Bueno, hay que decir a quien pertenece cada cosa. Harry Potter y Draco Malfoy a J.k.Rowling (y todo el universo potteriano también le pertenece a ella), la canción de "Al salir el sol" a Warcry, y el argumento a mi.
Quizás hay que añadir que toda la historia es un continuo salto en el tiempo, del presente al pasado.
AL SALIR EL SOL
Hora de partir, muy lejos de aquí
La gente se abraza, se siente el miedo latir
Palabras de amor, que el viento llevo
Cuantos sueños antes de que salga el sol
Todo se había precipitado en los últimos meses, las batallas se habían sucedido unas a otras, unas veces ganaban los aurores y la Orden del Fénix, otras ganaban los mortífagos.
En esos tiempos la guerra no había llegado a su punto álgido aun.
El enfrentamiento entre Harry Potter y Lord Voldemort iba a ser ese punto, y realmente lo fue, una batalla que todo el mundo deseaba, porque cuando uno de los dos pereciera todo quedaría en calma, fuera cual fuera el resultado.
Aunque todo el mundo deseara que se librara esa batalla, esta llego antes de lo previsto. Por mucho que todos protegieran al niño hasta que acabara su ultimo año, Voldemort lo ataco cuando ascendía al tren en Londres para ir a Hogwarts, todavía le quedaba un año de estudios.
Todos consideraban que era demasiado joven para enfrentarse a él, pero en el momento decisivo, su voluntad de querer vivir se impuso, y vivió, y venció.
Pero obtuvo ayuda de donde nadie se esperaba que la tuviese.
Draco Malfoy se había interpuesto en una de las peores maldiciones que Voldemort había lanzado en el transcurso de la lucha, y Harry tuvo breves momentos para reponerse y lanzar al mago oscuro un hechizo que le hirió en el brazo.
Una pequeña herida, pero marco una gran diferencia en el momento final.
Pero nadie se explicaba porque Draco Malfoy, que odiaba a Harry con todo su ser, se había interpuesto.
Las deducciones eran diversas.
- Quería que el ministerio le devolviera los bienes que le habían confiscado a su padre, si salvaba la vida a Harry creía que todos le aclamarían como a un héroe - solían decir los Ravenclaws.
- Quería que liberaran a su padre, si hizo eso fue para que su familia quedaría libre de culpa - decían los Hufflepuffs.
- Quería matar a Harry el mismo - decían los Gryffindors encabezados por Ron Weasley.
Los Slytherins no opinaban, quizás porque eran demasiado reservados, sólo fruncían el ceño cada vez que pasaban por la enfermería, que era donde estaba Malfoy en coma.
Harry pasaba mucho tiempo en la enfermería esperando a que el chico despertase, pero quizás también era para librarse de sus admiradores.
- ¿Sabéis que utilizo un hechizo de nivel avanzado¡Harry es genial! - los Ravenclaws alababan sus conocimientos.
- ¿Sabéis que ahora no tiene novia¡Quien pudiera salir con él¡Es tan guapo! - los Hufflepuffs cotilleaban sobre su vida.
- ¿Sabéis que protegió a unos de primero exponiéndose él? Si yo hubiese sido tu, Parvati, no hubiese dejado que cortara conmigo ¡Es tan valiente! - los Gryffindors miraban con pena a Parvati Patil con quien Harry había salido el año anterior.
Los Slytherins sólo arrugaban la nariz cada vez que oían un comentario como ese, y miraban hacia la puerta, quizás esperando que entrase por ella al que todo el mundo consideraba el príncipe de Slytherin, a quien los Slytherins consideraban genial, guapo y astuto.
Pero Harry ignoraba esos comentarios e iba después de clases a la enfermería, y se quedaba allí hasta que la enfermera lo hacia fuera.
Sus mejores amigos se preocupaban por él.
- Debe sentirse culpable - decía Hermione Granger cada vez que lo veía salir.
- Nadie pidió al hurón que se interpusiera en aquel hechizo, si lo hizo fue por su propia voluntad, Harry no tendría que sentirse mal por ello - decía Ron Weasley.
- Yo encuentro que es tan romántico… - decía Ginny Weasley con voz picara, a la que todos miraban como si estuviese loca.
Otros mejores amigos también se preocupaban.
