Ya estamos de nuevo con un nuevo capítulo de Inside My Heart. El tiempo de espera que dejamos para los reviews no han servido de mucho, así que aquí estamos de nuevo para publicar. Este capítulo también va a ser intenso. Esperemos que os guste!Capítulo 28: He visto a Voldemort

Esconderse de todo un colegio era desgraciadamente muy difícil, así que todos tuvieron que andar con mucho cuidado para que no les descubrieran. Dan acompañó a Anna hacia el deseado escondite. Se trataba de un lugar apartado del jardín de Hogwarts, escondido tras unos preciosos sauces llorones y rodeado de flores tales como margaritas. Era un lugar de mucho desear así que era muy evidente que Anna se pasase por allí de vez en cuando para relajarse y pensar en sí misma y con otra gente... xD

-Anna, es realmente un lugar precioso. Apuesto a que nos lo vamos a pasar bien y todo, aquí.- exclamó Dan mientras rastreaba el territorio.
–Sí. Es un lugar estupendo para desconectar. Antes era mi secreto, ahora quiero compartirlo con vosotros.
–Gracias, guapisima, no sé que hubieramos echo sin tu ayuda.- Anna se sonrojó.- Pronto estoy de regreso. Voy a tomar algunas cosas que me van a ser útiles aquí. Tú vigila todo esto mientras no viene nadie de los demás.- Anna afirmó con la cabeza y se dejó caer en la húmeda hierba de su escondite. Dan se fue. A pesar de lo mal que lo estaba pasando todo el grupo, hacía un día maravilloso y se podía ver con claridad las nubes viajar por el cielo. Anna se puso a pensar en lo orgullosa que se tenía que sentir. Estaba junto a Bill y tenía unos amigos maravillosos y a pesar de lo terrible que pudiera ocurrir, ella estaba tranquila. Anna dibujó una simpática sonrisa y alguien la sacó de sus pensamientos. Había llegado Marta, con la cara llena completamente de polvo y con los brazos llenos de bolsas y mochilas pequeñas con paquetes de comida.
–No veas como he tenido que discutir con los elfos domésticos. Me han arrastrado por el suelo un buen rato y mira como me han dejado.- Marta se miró a sí misma de arriba a bajo e hizo una mueca de disgusto.- Hay que ver... pero les he borrado la memoria con un mega hechizo que por suerte no se acordarán de donde están y como se llaman durante un par de siglos, ja ja ja xD.- Marta llevaba todo tipo de comida, estuviese enlatada o no. Llevaba un par o más de paquetes de galletas. Pasteles, aceitunas con hueso, puré recién preparado, costillas de cordero, lomo en tuperware, macarrones, pescado enlatado, frutos secos, maíz, chocolate, leche, agua, refrescos... y un sinfín de cosas más. Increíble que lo pudiera trasladar todo sin ningún problema.- Donde lo dejo? Aquí?.- preguntó Marta.
–Aquí estará bien, sí.- respondió Anna aún con una bella sonrisa en la cara.
–¿Sabes?.- dijo Anna mientras se estiraba de nuevo al césped.- He estado pensando en lo orgullosa que estoy de todo lo que tengo... tu no te sientes feliz?.- Marta se extrañó un poco por el comentario pero le pareció un buen tema al que reflexionar, así como estaban las cosas, y se sentó a su lado.
–Claro que sí! Ron y yo estamos juntos y nos queremos un montón. Yo lo amo más que a nadie en este mundo. Además he podido asistir con Laura y tú a Hogwarts y he conocido a los mejores amigos que una puede desear. La verdad es que no me puedo quejar y no puedo pedir más de lo que tengo. Sería injusto.- Marta sonrió.
–Completamente de acuerdo.- dijo Anna.- A propósito, prometes que no dirás nada si te cuento un secreto hasta que yo desee contarlo?.- Anna no estaba muy decidida con lo que acababa de decir, pero tenía que contárselo a alguien!
–Por supuesto. Soy toda oídos.- Marta se acercó a Anna un poco más.
–Me siento un poco mal por no haber venido antes, aunque ahora doy gracias a dios por haber quedado con Bill... como tú ya sabes, marchaba hoy de nuevo a su casa así que decidimos hacer como una despedida. Yo estaba super triste porque se iba a ir así que quería aprovechar a tope el tiempo que nos quedaba juntos. Con eso quiero decir que...
–Aprovechasteis el tiempo, os dejasteis llevar por los sentimientos y surgió aquello que tú y yo sabemos de sobra, ¿me equivoco?.- dijo Marta. Anna se quedó con los ojos como plato y más pálida que de costumbre.
–Co... cómo lo has sabido?.- dijo Anna.
–Am... intuición femenina, jeje. Pero oye, no te preocupes. Fue algo completamente normal y tu ya sabes que...
–Ya estamos aquí!.- chillaron Hermione y Laura.- Éstas saludaron con mucha ímpetu. Laura ya se había recuperado por completo. Anna las hizo sentar de golpe y les dijo mirando a Marta de reojo:
-Chicas, tengo que contaros algo!

