Fanfic: La Bella y la Bestia, cap.2 (por Naru)
Ino dormía plácidamente en su habitación, pero algo desde la ventana la vigilaba… el tercer ojo de la técnica de Gaara se encontraba al lado de la misma. Gaara se sentía un poco culpable por lo que estaba haciendo pero no podía evitarlo, quería estar seguro de lo que estaba empezando a sentir. Y mientras él aguardaba en el tejado la llegada del alba, podría ver y comprobar… tenía que averiguar, necesitaba saberlo. Pero al poco rato deshizo la técnica y contempló la luna, tratando de hallar respuesta. Nada.
El primer rayo de luz asomó y Gaara se dirigió hacia los baños, necesitaba lavarse y despejarse antes de comenzar con el trabajo. Aprovecharía aún que era temprano y no había nadie despierto, y es que, aún en ciertos aspectos, el Kazekage prefería mantener una cierta soledad, sobre todo a la hora del baño.
Se encaminó despacio a la vez que se descalzaba, abrió la puerta… pero a la mitad se detuvo. Se quedó paralizado y un sudor frío recorrió todo su cuerpo, el corazón empezó a golpearle fuerte contra su pecho. Ino estaba allí, de espaldas, desnuda. Pero esta al parecer no se percató de su presencia, se estaba duchando. Gaara tenía los ojos tan abiertos y estaba tan paralizado que ni siquiera pudo reaccionar a tiempo para cerrar de nuevo la puerta, se quedó allí plantado viendo como Ino se duchaba, hasta que esta giró un poco su cuerpo.
La puerta se encontraba cerrada, que raro, juró haber oído algo…
Gaara seguía apoyado contra la puerta ya cerrada, el corazón le latía con fuerza y unas gotas de sudor recorrieron su rostro. Se llevó la mano al pecho, quería que parase ese dolor que a la vez le resultaba placentero, jamás había visto algo así.
- (¿Qué me pasa? No entiendo por qué… ¿por qué me pasa esto? ¿qué es esta sensación que cada vez se apodera más de mi? No se trata de Shukaku… es muy diferente, es…)
Al pensar esto se dirigió rápidamente hacia la habitación de Kankuro, el cual dormía acurrucado como un bebé. Se sobresaltó mucho cuando Gaara comenzó a zarandearle para que se despertara.
-¿¡Pero qué demo…? ¿Eres tú? ¿por qué me despiertas así?
Gaara aún estaba muy nervioso y tragó saliva.
- La he visto…
- ¿A quién?
- A ella… estaba en el baño y…
Kankuro abrió entonces mucho los ojos.
- La has visto… ¿desnuda?
Gaara asintió sin poder decir nada.
- Vaya… que cabronazo con suerte…
- Tsk, no seas idiota. El caso es que me he puesto de los nervios, ¿entiendes? y noto fuertes latidos. Por un momento creí que perdía el control y…
- Gaara, te aconsejo que hagas algo, tienes que decírselo, sino vas a estar sufriendo todo el tiempo.
¿Sufrir? Ya había sufrido bastante. Ahora tenía que estar dispuesto a todo. Pero para aquello aún no se sentía preparado, y cuando la vio más tarde en su despacho, sintió que no podría por más que quisiera, y por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo, un miedo terrible a que fuese de nuevo rechazado.
Kankuro estuvo presente mientras trabajaban sobre los preparativos del examen y miraba disimuladamente a uno y a otro… aún no podía creer que su hermano pequeño se hubiese enamorado así, sin más. El miedo que sentía antes por él ahora se convertía en absoluta admiración, era el Kazekage y sabía que las chicas de la villa reían cuando él pasaba por delante de ellas, aunque Gaara no se percatase de nada. Era más admirado de lo que él se creía.
…
La tarde cayó y todos salieron a pasear, aprovecharían para enseñar la villa a los invitados de la villa de la Hoja. Pero Kankuro lo tenía todo calculado, hizo una seña a Temari y esta desapareció junto con Shikamaru, Kankuro también desapareció de repente. Ino y Gaara se encontraron paseando solos, pero no se percataron de la ausencia de los otros, intentaban tener una conversación a pesar de que continuaban sin mirarse mutuamente.
- En fin, y mi familia lleva una tienda de flores… yo misma a veces les echo una mano y… - explicaba Ino.