- Cuando despierte le echare un crutacius, a ver si aprende a no hacerme preocupar - decía Pansy Parkinson, quien por las noches solía ir a la habitación de Draco solo para tumbarse en su vacía cama.
- Cuando despierte voy a hacer que escupa el porque se metió en medio de esa batalla - decía Blaise Zabini mientras miraba con odio a Potter.
- Cuando despierte estoy seguro que nos tendrá que decir una sorpresa no muy agradable - decía Theodore Nott con mucha tranquilidad.
Gregory Goyle y Vicent Crabble no decían nada, quizás se sintieran culpables de no haber podido proteger a Draco Malfoy.
Algunos no volverán, a sus casas contemplar
Sus padres, novias, y amigos no los verán nunca más
Y escucho una voz, susurrando amor
Un sueño de esperanza de un joven corazón
- Hoy llueve… recuerdas Draco... aquel día también llovía…
Y Harry se sumergió en sus recuerdos.
Harry caminaba de regreso a su Sala Común después de entrenar al Quidditch. Había cancelado el entrenamiento al ver que comenzaba a llover, pero los chicos habían protestado, y habían seguido jugando al Quidditch, pero él...
Últimamente sentía un hastío en todo lo que hacia, las clases pasaban mientras miraba a la ventana, en aquel entonces daba igual que estudiase o no, moriría a manos de Voldemort, esa era su impresión. Se pasaba los días sin hacer nada, sentado junto al fuego, dormitando la mayoría de las veces, tenía siempre sueño, pero le costaba dormirse. Se hallaba en el fondo de un precipicio y no sabía como volver a subir por él.
Aquel día no era diferente.
Hasta que algo llamo su atención.
Una figura estaba bajo la lluvia empapándose.
Una figura de aparente fragilidad.
Harry se sintió atraído por ella y dejo que la lluvia resbalara por su cuerpo también, pronto aquella figura alzo los ojos desafiantes y vio que eran plateados, y que aquellos ojos pertenecían a Malfoy.
- Te estas mojando - observo Harry.
- Tu también.
Y unos momentos de confusión pasaron hasta que Malfoy dio la vuelta y se fue lentamente.
- La curiosidad venció entonces, sólo quería saber porque estabas bajo la lluvia, mi mente no podía olvidarte, eras un enigma... todavía lo eres... y te amo por ello, pero incluso si te conociera completamente no podría dejar de amarte...
No podía dejar de mirarlo, desde la otra banda del Gran Comedor, en las clases que compartían, siempre que estaba a la vista su atención se concentraba solamente en él.
Y se divertía cuando notaba al chico enfurruñarse cuando descubría sus miradas, y entonces le miraba como si pudiera matarlo con la mirada.
Entonces vinieron las notitas amenazantes.
Harry se reía cuando las leía, habían en ellas mil y una maneras de torturar a Harry que Draco pensaba utilizar si no paraba de mirarlo.
Harry le escribió de vuelta "perro ladrador poco mordedor"
"¿Me estas llamando perro¡Especie de babosa insignificante¡Eso eres tú! Te cogeré un día de improviso y te encerrare en las mazmorras, y allí te morirás de hambre hasta que alguien encuentre tu cadáver"
"¿No me darás ni postre?"
"Claro que no, te morirás de hambre, y tendrás que comer gusanos y las ratas que allí habitan... y Patil llorara, pero pronto encontrara el consuelo en otro chico"
"He roto con Parvati, se canso de que no la hiciera caso"
"Bien, comienzo a considerar que ella tiene algo de buen gusto, lastima que sea una Gryffindor"
- Era divertido, era como renacer, siempre encontraba una misteriosa notita en los lugares más insospechados, en el bolsillo del uniforme, encima de mi cama, entre mis apuntes, nunca logre descubrir como lo hacías ¿me lo dirás cuando despiertes?
Volvía a tener insomnio, estaba tan cansado, tenía tanto sueño, pero llevaba varias horas dando vueltas en la cama sin poder cerrar los ojos.
Finalmente decidió levantarse e ir a tomar un baño en los lavabos de los Prefectos, Harry no lo era, pero a esas horas nadie se enteraría de ello.
Dijo la contraseña que Ron le había dado, y entro quitándose la capa de invisibilidad.