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FLASHBACK (Cuando Draco estaba escondido dentro del armario)

El corazón de Draco pareció parar de golpe por unos instantes. La puerta del armario se abrió y ante sus ojos se encontraba... Voldemort. Draco empezó a chillar sin poder evitar mirar el rostro pálido y demacrado del mismísimo Lord Voldemort. Éste cogió la varita en mano y Draco se tiró del armario a duras penas. Ahora no podía huir sin desatarse las cuerdas. No sabía como conseguir huir. Voldemort lo cogió bruscamente y se lo quedó mirando con descaro.
–No me mates! Por favor! Laura!
Sus gritos no le sirvieron para nada. Voldemort lo tiró a la cama.
–Señor Malfoy. Como se le ocurra la mismísima idea de contar esto a alguien le mato antes de lo previsto. No ha visto nada, nada! Asqueroso traidor! Como has podido hacer esto a los mortífagos y a tu padre! Ponerte de su contra e ir con eses impresentables... Válgame dios! Lo pagarás muy caro!.- Voldemort lo volvió a coger y lo tiró al suelo con rabia. Le dislocó un hueso del tobillo en la caída.
–Déjame! Ai! No puedo más!.- gritaba Draco con sufrimiento y dolor. Lo único que podía hacer es intentar desatarse las cuerdas y echar a correr. Pero la probabilidad de que se saliese con la suya era casi nula. Comenzó a desatarse las cuerdas y al ver que se las quería desatar Voldemort le tiró un hechizo que hizo que se le apretaran más. Draco gruñó de dolor. Volvió a intentarlo pero sucedió lo mismo.
–Si piensas que huirás así como así, lo tienes claro! Desgraciado!
–Desgraciado lo será tu padre!.- Mierda... lo que había dicho! Por dios, ya era hombre muerto.
–Como te atreves a insultar de esta manera a la honorable madre del mismísimo Lord Voldemort! Esto es una vergüenza, esto no te lo perdonaré jamás!.- Voldemort volvió a atacarle con la varita. La varita! Draco sacó la varita echa pedazos y lo intentó por si acaso. Mal. El hechizo rebotó y le fue a él.
–No he visto nunca un mago tan sumamente inútil como tú, muájaja. Te crees muy listo y eres un completo desastre. ¡Muere!
Pero cuando Voldemort estaba dispuesto a tirarle un hechizo super mortal, Draco alcanzó un espejo pequeño del armario y el hechizo rebotó a Voldemort y éste cayó al suelo y sólo pudo gruñir:
-Te mataré, desgraciado!
Draco le hizo "la butifarra" xD y se desató las cuerdas. Tenía todas las marcas de éstas en los pies y piernas. El tobillo le dolía muchísimo. Pero se levantó y se puso a correr como pudo. Iba cayéndose por el camino. Daba pena el pobre... Estuvo dando tumbos cerca de 2 horas más, pero por suerte no volvió a ver por ningún lado a Voldemort. Luego vio por fin la salida de ese horrible lugar. El cuadro le decía sal, sal...
–Draco! Te hemos estado buscando!.- Éste era Ron Weasley que regresaba de escondidas de la habitación de los chicos. Draco estaba temblando. Tenía aspecto malo. Ron le ofreció la mano para ayudarle pero Draco no quiso.
–No... no me toques.- dijo Draco mientras se tocaba las piernas. Parecía como si tuviera vergüenza de sí mismo y tuviese miedo de la gente.
–Estás muy mal Draco! Dios sabe lo mal que lo has podido pasar. Pero déjame que te ayude. Ahora debemos ir al escondite o nos verán pululando por aquí. Tienes que contarnos que ha pasado!.- Draco empezó a temblar y se echó a gritar como un niño:
-Noo! No quiero! Noo!.- Draco estaba completamente traumatizado. Sólo faltaba verlo.
–Tranquilízate. Ven!.- Ron lo cogió y se lo puso a la espalda como pudo entre golpe y golpe de desesperación de Draco. Cuando llegaron al escondite, Dan ya había regresado y estaban colocando bien todo lo que se habían traído.
–Chicos, Draco está de vuelta.- dijo Ron dejando a Draco tendido en el suelo. Ante la exaltación de la gente, Laura se tiró encima de Draco.
–Otra tarea menos.- dijo Dan bromeando.
–Dan! Draco está herido! Como lo vamos a curar?.- preguntó Laura.
–Esto está hecho!.- dijo Dan apuntando con la varita.- ¡Curandulus!.- Luego le arregló la varita.

