Bienvenidos a un nuevo capítulo de Inside My Heart. Este capítulo va a ser muuy fuerte en todos los sentidos. Las hormonas están más alborotadas de lo normal y habrán disputas varias y muchas sorpresas. En este capítulo va a aparecer un poco Ginny que decíais que estaba un poco olvidada. Esperamos que os guste!
Capítulo 22: El Baile (II)
-Jaja! Sabría que os
sorprenderíamos.- dijo Fred guiñando el ojo a Laia.
Ésta le envió un beso en el aire.
–Pero las
sorpresas no han acabado! Convencimos a Oliver Wood para que
viniese.- dijo George.
Anna y Bill hacia rato que aguantaban sus
miradas.
–En serio! ¿Oliver Wood? El famoso capitán
de Quidditch?.- dijo Mariona muy emocionada.
–El mismísimo.-
dijo Harry.
–Qué guai! Qué guai! Qué
guai!.- dijo Mariona super ilusionada.
–Uix... cuanta emoción,
¿qué pasa aquí?.
-O Oliver...- a Mariona se
le caía la baba al ver a Oliver.
–Sí, qué:S
–Encantada! Me llamo Mariona y soy la mejor y la más
guapa de las trillizas. Tengo 16 años y voy a Ravenclaw.-
Mariona había saltado de la silla y había estrechado la
mano de un confundido Oliver.
–Buenas! Ya he vuelto!.- dijo
Hitomi muy contenta.- aprovecho para presentar. Chicos, él es
Michael. Después se va. Ha quedado con sus amigos.
Michael
Konrad era un chico no muy rubio. Tenía un pelo castaño
pero muy muy claro. Sus ojos eran de un marrón muy brillante,
supongo que por la emoción del momento. Era guapo. A Artema
casi le tuvieron que traer un cubo para recoger la baba.
–Bueno,
yo me voy.- dijo sonriendo Michael.
–Bueno, hasta luego!.-
dijeron todos.
–Venga, Draco! Vamos a bailar Anda porfa...-
dijo Laura arrastrando a Draco.
–Venga vamos.- y le cogió
de la mano.
–Vamos nosotros también Dan!.- dijo
Hermione.
–Ok!.- dijo éste.
–Anna, vamos?.- le
preguntó Harry.
–No, iré luego.
–Bueno,
pues me tendré que buscar otra persona jeje, tú te lo
pierdes. Te apuntas Hitomi?.- dijo Harry con estas últimas
palabras con más lentitud.
–Bueno.
–Ron, yo no sé
bailar, pero me hace ilu.- dijo Marta.
–No te preocupes. Yo
tampoco, ni Harry ni Herms, ni nadie...
–Jaja!.- Marta no pudo
contenerse de la risa.
Mariona hacía rato que hablaba con
Oliver y éste parecía divertirse. Laia estaba encima de
Fred todo el rato, no lo dejaba en paz, pero parecía muy
contento. Agnès hablaba con George. Éste parecía
un poco embobado. Anna miraba a las parejas. Bill sele acercó
al verla sola y entablaron una conversación.
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Draco
y Laura bailaban con el ritmo, la música. No muy lejos andaban
Ron y Marta también bailando y tampoco se les daba tan mal.
Sonó una muy lenta. Draco cogió a Laura, Ron a Marta,
Dan a Hermione y Harry... cogió a una sonrojada Hitomi. Draco
susurraba en la oreja de la chica algo que le hizo sonrojar y que
sonriera. Marta y Ron parecían más felices que nunca.
Hermione tenía la cabeza apoyada en el pecho del chico. Dan la
cogía por la cintura. Harry e Hitomi bailaban. Hitomi lo miró
a los ojos.
–Harry, creo que debo irme.- dijo Hitomi intentando
marchar.
–No! No te vayas, por favor.
–No creo que esto
sea una buena idea.- bajó la mirada.
–Por qué!
–Porque
tú la tienes novia, y se va a enfadar como te vea tanto
conmigo.
–Y qué?
–Como que y qué? Me... me
estoy enamorando de ti y lo pasaría fatal...
–No lo creo,
Hitomi.
–Pues yo sí, es que no lo entiendes?
–No.
–Porque estás con Anna.
–Sí, pero...
–Sí,
pero nada.
–No. Sí pero yo te quiero a ti... a sido un
flechazo!
–Por diós! Qué estás diciendo
Harry!
–Pues eso... que yo te quiero Hitomi.- Hitomi miró
a Harry con lágrimas en los ojos.
–Pero Harry, no puede
ser... Anna...
–Anna, aunque diga que no, está enamorada
de Bill.
Hitomi volvió a bajar la mirada, Harry le levantó
la cara. Entonces él juntó los labios con Hitomi.
–Hitomi te quiero.