- ¿Potter?
Harry miro hacia el sonido de la voz, imaginándose quizás que era Myrtle, y se encontró con Draco Malfoy, un Draco Malfoy dándose un baño, con el agua escurriéndose por su pelo, una gota caía por el cuello, otra gota delineaba sus labios, y Harry sentía su boca seca...
Solo pudo dar un paso hacia atrás y resbalo aplastándose la cara contra el suelo.
Pies blancos sobre mármol negro, pies desnudos demasiado cerca de la cara de Harry y Harry levanto la vista para encontrarse a un muy desnudo Slytherin.
- Yo solo... no podía dormir... quería darme un barro, quiero decir baño... - balbuceo Harry
Draco sonrió de esa manera que hacia que quienes lo contemplaban sintieran un escalofrío por todo su cuerpo. Apunto a Harry con la varita (que Harry no se había fijado que estaba en su mano, estaba demasiado absorto en observar otras cosas de Draco) y...
Harry acabo dentro de la bañera vestido con Draco mirándolo arrogantemente desde el borde. Harry no dudo en utilizar su propia varita (que llevaba en el bolsillo) y un "accio" para que Malfoy acabara también allí dentro.
Ahora era Harry quien sonreía.
Pero poco duro su alegría cuando noto que un chorro de agua impactaba contra su boca.
Y se vengo...
- Fue la primera vez que peleábamos entre risas...
- Señor Potter - y Harry se sobresalto encontrándose a la Enfermera Pomfrey detrás suyo - ya es hora de cenar, tiene que ir al Gran Comedor.
- ¿No me puedo quedar aquí?
- Debe...
- Por favor - suplico Harry
- Bueno, pero no va a dormir aquí, se tendrá que ir a la torre de Gryffindor.
- ¿Y como no vino aquí¡¡¡Si se encontraba mal hubiera podido venir a dormir aquí, nada de dormir en la torre de Gryffindor!
- No grite, por favor... ayer no me encontraba resfriado... - y Harry tosió.
- Acuéstese, Señorita Granger ayúdelo
- Si... vamos Harry - la enfermera se fue a por unas medicinas y la chica no tardo en reprenderlo - ¡Como se te ocurre salir de noche sin más abrigo que la capa de invisibilidad¡Y caerte vestido en el baño! - evidentemente Harry no había dicho nada de aquella pelea con Draco a nadie.
La chica no se aparto de su lado hasta que la enfermera la mando a clases, incluso le dio el desayuno, y seguía amonestándolo, por suerte Ron estaba allí y intentaba suavizar a la chica. No hubo ningún momento de tranquilidad, y menos cuando Harry se quejo de la comida que le daban, Hermione le explico que era comida ideal para enfermos.
Las horas pasaban lentamente, no había nadie con quien hablar, la enfermera estaba en su despacho creyendo que Harry dormía, y comenzaba a hacerlo cuando hubo un revuelo extraño en la cama de su lado. Se levanto lentamente para ver que pasaba, y encontró, en medio de las sabanas revueltas, una magdalena con chocolate (aquellas que no le habían dejado comer), un tubito de los que usaban en pociones y una nota.
"La he hecho en clase de pociones, ya sabes que soy un alumno aventajado, hará que te recuperes antes (no es del todo legal, por eso Madame Pomfrey nunca te la dará, pero es muy eficaz). No es preocupación lo que hace que te envíe esta poción, pero encuentro ridículo que te mueras por un resfriado, eso hará que la gente crea que es fácil ganarte, y hará que crean que yo también soy débil"
Harry rió (tanto como su dolor de cuello le dejo), y escribió una breve nota detrás de aquel papel, y después llamo a Dobby, y le pidió que discretamente dejara esa nota al lado de Malfoy. Y se tomo la poción, solo Voldemort podía matarlo así que aunque fuera veneno no moriría.
Más tarde Hermione le explicaba una anécdota que había pasado en Runas Antiguas, al parecer Malfoy había gritado por todo lo alto, sin venir a cuento (al menos para Hermione y Ron), " ¡Desagradecido¡Le envió una magdalena de las que más me gustan, y cree que es porque me preocupo!"
