Sentimos por la tardanza en subir un nuevo capítulo pero hasta hoy no hemos podido actualizar Esperamos que os agrade mucho el capítulo 32!

Capítulo 32: Triste final

Draco miró a su alrededor.

-Por qué me miras a mi?
–No lo entiendes Malfoy? Todo gira alrededor de tu decisión: ser o no ser mortífago.
–No voy a ser un puto mortífago, joder!
–Avada Kedavra!.- chilló Voldemort.
Todos miraron horrorizados hacia donde había apuntado. Allí estaba Mariona con los ojos muy abiertos y... muerta. Laia y Agnès gritaban aunqeu no se les oía mucho porque tenían la boca tapada.
–Atractos Misting!.- Laura fue arrastrada hasta Voldemort. La cogió y le pasó un brazo por el cuello mientras le apuntaba la varita en el cuello. Todos hicieron un movimiento, como para ir a rescatarla.- Tché, tché, tché... un movimiento en falso y me la cargo... Qué, Draco, que dices ahora? Te pasas a nuestro lado o la mato?
–Draco! No lo hagas! Me da igual que me mate! Tu eres un buen chico, lo sabes, y te quiero mucho! No lo hagas!
–Cállate, cria! Crucio!.- Laura cayó al suelo chillando de dolor. Draco cayó de rodillas al suelo.
–Basta! Ya vale joder! Déjala en paz! Déjanos en paz! Me pasaré a vuestro lado pero ya basta!
–Jaja! Muy bien... sabía que podiamos entendernos...- Le pasó un brazo por los hombros.
–No me toques rata immunda!
–Me lo tomaré como un halago. Venga pasa a esta sala.
Draco comenzó a caminar y se giró. Miró a Laura que estaba de rodillas en el suelo... llorando silenciosamente, pero Draco conocía esa actitud. Lo hacía cuando se sentía culpable.
–"No es culpa tuya".- pensó Draco. Todos tenían cara de preocupados. Marta y Anna se acercaron a Laura. Draco entró a la sala y cerraron la puerta. Marta y Anna se arrodillaron al lado de Laura. Hermione fue a ayudar a las chicas atadas.
–Por qué? Por qué lo ha hecho? No!.- y dio un puñetazo en el suelo.
Harry se acercó a la cama y le dio una fuerte patada.
–Mierda, joder!.- se sentó en la cama y se puso las manos en la cabeza. Laura fue hacia Dan.
–Dan, tenemos que hacer algo. Ha sido por mi culpa!.- y se volvió a caer de rodillas.
–Creo que tengo un plan pero no podemos ir todos. Han de ir 2 como mucho 3 y los otros (rehenes incluidos), nos quedaremos aquí de apoyo.
Harry fue hacia Hitomi y ésta lo besó y le abrazó.
–Lo he pasado muy mal.- dijo Hitomi.
–Yo también.- dijo Harry.
Las gemelas Laia y Agnès, y Artema, fueron hacia Mariona.
–Mariona... no! Mariona despierta! Despierta por favor!
Agnès y Laia se tiraron encima de Mariona y empezaron a llorar.
–Está muerta...- dijo Artema realmente afectada, pues también era su amiga.

-Lo siento.- dijo Hermione poniendo su mano encima del hombro de Laia.

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-Bien, chico! Me alegra que hayas cambiado de opinión, muájaja.
Draco temblaba de la rabia.
–"Piensa algo Draco... tú puedes... tienes que salir de esta...".- pensaba el chico fijando su mirada en Voldemort.
–No te alegras tú? Juju sabes lo que pasa? Que tenemos que hacer "el ritual" y... no podemos perder más tiempo... si me disculpas...- Voldemort dio unos pasos hacia atrás y luego levantó la mano para que le siguiera. Por un momento Draco se quedó quieto pero luego empezó a andar. Su padre, que había estado presente todo el rato, se puso a andar a su lado rodeando con su brazo los hombros de Draco, pero no por mucho tiempo. Draco lo apartó de un golpe.
–Ni me toques. Aléjate de mí!.- chilló Draco.
–Vamos, sr. Malfoy... déjelo... el pobre está enfadado con nosotros... si fuera mi hijo... ya le hubiera dado un par de hostias... juju.- rió Voldemort descaradamente. Los tres llegaron a una gran sala redonda con una gran alfombra roja en el centro y con poca luz.
–Ahora siéntate.
-¿Dónde?
–Por qué no te callas un poco? Aquí...- ordenó Voldemort. Draco se sentó y luego Voldemort delante de él con Lucius.

