Feliz Navidad! Ya estamos pisando el 24. Espero que se la pasen muy bien y gracias por leer este fic. Espero reviews... ya que no se si este gustando o no...


Inspirar, Sentir... Amar

By Eclipse


Abrí los ojos. Me encontraba en la habitación de Akane, en la cama. Había un señor a mi lado, creo que era el doctor. Dijo algo sobre que había vuelto en mí. Me iba a levantar pero no me dejó. Pregunté que me había sucedido.

"Te esforzaste demasiado lo que ocasionó un desajuste y el que perdieras el conocimiento"

"Qué recomienda doctor?" Esa voz… era mi maestra quien estaba al lado del doctor

"Que guarde reposo todo el día y que entrené con precaución o nos veremos en el hospital"

"Entiendo, yo me encargaré" Continuó mi maestra

"Bien, regresaré en la tarde para checar como sigue"

El doctor se retiró. La maestra volteo a verme sonriendo - "Voy por tu desayuno" – Y se fue.

No me dio oportunidad de hablar, quería disculparme por mi incapacidad, quería seguir con el entrenamiento, no quería aceptar la idea de que no tenía la fortaleza necesaria para aprender esta técnica.

Tocaron a la puerta, era Kenji quien traía el desayuno. Colocó la charola en la mesa preguntándome como me encontraba, respondía afirmativamente; mi orgullo era demasiado como para decir que no tenía fuerza.

"Qué fue lo que pasó?"

"Entrené mucho, creo que me excedí"

"Será mejor que no entrenes en una semana para descansar"

"Una semana? Es mucho, el doctor dijo que mañana estaría bien"

"No es obstinada, al parecer esa técnica es muy difícil y no estás lo suficiente madura para aprenderla"

Callé, acaso el tenía razón? No era lo suficiente fuerte? El continuó

"Lo siento, no fue mi intención ser tan rudo. Es sólo que la imagen de verte entrar en brazos de… me inquietó, todos nos preocupamos"

"Lo siento"

"De qué?"

"Por ser tan obstinada"

El me miró. Sonrió, tomó mis manos entre las suyas.

"Te perdono" Dijo en tono sarcástico, ambos sonreímos. En ese momento entró Kotaro y Kenji soltó rápidamente mis manos.

"Cómo te sientes?" Preguntó Kotaro

"Bien"

"Bueno me retiro" – Dijo Kenji y volteó a verme – "Nos vemos"

"Sí, adiós"

Una vez retirado Kenji, Kotaro se sentó en el escritorio y miró a través de la ventana.

"Qué fue lo que hice mal?"

"Eh?"

"Qué es lo que me falta?"

"No empieces por favor"

"Es sólo que no comprendo porque te aferras a él, es absurdo" Me miró molesto

"Estás igual que yo, te aferras a alguien que sólo te ve como amigo"

"Es difícil contener este sentimiento verdad?"

"Sí"

La maestra entró en ese momento – "Es necesario que descanses" - Me dijo observándome detenidamente

"Me voy" Dijo Kotaro saliendo del cuarto

La maestra vio la charola con el desayuno "Aún no comes?"

"No tengo hambre"

"No importas si tienes hambre o no, necesitas recargas tus energías" La miré avergonzada, la maestra se veía molesta

"Yo… me siento inútil y…"

"Sólo por un desmayo?" Me interrumpió la maestra

"Bueno"

"No me decepciones" – Se sentó en la cama y me miró fijamente – "Qué es lo que estabas pensando?"

"Eh?"

"Sentí como liberabas una energía extraña mientras entrenabas. Has estado distraída y no cumples correctamente tus obligaciones… quieres contarme que sucede?"

Agaché el rostro... no podía decirle que la razón era Kenji, demasiado vergonzoso, sin sentido.

"Me siento presionada al estar viviendo con otra gente"

"Eso es todo?"

La miré, ella sabía que faltaban razones, no podía mentirle, no a ella pero mi orgullo…

"No me digas si no quieres, pero sabes que yo me termino enterando de todo. Aunque me gustaría que un día tú me lo dijeras cuando estés segura"

"Sí" Asentí deprimida. Era la primera vez que le guardaba un secreto a mi maestra. Desayuné indiferente, la comida carecía de sabor… todo carecía de sentido últimamente. La maestra se fue con la charola, me pidió que reposara. Yo no quería, no podía. Era la primera vez que mi vida se complicaba tanto.