- Desde aquel día me escabullí a las cocinas para coger magdalenas de chocolate, y te enviaba una nota con ellas "Esta es porque se que son las magdalenas que mas te gustan", "Esta es por haberte preocupado por mi" o "Esta es por Harry Potter" estaban destinadas a enfuruñarte, aunque con el tiempo cambiaron "Esta es porque te quiero", "Esta porque estas muy hermoso hoy" o "Nos vemos a las nueve"
- Señor Potter, ya ha acabado de cenar, váyase a dormir.
- Si, Enfermera Pomfrey.
Cuando salga el sol
Y sientas su calor
Volveré aquí donde hoy te besé
Cuando salga el sol
La sala común de Gryffindor estaba animada cuando Harry entró, y las conversaciones se fueron apagando con rapidez. Harry solo pudo pensar que allí donde él entraba traía el silencio, la soledad, la angustia; era como un agujero negro que absorve la luz, a su alrededor solo hay tinieblas.
- Siéntate aquí Harry - le llamo Hermione desde su butaca favorita. La preocupación se reflejaba en los ojos de la chica.
Pero Harry sólo tenía ojos para la butaca.
Veía en el ella a un rubio leyendo un libro. Harry le pregunto como había entrado y él había sonreído como sólo él sabía hacer, diciendo con ella que habían muchos misterios dentro de Draco. Pero eso había sido unos días antes de acabar el sexto curso, por aquel entonces ya habían pasado muchas cosas entre Harry y Draco.
- ¡Harry!
- Lo siento Hermione, me distraje - dijo sonriendo afectuosamente, quizás no tanto para la chica, sino para aquel recuerdo. Pero Hermione no lo sabía y pensó que volver a ver a Harry sonreír era un buen cambio.
- ¿Quién gana? - pregunto a Ron y a Ginny que estaban jugando al ajedrez, de mientras se sentó en las mullidas butacas rojas de Gryffindor.
- Yo - dijo Ron alegremente - me encanta al ajedrez - dijo haciendo un rápido movimiento - jaque mate.
- ¡Te odio Ron!
- ¿Juegas Harry?
- Cualquier persona (fíjate que digo persona) que se precie debería jugar al ajedrez, es una batalla entre dos fuerzas que requiere de todo el ingenio de los contrincantes, toda su astucia, en Slytherin organizamos competiciones de ajedrez.
- Yo lo veo como una alegoría de mi vida.
- Lo es, y harías bien en jugar más a menudo, quizás te de ideas para ganar la batalla.
- No veo como, cómo no convierta a Voldemort en una pieza de ajedrez...
- ¿En el rey negro?
- Si, son tan parecidos, se resguarda detrás de todas las otras piezas, casi no se mueve, pero muerto él acabado el juego, sin embargo... cuesta tanto llegar hasta él...
- ¿Y la dama negra sería Bella?
- Lestrange estaría bien, pero tu padre también haría buen papel, como tiene el pelo largo... - lo que le valio un golpe en el brazo.
- No, mi padre y Severus serían los dos alfiles.
- ¿Y las torres y los caballos?
- Las torres podrían ser Crabble y Goyle Padre, tienen su misma corpulencia... los caballos... quizás los hermanos Lestrange. Y Los peones serían los demás mortífagos.
- Y en mi bando yo sería el rey - dijo Harry.
- Pues quedarías bien de Dama, eres igual de sumiso.
- No eres nadie para llamarme sumiso, te recuerdo que anoche...
- Además - le corto Draco - Dumby reúne casi todas las características del Rey: escondiéndose siempre detrás de la orden del Fénix, no se le ve en las batallas... pero si él muere la lucha continuara...
- Hasta que yo muera...
- Pero no morirás. Bueno, tu eres el Rey, Dumby - Harry no dijo nada por el mote con que Draco llamaba a Dumbledore, había intentado por todos los medios que no le llamara así, pero Draco le sonreía inocentemente y el decía que era un mote cariñoso - es la Dama, lleva casi tantos anillos como una mujer, por no hablar de que se trenza la barba.
- Ron y Hermione serían los alfiles. Y... Ginny sería un caballo sin duda, Neville y Luna serían las torres... me falta un caballo...
- ¿Los Gemelos Weasley?
- Si... los peones serían los de la Orden...
