[OctoValley]

[P.O.V Tercera persona] [Una hora después del escape]

Más de una vez los agentes, o el Antiguo miraron detras suyo mientras corrían a través del basto bosque, cerciorándose de que nadie los estuviera siguiendo. Eso hasta que en algún momento, los mismos Inklings se percataron de que el susodicho Humano había dejado de seguirlos, y es que tan pronto Nary y Otome se dieron la vuelta, vieron como el ex-comando terminó por quedarse parado en su lugar mientras veía detras suyo, como recordando algo que se le estaba olvidando.

"¡Chicos, esperen!" en eso exclamó la Agente 3, llamando así la atención de sus otros compañeros, antes de dirigirse hacia el pelicastaño.

"Drake, que sucede?" ahora preguntó la Inkling de tentáculos naranja, trotando hasta el serio soldado humano.

Este por su parte no respondió, simplemente se quedó viendo fijamente el camino por el que habían estado viniendo, formando una mueca de consternación unos segundos después.

"Drake, que pasa, nos están siguiendo?" en esta ocasión preguntó Otome, llegando junto al resto del comando, seguido de poner su vista en el mismo lugar que el contrario.

Pero tras bajar su mirada por un momento, el ex-comando volvió a levantarla con una expresión decidida, antes de poner sus ojos sobre sus cefalópodos amigos.

"Chicos, adelántense ustedes, yo voy a volver..." respondió sin mas el pelicastaño, causando la obvia reacción que cualquiera habría hecho después salvar a alguien.

"¿Qué...?" Levin fue el primero en preguntar, torciendo su boca en una mueca de incredulidad.

"Estas bromeando, cierto?" añadió Shara, colocándose su rodillo al hombro mientras fruncía el ceño.

"Lo siento chicos, pero dejé mi máscara allá en Octomburg, y no puedo irme sin ella" respondió el humano, y disponiéndose a darse la vuelta para volver al lugar del que huían. Pero antes de dar el primer paso, Nayls se le puso en frente con sus manos levantadas.

"¡Viejo, no te sacamos de ese profundo agujero solo para que te lanzaras otra vez de cabeza tu mismo, piensa en lo que arriesgamos para salvarte!" se quejó el chico calamar de tez oscura.

"Y les estoy muy agradecido, pero esa máscara significa demasiado como para solamente dejarla, así que-..." trató Drake de disuadir, pero este se vio interrumpido por la hiperactiva idol.

"¿Y si te capturan de nuevo, acaso tendremos que salvarte de nuevo?" casi exclamó Callie, también poniéndose en frente del susodicho ex-comando.

"No lo harán, me aseguraré de que ni siquiera me vean..." insistió el pelicastaño, todavía dispuesto a regresar por su máscara de calavera.

"Drake, solo piensa bien lo que estás intentando hacer, y lo que haría Octavio si te capturara de nuevo. No solo en ésa no podremos llegar a ti siquiera, sino que conociendo el mal humor que ahora debe tener, llegará más lejos contigo" se sumó Marie, al mismo tiempo que señalaba los cortes que todavía eran visibles en el cuerpo del humano.

Drake por otro lado, no dijo nada tras no saber cómo responder, pero todavía estando presente la idea de no poder olvidarse de su preciada máscara, llegando a apretar los puños ante la encrucijada interna que tenía. No obstante, como siempre, fue Nayls el que terminó por poner las cosas patas arriba.

"¡Sí, ya sabemos que esa máscara es fresca, y toda la cosa. Pero seguramente tendrás otra igual en tu bóveda, solamente remplazala por otra!" propuso el Inkling de tentáculos violetas, provocando así que el pelicastaño frunciera el ceño ante la desconsideración del contrario.

Aquello fomentó un momentáneo enojo en el humano, cuya expresión se tornó en un evidente ceño fruncido que todos notaron, sobre todo el mismo chico calamar, a lo que abrió su boca para intentar disculparse o decir algo que lo excusara de la situación, pero sus palabras se quedaron en el aire, cuando el pelicastaño sólo lo pasó de largo, y provocando que su hermana le diera un sape por su falta de tacto.

No obstante, cuando los mismos agentes, y la teniente estuvieron por intentar detener otra vez a su amigo humano, pronto el sonido de una ramita rompiéndose fue lo que puso en alerta a todos, quienes como pudieron se pusieron en posición para cualquier cosa.

No obstante, una voz entre los árboles incitó a que fueran bajando sus armas lentamente, y sus sospechas fueron confirmadas cuando de forma sorprendente Tryton junto a su equino fueron los que emergieron de entre los árboles. Estos por su parte también se quedaron sin decir nada cuando sus ojos se encontraron con los del primero, generando así un sepulcral silencio.

Pero pasados unos largos veinte segundos, las palabras del supuesto príncipe sacaron de su estupor tanto a los agentes como a la teniente.

"Bueno, supongo que es verdad acerca de 'las vueltas que da la vida', no es así?" expresó el Octoling de tentáculos negros, formando una sonrisa de lado, y acercándose hasta el comando.

"P-pero como es posible?, ustedes se quedaron dentro de la ciudad cuando las puertas se cerraron!" preguntó Levin con obvia incredulidad.

"¿Que, ya se les olvidó el pasaje que nos mostró Otome?" devolvió la pregunta el chico pulpo, señalando detrás de él con el pulgar.

"En todo caso, supongo que como ya estamos reunidos otra vez, será mejor que nos movamos juntos a partir de ahora" continuó Tryton, adelantándose al frente del ahora mas grande grupo.

No obstante, las intenciones de Drake por regresar seguían vigentes, volviendo a llamar la atención de ahora los recién llegados.

"Drake, por favor. Ya habrá otro momento para que la recuperes, ahora sería mejor descansar de todo lo que pasamos!" pidió Nary, deteniendo al contrario colocando sus manos en el pecho de este.

"¿Que sucede ahora?" preguntó el líder revolucionario, levantando una ceja ante la discusión dada por el humano, los SquidFire y la teniente.

"Al parecer a Drake se le quedó su máscara en Octomburg, y el obstinado tiene pensado volver por ella..." respondió Marie con un suspiro, llevándose también una mano a la frente, y más aún cuando Callie también se sumó a la discusión.

"¿Máscara, oh, no se referirán a ésta máscara?" en eso preguntó el joven príncipe, sacando de entre sus ropas el dichoso distintivo negro de cabeza completa, y dibujo del extraño cráneo al frente.

Obviamente el tono del susodicho Octariano fue suficiente como para ser oído por los demás, cosa que estos se voltearon tan pronto se mencionó el objeto, sobre todo el ex-comando, que al momento en que la vio, apresuradamente fue hasta el Octoling, tomándola con ambas manos.

"¿Donde la encontraste...?" aún así preguntó el pelicastaño, poniendo sus ojos en el chico pulpo de tentáculos negros.

"La hallé en la habitación de Octavio entre sus cosas. Me pareció bastante raro que él tuviera una máscara que no le cabiera en esa cabezota suya, así la tomé sólo por parecerme genial... Que pena que ya tuviera dueño..." respondió el príncipe, cruzándose de brazos y torciendo su boca en una mueca en la última frase, pero el Antiguo no le prestó atención, ya que se centró en guardar su distintivo entre los bolsillos de sus pantalones.

"De acuerdo, ahora que tienes tu preciada máscara de nuevo, ya podemos volver con el abuelo?" preguntó Marie, a lo que el humano le respondió asistiendo con una sonrisa.

"Y que sea rápido, hay algo más de lo que debo contarle al Capitán Cuttlefish, y todos ustedes deben estar presentes también" añadió Tryton, dándose la vuelta para tratar de encabezar al grupo, lástima que al instante fue adelantado por las Squid Sisters.


[Base secreta de Cuttlefish]

[30 minutos después]

Y así, mediante el regreso del mixto grupo se daba a cabo, el anciano oficial Inkling estaba frente a la barandilla en uno de los bordes de su plataforma, viendo fijamente las bastas aguas del mal frente a él, esperando que todo fuera como el veterano esperaba.

Pero esa no era la única cosa que preocupaba al capitán, sino el hecho de que fuera cual fuera el resultado de la misión, habrían consecuencias futuras, y conociendo bien al emperador de los Octarianos, la respuesta del pulpo no tardaría en llegar.

Por otro lado, su tren del pensamiento fue detenido, puesto que el sonido de la tetera detrás de él fue casi como música para sus oídos, siendo que fue eso lo que anunció el regreso de sus agente, y sus nietas. Así que cerrando sus ojos por un momento, el veterano se dio la vuelta para ir a recibir a sus reclutas, y ver si la misión fue un éxito o no.

Una sonrisa se formo bajo su barba cuando vio al par de idols, y al cuarteto de novatos emerger por la rendija de la tetera, dando paso después a Otome, y por último a un recuperado humano, que claramente levantó la misma rendija para poder pasar, lo que daba como resultado una misión cumplida.

No obstante, cuando el mismo anciano Inkling estuvo por ir a felicitarlos, su sonrisa al instante se esfumó cuando después vio emerger de la misma tetera a Tryton junto a su escuadrón, sorprendiendo así al mismo líder del comando, la razón?, hace ya mucho tiempo que el príncipe no venía a su base. Pese a eso, no lo detuvo para ir a recibirlos, reanudando su paso hasta estar en la linea de visión de los recién llegados.

"¡Abuelo!" exclamó Callie, siendo esta la primera en ir corriendo para saludarlo con un abrazo, luego Marie, salvo que esta fue a un paso mucho más calmado que su prima.

"¡Me alegra tanto que su misión haya sido un éxito, no esperaba menos de mis agentes!" felicitó el capitán, antes de poner sus ojos sobre el humano que ahora yacía sentado con su espalda apoyada en la tetera.

"También me alegra que se encuentre bien, joven Drake. Pero por lo que veo, Octavio se tomó el tiempo con usted" comentó el capitán, notando la ausencia de la prenda superior en el torso del pelocastaño, y lo diversos cortes por la parte frontal, y espalda.

"Esta bien, no son más que rasguños..." respondió el ex-comando, pero la verdad es que algunos de los cortes todavía estaban sangrando levemente.

"Aún así, pienso que no debes permanecer en ese estado, hijo, por lo menos tomate el tiempo para lavarte la suciedad de encima" sugirió el líder del comando, señalando el cuerpo del contrario con su bastón.

"Eso quisiera, pero no tengo donde hacerlo, además de no tener algo que ponerme arriba" contestó el humano, provocando así una corta risa en el susodicho veterano.

"Pues suerte para ti que detrás de mi cabaña hay una caseta con una ducha. Sientete libre de usarla, ya buscaremos algo después para ponerte" mencionó Cuttlefish, captando por un momento la atención de cierta Inkling, y Octoling cuando escucharon lo de bañarse.

"Seguro?, también podría esperar hasta volver a mi bóveda" discutió Drake, levantando una ceja mientras se ponía de pie.

"Se te van a infectar si no las lavas..." sin embargo insistió el capitán, volviendo a señalar los cortes que el contrario tenía por el cuerpo.

Tras lo dicho, el joven humano no tuvo de otra que tomarle la palabra al capitán, y ponerse mientras se dirigía a la supuesta ducha tras la caseta de madera. Mientras tanto, el mismo veterano se giró para encarar a los Octarianos que también estaban en su base, en especial al príncipe de tentáculos negros, que tampoco tardó en darse cuenta de la cercanía por parte del otro líder.

