Capitulo 2: El agua de las lechuzas.

Al día siguiente, Inés se levantó precipitadamente, aunque no sabía por qué. Se vistió y bajó a desayunar. No había apenas nadie en el gran comedor, solo alguna gente de Gryffindor.

A medida que fue pasando el tiempo, el gran comedor se fue llenando de gente, y poco antes de que llegara Draco, Snape repartió los horarios.

Como era normal Inés tenía un horario para Draco y para Mischa (su otra gran amiga). Al sentarse ellos en la mesa Inés casi no les miró siguió allí sentada mirando su plato de tostadas con cereales.

Ellos cogieron los horarios y los analizaron de cabo a rabo. Ese día había: Transformaciones (doble), Pociones y una hora libre.

Bueno-dijo Draco- tenemos pociones con Potter, y si luego van a la biblioteca, que irán, iremos nosotros también.

Estaremos más cómodos en la sala común Draco- dijo Inés mirando hacia la mesa de los Gryffindor donde Potter y sus amigos charlaban animadamente.

Es cierto- además han cambiado la decoración, y yo la quiero examinar detalladamente- dijo Mischa.

Pero Inés sabía que esa no era la verdadera razón, a ella le gustaba algún Gryffindor también porque nunca hablaba mal de ellos y siempre, de una forma u otra los defendía.

La había visto mirar hacia su mesa cada vez que pasaban, con melancolía se acercaba hacia su reloj de puntos y no solía quitarles ninguno.

Su color favorito era el rojo, pero no se lo decía a nadie.

Inés sabía que ella estaba en su misma situación, pero no decía nada porque seguramente su amiga también se habría dado cuenta.

Estuvieron unos minutos desayunando y Draco miraba a la mesa de Gryffindor a cada minuto.

Inés hacía que miraba pero no era capaz de mantener la mirada hasta los Gryffindor. Simplemente mantenía la mirada perdida, sin mirara a nada ni a nadie, pero algo la sacó de sus pensamientos.

Unos estrepitosos ruidos se oyeron en todo el comedor, las lechuzas estaban entrando por los ventanales, pero lejos de producir el suave huluelo que generalmente producían, estaban formando un gran escándalo.

A Draco le llegó la lechuza de sus padres, siempre limpia y educada estaba ahora cubierta de una capa de algo asqueroso, verduzco y de mal aspecto.

Por suerte Kreemid, la lechuza de Inés, no apareció.

Draco no se atrevió a tocarlo, pero otros muchos lo hicieron. Segundos después se oía como todos los profesores, los cuales no habían tocado las pocas lechuzas que habían caído a su lado, gritaban alocadamente:

¡¡No las toquéis!!- mientras lanzaban hechizos que paralizaban a los alumnos. El problema era que algunos tenían el líquido verde en sus manos, o incluso a las propias lechuzas.

Poco tiempo después estaba medio colegio congelado y el otro medio aterrorizado.

Nadie sabía que era aquella cosa verde, ni quien la había hecho llegar, ni porqué, solo sabían que quien fuera el culpable, quería vengarse de Howarts o de alguien de allí, que había elegido un fecha clave, y que fuera lo que fuera esa cosa verde era peligrosa.

Aquella fue la peor mañana en toda la vida de Inés. Draco, a pesar de haber intentado no tocar nada, fue salpicado por su lechuza.

En la enfermería no había camas suficientes para tanto enfermo, así que hubo que coger algunas clases inutilizadas para poder atenderlos.

El profesor Snape, junto con la profesora Sprout, preparaban todo tipo de pociones para los enfermos, pero al parecer ninguna funcionaba.

Su pesadilla estaba aumentando, cada vez había más gente infestada, las lechuzas ya no entraban en los terrenos de Howarts, pero la enfermedad se pasaba de unas personas a otras. Muy pocos conseguían librarse y pronto enfermaban.

Inés se sentía cada vez más débil, no lo podía aguantar.

Era un escozor que a todo el mundo le iba cogiendo. Poco a poco quedabas más débil, y luego no se podría hacer nada.

Por desgracia, los profesores también fueron cayendo y las escenas de pánico eran cada vez más frecuentes en Howarts.

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Espero que os haya gustado el cáp., y voy a aprovechar para responder a unas reviews:

Marta Black: a ver, no soy contradictoria, el capitulo se llamaba: Dos lugares en mi mente. 2, 2, 2,2 y 2. A ver si leemos los títulos.

Yoli Weasley: Gracias por las reviews, guapa. Supongo que te leerás este cáp. y que te gustará mucho. Yo tengo 12 años. Gracias por todos los ánimos.

Gracias a todos.

Inés Tonks