Recordé cuando conocí a la maestra. Era una niña sola, mi madre estaba enferma y hacía dos días que no comíamos. Una tarde salí a un lago cercano. Ahí fue donde conocí a mi maestra. Ella se encontraba descansando. Yo trataba desesperada de lograr atrapar un pescado pero todos se me escapaban. De pronto escuché un ruido algo extraño. Volteé, era una señora sacando a gran velocidad unos pescados formando una montaña de peses. El espectáculo era sorprendente. Gracias a ella había conocido a Kenji.

Unos toques en la puerta me interrumpieron. Me levanté y abrí la puerta, no había nadie. Bajé la mirada y vi a P-chan. Me sorprendí, no esperaba que fuera a venir. Justo cuando empezaba a enternecerme recordé que era Ryoga detrás de esas orejas negras.

"Quieres pasar?"

El cerdito asintió y entró. Sentí el cansancio nuevamente así que me metí en la cama y dormí no sin dejar antes a P-chan a una distancia considerable. Ignoro cuanto tiempo dormí, no soñé nada comprobando mi cansancio, pero algo me despertó rápidamente.

"Ya te dije que hablaré si me das 1000 yen en efectivo"

"Sólo quiero saber a donde se fue!"

"900 yen"

"No tengo tanto dinero!"

"Ok, sólo porque veo que te interesa mucho… 700 yen"

"No!"

"Mh… 500 yen y es mi última oferta"

"400?"

"Está bien"

"Y…"

"Se fue con alguien muy especial"

"Quién!"

"700 yen"

"Qué! Pero su te acabo de pagar!"

"Con 400 yen no pienso decir una palabra más"

Eran Nabiki y Ranma… pero de qué hablaban? Me levanté de la cama lentamente, no quería despertar a P-chan. Me acerqué a la puerta y la abrí lentamente, sólo deseaba ver si mis deducciones eran correctas. Observé como Nabiki y Ranma seguían discutiendo cuando…

"Ya llegamos!" Gritó Akane, pero que quería decir con llegamos? Ranma y Nabiki cesaron la pelea

"Dónde dejo esto?"

"Ahí, junto a la vitrina"

No, no podía ser cierto! Era Kenji, él y Akane habían regresado juntos. Ranma calló, supongo estaba sorprendido al igual que yo. Ambos subieron las escaleras y aparecieron en el fondo del pasillo.

"Hola" – Dijo Nabiki – "Regresaron pronto"

"Sí, es que no había mucha gente en el mercado"

"Ya veo, bueno me voy a cambiar" Dijo Nabiki metiéndose a su recámara

"Tengo que ir con la maestra" Dijo Kenji retirándose y dejando solos a Ranma y Akane.

"Qué sucede?" Preguntó Akane a Ranma

"Nada" Contestó él retirándose. Akane le siguió con la mirada al igual que yo, de pronto P-chan salió corriendo hacia ella. Admito que me asustó.

"Hola pequeñito" – Dijo Akane recibiendo en los brazos a P-chan. Después volteo a verme sonriendo – "Hola"

"H…hola" Respondí dudosa

"Cómo te sientes?"

"Mucho mejor, gracias"

Se escuchó en el fondo la voz de Nabiki llamándonos para comer

"Ya vamos!" – Respondió Akane – "Tengo que cambiarme" Dijo entrando a su recámara cuando recordé que P-chan iba con ella

"Akane"

"Sí dime"

"Por qué no me dejas a P-chan para que te cambies más rápido?"

"Ah sí… gracias"

Akane me entregó a P-chan, di media vuelta y me lo llevé conmigo. Estaba llegando a las escaleras cuando me encontré con Ranma. Al parecer él no se percató de mi presencia. Esta conciente de que él me había llevado a la recámara cuando me desmayé, tenía que agradecerle"

"Ranma…"

Volteó a verme, no se esperaba que yo lo llamara pero aún así me respondió.

"Si que pasa?"

"Bueno, quiero agradecerte por haberme "ayudado" ayer cuando me desmayé"

"No, no fue nada"

Ambos nos quedamos callados, mirándonos… no se que fue lo que sucedió pero sentí corres la sangre por mis venas tan tranquilamente… no sabía que significaba esto, pero sentía que Ranma sentía algo similar, fue…

"Qui, qui!"

