X' tallada en el tronco, haciendo que la chica pulpo abriera los ojos ante la sorpresa.
"¡Oigan, encontré una de las marcas, vamos por buen camino!" en eso avisó la misma teniente, apartando bruscamente de su camino al pobre individuo, y yendo a ver al ya mencionado tronco.
"¡Muy bien, equipo, todos en marcha!" sin perder más tiempo, ordenó Marie con una leve voz autoritaria, antes de que tanto las Squid Sisters como el resto de los jóvenes agentes comenzaran a movilizarse.
Por otro lado, Trayton se quedó viendo como lo pasaban de largo, antes de que este diera un audible suspiro, y bajara la cabeza con una sonrisa desganada.
"De verdad que está furiosa..." comentó el mismo Octoling ante el comportamiento de su supuesta amiga de la infancia con él la lado, pero poniendo sus ojos sobre sus propios soldados, frunció el ceño en una expresión seria, antes de hacerles una seña para que comenzaran a seguir al comando.
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El transcurso de lo que tuvieron que recorrer fue exactamente como Otome había descrito, largo y tedioso, pero una vez habiendo llegado, todos se maravillaron cuando la teniente destapó el agujero que los llevaría desde la superficie hasta el interior de Octomburg. Y es que de cierta forma también costaba creer que una abertura tan pequeña les daría el acceso a todos, pero ya estaban aquí, y no había tiempo para dudas en estos momentos.
"Muy bien, quién va primero?" preguntó Otome, volteándose para ver al resto del grupo, y esta no pudo evitar entrecerrar los ojos ante la discusión entre los agentes y los Octolings de Trayton para elegir al 'conejillo de indias', a lo que suspirando mientras se llevaba una mano al rostro, la chica pulpo se dio la vuelta para dirigirse al agujero.
"Bien, yo iré primera..." dicho esto, todos regresaron su atención hacia la Octoling, solo para ver sorprendidos como la susodicha de un salto se adentraba el la abertura, comenzando así un rápido deslizamiento hacia el interior.
Por fortuna el agujero era lo suficientemente lizo como para deslizarse, pero eso no quería decir que fuera un tobogán, todavía habían algunos roces que se sentían de sobremanera por lo estrecho de este. Lo bueno es que el descenso fue obviamente mucho mas rápido que el ascenso, sin mencionar que ya no habían telarañas que incomodaran a los más afectados por ellas, puesto que ya habían sido 'limpiadas' por la misma chica pulpo.
Pero regresando al tema. A medida que Otome seguía cayendo, logró divisar como poco a poco iba llegando al final del trayecto, así que preparando sus pies para el impacto, la teniente aflojó su espalda al momento de que su parte inferior saliera, deslizándose por un momento a través del suelo antes de detenerse girando su cuerpo y trabar sus pies en el suelo.
Luego de eso, con un quejido la joven oficial se enderezó por un momento, solo para notar como su espalda, y mayormente su trasero se había llenado de tierra. Ante eso, la chica pulpo se sacudió con un leve sonrojo el polvo de sus pantalonsillos mientras se inclinaba un poco hacia el frente, escuchándose con eco las palmadas de sus acciones.
Una vez terminado, Otome se acercó hasta la entrada del agujero, pero al instante se apartó cuando pudo ver justo a tiempo como alguien más estaba llegando, incluso reconociendo el grito en aproximación cuando la segunda en llegar salió disparada fuera del agujero.
Nary la cual había sido la segunda, lentamente se paró mientras tenía sus manos puestas en su trasero, puesto que el 'viaje' le raspó de más sus pobres glúteos, viéndose incluso unas lagrimillas asomándose por la comisura de sus ojos.
"¡¿De verdad que no había otro lugar por el cual entrar?!" en eso exclamó la Inkling de tentáculos naranja, sobándose su zona afectada.
"Lo siento, pero era esto o la puerta" respondió la Octoling con una sonrisa, al parecer algo divertida por el la reacción de su supuesta 'rival'.
Pero claramente eso no iba a terminar ahí. Uno tras otro fueron llegando de la misma forma que las primeras dos, siendo ya sea uno de los agentes, o algún integrante del equipo de Trayton, y casi todos terminaban de la misma forma que Nary y Otome, con la parte posterior llena de tierra, y unas nalgas adoloridas por el roce.
O mas bien casi todos, ya que el último de ellos fue Nayls, ya que a este se le había ocurrido tirarse de cabeza a través del pequeño túnel, terminando con llegar de cara al suelo mientras toda la parte frontal quedaba cubierta de tierra.
"Ow..." fue lo único que comentó el mismo Inkling de tez morena, tambaleándose un poco con todo su rostro moreteado.
"¿Pues que esperabas, un tobogán?" le reclamó Shara, solo para que su atención fuera llamada por las Squid Sisters.
"De acuerdo equipo, estamos dentro, ahora revisen su equipo, y aleguense al plan que hicimos con el abuelo!" ordenó Callie, a lo que al instante el comando comenzó a revisar que todo su armamento estuviera en orden.
Por otro lado, Trayton se tomó si tiempo para admirar el lugar en el que estaban, siendo el mismo refugio en el que tanto él como Otome venían junto a sus demás amigos, mismo por el que unos recuerdos llegaron a su mente, hiciendo que se le formara una sonrisa en el rostro. Pero mediante seguía observando la rústica cabaña, sus ojos terminaron posándose sobre una Otome que estaba apoyada de espaldas en uno de los muros, esperando a que todos estuvieran listos.
Viendo la oportunidad, el príncipe dio una rápida inhalada y exhalada, antes de mover sus pies hacia la dirección donde estaba la teniente, cosa que tal como se esperaba, la chica pulpo frunció de mala manera el ceño cuando lo vio acercarse a ella, apartando la vista de paso.
"Escucha... Se que no me quieres cerca, y que tampoco es el momento para decirte esto... Pero estar aquí los dos me trae muchos recuerdos" mencionó el líder revolucionario, formando una sonrisa comprensiva.
Otome por su parte, solamente le dedicó una desabrida mirada al contrario, sin decir una sola palabra.
"¿Y como esta tu hermana, o Rūno?" aún así preguntó Trayton, al menos recordando al resto de sus amigas.
"Bien..." respondió secamente la Octariana de tentáculos rojos, apartando la mirada de nuevo, además de cruzarse de brazos.
"Me alegro por eso, la verdad es que me gustaría verlas de nuevo" comentó el Octoling de tentáculos negros, pero sin obtener respuesta otra vez.
"Por cierto... Todavía me acuerdo que en un momento mientras jugábamos, llegamos a decir que eramos... Ya sabes, novios... Jeje, creo que se te veía bastante feliz, incluso si solo era mero juego" recordó el príncipe, en un intento por hacer que la contraria tuviera alguna reacción de vergüenza, desafortunadamente no fue así, en vez de eso, Otome dejó salir una risa sin gracias, bajando la cabeza lo suficiente como para que los tentáculos le cubrieran el rostro.
"Trayton, de verdad que eres ingenuo. En serio crees que es momento para coquetear conmigo...?" preguntó seriamente la teniente, poniendo algo nervioso al príncipe.
"Otome, por favor, si solo me dieras la oportunidad-..." trató de continuar el chico pulpo, pero rápidamente fue interrumpido por la misma chica de tentáculos rojos.
"¡Hay alguien más, Trayton, así que no insistas...!" la teniente, dejando por un momento pasmado al joven príncipe.
"Ohh... Entonces tu ya conseguiste-...?" una vez más trató de preguntar el líder revolucionario, pero una vez mas fue interrumpido por la chica pulpo.
"No, pero me gusta, y pienso que siga así. Tampoco te voy a decir quien es, solo que es más grande que tú... En más de un sentido
..." respondió de antemano la Octoling, susurrando para si misma la última frase.
"¡De acuerdo, ya estamos listos para irnos!" en eso anunció Levin, captando la atención del par de individuos.
Ante eso, Otome ni siquiera dio tiempo para que el Octoling de tentáculos negros dijera cualquier cosa, cuando lo pasó de largo, dejándolo con la palabra en la boca.
"Muy bien, intentaremos llegar sin ser vistos hasta la zona intermedia donde están los cuatro puntos clave, pero a partir de ahí tengan extremo cuidado, ya que a partir de ahí es donde nos separaremos" dijo Marie, contando ahora con los Octolings aliados uniéndose al círculo.
"Y ahora que contamos con un numero mayor, cada uno de ustedes se repartirá entorno a un agente" continuó Callie, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de los Octarianos rebeldes.
"Mientras tanto, creo que las Squid Sisters y yo seremos las encargadas de encontrar a Drake, después de eso, nos comunicaremos con los demás para avisarles la hora de irnos" propuso Otome, quien al ser una oficial, no dudo en dar su aporte.
"¡Esperen, si no es mucha molestia, quisiera cambiar lugares con una de las Squid Sisters, yo también quiero ser quien ayude a Drake de forma más directa!" pidió Nary, no muy conforme con el puesto que le habían dado.
"Nary, en serio, no es momento para-..." trató de negarse Marie, pero esta se vio interrumpida por la misma Inkling de tentáculos naranja.
"¡Por favor, se que es algo egoísta de mi parte, pero dejenme hacerlo por esta vez!" insistió la chica calamar, a lo que la idol de tentáculos negros estuvo por responder negativamente de nuevo, pero al ver la decisión en los ojos de su compañera, no pudo hacer otra cosa que dar un suspiro mientras bajaba la cabeza.
"Esta bien... Callie, Otome... Nary irá con ustedes..." al final accedió la famosa Inkling, frunciendo el ceño con los ojo entrecerrados.
"Por mi no hay problema, pero... Estas segura, Marie?" aún así preguntó Callie, ladeando la cabeza con una ceja levantada.
"No creo que la Agente 3 vaya a aceptar un 'NO' como respuesta, además no la primera vez que combatimos en diferentes equipos" respondió la Agente 2, generando una risa en su prima, al parecer al recordar algo.
Nary ante eso, no pudo evitar hacer una bombeada con su brazo mientras esbozaba una gran sonrisa. Otome por otro lado, solamente pudo hacer una mueca que rápidamente disimuló, antes de que el grupo se pusiera en marcha hacia el interior de Octomburg.
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Tras pasar unos cuantos minutos, el grupo mixto finalmente había conseguido llegar hasta el primer punto de encuentro, y desde que llegaron al callejón en el que estaban escondidos, nunca habían sentido tantos nervios y miedo de ser descubiertos, con tantos transeúntes, guardias, y cámaras de seguridad instaladas por todos lados, ahora sabían a lo que Cuttlefish se refería con 'una ciudad de enemigos', en especial los agentes. Estos mismos ahora entendían por lo que Drake tuvo que pasar cuando visitó Inkopolis aquella vez.
