Los rayos alegres del sol entran por la ventana iluminando la cama que desde hacía una hora estaba vacía. Todo el cuarto está tranquilo y silencioso, pulcramente ordenado siendo la cama la única rebelde y desacomodada.
De pronto una puerta se abrió dando paso a un hombre guapísimo que con paso firme y varias gotas de sudor bajando por su fino rostro cruzó el cuarto hasta abrir la puerta de su baño pensando: "Ese descarado sigue durmiendo, siempre es lo mismo con él".
Cerro la puerta tras de si, lentamente y sin prisas comenzó a quitarse sus ropas para bañarse y alistarse; pues ese día había que desayunar con el patriarca. Ya una vez arreglado salio de su habitación mirando en dirección a la de su hermano y con una sonrisa maliciosa pensó: "Así que no te has levantado ¿eh, creo que te daré una sorpresita".
Se dirigió a la cocina llenando una cubetita con agua y regresó, mientras su sonrisa aumentaba cada vez más de tamaño.
Abrió sigilosamente la puerta y vio a su flojo hermano hechadote durmiendo de lado y extrañamente muy bien tapado. Decidió no esperar más y sin piedad lanzo la cubetaza de agua sobre el pobre Kanon gritando:
- ¡SORPRESA!
Pero el sorprendido fue él cuando de la cama saltó Kanon espantadísimo sin ropa y alguien más se incorporaba asustado entre las cobijas a medio tapar evidentemente desnudo también.
- ¡Sa- Saga!- dijo Kanon.
- ¿Afrodita?- alcanzó a preguntar Saga con los ojos desorbitados, completamente pálido y con la tonta cubetita entre sus manos, paralizado y pensando: "Pero que demonios pasa aquí… NO, no me lo creo, Kanon y él…"
Bueno varias imágenes de su hermano y Afrodita pasaron por su mente provocando que la sangre que corría por sus arterias se le subiera de golpe a la cabeza y sacándolo ligeramente de ese estado catatonico, dando media vuelta salió de la habitación diciendo:
- Lo siento.
Una vez fuera de la habitación se recargo sobre la puerta aún sin poder creer lo que sus ojos habían visto; sin embargo una voz dentro lo distrajo diciendo:
- Creo que nos descubrieron.
Asi que Saga decidió caminar a la cocina mientras decía en voz baja:
- Kanon con Afrodita- y repetía una vez más - ¿Afrodita?
-¿Qué tiene de malo afrodita?- decía un Kanon tranquilamente cuando ponía la licuadora para preparar su desayuno.
- ¿Qué¡Que, que tiene de malo ese Afrodita!- se sorprendía Saga nada contento con la idea de que su hermano anduviera con el susodicho, en tanto el sonido de la licuadora llenaba el cuarto.
- Si; no entiendo que no te agrada de él- decía Kanon ahora tomando dos vasos y vaciando el licuado de chocolate entre los dos.
- Podría ser suficiente que es un ZORRO- alegaba Saga recalcando la mejor cualidad del aprendiz, tomando uno de los vasos para beberlo tranquilamente.
- No digas eso de él- defendía Kanon- No es tan…- Saga lo miro de reojo mientras seguía tomando del vaso- Esta bien, esta bien, si lo es, pero creme Saga tiene otras MUY buenas, buenísimas cualidades- decía con unos ojos picaros.
Saga terminaba su licuado y ponía el vaso sobre la mesa mientras suspiraba
- Como quieras, aya tu, pero de una vez te digo no me gusta como me mira.
----------------Recuerdo--------------------------------------------------
Mientras Saga estaba guardando unas cosas, entretenía sus manos con ellas tratando de olvidar lo que habías pasado y repetiase mentalmente: "Yo no vi nada, yo no vi nada, yo no vi nada malo, no, no vi nada sucio, no vi a mi hermano con Afrodita y no estaban desnudos", pero por mas que lo repetía aún estaba muy nervioso, tanto así que no se dio cuenta de que al momento que guardaba el café que había comprado, lo ponía con las cucharas en eso estaba cuando escucho voces dirigiéndose a el "Son esos dos" pensó.
En unos momentos se encontraba delante Afrodita (ya vestido) y Kanon detrás de el (también vestido).
- Lamentamos mucho lo que paso Saga, no te preocupes- decía Afrodita sonrojado y totalmente apenado.
- La próxima vez cerraremos la puerta- añadió Kanon.
"¿La próxima vez?" pensó Saga.
- Y bueno ya me retiro tengo cosas que hacer en mi templo, de veras siento mucho todo esto- decía mientras le dirigía una mano a Saga para despedirse.
Saga regresaba la amistosa despedida estrechando su mano con la de Afrodita cuando de pronto el apenado Afrodita ya no se encontraba, en su lugar estaba un Afrodita que parecía se lo iba a comer con la mirada y disimuladamente, MUY disimuladamente le acariciaba la mano cuando se soltaban.