Este se centró en el susodicho, y con una sonrisa se cruzó de brazos con el resto de su equipo detrás suyo.

"Ha pasado bastante desde la última vez que estuve aquí... Y sigue tal y como siempre" comentó Tryton, mirando a su alrededor con una ceja levantada.

"Siempre fui de dejar las cosas como están. Ahora, si me permites preguntar, chico; que te trae a mi base después de tanto?, pensé que después de terminar la misión, regresarías con los tuyos" preguntó Cuttlefish, a lo que el contrario dejó salir una pequeña risa con sus ojos cerrados.

"Quisiera decir que para saludar, o como mucho para cobrarte uno de los favores..." respondió el chico pulpo, solo para que su sonrisa al instante desapareciera, cosa que no le dio buena espina al anciano Inkling.

"Cuttlefish... La razón por la que vine yo también, es porque hay algo de suma urgencia que debo hablar contigo... Y sobre lo que descubrí en los aposentos de Octavio..." continuó el supuesto gobernante, ahora ensombreciendo su expresión, al mismo tiempo que la cara del capitán tomaba un semblante mucho más serio.

Por otro lado, mientras que todos los agentes y Octarianos hablaban acerca de lo que pasó en la misión, Drake se encaminó hacia la caseta ya mencionada por el veterano, encontrándola justo sonde este le había dicho. Volteando para ver detrás de sí, y asegurarse de que nadie venía, procedió a abrir la puerta del pequeño cubículo de madera, pero no sin antes poner a alguien que resguardara la puerta.

"¿Bruce, estás ahí?" llamó el humano, ya preparándose para quitarse sus pantalones.

"Si señor, desea algo?" respondió el ser cibernético, materializándose justo detrás del pelicastaño.

"Nada en particular, solo quiero que vigiles que nadie venga en lo que yo me tomo un baño" pidió el ex-comando, ya retirando las prendas de sus piernas, y quedando en boxers.

"Entendido. Si quiere también puedo distraer a los demás para que no sen den cuenta de usted" sugirió la esfera flotante, dándose la vuelta para vigilar la esquina de la cabaña.

"No hace falta, solo asegúrate de que ningún fisgón se acerque... Aunque fisgona debería ser mejor..." respondió Drake mientras se volteaba para ver a su ayudante robot de reojo, pero susurrando la última frase para sí mismo. Acto seguido, se adentró en la caseta, de la cual no tomó mucho para que el sonido del agua cayendo fuera audible desde afuera.

De regreso con el grupo de agentes y Octarianos.

Cuttlefish tenía sus ojos bien abiertos después de lo que había oído, llegando incluso a caercele el bastón de la mano, pero recogiéndolo unos diez segundos después. Aunque, la noticia que Tryton compartió con él fue como un baldazo de agua helada sobre su espalda, e inconforme con las palabras dichas por el contrario, decidió preguntar para asegurarse de haber oído bien.

"Chico... Me repites eso que has dicho, Octavio ha hecho qué?" exigió el veterano Inkling, acercándose todavía más.

"Así como lo escuchaste, anciano... Octavio consiguió recuperar las Octomaquinas, y no solo eso, las ha restaurado y mejorado a tal punto que prácticamente están listas para ponerlas en marcha..." repitió el líder revolucionario, recordando lo que había descubierto entre los apuntes, y carpetas en la computadora del dichoso emperador.

Ante eso, Cuttlefish bajó la cabeza en evidente consternación, tratando así de regular su de por sí dificultosa respiración.

No, esto no era posible, como es que Octavio había conseguido restaurar esas infernales armas, pero sobre todo, el recuperarlas sin que nadie se diera cuenta?, sabiendo que las Octomaquinas fueron abandonadas tan pronto la guerra había terminado, y dado sus enormes proporciones, no tenía mucha lógica que lograran llevárselas sin levantar sospechas.

Pronto los recuerdos de sus encuentros con las Octomaquinas comenzaron a dar vueltas por la cabeza del pobre capitán, sabiendo bien la amenaza que representaban y las destrucción que podrían causar si se las soltaba en Inkopolis, suponiendo que ese era el plan de ese pulpo, lo cual era casi seguro.

Volviendo a levantar la cabeza, el capitán colocó una de sus manos sobre el hombro del Octoling con sorprendente fuerza, moviéndolo un poco mientras hablaba.

"¡¿Cuando, cuando Octavio piensa ponerlas en función?!" en eso exclamó el líder del comando, llamando así la atención de sus agentes.

"Yo... No lo sé, tuve que marcharme antes de hacerlo, de lo contrario me habrían descubierto..." contestó Tryton con un tono sombrío, al mismo tiempo que apartaba la mirada.

Dicho eso, el mayor de todo el grupo soltó el hombro del contrario, antes de tambalearse hacia atrás faltándole hasta el aire, mediante movía su mano libre en busca de algo para sujetarse...

"¡Abuelo!" exclamaron tanto Callie como Marie tan pronto notaron el estado de su familiar. Acto seguido, las dos corrieron hacia este, y lo sujetaron cada una de un lado, justo antes de que el veterano cayera al suelo.

"¡Ese lunático pulpo... Siempre encuentra la forma para ponernos... Entre la espada y la pared...!" jadeó el capitán, llevándose una mano a la frente con estrés, al mismo tiempo que era visto con preocupación por todos sus agentes.

No opstante, mediante el drama se desataba desde el otro lado de la cabaña, un ya duchado Drake volvía a emerger desde la caseta, frotando un poco su todavía húmedo cabello, para luego al momento en que estuvo por tomar sus pantalones y botas otra vez, el pelicastaño se percató de un pequeño cuaderno escondido entre las hojas de unos pequeños matorrales, mismo que fue tomado por el ex-comando antes de darle una inspección de ambos lados.

En sí no parecía la gran cosa, un cuaderno de un color bordó, y un lápiz puesto en el resorte que funcionaba como lomo. Pero al momento de abrirlo, los ojos del humano se abrieron cuando vio los dibujos que estaban ilustrados en sus hojas, siendo desde uno que otro paisaje, a los retratos de Inklings aleatorios.

Y conforme Drake pasaba las hojas, el pelicastaño llegó a una sección en la que encontró a los SquidFire ocupando una hoja cada uno, sin mencionar a Otome que también era parte de las ilustraciones. Pero la sonrisa de impresión gravada en el rostro de este se tornó en una cómica mueca, cuando en una de las hojas se encontró a él, solo con la diferencia de que el humano estaba de espaldas con sus manos en las caderas, junto a el torso y las piernas descubiertas, mientras que miraba hacia atrás de forma provocativa con sus labios estirados en un beso, no obstante, eso no fue lo que le provocó un tick en el ojo, sino que los glúteos de este bajo el boxer estaban tan bien dibujados, que hasta parecía que el autor se centró más en dicha zona que en cualquier otra, eso y que el nombre 'Mr.Bollos' estaba plantado sobre el personaje.

A todo esto, Drake pronto descubriría a la perpetradora de este intento de NSFW, tras notar otro detalle sobre sus 'bollos', y es que el dibujo de una mini-Callie asomándose por el borde del glúteo izquierdo sobresalía con su inconfundible estilo de tentáculos, sujetándose con ambas manos de forma tierna mientras mordía la superficie felizmente con sus ojos cerrados, ya saben, los típicos ''.

Por otro lado, el rostro del humano tenía una curiosa expresión sombría, sin mencionar una mano que cubría sus posaderas. Acto seguido, procedió a cerrar el libro con un audible sonido de cierre, y encaminarse hacia el otro lado de la cabaña, con el fin de encontrar a la supuesta idol de tentáculos negros.

Pero lo que encontró de primeras fue al grupo de Tryton y al comando discutiendo acerca de algo fervientemente. Pese a eso, el ex-comando se acercó al grupo mientras levantaba el cuaderno con una de sus manos.

"¿Callie, esto es tuyo...?" preguntó Drake con sus ojos entrecerrados, y levantando una ceja.

"¿Mmm, que cosa, Drake?" aún así murmuró la mencionada, ladeando la cabeza mientras veía al objeto en su mano.

"¿Drake... No querrás decir: 'Mr.Bollos'?" contestó el pelicastaño, confundiendo un poco más a la chica calamar, pero un segundo después, algo hizo clic en su cabeza, además de lograr identificar el libro que portaba en su mano.

Con un rostro ardiendo en rojo, la famosa Inkling se movió a una velocidad casi imperceptible, a la vez que tomaba el libro entre sus manos, y se alejaba con este presionado contra su pecho.

"¡¿D-donde lo encontrarse...?!" casi exclamó la hiperactiva idol, con unos espirales tomando el lugar de sus pupilas con forma de cruz.

"Saliendo de bañarme, lo encontré por ahí..." respondió el ex-comando, cruzándose de brazos todavía con la misma expresión.

Pero mientras estos formaban su propia discusión, cosa que poco a poco se les fueron sumando el resto de agentes para la desgracia de Callie, Cuttlefish y Tryton compartieron una mirada por el asunto todavía vigente, y el como deberían lidiar con éste. En todo caso, si había algo que tenían que hacer primero, era hablar de esto con los demás, porque lo quieran o no, ellos tendrían que hacerse cargo de esto.

"¡Todos... Reúnanse aquí un momento!" en eso llamó el anciano Inkling, captando así la atención de sus jóvenes reclutas.

-

Tomó más de lo que había esperado el relatarle todos los sucesos a los miembros del SquidBeak, teniente, y humano, los cuales tuvieron reacciones distintas entre sí, siendo desde impacto y sorpresa, hasta miedo y confusión, sobre todo en cierta oficial Octoling, teniendo bien en cuanta que las Octomaquinas se habían perdido en la Gran Guerra Territorial, y el hecho de que volvieran a estar operativas después de tanto tiempo, de verdad que era un suceso que de cierta forma no se esperaba.

"Capitán, espere... Y enserio piensa que nosotros tendremos alguna posibilidad contra esas cosas?!" preguntó Nary, no temiendo en mostrar su miedo por el inminente enfrentamiento que tendrían que hacer con ellas.

"Cualquiera podría pensar que sería imposible para alguien común el enfrentarlas... Pero ustedes no son combatientes comunes. Yo mismo entrené a las Squid Sisters, y ellas los entrenaron a ustedes, enseñándoles tácticas que antes no conocían, y que no se les olvide que conocemos el punto débil de todas ellas, así que todavía tenemos una oportunidad" contestó el capitán, en un intento por alentar a sus agentes. Desafortunadamente, el temor, y la duda se podía ver en sus ojos, y con razón. El enfrentarse a una Octomaquina era algo, pero el derrotarla, eso ya era otra cosa.

En cuanto a Drake, el mismo estaba sentado mientras que Marie se encargaba de vendar los cortes de su torso, a expensas de las quejas del mismo. Drake se dedicó a oír cada palabra del veterano. Realmente eran tan implacables estas Octomaquinas?, eso tendría que averiguarlo más tarde, por ahora solo podía pensar en si ser parte de esto. Por un lado, todavía quería mantener su actitud neutral ante los Inklings y los Octarianos, pero por otro lado, tenía cuentas pendientes con Octavio, y fueron los mismos agentes quienes lo ayudaron a escapar, por lo que tendría una deuda a pagar con ellos.

