Con la derrota de la primera Octomaquina, el entrenamiento de los agentes se había reanudado con este aparente intervalo de tiempo 'tranquilo', en el cual también se había sumado la teniente Octoling para sorpresa de estos, pero en cambio de los Inklings, el nuevo régimen de entrenamiento no era algo fuera de lo común para la chica pulpo, puesto que al ser ya una oficial del ejército Octariano, ya estaba acostumbrada a disciplinas como esta. Por otro lado, todavía quedaba un evidente problema en cuanto a la participación de la chica pulpo en los combates, y eso era que su tinta no podía dañar a los de su misma clase, al mismo tiempo que podría resultar herida si en alguna ocasión había un accidente entre el fuego cruzado.
O eso era hasta que alguien puso una incógnita en la mesa.
"¿Y por que no solo cambia de color su tinta...?" en eso preguntó Drake sentado sobre una de las cajas en su bóveda, ganándose así la atención de todos los presentes que lo acompañaban.
"Los Octarianos no podemos cambiar de color como los Inklings" respondió Otome, cruzándose de brazos, y desviando una mirada molesta.
"Y por que no?, digo, no hablo por todos los Octarianos en sí, sino por ustedes los Octolings, que aunque son razas diferentes, todavía muestran similitudes. Los dos usan tinta para combatir, a ambos les resulta letal el agua de mar, los dos pueden cambiar de forma a un cefalópodo, y nadar por su tinta. Quien dice que no puedan cambiar de color su tinta también?" adjudicó el ex-comando, levantando sus dos manos en señal de no saber.
Dichas incógnita había hecho que los agentes, y la teniente compartieran miradas, antes de regresarlas sobre su amigo humano.
"Aún así, en toda la historia de los Octarianos, jamás hubo un solo Octoling que pudiera tornar su tinta de otro color" respondió Otome, llevándose una mano al mentón.
"Eso es cierto, nuestro abuelo tampoco nos ha contado nada sobre alguno que pudiera hacerlo, ni siquiera Octavio, y eso que ese pulpo es tan, o incluso más viejo como el abuelo" añadió Callie, recordando la longeva edad de su familiar.
"¿Por lo menos lo han intentado...?" otra vez puso en duda el mismo pelicastaño, y fue ahí cuando la chica de tentáculos rojos abrió la boca para responder como las anteriores veces, mas no salió palabra alguna cuando lo pensó con mayor detenimiento.
Era verdad que jamás hubo Octoling que pudiera cambiar su tinta de color, pero también era un hecho que nunca se pararon a pensar si podían hacerlo, ni mucho menos intentarlo siquiera.
"No... De hecho, creo que en ningún momento lo hicimos..." dudó la teniente, ganándose ella ahora la atención por parte del grupo, solo para sentir una mano posarse sobre su hombro, a lo cual se giró para ver al propietario.
"¿Quieres intentarlo?" propuso sin mas, Shara, formando una sonrisa de lado en su rostro.
Sin saber qué responder, la joven Octariana giró su atención hacia los demás agentes, quienes tenían expresiones de interés por saber cual sería el resultado, incluso Drake, el cual le dedicó un leve asentimiento de cabeza con una confiada sonrisa del mismo tipo.
"P-pero no sabemos si será buena idea, de hecho ni siquiera se como se hace!" respondió la teniente con nerviosismo, sacudiendo sus manos frente a ella al igual que su cabeza.
"¡De eso no te preocupes, Otome, estamos aquí, no?. Nosotros te enseñaremos como hacerlo!" exclamó Callie, colocando sus manos en su cintura, y alzando la vista de manera algo altanera.
"Pero-... Esta bien, pero no me culpen si no funciona" terminó accediendo de mala gana la Octoling, generando una pequeña risa en el grupo. No obstante, siendo tomada de la mano por Callie, esta fue casi arrastrada por esta hasta el centro de todos ellos.
"Ahora escucha con atención, Otome, cambiar de color nuestra tinta no es tan sencillo como parece" comenzó a explicar la famosa idol, levantando uno de sus dedos con los ojos cerrados.
"Nosotros no sólo pensamos en un color, y BOOM, ya cambiamos a él. Tienes que hacer que toda la tinta de tu cuerpo se torne de ese tono" continuó Marie, inclinándose por detrás de su hiperactiva prima con una calmada sonrisa.
"Ahora, cierra los ojos" pidió nuevamente la Inkling de tentáculos negro, a lo que Otome haciendo cabo cerró sus párpados sin decir nada, bajando levemente su cabeza también.
"Despeja tu mente. Quiero que pienses en cualquier color como... Naranja" continuó Callie, viendo como los hombros de la contraria se aflojaban en torno a poner su mente en blanco.
"Okay, estoy pensando en él. Mis tentáculos ya se tornaron de ese color?" preguntó la misma chica pulpo, ganándose una risa por parte de las Squid Sisters.
"Oye, Nary, ven aquí un momento" por otro lado susurró Drake mientras le hacía una ceña a la ya nombrada Inkling, cosa que al instante recibió la atención de la chica calamar.
Con otra seña para que se pusiera todavía mas cerca, Drake procedió a susurrarle algo al oído, algo que Nary escuchó atentamente mientras sus ojos se abrían cada vez más, hasta que cuando el ex-comando terminó de decirle la supuesta información secreta, la Agente 3 dejó salir una risa algo divertida, antes de ser ella la que ahora le susurraba algo al oído del humano.
Esa interacción obviamente no fue desapercibida por Otome, quien abriendo uno de sus ojos levemente, su ceño se frunció en una mueca molesta mientras presenciaba a dicho par. No obstante, su atención se vería rápidamente tomada otra vez por la idol de tentáculos negros.
"¡No te distraigas!" demandó Callie con una sonrisa, interponiendo su cabeza entre el pelicastaño con la SquidFire, y la visión de la teniente.
Esta con un pequeño sobresalto, volvió a cerrar los ojos e intentar concentrarse, pero la imagen del humano junto a la Inkling todavía seguía vigente en sus pensamientos.
"Bien, regresando a lo nuestro... Como dijo Marie; tu tinta no cambiará de color sólo con pensarlo, debes concentrarte, sentir el color, visualizarlo, y volverlo parte de ti" explicó la hiperactiva cantante, aunque generando algo de dudas en la Octariana. Pero eso no la detuvo, y realizando lo que le explicaron, la joven oficial se concentró, cerrando sus puños mientras fruncía el ceño en lo que tenía que hacer. De pronto, Otome sintió que la tinta dentro de ella comenzaba a arremolinarse por alguna razón, dándole una sensación extraña mediante continuaba. Y apretando sus puños con aún más fuerza, Otome se esforzó en conseguir cambiar de tonalidad.
Mientras tanto por fuera de ella, todos los presentes abrieron sus ojos con impresión, notando como los rojos tentáculos de la teniente de vez en cuando se tornaban de una débil pero presente tonalidad anaranjada, antes de volver a ser como antes.
Pero conforme los segundos pasaban, el esfuerzo era cada vez más presente en el rostro de la Octariana, llegando hasta el punto en el que mostraba los dientes ante la evidente fuerza con la que estaba aplicando.
"¡Ya casi, Otome, no te rindas ahora!" exclamó Callie con emoción, formando un brillo en sus ojos por el suceso.
