No hago esto para lucirme, sólo por diversión. Todos los personajes son propiedad de J K Rowling

-"……" PENSAMIENTOS

-…… CONVERSACIONES

Bueno pues aquí comienza el fic, un fic largo, y on muchas historias, espero que os guste… Muchos bss a todos hitaza pronto, muchos bss.

CAPÍTULO 1: DECLARACIÓN DE AMOR

Hogwarts estaba muy tranquilo, era una tarde primaveral del mes de Abril, pero todo no era tranquilidad, sobretodo para una castaña y un ojiverde de Griffindor, Hermione y Harry. Llevaban unos días hechos un completo lío.

Ella estaba enamorada de un amigo suyo, Robert, era un chico muy atento con ella, simpatiquísimo, dulce y muy gracioso. Era un sol con ella, la trataba muy bien. Pero a pesar de todo, a pesar de que se notaba en el ambiente que él también sentía algo muy fuerte por Hermione, Robert tenía novia. Con la que estaba en ese momento se llamaba Kate, llevaban poco tiempo, mes y medio a lo sumo. Hermione se quedó muy mal cuando supo que ellos dos estaban saliendo, sobretodo porque ella y Robert habían estado a punto de besarse un par de días antes… No habían sido buenos momentos para Herms, pero por suerte para ella pudo contar con el apoyo de un amigo, un amigo muy especial. Pudo contar con Harry.

Eran amigos junto con Ron desde hacía mucho tiempo, como todo el colegio sabía, pero era en esa época cuando Harry y Mione empezaron a ser confidentes el uno del otro. Harry ayudó mucho a la castaña, la ayudó muchísimo, y el recibió en la mismo medida ayuda por parte de Hermione. Y es que Harry también necesitaba ayuda, él estaba saliendo desde hacía casi un año con Cho, pero al ex Ravenclaw se había mudado e iba a otro colegio de magia. Se tuvo que ir a vivir a Francia, y el ojiverde y ella cortaron, pero se seguían amando y queriendo con locura. Fue precisamente Hermione la que ayudó a Harry a darse cuenta y a aceptar que seguía queriendo a Cho, y cuando la chica le mandó una carta preciosa y le dijo que le quería, Harry no pudo ser más feliz que en ese momento y él la dijo que la correspondía de igual modo.

Hermione y Harry se contaban sus penas, se consolaban juntos, se aconsejaban el uno al otro, se escuchaban, se reían mucho… entre ellos la complicidad creció hasta límites insospechados, entre ellos había muchísimo cariño… un cariño que sin darse ninguno cuenta se transformó en amor… por las dos partes.

Hermione no quería sentir lo que estaba sintiendo, no podía entender porqué se había enamorado de Harry, lo que sentía por Robert no tenía comparación con lo sentía por Harry y con lo que éste era para ella. Ella lo había ocultado como podía, se había negado lo que estaba ocurriendo, había luchado contra su propio corazón, pero hacía un par de días, empezó a notar que el comportamiento de Harry con ella se alejaba de la amistad… pero no podía ser cierto… su cabeza la estaba jugando una mala pasada, ya ni siquiera se daba cuenta de la verdadera realidad… estaba muy mal.