- ¿Harry? - y Harry volvió a ser consciente de lo que le rodeaba - ¿Juegas?
- Si, solo recordaba que hace tiempo alguien me dijo que todos deberían jugar al ajedrez, que desarrolla el ingenio y la astucia - y Harry sonrió melancólicamente.
- Eso es algo muy Slytherin.
- Bueno, los Slytherins tienen competiciones de ajedrez entre ellos - dijo Hermione, y los chicos se la quedaron mirando - sale en Historia de Hogwarts: los Slytherins compiten desde 1632. No se quien te dijo eso Harry, pero creo que tenía razón - Harry sonrió, suerte que Hermione no sabía que estaba hablando de Draco - me gustaría conocerla...
- Conocerlo, y lo conoces, pero no va a ser posible de momento que hables con él...
Y fue junto a mí, sin nada decir
Callado sufriendo, a punto de combatir
Y todo empezó y escuche su voz
Que bajo una espada se apago
En la soledad del dormitorio (porque era el único que permanecía despierto) Harry miraba las estrellas por la ventana. Sentía las suaves respiraciones de sus amigos, y el ronquido de Dean, y el silbido que hacia Ron al expulsar el aire.
Había mucha paz allí.
Y volvió a recordar el día en que jugaron al ajedrez por primera vez.
- Pero si él muere la lucha continuara...
- Hasta que yo muera...
- Pero no morirás.
Y recordó la voz de Draco al decir aquel "no morirás" segura y decidida. ¿En aquel momento ya estaba dispuesto a morir por Harry¿A meterse en medio de una maldición de las peores que existían¿En una maldición que le sumió en un mundo lleno de pesadillas?
Porque ahí es donde estaba Draco, soñando pesadillas, y nada podía volverlo a traer al mundo real, ninguna poción que hacia Snape (algunas de las cuales eran experimentos suyos) nada que Madame Pomfrey pudiera hacer, ninguna idea por parte de Dumbledore, quizás lo único que podía traerle de regreso era su propia voluntad, de la que Draco tenía mucha, pero Harry no sabía si la suficiente para vencer a sus pesadillas.
Y si Draco despertaba... nada podía asegurar que fuera el mismo Draco que antes... se podía haber vuelto loco o... podía haberse vuelto un nuevo Lord Oscuro.
Pero Harry estaba decidido a quedarse junto a Draco, si acababa el curso y todavía estaba en coma se lo llevaría a su casa (a la que Harry planeaba comprar) y lo cuidaría con todo el esmero posible, no dejaría que lo encerrasen en San Mungo como a todos los que recibían esta maldición. Y si Draco despertaba no muy cuerdo o se había convertido en un Lord Oscuro... Harry no sabía bien lo que pasaría, pero estaba dispuesto a seguir a su lado.
Al final le busque y enseguida le encontré
Con un aliento de vida agarrado a su piel
Me hizo jurar que volvería atrás
Y que aquellas palabras no debía olvidar
- ¡Que día más bonito que hace¡No ha salido el sol, esta nublado, pero no parece que vaya a llover¡Lo que lo convierte en un día perfecto!
- Sobretodo para una cita en Hogsmeade con Hermione ¿no?
- Bueno - y Ron se sonrojo a más no poder - Hermione y yo estuvimos pensando que nos gustaría que vinieras con nosotros.
- ¡Ni hablar! No pienso hacer de alcahueta.
- No va a ser una cita, sino una salida de amigos ¡Vamos! No acepto un no por respuesta, y no voy a dejar que pases un día más encerrado en la enfermería.
Y Ron salio de la habitación dejándolo solo mirando por la ventana, allí entre los valles se podía ver el pequeño pueblo de Hogsmeade.
- Nunca fuimos a Hogsmeade Draco ¿Por qué? Las razones que me daban entonces, no me parecen validas hoy, no tengo ningún recuerdo tuyo allí. Se que la guerra amenazaba el pueblo, que se habían prohibido las visitas, pero... podíamos habernos escapado.
Cuando salga el sol
Y sienta su calor
Dile que con ella no podré volver
Cuando salga el sol
Harry entro en la enfermería y se dejo caer en la silla que había al lado de la cama de Draco.