Pero lo que no sabían, era que ese sobreesfuerzo pronto se volvería doloroso para la ya espasmódica teniente, y pese a eso esta no se detuvo, pareciendo como si el color rojo de sus tentáculos se mezclara poco a poco con el nuevo color naranja en ellos. O eso hasta que fue Drake quien se dio cuenta del padecimiento de la contraria, motivo por el que se levantó de la caja donde estaba sentado, y se acercó hasta la chica pulpo, y al famoso dúo que no dejaba de alentar a la teniente.
"¡Eso es, ya casi lo tienes!" volvió a exclamar la Inkling de tentáculos negros, pero no ayudando al estado de la Octariana.
"Chicas..." ante eso trató de llamar el ex-comando, pero sin ser tomado en cuenta.
"Nosotras te avisamos cuando sea suficiente" ahora dijo Marie, sin darse cuenta de lo que podría pasar.
"Oigan, creo que es-..." una vez más trató de detenerlas el pelicastaño, pero justo fue interrumpido por los demás del grupo.
Y es que llegados a este punto, el humano ya estuvo seguro de que algo no estaba bien con Otome, cuando escuchó unos quejidos de dolor ser pronunciados por la misma.
"¡Oigan...!" finalmente exclamó Drake, captando la atención de todos los agentes, excepto la de la Octoling, misma que alzando la cabeza forzadamente, sus tentáculos por fin se tornaron totalmente de un color naranja, solo para que unos segundos después de suceder, estos regresaran a ser rojos, seguido de que Otome se llevara ambas manos a la boca, y abriera sus ojos como platos.
Acto seguido, la pobre Octariana terminó cayendo de rodillas, mientras se apoyaba con ambas manos en el piso, y comenzara a toser tinta de color naranja sobre este, como si su mismo cuerpo la estuviera rechazando.
"¡Otome, estas bien?" ante eso preguntó el humano, poniéndose sobre una rodilla al lado de la afectada, al mismo tiempo que colocaba una mano sobre la espalda de la misma. La teniente al no poder hablar de momento solo se dedicó a negar con la cabeza, antes de proseguir con sus toses, y expulsando más tinta naranja a través de ellas.
"Es suficiente por ahora..." pidió el pelicastaño, levantando la cabeza para ver al dúo frente a él, a lo que estas respondieron dando un asentimiento con la cabeza.
-
Tras pasar unos minutos, el estado de la chica pulpo ya había vuelto en su mayoría al de antes, o por lo menos ya no tenía esas continuas toses. Y revisando el interior de su boca, Marie alumbró con una pequeña linterna la garganta de la ya mencionada Octariana, mientras que esta estaba sentada sobre una mesa metálica.
"Bueno todo parece estar bien, afortunadamente no sufrió un Ardor de Tonos" mencionó la Idol de tentáculos blancos, apagando la linterna, y devolviéndosela a Drake.
"¡Otome lo lamentamos mucho, de la emoción no nos dimos cuenta de tu estado!" se disculpó Callie, poniéndose ahora ella al frente de la Octoling mientras tomaba una de sus manos.
"No hay problema, pero no me imaginé que el cambiar de color tu tinta sería tan peligroso" respondió la teniente, algo por lo que todos los Inklings intercambiaron miradas.
"¿Que... Pasa algo?" ahora preguntó la Octariana, dándose cuenta de la reacción de estos.
"Supongo que es nuestra culpa también por no habértelo dicho antes, pero lo que estabas haciendo NO era cambiar de color tu tinta, sino que intentabas remplazarla por otra" respondió Callie, mas no respondió sus dudas, sino que generó todavía más, aunque era de esperarse, siendo que los Octolings nunca intentaron cambiar de tono su tinta, era evidente que no entendería lo sucedido.
"¿Que no es lo mismo?" aun así preguntó la teniente, pero recibiendo una negada de cabeza como respuesta.
"Verás, Otome, este es un problema muy común entre los Inklings cuando son infantes, ya que están recién aprendiendo al igual que tú, pero también hay casos en los que les pasa lo mismo... Aunque en menor medida" respondió la Agente 2, confundiendo un poco más a la contraria.
"¿Menor medida?" volvió a preguntar Otome con evidente curiosidad.
"¡Oh, ahora que lo mencionan, yo también tuve ese problema cuando era un pequeño calamar, pero como mucho sólo me dio un dolor de estomago" mencionó Levin, alzando la mano para que le prestaran atención.
"Y con respecto a tu pregunta, cuando intentas reemplazarla, tus corazones producen tinta de un color distinto, la cual al entrar en contacto con la que ya tienes, se genera un especie de conflicto dentro de tu cuerpo. Tuviste suerte de que tu tinta Octariana se sobrepusiera sobre la nueva" respondió Marie, colocando ambas manos en sus caderas.
"¿Por qué, qué habría pasado si no fuera el caso?" la Octoling no estaba segura si querría saber la respuesta, pero la curiosidad podía más que ella.
"Bueno... No tengo idea de lo que podría pasar con un adulto, pero dado al resultado que tuviste, es posible que hayas terminado... Reventando..." fue el veredicto de la idol más calmada, motivo que provocó un trago de saliva en la chica pulpo, sin mencionar que sudaba frío ante la idea de morir por ese error.
El resto tampoco se sintió mejor con el posible final de la teniente, mostrando diferentes rostros de preocupación.
"Deberás tener más cuidado de ahora en adelante..." continuó la misma famosa cantante, dando unos manos al frente, y colocando una mano sobre el hombro de la Octariana.
"Lo tendré... Bueno, al menos ahora se que mi raza puede cambiar de color su tinta también, posiblemente sea la única Octoling que lo sepa" alentó Otome, formando una tranquilizadora sonrisa de lado.
No obstante, de forma inesperada el comunicador en los auriculares de todos los agentes comenzó a sonar, resultando ser la llamada del Capitán Cuttlefish. Sin tardarse, todos los Inklings activaron el enlace, antes de que la primera de ellos respondiera la dichosa comunicación.
"¡Aquí Callie, que sucede, abuelo?" en eso atendió la hiperactiva idol de tentáculos negros.
"¡Agentes, regresen a la base de inmediato, a aparecido otra señal de un Zapfish a las afueras de OctoValley, posiblemente otra Octomaquina!" respondió el veterano de guerra, alertando de esa forma a los integrantes del comando.
"¡Entendido, vamos para allá!" finalizó Callie, antes de cortar la transmisión al igual que sus demás compañeros, y proceder a contarles a su par de aliados sobre el suceso. Mismos que al instante prepararon su equipamiento para la tarea.
[Zona desconocida]
[Entre OctoValley y Octocanon]
El informe de Cuttlefish había sido rápido y conciso sobre cual sería la siguiente Octomaquina según los espías de Tryton. Y según la apariencia del supuesto enemigo, solo un nombre fue pronunciado por el anciano Inkling: 'Dreaded Octonozzle'. Los combatientes se movilizaron con suma prisa, sin mencionar que Drake estaba llevando el mismo equipamiento que la última vez, pero con la diferencia de portar algunas granas de humo por si se las llegase a necesitar.
El panorama en sí se podría decir que era bastante... Tropical por decirlo de alguna manera, con las ruinas de algunas estructuras humanas, y la humedad en el aire que llenaba todo de una leve neblina. Pero lo curioso de todo, era la presencia de algas por algunas secciones, siendo que el mar tampoco estaba muy lejos.