"Okay, aquí es donde nos dividimos. Levin, tu y otros dos Octolings irán al punto de la puerta, Shara, tu y alguien más irán al punto del sur, Nayls, tu junto ella irán al punto del norte!" ordenó Marie, señalando al Inkling de tentáculos morados, y luego a una de los acompañantes del príncipe.
"Mientras tanto, yo y Trayton nos encargaremos del punto oeste. Si algo sucede, solo avisen nos por los comunicadores, y haremos la distracción que necesiten para poder escapar con Drake" continuó la Inkling de tentáculos blancos, recibiendo un asentimiento simultáneo por parte de todos.
Y ahí con sus papeles repartidos, cada uno de los cinco grupos salió desde el callejón con precaución, dirigiéndose hacia la dirección donde estarían sus posiciones. Por otro lado, Otome se encargó de guiar al par de chicas Inkling hacia la mansión de Octavio, cosa que habría sido bastante mas sencillo si no fuera por que la ciudad ahora estaba completamente iluminada, producto de los Paneles Solares una vez mas en funcionamiento.
Pero ese era el menor de sus problemas. De alguna forma, hoy mismo parecía haber más transeúntes de los que uno estaba acostumbrado, sin mencionar los guardias, pero mediante pasaban entre los diferentes escondites mientras Otome las guiaba, se dieron cuenta de que no llegarían nunca así, o eso creyeron por un momento.
Puesto que una rápida idea llegó a la cabeza de la teniente, la cual al pensarlo un poco, su rostro se sonrojaba fugazmente, pero posiblemente sería la que más rápido las llevara hasta la mansión.
"Chicas esperen, se me ocurrió algo..." avisó Otome mientras se daba vuelta hacia las dos agentes, estando las tres detrás de un contenedor de basura.
"No avanzaremos muy rápido de esta forma, así que se me ocurrió que... Si Octavio todavía cree que estoy con el, entonces no llamaré la atención si salgo" mencionó la chica pulpo, mientras que tanto Callie como Nary compartieron confundidas miradas.
"No entiendo, a que te refieres con esto?" preguntó Callie, ladeando la cabeza con una ceja levantada.
"Me refiero a que... P-podría llevarlas hasta Drake sin que nadie se de cuenta..." respondió Otome, apareciéndose un pequeño, pero lindo rubor en sus mejillas.
"¡¿En serio, dínos como?!" ante eso exclamaron las dos chicas calamar al unísono, acercándose a la contraria con sus mejillas pegadas. A lo que tragando saliva, Otome lentamente fue quitándose su placa pectoral con su cara poniéndose cada vez mas roja, antes de levantar su top, dejando ver levemente la parte inferior de sus pechos.
"A-aquí... Una podría e-esconderse aquí..." respondió la misma Octoling, cerrando fuertemente sus ojos por la vergüenza, y apretando los labios.
Ante eso, Nary fue la que reaccionó acorde a la situación, dando un largo jadeo de sorpresa mientras fruncía el ceño con la boca abierta, y un furioso sonrojo se apoderaba de sus mejillas, nariz, y orejas.
No obstante, la reacción de Callie fue más 'inocente' por así decirlo, quedando más con un rostro de admiración que de vergüenza.
"¡Ohhhh, enormes!" comentó en un fuerte susurro la famosa idol, que claramente fue oído por las otras dos chicas del grupo.
Dichas palabras claramente hicieron que la teniente pusiera una fulminante mirada sobre la Squid Sister, pero sin que el rubor abandonara su cara, al contrario, volviéndose más notable.
"¡A-ahhh, quiero decir... Sí, creo que sí son lo suficientemente grandes como para que una de nosotras quepa!" corrigió la Inkling de tentáculos negros, moviendo sus manos en frente de ella, y sudando por los nervios de aquella mirada.
"¿E-entonces que... Lo harán o no?" insistió la Octariana de tentáculos rojos, ya cansándose de estar mostrando parte de su pecho.
"¡Yo creo que es una buena idea!" exclamó Callie, solo para que sin aviso, la misma chica calamar cambiara a su forma cefalópoda, y de un salto hacia la sorprendida teniente, se metiera entre sus mamas, haciendo también que diera un par de pasos hacia atrás.
"¡Oye, aquí hay mas espacio de lo que esperaba!" aún así comentó Callie para la ya insoportable vergüenza de la pobre Octoling.
"¡Para la próxima avisa!" casi gritó Otome ante la forma tan atrevida de actuar por parte de la mayor.
"Jeje, lo siento..." se disculpó la Agente 1, moviendo uno de sus tentáculos que todavía sobresalía por debajo, imitando lo que sería un saludo.
Acto seguido, la teniente bajó su top, recogiendo los tentáculos de Callie que todavía sobresalían, y ocultándolos con él, antes de volver a tomar su placa pectoral, y colocársela de regreso.
"¡Lo retiro, es una mala idea, está muy apretado aquí... No puedo respirar!" ahora se quejó la idol de tentáculos negros, con una voz ahogada mientras hacia un vano intento por salirse.
"Ahora te aguantas..." respondió Otome con un tono sombrío, pero recordando algo, sus ojos se posaron sobre la segunda Inkling, cuyo contacto visual provocó un pequeño salto en esta.
"B-bueno, y yo donde me voy a esconder?... Amenos que tengas espacio extra en esos dos globos de tinta, n-no creo que valla a caber!" expresó la Inkling de tentáculos naranjas, algo por el que la Octoling dio un gruñido molesto como respuesta, seguido de darse la vuelta, y levantar la parte trasera de su top, dejando al descubierto su espalda.
"Ya... E-entra" exigió la Octariana sin más, a lo que Nary apretó sus labios mientras fruncía el ceño, y cerraba los puños de forma linda.
"Q-que quede claro que esto s-sólo lo hago por Drake!" dijo la joven agente, tratando de parecer seria, pero el sonrojo no le ayudaba mucho.
"No eres la única..." respondió la teniente mientras ponía su vista al frente, solo para que sus ojos se abrieran de golpe, al sentir como algo se metía de repente en su top por la parte trasera.
Una vez hecho, Otome volvió a salir desde atrás de dicho contenedor, aunque por un momento caminando de forma extraña, puesto que todavía podía sentir a las dos Inklings moviéndose por debajo de su ropa en un intento de no estar tan incómodas.
No obstante, no dejándose distraer por eso, la oficial Octoling procedió a correr de forma no muy apresurada hacia la mansión en el centro de la ciudad. Pero algo era seguro, no la tendrían tan fácil incluso si llegaban a entrar, no por ya saber algo, sino porque tenía el presentimiento de que todo esto no iba a terminar tan bien como se esperaba.
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Por otro lado, mientras tanto el principal trío se dirigía hacia la mansión de Octavio, el resto de infiltrados estaban de camino a sus posiciones, y entre ellos una Agente 2 y un príncipe que de alguna manera habían conseguido llegar primeros a su puesto, siendo este una torre deshabitada con las persianas bajas, impidiendo la entrada de luz al interior de esta. Y al lado de la estructura se situaba un gran, pero frágil tubo de metal, con el cual se transportaba agua, el objetivo de dicho par por si algo sucedía.
"Entonces... Dices que están aquí para rescatar a ese humano, no es así?" preguntó Trayton, sentándose en un viejo sofá mientras que apoyaba sus pies en una pequeña mesa del mismo estado.
"Así es, no podemos dejar que Octavio tenga sus tentáculos en él" respondió Marie, mirando a travez de su mira para divisar a alguno de sus compañeros.
"Ya veo... Pero debo decir que me sorprende que pudieran capturar a un Antiguo, dado a su inmunidad contra la tinta, y el agua" comentó el Octoling de tentáculos negros, tomando su arma y dándole una revisada.
"Le tendieron una trampa, y si mal no recuerdo, creo que Otome nos mencionó que usaron una especie de tinta extraña" contestó la idol, apartándose de la ventana, y apoyándose de espaldas al borde de esta.
"Así que una tinta especial, eh?" comentó el chico pulpo, poniendo una de sus manos en su mentón de forma pensativa.
"Y ustedes, que los hizo venir hasta aquí?, porque dudo que sea solamente para ayudarnos..." preguntó la famosa Inkling, cruzándose de brazos.
"Je... Tienes razón, de hecho... Venimos para intentar recuperar algo que llevábamos demasiado tiempo intentando recuperar, eso y que también quiero dejarle un mensaje a Octavio, hacerle saber que muy pronto su mandato caerá" respondió Trayton, bajando los pies de la mesa, e inclinándose un poco había delante.
"Y sabiendo que tú eres el príncipe de Octomburg... Cuando llegues al poder, que tipo de líder serás...?" volvió a preguntar la idol de tentáculos blancos, levantando una ceja, y ladeando su cabeza.
"Si lo que preguntas realmente es: si seré igual que Octavio?, lamento decirte que no pienso ser un tirano... Pero eso sí, tampoco me temblará la mano si alguien nos amenaza..." respondió el heredero de la ciudad, borrando su sonrisa en un rostro serio.
Ante eso, la Squid Sister se mostró callada tras las palabras del contrario, sólo para que al instante sus ojos se abrieran un poco más, producto de oír la voz de Levin comunicándose con esta.
"¡Aquí el Agente 4, ya nos encontramos en posición!" avisó el chico calamar de tentáculos azules.
"Lo mismo por aquí, solo digan cuando!" ahora habló Shara, quedando como último a su hermano.
"¡Nos están atacando, necesitamos-... Naahh, es broma, jaja. Aunque por poco nos descubren, ya estamos justo por debajo de nuestros objetivo!" como último anunció el Inkling, escuchándose la risa de la Octoling que lo acompañó de paso.
"¡Muy bien, equipo. Permanezcan en sus posiciones, y atentos a cuando se los diga!" respondió Marie, cortando la comunicación, y volviendo a poner su mirada sobre el líder revolucionario.
"Consiguieron ponerse en posición" continuó la chica calamar, cosa que Trayton sonrió antes de acomodarse de nuevo en el sillón.
"Bueno, entonces ahora lo único que queda es esperar" respondió el príncipe, apoyando su cabeza en sus manos detrás de ella.
"Sí... Ahora todo depende de esas tres cabezas huecas" apoyó la famosa Inkling, formando una pequeña sonrisa de lado mientras mirada fuera de la ventana.