-Vamos a ver... todo esto está planeado hasta el último detalle, así que no creo que te salves de ser... mortífago! Muájaja.- rió Lucius malvádamente.
–Sí, sí, muy bien, pero me podéis contar de una vez que tengo que hacer y en que va a consistir el ritual de mierda? "Sinó no puedo pensar en un plan" pensó.
–Vamos a ver chico arrogante... te cuento...- Voldemort empezó a dar vueltas. Tú eres uno de los fichajes más importantes así que, la fiesta tendrá que ser grande... así que todos mis mortífagos se reunirán en la sala contigua a ésta cuando les avise. Tú llevarás un traje especial... después del discurso te tendré que hacer un corte en el brazo para que sangres...- Draco abrió mucho la boca y se quedó flipando "Tu lo flipas, al igual me dejo rajar...".- Recuerdo que no te puedes escapar porque hay mortífagos.
–"Como lo has sabido!".- se preguntó Draco.
–Puedo leer la mente querido Draco...- dijo Voldemort.- Puedo continuar? Gracias.- dijo sin esperar respuesta alguna.- Bueno decía que te haría un corte en el brazo porque ya que tu incorporación es involuntaria, la marca tiene que tocar directamente tu herida.
–Qué? Tu estás tonto tio o que?.- dijo levantándose de golpe.
–Bueno... a no ser que quieras que tu chica muera...- dijo rodando los ojos.
Draco suspiró y se tiró en la silla.
–Bien... continuemos...
Voldemort agarró la varita y con un leve movimiento hizo que las luces de la cámara se encendieran con más intensidad de un golpe. Draco no pudo evitar cerrar los ojos. Draco vio como unas puertas de su alrededor empezaron a abrirse. De ellas aparecieron los "deseados" mortífagos, fieles a Voldemort. Había por lo menos una docena e iban vestidos todos con un largo vestido negro con una capa que les tapaba el rostro. Una vez cerradas las puestas a sus espaldas, se quitaron la capa lentamente, mostrando sus rostros y a coro hicieron un gesto de reverencia. Sin que Voldemort les ordenara nada, se acercaron a Draco y se colocaron a su alrededor sin dejar de mirarlo. Uno de ellos, en particular, lo miraba con temor, el único. Draco se extrañó pero cuando iba a preguntarle algo, Voldemort se le acercó y tirándole un traje muy extraño le dijo:
-Toma, esto es lo que te tienes que poner. Nada de manías y póntelo ya chaval, que tenemos prisa.
Draco cogió aquel traje púrpura ridículo y se lo puso. Cuando terminó, Voldemort ordenó:
-Que entre la chica.- Lucius le afirmó con la cabeza y Draco empezó a chillar.
–No le hagáis nada a Laura!
–Eso dependerá de ti...
Enseguida volvió Lucius con Laura atada por los brazos.
–Ella podrá presenciar el espectáculo, ya sea convirtiéndote en mortífago o viendo su propia muerte.
Draco no podía soportar ver como estaba sufriendo Laura, le daban ganas de gritar, llorar, morir. Se veía que Laura quería decir algo pero tardó mucho en abrir la boca.