- Lo siento Draco, no he venido esta mañana. Hoy... he ido a Hogsmeade con Ron y Hermione, se que no te caen bien... pero son mis mejores amigos... quizás los únicos, porque los otros no han compartido los momentos que he compartido con ellos... creo que son lo que me mantiene cuerdo... hacen que no me hunda en la desesperación que siento por no tenerte a mi lado... Te amo Draco, nunca dudes eso...
Y Harry se levanto de la silla y se acerco a Draco, le aparto lentamente el cabello de la cara, le acaricio las mejillas que todavía se mantenían sonrojadas, paso sus dedos por los labios del chico y se inclino para besar dulcemente su boca. Una lágrima resbalo por la mejilla de Draco, pero provenía de Harry.
- Si fueses la Bella Durmiente te despertarías ahora, pero no lo eres, aunque nadie dudará de que eres bello y que estas durmiendo - agrego con media sonrisa - ni que eres bello cuando duermes...
Harry ya se había recuperado del resfriado, y había comenzado a enviar magdalenas a Malfoy para fastidiarle un poco, se divertía con ello, pero había surgido un problema.
Un problema que hacia que Harry se diese cabezazos contra las paredes cuando surgía. A veces, en los momentos más impensados, recordaba a Malfoy tal como lo había visto en el baño de los Prefectos: Desnudo en medio de la tina, con las gotas resbalando por todo su cuerpo, haciendo que Harry quisiese recoger aquellas gotas con sus dedos, o, a veces, imaginaba que era su lengua la que probaba el sabor de aquellas pequeñas gotas.
La mayoría de las veces que pasaba esto, acababa corriendo a la torre de Gryffindor para darse una ducha fría (en otras ocasiones no podía ir a Gryffindor, había sido especialmente bochornoso cuando le había pasado en pociones, con Snape de mal humor, y él mirando embobado a Draco que estaba sentado unos asientos más adelante)
Pero aquel día simplemente paseaba por un pasillo desierto, de esos que suelen abundar en Hogwarts, un pasillo por el que Harry nunca había pasado, que acabo en una terraza con vistas al lago.
Muy hermosa vista, sin duda, pero había algo más bello recostado contra el muro. Draco dormía mientras el sol lo acariciaba, un libro había caído de sus manos, sin duda había estado leyendo y se había acabado durmiendo bajo los rayos de aquel sol primaveral.
Harry no sabía que hacer, quería quedarse contemplándolo, pero tenía miedo de que se despertara y se lo encontrara allí. Pero el deseo fue más fuerte que el miedo, y Harry permaneció unos minutos inmóvil, para después acercarse lentamente y tocar su cabello con las manos, e inclinarse y besarlo.
Fue sólo una caricia, pero... Harry quedo aturdido. Era la más maravillosa sensación que había sentido nunca, así volvió a acariciar los labios de Draco con los suyos, y se volvió a perder en esa sensación de pleno bienestar.
En medio de ese aturdimiento se dio cuenta de una cosa, dos ojos grises lo observaban. ¡Draco se había despertado!
Enseguida Harry se aparto y cayo de espaldas, los inexpresivos ojos de Draco lo observaban.
- Yo... lo siento... no quería... bueno, si quería, pero no de esta manera, yo...
Pero los inexpresivos ojos de Draco seguían fijos en él, así que Harry sólo pudo levantarse rápidamente y correr, correr tanto como lo daban las piernas.
- ¡Señor Potter! - y Harry emergió desde las profundidades de su memoria - Va a ir a cenar al comedor, y esta vez no le dejare que se quede aquí.
- Claro, ahora mismo me voy - y la enfermera satisfecha desapareció en su despacho.
Harry lo aprovecho para acariciar otra vez la piel de Draco, y besarlo como había hecho aquella vez, sólo con una caricia.
- Iremos a Hogsmeade cuando despiertes, te lo prometo, iremos tu y yo, ahora ya no hay peligro de ataques... y visitaremos todas las tiendas de Hogsmeade, iremos a comprar a Honeydukes montones de magdalenas de chocolates, así que despierta pronto amor...