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Parada justo en frente de aquél portón, Otome tragó saliva al pensar lo que iba a hacer, pero también sabiendo que estaba bien justificada su acción. Así que con una mano levemente temblorosa la teniente abrió el portón hacía el lujoso patio, tratando lo más posible de no hacer contacto visual con alguno de los guardias, bueno, eso y que los leves movimientos de las dos agentes escondidas, le daban unas cosquillas apenas soportables.
Lo bueno es que nadie pareció sospechar nada, logrando pasar el curioso numero mayor de Octoling, y Octarianos custodiando la entrada. No obstante, cuando estuvo por abrir la puerta para entrar, una conocida voz le hizo tensarze, y no solo ella, tanto Callie como Nary parecieron tener la misma reacción.
"¿Yendo a ver esa cosa otra vez?" preguntó un inesperado Reinek por detrás de la Octariana, dejándola congelada por un momento, pero procediendo a actuar tan natural como le fuera posible.
"¿Y qué si lo hago...?" devolvió la pregunta Otome, con un tono cortante mientras se giraba apenas para encarar al capitán Octoling.
"Por nada... Solamente pienso que pierdes un poco el tiempo con él, no por tema laboral, sino que... Se nota que no está tan 'apegado' a ti como lo era antes" contestó el chico pulpo con una sonrisa levemente burlona, motivo por el que la teniente de tentáculos rojos apretó uno de sus puños, y una sombra ocultaba sus ojos.
Dicho comentario también había sido escuchado por las dos agentes, frunciendo el ceño ante la bravuconería del Octoling que combatieron hace tiempo, en especial Nary, la cual a pesar de ver a Otome como una rival en el amor, el hecho de que Drake la odiara, no era algo que quisiera experimentar de la misma forma que la teniente.
"Con todo 'respeto'... Si solo viniste a burlarte, tengo cosas mejores que hacer..." dicho eso, la chica pulpo se dispuso a adentrarse en la mansión, pero justo antes de cerrar la puerta, el oficial Inkling volvió a detenerla.
"De hecho hay algo más que quería decirte. El Emperador Octavio hace poco quería verte, pero como no se te encontró por ningún lado, quiere que te reportes para hacerle saber el motivo de tu desaparición" respondió Reinek, provocando que la contraria sudara frío al imaginarse que la hubieran visto.
"Iré a reportarme con él ahora mismo..." dijo Otome sin voltear a verlo, puesto que no quería que se diera cuenta de la cara que tenía ahora.
"Perfecto, así podrás usar ese tiempo en algo más productivo que visitando a un ser que se le olvidó extinguirse..." finalizó el capitán Octariano, antes de darse la vuelta, y disponerse a bajar por las escaleras.
Por otro lado, la expresión del trío por lo que el contrario dijo, no era la más amigable que se diga, por no decir que las tres sintieron unas grandes ganas de responderle algo, siendo mayormente Otome la que estuvo a punto de girarse para gritarle algo fuera de lugar, pero se contuvo por el hecho de no querer problemas ahora.
Así que cerrando el umbral casi de un portazo, comenzó a avanzar por el distintivo receptor de la mansión, antes de dirigirse hacia un pasillo en específico, sin mencionar que la teniente tenía un ojo puesto en cualquier parte donde la pudieran ver.
"¡Oh, ya me acordé de de ese sujeto!" en eso exclamó Callie con dificultad por lo 'apretada' que estaba.
"¿Lo conocen?" preguntó la Octoling, bajando su mirada hacia la zona donde estaba la Squid Sister.
"Nos enfrentamos a él hace unos días. Quería robarse las armas que tenía Drake, pero logramos patearle el trasero" respondió esta vez Nary, recordando aquella vez que tanto ella como sus amigos casi terminaban como una mancha de tinta en el suelo.
"Ojalá hubiera estado ahí para verlo..." ante eso comentó Otome, produciendo una corta risa en las dos Inklings bajo su ropa.
Luego de lo que parecieron diez minutos en los que Otome estuvo caminando de aquí para allá, y bajando escaleras, por fin habían llegado al muro donde se situaba la puerta oculta, por lo que mientras miraba hacia todos lados cerciorándose de que no hubieran moros, la joven teniente procedió a retirarse una vez más su placa pectoral.
A lo que tan pronto lo hizo, un calamar morado casi rosa saltó fuera de su busto por el cuello de su top, produciendo un audible *POP, y cambiando a una jadeante idol de tentáculos negro.
"¡Por fin... Un minuto más y me habría asfixiado...!" exclamó la hiperactiva Inkling, poniéndose una mano en el pecho, y encorvándose levemente hacia delante.
"No me culpes, tu fuiste la que se metió ahí sin aviso..." contestó la Octoling de tentáculos rojos, levantando luego la parte trasera de su top para que Nary pudiera salir.
"¡Nunca había estado tan cerca de la muerte!" insistió la famosa chica calamar, pero siendo ignorada por la misma Octariana, regresando su protector metálico a su lugar correspondiente.
"Bien, ya llegamos..." anunció la misma chica pulpo, centrando sus ojos en lo que para las agentes era la misma pared.
"Ahhhh... Otome... Segura de que es aquí?" preguntó Nary, no muy convencida de que el pasillo en el que estaban fuera la prisión del humano. Mas no recibió respuesta, cuando Otome en vez de eso se acercó al muro que tenía delante, colocando su mano en él, antes de presionarlo con la misma.
Y ante la sorprendida mirada de las dos agentes, vieron como parte de la pared se hundía frente a ellas, seguido de que la misma se quitara del camino, revelando unas profundas escaleras que conducían hacia la oscuridad del fondo.
Sin esperar a que las otras dos dijera nada, Otome fue la primera en bajar por dichas escaleras, seguida por Nary, y por último Callie, la cual esta última dudando si debía adentrarse en un lugar tan oscuro, la idol tragó saliva y se apresuró un poco hasta la Inkling de tentáculos naranjas, cargando su rodillo en una mano, y tomando el uniforme de la mas joven con la otra.
Pero a medida que seguían descendiendo, poco a poco las luz de unas antorchas en la pared les hizo saber que ya estaban llegando al final. Por lo que apresurando el paso, la Octoling bajó con más esmero las escaleras, oyéndose así el eco de sus pasos contra la piedra.
No obstante, al momento en que llegó a la esquina por la que se giraba a las celdas, la Octoling se apoyó de espaldas al borde, antes de asomarse levemente hacia el pasillo. Para su fortuna no habían guardias que estuvieran vigilando al único residente de las celdas, por lo que girándose hacia las dos Inklings que venían, les hizo una seña con la cabeza para que fueran.
Dicho esto, el trío se aventuró al pasillo, viendo a cada una de las viejas celdas vacías. No obstante, al momento en que llegaron a la del pelicastaño, casi en sincronía las tres exclamaron el nombre del humano, mientras que se agarraban a los barrotes.
Pero no obtuvieron ninguna respuesta más que silencio, preocupando todavía más al grupo. Y es que también la condición de Drake les ponía un nudo en la garganta, estando este colgando de sus brazos en los grilletes, mientras sus piernas estaban dobladas, y cabeza baja, impidiéndoles así ver su rostro. Pero eso era lo de menos, puesto que al parecer le habían hecho otra visita por información, ahora siendo despojado de su playera militar y realizando diversos cortes en su torso, los cuales no eran profundos, pero si se veían dolorosos.
Tras eso, las tres compartieron miradas antes de asentir con la cabeza, y cambiar a su forma cefalópoda para pasar entre los barrotes como si nada.
Así una vez dentro, estas se acercaron con intenciones de asistir al pobre pelicastaño. Solo para que al momento de estar lo suficientemente cerca, de una forma que ninguna de ellas se esperaría, Drake se soltó de sus grilletes, demostrando que al parecer se había librado de alguna forma, para luego abalanzarse sobre la primera desafortunada que tenía en frente, osea Callie.
Cayendo los dos al suelo, el ex-comando giró con su ahora rehén, sometiéndola con un brazo en su cuello mientras veía con amenazantes ojos a las otras dos integrantes del grupo. Sin embargo, su expresión se suavizara tan pronto reconociera a la Inkling de tentáculos naranjas, y a la teniente Octoling.
"D-Drake... Me haces daño..." en eso dijo con dificultad la idol de tentáculos negros, con sus manos en dicha extremidad tratando de aflojar el agarre, a lo que el ya mencionado bajó la cabeza para verla, antes de soltarla al instante.
"Lo... Lo siento..." expresó el pelicastaño, sin saber que estaba hablando en su idioma, algo que por supuesto el trío no comprendió, mirándose entre sí para encontrar una respuesta.
"Supongo que Bruce les mostró todo, verdad...?" aún así preguntó el humano, apoyándose en sus rodillas y bajando la cabeza, pero tal como la primera, las tres chicas siguieron sin entender lo que decía.
"¿Que pasa, por que no responden... Y que hace ella aquí?!" volvió a preguntar Drake, pero esta vez apuntando con el dedo de manera acusadora hacia Otome, algo por lo que esta se encogió por lo obvio.
"Ahhh... Drake..." fue Nary la que terminó por llamarlo, ganándose así la atención del ex-comando. Pero en vez de una respuesta concreta, la chica calamar se señaló a su frente, algo por lo que entendiendo la indirecta, el humano se tocó su propia frente, provocando que sus ojos se abrieran de par en par ante la ausencia de algo importante, MUY importante.
Su parche, su parche traductor ya no estaba, y es que también en ese momento Drake pudo recordar cuando se lo quitaron después de la última interrogación que le habían hecho, y aunque siguió sin decir palabra alguna, Octavio ordenó que le quitaran dicho dispositivo.
Y ahora que habían venido para salvarlo, no tenía el medio para poder comunicarse con ellas, salvo...
Eso último incitó a que sus ojos se posaran sobre la única Octoling en el lugar, cuya mirada desvió hacia otro lado para evitar el contacto visual con el humano.
Aún así, Drake no estaba muy seguro de si sería buena idea en estos momentos, puesto que por lo obvio ahora mismo, tanto él como la Octariana no se llevaban muy bien que se diga, pero que otra opción tenía?. Lo último sería que intentara comunicarse con las otras dos Inklings a base de dibujos en el suelo.
Así que con un gruñido molesto, el pelicastaño dio un par de pasos hacia la teniente, tomándola momentáneamente por sorpresa. Mas no escuchó decir nada al contrario, sólo permaneció viéndola fríamente en silencio... Hasta que Drake hizo un movimiento de manos que esta supo leer, pero aún así sorprendiéndola.
