Capítulo 5: Desde hace dos años.
El resto del viaje transcurrió sin mucho que contar, porque todos pensaban en lo que había pasado, y en lo que pasaría. Sin ninguna duda, todos tendrían que aliarse contra Bella, que ahora era prácticamente Voldemort en mujer, pero sabían que había una posibilidad entre 10.000.000.000 de que todos se aliaran y consiguieran derrotarla.
Al llegar a Londres, todos se fueron a sus respectivas casas, no sin antes quedar en verse el día siguiente en el parque.
Inés volvió aquella noche a su casa, y le resultó más raro de lo que hubiese imaginado.
No solo estaba en casa cuando debía de estar en el colegio, además todo estaba lleno de flores, invitaciones de distintos tipos, direcciones de restaurantes y de salas de bodas y de fiestas, menús, etc.
La invitación que sus padre habían escogido era la más bonita. Eran del rosas que se cruzaban, todo de color blanco y crema.
Toda la casa estaba muy cambiada, ya no era solo las cosas materiales, en la casa se respiraba otro ambiente.
Todo estaba más alegre, más bello, más……. Todo.
Al entrar en su habitación, normalmente ordenada gracias a todo tipo de hechizos, se encontró el traje de gala de su padre, y otro nuevo por allí colgados.
Suponía que sus padres habían utilizado su cuarto para guardar las ropas de la boda durante todo ese tiempo.
También había una caja de puros mágicos que no se agotaban nunca sobre la mesa.
En el suelo, también había una especie de lamparitas muy pequeñas que se encendían al chistar con los dedos, eran muy graciosas aunque poco efectivas, porque cuando estaban apagadas solo con dar un paso se encendían, con lo que la habitación parecía una discoteca.
Había también muchas telas blancas para el vestido de novia, aunque también había otras más coloridas, pero, aún así muy sufridas.
Pero lo que más impresionó a Inés fue el montón de velas que había.
La mayoría de las velas eran doradas, y de muchos tamaños distintos, pero había otras, más bien chiquitinas, que eran de color rosa.
Otras velas, al encenderse (estas se encendían soplando sobre ellas), empezaban a sobre volar la habitación, dejando a su paso un rastro de humo en forma de corazón.
También había por allí cestas con pétalos y arroz, y una muy pequeñita que tenía una caja roja (seguramente la de los anillos) y estaba muy bien decorada con lazos y demás.
Se veía que la habitación había sido el centro de toda la boda, y seguramente, muchas de las cosas que allí había iban a estar en la ceremonia al día siguiente.
Inés se apresuró a buscar más cosas por toda la habitación, aunque solo pudo encontrar la lista de bodas (que se encontraba bajo su libro favorito: 12 maneras de esquivar los problemas), bastante amplia con 150 invitados, de los cuales únicamente 138 habían confirmado su asistencia.
Inés aprovechó el momento, para ver cuantos miembros de la organización de su padre iban a asistir.
A Inés la verdad es que esa organización no le importaba demasiado, pero la respetaba, porque le tenía mucho respeto a su padre, ya que lo conocía desde hacía 2 años.
Poco tiempo después, cuando ya había rebuscado por todos los rincones de su habitación Inés empezó a sacar algunas cosas de su maleta.
Aunque apenas le dejaron tiempo para hacerlo, porque poco después su padre y su madre estaban dentro de la habitación para hablar con ella.
Inés ya pensaba que iban a hablar de lo de las lechuzas que era lo único de lo que había hablado en lo últimos días. Pero no, era otro el tema del día y ¿cuál: la boda.
Su madre comenzó: Inés, tu sabes que desde hace dos años, hemos estado viviendo con papá, pero no sabes el principio de la historia.
Y es que cuando tu eras muy pequeñita tu pa... No, Haylie, déjame a mi:
Hija, tu sabes que yo llegué, sabes cómo llegué, pero nunca te hemos contado toda la historia.
Hace 19 años había un época de crisis Voldemort estaba en su mejor momento, y nadie podía sospecha que eso acabaría.
Yo pertenecía a una sociedad secreta llamada "La Orden del Fénix" aunque aún pertenezco a ella, esa fue la orden original.
Yo tenía un papel muy importante, era el coordinador de las operaciones informativas, todo aquello que se descubría tenía que ser conocido por mi, antes que por ningún otro.
Sin embargo no realice bien mi trabajo, varios de nuestro operativos fueron atacados por el mismo Voldemort, y en la Orden había ciertos indicios de que fuera posible, pero yo no fui lo suficientemente inteligente para poder descubrirlo. Los afectados fueron los Lombottong, (los padre de Neville), y los Potter.
Al enterarme de la noticia decidí irme, olvidarme de todo, no pensar, así que recogí mis cosas, pedí permiso a Dumbledore y llamé al autobús noctámbulo.
En el estuve hundido y desesperado durante semanas, hasta que me atreví a bajar.
No se si fue mala suerte o cosas del destino, pero aparecí aquí, en el callejón Diagon.
Me quedé esperando toda la tarde, y cuando comenzó a anochecer pregunté a un transeúnte por algún lugar donde alojarme, con la suerte de encontr... ¿A mamá?- dijo Inés curiosamente.
No, a tu tía Nymphadora.
Ósea que vosotros os conocéis a través de la tía Ny, por eso me odia, porque te fuiste con mamá.
- Bueno, si algo parecido, porque hay comienza otra historia distinta, pero no es el momento ni el lugar, para contártela.
Hubo un silencio corto pero en el que todos pensaban algo; Remus empezó a pensar en el momento en el que conoció a Haylie, ella pensaba en el primer beso que hubo entre ellos dos e Inés pensaba, "pues es más guapa mi madre".
Papá, y ¿porqué te fuiste?
Porque... los Potter murieron... y regresé... porque murió Sirius. Pero lo hice de una manera distinta, me había dado cuenta de que no me podía obsesionar con la Orden y no os podía abandonar, tenía que luchar por mi familia y por mis ideales, volví para protegeros, y desde hace dos años mi vida es absolutamente perfecta.
Hola a todos, ¿Os ha gustado? Quizá algunos os hayáis dado cuenta de la historia paralela, pero dentro de poco la contaré con más detalle. Os recomiendo que leáis las historias de Martha e. Black porque sus historias y las mías comparten personajes, y quizás se os aclaren cosas. Besos y dejad reviews.