Ese y otros pensamientos pasaron por la mente del ex-comando, algo que pronto serian interrumpidos por la repentina sensación de los pechos de la idol de tentáculos blancos presionando contra su espalda, motivo por el que giró su cabeza un poco hacia la supuesta famosa Inkling.

"¿Es necesario pegarte tanto...?" preguntó Drake, con un sonrojo de vergüenza en su rostro.

"¿Quieres que te ayude con tus heridas, o no?" devolvió la pregunta la chica calamar, mostrando una pícara sonrisa que no ayudó con el ambiente.

No obstante, entre los pensamientos de Cuttlefish, una idea había llegado a la mente del anciano Inkling, y una que tendría que involucrar la participación de Tryton una vez más. Trágicamente, al momento de preguntarle, la respuesta del príncipe terminó por ser una negativa, diciendo acerca de los asuntos que tenía que atender con los suyos, y también porque el veterano ya tenía demasiados favores a los cuales devolver, dejando al capitán nuevamente donde empezó.

"¿Y ahora que podemos hacer...?" se preguntó de forma desalentadora el anciano Inkling, bajando la cabeza, algo que muy pocas veces se lo veía hacer, y si había un momento en el pasaba, no anunciaba nada bueno en el comando.

"¡Oigan...!" en eso llamó Drake mientras levantaba su mano, haciendo que el grupo girara su atención hacia el humano.

"Si les parece bien... Yo podría ayudarlos a combatirlos..." sugirió con calma el ex-comando, provocando así que el veterano abriera bien los ojos.

"¡¿Eh, Drake, en serio vas a ayudarnos?!" preguntó Nary, corriendo, y dejando su rostro a centímetros del pelicastaño, mismo que por reflejo se movió hacia atrás un poco.

"Ehhh... Claro... Después de todo, se los debo por haberme ayudado a escapar, además, ahora yo también tengo asuntos pendientes con ese pulpo" respondió el humano, desviando por un momento sus ojos ante la mirada fija de la joven chica calamar.

Y tras lo dicho, una nueva posibilidad se presentó prácticamente en la cara de Cuttlefish. Y eso era!, con la participación del Antiguo, y su resistencia a la tinta, sin mencionar el uso de sus armas, no solo podrían detener a las Octomaquinas, sino a Octavio de una buena vez por todas.

"¡Yo también quiero participar, y aunque tal vez no pueda hacer mucho siendo una Octariana, por lo menos quiero hacer el intento!" se sumó la teniente dando un paso al frente, y colocando una mano en su pecho.

Ante eso, las dudas en el rostro del capitán poco a poco fuero desapareciendo, hasta incluso su actitud terminó regresando a la de siempre, siendo que en todo el momento, por fin pudo respirar con un poco de tranquilidad.

"¡En ese caso, a partir de ahora averiguaremos todo lo que podamos sobre las Octomaquinas, donde están, cuando las usarán, o en que parte las desplegarán, todo con el fin de interceptarlas y neutralizarlas, esa será nuestra nueva misión principal, nosotros por otro lado, nos prepararemos, y realizaremos un entrenamiento más intensivo, conmigo esta vez siendo parte de la tutoría!" propuso el capitán, dejando salir por un momento su parte oficial.

Pero eso no quiso decir que los jóvenes agentes no estuvieran de acuerdo, todo lo contrario, apoyaron dicha iniciativa poniéndose firmes en una fila frente a él, incluyendo a Otome, quien por instinto militar se sumó al resto. En cuanto a Drake, le pareció algo divertida la reacción por parte de sus cefalópodos amigos, torciendo su boca en una sonrisa de lado, pero no por eso menospreciándolos. Acto seguido, el pelicastaño procedió a ponerse la playera que le habían prestado, y la única de su talla en verdad, siendo una blanca con un dibujo de Tentatek al frente, y lo que parecían unas manchas de tinta de diferentes colores que adornaban dicho logo.

Una prenda que no le hacia especial ilusión por sus colores demasiado vivos, pero era lo que tenía para cubrir su torso de momento, así que solo podía aceptar, y dar las gracias.


[Octomburg]

[Zona desconocida]

Entre las oscuras, y metálicas profundidades de la ciudad, el sonido de la maquinaria no paraba de sonar por todo el lugar, generando así una cacofonía de martillazos, y taladros. Pero entre todas las chispas e idas y venidas de los Octolings que trabajaban sin cesar, un inconfundible trono flotando yacía sobre una de las plataformas, cuyo dueño mantenía una mirada inquisitiva sobre el proyecto.

Aún así, si había algo que más resaltaba en el enorme Octariano, era el ceño fruncido en un marcado enojo, sin mencionar los gruñidos que frecuentemente iba emitiendo conforme pasaba el tiempo. Y vigente hasta el momento, el enojo de Octavio pronto fue interrumpido por un llamado provenientes de cierto conocido ingeniero, pero llevándose una afilada mirada por parte del gobernante.

"P-perdón por molestarlo, Emperador Octavio, p-pero le traigo los informes de los avances...!" se disculpó Tane, ofreciéndole unos papeles que relataba dicha información.

"Solo dime si puedo soltarlos ya..." respondió el coronado pulpo, negándose a tomar los papeles.

"Eh?... Bueno, en teoría sí, pero todavía-..." trató de responder el Octoling, mas no pudo completar su frase, ya que fue interrumpido por el contrario.

"¡Bien, envíalos hacia Inkopolis entonces!" ordenó el enorme Octariano sin más, apartando la mirada de su subordinado.

"¡P-pero señor, todavía no están del todo calibrados, todavía hay algunos fallos que-...!" una vez más trató de discutir el Ingeniero en Jefe, a lo que mismamente fue cortado otra vez por Octavio.

"¡Dijiste que estaban listos!" vociferó el gobernante, girándose una vez más al contrario, cosa que este no pudo hacer otra cosa que retroceder un poco por el miedo.

"D-dije que en teoría, p-pero no puedo asegurar que su capacidad d-de combate sea la misma..." respondió el pobre Hiaku, levantando el montón de papeles frente a él, en un intento por cubrirse con ellas.

"¡Te estás tomando demasiado, para cuando estarán listas?!" la impaciencia del coronado pulpo era evidente, muy diferente a lo que era antes.

"Y-ya dentro de poco tendremos listo a la p-primera de todos ellos, solo le pedimos algo m-más de tiempo!" casi rogó el encargado del proyecto, recibiendo otra mirada filosa del contrario.

"¡P-pero si lo hace sentir mejor, en muy poco tiempo tendremos listo al 'Mighty Octostomp', y le haremos saber de ante mano sobre su terminado!" continuó Octoling, motivo que no obtuvo una respuesta del emperador, solo una ignorada de su parte mientras ponía su vista al frente.

No obstante, más que un inconveniente, fue un alivio para el ingeniero, que dejando salir un suspiro, se aclaró la garganta un poco.

"También quiero notificarle que los Zapfish que se usarán, están preparados, sin mencionar que el... Añadido inalámbrico ya fue implantado en todas las Octomaquinas..." continuó Tane, revisando por él mismo los documentos de dichos avances.

"Bien... Agradecele luego a la señorita Helenna, y a su grupo de científicos por participar..." contestó fríamente el emperador, manteniendo sus ojos sobre el trabajo que se realizaba debajo de ellos.

"... A-aunque si me permite comentar... El hecho de implementar material biológico Octariano en ellos es-... No le parece cruzar la línea un poco?" dudó el Jefe Ingeniero, todavía no muy convencido del proceso con el que 'mejoraban' a las Octomaquinas.

"No pienso cometer el mismo error que en el pasado... Por eso les estoy dando algo de... 'Autonomía' a nuestras armas, y no depender tanto de conexiones externas" respondió el gobernante, frunciendo el ceño con más recelo.

"Aún así... No creo que debamos llegar tan lejos solo por-..." en un intento por comentar, Hiaku estuvo a punto de expresar su opinión, mas no pudo siquiera hacerlo cuando una fulminante mirada de su superior lo hizo callar.

"Tú dedicate a tu trabajo, y no me sermonees..." la voz de Octavio denotaba una ávida molestia ante el intento del Jefe Ingeniero por hacerlo recapacitar de ciertos métodos. Esto mismo lo obligó a desistir de sus palabras y bajar la cabeza.

"Como usted ordene, su grandeza..." al final respondió el Octoling, para acto seguido darse la vuelta, y regresar a su respectivo puesto.

El enorme Octariano por otro lado, se quedó por un momento siguiendo con la mirada a su subordinado por un momento, antes de regresar con su amargura, de la cual moviendo uno de sus tentáculos detrás suyo, procedió a sacar un objeto bastante viejo, pero reconocible a simple vista, siendo este el mismo sombrero de cono que Cuttlefish le había regalado hace ya muchos años.

Octavio se le quedó observando por un momento, mostrando por un leve instante un semblante de estar pensando. Acto seguido, este volvió a fruncir el ceño, para luego con otro tentáculos, sacar un encendedor desde un compartimento en su trono.

Sin decir palabra alguna mas que una mirada de despojo, el enorme pulpo encendió la pequeña llama del objeto, antes de acercarla al sombrero, y quemar uno de los bordes. Luego de eso, simplemente lo dejó caer a un lado suyo, presenciando como el único recuerdo material de lo que habían sido esos tiempos, se quemaba lentamente ante él.

Y entre las llamas que ahora se reflejaban en sus ojos, el coronado pulpo dejó en claro con esta acción, que ya no había vuelta atrás en este enfrentamiento, del que fuera quien fuera el ganador, también se perdería algo.


[Tres días después]

El tiempo que fue pasando tras la noticia de la Octomaquinas, fue transcurriendo más rápido de lo normal, con el nuevo y exhaustivo entrenamiento de los agentes, las horas pasaban volando, eso y que también en ese lapso de tiempo otro evento se realizó en Inkopolis, lo cual llegó como anillo al dedo junto al próximo Splatfest, anunciando la visita del supuesto Antiguo una vez más, y el caminar libremente por las calles de la ciudad.

Claro que no solamente sería éso, también el anuncio sobre un concierto de DJ por parte del mismo, fue lo que generó casi un estallido en la comunidad Inkling. Pero a decir verdad, dicho concierto fue por la gran insistencia de las Squid Sisters al pobre pelicastaño, diciendo cosas como que no era justo que los Octarianos tuvieran eso, pero ellos no, así que muy a su pesar el humano tuvo que aceptar, aunque con la condición de hacerlo cuando detuvieran a Octavio, si es que lograban hacerlo.

En cuanto a Otome, como la chica pulpo ahora no podía volver a su ciudad por obvias razones, de momento tenía que pasar las noches en algún lado, y nadie de los presentes estaban dispuestos a dejar que la teniente durmiera en la calle. Así que revisando sus opciones, por un momento se tomó la posibilidad de que la Octoling viviera temporalmente con Drake en su bóveda, pero esa posibilidad fue instantáneamente descartada, tras las quejas de Nary, y un poco de Callie sobre dejar a una chica y un chico dormir solos bajo el mismo techo, e irónicamente mencionando la posibilidad de que el ex-comando podría hacerle algo indecente.

Oh, la ironía...

Pero a decir verdad, el que se había negado en mayor medida, había sido el mismo pelicastaño, diciendo que todavía no tenía la suficiente confianza como para dormir bajo el mismo techo con ella, y todos supieron bien el porqué.