"¿Que haces con ellas?" preguntó el ex-comando en lenguaje de señas, dejando sin saber qué responder a la pobre chica pulpo. No obstante, mientras logra salir de su estupor, Otome sacudió su cabeza en un intento de concentrarse bien.
"¡Yo las traje porque-...!" trató de explicar la teniente de tentáculos rojos en su idioma, pero recordando que el humano no contaba con su parche para entenderla, volvió a intentarlo esta vez usando el mismo método que el contrario.
"Las traje porque... Darme cuenta de mi error, y ahora venimos para salvarte" respondió la Octariana humanoide, mirando con sinceridad al magullado hombre de pelo castaño.
Drake pareció pensarlo por un momento si volver a creerle, pudiéndose notar con la nueva mirada inquisitiva que dejaba caer sobre la ya empequeñecida chica pulpo, haciéndola sentir todavía más minúscula de lo que ya se mostraba frente al amigo que acababa de traicionar.
"¿Venir otros?" una vez más preguntó el ex-comando, seguido de darse la vuelta para ver al par de Inklings que los veían confundidas por la forma en que movían las manos uno frente a otro.
"Venir todo el comando... Y unos aliados" respondió Otome, ya sintiéndose un poco más calmada por el hecho de poder hablar con el humano, incluso si solo se trataba de lenguaje de señas.
"¿Aliados...?" ante eso se preguntó el pelicastaño, no sabiendo bien a que clase de 'aliados' se refería.
Pero claro, no había mucho tiempo para hacer todas las preguntas que quisiera, ahora mismo tenían que escapar y reencontrarse con el resto de Inklings para poder salir. Así que colocando su mirada una vez más sobre la Octoling, este procedió a finalizar esto con un acuerdo.
"Esta bien, voy a confiar en ti esta vez... Pero volver a hacer lo mismo de aquella vez, y no dudaré aunque seas tú... Y no es una advertencia..." finalizó Drake, diciendo la última frase en su idioma mientras se inclinaba un poco hacia delante. No obstante, pese a eso, el tono de voz sombrío, la helada mirada, y el obvio resentimiento, fue suficiente como para que la teniente se hiciera una idea de lo que el ex-comando estaba diciendo, así que con un trago de saliva, Otome se dedicó a asentir con la cabeza.
Acto seguido, después de que el acuerdo quedara hecho, el humano volvió a erguirse, antes de darse vuelta para centrarse en la puerta. Otome por su parte, dejo salir un suspiro de alivio. Le alegraba que el pelicastaño le diera una oportunidad de ganarse su confianza, pero el hecho de que este lo dijera con una amenaza, no le congratulaba de sobre manera. Aunque por algún motivo, ella no sabía por qué de alguna manera le parecía atractivo cuando el humano se ponía así, viéndose un atisbo de rubor en sus mejillas.
Pero regresando al tema. Drake puso sus manos sobre los barrotes de la puerta, tirando de ellos para poder abrirla, mas no consiguió su apertura, confundiéndolo por un momento al trío. Repitiendo la acción un par de veces más para ver si no estaba solo trabada, este entendió que la celda todavía seguía cerrada con llave.
"Otome...!" de pronto llamó el ex-comando, produciendo un pequeño salto en la nombrada.
"¿Como fue que entrar aquí?" preguntó ahora en el lenguaje de señas, a lo que la Octariana estuvo por responder, pero Callie justo la interrumpió.
"¡Oye, que esta pasando?, dínos que es lo que te está diciendo!" pidió la hiperactiva Inkling, un poco cansada de no enterarse sobre lo que el humano estaba diciendo.
"Pregunta como es que entramos a la celda" respondió la chica pulpo, algo que con un resoplido, la Squid Sister se aproximó hasta los barrotes.
"¡Oh, eso es fácil, solamente hicimos esto!" en eso exclamó la misma famosa Inkling, volviendo a tomar la forma de un pequeño calamar, para acto seguido esta de un salto pasar por entre las barras de metal como si no estuvieran ahí, antes de regresar a su forma humanoide desde el otro lado.
Repitiendo el proceso, pero para volver a entrar, Callie se paró a un lado del pelicastaño con sus manos en sus caderas, y alzando la cabeza con orgullo. Sin embargo, por parte de Drake, este se quedó por un momento en silencio, llevándose una de sus manos al rostro momentos después, no por lo obvio, sino porque ya se le había olvidado que tanto Inklings como Octolings tenían esa habilidad. No obstante, todavía quedaba un factor crucial en el plan para sacarlo... Y es que un humano no podía cambiar de forma.
Así que girándose para poner su atención sobre Otome otra vez, en lenguaje de señas el ex-comando rogó por que le dieran una respuesta afirmativa a la pregunta que estaba por hacer.
"Al menos traer una llave para mí, verdad?" dicha pregunta tomó por sorpresa a la teniente, cuya Octariana estuvo a punto de preguntar para que la necesitaba, sólo para que sus ojos se abrieran bastante cuando recordó la ausencia de cierta habilidad en un humano, algo por lo que de la misma forma que Drake, Otome se llevó una de sus manos al rostro por su ingenuidad. Sí, habían llegado hasta al pelicastaño tal como esperaban, pero carecían de los medios para abrir la puerta, así que seguían casi en la misma situación.
"No trajimos una llave..." comentó la chica pulpo, manteniendo la misma posición, cosa que confundió por un segundo a las dos Inklings, antes de que ambas se dieran cuenta de ello también, no pudiendo hacer nada más que emite un "Oh...", a la vez que miraban a la nada.
Pero justo en eso, antes de que las tres se reprocharan no haber pensado en eso, de entre los pasillos se escucharon un conjunto de unos pasos aproximándose, alertando así a los cuatro dentro de la celda.
Por un momento estos no supieron que hacer por el pánico. Si alguien los veía, darían el aviso y tendrían a toda una ciudad de Octarianos sobre ellos, y más cuando ya pudieron escuchar las voces de quienes se aproximaban.
Y así, para cuando los recién llegados habían alcanzado la celda del humano, estos sonrieron con malicia cuando vieron al ex-comando encadenado como siempre, colgando de sus brazos mientras tenía la cabeza baja. Pero lo que no sabían, es que escondidas justo detrás de su espalda, estaban el trío de chicas en su forma cefalópoda mientras se agarraban con sus ventosas al pelicastaño.
Por muy poco estos habían alcanzado ponerse de una forma que no fuera sospechosa, y es que había sido una idea que llegó de la nada a Nary cuando vio a Drake ponerse los grilletes otra vez, saltando de imprevisto a su espalda, y las dos féminas sin saber que otra cosa hacer, siguiendo su ejemplo.
Pero eso no quería decir que estuvieran fuera de peligro, si uno de los Octolings pasaba por detrás del humano, las vería. Por otro lado, tuvieron la oportunidad que querían para sacar a Drake, cuando se escuchó la puerta de la celda abrirse, poniendo luego en alerta al grupo.
"¡Je, parece que terminó inconsciente después de la anterior visita que le hicieron!" comentó uno de aquellos Octolings, riéndose de paso un poco.
"Y entonces qué?, no podremos pasar el rato si no está despierto" dijo otro de ellos, al parecer el que estaba más alejado.
"Y eso que?, simplemente lo despertamos y listo!" al decir la ultima palabra, el primer chico pulpo propinó un puñetazo en el estómago del pelicastaño, provocando que este hiciera una mueca por la momentánea pérdida de aire que le causó, mas no abrió los ojos.
"Oigan por cierto, nos olvidamos traer su traductor, así no sabremos nada si llega por fin a decir algo" mencionó el tercero, haciendo que Drake maldijera al no entender lo que decían.
"¡Je, y para que?, si igual no nos dirá nada sin importar que le hagamos. Así que, para que desperdiciar el tiempo?" respondió de forma petulante el que le dio el golpe al ex-comando, girándose mientras levantaba sus manos en señal de no importarle.
Pero al momento en que volvió a centrar su atención en el humano, se llevó una sorpresa al ver que este se había 'despertado', clavando una penetrante mirada sobre el incauto Octariano. El mismo por la impresión terminó dando un paso atrás, pero se relajó cuando recordó las ataduras de acero en las extremidades del contrario.
"Jeje... Huuuy que miedo das~!" se mofó el mismo chico pulpo con una risa burlona. Grabe error.
De forma rápida, el pelicastaño se agarró a los grilletes de sus muñecas, al mismo tiempo que apoyaba sus pies sobre el suelo. Y con una considerable fuerza, Drake soltó la atadura de su tobillo derecho, asestando después una patada con toda la planta de su pie en el rostro del Octoling, quedando así fuera de combate, sin mencionar la marca de su pie en el centro de su cara.
Pero esa no fue la única sorpresa que se llevaron los otros dos Octarianos, cuando vieron como el ex-comando soltaba ambas muñecas de sus grilletes, finalizando con su tobillo izquierdo. De alguna forma el humano había conseguido abrirlos.
Pero como si no fuera suficiente, por detrás de sus hombros emergieron Nary y Otome, mientras que por detrás de su cabeza se podía ver a una Callie agarrándose con sus tentáculos de su cabello.
Ante esa escena, los dos Octolings se volvieron para empezar a correr hasta la puerta, mas no pudieron siquiera atravesarla, cuando dos pequeñas calamares fueron lanzadas hacia ellos por el humano, y en pleno vuelo, ambas agentes dieron un giro antes de cambiar a sus formas humanoides, terminando así en sincronía conectando una patada voladora en el rostro de cada uno.
Ya una vez noqueados, las dos Inklings dieron un choque de cinco con ambas manos, para luego ver como el mismo soldado se disponía a registrar los cuerpos inconscientes de los Octolings, oyéndolo decir luego una palabra en su dialecto que no comprendieron, pero por la frustración se dieron cuenta de que no encontró lo que buscaba.
Pero eso no lo detuvo para dirigirse a la puerta de la celda, y salir por ella, haciendo de paso una ceña a las tres chicas para que lo siguieran. Acto seguido, el grupo subió por las mismas escaleras que daban a la planta superior, aunque cuando estuvieron justo en frente de la puerta, la teniente se puso en frente de los tres con sus manos en señal de alto. Claramente parecía que esta quería ser la primera en salir, tal vez para revisar que nadie sospechara si la veían.
Por suerte, todo se veía despejado, a lo que acercándose a la puerta otra vez, les señaló al humano y a las Inklings para que cruzaran la puerta, así que uno tras otro salieron por el pasaje oculto, antes de cerrarla con cuidado.