Ambos saltamos al escuchar a P-chan que nos miraba curioso. Ranma se ruborizó al igual que yo y con voz nerviosa dijo

"Tengo mucha hambre, será mejor que bajemos a comer"

"Si, yo también tengo algo de hambre"

Ambos bajamos sonriendo, entramos al comedor donde empezaban a sentarse. No se si él lo habrá hecho a propósito, el ignorarnos y sentarnos bastante separados, pero no visualizaba la idea de estar lado a lado. Después de eso juego brusco de sentimientos necesitaba meditar. Pasado en un rato, sentí una mirada penetrante, levanté el rostro y vi como el maestro Happosai lanzaba miradas entre Akane y yo

"Interesante" Agregó en voz seria

"Sucede algo maestro? Preguntó Genma

"Es sólo que…" – Todos nos miramos curiosos – "No se quien es más bonita, si Akane o…?" – Volteó a verme con esa mirada libidinosa típica de él. La maestra me desconcentró con una risa (que a mi me pareció una carcajada)

"Sólo alguien como tú se frustra por esas cosas"

El maestro se molestó

"Para mí la belleza de una mujer es lo más importante, sobretodo las que viven bajo el mismo techo que yo. Aunque ahora que lo recuerdo…" Volteó a ver a Ranma a quien no le pareció agradarle la mirada y le arrojó un vaso

"Qué tanto me mira?" Gritó Ranma enojado

Al maestro no le agradó esta falta de respeto y comenzaron a discutir. Volteé a ver a Kenji y los demás. Ellos no conocían el secreto de los Saotome ni los estanques, por lo tanto no entendían a que se referían. La maestra golpeó a su hermano en la cabeza.

"Deja de pensar en porquerías" Le gritó divertida

Me sonrojé, hubiera mantenido la vista baja de no ser por Kotaro. Me observaba tan fijamente que desvié la mirada en cuanto me percaté. Me sentía muy incómoda pero…

"Alguien quiere más arroz?"

Fue Kasumi quien con la pregunta me permitió suspirar después del periodo de asfixia que estaba enfrentando. El maestro, Genma y Nabiki lanzaron su tazón hacia ella. Después de esto la comida siguió tranquila, cambiaron de tema pero yo no volví a levantar la mirada.

Fui la última en levantarme de la mesa, el estar débil disminuía mis movimientos. Salí del comedor para chocar con algo. Ese algo había sido Ranma que traía consigo unos libros para hacer su tarea, y ahora gracias a mi, estaban tirados en el suelo. Me agaché sin pensarlo dos veces y al parecer el hizo lo mismo. Empecé a recoger los libros hasta que nuestras manos se juntaron al querer recoger el mismo. Nos volteamos a ver y duramos así hasta que escuché el grito de una mujer.

"Ranma, qué significa esto?"

Los dos volteamos rápidamente, puede darme cuenta que era la misma muchacha que lo había invitado a salir antes de que tuviéramos ese encuentro. Ella alejó a Ranma de mí y acercándose a mi rostro me gritó enojada que Ranma era su prometido y que no me acercará a él, Primero callé pero sin darme cuenta una sonrisa se dibujó en mi rostro. Ella lo tomó como si me estuviera burlando de ella pero la verdad me parecía muy absurda esa situación. Ella muy enojada se lanzó sobre mí con el objetivo de pegarme, pude esquivar fácilmente el "ataque". Recogí los libros del suelo y se los entregué a Ranma.

"Lo siento mucho"

Pude sentir la mirada de Ranma seguirme hasta que doble con dirección hacia las escaleras. Escuché a la muchacha, cuyo nombre era Xian-pu, reclamarle a Ranma pero éste la ignoró ocasionando que ella se enojara aún más.

"Ya basta Xian-pu, déjala en paz!"

"Pero Ranma, acaso ella…"

"Qué? NO!"

"Entonces?"

Eso fue lo único que escuché. La idea de haber sometido la mirada con él tanto tiempo u no sólo una vez, sino DOS era desconcertante. Subí las escaleras con destino a la habitación de Akane, entré no sin antes tocar.