El grupo mixto se movilizó con cuidado entre la oscuridad del selvático bosque, apuntando con sus armas hacia todos lados, y escuchando los momentáneos graznidos de los pájaros que sobrevolaban sobre ellos. Pero entre estos, el ex-comando fue quien lideró la marcha, con su rifle M4A1 en alto, y con pasos bien medidos.
Hasta que llegando a la entrada de donde provenía la señal, el enmascarado humano se giró hacia los oceánicos que venían con él, haciéndoles una ceña con la cabeza para que vieran su destino. La entrada de una cueva levemente iluminada, y con cables que se adentraban desde el exterior.
Compartiendo miradas, el comando, la teniente, y el humano procedieron hacia el interior de la supuesta caverna, pasando de largo los postes de luz montados en los bordes, y las aparentes redes de pesca que decoraban los muros por algún motivo.
Y mientras llegaban a lo que sería el final de la cueva, por una última abertura estos contemplaron desde lo alto de un risco la siguiente arena, y en el centro de esta, rodeado por un especie de río de tinta Octariana, yacía la supuesta Octomaquina completamente inmóvil, pero aparente.
Así, uno tras otro los agentes fueron usando la plataforma de salto, hasta estar todos en la arena de tierra. En cuanto a Drake y Otome, por obvias razones estos no podía llegar a la arena de la misma forma que los Inklings, y la teniente ya se había negado a ser lanzada otra vez. Así que ya preparado para la ocasión, el pelicastaño enganchó un cable de metal en el borde del risco, para luego hacer rappel hacia abajo con la Octariana sujeta a su espalda.
Una vez todos ya reunidos, como si los estuviera esperando, una pinza fue bajando lentamente con el Zapfish atrapado dentro de la misma bombilla que el anterior, hasta que cuando llego a cierta distancia sobre el tanque cubierto de algas, de forma repentina un tentáculo emergió de la abertura de su cabeza, atrapando al Zapfish, y forzarlo hacia el interior.
El resultado fue el mismo que con el Mighty, una momentánea corriente eléctrica recorrió el cuerpo del robot, encendiendo algunas pequeñas luces, y activando las funciones del coloso, pero con la diferencia de que unos grandes ojos de aspecto anfibio se iluminaron desde los grandes faros negros por delante de este. Acto seguido, con un especie de mecanismo la cabeza se desplegó hacia arriba, y la parte inferior giró para dejar ver unas pequeñas piernas robóticas, vistiendo por algún motivo que el enmascarado no entendió, unas zapatillas deportivas.
Pero la cosa no terminó ahí, puesto que desde un orificio por sobre las ya mencionadas piernas emergió lo que parecía ser una ventosa. Y al igual que con la anterior Octomaquina, esta pareció forzar algo, solo para terminar dejando salir un rugido de su propio tipo.
Todos se prepararon para el inminente ataque, pero en vez de que el enemigo se lanzara por ellos, este se mostró inmóvil en su lugar, en cambio, de la canilla que funcionaba como su nariz, dejó salir una especie de bola púrpura, antes de patearla hacia ellos con las pequeñas piernas frente él.
Tomados un momento por sorpresa, por muy poco se quitaron del camino, al mismo tiempo que la supuesta bola pasaba de largo, dejando un rastro de tinta Octariana a su paso, antes de estallar cuando llegara a cierta distancia.
A eso, queriendo realizar el primer ataque, Callie se lanzó de frente hacia la Octomaquina, a lo que esta respondió pateando otra bola de tinta en su dirección. La idol la esquivó, pero eso no detuvo al coloso para realizar la misma acción otra vez, que desafortunadamente no fue suficiente para los rápidos reflejos de la experimentada agente. Por otro lado, sin que la Octomaquina se lo esperara, desde otra parte de la arena, la otra idol de tentáculos blancos ya tenía en la mira el punto débil del enemigo, y con un preciso disparo, la ventosa estalló con un curioso sonido metálico.
El resultado?, pues el enorme robot detuvo sus funciones tras haber sido noqueado, solo para que luego Callie posicionara su rodillo en posición de bateo mientras sus pies derramaba sobre el suelo.
"¡Marie!" llamó a su prima la famosa Inkling, cosa que como entendiendo a lo que esta se refería, la Agente 2 se apresuró hacia su compañera, seguido de subirse al rodillo de la contraria, y con una sorprendente fuerza ser lanzada hacia arriba por la misma.
Y en pleno aire, Marie no tardó en reaccionar, por lo que divisando el sobresaliente tentáculo de la Octomaquina, rápidamente apuntó su arma de largo alcance contra el apéndice, antes de jalar del gatillo, y reventarlo con un potente disparo de tinta.
Por lo visto, los demás agentes se quedaron impresionados ante tal demostración de habilidad. Tan solo ella dos habían noqueado a la Octomaquina, y no conformes con eso, splateado uno de los tentáculos en el enemigo, dejándoles así en claro a los SquidFire que todavía eran novatos al lado de ellas.
Luego de eso, cuando Marie regresó al nivel del suelo, el famoso dúo chocó los cinco en celebración del primer round ganado, antes de girarse hacia los demás y saludarlos enérgicamente con la mano, aunque esta solo fuera Callie.
"¡Oye Drake, que te pareció, genial, no?!" exclamó la hiperactiva chica calamar mientras todavía sacudía su mano en alto, a lo que el humano respondió con un pulgar arriba.
No obstante, el momento de tranquilidad duraría poco, ya que con un sonido de reactivación detrás de ellas, la Octomaquina volvería a estar en funcionamiento, pero esta vez con una expresión de enojo en sus ojos. Y recalcando que todavía esto no había terminado, el Dreaded puso en funcionamiento otro mecanismo, subiendo otra placa más arriba, y dejando al descubierto otro orificio, mismo por el que una segunda venosa emergió.
Sin dar el lujo de prepararse correctamente, el Octonozzle expulsó desde su canilla/nariz un numero mucho mayor de bolas, para luego patearlas hacia sus perpetradoras. El par en sí respondió esquivando casi todas, pero hubieron algunas de las que tuvieron que disparar tinta al suelo, y nadar por esta en sus formas cefalópodas para evitarlas.
Por su parte, el cuarteto de amigos intentaron acercarse también y realizar un contraataque, pero la respuesta de la Octomaquina era tal, que los obligó a cubrirse tras las las rocas en la arena.
En cuanto a Drake, el ex-comando no escatimó en probar su rifle contra el coloso metálico, así que cargando su Lanzagranadas, efectuó un disparo directo en el centro de la cabeza, provocando que detuviera su ataque de golpe, y se sacudiera tras el impacto.
En represalia por su intervención, los ojos de Dreaded se torcieron en una mirada molesta cuando puso su vista sobre el humano, a lo que expulsando otro tipo de bola, el robot pateó el proyectil a una velocidad mayor que los demás, no dándole el tiempo suficiente para recargar.
Drake ante eso solo pudo protegerse con sus brazo, recibiendo la bola de tinta, pero confiado en que su inmunidad a ella lo salvaría de cualquier daño... Grave error.
Al no percatarse del color con el que estaba compuesto el proyectil, fue demasiado tarde cuando el enmascarado intentó mover sus brazos de nuevo, y sentir como estos se habían quedado entumecidos, de la misma forma que pasó con cierta tinta negra.