–Y... y yo también, Harry.- y se
abrazaron.
Anna lo vio de lejos y se quedó estática.
¿Cómo podía estarle haciendo eso su Harry?
–Será
capullo! Pues a este juego jugamos los dos!
Anna se levantó
de golpe ante la mirada de toda la gente que había visto la
escenita. Se tiró encima de Bill y le estampó un morreo
de los que hacen historia. Bill (y los demás) se quedaron
estupefactos. Luego Anna salió del Gran Comedor corriendo,
arrepentida de lo que acababa de hacer.
Todos miraban a Bill que
aún no había reaccionado.
–Se puede saber que
hace esta chica?.- preguntó Agnès alucinando.
–No
tengo ni idea O.O.- dijo Bill.
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Anna estaba llorando en el jardín. Se le acercó Bill, se sentó a su lado y se quedaron en silencio. Ya se lo explicaría cuando quisiese.
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Ron y Marta bailaban muy
agarraditos. Ron, que cogía a Marta de la cintura, se estaba
volviendo loco cada vez que respiraba porque estaba oliendo el suave
olor de su perfume. No podía dejar de pensar en ella. Solo la
idea de imaginar que la podía perder, le llenaba de dolor y
amargura. Marta, que estaba apoyada en el pecho del chico, sentía
como su corazón latía con más fuerza que nunca.
Su respiración estaba alterada. Lo quería tanto...
Nunca había sentido nada igual. Ron lo decidió. Sin
decir nada acarició el cabello de Marta y le besó.
–Te
quiero mucho...- dijo Marta mirándole a los ojos.
Dios!
Esos ojos... le brillaban a la luz de las velas. Ron sonrió.
Le dio muchos besitos cortos en los labios.
–Ven, salgamos a
dar una vuelta.- dijo Ron.
Salieron al jardín bajo un
manto de estrellas y una luna espléndida. Brillante como los
ojos de los enamorados. Prefirieron subir a la Torre de Astronomía.
Ron y Marta se sentaron. Marta dirigió su mirada hacia el
cielo.
–Qué noche más hermosa y perfecta...- Ron
miró al cielo, también.
–Sí, pero no hay
noche más bonita que estar contigo...
Marta sonrojó.
–Qué
dices, Ron!
–Que eres la persona más bonita, más
perfecta, más dulce, más simpática y más
inteligente que conozco. En resumen, eres tú
-Ron... que
vergüenza... tu eres mi peluxín!.- dijo tirándose
encima de Ron y dándole besitos. Se quedaron mirando. Ron y
Marta empezaron a besarse apasionadamente. Y allí, bajo el
manto de estrellas, unieron sus almas, formando un nuevo ser.
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-Estás mejor?.- dijo Bill mirándola.
Anna se secó la cara y afirmó.
–Qué
pasó ahí dentro? Por qué me besaste?
–Lo
siento... no debí hacerlo. Me dejé llevar... por la
rabia.
–Pero por qué lo hiciste?
–Porque... porque
Harry... besó a Hitomi.- Empezó a llorar de nuevo y
Bill la abrazó, consolándola.
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Michael
Konrad se encontraba sentado en un rincón muy triste porque se
había enterado que a Hitomi le gustaba Harry. Había
perdido todas las esperanzas de salir con la chica de sus sueños.
Fue entonces cuando una chica de unos exóticos y penetrantes
ojos violeta se le acercó y le tendió la mano
ofreciéndole salir a bailar.
–Quieres?
-No se me da
muy bien bailar...- dijo levantando la cabeza.
–Venga va...-
dijo Artema suplicándole.- porfaaas!
–Es que...
–Va!
que no soporto ver a la gente triste. No a la tristeza mundial!
XD
Michael vio tales ganas de bailar de la chica que se resignó.
Tampoco le parecía tan mala idea.
–Vaale...- dijo
Michael levantándose y regalándole una sonriesa.- venga
va, sí!
–Ok... pues... a bailar!
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Ginny
se encontraba con sus hermanos que hablaban y hablaban y no paraban
de reirse. Ella estaba callada. Sólo tenía ojos para
alguien. No podía contenerse a observar a ese alguien llamado
Michael Konrad. No sabía por qué y por eso de vez en
cuando agitaba su cabeza. ¿Quizá se estaba enamorando
de él? ¿Qué tenían los Michaels que le
atraían tanto? No, no podía ser. Pero prefirió
guardarse sus sentimientos, no quería ni hacerse daño
ni hacer daño a nadie.
Draco y Laura bailaban muy bien y se
lo estaban pasando fenomenal.
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-Laia, estás
muy guapa hoy... estás... impresionante!
–Gracias,
Fred!.- Laia abrazó a Fred. Éste se sonrojó.
Cualquiera hubiese dicho que era Fred.
–Qué te pasa,
nene? XD.- preguntó Laia colocándose bien el vestido.