-Puede antes Draco hablar conmigo?.- dijo Laura. Ésta vio que la idea no convencia mucho a Voldemort así que añadió.- Antes de que se... de que se convierta en mortífago y... por consiguiente, en una persona... distinta... distinta a lo que llegó a ser ahora y que cautivó a mi corazón y que ahora queréis desgarrar...- Laura decidió no decir nada más ya que veía como todas y cada una de las palabras que dijo herían aún más a Draco, pero ella sabía por qué lo había dicho. Ella nunca le haría daño. Voldemort miró a su compañero Lucius y éste le dijo un sí no muy convencido con la cabeza y entonces Voldemort le cedió el permiso. Draco se levantó de la silla y fue hacia Laura. Se plantó delante de ella, se estuvieron como un minuto tan solo mirándose.
–Abrázame!.- exclamó Laura con los ojos humedecidos y a punto de llorar. Draco la abrazó con gran intensidad como si fuera el último abrazo. Luego Laura se le acercó a la oreja disimulando y le dijo:
-Dan y los demás nos van a salvar, tú sólo sígueles el juego...- y se apartó y con la cabeza hizo el gesto de decir que se marchara. Draco aún confuso se retiró y volvió de nuevo a la silla.
–Bien, ya dejémonos de bobadas. Que entre el mortífago elegido.
"Enserio nos van a salvar?". Draco rezó con todas sus fuerzas para que todo saliera bien.
–Seguro que no, Draco. Te lo aseguro.- dejó Voldemort al aire.
-¿Qué?.- Draco no lo entendía, pero Voldemort le había leído el pensamiento, pero éste no dijo nada más al respeto. Entonces una puerta se abrió de un golpe sordo y entró un chico encapuchado con un cojín sobre el que descansaba una daga. Los mortífagos se acercaron ahora un poco más. Draco cerró los ojos y solo oyó como el hombre y Voldemort hablaban. Le exigía que se quitara la capucha, pero no quería, así que le cogieron entre dos mortífagos y le desencapucharon. Era Dan.
–Tú!.- chilló Lucius. Entonces Dan silbó lo más fuerte que pudo y se oyó como una bomba. Draco abrió los ojos al momento. Voldemort se había cubierto la cara.
–Noo!.- chilló Voldemort.
Por la puerta aparecieron Hermione, Marta, Anna, Ron y Harry. Un momento, ¿Ron? Sí, había despertado! También iban Artema y Ginny. Habián dejado a Mariona atrás, dispuestas a vengarse. Hermione corrió hacia Laura para desatarla pero un mortífago se le puso delante y le dio una patada y cayó al suelo. Dan corrió hacia Voldemort y le apuntó con la varita en la cabeza.
–Si te mueves, te mato.
–De veras? Tú? Con qué, eh, si se puede saber?.- dijo Voldemort que aunque quería aguantar el tipo tenía que reconocer que se estaba cagando de miedo.
–Queries que te cuente? Quizás un Pumplix Imperium?.- Voldemort se quedó de piedra. Pumplix Imperium era un hechizo casi mortal que muchas pocas personas sabía hacer pero Dan era un prodigio. Ante esto gritó.
-¡Mortífagos, haced algo, inútiles!
Los mortífagos lo intentaron pero fue inútil, porque Hermione consiguió salir con Laura de la cámara y muchos de ellos cayeron heridos. Eran una pandilla de inútiles, desde luego.
–Para un momento Herm!
Laura salió corriendo y después de propinar varias patadas, llegó hasta Draco. Estaba inconciente! Le salía sangre del labio y tenía la cabeza caída. Vio una sombra. Era Lucius su "suegro".
–Qué le has hecho so cabrón!.- le dio un empujón y le dio una patada que le partió la ceja y el labio. Tenía el pelo muy alborotado.
–Sukuom Vitalies!.- entonces unas cuerdas rodearon el cuerpo de Lucius.
–Draco... cariño... despierta por favor... Herm! Trae pociones!
Pero Hermione estaba... indispuesta. Al igual que Marta y Anna. Estaban cogidas por mortífagos y sintió como otro le cogía a ella. Laura sonrió. Lo que no sabían es que ella había hecho artes marciales con Marta y Anna. Ellas tres se miraron y afirmaron.
–Kyaaa!.- chillaron y hicieron pasar el mortífago por su espalda hasta caer al suelo. Luego Laura comenzó a dar volteretas hacia atrás y se subió encima de Anna y luego Marta hizo lo mismo encima de Laura. La gente las miraba aturdidas. Entonces Marta saltó y le dio una fuerte patada en la nueca al que tenía más cerca que cayó al suelo desnucado. Los mortífagos lanzaban hechizos pero estaban tan nerviosos que faltaban. Ni siquiera se habían dado cuenta de la batalla que había entre Dan y Voldemort. Se les veía cansados pero más a Dan. Después de todo estaba luchando contra el segundo mago más poderoso de mundo mágico. Entonces Laura saltó y le dio una patada al mortífago que cogía a Hermione.
–Hermione, dale la poción a Draco! Esto tiene que acabar ya! Dan no aguantará mucho más!
Hermione lo hizo lo más rápido que pudo.
–Draco, ves a buscar a Harry. Tenéis que cargároslo. Él sabe lo que hay que hacer.
Entonces Anna corrió y cogió a Dan. Lo apartó lo más que pudo.
Draco y Harry unieron sus varitas. Miraron a su alrededor. No había nadie que pudiera sufrir daños más que esos que lo merecían. Entonces Harry chilló Avada Kedavra mientras Draco chillaba Sumum Mortis. De la varita de Harry salió un rayo verde y del de Draco un rayo lila. Cuando se unieron se formó una gran bola muy reluciente lo que provocó que todos se taparan la cara. Entonces el hechizo reaccionó y fue en dirección a Voldemort, pero también de todo aquel que había a su alrededor. Todos empezaron a chillar, y el ruido cesó. Silencio. Silencio absoluto. Todos se miraron. Había mucho polvo y humo y no se veía nada. Cuando se desvaneció no había nada.
–Entonces se ha acabado todo?.- preguntó Ginny.
–Almenos por ahora, supongo que sí...- dijo Artema.
–Vámonos de aquí.- dijo Agnès observando su hermana muerta.
Cogieron a Mariona. Cuando volvieran tendrían que dar muchas explicaciones. Anna pensó que por culpa de ella y todos sus compañeros había muerto una chica inocente y casi murieron Ron y Dan. Luego lo analizó y se dijo que la única culpa era del destino que les había metido allí.
Ya se acercaban a la salida y tenían ganas de salir de ese infierno pero fuera les esperaba uno igual. Pensaron en lo que diría Dumbledore cuando les viese aparecer con... Mariona muerta y todos heridos, cansados, en la cara que pondría, en sus palabras severas. Pero era una situación inevitable. Si ellos no acudían a la situación, la situación acudiría a ellos. Ya se acercaban a la salida, estaban al tocar de la puerta.

FIN

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Myrfe&AuraDrko