"No..." fue la única respuesta del joven soldado, antes de levantar la cabeza para ver a otro proyectil igual aproximarse hacia él, más no recibió el golpe, cuando una Nary de tentáculos amarillos lo quitó del camino con una embestida.
Levantando la cabeza para ver de quien se trataba, sus ojos se abrieron cuando reconoció a Nary sobre él. Pero no había tiempo para dar las gracias, así que forzando sus brazos alrededor de esta, el pelicastaño rodó con ella hasta detrás de otra roca, mientras los impactos de la tinta negra se daban detrás de ella.
Levantando un poco su tren superior, Drake dejó salir unos jadeos viendo por sobre la roca como algunas salpicadas de tinta se mostraban con cada golpe.
"Ammm... Drake?" en eso el humano escuchó por debajo de él, a lo que girando su atención a la dueña de la voz, ahora encontró a la chica calamar debajo suyo con sus piernas casi envueltas en su cintura, al mismo tiempo que un notable sonrojo tomaba lugar en su lindo rostro.
"¡Oh, lo siento!" se disculpó el ex-comando, seguido de quitarse de la Agente 3.
"Esta bien... No pasa nada" respondió la Inkling con una sonrisa, pero manteniendo el mismo sonrojo en su rostro.
Asomándose levemente por el borde, Drake divisó al resto del equipo cubriéndose también detrás de esas extrañas rocas, al mismo tiempo que la Octomaquina se concentraba en seguir lanzando bolas de tinta hacia cada una de las coberturas, probablemente para asegurarse de que nadie saliera.
"Mierda, de esta forma nunca podremos acercarnos hasta él!" comentó con frustración el pelicastaño, notando como en una ocasión Levin le estaba haciendo una señal hacia el enemigo.
"Ni siquiera las Squid Sisters pueden acercarse en este momento" agregó Nary por debajo del enmascarado, haciendo que este bajara la mirada para ver a la supuesta agente asomándose también, pero rápidamente tuvieron que quitarse del borde cuando el Dreaded se centró en ellos.
"¿Drake, no puedes hacer algo, ya sabes, usar tus armas como la última vez?" ahora pregunto la misma Inkling.
"Mi fusil no le causaría el suficiente daño, por lo que dejaría a mi Lanzagranadas para hacer el trabajo. La cosa es que me toma unos segundos recargarla, y al momento en que lo haga, una de esas bolas me habrá alcanzado" respondió el ex-comando, retirando el cilindro vacío de esta, y remplazándolo por otro cargado.
Pero a medida que pensaba en algo, el humano recordó haber traído algo que posiblemente les sería muy útil contra un enemigo a distancia, por lo que formando una sonrisa bajo su máscara, volteó su atención hacia su acompañante.
"A decir verdad, creo que sí hay algo que pueda hacer..." reafirmó Drake, haciendo así que Nary ladeara su cabeza en torno a la confusión.
Por otro lado, mientras el plan del pelicastaño se ponía en marcha, los demás agentes, y teniente solo podían ver como la descontrolada maquina seguía lanzando bola tras bola hacia sus coberturas, impidiendo que alguno de ellos saliera. La única forma que podría acercarse, sería que todos salieran al mismo tiempo nadando a través de su tinta amarilla, pero pese a eso, seguía siendo demasiado arriesgado.
No obstante, desde la cobertura donde estaban Drake, y Nary, dos objetos volaron por detrás de ella, cayendo cerca de la Octomaquina, lo siguiente fue que una cortina de humo fue expulsada desde ambos cilindros, cubriendo al coloso metálico, y obstruyendo su visión.
Ya dentro del espeso humo blanco, el Octonozzle trató de divisar algún objetivo entre este, mas no consiguió ver mas allá de unos dos metros alrededor suyo. Pero en medio del silencio generado por la situación, un proyectil provino desde el mismo humo, impactando con una explosión contra su armazón.
Y sacudiendo su cuerpo para intentar recuperarse, este generó un buen numero de bolas de tinta negra, y las pateó en dirección por la que había venido el proyectil. En respuesta, otra granada colisionó por detrás suyo, esta vez sí tomándolo por sorpresa.
Una vez más repitió la acción, expulsando mas bolas de tinta negra, y apuntando contra su adversario, esperando así que por lo menos una de ellas lo alcanzara, pero solo obtuvo que otro proyectil explosivo lo golpeara desde otra dirección diferente, frustrando todavía más al robot.
Mientras tanto, por fuera de la enorme nube de humo, los agentes atestiguaban como bolas de tinta rodaban fuera de esta hacia varias direcciones diferentes, al mismo tiempo que las explosiones, y los quejidos del Dreaded eran lo único que se escuchaba en el interior, eso y las luces que mostraban la silueta del enemigo retorciéndose.
"¿E-eso lo está haciendo Drake, verdad?" preguntó Nayls, saliendo de su cobertura al igual que sus compañeros.
"¿Creen que necesite ayuda?" ahora preguntó Levin, volteando al resto.
"¿Quién, él o el Octonozzle?" respondió Shara, colocando su rodillo al hombro mientras los quejidos del enorme ser seguían escuchándose con cada explosión.
"¡Chicos, que están esperando?, aprovechemos esta oportunidad!" en eso exclamó Callie, al mismo tiempo que tanto ella como su prima se disponían a ir hacia el interior de la cortina, y ellas no eran las únicas, puesto que Nary, y Otome también las estaban siguiendo de cerca.
El trío pareció quedarse por un momento sin saber que hacer, antes de darse cuenta de la situación, terminando así por apresurarse al enfrentamiento.
En cuanto a Drake, el ex-comando ya estaba haciendo uso de su M4, puesto que ya se estaba quedando sin munición para el Lanzagranadas, por lo menos en una ocasión ya había reventado una de las ventosas, y las balas algo de distracción le otorgaban. Por otro lado, las granadas de humo ya habían dejado de expulsar su contenido, así que tenía un tiempo limitado hasta que la cortina se dispersara... Como si esto no fuera algo que el Espectro no hubiera vivido antes. Así que cambiando a su arma secundaria, y colocando una de sus últimas granadas en la ranura, el humano se preparó para disparar directo a otra del las ventosas en el Dreaded, mas no pudo siquiera jalar del gatillo cuando mientras corría este terminó chocando con alguien, seguido de caer al suelo.
Y para cuando pudo ver de quien se trataba, una sorpresa se llevo cuando encontró a Levin y Shara tirados junto a él.
A punto de decir algo, el pelicastaño al instante recordó el punto débil de la Octomaquina, así que buscando su arma la terminó encontrando cerca de los dos Inklings, antes de apuntar nuevamente contra el coloso, desafortunadamente ya era tarde.
Temblando por la frustración, el Dreaded dejó salir otro rugido, cuya onda fue más que suficiente para disipar el humo a su alrededor.
Y ya sin algo que le obstruyera la vista, el arma Octariana centró su furiosa vista en el humano que tantos problemas le estaba dando, estando su armazón algo quebrado, y las chispas que saltaban de diferentes partes prueba de ello.
Así que con la intención de entintarlo tanto como pudiera, el Octonozzle preparó una bola de tinta negra más grande que las anteriores, para luego patearla con todos sus fuerzas hacia el ex-comando, y golpeándolo de lleno.