Y con un paso algo apresurado, el grupo mixto se movió por los pasillos, mirando cada uno hacia una dirección por si algún Octariano se presentaba de imprevisto. Aunque cuando todo parecía ir viento en popa, al momento en que llegaron a la zona de las escaleras que estaban justo frente a la puerta de salida, todos escucharon la voz de alguien llamando a la teniente Octoling, provocando que todo su cuerpo se tensara.
Girándose para encarar al individuo, se percató de que tanto el pelicastaño como ambas agentes habían 'desaparecido', y es que el ex-comando tan pronto escuchó a alguien más, tomó a las dos chicas calamar por el vientre, y se ocultó con ellas al borde de las grandes escaleras. Otome todavía sin saber adonde se habían ido, esta puso su atención sobre el Octoling que la llamó para no levantar sospechas.
Por otro lado, el humano se asomó levemente por el borde de las escaleras para ver la escena, sin saber que tenía a las dos Inklings abrazadas y pegadas a su torso descubierto, motivo suficiente para que las dos chicas calamar su ruborizaran hasta las orejas, y sintiendo ya ese agradable calor natural que provenía del pelicastaño.
No obstante, la charla no duró mas de tres minutos, cuando por fin el individuo se retiró por otro pasillo, dejando a la chica pulpo mirando hacia todos lados, y llamando en voz baja al desaparecido grupo. En ese momento fue cuando Drake junto a Nary y Callie salieron de su escondite, aliviando un poco a la ya mencionada teniente, pero por algún motivo las dos agentes se veían algo avergonzadas, pero con una sonrisa tímida en sus rostros, algo por lo que Otome entrecerró los ojos mientras inflaba las mejillas.
Aún así, y sin tiempo para explicaciones, los cuatro se dispusieron a llegar a la puerta, momento en el que ya solo quedaba avisar al resto y abandonar la ciudad sin que nadie se diera cuenta, o por lo menos eso era lo que ellos esperaban.
"¡Chicos esperen, tengo que avisarle al resto de que ya tenemos a Drake!" en eso anunció la famosa idol de tentáculos negros, algo que alertó de sobre manera a la Octariana tras haber recordado algo.
"¡No, espera!" exclamó Otome mientras estiraban una de sus manos hacia Callie, en un intento por detenerla... Demasiado tarde.
Tan pronto la Agente 1 activó el comunicador de sus auriculares, una alarma pronto comenzó a sonar por toda la mansión, provocando que el grupo se volviera hacia el interior de la estructura.
"Oops..." fue el único comentario que dijo la Squid Sister ante lo sucedido, sin mencionar que una serie de luces rojas parpadeantes iluminaron tanto el interior como el exterior de la mansión.
"Esto me trae malos recuerdos..." por su parte comentó el ex-comando para sí mismo, antes de que una alterada teniente los advirtiera.
"¡Que esperan?, vámonos ya!" dicho eso, la Octariana salió por la puerta de forma apresurada, siendo seguida por las agentes, y no hacía falta decir que Drake no necesitó entenderla para saber lo que seguía ahora.
-
Hasta desde la torre en la que Marie y Trayton estaban pudieron escuchar dicha alarma, mismo por lo que acercándose rápidamente a la ventana, pudieron ver como las parpadeantes luces rojas volvían todavía más notable la mansión de Octavio. Ante eso un suspiro de frustración fue emitido por Marie, apoyándose sobre un brazos en la pared.
"Nunca es de la manera fácil, verdad...?" comentó con molestia la idol de tentáculos blancos, obviamente fastidiada por el descuido de aquellas tres chicas. Podía entenderlo de Nary, puesto que ella todavía era una novata, incluso de Otome, que por todo lo que lleva encima, algo se le habría olvidado. Pero Callie, siendo ya una agente tan experimentada como ella?.
Para colmo un llamado llegó al comunicador de su auricular, y quién resultó ser cuando atendió?, por supuesto, su 'queridísima' prima.
"¡Marie, me oyes?, ya tenemos a Drake con nosotras, pero lamentablemente-...!" trató de decir la hiperactiva Inkling del otro lado, aunque siendo interrumpida por su contraparte de tentáculos blancos.
"Sí, ya sé que metieron la pata. Desde aquí puedo ver como la fiesta estalla por allá..." dijo Marie con un ceño fruncido y ojos entrecerrados, sin mencionar una forzada sonrisa que acentuaba más su mal humor.
"¡Ya, esta bien, lo sentimos. Pero necesitamos de las distracciones ahora, o nos splatearan antes de que podamos decir: 'desastre x4'!" exclamó Callie desde el otro lado antes de que cortaran la transmisión.
Esto causo otro suspiro en la ya desganada chica calamar, pero una risa algo divertida por parte del Octoling que la acompañaba.
"Se nota que ustedes se llevan bien" comentó príncipe sonriendo de lado.
"¿Tu creés...?" aún así preguntó con una ceja levantada la idol.
"Pues claro, de lo contrario esto no sería tan divertido" respondió el chico pulpo de tentáculos negro, solo para luego abrir la ventana con cuidado.
Acto seguido, los dos individuos saltaron fuera de esta, cayendo libremente hacia el suelo, no obstante al momento de llegar a cierta distancia, ambos efectuaron disparos hacia el suelo con sus armas, justo antes de llegar a él mientras cambiaban a sus formas de calamar y pulpo, zambulléndose en sus charcos de tinta como si estos tuvieran profundidad.
Y de forma instantánea, volvieron a emerger mientras regresaban a sus formas humanoides, mirando hacia todos lados por si los habían visto. Cosa que al no ser así, compartieron un asentimiento de cabeza seguido de dirigirse a su objetivo. Pero claro, no sin antes avisar al resto de sus compañeros.
"¡Agentes, hemos sido descubiertos, procedan con el Plan B!" avisó Marie desde su comunicador, finalizando la llamada sin dar la oportunidad de que alguno respondiera.
Una vez llegado al tubo de agua, tanto el Octoling como la Inkling realizaron disparos en conjunto, siendo Trayton el que lo ablandó primero con su Octoshot personalizado, y terminando Marie de romperlo con un chorro de tinta bien cargado de su Francotintador. Y llegó un momento en el que creyeron que se pasaron con su ataque, puesto que el tubo pareció resquebrajarse demasiado, y ellos todavía estaban demasiado cerca. Mas no avanzó más allá de esa grieta, aliviando un poco a estos.
Aún así tenían que apartarse rápido, el agua que se escapaba estaba llegando poco a poco a donde estaban.
"Bueno, aquí ya hicimos nuestra parte, es hora de que el resto haga lo suyo!" comentó el líder revolucionario, escuchándose como una segunda alarma empezaba a sonar no muy lejos de donde estaban.
"Y mejor nos vamos antes de que seamos nosotros los que tengan toda la atención" respondió la idol de tentáculos blancos, dándose la vuelta para retirarse, pero después de unos pocos metros, la misma se percató que el contrario no la estaba siguiendo, motivo por el que se volvió hacia él.
"Lo siento, pero aquí es donde separamos rumbos. Recuerda que nosotros también tenemos nuestros propios asuntos que atender!" dijo el chico pulpo, disponiéndose a tomar otro camino.
"¡¿Adonde vas?!" aun así preguntó Marie, ya comenzando a escuchar las voces de posibles Octarianos aproximarse a su zona.
"¿Que no es obvio...?" contestó Trayton con una sonrisa de lado, seguido de voltear hacia la bulliciosa mansión de cierto pulpo con corona.
"Así que nos vemos después... Oh, y podrías hacerme un favor?, pide a tus agentes que le digan a mis soldados que procedan, ellos entenderán!" dicho eso, el Octoling hizo un último saludo con su mano antes de perderse de vista.
Por su parte, la idol de tentáculos blancos se quedó confundida por un momento, solo para que regresara en sí cuando ahora los pasos de los Octarianos llegando, momento en el que se dio la vuelta para abandonar el lugar tan rápido como pudo.
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A duras penas pudiendo evitar los guardias del patio, el grupo de rescate junto al humano se apresuraron por las calles de Octomburg, buscando la manera de moverse sin ser vistos. Tarea que se complicó mucho desde la alarma en la mansión, y más cuando al parecer los Octarianos parecieron enterarse sobre la fuga del pelicastaño, viéndose una cantidad mayor de efectivos, algunos portando los tanques con esa especie de tinta extraña.
"¡Maldición, están sellando todas las salidas. Si los chicos no hacen algo rápido, nos van a acorralar!" comentó Callie viendo desde una esquina a una fila de Octolings y Octarianos bloqueando la calle por la que iban a pasar.
Pero justo en ese momento, las luces de toda la sección se apagaron de repente, desorientando a la fila de enemigos, y como si eso no fuera suficiente, ahora la voz de el mas joven del comando resonó en los auriculares de las dos Inklings.
"Deduje que necesitaban ayuda, y quise echarles una mano" dijo Nayls desde el otro lado, usando un tono algo altanero, pero ignorando eso las dos agentes sonrieron por el apoyo de sus compañeros, algo que pensaban aprovechar al máximo, o eso es lo que tenían en mente, siendo esta vez Drake el que las llamó para que lo siguieran.
Confundidas, las tres chicas no tuvieron tiempo de preguntar o detener al ex-comando, cuando el mismo se estaba alejando de ellas. Y sin querer perderlo en esta temporal penumbra, las agentes y la teniente se pusieron justo detrás de él mientras se acercaban de a poco a los Octarianos que no identificaban muy bien su entorno, logrando así pasarlos sorprendentemente sin ser vistos.
Y no solo en esa parte, los efectivos que estaban desperdigados por la zona, bien podría verlos si se les acercaba lo suficiente. Menos mal que el humano se adentró por un callejón junto a sus seguidoras. Y pegado a la pared, Drake se puso un dedo por en medio de sus labios en señal de silencio, siendo ahí cuando dos Octolings pasaron de largo el callejón.
Unos segundos después, el pelicastaño volvió a salir con las tres chicas detrás de él, sorprendidas por la forma en que alguien tan grande podía moverse tan sigilosamente. Pero tampoco era de sorprenderse tanto, puesto que el humano en su anterior oficio, ya tenía experiencia con el rescate, y la trata de rehenes, siendo este el motivo por el cual su compañía de comandos se llamaban 'Espectros', moviéndose incluso entre el enemigo sin ser vistos. Lo único que faltaba es que Drake por lo menos tuviera un cuchillo, y estuviera lloviendo.
No obstante, hubo un factor que se les había olvidado, y fue al momento en que ya estaban alejándose cuando los golpeó como una roca. Y es que algunos de ellos traían puesto sus visores, mismos que no dudaron en activar la visión nocturna. Grande sería la sorpresa de una, cuando lograría ver al cuarteto alejarse de ellos, motivo que esta no dudó en abrir la boca por la sorpresa.