Hacia ese lugar firme caminé
Llevando conmigo un peso
Que quería perder
Llevando el adiós de un pobre corazón
Portando conmigo palabras de dolor
El Gran Comedor estaba tan animado como siempre, las cenas siempre habían sido igual, conversaciones entre amigos explicando lo que había ocurrido durante el día, eso era algo que la guerra no había cambiado, Hermione y Ron contando lo que habían visto en Hogsmeade y Harry asintiendo con la cabeza. Las cenas siempre habían sido animadas...
...y los desayunos siempre silenciosos, con alumnos demasiado dormidos.
Harry abrió su boca y comió un brioche y sintió un amargo sabor en su boca, escupió enseguida aquello que había comido.
- ¡Que asco Harry! - grito Hermione - ¿Se puede saber que haces?
- Esta malo, amargo...
- Quizás trates de envenenarte - sugirió Ron - mira como te mira el hurón.
Draco lo miraba desde su mesa con el odio brillando en sus pupilas. Intensamente, sin parpadear siquiera. Lo quería ver muerto, quería matarlo el mismo.
Harry rehuyo su mirada, y se mordió el labio inferior.
Dolía.
- Hermione...
- ¿Te ha sentado mal¿Quieres que vayamos a la enfermería?
- ¿Tienes aquí un papel y una pluma?
- ¿Qué? Si que tengo pero...
- Por favor, déjamelo.
Y aunque Harry creyera que de nada serviría escribirle a Draco las razones por las que lo había besado, escribió, y escribió, dejando que su corazón hablara de la vez que lo vio bajo la lluvia, de muchas otras veces que lo había observado, de la forma en que lo amaba...
Y envió el mensaje junto a una magdalena a través de Dobby.
- ¡Harry!
- Lo siento, estaba distraído.
- Últimamente te distraes mucho...
- Lo se... recuerdo...
- ¿Los tiempos de la guerra?
- Si, recuerdo que también hubieron cosas buenas en aquellos tiempos, que ahora parecen tan lejanos, parece que hace mil años desde que todo pasó.
- Amigo, sólo han sido dos meses...
- Pero la vida ha cambiado tanto en estos dos meses, una vida mejor, que opaca los tiempos de la guerra que hace que parezca tan lejana...
- Si Hermione...
Pero Harry no estaba de acuerdo en lo que acababa de firmar, pero como no quería preocupar a sus amigos les sonrió y le dio la razón a la chica. Él preferiría mil veces volver a vivir la incertidumbre, la angustia de la guerra, sus horrores, con tal de que Draco volviera a estar a su lado, que le abrazara mientras veían el amanecer, que le besara, que le acariciara...
Cuando salga el sol
Y sientas su calor
Piensa en él acariciando tu piel
Cuando salga el sol
Con la Capa de Invisibilidad encima suyo entró cuidadosamente en la enfermería, vigilando no hacer ruido y desactivar momentáneamente las alarmas que Pomfrey tenía para avisarle si entraba algún herido.
Se acerco a la cama donde dormía su ¿novio¿amante? nunca habían necesitado usar ese termino, nunca habían discutido lo que eran, no habían tenido esa necesidad, eran dos personas que se amaban.
Se estiro a su lado y lo abrazo, manteniendo su cuerpo junto al suyo lo más cerca que podía. Aspiro el aroma de Draco desprendía, su Draco, era el mismo de siempre, el que a Harry tanto le gustaba respirara, recordaba...
- Me gustaría respirar siempre este olor - dijo Harry mientras ponía su cabeza en el hueco del cuello de Draco.
- No digas tonterías - se rió Draco - el olfato humano acaba acostumbrándose a los olores al cabo de unos minutos, si lo respirases siempre no lo notarias...
- Pero eso significaría que estarías siempre a mi lado, entonces sería la persona más feliz que existiese encima de la tierra.
Pero no tuvieron tiempo de seguir hablando de olores porque se tuvieron que separar de inmediato, Harry había encontrado a Draco en la biblioteca en un momento en el que no había nadie cerca y se le había acercado, pero ahora se oían unos pasos, y los dos chicos se despidieron yendo cada uno hacia un lado diferente.
Harry estrecho todavía más contra su cuerpo el cuerpo inerte de Draco. Y ya no pudo aguantar más, comenzó a sollozar bajito, sin querer llamar la atención de nadie, aunque no había nadie más que ellos dos en aquella habitación.