O eso es lo que abría querido.
Antes de realizar lo antes descrito, un silbido fue lo que le llamó la atención, y girando sus ojos hacia abajo para ver de que se trataba, encontró a una Callie que lo saludó con la mano. En ese momento las pupilas del Octonozzle se empequeñecieron cuando se dio cuenta de lo que estaba por hacer, y bien que hizo al reaccionar de esa forma, puesto que antes de poder hacer cualquier cosa, la Agente 1 abanicó su rodillo de arriba hacia abajo con fuerza, lanzando de esa forma una buena salpicada hacia la ventosa que tenía en frente.
Pero la cosa no acabó ahí cuando Nayls, estando detrás de la misma Octomaquina, hizo girar los cañones de su voluminosa arma de tinta, rociando con ella la tercer ventosa posicionada en dicha sección, y noqueando al enorme enemigo tan pronto esta reventara.
Sin perder tiempo, Otome implementó la misma táctica de antes, y con dos bombas de tinta dadas por las dos idols, la Octariana las lanzó por sobre la cabeza de la Octomaquina, antes de disparar su arma sobre el caparazón, y subir por ella.
Esta vez no hizo falta que la chica pulpo dijera alguna frase, sólo se concentró en activar las dos bombas de tinta, y lanzarlas a ambos lados del tentáculo sobresaliente antes de saltar fuera de este.
Con la explosión de tinta siguiente, el tentáculo estalló como un globo de agua, liberando borbotones de tinta Octariana por la misma ranura. El Octonozzle se sacudió tras perder su segundo punto débil, pero lejos de mostrar indicios haber sido derrotado, la aparente 'maquina' volvió a enderezar su cuerpo, forzando así a que un nuevo conjunto de ventosas emergieran desde sus placas, con la diferencia de que eran más que la anterior vez, rodeando la placa inferior.
"Porque no puede ser tan fácil, siempre tiene que volverse más complicado, no?" se quejó Nayls, solo para que segundos después de haber hecho su comentario, el Dreaded realizara otro rugido de su tipo, haciendo que toda la tinta esparcida se desintegrara en el aire.
Sin mencionar que fue ahí cuando las cosas SI se volvieron un descontrol, tras después de recibir todo ese daño, y dos tentáculos perdidos, la Octomaquina parecía estar a punto de explotar, pero no de la forma que los atacantes esperaban. Y juntando una cantidad de tinta mayor, los agentes, la teniente, y el ex-comando abrieron sus ojos cuando presenciaron la bola de tinta de grandes dimensiones, misma que cuando llegó a cierto tamaño, instantáneamente fue pateada en dirección al azar.
Pese a eso, dada a sus grandes proporciones, la bola iría directo hacía Callie y Marie, reaccionando por muy poco.
"¡CUIDADO!" exclamó la idol de tentáculos negros, al mismo tiempo que tanto ella como su prima saltaban cada una hacia un lado pars evitar el esférico proyectil.
No obstante el coloso no se detuvo ahí, y continuó pateando bolas de tinta a diestra y siniestra, mientras que ya no se diferenciaban cuales eran de tinta negra, y cuales de Octariana por la velocidad en que iban.
Los Inklings que mas cerca estaban, intentaron disparar hacia alguna de las ventosas, pero cuando sus propios proyectiles parecian que las iban a alcanzar, el Octonozzle justo se giraba hacia ellos para centrar sus ataques.
Por suerte en una ocasión Drake consiguió una oportunidad para disparar en una de las ventosas frontales, cuyo impacto de la granada también provocó que el robot se tambaleara, algo que fue aprovechado por Levin y Marie para reventarle una de cada lado. Y habría seguido la segunda de adelante si no fuera porque el coloso se recompuso a tiempo para un contraataque, obligándolos a cubrirse tras los montículos.
Aún así, no queriendo que se quedaran estancados en otra situación como esta, al humano se le ocurrió una idea algo arriesgada, aunque sea sólo para él. Y saliendo de su cobertura para impresión de sus compañeros, el enmascarado cargó su Lanzagranadas con su anteultimo proyectil, al mismo tiempo que esquivaba como podía las descontroladas bolas de tinta que ahora venían en su dirección.
No obstante, estando los dos frente a frente, el pelicastaño fue el primero en disparar su arma, reventando con otra explosión más la segunda ventosa de en frente, pero pagando el precio cuando una bola grande de tinta chocó de lleno contra él, causando que cayera paralizado al suelo.
"¡DRAKE!" más de uno exclamó el nombre del abatido Espectro mientras por un momento se mostraron con la intención de ir a socorrerlo, pero al instante siendo obligados a esconderse de vuelta en sus coberturas.
Por otro lado, pese a la preocupación de los restantes, uno de los que más se quedó sin aliento fue Otome, quien ahora impotente por su dependencia en los demás, solamente de quedó viendo al humano tirado sin poder moverse, al mismo tiempo que notó a los Inklings atrapados tras sus coberturas, dejándola a ella como la única capás de hacer algo.
Y sabiendo eso, la chica pulpo se sentó de espaldas a la roca mientras mirada sus manos, antes de llevarlas a su cabeza, y cerrar con fuerza sus ojos.
"¡Vamos, cambia, cambia!" se rogó a sí misma la Octoling, intentando cambiar de color su tinta a la que los Inklings estaban usando ahora, mas no obtuvo resultado alguno.
"¡Deja de depender de ellos, has tú algo!" ahora se exigió Otome, manteniendo la misma posición.
Pero la sensación que antes sintió comenzaba a vivirla otra vez, eso y que el alboroto que se escuchaba fuera de su cobertura no la ayudaba a concentrarse.
Pronto los tentáculos de la Octariana comenzaron a optar los mismos tonos que en la base, con la diferencia de que ahora era amarillo. Sus dientes se apretaron, y la tinta dentro de ella se arremolinó, mientras que la incertidumbre se apoderaba de ella. No obstante, justo cuando estaba por cometer el mismo error que antes, y posiblemente uno peor, los recuerdos de lo que le dijeron Callie y Marie aparecieron en su mente, frenando por un momento su forzada acción.
"Lo que hacías no era cambiar de color tu tinta, sino remplazarla por otra" ante eso, los ojos de Otome se abrieron en contraste con el recuerdo, antes de recordar otro.
"¡No sólo tienes que pensar en él, debes visualizarlo, sentir el color, volverlo parte de ti!" con eso, la teniente una vez más cerro los ojos, ignorando lo mas que podía el estruendo detrás suyo.
Pronto, todo pareció ponerse negro a su alrededor, mientras que el silencio era lo único que la acompañaba en ese entorno. Su mente se aclaró, y con ello el entorno negro que la rodeaba cambió a uno totalmente en blanco.
Por fuera de ella, sus tentáculos de vez en cuando mostraban indicios de querer adoptar ese tono, mas no mostró estrés en su rostro, solo una expresión de concentración con el ceño fruncido.
"Visualizalo... Vuelvelo parte de ti..." se repitió la Octariana a sí misma, para ayudarse a dominarlo... Hasta que...
De forma sorprendente, los tentáculos de la teniente poco a poco comenzaron a tornarse amarillos, pero no de una forma de colores mezclados como la anterior vez, el color rojo de estos ahora si estaban cambiando como debían, incluso la tinta de su contenedor se estaba tornando de un brillante color amarillo, hasta que al momento en que sus tentáculos por fin habían cambiado completamente, Otome volvió a abrir los ojos, revelando que hasta sus iris se habían vuelto amarillas.