Por lo que viendo las siguientes opciones, lo siguiente fue proponer en que viviera en casa de Nary, los hermanos, o con las Squid Sisters. Desafortunadamente, esa opción también tuvo que ser descartada, siendo que resultaría muy raro ver a una Octariana caminando libremente por las calles de Inkopolis, y temiendo por la posibilidad de que sucediera un problema. Así que su única opción era... Que pasara las noches en la base. No era lo más cómodo, o lo más lujoso, pero al menos tendría un lugar donde dormir, sin mencionar el no correr ningún peligro por posibles oficiales Octarianos que intentaran eliminarla por traición.

Pero regresando al tema que mayormente importaba, la noticia sobre la primer Octomaquina no tomó más tiempo, alertando así a cada uno de los agentes, además de a la teniente Octoling, y al ex-comando.

El momento de la verdad había llegado, finalmente ese tan temido enemigo decidió mostrar su fea cara, y aunque fuera solo el primero, seguía siendo una infame Octomaquina.

Todos los Inklings prepararon con sumo esmero su equipo, revisando que sus armas estuvieran en buen estado, y que la táctica que usarían fuera la que necesitaban para derrotar a este enemigo. Otome por otro lado, esta recibió un nuevo Octoshot personalizado por parte de Tryton, además de un nuevo contenedor de tinta, y algunas bombas del mismo tipo, aunque no se sabía para que serían útiles si la tinta que posiblemente segregaría sería Octariana al igual que la suya. Pese a eso, tenía que dar su aporte de alguna forma.

Chalecos en su lugar, armas preparadas, y contenedores de tinta llenos. Lo único que faltaba era a Drake para que se pusieran rumbo a la dirección donde supuestamente estaba la Octomaquina, desafortunadamente el susodicho humano estaba en su bóveda, preparando su propio equipamiento, así que tendrían que pasar por él.

"¡Recuerden, agentes... No bajen la guardia en ningún momento. El enemigo que enfrentarán, no será nada parecido a los Octarianos de aquella vez, este enemigo no tiene emociones, por lo que no se detendrá hasta acabar con todos, así que asegúrense de no desfallecer ninguno de ustedes!" exclamó Cuttlefish, pasando de largo tanto a sus agentes como a la teniente, para luego cambiar la trayectoria de la tetera hacia OctoValley.

Después de esas palabras, el oficial Inkling recibió un sincronizado "¡Sí, señor!" por parte de los jóvenes, mismos que estaban en fila frente al transporte en el que irían. Acto seguido, cuando el temblor tras la ruta cambiada finalizó, el veterano se paró frente a ellos con una mirada sorprendentemente seria.

"¡No olviden su entrenamiento, puede que el lapso de tres días fuera demasiado corto, pero al menos podemos esperar que éso sea suficiente para el reto que se les presentará... Y les recuerdo, el punto débil de las Octomaquinas es en el tentáculo que dejan expuestos tras un ataque poderoso, no desaprovechen la oportunidad!" continuó el capitán, y obteniendo la misma respuesta.

Con un último saludo, todos procedieron a adentrarse en la tetera uno tras otro, generando un silbido proveniente de la boquilla, y hacer que expulsara un vapor del mismo color de tinta que ellos.


[OctoValley]

[15 minutos después]

Tan pronto el comando, y la teniente salieron de la tetera más cercana al búnker de Drake, todos iniciaron una apresurada carrera con dirección a la supuesta bóveda, pero entre ellos, a pesar del entrenamiento, y la participación del humano en la batalla, la duda y la preocupación todavía se mantenían vigentes, siendo que por un momento hasta el mismo Capitán Cuttlefish casi se había desvanecido tras la noticia.

"Ahhh... Ahora mismo tendríamos que estar festejando el Splatfest... Y henos aquí, corriendo de camino a una batalla..." en eso comentó Nayls con un suspiro, quejándose obviamente de la situación por la que tenían que pasar.

"¡Una batalla por la supervivencia de Inkopolis, como cuantos Inklings han podido hacer algo tan emocionante?!" devolvió la pregunta Nary, siendo ella una de las más entusiasmadas.

"Sí, pero... Aún así duele un poco, sin mencionar que Callie y Marie justo tuvieron que quedarse para hacerse cargo del festival" continuó de mala gana el artillero del equipo, recordando el momento en que el famoso par les anunció eso.

"Es su trabajo, no pueden simplemente saltarlo todo el tiempo, y aún menos cuando se trata de un Splatfest" respondió Shara, la cual iba corriendo justo detrás de su hermano.

"Las cosas no dejan de complicarse..." en esta ocasión comentó Levin, pareciendo ser el más estresado por algún motivo.

"Oigan... Y ustedes creen que... Podamos hacerlo?" de la nada cambió de tema el chico calamar de tez morena, captando la atención de todo el grupo.

"¿A que te refieres?" devolvió la pregunta Otome, viendo ella como casi habían llegado a la caverna donde estaría la bóveda del ex-comando.

"Ya saben, sobre si podremos... Con esa cosa..." el tono del artillero se notaba preocupado, y la mirada levemente baja del mismo decía más que suficiente sobre su inseguridad.

"No te preocupes por eso, amigo. Estuvimos entrenando sin descanso por tres días para enfrentar a la Octomaquina, y aunque fueron solo tres días, todavía tenemos a Drake, de seguro él podrá hacer algo que nos deje sin aire" trató de alentar Levin a su amigo, pero la verdad es que el líder del equipo tenía pensamientos mas o menos similares, no obstante, no los mostró abiertamente por temor a que el resto se desanimara todavía más.

Por otro lado, la llegada al interior de la cueva los llevo directo hacia las puertas de la bóveda, tan grandes como siempre, y el agujero/grieta que daba paso hacia el interior. Sin esperar, todos procedieron a entrar, encontrando el enorme interior sin muchos cambios, salvo por algunas cajas que no estaban tapadas por mantas, otras estaban abiertas, y otras que ya no estaban donde solían encontrárselas.

"¡Drake!" en eso llamó Nary, seguido de escucharse su voz hacer hecho entre los pasillos del recinto, mas no obtuvo respuesta, solo un inmaculado silencio, y los atisbos de su voz aún resonando por las paredes.

"¡Drake, viejo, ya estamos aquí!" ahora era Nayls el que anunciaba la llegada de los cefalópodos, pero de la misma forma que la Inkling de tentáculos naranjas, la misma respuesta fue devuelta, confundiendo un poco al grupo.

"No debe de escucharnos, todavía debe de estar preparándose, vamos, avisemosle de que se apresure" comentó Levin, haciendo una seña para que lo siguieran, dispuesto a adentrarse en la bóveda para buscar a su amigo humano.

No obstante, justo cuando dieron el primer paso, una conocida voz habló justo detrás ellos, sorprendiendo de sobre manera al desprevenido quinteto.

"De hecho, hace una hora que estoy listo..." la voz de Drake se escuchó algo amortiguada por un momento, a lo que los Inklings y la Octoling cuando se dieron vuelta, encontraron su amigo humano, pero con un uniforme completamente distinto al que hallan visto antes, siendo este el mismo que portó en la guerra.

Pantalones algo holgados, de una gruesa tela color gris oscuro, con un pequeño patrón de camuflaje. Una playera militar negra sin mangas, un chaleco antibalas cubierto por otro chaleco militar negro repleto de bolsillos, unos guantes sin dedos color gris oscuro, y por supuesto su icónica mascara de calavera puesta.

El mismo estaba sentado sobre una caja mientras que colocaba unas balas dentro de unos cartuchos con sorprendente silencio. El grupo por otro lado, no entendió como es que no se percataron que estaba ahí, cuando podían jurar que en ese entonces no había nada.

"¡Genial, eso no ahorra más tiempo. Deprisa, así podremos encargarnos de esa cosa!" exclamó el mismo chico calamar de tentáculos azules, un poco más animado por la preparación de antemano por parte del ex-comando. No obstante, no consiguió ninguna respuesta proveniente del humano, solo ver como este continuaba con su labor de recargar el cartucho con calmar, además de no levantar la vista para verlos.

"Haam... Drake?" volvió a llamar el líder del grupo, solo para que las manos del enmascarado se detuvieran, esta vez sí prestándole atención, antes de sólo girar sus ojos en la dirección de estos, lo cual por la posición de su cabeza gacha, generó una mirada algo penetrante, motivo por el que más de uno tragó saliva.

Por otro lado, el pelicastaño se dedicó a dejar salir un suspiro, antes de tomar un avanzado rifle de asalto M1A1 desde atrás suyo, y colocar el cartucho que estaba cargando con tan solo un movimiento. Acto seguido accionó el percutor que daba el paso a las balas, y generar así un seco sonido de chasquido, terminando por ponerse de pie.

La sola imagen que imponía el humano en ese uniforme dejaba bien en claro las acciones que llevaría a cabo, luciendo incluso más preparado para la guerra que los agentes o la Octoling, según estos mismos, y aunque sabían que el ex-comando estaba de su parte, no pudieron evitar sentir cierta intimidación por esta nueva faceta de él, incluso Nary, y Otome, siendo que estas ya lo habían visto con un uniforme militar cuando se conocieron por primera vez, pero con la diferencia de que este era de un aspecto más sombrío.

Pese a eso, el par de chicas por alguna extraña razón sentían una mezcla entre intimidación, y admiración por el pelicastaño, tal vez por la versión tan genial que a sus ojos se veía este.

El ya mencionado humano con el fusil en mano, tranquilamente dio un par de pasos hacia una de las caja abiertas que estaban cerca de él, antes de inclinarse para sacar otra arma, pero esta no era otra arma automática, sino una de tarea más destructiva.

Levantándola con una sola mano, el humano sacó desde la caja un Lanzagranadas M79, el cual inspeccionó con la mirada por un momento, para luego cerrar el cilindro con un movimiento de su muñeca.

"¿Drake, e-es necesario que lleves dos armas?" en eso preguntó Levin, notando el cañón de buen tamaño que el lanza explosivos tenía.

"¿Ustedes no lo hacen...?" devolvió la pregunta el ya mencionado, colocándose la correa de su arma automática para tener su mano libre, con la cual volvió a abrir el tubo por el que los proyectiles se colocaban.

El pelicastaño ya sabía que podía llevar una versión mucho más avanzada de la misma, sin embargo, el Espectro siempre mostró algunas preferencias con las armas antiguas.

"Ehh, no... De hecho, estas son todas las que tenemos" respondió el mismo Inkling, levantando su Splattershot Novato B de Elite, y siendo seguido por los demás de su equipo.

"Pues nosotros los humanos siempre llevamos más de un arma para una ocasión, además... " dijo el enmascarado, volviendo a inclinarse para recoger algo más desde el interior de la caja, a la vez que dejaba la frase a medio terminar.

"Algo me dice que nos van a hacer falta..." terminó su oración el humano, levantando ante la incrédula mirada de los oceánicos, un cinturón cargado de granadas, que para los ojos de estos parecían ser enormes balas.

Drake colocándose dicho cinturón al hombro, tomó una de esas 'balas', y la introdujo en el cilindro del arma mientras les daba una mirada a los contrarios, cerrándolo luego con un audible chasquido.


Una vez todo listo, el equipo ahora completo se apresuró por el bosque hacia la dirección de la Octomaquina, guiándose solo por la señal eléctrica que esta enviaba por el Zapfish capturado. Pero conforme se acercaban, todos se dieron cuenta de las estructuras derrumbadas que poco a poco daban paso en el bosque, resultando ser algunas ruinas de la raza Antigua que no fueron desapercibidas por Drake, siendo él un humano también, era evidente que se daría cuenta.