"¡¡ALLÍ ESTÁN!!" en eso avisó fuertemente la Octoling, alertando a los demás,ñ e incitando al grupo para voltearse.
"¡Maldición, corran!" exclamó Otome, para acto seguido iniciar una huida en toda regla, con los montones de Octarianos que ya estaban disparando en su dirección.
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De regreso a la mansión de Octavio, el enorme pulpo rebuscaba entre los canales de sus monitores alguna cámara que le diera imagen de quienes ayudaron al humano a escapar, pero por alguna razón, algunas de las cámaras que probablemente cumplirían la tareas estaban desactivadas, y la razón fue dada cuando le llegó la notificación de algún oficial, avisando que en una sección de la ciudad la energía había sido cortada.
No obstante, una nueva transmisión fue llegando, solo que esta vez anunciando la aparición, y persecución del pelicastaño, junto a un trío que lo acompañaban.
"¡Que alguien active la cámara de su visor, necesito una imagen!" ordenó con irritación el coronado Octariano, y fue ahí cuando algunas pantallas de los monitores cambiaron a la imagen de la escena, pero mostrándose en verde por la visión nocturna.
Los ojos de Octavio se abrieron, no solo porque realmente el Antiguo se había escapado, sino porque reconoció el chaleco que portaban sus acompañantes, sin mencionar la inconfundible imagen de la teniente Otome corriendo a la par de ellos. Con dos de sus tentáculos, el emperador golpeó los brazos de su trono, gruñendo por lo bajo ante la intervención de Cuttlefish otra vez, pero también esta era una oportunidad que podría aprovechar, si eliminaba a sus agentes, sobre todo a sus dos insoportables nietas, sería un muy duro golpe psicológico en el anciano Inkling, sin mencionar que tendría vía libre para hacer lo que quisiera sobre Inkopolis.
"Esta vez no se me van a escapar..." juró Octavio en un sombrío tono bajo, seguido de presionar un botón en su trono, y desacoplarlo del lugar de donde estaba.
Acto seguido, el gobernante se giró junto a su ahora flotante asiento, moviéndose rápidamente hacia adelante, y cruzar las puertas de su habitación. No obstante, en su prisa, este no se dio cuenta de que un conocido Octoling había estado pegado de espaldas a la pared izquierda de la puerta.
Y aún así, tras no ser visto por el apresurado emperador, Trayton dejó salir un suspiro de alivio, para luego con una sonrisa, adentrarse en los aposentos del ya mencionado líder Octariano.
Y mientras miraba hacia todos lados, el príncipe sonrió con satisfacción, sacando lo que parecía un pendrive de su bolsillo antes de acercarse a la computadora de varios monitores.
-
Lo habían conseguido, por muy poco lograron terminar dejando atrás a sus perseguidores, o mas bien, Drake los había hecho, puesto que las tres chicas al no poder seguir su ritmo, este terminaría colocándose a Nary sobre su espalda, y llevar tanto a Callie como a Otome cada una sobre un hombro, menos mal que Inklings y Octolings eran sumamente ligeros.
No obstante, fuera de la zona sin luz, ya no disponían de la oscuridad para ocultarlos, así que estarían mas expuestos a los guardias, cámaras, y civiles. Y aún así, donde estaban?. Las calles por las que pasaban parecían estar vacías, o por lo menos no con tantos transeúntes para que alguien se percatara de ellos.
"¿Donde están todos...?" ante eso preguntó Otome, siendo bajada con cuidado como a las demás.
"¡Deben ser las distracciones que los chicos estan haciendo, nos están dejando la vía libre para escapar!" respondió con entusiasmo la hiperactiva idol, dando un salto en frente de los otros tres.
"¡Cierto, no desaprovechemos el plan, y dirijamonos a las puertas, que ya no nos falta mucho!" añadió Nary, alentando para que no se detuvieran ahora que estaban tan cerca.
Dicho eso, las dos agentes procedieron con su dirección hacia las puertas de Octomburg, mientras que Otome le hacia una seña a Drake para que continuaran. Este por su parte, se mantenía alerta por cualquier cosa, ya que éste tipo de situaciones no siempre eran las más buenas.
Ocultarse, avanzar, ocultarse, avanzar, esas eran las dos unicas acciones que el cuarteto podía hacer mediante atravezaban las calles, teniendo que evitar como podían a los civiles que pasaban, y a los pocos Octarianos que patruyaban el perímetro, la otra opción obviamente era atravesar todo a base de disparos, y golpes de rodillo. Pero luego de finalmente atravesar el lugar, lo único que faltaba era correr hasta las puertas, y esperar a que Bruce hiciera su parte.
Mas no esperaron que al llegar a una de las esquinas, todos terminaran chocando con otro grupo que los tomó por sorpresa, y tan pronto estos se levantaron para atacar a los que se habían encontrado, se sorprendieron ante la vista de que se trataban de nadie mas ni nadie menos que de el resto del comando!.
Obviamente Callie siendo la primera en reaccionar, no tardo en abalanzarse sobre su prima en un fuerte abrazo, a lo que esta le devolvió dicho gesto mientras le palmeaba la espalda. Por parte del resto, los hermanos llegaron hasta Nary y Otome para recibirlas en amistosas palabras, una lástima que ahora mismo Drake no pudiera entender su dialecto a faltas de su parche, pero eso no quiso decir que no se le formara una sonrisa por el reencuentro de sus amigos.
Solo hasta que los tres se giraron hacia él para recivirlo después de lo que le habia había sucedido, pero confundiéndose por el hecho de tener el torso al descubierto, eso y que sus ojos se abrieron todavía más por los cortes que se veían en algunas partes de este.
"¡Wow, Drake que te hicieron?, pareciera que te pasaron una podadora de césped por encima" Nayls fue el primero en comentar, rodeando al pelicastaño antes de volver a ponerse en frente suyo.
El humano por su parte, solo pudo formar una nerviosa sonrisa a la vez que negaba con la cabeza, y movía sus manos acorde a su respuesta.
"¿Que sucede, también te rebanaron la lengua?" preguntó ahora Shara, colocando de forma despreocupa su rodillo sobre su hombro.
"No puede entendernos..." en eso respondió Otome, confundiendo un poco al resto del grupo.
"Y eso porque?, si siempre habló normalmente con nosotros" preguntó ahora Marie, levantando una de sus cejas.
"¡Le quitaron su parche traductor, y cuando eso pasa es como si se le olvidara nuestro idioma!" añadió Nary, recordando lo que había escuchado del humano hace tiempo.
"¡Así que si tienen alguna pregunta para Drake, hagansela a Otome, al parecer ella y él pueden hablar con las manos!" ahora dijo enérgicamente Callie.
"Lenguaje de señas..." corrigió la teniente, entrecerrando sus ojos.
"¡Sí, eso!" continuó inocentemente la misma idol, cerrando sus ojos con una sonrisa.
"¡Oigan ahora que recuerdo, que pasó con los Octolings que venían con nosotros?, al momento en que le dijimos eso que Marie nos ordenó, estos se fueron de repente, diciendo que tenían cosas que hacer" preguntó Nayls, levantando sus dos manos entorno a la confusión.
"No tengo, idea. Es probable que el príncipe-..." y así fue respondiendo la Inkling de tentáculos blancos, pero mientras estos hablaban, el pelicastaño no pudo hacer otra cosa más que quedarse viendo hablar entre ellos a los oceánicos, todavía quejándose por dentro el no tener su dispositivo de comunicación. Pero mediante vigilaba, este se dio cuenta de que alguien faltaba, y no alguien cualquiera. Sin esperar a que el grupo terminara de hablar, el humano llamó la atención de la Octoling, preguntando sobre la ausencia de Levin, siendo el único que no estaba presente.
"¡Hey, escuchen. Drake pregunta donde está Levin?" llamó la Octariana de tentáculos rojos, mismo por el que los ojos tanto de Marie, como el de los hermanos se abrieron de golpe.
"¡Lo olvidamos. No nos hemos encontrado con él de camino aquí, ni tampoco ha respondido los llamados que le hicimos!" contestó Marie, sorprendiendo al resto del grupo, salvo a cierto ex-comando por obvias razones.
"¡Puede que esté en problemas, mejor nos apresuramos hacia la puerta!" sentó Shara, misma que sin esperar respuesta del resto, fue la primera en correr hacia la dirección de las puertas en la distancia.
Otome por supuesto después de explicarle a Drake lo sucedido, estos también siguieron al comando de Inklings, aunque con la diferencia de que al estar ya tan cerca de escapar, tuvieron un poco de menos cuidado en ser vistos por los pocos transeúntes que pasaban. Después de todo, ya se sabía que estaban en Octomburg.
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Todo parecía ir mejor de lo que se esperaba, con las distracciones en diferentes puntos de la ciudad, eran muy pocas las fuerzas que custodiaban las calles, por no decir ninguna, y la ruta directa que habían tomado hacia las puertas solo les tomó cuestión de un cuarto de hora en llegar a las afueras de Octomburg. Pero eso sí, las miradas de empresión que recibieron por los Octarianos civiles fueron tal y como se esperan.
No obstante, una vez habiendo llegado, lo único que les quedaba era el enorme ascensor metálico que daba a la plataforma, pero con la diferencia de que tal y como se había dicho, Levin no se encontraba por ningun lado, siendo así a los pies de dicho ascensor la ubicación del chico calamar.
"¡Levin, Levin estás aquí?!" comenzó a llamar Shara, cuyo ejemplo fue seguido por el resto del grupo, mas no fue así por el humano, quien solo se dedicó a mirar hacia todos lados por alguna pista de su paradero.
No obstante, mediante sus ojos vagaban por todo el lugar, el ex-comando logró divisar por un momento lo que serían los tentáculos de algun Octoling por sobre ellos en la plataforma, motivo que tan pronto la mirada del pelicastaño se centró en este, dicha cabeza volvió a desaparecer.
Por lo visto, Drake se apresuró hacia el mismo ascensor, llamando como podía tanto a los agentes como a la teniente.
"¡Drake, espera, todavía no hemos encontrado a Levin!" protestó Nary, pero era obvio que el humano no iba a hacer caso, aún haciendo señas para que fueran con él.
Era evidente que lo que Drake señalaba no iba a ser entendido por los agentes, eso hasta que ya harto, procedió a negar con la cabeza ante la frustración, seguido de poner su atención sobre la teniente para llamarla.