Harry estaba en la Sala Común, con su tema favorito desde hacía un par de semanas en mente… Hermione. No podía dejar de pensar en ella, no sabía como había ocurrido, pero la castaña se había colado en su corazón dispuesta a quedarse para siempre… la amaba con todo su alma… pero él estaba con Cho. Harry siempre pensó que Cho era la chica de su vida, que siempre estaría con ella, que Cho era el amor de su vida, nunca pudo pensar pasar su vida con otra chica que no fuera la morena, pero Hermione había aparecido, la verdadera Hermione había parecido. Ella siempre había sido su amiga, y se habían preocupado mutuamente siempre, pero la Hermione que había conocido desde hacía un tiempo… esa era la verdadera Hermione, dulce como la miel, un cielo, tierna… preciosa… con solo una sonrisa podía iluminar el día más oscuro… ella lo era todo… se castigaba a si mismo por sentir lo que sentía, no podía entender porqué tenía que amar con esa intensidad a una persona con la que nunca tendría nada, sentir tanto por una chica que nunca le correspondería… era una verdadera tortura… ella amaba a Robert, y él no hacía más que apoyarla y darla ánimos para que siguiera insistiendo con Robert, él la decía que Robert la quería, Harry sabía que así era… y era normal¿cómo no amar a una persona como Hermione? Era imposible no hacerlo. Harry siempre pensó que Robert era muy suertudo por tener el corazón de Hermione, el corazón de la chica que él amaba… se recriminaba a si mismo que no podía hacerle eso a Cho, que Cho era una estupenda chica, no podía hacerle eso… pero el corazón es el que manda y no se puede ir en contra de los sentimientos y luchar contra el amor… es imposible, totalmente imposible… y claro por eso, esos días no había podido controlar sus sentimientos y había tratado a Herms de una forma mucho más especial que hasta ese momento… se sentía mal por eso… se maldecía a si mismo por no poder esconder sus sentimientos… pero lo más sorprendente de esa situación fue que Hermione no se sintió ofendida, no se puso reticente ni nada por el estilo ante la actitud de Harry… al contrario parecía que ella le trataba igual… eso era lo que más le sorprendió al ojiverde… pero se decía a si mismo que aquello no podía ser verdad, que serían imaginaciones suyas dadas por el ansia y las ganas de que ella le amara también, cosa muy inverosímil…

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

En toda la tarde ninguno de los dos se habían visto, no habían podido hablar… y necesitaban hacerlo, lo tenían que hacer.

Por la noche ni Herms ni Harry podían dormir.

Harry bajó a la sala Común, no podía quitarse a Hermione de la cabeza, la amaba, ella lo era todo para él, y saber que ella a quién amaba era a Robert… eso le mataba por dentro, le destrozaba, la partía el corazón en mil pedazos… pero con sólo ver a Hermione feliz, él estaba bien, por solamente verla sonreír podía dar cualquier cosa, podía hacer cualquier cosa por ella, lo que fuera por ella, daba igual lo que fuera… daba igual todo si era por Herms.

Hermione estaba dando vueltas en su cama, tenía mil mariposas en su estómago, no había podido comer nada, sólo pensaba en él, en Harry, en el amor de su vida, en la persona más especial del mundo para ella, en la persona que más amaba y amaría en toda su vida… no podía dejar de pensar en él, en su Harry. Lo amaba con locura, él era un sueño hecho realidad, lo que siempre buscó en un chico… eso era lo que representaba Harry para ella, él lo tenía todo, lo tenía todo, era un sol, tierno, romántico, sensible, delicado, simpático, dulce… lo era absolutamente todo. No podía dejarlo de amar, Harry estaba en su corazón, y por siempre sería así, siempre y por siempre lo amaría, pese a que él nunca la correspondería, pese a que él amara a Cho, pese a que él era feliz con ella, pese a que nunca tendría su amor, pese a que el ojiverde nunca la miraría de otra forma que no fuera con ojos de bella amistad…

La castaña decidió bajar a la Sala Común, a ver si podía aclarar su mente un poquito… y allí se encontró con la causa del ennublamiento de su mente… con Harry.

El ojiverde dio un respingo al ver que la persona que bajaba por las escaleras era Hermione, su Hermione, su bellísima Hermione.

- Ho..o..ola-dijo Herminio nerviosa.

- Hola Herms.

- No sabía que estabas aquí.-Harry sonrió.

- ¿Cómo estás?

- No podía dormir.

- ¿Por qué¿Pensando en Cho?

- No, no precisamente en ella…

- ¿Cómo?

- Ven, tengo que hablar contigo.-dijo el ojiverde que se sorprendió de su atrevimiento ante la castaña.

Hermione se sentó al lado de Harry, en el sofá.

- ¿Qué pasa Harry?

- Esta tarde no he dejado de pensar en ti, pero no he podido hablar contigo, y quiero hacerlo, no puedo seguir con esta situación ni un minuto más.

- ¿De qué hablas Harry?