"Adelante" – Gritó ella cuando escuchó los toques. Entré y al verme sonrió – "No tienes porque tocar para entrar, siente esta recámara como tuya" – Y siguió realizando su tarea.

Me senté en la cama y suspiré… profundamente. La imagen de Ranma mirándome gobernaba mis pensamientos.

"Kenji fue hoy por mí a la escuela y admito que eso me… agradó"

La volteé a ver precipitadamente esperando que ella me estuviera viendo pero mantenía la vista fija en la hoja donde estaba escribiendo

"Pero.." Dejó el lápiz a un lado del cuaderno y sacó la hoja donde estaba escrito el nombre de Ranma varias veces

"Él todavía ocupa mis pensamientos"

"Akane…"

"Pero sé que él sólo me ve como una amiga"

Cuando pronunció esas palabras sentí un vacío en el estómago, esas palabras, esas mismas palabras las había pensado yo tantas veces cuando veía a Kenji. Akane sufría por un amor no correspondido al igual que yo; por primera vez en mi estancia en el Dojo Tendo me había sentido identificada con alguien de esa familia. Me levanté de la cama y coloqué mi mano en su hombre, una lágrima cayó en la hoja ocasionando que la tinta se corriera. No pude hablar, sentí un nudo en la garganta. Unos toques en la puerta rompieron el silencio. Akane se limpió las lágrimas y yo me senté en la cama. Akane se levantó y abrió la puerta; era Kenji. Al verme sonrió.

"Te está buscando el Dr. Tofu. Acaba de llegar"

"Dónde está?" Pregunté

"En el comedor"

Me levanté de la cama y me crucé entre Akan y él. Bajé las escaleras, Kenji se había quedado con ella. Después de la confesión de Akane, ya no sabía que pensar o sentir respecto a su relación; sólo me quedaba esperar. Al bajar me encontré con Kasumi, ella me indicó que el doctor se encontraba con la maestra. Giré en dirección hacia la habitación cuando un fuerte estruendo se oyó en el jardín. Corrí a la puerta del comedor que conducía al lugar de origen del ruido. Cuando llegué una fuerte ventisca con humo agitó mi cabello. Cubrí mis ojos del intenso polvo que se había levantado. Escuché la voz del maestreo que provenía de la niebla.

"Bomba Happodaikarin!"

Era el nombre de sus famosas bombas, posiblemente la causante del estruendo anterior ya que originó una explosión similar. Caí de rodillas por la fuerza del viento originado. El maestro cayó a los pies de Ranma que había venido a ver que pasaba. Una voz se oyó en el interior de la bruma.

"Dónde está Kanjisai? Exijo verla!" Era la voz de un hombre

Observé a un lado al notar que Ranma se movía con el objeto de revisar al maestro que se encontrba desmayado.

"Maestro me escucha? MAESTRO!" Repertía una y otra vez mientras lo sacudía bruscamente.

"Qué no escucharon? Quiero ver a Kanjisai!" Seguía gritando el desconocido

Volteé esperando poder distinguir algo entre la bruma que empezaba a dispersarse. Bastaron unos segundos para que pudiera verse la figura alta y delgada de un hombre.

"Maldición!" Gritó enfurecido y agitando rápidamente su brazo ocasionó una ráfaga de viento que dividió la bruma en dos y fue directo a donde se encontraba Ranma. Éste sujeto al maestro y brincó a un lado mientras yo me cubrí los ojos con mis brazos. Sentí la mirada del desconocido sobre mí una vez que la bruma desapareció. Levanté la vista curiosa en busca de la verdadera identidad del atacante. Mi respiración se contuvo, yo lo conocía, yo sabía quien era ese hombre.

"Pero miren quien está aquí. La discípula favorita de Kanjisai!"

Quedé petrificada al escuchar esas líneas, Era Kaitore, él mayor enemigo de mi maestra. Hombre fuerte que cargaba años de entrenamiento, ante mis ojos… invencible. Sentí como mis manos empezaban a sudar, quise levantarme pero mis piernas no reaccionaban.

Escuché pasos presurosos acercarse. Volteé esperando ver a mi maestra pero era Kenji y Akane.

"Kaitore, pero que hace usted aquí!" Kenji se escuchaba molesto o tal vez conmocionado, me era difícil determinarlo.