"La señal proviene desde el interior de una abertura, posiblemente de alguna estructura. Procedan con cuidado, y mantenganse alerta por cualquier cosa" la voz de Cuttlefish resonó por el comunicador de todos los agentes, cosa que luego avisaron de ello a la teniente de tentáculos rojos, y al pelicastaño.

Y mientras apuntaban hacia todos lados, el grupo mixto terminó llegando a la supuesta abertura, aunque mas que abertura, era un enorme agujero en el interior de una caseta.

Ante eso, tomando la delantera, Drake saltó hacía el interior del agujero, cayendo de pie sobre una oportuna plataforma de reaparición.

Obviando eso, el Espectro apuntó con su arma hacia el frente, y a los lados, en espera de un 'recibimiento', mas no obtuvo otra cosa que el silencio de la ausencia, eso tampoco fue motivo para bajar la guardia, así que avanzando hacia el frente con su rifle en alto, el ex-comando terminó llegando a lo que estaban buscando, pero sus ojos se fruncieron un poco ante la incredulidad. Frente a él yacía las ruinas de una especie de instalación, sin mencionar la basta zona circular despejada que le daba un gran parecido a una arena, y al final de esta estaba un cubo lleno de laminas viejas, pero la Octomaquina no parecía estar por ningún lado.

"¡Drake, todo bien por ahí?!" preguntó Nary desde la superficie, recordándole que venía con el contingente de agentes, y teniente.

"¡Despejado... No hay nada..." respondió Drake sin despegar sus ojos de la vista, tras sentir que algo no estaba encajando del todo.

Pese a eso, uno por uno el resto fue bajando al lugar, presenciando con asombro la amplia instalación abandonada.

Pero lo que mayormente les llamó la atención, fue la pseudo arena en todo el centro del lugar, de igual forma el equipo mixto inspeccionó un poco mas el interior de los alrededores, recalcando el mal presentimiento del ex-comando, cuando Nary terminó encontrando una plataforma de salto casi en el centro del borde de la superficie en la que estaban.

"¡Chicos, encontré algo!" anunció la agente 3, llamando de esa forma al resto de los suyos, acto seguido, la Inkling sin dudarlo cambió el color de sus tentáculos antes de posicionarse dentro de la plataforma, y saltar hacia el interior de la arena.

Por otro lado, Drake quién se encontraba un poco apartado de los demás, demasiado tarde llegó para ver a los agentes usar la plataforma de salto, y meterse en la misma arena.

"¡Esperen... Mierda!" aún así exclamó el pelicastaño mientras levantaba una de sus manos hacia los miembros del comando, pero tal como se había dicho, demasiado tarde había sido para detenerlos, salvo por una teniente Octoling que permaneció al lado de la plataforma, no por haber escuchado a Drake, sino porque la tinta de la plataforma era Inkling, y de otro color, siendo esta la única aparte del humano que no entró.

"¿Que pasa, encontraste algo?" preguntó Otome, poniendo su atención en el recién llegado.

"No, es solo que nunca deben meterse en un lugar sin asegurarse de que sea seguro... Menos mal que no accionaron algo..." respondió el enmascarado, aún así mirando por sobre ellos por cualquier cosa.

"Aún faltamos nosotros, y parece que esta parte del lugar ya esta limpia. Pero como llegaremos desde aquí cuando ellos necesitaron una plataforma de salto?" preguntó otra vez la chica pulpo, colocándose una de sus manos en su cadera.

"... Podría lanzarte" en eso contestó Drake, pero ocasionando que la Octoling pusiera una nerviosa mirada sobre el contrario.

"Ehhh... Lanzarme?" de todas formas preguntó otra vez la teniente, queriendo asegurarse de haber escuchado bien.

"Que podría lanzarte. Tú cambias a tu forma de pulpo, y yo tan fuerte como puedo te lanzo hacia ellos..." explicó su plan el pelicastaño, pero eso no calmó el estado de la chica pulpo.

"No creo que vaya a ser buena idea..." discutió Otome, levantando sus manos frente a ella, y dando un paso atrás.

"Por que no?, creo que puedo llegar con un lanzamiento desde aquí, además que no podrás llegar hasta ellos de lo contrario" anegó el humano, cruzándose de brazos y acercándose al borde.

Dicho eso, la teniente tragó saliva mientras trataba de pensar en otra cosa, pero es que de momento nada más le venía a la cabeza, así que dejando salir un suspiro, esta no pudo hacer otra cosa más que suspirar con derrota.

"De acuerdo, pero trata de no lanzarme de manera muy brusca" respondió, a lo que acto seguido Drake tomó una roca un tanto más grande que una pelota de tenis en su mano, con la cual tiró hacia arriba un par de veces para calcular su peso.

"Usemos esta roca para mayor impulso" agregó el humano, tomando en cuenta lo livianos que eran los Inklings y Octolings en esas formas, bueno más de lo que ya eran, algo por lo que recibió un asentamiento por parte de la Octariana, seguido de transformarse en un pequeño pulpo.

Y esperando dicha acción, Drake se puso sobre una rodilla mientras bajaba la mano con la roca frente a Otome, dejando que la misma se subiera sobre esta, rodeando la muñeca y parte del antebrazo del ex-comando con sus tentáculos. El mismo luego volvió a ponerse de pie con su mano levantada, dándole una última mirada a la posición donde estaban los agentes.

"Drake... Esto no lo haces por venganza de lo que hice verdad, o no seguirás enojado todavía, verdad?" dudó por un momento la chica pulpo, obviamente nerviosa por lo que estaba por pasar.

"No, Otome, te recuerdo que yo ya te perdone... Solamente te dije que tendrías que recuperar mi confianza de nuevo" respondió con calma el humano, volteando su mirada hacia la Octoling, y suavizando un poco su expresión bajo su máscara.

"En ese caso, espero que después de esto me súmes algunos puntos" bromeó la chica pulpo, cerrando sus ojos de forma amistosa.

"Eso depende de como lo hagas. Bien, estás lista?" contestó el pelicastaño, para luego centrarse en su tarea.

Otome no dijo nada, en cambio esta se sujetó con más fuerza de la roca, y asintió con su cabeza. El ex-comando por su parte, regresó su atención sobre la arena, seguido de dar un par de pasos hacia atrás, y posicionarse para el lanzamiento.

Por otra parte, el dispersado equipo de agentes controlaron con confusión el interior de la arena, puesto que esperando a que apareciera su enemigo, hasta se dispersaron por si les llegaba de sorpresa, mas no obtuvieron más que otro silencio, llegando a pensar si la señal que el capitán Cuttlefish captaba fuera la correcta.

"Capitán, nos recibe?, estamos en el lugar donde proviene la señal, pero no hay ninguna Octomaquina" informó Levin por su comunicador, no obstante, antes de escuchar la respuesta del susodicho oficial Inkling, Nary fue la que captó la atención de estos.

"Oigan, donde están Drake y Otome?" preguntó la Inkling de tentáculos naranja, haciendo así que comenzaran a buscarlos con la mirada.

"¡Hey, siguen allá!" exclamó Shara, apuntando con el dedo en la dirección del par mencionados, solo para ver como Drake realizaba un buen movimiento de lanzamiento, provocando que los cuatro Inklings siguieran con la mirada el supuesto 'objeto'. Y como si este dejara caer algo en pleno vuelo, Otome cambio a su forma humanoide justo a tiempo, aterrizando de pie, y dando una vuelta por el suelo para reducir el impacto.

"Wow, ahora que le hiciste como para que te lanzara así?" en eso preguntó Nayls, acercándose hasta la posición de la Octariana, y ganándose una mirada molesta por parte de esta.

Por otro lado, la roca con la que Otome había viajado, continuó su recorrido hasta impactar un poco más adelante, seguido de rebotar y rodar por el suelo hasta encontrarse con el enorme cubo, mismo con el que se detuvo dándole un toque y generando un ruido metálico. Pero tras el mismo suceso, se escuchó un leve sonido orgánico provenir desde el interior.

"Como no podía usar la plataforma de salto, Drake me lanzó para poder llegar" explicó la Octoling, girando su atención hacia el pelicastaño todavía del otro lado.

"Sí pero... Como cruzará él ahora?" preguntó Shara, y esa misma pregunta hizo que todos los demás se pusieran duros como una estatua, dándose cuenta de la acción demasiado apresurada que todos tomaron.

"B-bueno, tampoco es que debamos preocuparnos mucho, después de todo no hay ninguna Octomaquina" dijo Levin con nerviosismo, sin darse cuenta de la incesante notificación de llamado en su comunicador.

"Sí, de seguro los Octarianos querían engañarnos con una falsa señal" añadió Nary, rascándose detrás de la cabeza con una sonrisa del mismo tipo.

Pero lo que no sabían, es que justo detrás de ellos, una burbuja estaba descendiendo lentamente, y para su consternación, con un Zapfish aprisionado en su interior, pareciendo más una lamparilla, sin mencionar que lentamente se acercaba al enorme cubo. Para ese entonces, el comunicador de Levin casi estaba que estallaba por la incesante llamada de Cuttlefish.

"Oh, cierto, el capitán está llamando. Le voy a notificar sobre la falsa señal, tal vez eso lo calme un poco" dijo Levin llevando una de sus manos a sus grandes auriculares.

"Capitán, aquí el Agente 4. Fue una señal falsa, no hay ninguna-..." trató de decir el Inkling de tentáculos azules, pero este se vio interrumpido por la voz del mismo veterano hablar por el comunicador de todos ellos.

"¡ESTÁ DETRÁS DE USTEDES!" exclamó el anciano Inkling, motivo que hizo a todos los agentes, y la teniente se dieron instantáneamente la vuelta, solo para ver como la ya mencionada burbuja descendía hasta estar justo por sobre el cubo. Tampoco había sido desapercibida por el humano faltante.

El silencio tomó lugar en la arena, de la cual solo los balbuceos del Zapfish sacudiéndose eran el único sonido presente, solo para que ante los impactados ojos de los presentes, un gran tentáculo emergiera por una abertura en la parte superior del cubo, agarrando la burbuja, y atrapando al pobre pez eléctrico desdé el atornillado.

Acto seguido, de la misma forma que salió, el mismo tentáculo morado volvió a adentrarse en el cubo, forzando de paso al Zapfish hacia el interior del mismo, escuchándose un sonido de conexión, seguido de una pequeña corriente eléctrica que encendió algunas luces en el cubo.

Lo siguiente que sucedió, por segunda vez dejó sin aliento tanto a los Inklings como a la Octoling, cuando el mismo cubo repentinamente se puso de pie. Sí, el condenado cubo se puso de pie con una pequeñas piernas muy similares a las de los Octarianos comunes, revelando debajo suyo una cara parecida a la de esos seres de tentáculo. Y ante eso, nadie tuvo la oportunidad de decir algo, cuando de repente la enorme máquina viviente pareció forzar algo, antes de dejar salir un estridente rugido que sacudió el lugar.

No hacía falta decir que por el fuerte volumen los situados en la arena se cubrieron las orejas, solo que de forma sorpresiva el cubo con patas corrió con una sorprendente velocidad hacia los incautos oceánicos, antes de lanzarse de cara hacia ellos con el fin de aplastarlos bajo su enorme tamaño.