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RATO AGNÈS+GEORGE

Desde que sus hermanas Mariona y Laia habían triunfado en el amor con Oliver y Fred respectivamente, Agnès se encontraba un poco más sola que de costumbre y como si ya no tuviera nada que ver con sus hermanas. Las dos tenían muchas virtudes y habían encontrado estabilidad emocional xD sin embargo Agnès pensaba que no tenía ni una cosa ni otra. Y lo peor de todo era estar enamorada de alguien que ni siquiera veía y ni le hacía caso. Era un amor ¿imposible?. Des de que vio a los gemelos Weasley se enamoró de Fred, ya que éste parecía más sensible y simpático que George. Pero al cabo de un tiempo vio que éste si era un amor imposible. Fred se había declarado a Laia haciendo que ésta cambiara de actitudes por completo. A pesar de ser una chica muy fuerte, le dolió como una puñalada en la espalda. Pero ¿Era una mujer fuerte, no? Entonces se animó mucho más y fue camino al encuentro de un príncipe azul. George tampoco era antipático ni por asombro pero era más de echar bromas a los compañeros y eso siempre acaba molestando quieras o no. El día de semana santa, Fred vino con George a visitar a Laia. Ese día Agnès estaba con ella arreglando sus pertenencias. Fred entró y como si Agnès no existiera, le dio un beso a Laia en los labios. La tomó de la mano y se la llevó. George se quedó plantado en la puerta de la entrada. Agnès se sonrojó inconcientemente. No sabía ni quería imaginarse por qué se sentía cortada ante él y las palabras no le salían de la boca.
–Que bien que Laia esté con tu hermano... ¿no?.- dijo Agnès para romper el hielo.
–Que va! Es un rollazo tia, se pasa todo el día babeando que no veas. Es insoportable.- le respondió George haciendo cara de asco. Agnès rió.
–Bueno, tú pronto encontrarás tu media naranja...
–Bueno, supongo, no sé, es difícil sabes?.- dijo George mientras sacaba un paquete del bolsillo.- Ten. Para ti.- Agnès se sonrojó de nuevo. Cogió con delicadeza el paquete y empezó a abrirlo. ¡Plof!
–Es una bomba fétida xD!.- George no podía parar de reir. Primeramente Agnès se enojó un poco porque no le agradaban ese tipo de bromas pero le acabó gustando y sonrió.
–Anda, chócala! XD.- dijo Agnès extendiendo la mano. Cuando George hubo chocado la mano notó algo raro, apartó la mano y un chicle sabor menta estaba pegado en las manos de ambos.- Es una broma xD jaja.- Agnès empezaba a divertirse. George le estaba ayudando, de alguna manera, a olvidar todo lo malo de la vida.
–Muy buena tia xD jaja que asco! Vayamos a limpiarnos...- dijo George quitándose un pegote de la mano...
Se fueron a los baños pero no podían separarse y los baños eran unos de chicos y otros de chicas. Ambos rieron a la vez ante esta chorrada y se dejaron caer al suelo reposando la espalda en la pared.
–Sorry, no pensaba que la broma costara tan cara jeje.- dijo Agnès.
–Bueno, nos lo estamos pasando guai, no?.- preguntó George sin mirar a Agnès.
–Claro!.- Agnès afirmó con la cabeza. Agnès acercó la mano para intentar quitar más chicle y George puso su mano encima de la de Agnès de nuevo inconcientemente.
–Ai, perdona . .- George apartó la mano y se disculpó.
–No pasa nada, George.- Agnès se acercó a George y le dio un beso en la mejilla. George se sonrojó y Agnès siguió sacando el asqueroso chicle.
–Perdona, perdona, no quería...- Agnès se dio cuenta de lo sucedido, del besito, y quiso disculparse también.
–No pasa nada, Agnès.- George guiñó el ojo a Agnès y ésta sonrió agradecida. Siguió sacando chicle, pero George la hizo parar.
–¡Mutus limpus!.- exclamó alzando la viarta. Todo el chicle incrustado desapareció de sus manos. Agnès quedó muy sorprendida. Se quedaron mirándose el uno al otro. Agnès se notó incómoda y se levantó. George hizo lo mismo.
–Ehm... ala, si sabía ese hechizo por qué no lo empleaste antes, eh, pillín? Jeje. Me has tenido aquí sacando ese... ese asqueroso chicle...- dijo Agnès haciéndose la lastimada. George tardó un poco en responder. Se acercó a Agnès tímidamente y le dijo:
-Porque lo estaba pasando bien... contigo.- George se acercó a sus labios y la besó.
–Urra para la parejita!.- chilló Laia. Había regresado con Fred. ¡Qué vergüenza! George y Agnès se separaron, se cogieron de la mano y alzaron los dedos en símbulo de triunfo, y se echaron a reir. ¿Y quién dice que un día u otro acaba convirtiéndose en el mejor?

FIN

Esperamos que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo. Reviews please!

Myrfe&AuraDrko