Saga se sentía totalmente intimidado, inmovilizado, ante esos ojos llenos de deseo, sabrá dios las negras y lujuriosas intenciones del dueño de esos ojos para con él, en tanto decía:
- Hasta luego.
- Bueno te llevo a la puerta- decía entusiasmado Kanon poniendo sus manos en los hombros de Afrodita al momento que lo dirigía a la salida.
El pobre Saga solo sentía una corriente fría subir por su espalda mientras pensaba: "IIIIUUUUUUGGGGHH"
--------------------------fin del recuerdo----------------------------------
Saga se estremeció mientras ponía su vaso en el fregadero.
-¿Qué?- preguntó confundido Kanon- ¿Cómo te mira?
- Pies como me va a mirar, ese no tiene otra mirada más que la de…
- ¿La de que!- preguntó Kanon al momento que sonreía.
- Ya sabes, esa mirada…la de…¡Esa, la que tienen los tipos como él…de…de…perdido.
- JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJA- reía Kanon- Claro que si, que mirada querías que tuviera si no conoce la casa, JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJA, mas perdido, JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA, no podía estar, JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA- Saga lo miró de manera aniquilante y se dirigió indignadamente hacia fuera cuando Kanon lo llamo:
- ¡Saga, no olvidas algo- Saga se sorprendió pensando "¿olvidar¡¿olvidar que!"- no olvidas ponerte algo así como una sotana; no vaya a ser que alguno de esos perdidos se te insinué, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA- Saga se dio media vuelta "¡Esta vez si se paso! " muy molesto y gritando al salir del templo:
- ¡YA ME VOY!- azotando la puerta para hacerse notar.
Kanon rió un poco más "No tiene remedio", luego se puso pensativo "mirada lujuriosa, no me gusta nada, nada".
Saga subía rápidamente los escalones mientras refunfuñaba:
- No tengo porque soportar sus groserías, ni a su pervertido amiguito, yo solo quería prevenirlo, pero no, tiene que hacerse el chistosito, ya me las pagara luego¡Sotana, solo porque no me gusta como me mira no significa que sea un mojigato, pero esto si me lo voy a cobrar y muy caro por…
- ¿Qué te vas a cobrar caro?
- Si cuéntanos Saga.
Eran Aioria y Milo ambos aspirantes para caballero dorado, bajaban las escaleras cuando encontraron a Saga entre Leo y Virgo; este ultimo no estaba de humor para bromas así que contesto autoritariamente.
- ¿Qué les importa mocosos¿Por qué no van a molestar a Aioros? Y además les he dicho que para ustedes soy CABALLERO Saga, ninguno tiene porque tutearme, tengan un poco más de respeto enanos latosos.
Milo llevo sus manos hacia su nuca diciendo: No tienes porque ser tan tosco con nosotros, Aioria y yo solo nos preocupamos por ti.
- Si Saga- agrego Aiorio- No seas gruñón, Milo y yo también pensamos que no eres un mojigato- termino riendo al igual que Milo, sonrisa que ambos eliminaron de sus rostros al ver enfrente un Saga con mirada penetrante rodeado de una fuerte aura negra, parecía que inclusive había aumentado de tamaño, hablarle no había sido buena idea, NADA buena.
Shaka ( otro de los aspirantes) vio pasar a Saga rápidamente por Virgo pero ni siquiera intento saludarlo. Le había parecido ver pasar una tormenta que lanzaba chispas y rayos, para el era obvio que Saga no estaba de buen humor.
Y mientras un asustado Shaka se pegaba contra la pared más cercana, Milo y Aioria se levantaban dificultosamente de entre unos escombros muy adoloridos.
Saga llego hasta piscis sin mas contratiempos, no se había dado cuenta hasta que Mirla caballero de piscis lo llamo.
- Saga¿Vas a visitar al patriarca?
Saga volteó a verlo encontrando también a Afrodita a su lado que ni siquiera se atrevía a levantar la vista.
- Si, con tu permiso señor- dijo Saga haciendo una reverencia continuando su camino y desapareciendo.
- Vaya, siempre tan cortes- decía sonriendo Mirla- Saga es buen caballero pero me pregunto ¿Qué tendrá, parecía molesto
- Si esta mañana no lo estaba- comento distraído Afrodita.
- ¡QUE?- preguntó Mirla con sorpresa- ¿ Y TU COMO SABES ESO!- Afrodita solo sonrió de manera nerviosa mientras una gota de sudor bajaba por su frente y trataba de decir:
- Bu-bueno…yo…yo…
Y asi el pobre Afrodita tuvo que explicarle a su maestro que había salido a "correr" muy temprano