Reaccionando por muy poco, el quinteto se dispersó mientras saltaba fuera del camino, evitando por muy poco ese trágico final, pero al hacerlo siendo salpicados un poco con la tinta Octariana que expulsó. Lo curioso es que tras su ataque, el Mighty Octostomp permaneció de cara al suelo, sacudiendo esas pequeñas piernas en un intento por levantarse de nuevo, acción que no le tomó mucho cuando el cuerpo de este comenzó a temblar, para luego ponerse de pie nuevamente, y repetir el ataque con el agente que más cerca tenía.

Y desde la perspectiva de Drake, el humano se mostró por un momento impresionado ante la imponente, y a la vez absurda forma de la Octomaquina, pareciendo irreal que piernas tan pequeñas pudieron sostener tan voluminoso cuerpo, y más aún correr, o saltar. Pero no era el momento para quedarse pasmado viendo, los agentes estaban siendo atacados por ese extraño ser, y desde la distancia que estaba, no podría asistirlos sin arriesgarlos también.

Así que mirando a su alrededor, el ex-comando salto una barra para dirigirse hacia uno de los lados en los bordes, tenía que encontrar uno lo suficientemente cerca para saltarlo, de lo contrario sus amigos estarían por su cuenta.

"¡Esta cosa no muere!" exclamó Nayls mientras rociaba de tinta el armazón de la Octomaquina, sin causar nada más que la atención de la misma, antes de comenzar a perseguirlo también.

"¡Esta hecho de metal, que esperabas?!" respondió Shara, moviendo su rodillo de un lado a otro para salpicar de tinta al colosal ser metálico, puesto que no quería arriesgarse a ser aplastada si se acercaba demasiado.

"¡Sigan disparando, tiene que tener algún punto débil!" alentó Levin, notando como los bordes en el caparazón del enemigo se cubría con la tinta del mismo color, que en ese instante era color verde.

Otome por su parte, no se había quedado sin su dotación de intentos por aplastarla, pero claramente en menor medida que los Inklings, aún así su intento por pensar en algo con lo que ayudar no estaba llegando a ningún lado, y con la presión de que no estaba Drake para ayudarlos, le ponía las cosas mas difíciles.

No obstante, entre uno de los intentos por aplastar a un agente, la teniente de tentáculos rojos logró divisar el mismo tentáculo con el que atrapó al Zapfish, el cual siempre quedaba vulnerable con cada ataque.

Para ese entonces, algo hizo *CLIC* en la mente de la Octoling, recordando lo que el Capitán Cuttlefish les había dicho antes de partir rumbo a esta misión, y durante el entrenamiento que se les dio.

"¡Ahí, el tentáculos que el capitán mencionó!" exclamó la chica pulpo, apuntando con el dedo el apéndice sobresaliente, pero tan pronto el resto lo vio, no tuvieron la oportunidad de atacarlo, ya que la Octomaquina volvió a ponerse de pie.

De todas formas, el equipo ya había recordado que hacer, y como derrotar al coloso, por lo que compartiendo un asentimiento de cabeza, estos procedieron con el contraataque, siendo Levin el que se acercó mientras disparaba al rostro del Mighty para captar su atención.

"¡Hey feo, por aquí!" llamó el líder del equipo, consiguiendo que el enemigo pusiera su vista sobre el chico calamar, antes de comenzar a perseguirlo con esas pequeñas piernas, y a acercarse cada vez más.

Para cuando lo tuvo al alcance, el Mighty se lanzó hacia el frente para aplastarlo, afortunadamente Levin tuvo tiempo suficiente para disparar por delante suyo, y zambullirse en su forma de calamar a través de la tinta, y dejando a la Octomaquina sacudiendo sus piernas como siempre lo hacia tras un ataque.

Esta vez conscientes de su objetivo, Nary se apresuró a subir también en su forma cefalópoda por las placas cubiertas de tinta de este, llegando hasta el tentáculo, y disparar contra este una andanada de tinta verde.

Lo curioso es que mediante más tinta impactaba sobre el apéndice, este se hinchaba como si fuera un globo, hasta que después de cierto punto, el mismo término reventando, seguido de expulsar un corto torrente de tinta Octariana. Nary por su parte, tras vez su objetivo cumplido, realizó un salto de calamar fuera del cubo con patas.

No obstante, en vez de ver un indicio de haber ganado, el Mighty Octostomp volvió a ponerse de pie, solo para luego frente a todos un nuevo tentáculo emergiera de su espalda, igual al que había tenido antes.

"¡Oye, es en serio?!" se quejó Nayls, viendo que otra vez tendrían que hacer lo mismo, y no solo fue eso, puesto que dándose la vuelta, la misma enorme máquina hizo algo parecido a querer expulsar su cara, mismas que luego se contrajo bruscamente con el cuerpo de nuevo, provocando que parte de las placas en su armazón se desprendieran.

Y al igual que la primera, el Mighty tembló mientras forzaba algo, hasta terminar por sacudir el recinto con otro rugido, generando así que toda la tinta cubriendo la arena, se desintegrara en el aire. Pero los agentes, y la teniente no tuvieron ni tiempo de preguntar que había sucedido, cuando el cubo robótico volvió a abalanzarse sobre el incauto más cercano a una velocidad todavía mayor que antes, en esta ocasión, contra Shara.

La Inkling en sí, se movió con su rodillo a ras del suelo entintando por donde pasaba, cosa que para cuando el Mighti saltara sobre ella, podría escabullirse por debajo de él antes del impacto, y así fue. Cuando el ya mencionado robot intentó aplastarla, la chica de tez morena pasó a su forma de calamar, seguido de zambullirse en su tinta ya puesta, y evitando a su agresor. Seguido de eso, al final de su rastro, Shara agitó su misma arma, salpicando de tinta alguna de las placas todavía presentes en el armazón.

"¡Mantenlo así, hermana!" en eso exclamó Nayls, precipitándose hacia la Octomaquina tirada, e intentar imitar la acción de Nary.

"¡No, espera!" trató de advertir Shara a su hermano, pero el apresurado Inkling ya estaba subiendo a través de la tinta que todavía no llegaba arriba del todo. Por ende, el resultado fue evidentemente opuesto a lo que el agente esperaba, no consiguiendo poder llegar arriba del todo, y pese a de un salto sujetarse del borde en su forma humanoide, fue demasiado tarde cuando el coloso metálico tembló ante la advertencia de levantarse, causando que el pobre chico calamar cayera sobre su espalda al suelo.

Abriendo sus ojos tras la sorpresa, Nayls sólo pudo ver como la Octomaquina se paraba frente a él mientras lo miraba desde arriba, a lo que teniendo a uno de sus objetivos servido frente ella, el robot solo se dejó caer al frente, puesto que así de fácil aplastaría al pobre Inkling.

"¡¡NAYLS!!" ante eso gritó Shara, corriendo hacia su hermano para salvarlo de su inminente muerte, pero sabiendo que no llegaría a tiempo, solo pudo cerrar los ojos, y apretar los dientes con fuerza.

Mas no llegó a ver su muerte, puesto que justo antes de eso, alguien los embistió desde un lado, quitándolo del camino y salvándolo justo a tiempo.

En ese entonces, cuando el agente abrió los ojos, consiguió divisar a su salvador. Otome por su parte agradeció haber llegado a tiempo, al mismo tiempo que jadeaba por la apresurada corrida que tubo que hacer.

"¡Nayls, estas bien?!" preguntó una preocupada Shara, llegando hasta el par, y revisando que no estuviera herido.

"Jeje, estoy bien hermanita, por suerte Otome-..." trató de decir el agente más joven, pero se vio interrumpido por un golpe en su cabeza proveniente de su familiar, y obligándolo a estampar la cara contra el suelo.

"¡¡PERO QUE TONTO, ES QUE TRATAS DE HACER QUE TE MATEN?!!" regañó la furiosa Inkling de tez morena, a lo que el contrario solo permaneció con la cara al suelo, y un cómico chichón que iba creciendo en su cabeza.

La teniente quien se había quedado presenciando la actuación del par de hermanos, suspiró con pesadumbre por la tan particular relación de estos dos, solo para que escuchando los temblores que hacia la Octomaquina antes de levantarse, la chica pulpo se acordó del peligro que todavía tenían sobre ellos.

"¡Deprisa, arriba los dos!" alentó la teniente de tentáculos rojos, tomando a cada uno por un brazos, y hacer que estos se apresuraran en alejarse, justo cuando la misma ya se había levantado una vez más.

Pero sin que ellos se dieran cuenta, un sigiloso Levin yacía sujetándose detrás del cubo con patas, con el cual aprovechando la posición, este disparó una salva de tinta contra el tentáculo sobresaliente, provocando el mismo resultado que con Nary.

El Mighty tras lo sucedido en su punto débil, procedió a dejar salir un rugido mientras un segundo torrente de tinta era expulsado desde donde antes estaba el apéndice, seguido de comenzar a tambalearse ante la momentánea debilidad que sintió después. Hasta que tropezándose con sus propias piernas, terminó cayendo de cara al suelo como siempre había hecho hasta ahora.

Levin por otro lado, realizó un salto de calamar fuera del enorme enemigo, viendo como lentamente las piernas del mismo dejaban de sacudirse lentamente hasta detenerse.

"Lo... Lo vencimos?" preguntó Nayls volteándose a ver junto a su hermana, y a Otome, curiosos por el aparente silencio de la Octomaquina.

Pero al pase de unos quince segundos, de forma repentina el Mighty Octostomp una vez mas se puso de pie, dejando a sus atacantes sin poder creerlo cuando un tercer tentáculo volvió a emerger de la abertura detrás suyo. Y tras dicha acción, su cara se estiró hacia afuera, para luego contraerse contra el cuerpo, tirando todavía más placas de su superficie, dificultando ahora todavía más la subida por su cuerpo.

Pero eso no se militó tan solo ahí, puesto que generando una pequeña corriente eléctrica por su cuerpo, las únicas placas empezaron a moverse de forma independiente por las barandillas en las que se sostenían.

"¡No puede ser, cuanto más seguiremos con esto?!" se quejó en esta ocasión Shara, pera la respuesta nunca llegó, cuando la Octomaquina realizó un tercer rugido estridente, quitando de la arena la tinta esparcida por el suelo.

"¡Empiezo a pensar que ese tentáculo NO es su punto débil!" exclamó Levin con molestia, siendo el mismo Inkling de tentáculos azules el que tuvo al ser metálico persiguiéndolo ahora.

Pero los movimientos de la Octomaquina ahora se mostraban de una forma que solo se los podía catalogar como más furiosos, corriendo a una velocidad incluso mayor a la que ya tenía, incoherentemente de sus pequeñas piernas, y lanzándose a una distancia mayor, pero impactando con suma rapidez en el suelo, sin mencionar que la cantidad de tinta que dispersaba a su alrededor abarcaba mas rango.

El líder del equipo que por muy poco, por no decir que demasiado, consiguió salvarse de su destino, se vio atrapado entre la tinta que el Mighty expulsó, siendo que milagrosamente no reventó ante el impacto de esta.

Por otro lado, Nary trató de aprovechar que el coloso estaba de cara al suelo para intentar atacar el mismo punto, pero ni siquiera pudo deshacerse de la tinta Octariana en su camino a tiempo, puesto que el arma viviente se había puesto de pie más rápido de lo que habían esperado.