Con su proeza cumplida, sin pensarlo dos veces la chica pulpo tomó su Octoshot personalizado, y salto fuera de su cobertura por sobre esta, antes de correr velozmente hacia la Octomaquina, disparando su arma por delante de ella mientras cubría el suelo con su tinta. El Dreaded por su parte, reaccionó acorde a sus funciones, y disparó un sinfín de bola contra la teniente de ahora tentáculos amarillos, cosa que sorprendentemente fue esquivándolos como podía, además de zambullirse en su tinta cuando no tuviera lugar para maniobrar, pero todo sin dejar de acercarse a su enemigo.
Mientras tanto, cuando el ataque a los agentes se había detenido por algún motivo, lentamente fueron asomándose fuera de su cobertura, solo para ver a la misma teniente enfrentándose al coloso de metal.
"Oigan, y ella quién es?" preguntó Levin, no reconociendo por un momento a su aliada.
"Esperen... Ese uniforme... ES OTOME?!" ahora preguntó Callie con incredulidad, sorprendiendo de esa manera al resto de su equipo.
"Parece que lo consiguió" comentó Marie formando una pequeña sonrisa de lado, viendo como la Octoling con su nuevo color de tinta se aproximaba cada vez más al contrario.
Y es que llegado al momento en que estuvo lo suficientemente cerca, la teniente se deslizó por el suelo con dirección al Octonozzle, liberando una salva de proyectiles amarillos contra la segunda ventosa frontal. Acto seguido, aprovechando el momentáneo aturdimiento de este, la chica pulpo procedió a ir por la último ventosa que quedaba detrás del mismo, poniéndose sobre sus pies y apresurarse a dicha zona.
Pero ya viendo venir eso, el robot se giró instantáneamente hacia la Octoling con una enorme bola de tinta ya preparada, y patearla contra esta en un impacto directo.
"¡OTOME!" fue el grito de los agentes en conjunto, tras haber presenciado el trágico final de la teniente, incluso Drake, quien todavía luchando para poder levantarse, sus ojos se quedaron completamente abiertos ante el suceso, y su respiración pareció cortarse de golpe.
Mas no esperaron lo siguiente, siendo que entre la tinta Octariana que todavía salpicaba hacia todos lados, un pequeño pulpo color púrpura saltó fuera de esta, antes de comenzar a nadar por la tinta de su tipo hacia la última ventosa. Y con un salto final fuera de la sustancia, Otome regresó a su forma humanoide al mismo tiempo que cambiaba de color a amarillo, terminando así con reventar en pleno vuelo la dichosa ventosa.
La reacción fue instantánea, tras haber perdido su último punto débil, el Dreaded Octonozzle se dejó caer fuera de combate, liberando el último tentáculos fuera de su cabeza. Drake por su parte, quien pudo reincorporarse lo suficiente para ponerse de rodillas, cargó su última granada dentro de su arma, para luego apuntar con un solo brazo hacia el apéndice Octariano.
"Luces fuera..." con ese último comentario el Espectro jaló del gatillo, disparando el proyectil e impactando en el tentáculo con una explosión, y un torrente de tinta que lo siguió.
La Octomaquina se sacudió, escuchándose el sonido que poco a poco iba subiendo mientras sus sistemas fallaban, eso y que chispas junto a luces se escapaban de su interior a medida que sus pequeñas piernas pataleaba. Para ese entonces, su cuerpo se expandió, y como si de un globo se tratase, el robot estalló de la misma forma que el anterior, liberando enormes cantidades de tinta en todas direcciones, además de trozos de metal, y curiosamente pedazos de tentáculos.
Estaba hecho, otra Octomaquina destruida, y otra victoria con la cual celebrar. Drake dejó salir un suspiro mientras cerraba sus ojos y ponía su cabeza hacia arriba, ignorando el hecho de que varios pasos se dirigían hacia él.
Aunque no era necesario prestar tanta atención para saber quienes era, cuando sintió unas manos tomarlo de los brazos, y ayudarlo a ponerse de pie.
"¿Drake, te encuentras bien?" preguntó una preocupada Nary, apartando al pelicastaño del charco de tinta negra.
"Necesito un baño..." fue la respuesta que obtuvo, cosa que incitó a que todos dejaran salir una pequeña risa.
Por otro lado, el sonido de una burbuja reventando, seguido de unos pasos aproximándose a ellos fue lo que captó su atención, y es que Otome la cual todavía estaba con sus tentáculos de color amarillo se estaba aproximando a ellos con el Zapfish bajo un brazo.
No obstante, esta detuvo sus paso al instante cuando...
"¡Otome!" exclamó una emocionada Callie con sus brazos abiertos, poniendo en alerta a la pobre Octoling por lo que se le venía encima. Así que dándose la vuelta, la chica pulpo comenzó a correr por toda la arena con la idol detrás suyo para evitar otro abrazo de su parte.
En cuanto a los agentes, y el ex-comando, estos permanecieron viendo divertidos la escena, antes de que el humano consiguiera erguirse por completo, pero todavía sintiendo los efectos de la tinta negra en su entumecido cuerpo. No obstante, para ese entonces la Octariana había vuelto con ellos, mostrando una expresión de molestia mientras traía consigo a la famosa Inkling abrazada a ella, casi a rastras.
Pero al momento en que cruzó miradas con el enmascarado, este le dedicó un asentimiento de cabeza.
"Nada mal, Otome" comentó el pelicastaño, cosa que formó una sonrisa en la teniente, sintiendo como el contrario le sonreía bajo esa mascara de calavera.
[Base secreta de Cuttlefish]
[Dos horas después]
Otro suspiro de alivio fue exaltado por el anciano Inkling, sabiendo ahora que una Octomaquina más había sido destruida, y con ello las posibilidades de Inkopolis por salvarse iban en aumento. Menudo alboroto que luego harían sus agentes cuando volvieran, pero eso era lo de menos ahora, teniendo en cuanta las otras dos Octomaquinas que quedaban, y al mismo emperador que luego tendrían que hacer frente para capturarlo.
Por ahora, el veterano se dedicó a contemplar el vasto océano por delante de él, mientras que los jóvenes detrás suyo celebraban su segunda victoria sobre Octavio, que tan pronto regresaron, los Squid Fire propusieron salir a festejar el Splat Fest por haberlo conseguido de nuevo.
Mas su idea quedó descartada ante la posible aparición de otra arma Octariana.
"Awwww, pero capitán, no cree que deberíamos tomarnos este tiempo para celebrar un poco?" se quejó Nayls, recibiendo una negada de cabeza por el mayor.
"¡Celebrar?, todavía no hemos ganado esta guerra. Lo que deberíamos hacer es aprovechar este tiempo para seguir entrenando, quien sabe si la siguiente Octomaquina aparecerá mañana!" respondió el capitán, dando un golpe con su bastón en el suelo.
"Por lo menos un día de descanso, sí?..." se quejó ahora Levin, dejando colgar sus brazos por delante suyo.
"¡Ja, ustedes no saben la suerte que tienen. En mis tiempos, una victoria solo era el preludio de la siguiente batalla, lo más parecido a un descanso en ese entonces eran los turnos de vigilancia, y si te dormías, tenías que hacerlo con un ojo abierto!" continuó Cuttlefish, comenzando así un relato de lo que vivía en la guerra.