Laia llevaba su bonito y provocativo vestido rojo.
–Tengo que
confesarte algo que nunca he hecho y...- Fred se puso nervioso.
–El
qué?.- Laia ya se suponía cual sería la
respuesta. (N/A: Qué creída, no? XD).
–Ven, vamos
allí que estaremos más solos.
–Bueno, ok xD
Se
dirigieron a una zona más apartada del Gran Comedor.
–Y?
Qué querías?.- dijo Laia sonriéndole.
–Que
bueno... desde que te conocí... madre mía que cutre
suena... supe que tú y yo... teníamos un feeling
especial y... el caso es que... tu me g...
–Hola chicos!.- dijo
un George gracioso.- Dumbledore nos llama a los antiguos alumnos. Te
vienes?
–Ah, bueno... ok, voy contigo.
–Vale.- dijo George
observando a Laia de arriba abajo. Cuando ya estaban lejos...
–Anda
que no está buena la tia...- dijo George lujúriamente.
Fred suspiró.
–Y que lo digas...
Dumbledore, al
verlos, los saludó. Y empezó su discurso.
–Bienvenidos
a todos de nuevo. Me alegro que hayan venido. Han sido seleccionados
para una tarea muy importante en Hogwarts...- todos estaban
asombrados.- A LIMPIAR! XD
–O.o.- todos los alumnos se quedaron
KO. McGonagall no pudo contenerse y se echó a reir. Se acercó
a Snape y a su oreja le dijo: "No debería haberse tomado la
última copa...".
Dumbledore se calmó y
rectificó.
–Era broma! XD Un poco de risas no van mal. Y
ahora poniéndonos serios.- cambió la cara de repente.-
me complace ver que están bien. Me alegra saber que sus pasos
por Hogwarts les han sido fructíferos. Nada más, tan
solo un grande aplauso para todos ellos. PLAS PLAS PLAS
Bien.
Alguien quiere añadir algunas palabras más?.- todo se
quedó en silencio.- veo que no. Pues... que siga la fiesta!.-
la música siguió sonando y la gente volvió a
bailar. Fred empezó a buscar a Laia pero no la encontraba por
ningún lado. Estaba todo lleno. Había perdido la
oportunidad de decírselo a Laia. La había perdido. Y
nunca mejor dicho. Tenía un vacía en su interior...
quizás nunca más la volvería a ver por la
diferencia de vida y de edad. Lo único que podía hacer
es esperar que ocurriera un milagro.
–Hola.- Laia había
regresado y apareció como por arte de magia detrás
suyo.
–MILAGRO! Digo... hola de nuevo, jeje.- dijo Fred.
–Em...
jeje. Bueno, vine a buscarte, pues creo que tenemos una conversación
pendiente.
–Si...- dijo Fred agachando la cabeza. Laia se
levantó con cuidado.
–Mírame a los ojos.- dijo
ella sin dejar de tocar el rostro de Fred.
–Pues que tú...
me g...- Fred se quedó a media frase. Laia le tapó la
boca con su mano y...
–No hace falta que sigas.- Laia le regaló
una sonrisa y juntó sus labios con el chico que en un futuro
que haría feliz... muy feliz, y le haría cambiar por
completo, como si volviera a nacer.
–Me gustas...- dijo Fred
una vez se separó de la chica.
---
-Que asco
por favor...
–Hay alguien?.- preguntó Hermione.
–"Mierda! Es Hermione! Como se entere... que va a decir!".-
Sí, Hermione, soy Marta.
–Vengo a lavarme las manos,
estás bien?
–Si, si. Creo...
Hermione abrió la
puerta sin pedir permiso y encontró a Marta con un vaso en la
mano sentada en el suelo del baño. Le cogió el vaso y
lo examinó. Marta estaba aterrada.
–Esto no es... no es
lo que parece...- dijo Marta haciéndose la despiesta.
–Un
momento... esto yo lo conozco. Es una poción antibaby...
Marta
palideció por momentos.
–Toma, bébetela.- dijo
Hermione con una gran sonrisa. Se sentó a su lado.
–No...
no te enfadas? Lo encuentras la cosa más normal del mundo? O.O
-Por qué iba a enfadarme? Después de todo, yo
también la he tomado esta mañana.
–Ah...
qué?
–Es que... no quería contároslo,
me daba corte. El día antes del baile... pues... bueno ya
sabes...- dijo Hermione con un hilo de voz.
–Sí, sí,
pero no nos lo has contado.
–Tu tampoco. Tampoco es una cosa
que se vaya diciendo a los cuatro vientos. O no?
FIN
¿Qué os ha parecido? No sentís vergüenza ajena como nosotras xD? Dejad reviews porfis. Hasta la próxima.
Myrfe&AuraDrko