Kaitore pareció ignorarlo ya que se dirigió a mi preguntando "Dónde está tu maestra? Necesito hablar con ella"

"Dudo que ella quiera hablar con usted!" Respondió Kenji por mí. Kaitore sonrió.

"Kanji, tanto tiempo sin verte!"

Todos volteamos hacia atrás para encontrarnos con mi maestra.

"Te escucho"

"Chin-yao está organizando un torneo en el Dojo Toshinka aquí en Japón donde han sido invitados los alumnos de los maestros más famosos de la región"

"Recibí la invitación" Contestó fríamente mi maestra

"Y…"

"LO que tratas de decirme es que deseas que ellos participen?"

"Bingo"

"Y qué ganarías con esto?" Preguntó sabiamente

"La introducción de un nuevo alumno"

"Tú tienes un nuevo alumno? Preguntó extrañada

"Sí, y con todo y la mala reputación que tengo"

"Deduzco que es fuerte"

"Deduces bien"

"Más fuerte que…"

"No lo se. Habría que porbarlo"

Kaitore volteo a verme y no dudó en golpearme. Esta muy desprevenida por lo que su golpe causó que me despegara del piso y cayera encima de Akane.

"Oye! Acaso estas loco?" Gritó Kenji enfurecido

"Me las vas a pagar" Continuó Ranma pero Kaitore los ignoró y me dijo.

"Qué sucede? No me digas que te has debilitado?"

"Espera Kaitore!" – Gritó mi maestra mientras se colocaba entre él y yo – "Esto no es una buena idea"

"Tú crees?" Le contestó Kaitore burlándose de ella. Alzó la mano haciendo una señal y aparecieron varios discípulos provenientes de diferentes direcciones. Cinco nos rodearon a Akane y a mí, mientras otros cuatro sujetan a Ranma y Kenji.

"Qué haces?" Preguntó alterada mi maestra

"Probando que tan fuerte es el enemigo" Contestó Kaitore

Miré a mis oponentes y retrocedí hasta que choqué con Akane, ella no tenía porque pelear.

"Espera, Akane no tiene nada que ver en esto!" Grité preocupada a Kaitore.

"Eso a mi no me importa. Adelante!"

"No!" Gritó mi maestra mientras era interceptada por Kaitore.

Los cinco oponentes nos empezaron a atacar con patadas, lo único que se me ocurrido en ese instante fue tomar del brazo a Akane y brincar lo más alto posible para poder salir del círculo. Caímos lejos pero rápidamente nos volvieron a rodear. Akane comenzó a pelear al mismo tiempo que yo. Duramos un rato, noqueábamos a uno y salía otro, eran interminables. Yo comenzaba a desfallecer, había peleado por un corto tiempo y estaba sumamente cansada. Uno de ellos me tomó de la cintura y me lanzó fuertemente contra la pared seguida por Akane.

"Hay que huir!" Le dije convencida de que en ese momento era la única opción que teníamos. Ambas brincamos el muro y empezamos a correr entre las calles. Ellos nos seguían muy de cerca. Mis piernas empezaban a endurecerse por el cansancio.

"Hay que entrar en el parque y separarnos!" Mencionó Akane cuando nos acercábamos a él.

Nos separamos, Akane a la derecha y yo a la izquierda. Mi camino no tardó en ser bloqueado por tres de los cinco. Eso me alegró de alguna forma al saber que sólo dos habían seguido a Akane. Empezamos a pelear, sólo que mis golpes eran un poco bruscos debido al cansancio. Al paso de un minuto recibía más golpes de los que daba, eso comenzó a preocuparme. El grito de Akane me distrajo totalmente. Huí de mis oponentes y utilicé todas mis fuerzas para poder llegar a donde estaba Akane, quien se encontraba en la orilla de un precipicio. Me detuve al ver como el atacante la golpeaba aventándola al vació. Corrí hacia ella y me aventé tratando de mantenerme cerca de la pared. Logré sujetarla del brazo al mismo tiempo que trataba de aferrarme a alguna roca sobresaliente de la pared. Sentí el jalón proveniente del brazo, nos habíamos detenido. Volteé hacia arriba, estábamos muy lejos de la cima. Volteé hacia abajo y vi a Akane observándome con los ojos llenos de lágrimas y un vació debajo de ella.