Gaara se sentía estúpido, era incapaz de decir nada. Aquella tarde prefirió no llevar su ropa de Kazekage, iba vestido como siempre le había gustado ir, se sentía más cómodo así. A pesar de que escuchaba las palabras de Ino, buscaba de nuevo algún indicio… alguna oportunidad, aunque por otro lado no quería que llegase ese momento. Temía ser rechazado, o incluso perder el control.
Sin embargo, sabía que ella también sentía algo, se lo notaba, ya que mientras hablaba se la atropellaban las palabras, y parecía estar esperando algo.
Comenzó a levantarse viento y pronto comenzó a anochecer, las calles se quedaron desiertas, pero ellos siguieron avanzando. Muy pronto se detuvieron.
- Ino… tú… ¿qué opinas de mi? – se atrevió a preguntar Gaara.
A Ino la dio un vuelco el corazón cuando escuchó esas palabras, y de pronto se atrevió a mirarle directamente a los ojos, unos ojos verdes que parecían hechizar. Gaara permanecía impasible esperando su respuesta.
- Yo, pues… en fin siento curiosidad, por conocerte mejor, me refiero. Tengo ganas de conocerte, pareces no se, muy interesante – dijo algo cortada.
Gaara se acercó más a ella, pero no se atrevió a tocarla, Ino temblaba y su pelo se removía fuertemente por el viento.
- Quiero borrar mi pasado, quiero ser aceptado, quiero sentir… - dijo mientras se acercaba aún más, el corazón le latía con verdadera fuerza, ¿sería capaz?
Ino no se alejó, dejó que se acercara hasta notar el calor de su piel, su aliento. Estaba paralizada, sólo quería dejarse llevar, dejarse llevar por aquel chico tan misterioso y que tanto la atraía. El viento comenzaba a soplar aún con más fuerza, la arena hacía remolinos en torno a ellos, pero Gaara levantó la mano e hizo un escudo, por lo que quedaron atrapados en una especie de burbuja donde el viento no podía llegar. Dejó la mano levantada e Ino levantó también la suya, juntando ambos las dos palmas. Ino sonreía, Gaara parecía más tranquilo y también sonrió. El tiempo se detuvo en la aldea oculta de la Arena…
…
Al día siguiente, todos se encontraban en la entrada de la muralla, Ino y Shikamaru estaban preparados para partir de nuevo hacia su villa. Temari y Shikamaru se dieron un largo beso de despedida, parecían pegados con cola. Gaara les miró de reojo con algo de vergüenza. Mientras tanto Kankuro se despedía de Ino, hasta que finalmente ésta ya se dirigió al Kazekage.
- Bueno pues… - comenzó Ino algo nerviosa – nos veremos en la prueba final del examen, supongo…
- Sí claro… - dijo Gaara algo aturdido mientras seguía mirando de reojo como su hermana seguía pegada a Shikamaru – Yo, bueno… hasta pronto entonces.
Gaara estaba muy nervioso, no quería despedirse, no quería que se marchara, tenía la sensación de que iba a reventar por dentro si no hacía pronto algo, no quería despedirse así sin más… pero algo lo frenaba. Vio como Ino se alejaba con Shikamaru, ésta se dio la vuelta y levantó la mano despidiéndose. Gaara tenía los puños muy apretados, sudaba y de nuevo el corazón le golpeó fuerte en el pecho, no podía, tenía que hacer algo… tardó cinco segundos en reaccionar y salió corriendo detrás de ella. Puso su mano en su hombro y la detuvo, Ino se giró sorprendida para estar frente a frente. Kankuro y Temari vieron a su pequeño hermano y contenían la respiración, ¿qué hacía?
Y sin previo aviso, sin decir nada, Gaara se acercó y la besó en los labios. Ino se abrazó fuerte a él y se dejó llevar por aquella pasión.
Kankuro no daba crédito a lo que veía, tenía la boca totalmente abierta y se restregaba los ojos. Temari por el contrario se tapó la boca con las manos de lo sorprendida que estaba. Aquella escena era la más extraña y la que menos se hubiesen imaginado que verían. Allí estaba su hermano pequeño, ahora ya un hombre, descubriendo el verdadero amor.
Gaara miró fijamente a Ino a los ojos, ahora tenía otro objetivo más, amar a esa persona, vivir para esa persona, protegerla y cuidarla hasta llegar al límite de sus fuerzas, pase lo que pase…
Fin.