La misma chica pulpo solo pudo hacer caso a las exigencias de su amigo humano, algo que al momento de estar lo suficientemente cerca, sus ojos se abrieron cuando las señas que le hizo el pelicastaño provocaron que al instante corriera hacia los agentes.
"¡Chicos, mejor hacemos caso a lo que Drake está diciendo, acaba de ver algo en la plataforma!" avisó la oficial Octariana, a lo que todos se voltearon en su dirección.
"¿En serio, que te dijo?" preguntó Callie mientras que se acercabs a ella.
"No lo sé muy bien, lo único que entendí es que le pareció ver algo sobre la plataforma" dicha confesión incitó a que todos compartieran miradas, pero tras no poder encontrar al último de sus compañeros, no les quedaba de otra que subir por el ascesor. Así que no muy seguros, todo el grupo se aproximó a la posición del ex-comando, para luego adentrarse junto a él, y accionar el mecanismo.
La preocupación era notable, y los nervios por el paradero del Agente 4 se volvía cada vez mas precente mediante más alto llegaban, solo para que al momento en que alcanzaron dicho suelo metálico, estos se aliviaron en gran medida tras finalmente poder ver al chico de tentáculos azules justo donde el pelicastaño señalaba. Pero al mismo tiempo se estremecieron por la posición en la que se encontraba. Arrodillado y con sus manos detrás de su cabeza, sin mencionar que un grupo de familiares Octolings, mayormente para Otome, estaban detrás del chico calamar mientras le apuntaban con sus Octoshots.
"I-Irian..." fue la única palabra que escapó por sus labios, dándose cuenta que dicho grupo eran su hermana y su escuadrón 'Shark Fank'.
"Cuando lo oí, dudé por un momento si era verdad... Pero de cierta forma también me lo esperaba..." comentó la sargento, viendo justamente a su hermana mayor ayudando al bando Inkling.
"Irian, escucha... Sabes que no podía dejar a un amigo así, y menos después de que-..." trató de explicar Otome, pero se vio interrumpida por la contraria.
"Sí, ya sé sobre lo que pasó, y aún recuerdo que yo te incité a hacerlo... Solo que no esperé que terminaras aliándote con ellos, sabes lo que eso implica, cierto?" preguntó seriamente la Octoling de tentáculos morados.
"Lo sé muy bien... Y estoy dispuesta a eso con tal de remediar todo" contestó la teniente, aún a sabiendas de que probablemente ya la habían tachado de traidora.
"¿Remediar todo, te refieres a lo que nos pasó, nuestra relación con los Inklings, los 100 años de miseria, todo eso?" discutió con recelo la misma chica pulpo, a la vez que cerraba uno de sus puños y fruncía todavía más el ceño.
"Ya me enteré de toda la verdad, tanto nuestra versión como la de los Inklings... No negaré que me sentí indignada por un momento, pero luego me di cuenta de que no puedo seguir con rencores, dejar el pasado en el pasado... Y creo que tú también deberías-..." trató de disuadir la Octariana mayor, dando unos pasos al frente, seguido de ser detenida por el arma de su hermana menor apuntando hacia ella.
"Soy una Octariana como tú, tu tinta no me haría nada..." dijo seriamente la teniente ante la amenaza de la contraria.
"No... Pero a ellos sí!" sentenció Irian, cambiando de objetivo hacia los agentes que estaban detrás de ella, y no solo la sargento, casi todas las demás integrantes del escuadrón apuntaron sus armas contra ellos. Salvo por una de ellas, la cual mantuvo su arma sobre el chico calamar sometido.
El comando de SquidBeak Splatoon se sorprendió por las medidas tan drásticas tomadas por la aparente familiar de Otome, a lo que se vieron obligados a tomar posiciones por si no tenían opción. Incluso Drake tuvo que prepararse para el posible enfrentamiento, solo que no esperó tener que hacerlo contra la hermana de Otome, la cual ya estaba considerando una buena amiga.
"¡Irian basta, yo solo les pedí ayuda. Si hay alguien con el que debes luchar, es conmigo!" en parte mintió la Octoling de tentáculos rojos, poniéndose en medio del arma.
"¿De verdad estás dispuesta a enfrentarme por ellos?" preguntó Irian despectivamente y sin bajar su Octoshot.
"Solos tú y yo..." respondió decidida Otome, bajando los brazos con sus puños cerrados.
Las palabras de la teniente hicieron que la sargento ladeara la cabeza, permaneciendo en la misma posición por unos largos dos minutos. Mismos que sin saberlo, una fuerza considerable de Octarianos se dirigía hacia ellos, liderados por el mismo emperador. No obstante, cuando Irian mostró una expresión sumamente sombría, de forma sorpresiva esta terminó dando un suspiro mientras se frotaba detrás de la cabeza, cerrando sus ojos con fastidio.
"Ya, escuadrón bajen las armas..." ordenó con una mueca la chica pulpo más joven, sorprendiendo tanto a las Octolings como a los agentes. Drake por otro lado, al no entender lo que decían, solamente pudo mirar a ambos bandos con confusión.
"Y suelten al Inkling..." volvió a exigir la sargento, volteando su mirada momentáneamente hacia su equipo, antes de regresarla hacia su hermana mayor.
"No podría vencerte en un combate mano a mano, me darías una paliza... Además eres mi hermana" comentó la Octoling de tentáculos morados, desviando la mirada con algo de pena.
"¡Irian, e-entonces-...?!" trató de preguntar Otome, pero una vez mas fue interrumpida por la contraria, cuando la susodicha levantó una mano en señal de alto.
"¡Solo por esta vez, pero no te acostumbres... Para la próxima no tendré más opción!" exclamó la oficial de menor rango, a lo que la teniente lentamente formó una sonrisa, pero esta se borró cuando las enormes puertas comenzaron a abrirse por sí mismas, provocando que todos se giraran hacia dicha dirección. La sorpresa que después se llevaría Drake, decir que fue grande sería poco, cuando una familiar bola flotante se adentró por el enorme umbral, y más cuando recordó no haberlo visto en ningún momento junto al grupo.
"¡Hey, Bruce, justo a tiempo!" en eso exclamó Callie para llamar su atención, al mismo tiempo que sacudía una de sus manos en el aire.
El esférico robot girando su atención sobre el grupo mixto, casi de forma instantánea se precipitó hasta estos, a una velocidad que tomó por sorpresa a los oceánicos, antes de ponerse justo en frente del ex-comando.
"Señor, me alegro de que allan podido rescatarlo, al parecer el plan resultó como lo esperado!" comentó el cibernético ser, seguido de darse cuenta sobre la ausencia de cierto dispositivo.
"Supongo que tú eras el encargado de abrir las puertas cuando todos llegáramos, cierto?" preguntó el pelicastaño en su idioma, formando una sonrisa de lado.
No obstante, un carraspeo de garganta fue suficiente para llamar la atención de todos, siendo Irian la que estaba ahora con sus manos en sus caderas.
"No quiero arruinar el encuentro, pero mejor se dan prisa, y se largan. Un gran contingente de nuestras fuerzas se aproximan hacia aquí, y Octavio viene con ellos" avisó la joven sargento, apuntando con uno de sus pulgares hacia fuera de la plataforma, cosa que todos exceptuando al ex-comando fueron hasta la barandilla del borde.
Y un pesado trago de saliva fue presente en todos, cuando efectivamente un considerable numero de Octarianos estaban llegando a su posición, sin mencionar al nada feliz gobernante encabezando dicho ejército.
Así que después de que Drake fuera el último en ver lo que se les venía encima, sin perder tiempo corrieron hacia las grandes puertas, pero siendo detenidos por el mismo escuadrón de Octarianas.
"¡Oigan esperen, aún les falta hacer algo antes de irse!" avisó Irian, haciendo que todos se giraran en su dirección.
"¡¿Que podría ser más importante que huir mientras tenemos oportunidad?!" preguntó Nayls, apuntando con el dedo hacia el exterior de la puerta.
"¡Dispárennos...!" fue la única respuesta que la chica pulpo devolvió, generando así un sepulcral silencio, incluso uno podría jurar que unos puntos suspensivos aparecieron sobre el grupo escapista, uno al lado del otro.
"¿Que dijo...?" en ese momento preguntó Drake, girando su atención en su ayudante robot a la espera de que le tradujera, rompiendo de paso el silencio.
"¡¿ESTÁN LOCAS, SE DAN CUENTA DE LO QUE NOS ESTÁN PIDIENDO?!" ahora sí fue la reacción esperada, en este caso fue Callie la que gritó, mientras agarraba a la hermana de Otome desde su placa pectoral, y la zarandeaba un poco.
"¡N-no digo que nos splateen, solamente q-que parezca que tuvimos un enfrentamiento , y p-perdimos!" contestó Irian, aún siendo sacudida de atrás a delante por la idol de tentáculos negros.
"¡No, definitivamente no. Y no solo por ti, no puedo permitirme que ninguna de ustedes resulte herida!" ahora respondió la teniente Octoling, ahora refiriéndose a todas las miembros de su escuadrón.
"¡Otome piensalo. Si Octavio llega, lo cual será justo ahora, y ve que ustedes escaparon, obviamente sabrá que los dejamos ir, puesto que no tendríamos ni un rasguño!" insistió la Octariana de tentáculos morados, logrando apartar a la hiperactiva Inkling poniendo sus manos en su cara, pero curiosamente esta todavía movía las suyas en dirección a la sargento, tratando así de volver a alcanzarla.
Esa afirmación dejó en jaque a la preocupada teniente de tentáculos rojos, ya que tenía razón, y pese a eso seguía no estando muy segura de que los agentes debieran dispararle a su escuadrón, y a su hermana.
"P-pero..." manteniéndose al margen de su preocupación, intentó discutir Otome, solo hasta que fue Marie la que incitó a que la líder Octoling aceptara.
"Tiene razón, Otome, lo cual jamás creí decir por un Octariano, pero no podemos irnos así como así, solo piensa en lo que haría ese pulpo con ellas..." se unió Marie, haciendo así que la joven teniente se volteara para verla.
"Es mas, les estaríamos devolviendo el favor por... Bueno, prácticamente dejarnos escapar" continuó la famosa idol, a lo que Otome nuevamente puso sus ojos sobre su escuadrón, y sorprenderse por las sonrisas de confianza que le estaban dando.
Con eso último, la misma Octoling terminó por bajar su cabeza en señal de derrota, antes de responder sin levantarla de nuevo.
"Esta bien... Pero seguros que no las dañaran mucho?!" preguntó la Octariana de tentáculos rojos, todavía mostrándose preocupada.