"Ya va a empezar..." comentó Marie rodando los ojos y cruzándose de brazos, al mismo tiempo que su prima se llevaba una mano al rostro, negando con la cabeza.
"No los presiones mucho, anciano. Se lo que es el estrés de un combate, y lo que puede hacerle a un soldado" en este caso apoyó Drake a sus cefalópodos amigos, algo por lo que el líder del comando se quedo pensando un momento, y es que también pudo notar las leves ojeras que ya estaban mostrando sus agentes, incluso en sus antifaces naturales.
Ante eso, Cuttlefish entendió que tal vez se estaba dejando llevar demasiado con el tema de Octavio, dejando de lado el hecho que no era él quien libraba estos enfrentamientos con sus viles armas. Así que dejando salir otro suspiro, se frotó detrás de la cabeza mientras cerraba los ojos.
"Bueno, supongo que sí han hecho bastante por ahora... Así que pueden tomarse dos días libres" terminó cediendo el veterano, a lo que los cuatro amigos junto a Callie dieron un gran vitoreo, mientras que Marie y Otome se contentaron con sonreír aliviadas.
Tal escena incitó a que el capitán dejara salir una corta risa, recordándole de cierta forma a su pelotón.
Acto seguido, ni siquiera se molestaron en ordenar cuando los Inklings se quitaron sus uniformes y equipos, apresurándose hacia la tetera para comenzar su tiempo libre, pero no sin antes dirigirse al pelicastaño sentado en una columna.
"¡Drake vamos, aprovechemos que tenemos tiempo libre!" invitó Nary, cerrando sus puños frente a ella con ilusión.
"Vayan ustedes, yo me quedaré aquí a descansar un momento" respondió el pelicastaño, acomodándose mejor contra la columna.
"Estas seguro?, te perderás del Splat Fest" preguntó Shara, colocando ambas manos en sus caderas.
"Pues la verdad es que todavía siento el cuerpo algo duro, y todavía necesito un baño, así que de momento vayan ustedes por mí" contestó el contrario, poniéndose su mascara de forma que cubría sus ojos, sinónimo de disponerse a dormir.
"Esta bien, nosotros igual estaremos en la plaza de Inkopolis, sientete libre de venir cuando quieras" dijo en esta ocasión Nary, a lo que el humano no dijo nada, en cambio respondió alzando uno de sus brazos con un pulgar arriba.
Por otro lado, Otome quien tenía la intención de quedarse también, no tuvo la misma libertad que el ex-comando, siendo casi arrastrada por el resto hacia la tetera.
"¡P-pero soy una Octoling, no seré bien vista!" discutió la chica pulpo, pegando sus pies al suelo a medida que era jalada por la Inkling de tentáculos naranjas, y la famosa de tentáculos negros.
"Eso se arregla fácil, solo miranos, nada más necesitas un cambio de ropa, un gorro para tus tentáculos, y unas gafas!" respondió Callie, la cual al igual que su prima ya tenían puestos sus ropas de 'incógnito'.
"Le recomiendo aprovechar bien su tiempo libre, joven Otome, ya que tan pronto acaben ese par de días, regresaremos al entrenamiento. Y ahora que ya domina un poco el cambio de color, le espera una simulación igual que a los demás" añadió Cuttlefish, señalando con su pulgar la pequeña arena de combate, la misma donde los agentes combatían contra las Squid Sisters.
"Eso y que todavía debes aprenderte los otros colores, como el rosa...!" mencionó Callie, moviendo sus tentáculos para dejar ver la punta de estos.
"El verde..." añadió Marie con su típica sonrisa, tomando con una mano sus propias puntas.
"¡Morado!" en esta ocasión continuaron los hermanos al unísono.
"¡Naranja!" exclamó Nary levantando su mano con emisión.
"Y el azul" finalizó Levin, siendo este el más calmados aparte de Marie.
Dicho eso, Otome dejó salir un suspiro, bajando la cabeza con derrota.
[Días después]
El transcurso del tiempo había sido aparentemente tranquilo, tanto en los días libres como al final de estos cuando era hora de volver al entrenamiento. Por otro lado, Otome también fue integrada a la simulación de combate con las Squid Sisters, lo cual grande sería la sorpresa de todos estos cuando al dispararle tinta del mismo color en el que estaba ella, no le afectaría, incluso si era tinta Inkling, aún así el susto que se llevaría no sería de tanta risa. Otra cosa que cabía recalcar, era que la tinta de otro color obviamente si le afectaría. Se imaginan el espanto de los Agentes cuando en un descuido, Callie terminó por splatearla con su rodillo?, hasta la misma cantante de tentáculos negros parecía que iba a colapsar tras darse cuenta de lo que había hecho.
Pero sorprendentemente descubrirían que la plataforma de reaparición también funcionaba con esta, ya que al tener el mismo color, su fantasma sería tomado por el dispositivo, y su cuerpo reconstruido. La clara expresión en su rostro era la que cualquiera habría puesto si les sucediera lo mismo, además tantearse todo su cuerpo para asegurarse de que realmente estuviera viva.
Por otro lado, Drake tampoco se había quedado sin hacer nada mientras sus cefalópodos amigos se preparaban, ya que dado a su bajo desempeño, según él, contra el Octonozzle, se dio a entender que su habilidad para el combate se había visto reducido en todo este tiempo, así que el mismo humano regresó a su propio entrenamiento militar, que por desgracia para los agentes, debía hacerlo en su bóveda.
No obstante, la llegada de otra Octomaquina frenaría sus actividades, pero esta vez seria diferente a las demás batallas, la razón?, los espías de Tryton ya habían informado al comando sobre cual Octomaquina era, y como vencerla, a lo que todos estos ahora mejor preparados, despacharon al enemigo con sorprendente velocidad, sin mencionar que el hecho de tener a un miembro más que podía dañar los tentáculos, les facilitaba en mayor medida las cosas.
En cuanto a la Octomaquina, esta resultó ser el 'Rampaging Octowhirl', uno de los más peligrosos según Cuttlefish, no solo por su forma tan particular de salpicar tinta a su alrededor, sino por el hecho de que literalmente era una condenada bola de pinchos, y como tal esta rodaba hacia los atacantes con abrumadora velocidad, eso y que también llegó un momento en que la arena comenzó a girar hacia ángulos diferentes, dejando hasta ver el mecanismo por debajo de ellos, parecido al de u reloj.
Pero como se mencionó antes, esta vez iban mejor preparados, tanto en tácticas como en mayor conocimiento... Y también por el hecho de que Drake en esa ocasión llevó un Lanzagranadas mucho más avanzado.
Por otro lado, no pasó mucho para que la cuarta Octomaquina fuera soltada, tomando algo desprevenidos a al Squitbeak, y al ex-comando, puesto que ni siquiera les había dado tiempo para que se recopilara información sobre la misma, como si Octavio ya estuviera desesperado por que sus enemigos fueran destruidos de una vez.