- Pues hablo de sentimientos, hablo de lo que siento por ti, hablo de…

- Harry, no sigas por favor estamos entrando en terreno pantanoso, por favor…

- Hermione, no puedo callarme ni un minuto más.-Harry no sabía de donde había sacado las fuerzas, no sabía como le estaban saliendo las palabras, no sabía como se había eliminado su nudo en la garganta.-Yo… me estoy muriendo de ganas por besarte.

Harry esperó que Herms le dijera algo, que le recriminara, peor no fue así…

- Pues ya somos dos…

- ¿En serio?-preguntó muy sorprendido.

- Sí.-dijo sonrojada Herms.-yo también he estado pensado todo el día en ti…

- No tendría que ser así… no merezco que tú pienses en mí… soy un cabrón estoy con Cho y no dejo de pensar en ti… tienes que pensar que soy un cabrón…

- Nunca podría pensar así Harry, tú lo eres todo, eres el mejor chico que nunca podría haber encontrado, eres superespecial.

- Te quiero.-los dos se quedaron callados ante las palabras de Harry. Hermione sonrió.

- Yo también te quiero Harry.

- ¿Sí?

- Sí.

- Dios no me podías hacer más feliz Mione, por Merlín…-se acercó a ella y la besó, la besó como desde hacía muchos días quería hacer. Sus labios se acoplaron a la perfección, bailaron al mismo son, al mismo compás, al ritmo que marca el amor, el amor que los dos sentían el uno por el otro…

Era un beso muy esperado por las dos partes, era un beso lleno de cariño, lleno de amor, lleno de pasión, lleno de sentimiento…

Sus pulmones reclamaban oxígeno y sus labios se separaron poco a poco… se miraron intensamente, el amor brillaba en sus ojos.

- Dios, esto es un sueño.-dijo Hermione.

- Pues si es un sueño, no me quiero despertar nunca, prefiero vivir soñando a vivir sin ti.

- Oh Harry que bonito…

- Para mi chica lo mejor

- ¿Soy tu chica?

- Pues claro, y que lo sepa todo el mundo, que eres mi chica y que te quiero y te amo con todo mi corazón.

Ante eso Hermione se lanzó a besarle con ternura, con mucho cariño, la pasó los brazos por el cuello, quedando más cerca de él, sintiéndole más cerca, como queriendo ver que todo eso era verdad, que no era un sueño, que era real.

El ojiverde correspondió al beso con mucho énfasis, se sentía pletórico, la amaba con toda su alma, y ahora sabía que ella también, si el cielo existís se tenía que parecer a tener a Hermione entre sus brazos, sintiendo su calor y besándola.

El tiempo se les pasó volando, ya eran las dos y media de la madrugada y al día siguiente tenían que madrugar.

- Mi niño, vámonos a la cama que mañana hay que ir a clase.

- Ojala pudiera dormir contigo, despertarme y que estés conmigo, despertarte con un beso…

- Ojala Harry, pero sabes que no podemos… por lo menos por ahora… aunque espero que pronto mi cuerpo esté en tu cama.-dijo Hermione sonrojándose por el comentario.

- ¿Tu cuerpo es mío?

- Claro, para siempre.-en ese momento el que enrojeció fue Harry, hasta las orejas, se pareció a Ron cuando se ponía colorado.

Hermione sonrió al verla reacción de Harry.

- No te pongas colorado mi vida, buenas noches.

- Buenas noches mi niña, aunque no sé si voy a poder dormir de la euforia que siento en este momento.

- Yo tampoco sé si podré dormir, pero lo tenemos que intentar.

- Vale.

- Buenas noches mi vida.

- Que descanses princesa, y que tengas dulces sueños.

- Lo mismo digo Harry.

- Yo los tendré porque si consigo dormirme, soñaré contigo, y más dulce que tú no hay nada en este mundo…

- Dios, te como a besos eh.

- Nos vemos por la mañana cielo.

- Adiós mi amor.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Bueno, me gustaría saber qué os ha parecido, así que espero vuestros reviews, con tomatazos jejeje

Muchos bss

Se despide vuestra amiga

Monik