"Ups! No se vayan a caer!" Dijo uno de ellos burlescamente

"Qué vamos a hacer?" Era lo único que podía pensar

"Dónde está!" Era la voz de Kenji

"Depende. A quién buscas?" Dijo uno de ellos

"AQUÍ!" Gritó Akane al escuchar la voz de Kenji

"No tan rápido Kenji, primero tendrás que derrotarnos"

En ese momento Akane y yo comenzábamos a resbalarnos. El gritó de Akane no se hizo esperar. Afortunadamente logré sujetarme otra vez.

"Parece que tu amiguita ya no tiene energías; después de todo está cargando el peso de dos" Dijo uno de los atacantes ocasionando que todos ellos se rieran

"De qué están hablando?"

"Que Akane no es la única que está haya abajo"

"Qué!" Contestó Kenji irritado

"Tu querida compañera de entrenamiento también está por allá"

"Por qué palideciste de esa forma, eh Kenji?" Le dijo uno burlescamente

"Idiotas!" Contestó molesto

Mientras tanto Akane y yo seguíamos jugándonos la vida.

"Akane?" Le dije lo más tranquila que pude

"Si?" Me contestó nerviosa

"Te voy a columpiar para que logres sujetarte, está bien?"

"Sí"

Empecé despacio por temor a poder soltarme del único soporte que teníamos

"Un poco más… Un poco más… YA!"

"Bien" Dije bastante aliviada. Ahora me sentía más ligera y ya no temía tanto el poder caerme.

"Jinshu…Cuidado!"

Gritó alguien en la parte de arriba. Volteé en esa dirección y vi caer a alguien justo arriba de mí. Se acercaba a una gran velocidad. Agaché el rostro y sentí como su cuerpo cayó encima de mí. No logré soportar ambos pesos y caí junto con él.

"No!" Gritó Kenji mientras me veía caer.

Ignoro como logré sujetarme de nuevo, sólo para quedar colgando de un peñasco con todo el vació a mis pies y otro soporte lejos de mí. El gritó de la persona que había caído dejó de escucharse. Parece que había llegado al fondo y en lo personal creí que le iba a seguir.

"No te vayas a soltar" Ranma? Su voz se repetía en eso. No sabía a quien de las dos le hablaba, en lo personal me importaba más el hecho que me estaba resbalando. De pronto los segundos se hicieron horas… mis manos se quedaron sin energía mientras que la idea de vivir era cada vez más lejana. En un instante quedé suspendida en el aire, sin nada en que sostenerme, esperaba caer cuando

"Te tengo!" Sentí la mano de Ranma sujetar la mía. Volteé a verlo confundida, sorprendida, temerosa… Sentí la nada debajo de mí y empecé a querer desfallecer.

"Mírame, no cierres los ojos" Su voz sonaba preocupada

"Ranma…" Le dije débilmente

"Súbete a mi espalda, yo escalaré por los dos"

"Yo…"

"Rápido!" Me dijo tan tranquilamente que lo único que hice en ese momento fue obedecerlo. Subir a su espalda fue muy difícil debido a la posición y mi falta de energía. Creo que empecé a perder el conocimiento mientras Ranma escalaba porque no recuerdo nada, excepto cuando Kotaro me sostuvo en sus brazos para subirme y facilitarle las cosas a Ranma. Kotaro me sentó en el suelo preguntándome varias cosas mientras yo miraba como Ranma se dejaba caer al suelo.

"Gracias" Pronuncié débilmente

Ranma se limitó a sonreírme

"Bueno será mejor irnos antes de que anochezca" Dijo Kotaro algo tenso.

Traté de ponerme de pie pero mis rodillas flaquearon, Kotaro me sostuvo de los codos

"Yo te llevaré" Me dijo

Escuché la voz de Kasumi al fondo

"Está ardiendo en fiebre. Dios mío que le sucedió en las manos?"

"Llévenla a mi habitación" Era la voz de mi maestra

Qué sucedía? De dónde provenían esas voces? Fueron los pensamientos que se apoderaron de mi mente cuando empezaba a delirar.

"Qué sucede?" – Pronuncié mientras me colocaban en un lugar acolchonado – "Me arden las manos"

"Tranquila, todo va a estar bien" Me contestó una voz dulce mientras sentía como colocaban algo frío en mi cabeza.


Muchas gracias!