"¿Y-ya está de pie...?" preguntó con incredulidad la Agente 3, no habiendo siquiera notado cuando el enemigo mostró indicios de hacerlo.

"¡Nary, reacciona!" en eso gritó Levin, consiguiendo salir de la tinta Octariana, seguido de notar como su amiga se había quedado congelada ante el Mighty.

La chica de tentáculos verdes tras salir de su estupor, dio un grito de sorpresa por el inminente ataque del contrario, dándose la vuelta para salir corriendo, con la Octomaquina pisándole los talones.

Por otra parte, Drake llegando al borde mas cercano a la arena, se asomó para ver hacia abajo, siendo así una larga caída hacia un gran montón de agua. Pese a eso, el ex-comando apretó los dientes bajo su máscara, dándose la vuelta para tomar algo de distancia. El humano sabía que lo que haría sería muy mala idea, pero en estos momentos era eso o quedarse viendo. Así que preparándose con unas respiraciones cortas, el pelicastaño salio disparado hacía el borde, para luego dar un largo salto hacia el otro lado, no obstante, terminando por caer al vacío, a una escasa distancia de su cometido.

De regreso con los agentes y la teniente, poco a poco los mismos estaban siendo empujados al fracaso, con la Octomaquina atacándolos incesantemente, y sin darles la oportunidad de contraatacar, ya fuera por la rápida forma en que se levantaba, o por lo difícil que era intentar alcanzar ese condenado tentáculo.

La cosa era que los esfuerzos del comando no estaban llegando a ningún lado, y peor aún cuando Nary estaba siendo acorralada por el enorme ser metálico. La Inkling mientras nadaba por un camino de tinta que había disparado, terminó saliendo cuando llegó al final de este, procediendo a correr con sus propias piernas. Sin embargo, ni con sus esfuerzos de escapar pudo evitar la aproximación del Mighty.

Y como si no fuera suficiente, un tropezón fue lo que obligo a la pobre chica calamar al suelo, motivo por el que se dio instintivamente la vuelta para ver a su ejecutor precipitarse hacia ella.

Por lo visto, Nary no pudo hacer otra cosa mas que cubrirse inútilmente con sus brazos, y cerrar sus ojos con fuerza ante su inminente final. No obstante, justo cuando el coloso estuvo a una distancia adecuada para aplastarla, una sorpresiva ráfaga de balas impactó en el 'rostro' de la Octomaquina, provocando que se detuviera de golpe mientras se quejaba de los proyectiles.

La Agente 3 ante el sonido de disparos, y los gruñidos que daba la Octomaquina, lentamente fue descubriendo su rostro para ver las chispas que generan los proyectiles de plomo tras los impactos, pero el sonido de un paso a su lado hizo que esta volteara su atención a dicha dirección, encontrando una familiar bota negra. Luego, lentamente fue levantando su vista para ver al propietario, solo para que su sonrisa se ensanchara al mismo tiempo que un lindo brillo apareció en sus ojos cuando reconoció a su salvador.

Drake, quien por un momento se creyó que había caído por el precipicio, se las arregló para conseguir agarrarse de unos metales sobresalientes, y comenzar a escalar.

Ahora, que estaba donde tenía que estar, el ex-comando se concentró en completar la parte donde mas difícil les era a sus amigos, disparando ráfagas controladas de su fusil, incluso cuando las balas parecían solo molestar al Mighty.

Nary quien presenció de primer plano el ataque del humano, su sonrisa al instante se borró cuando el enemigo efectuó un último rugido, antes de cargar contra ellos, ignorando ahora los disparos recibidos. La misma agente rápidamente se puso de pie mientras se protegía detrás del ex-comando, notando como su salvador hasta había dejado de disparar, no obstante, lejos de haberse rendido, dejó su arma principal a su lado, seguido de desenfundar el Lanzagranadas en su espalda.

Tranquilamente el Espectro abrió el compartimento para ver si estaba cargada, al mismo tiempo que la Octomaquina ya estaba sobre ellos. Nary por la impaciencia se agarro fuertemente del uniforme negro, volviendo a sentir miedo por lo que les estaba por pasar.

"¡DRAKE!" ya desesperada porque el nombrado hiciera algo, pegó su rostro en su espalda, solo para que como si esperara ese llamado, el pelicastaño volviera a cerrar el arma con un audible chasquido, y volviera a poner sus ojos en el Mighty sin levantar la cabeza.

En ese momento, cuando todo pareció ir en cámara lenta ante el salto aplastante del enorme cubo, sin aflojar su expresión el humano apuntó finalmente su arma secundaria, antes de jalar del gatillo, y disparar el proyectil evidentemente más grande y visible, dejando una ligera estela de humo en su recorrido hasta su objetive.

Lo siguiente que ocurrió fue que una fuerte explosión se generó en el rostro del Mighty, frenando bruscamente el vuelo de su salto, y obligándolo a caer sobre sus pequeñas piernas mientras se tambalea. Y pese a resistir el impacto, el daño fue significativamente mayor, viéndose una grieta en el metálico rostro de la Octomaquina.

Volviendo a abrir su arma, con un solo movimiento de su brazo, el enmascarado retiró el cilindro vacío antes de tomar otro desde el cinturón en su pecho, y cargar nuevamente su arma.

Por su parte, el coloso una vez más estuvo dispuesto a atacarlos, pero otro impacto de granada le arrancó la idea de su programación, causando otra serie de tambaleos hacia atrás mientras el humano ahora avanzaba calmadamente hacia el contrario, y repitiendo la acción de recargo.

Una tras otra las explosiones se generaron por el cuerpo del cubo con patas, mismo que no pudo siquiera evitarlos dado su gran tamaño, y lentamente con alguna que otra pieza de su armazón saliéndose. Por otro lado, los agentes junto a la teniente no daban a basto el espectáculo, Drake sólo estaba sometiendo al que por un momento resultó su enemigo más difícil. Era esto a lo que el capitán se refería antes, sobre las armas de los Antiguos?, pues al parecer no era mentira, esa extraña arma con leve forma de tubo le estaba dando al Mighty Octostomp el paseo de su vida. Ahora entendieron sobre la peligrosidad de estas, y la fortuna que tenían de que los Octarianos no pudieran poner sus tentáculos en ellas.

Pero como las municiones de un arma no eran infinitas, llegó un momento en el que Drake alcanzó la última de sus granadas en su cinturón, aún así, viendo el estado que había dejado a su enemigo, se aseguraría de que este último disparo pusiera punto y final con el cubo. Así que tomando su último proyectil, el Espectro retiró el cilindro vacío del anterior, antes de cargar el nuevo.

Con una última mirada desdeñosa, el ex-comando levanto su arma con una sola mano mientras la apuntaba al rostro de enorme ser, esperando a que este diera por lo menos algún atisbo de arrepentimiento. Pero que puedes esperar de una maquina programada para matar?.

El Mighty en un último arrebato de su función, se lanzó corriendo a lo máximo que sus pequeñas piernas podían, mas no alcanzó siquiera los primeros siete metros, cuando un último impacto directo se efectuó en el centro de su rostro, y esta vez siendo mas que suficiente para el pobre robot.

En respuesta, mediante se tambaleaba hacía atrás, el Mighty tuvo la mala fortuna de darse la vuelta, a la vez que se tropezaba con sus propios pies, y se desplomaba de cara al suelo, desparramando otro gigantesco charco de tinta a su alrededor.

Por su parte, Otome quien había sido la primera en salir de su estupor, rápidamente se percató de su oportunidad para acabar con esto de una buena vez, o eso esperaba, siendo que la tinta Octariana les dificultaría a los Inkling poder subir a tiempo... Pero no a otra Octariana!.

Con esa idea en mente, la Octoling se dirigió al par de hermanos que todavía estaban con la mandíbula hasta el suelo, seguido de sacudirlos para sacarlos de su incredulidad.

"¡Chicos rápido, necesito que me den dos bombas de tinta!" apresuró la chica pulpo, volteando su atención hacia la Octomaquina todavía tirada.

"¡¿Bombas de tinta, pero que vas a hacer?!" preguntó Shara, confundida por la exigencia de la contraria.

"¡Solo haganlo, no hay tiempo!" respondió Otome, notando como las piernas del cubo ya estaban empezando a sacudirse de nuevo.

Compartiendo una mirada entre ellos, los dos hermanos de tez oscura le entregaron lo que pedía, no muy seguros de lo que fuera a hacer la Octariana. Aún así, tan pronto lo hicieron, Otome las tomó a las dos casi de arrebatada, y disponerse correr hacia el robot caído, rogando por que le diera tiempo.

Una vez llegado a la Octomaquina, tal y como se lo esperaba, la tinta no generó ningún efecto sobre ella, por lo no tendría el problema de quedarse atascada en ella. Lanzando las dos bombas Inkling por sobre el enorme cubo, la teniente procedió a disparar su Octoshot sobre las placas móviles del contrario, antes de subir como meramente pudo hasta arriba. Y ahí, ahí estaba ese condenado tentáculo que tantos problemas les había dado, ese que ya dos veces había emergido después de reventarlo por mismo número.

"¡Esta vez, quédate splateado!" terminó gritando la chica pulpo, activando las dos bombas de tinta, y lanzándolas cerca del apéndice sobresaliente, justo cuando el cuerpo ya estaba temblando para volver a pararse.

Por el hecho de que fueran bombas de tinta Inkling, la chica pulpo por obvias razones no esperó a que estas estallaran, así que cambiando a la forma de un pequeño pulpo, la teniente realizó un salto fuera del cubo, justo a tiempo cuando dichas armas estallaban.

El tentáculo reventó, y con ello también un último torrente de tinta Octariana salió por la misma abertura. Y para fortuna del grupo mixto el enorme robot no volvió a levantarse, en su lugar, una corriente electrica comenzó a generarse por todo el cuerpo de este, al mismo tiempo que temblaba con sus pequeñas piernas girando como un ventilador.

Todos sabiendo lo que pasaría, se alejaron lo mas que pudieron mientras el sonido que generaba iba en aumento, a tal punto en que fue oído hasta por la superficie. Y llegando a la tan esperada culminación, el temible Mighty Octostomp detuvo sus violentas sacudidas al igual que sus piernas, y sonido, solo para luego reventar en un gigantesco salpicón de tinta verde, sin mencionar los trozos de metal, y curiosamente de tentáculos por toda la zona.

Y ahí, en el centro de la arena yacía el Zapfish capturado dentro de esa misma bombilla. Los agentes que poco a poco fueron acercándose, vieron con incredulidad el resultado de su proeza, sin mencionar al humano y la Octoling que se quedaron a la distancia viendo como los miembros del comando se acercaban con cautela al pez eléctrico.

El silencio reinó en toda la arena cubierta de tinta, siendo los quejidos del Zapfish el único sonido que se escuchaba, pero luego de unos veinte largos segundos, uno de ellos decidió romper la tranquilidad.

"¿G-... Ganamos...?" preguntó Nayls con vacilación, y haciendo que los demás compartieran miradas.

"¿A-ahora sí ganamos?" tras no recibir respuesta, el artillero del equipo volvió a preguntar.

Pero en vez de una respuesta, Nary fue la que apuntó su Splattershot a la burbuja de la lamparilla, antes de disparar, y provocar que la burbuja se expandiera hasta reventar. Después de eso, antes de que el Zapfish cayera al suelo, la misma Inkling lo atrapó con ambas manos, sintiendo como dicho pez se sacudía en un vano intento de escapar.