Mientras tanto, Cuttlefish les advirtió que tuvieran especial cuidado con este cuarto 'jefe' por así decirlo, ya que si no se equivocaba, se trataba del 'Ravenous Octomaw', del cual hasta el mismo capitán no tenía mucha información, solamente recordando los horribles rumores en la guerra de que este robot se 'comía' a sus víctimas, algo que no le hizo especial ilusión a sus agentes, pero ahora con el entrenamiento que tenían, podía estar seguro de que sabrían como actuar ante tal situación.
Y vaya que se les heló la tinta cuando lo vieron, incluso la arena era un complejo de tubos rodeados de tinta. Hasta Drake sintió algo de incomodidad ante la vista de un robot con forma de piraña, y tiburón, en especial cuando vio esos enormes dientes. La importancia de conocer a tu enemigo también se hizo evidente en esta batalla, puesto que les tomó un tiempo el descubrir el punto débil del Octomaw, sin mencionar que la maquina mostró una inteligencia mayor a la de sus predecesores, nadando sorprendentemente bajo el suelo para evitar las granadas del Espectro.
No obstante, tras evitar uno de sus ataques, encontraron la riesgosa forma en que el tentáculo finalmente quedaría expuestos, teniendo que esperar a que los dientes los rodearan, y así romper uno de ellos para poder salir antes de que sus mandíbulas se cerraran, luego aprovechar su leve aturdimiento para romper otro par de dientes a base de tinta, o balas, y lanzarle una bomba de tinta dentro de su boca, o en el caso de Drake, asestarle una granada en ella.
La cosa es que a la hora de recuperar sus dientes, estos se mostraban bastante más fuertes que los anteriores.
Pero tras otra difícil batalla, finalmente lo habían conseguido, la cuarta y posiblemente última Octomaquina había sido destruida, y con ello los planes de Octavio por liberarlas en Inkopolis frustrados, ahora era momento en el que podían suspirar con verdadero alivio, aunque este solo fuera el anciano Inkling.
[Octomburg]
[Zona desconocida]
Obviamente que todo lo antes dicho solo era desde la parte del comando, mientras que con el coronado pulpo...
"¡¡GREEAAAHH!!" el iracundo grito que el gobernante había dejado salir fue escuchado por todo el complejo, cuyos trabajadores detuvieron abruptamente sus obligaciones, mientras que otros ya estaban escondiéndose por el inminente descontrol de su líder.
Y bien que habían hecho.
Con un solo movimiento de sus tentáculos, Octavio golpeó fuera todas las cosas que habían en una mesa, antes de agarrar dicho mueble metálico y lanzarlo con sorprendente fuerza por la barandilla, importándole menos que nada si golpeaba a alguien.
"¡Cuatro Octomaquinas... LAS CUATRO MALDITAS OCTOMAQUINAS, DESTRUIDAS!!" rabió el enorme Octariano, golpeando de paso la misma barandilla y doblándola ante su fuerza.
"E-emperador Octavio... S-si me permite-..." trató de hablar Tane, mas no pudo completar su exigencia, cuando uno de sus tentáculos lo tomó por el cuello con tal fuerza, que el Octoling agradeció no tener huesos, ya que probablemente se lo habría roto, antes de estamparlo contra un muro mientras le cortaba el paso de aire.
"¡Tú... Tú y tus inútiles ingenieros tienen la culpa!" sentenció el coronado pulpo, con veneno siendo escupido en cada palabra, y sus demás tentáculos moviéndose a su alrededor entorno a las emociones que Octavio sentía en ese momento.
"¡No... Su grandeza... Le imploro... Piedad!" como pudo rogó Hiaku con sus mano agarrando el tentáculo en su cuello, y pataleando con sus piernas en un vano intento por zafarse.
"¡Ya demasiada clemencia te di por tus errores, cuando debí haberte aplastado tan pronto la segunda Octomaquina fuera destruida!" se negó el contrario, susurrando con desdén la ultima frase, pero lo suficientemente alto como para dejar en claro que su furia no había disminuido.
"¡No todo esta... Perdido... Todavía tenemos al-... Gran Zapfish!" continuó el pobre Jefe Ingeniero, con una voz todavía mas forzada al sentir como el agarre alrededor de su tráquea se apretaba con más fuerza.
No obstante, tras decir eso, el ceño fruncido del imponente gobernante pronto iría aflojándose poco a poco, con sus ojos finalmente puestos en la nada, en una expresión de habérsele ocurrido algo. Para ese entonces, Octavio sentiría como las manos del Octoling soltaban su apéndice, a lo que este volviendo a poner sus ojos sobre su subordinado, notó como el contrario estaba dejando colgar su cuerpo con la mirada perdida, al parecer ya dejándose llevar por la asfixia.
Aún así, sin mostrar lástima por este, el coronado pulpo solo cambió su mirada a una de desdén, antes de solo lanzar a un lado al Octarianos menor como si fuera mera basura, a lo que este reaccionó dando una gran bocanada de aire en el suelo, antes de iniciar con una cruda sesión de feas toses con ambas manos en su garganta.
"Largate..." ordenó Octavio sin siquiera voltear a verlo.
"¿S-señor...?" preguntó Tane con una voz rasposa incluso en su tono burbujeante.
"Que no oíste?, dije que; largo..." volvió a demandar el pulpo sobre su trono, a lo que el Octoling con dificultad pudo volver a ponerse de pie.
"Me pondré ahora mismo... A trabajar..." respondió el Ingeniero líder, dándose la vuelta para regresar con su labor, mas no dio siquiera un paso cuando su superior volvió a hablar.
"No, Hiaku... Tú ya ni trabajas aquí" dijo el enorme Octariano, haciendo que el contrario se diera la vuelta para verlo.
"Mi lord... A-a que se refiere con-..." confundido, el Octoling quiso preguntar, pero con un pequeño temor. No obstante, su duda fue respondida antes de siquiera poder terminarla.
"¡Quedas relevado de este cargo, Hiaku... Y destituido de tu puesto!" declaró Octavio, cosa que el contrario abrió sus ojos con sorpresa, mientras que su boca se abría para intentar decir algo, pero las palabras no salían.
"No me sirve un incompetente como tú, así que a partir de ahora, yo me haré cargo de los proyectos que se realicen en estas instalaciones" continuó Octavio, girándose levemente para ver por la barandilla a los trabajadores.
"¡M-mi emperador, si me permitie-...!" trató de discutir el Octoling, todavía con su voz afectada por la reciente estrangulación, a la vez que daba un par de pasos al frente.
"¡Desaparece de este recinto ahora, y agradece que todavía puedes respirar!" gruñó con amenaza el gobernante, obligando al ex-jefe a regresar sus pasos, antes de bajar la cabeza y emprender su retirada. Aunque pese a su pérdida de rango, en cierto punto se sentía aliviado, sabiendo que ya no cargaría con la pesada tarea de realizar creaciones tan atroces para un tirano.
En cuanto al coronado pulpo, este se acercó un poco más a la barandilla, antes de apoyar el tentáculo que tenía su cicatriz sobre esta, y hacer lo más parecido a una inhalada y exhalada.
"Fui un tonto en depender de Hiaku y las Octomaquinas para deshacerme del comando, el Antiguo, y la traidora..." comentó para sí mismo Octavio, ya ideado su nuevo plan mientras veía a sus subordinados.
"Si quieres que las cosas se hagan bien... Haz las tú mismo..." y con eso último, el emperador hizo un ademán con su tentáculo, haciendo que los demás ingenieros comenzaran su trabajo.