- Vuelve a mi Draco... no puedo seguir así, paso más tiempo hundido en mis recuerdos que prestando atención a lo que realmente me rodea, porque en mis recuerdos estas tu, y sólo allí soy feliz... vuelve a mi... como yo volví a ti aquella vez...
El partido Gryffindor-Slytherin no había acabado muy bien para nadie, y menos que nadie para los buscadores. Finalmente, después de cinco años Draco había cogido la Snitch, y no había sido una persecución muy igualada.
Todos habían visto que Harry no estaba en forma, y nadie sabia con exactitud que era lo que pasaba, últimamente los entrenamientos de Quidditch de Gryffindor habían estado flojos, Harry además aparecía con ojeras por las mañanas, sufría de insomnio y estaba más distraído de lo que era normal en él, y cuando le preguntaban que qué era lo que le pasaba, Harry sólo forzaba una sonrisa y decía que nada, para volverse a quedar inmediatamente ausente.
Hay que decir que no había vuelto a encontrar nada de comida amarga, ni agria, ni nada que tuviera mal sabor. Pero ahora Draco ni siquiera lo miraba (eso es lo que le parecía a él, Draco lo miraba de reojo)
El partido de Quidditch no acabo sólo con la Snitch en la mano de Draco, también acabo cuando Harry cayó de la escoba y perdió el conocimiento.
Despertó sintiendo unos labios que le besaban y no reconoció quien era hasta que esa persona le paso las gafas, entonces se encontró con que Draco le miraba dulcemente (algo que jamás le había pasado)
- Malfoy...
- ¿Si?
- ¿Estoy soñando? - y Draco rió con esa risa tan liviana que enamoro a Harry todavía más.
- Quizás...
- Si yo te besara ahora ¿Volverías? Te he besado ya tantas veces y no has despertado...
Sin embargo Harry no lo beso, el sueño se había apoderado de él y lo llevaba rápidamente a la inconsciencia.
Y soñó con Draco, con la risa de su Draco, sus escalofriantes sonrisas, sus...
Pero no tardo en volverse a despertar, el sol entraba por los grandes ventanales, y nadie había cerrado las cortinas. Era evidente, no había ningún otro paciente que Draco, y si este se despertaba para quejarse por el sol que entraba, sería bien recibido.
- Hace un día hermoso, aunque si estuvieras despierto lo más seguro es que te estuvieras quejando... son las seis de la mañana, sólo los pájaros están despiertos a estas horas, piando horriblemente... Buenos días Draco - y le beso suavemente como cada mañana hacía.
Harry se acerco al ventanal y miro a través de él. Desde allí se veía parte del jardín, también parte del castillo con la torre de astronomía elevándose.
- ¿Qué hora es? - pregunto Draco aquella vez.
- Las seis de la mañana, es temprano, pero escucha, los pájaros están cantando, saludan el nuevo día...
- Muy romántico Potter - Eso era algo malo, Draco sólo lo llamaba ahora Potter cuando había gente delante, o cuando había hecho algo que no le gustaba. Además, estaba utilizando ese tono irónico que utilizaba en las peleas de hacia tiempo - ¡Son las seis de la mañana¡Y los horribles pájaros están despiertos a estas horribles horas piando horriblemente¡Yo quiero dormir!
Harry estaba perplejo, nunca había visto a Draco comportarse así, tardo un poco en darse cuenta de lo que pasaba (Harry tampoco estaba muy despierto ¡eran las seis de la mañana!)
- ¡Tienes mal despertar!
- Si... ¿y que? Recuérdame que no vuelva a ver a estudiar astronomía, prefiero suspender antes que volver a tener un despertar como este...
Harry sólo pudo reírse interiormente, intentando no ofender a Draco, que parecía estar de muy malas por la mañana. Cada día que pasaba descubría algo nuevo de él, y cada día que pasaba descubría que su vida comenzaba a centrarse sólo alrededor de Draco.
- Será mejor que vuelva a mi torre Draco, pero quiero que sepas, que si algún día llegas a despertar estaré a tu lado, siempre a tu lado... mi Draco - y Harry emprendió la vuelta a su torre.
Cuando salió el sol
Y sintió su calor
Vi caer una lagrima a sus pies
Al salir el sol
- Harry... - murmuro la única persona que quedaba en la enfermería.