"No te preocupes, además ellas lo dijeron; necesariamente no tenemos por qué reventarlas" contestó Marie con una sonrisa, seguido de llevar su arma al hombro.
"¡Shí... Te prometemos que no será mucha tinta, solo las salpicaremos un poco... Aunque puede que les arda un poquito" añadió Callie, quitando su rostro de las manos de Irian, antes de rascarse nerviosamente la mejilla en la última frase.
"¡No hay problema, ahora deprisa antes de que Octavio llegue!" apuró la sargento, para luego tanto ella como las demás Octolings se pusieran en fila una al lado de la otra. Acto seguido, todos los agentes uno tras otro en frente de cada una, apuntando en lugares que les afectaría menos los proyectiles Inklings, incluso Callie y Marie ajustaron sus armas para que la de una efectuara un disparo no cargado, y la otra solo dejar la tinta de su rodillo gotear sobre una Octoling.
Pero justo antes de que lo hicieran, de forma abrupta Nary los detuvo, llamando su atención también.
"¡Esperen, esperen!" exclamó la chica de tentáculos naranjas, seguido de alejarse un poco del grupo, y disparar su Splattershot por la plataforma.
"¿Nary, que estás haciendo?" preguntó Levin, confundido por la acción de dicha agente.
"Que no es obvio?, hacer que parezca un combate de verdad!" respondió la chica calamar, volteando con una sonrisa impetuosa.
"¡Oh, buena idea, vamos, Octavio ya casi está sobre nosotros!" exclamó la sargento, al mismo tiempo que hacia una seña para que todos siguieran el ejemplo de la agente 3.
Mientras tanto eso sucedía, por debajo de ellos ya habían llegado Octavio junto al pequeño ejercito que venía con él, viendo con temor, e ira como las puertas se habían abierto, no obstante, eso no fue lo único que ocurrió por sobre la plataforma. Al instante una gran salpicadera de tinta de diferentes tonos aparecieron a la vista, sin mencionar el inconfundible sonido de unas armas siendo disparadas.
Pero lo que de verdad le aseguró lo sucedido, fue la caída de una bomba de tinta naranja por fuera de la plataforma, antes de estallar frente a todos los presentes. Eso fue suficiente para que el coronado pulpo se precipitara al ascensor y accionara el mecanismo.
Otros Octarianos como pudieron también consiguieron subir junto al gobernante, antes de empezar a ascender. El enorme Octariano, rogando por que llegara a tiempo, de repente se dejaron de escuchar los disparos, probablemente tras la conclusión del enfrentamiento, y casi estando a punto de salirse de su trono para subir por él mismo, fue ahí cuando por fin habían llegado a la plataforma, no encontrando mas que un desastre de tinta por todos lados, pero ninguno de los agentes. En su lugar, unas seis Octolings yacían en el suelo 'fuera de combate', cubiertas por todos lados de tinta Inkling.
Acercándose hasta dichas Octarianas, Octavio notó como una de ellas a duras penas empezaba a levantarse, siendo en este caso Irian, apretando los dientes mientras como podía intentaba recargarse en sus brazos.
"¿Que pasó...?" pese a ya saber la respuesta, aún así preguntó el emperador, cosa que a escondidas Irian formo una pequeña y rápida sonrisa, antes de levantar la mirada para encararlo.
"Lo Inklings... N-nos atacaron, y se llevaron al Antiguo... Ni siquiera s-se molestaron en acabarnos... Y la teniente Otome estaba con ellos!" respondió la Octoling de tentáculos morados, en un tono forzado.
La expresión de Octavio se volvió todavía más seria, frunciendo todavía el ceño en mayor medida por el hecho de que hubieran escapado, pero a pesar de eso, no mostraba alteración, o algo por el estilo.
"Su majestad, por lo sucedido hace poco, calculo que no estarán lejos. Los perseguimos?" sugirió Reinek, posicionándose al lado de coronado pulpo, mas ni se esperó la respuesta que diría.
"No... Ya hemos perdido demasiado tiempo, y ahora tenemos mejores asuntos que atender..." respondió este, girándose para regresar al ascensor.
A una distancia ya lo suficientemente alejada, el comando SquidBeak, la teniente, y el humano se detuvieron un momento para recuperarse de todo lo que habían corridos, puesto que al momento en que los Octarianos empezaron a subir por el ascensor, todos tuvieron que salir por la puerta, y correr como todo buen grupo de condenados.
Pero entre los jadeos, y respiraciones pesadas, al final fue Nayls el primero en celebrar, levantando sus brazos en su aparente victoria, luego los demás se fueron sumando, hasta que prácticamente todos estaban saltando tras haber completado una misión tan difícil, y sobrevivir de paso. Aunque claro, todos salvo un fatigado humano, quien se contentó con sentarse en una roca lo suficientemente grande, y ver con una sonrisa de lado a sus salvadores, recordando mas o menos los rescates que tuvo que hacer con cierto amigo suyo.
Pero su aparente llegada de recuerdos fue interrumpida, cuando un robot flotante se acercó a él, antes de hablar en el mismo idioma del humano.
"Se le nota desanimado, señor. Sucede algo?" preguntó Bruce, a lo que solamente recibió una pequeña sonrisa del pelicastaño.
"No, Bruce, todo esta bien, es solo que... Bueno, ahora que no tengo el parche traductor, no puedo hablar con ellos a menos que sea a través de Otome, o de ti..." respondió Drake, aunque no era solamente por eso que no mostraba tanto entusiasmo.
"Deduje que tal vez eso podría pasar, así que me tomé la libertad de fabricar un remplazo antes de venir aquí" en eso dijo el ser esférico, captando de mejor forma la atención del ex-comando con algo de sorpresa.
Por sobre la parte superior del metálico ayudante, se abrió una pequeña compuerta, de la que un móvil apéndice emergió de ella, sujetando un parche exactamente igual al que Drake había tenido antes, e incitando al humano para que alzara las cejas conforme a lo inesperado.
"Jeje... Bruce, tú de verdad que eres una bendición!" aduló el pelicastaño mientras estiraba la mano, y tomaba el remplazo de su traductor.
"Agradezco el cumplido, pero innecesario, después de todo, estoy para servirlo" contestó monótonamente el robot flotante, parpadeando con su lente.
Ante eso, el joven soldado solo negó con la cabeza aún sonriendo, para luego colocarse el nuevo parche en su frente, y tal como todas las anteriores veces, su mente al instante fue inundada con el dialecto de estos seres, permitiéndole hablarlo otra vez. Acto seguido, el humano se aproximó al grupo de oceánicos, mismos que tan pronto se percataron de él, rápidamente lo rodearon mientras le pedían a Otome que fuera la que mediara para hablar con él.
"No será necesario, chicos. Ya puedo entenderlos otra vez" sorprendió el ex-comando a los agentes, al mismo tiempo que ponía una mano en señal de alto, y se levantaba su flequillo levemente crecido para mostrar el dispositivo.
Otome por otro lado, en parte se alegró bastante por que Drake pudiera hablar con ellos, pero también le desilusionó un poco el hecho de ya no ser necesario que habla con ella para hacerle entender de algo, o decirle a alguien, viendo como les agradecía a los Inklings el haberlo salvado, rodeando por el cuello con uno de sus brazos a Levin y Shara de forma juguetona, mientras que frotaba la cabeza de Nayls con su otra mano.
Por otro lado, al momento de agradecerles a las Squid Sisters, este les dio un abrazo, mismas que reaccionaron según su personalidad. Marie devolviendo dicho abrazo con una sonrisa picara, mientras que Callie se tensó por un momento con un sonrojo, y una sonrisa entre feliz, y nerviosa.
Pero al momento en que 'agradeció' a Nary, fue ahí donde Otome frunció el ceño con sus mejillas algo infladas, puesto que la Inkling de tentáculos naranjas pegó todo su cuerpo al del humano, sin mencionar que cerraba sus ojos con su cabeza apoyada felizmente en el pecho del pelicastaño.
No obstante, al momento en que lo vio ahora acercándose a ella con un semblante repentinamente cerio, la chica pulpo recordó lo que había hecho, por lo que se puso firme mientras el contrario llegaba hasta ella.
Acto seguido, el humano comenzó a levantar una de sus manos abiertas, pareciendo que fuera a abofetearla. Esto asustó un poco a los agentes, a la vez que la teniente no pudo hacer mas que cerrar los ojos con fuerza, y apretar los puños a la espera del golpe.
Pero este nunca llegó, en cambio sintió como una cálida mano se ponía sobre sus tentáculos, motivo por el que esta levantó la mirada hacia el contrario.
"Todavía estoy enojado, y aún no te perdono, sabes?, pero los trajiste a ellos, y me ayudaste a escapar... Lo menos que puedo hacer es dejarte explicarlo todo..." comentó Drake, colocando una de sus manos en su cintura, mientras apartaba la mirada.
Esto claramente dejó en un completo silencio a la Octoling, sin poder creerse que a pesar de todo, el ex-comando no le pegara.
[Octomburg]
[Mansión de Octavio]
[20 minutos después]
Tras lo sucedido en la ciudad, y con el escape del Antiguo, Octavio supo que ya era momento para poner en marcha su último plan, uno que podría poner la balanza a su favor drásticamente.
Por lo que moviéndose por los pasillos hacia su habitación, el emperador se dio cuenta de que había dejado la puerta de sus aposentos sin seguro, pero no le dio importancia. Estaba seguro de que nada pasaría en ese pequeño lapso de tiempo, verdad?.
Cuando finalmente llegó a las puertas de su destino, puso su trono flotante frente a dicho umbral, y abriendo con sus tentáculos. Mas no recordaba que esta estuviera tan oscura, de hecho, hasta los monitores estaban apagados.
El emperador ya empezando a sospechar, presionó uno de los botones en su trono, encendiendo así las luces de su habitación. Lo siguiente que vio cuando todo fue iluminado lo dejó con sus ojos bien abiertos.
Justo en la pared por sobre sus monitores yacían unas manchas de tinta Octariana, las cuales también formaban el siguiente mensaje: "Tengo lo que quería, y tu no tienes nada".
Y tal como si de un balde de agua helada se tratara, el hecho de que fuera tinta Octariana con la que se escribió el mensaje, solo un enemigo le vino a la mente, del cual se había olvidado completamente. Pero eso no fue lo único que lo estremeció, sino la sola idea de que dicho príncipe consiguiera tomar lo que el enorme Octariano temía.
Con sus nervios ya crispados, el emperador dejó salir un furioso grito que se escuchó por toda la mansión, y fuera de esta también.