El silencio se hizo una vez más, viendo todos al dichoso premio que todavía dudaban si seguía siendo suyo. Pero con una última mirada mutua entre los agentes, lentamente una sonrisa se fue formando en el rostro de todos ellos, terminando así con un grito de victoria por parte de Nary, al mismo tiempo que levantaba al pez eléctrico por sobre su cabeza.

Los demás también siguieron su ejemplo, y al instante todos comenzaron a festejar su primera victoria sobre una Octomaquina, cuyo logro no era pequeño que se diga. Por otro lado, Drake suspiró con tranquilidad mientras se ponía sobre una rodilla con el cañón del lanzagranadas apoyado sobre el suelo, y su otro brazo reposando sobre su otra rodilla levantada, viendo a los cuatro amigos festejar

En cuanto a Otome, la teniente sonrió por el ruidoso barullo que generaban los Inklings, recordándoles en parte a su anterior escuadrón cuando todavía tenía uno, pero esa sonrisa pronto se borró, cuando mirando a su alrededor, encontró a Drake viéndola fijamente desde el otro lado.

Su rostro en respuesta, por un momento se tornó de un ligero color rojizo, el cual ocultó desviando su mirada. No obstante, al volver a poner su atención en el enmascarado, se dio cuenta de que todavía seguía mirándola. Este conservando su posición y notando la actitud de la chica pulpo, procedió a hacerle un asentimiento de cabeza, a la vez que le daba un pulgar arriba.

Ese gesto incentivó a que la oficial de tentáculos rojos abriera un poco más sus ojos, seguido de formar una sonrisa feliz, pero sin quitar el sonrojo de su rostro.

La cosa es que incluso con su máscara puesta, Otome sentía el presentimiento de que el pelicastaño también le estaba sonriendo, posiblemente sintiendo su confianza hacia ella aumentando, pero sin que ella se lo viera venir, un grupo de cuatro eufóricos Inklings se le lanzaron encima, en agradecimiento de haberle dando el golpe de gracia a su enemigo.

Y pese a las quejas de la Octariana porque los agentes se le quitaran de encima, estos se mantuvieron abrazados a ella, riendo y agradeciéndole. No obstante, el humano a la distancia tampoco se quedaría afuera, ya que dándose cuenta de él, los SquidFire rápidamente se levantarían, seguido de comenzar a correr hacía este, pero no sin antes tomar de la mano a la desprevenida Octoling, y llevarla consigo, cosa que esta casi a tropezones les siguió el paso.

Drake por su parte, solo se les quedó esperando mientras se ponía el lanzagranadas al hombro, y su otra meno en su cintura, sonriendo como estos venían hacía él, con Nary trayendo casi a rastras a una Otome que se avergonzó todavía más cuando vio hacia donde se dirigían, al mismo tiempo que Nayls era el que traía el Zapfish, levantándolo con ambas manos en alto, como en señal de su logro.


[Base secreta de Cuttlefish]

[Hora y media después]

Con la primera de las Octomaquinas vencida, y uno de los Zapfish recuperados, el Capitán Cuttlefish había dejado salir el mas grande suspiro de alivio en su vida, llegando incluso a pensar que sus agentes no lo conseguirían, y asumir la culpa.

Y fue una total fortuna que el ex-comando los hubiera ayudado, de lo contrario la historia seria posiblemente muy diferente. En cuanto al regreso de las Squid Sisters, al instante preguntaron a su abuelo sobre el resultado de la misión, aunque fue Callie la que dio la pregunta directa de: "¡¿No se murió nadie?!".

Y estas imitaron el suspiro de alivio de su abuelo cuando este les informó del éxito. En cuanto al regreso de los combatientes...

La tetera emitió su típico silbido, para luego dejar salir por su rendija al primero de los agentes, en esta ocasión, el líder del cuarteto, siendo después seguido por Shara, Nayls, Nary, Otome, y por último Drake, quien obviamente levantó la rendija para poder salir.

"¡Adivinen quién regresó después de patear a una Octomaquina!" exclamó Nayls saltando al frente, y levantando él al Zapfish con una mano.

En respuesta, los tres primeros miembros del comando los recibieron con emoción, bueno, con emoción por parte de Callie, mientras que Cuttlefish y Marie llegaron a su ritmo, pero con una sonrisa en el rostro.

"¡Lo consiguieron, no puedo creer que hayan logrado derrotar a esa Octomaquina!" exclamó la hiperactiva idol, tomando con ambas manos al pez eléctrico, y dar un par de vueltas con él.

"Je, es que acaso lo dudaron?" preguntó el mismo Inkling de tez morena, colocando altaneramente una mano en su cintura, y sonriendo de lado mientras levantaba un dedo ante la duda.

"Deja de presumir, tonto, que de todos tú fuiste al que más estuvieron por aplastar!" regañó Shara, empujando a su hermano menor con el pie, a lo que este respondió haciéndole una mueca.

"Y quien sabe, seguramente nos habría sido mucho mas difícil, si no fuera porque 'alguien' vino con nosotros" comentó ahora Levin, volteando su atención hacia la Octoling y el humano detrás de ellos.

Otome quien no se había dado cuenta todavía, ladeó la cabeza ante las miradas de los agentes sobre ellos dos, solo para que una alegre Callie diera un grito del mismo tipo, y le diera un fuerte abrazo, cosa que tomada por sorpresa, se puso rígida por un momento mientras que un sonrojo de vergüenza aparecía en su rostro.

"¡El abuelo nos contó todo lo que pasó, y la forma en que usaste tus facultades Octarianas fue tan fresco!" alagó la misma chica calamar de tentáculos negros, frotando su mejilla con la de la contraria.

"¡O-oye, no me abrazes de esa forma!" se quejó la teniente, cerrando sus ojos con fuerza, y ruborizándose todavía más.

Acto seguido, para fortuna de la Octoling Callie terminó por soltarla, pero únicamente con el fin de cambiar de objetivo, cuando al momento de poner sus ojos sobre el enmascarado, sin dudarlo saltar sobre él, y abrazarlo desde el pecho, motivando tanto a Otome como a Nary para que dieran un pequeño salto de sorpresa, seguido de fruncir el ceño con un sonrojo en sus rostros.

"¡El abuelo también nos contó de como tú solo casi acabas con ese monstruo!" exclamó la misma Inkling con estrellas en sus ojos, levantando su cabeza sin soltar al uniformado pelicastaño.

"Así que ocultabas esa enorme cosa para el mejor momento, no?" añadió ahora Marie, acercándose también al humano, pero su tono se oía con un doble sentido que puso algo nervioso al ex-comando, sin mencionar la forma en que se inclinaba hacia el frente.

"Bueno... Para eso es un Lanzagranadas" respondió Drake levantando ambas manos, ignorando el hecho de que tanto Nary como Otome estaban intentando desprender a la idol de su torso.

"Ya, esta bien niñas, lo bueno es que podimos derrotar a una de las armas de Octavio, y recuperado uno de los Zapfish restantes" mencionó el capitán, apoyando sus dos manos sobre su bastón.

"¡Así es, y ahora con una de ellas fuera, nuestras posibilidades de vencer ahora son más grandes!" dijo Levin, mirando a cada uno del equipo con entusiasmo.

"Así es, aunque... Todavía hay algo que no me deja de llamar la atención..." respondió el veterano, llevándose una mano hacia su mentón de forma pensativa.

Ante eso, los ojos de todos se posaron sobre el líder del comando, notando su semblante repentinamente serio. Y si había algo que sabían muy bien, es que cuando el capitán se salía de su personaje carismático, no era buena señal.

"¿Que cosa, abuelo?" preguntó Callie, la cual ya se había soltado por si sola del pelicastaño.

"Yo ya había luchado contra el Mighty Octostomp en la guerra, y pese a que sus ataques, su apariencia, y debilidad seguían siendo las mismas, tenía cierto comportamiento diferente al que yo conocí" intentó recordar Cuttlefish, incitando al resto a compartir miradas.

"¿Abuelo, que quieres decir con eso?" cuestionó Marie, dando un par de pasos al frente.

"Tal vez solo sea la edad que no me deja recordar bien, o también otra de las 'mejoras' que Octavio le hizo... Pero el comportamiento del Mighty era más como el de una criatura que el de una máquina, sin mencionar que estalló cuando lo vencieron. Yo cuando lo hice, cayó al suelo inmóvil..." respondió el anciano Inkling, esperando a que realmente fuera la edad quien le hacía inventarse cosas.


[Octomburg]

[Zona desconocida]

Octavio quien había presenciado todo el combate, ahora mismo tenía una vena bombeando en su frente, evidentemente de su siguiente derrota contra el comando SquidBeak, y la perdida de una valiosa Octomaquina.

Pero no todo estaba perdido, todavía tenía más de ellas, y muy pronto listas para desatarlas dentro de la ciudad Inkling, o eso esperaba según lo que sus ingenieros le informaban.

Ahora, de camino al centro donde estos estaban restaurando las Octomaquinas, el coronado pulpo vociferó en su impaciencia, y la furia de su reciente perdida, resonando su voz por casi todo el lugar, y captando la atención de tanto Octolings como Octarianos trabajando sin cesar.

"¡HIAKU!" llamó con fuerza el enorme gobernante, esperando con un gruñido la llegada del supuesto Jefe Ingeniero. Hasta que a base de tropezones, el Octoling se aproximó al emperador.

"¡A-quí estoy, mi lord!" respondió el líder de la instalación, poniéndose firme como un soldado.

"¡Por tu bien mas te valen tener otra Octomaquina lista!" exclamó Octavio en un susurro amenazante, y causando que al contrario le recorriera un escalofrío por la espalda.

"O-otra?, pero el Mighty-...!" trató de discutir Tane, pero se vio interrumpido de manera cortante por Octavio.

"¡Fue destruido, Hiaku. Ese maldito comando junto a ese humano, y la traidora acabaron con él!" exclamó Octavio, frunciendo el ceño todavía más en una expresión de despojo.

"¡T-tan rapido?... Digo, no se preocupe, emperador Octavio, justo en el lapso de tiempo, ya hemos terminado otra de las Octomaquinas, y esta vez, le añadimos una funcionalidad nueva para que sea aún más difícil de combatir!" alentó Tane, fingiendo estar entusiasmado por el siguiente combate del arma, y el comando.

"¡Pues espero que tengas razón, y no sea como con el Mighty!" gruñó el coronado pulpo, a lo que el ingeniero en jefe hizo una reverencia antes de darse la vuelta, y regresar a su tarea, aunque tal como había sido con los Paneles Solares, no le hacia especial ilusión el trabajo que tenía que hacer para Octavio, pues... Ya tenían solucionado finalmente su problema eléctrico después de cien años, por fin podían devolverle a Octomburg su antigua gloria, y aún así... Cual era la tal insistencia del emperador por hacer otra guerra con los Inklings?.

Esa y otras preguntas rondaron por la cabeza del ingeniero, no entendiendo bien los motivos de Octavio.

Por otro lado, desde una de las oscuras zonas de la instalación, la penumbra llenaba el interior de lo que parecía una enorme sección vacía, solo para que de entre la negrura del lugar, unos brillantes ojos de apariencia anfibia aparecieran en el centro de esta, terminando así con un sonido metálico, y una voz mecanizada.