Capítulo 4:
El primer Ataque en serio...
Las chicas Draconis comenzaron a reirse, pero de pronto, se tornaron serias y miraron a todas partes, un silencio se apoderó del lugar.
-Inf...inf... comenzó Japi a respirar - huelo... huelo mal...
-Sí, iba a decirte que porqué no te habías bañado - se adelantó Vico - pero es cierto, huelo algo raro... y todas comenzaron a descender hacia las gradas, en donde Panchis, Bere y los demás, esperaban
-¿Huelen eso?
-Peligro - se adelantó Ana - huelo a peligro...
-¡Peligro enamorarme de ti peligro de ser feliz peligro de perderme entre tus brazos y hacerle daño a quien vive junto a mi! - comenzó a tararear Bere, pero todas le echaron una mirada asesina y guardó compostura - ¡Bueno ya, si, está bien... hay algo raro en el ambiente!
-¿Que será?
-¡Eso déjenselo a la pancha! - dijo la chica, sacando de su mochila una sonaja de madera con un par de plumas, haciéndola sonar, Draco y sus amigos, le miraron como si la chica estuviera loca... y bueno, si lo estaba, nomás un poquito... y encima de todo, sacó un carrizo largo doblado en la punta, con algunas ramitas, la encendió, aspiró largo y profundo y echó el humo - ¡uuuuffff!
-¿Que, que te dice el humo panchis, hay peligro?
-¿Que te pasa? el humo no me dice nada...
-¿Entonces?
-Solo tenía ganas de echarme una fumadita ¿alguna gusta?
-¡Pancha, compórtate! - le dieron un zape las que estaban más cerca.
-¡Ya, ya! - chilló, volvió a agitar su sonaja varias veces y después de medio minuto, la destapó y dejó caer los huesitos que había adentro y todas se miraron... el mensaje era el mismo: Peligro.
-¡Agárrate fuerte! - gritaba Harry mientras esquivaba las flechas, la única salida era escapar, ya que no podía ni usar su magia... y Mariana obedecía, porque lo tenía bien sujeto por la cintura al chico (entre el peligro y el manoseo, solo hay un paso)
-¡Yo me agarro ojitos, yo me agarro!
-¡Rictumsemptra! - atacaba Harry, tratado de que las flechas no llegaran hacia ellos, pero con poco éxito, ya que una de las flechas rasgó una de las piernas de Mariana y la sangre comenzó a brotar.
-¡Oh, no! – chilló
-¿Que pasa?
-¡Me lastimaron! ¡La sangre!
-¿Que sucede con tu sangre?
Ni haberlo dicho, de la nada, aparecieron una especie de sombras, que no eran dementores, éstas no querían chupar las almas, mas bien, la sangre, eran como sanguijuelas, que almacenaban la sangre en su cuerpo y la guardaban.
Pero en el estadio, ya muy cerca de donde andaban, las chicas se dieron cuenta.
-¡Huelo cazadores... huelo a las succionadoras de sangre!
-¡Huelo que se quieren almorzar a Mariana!
-¡Vamos! - gritaron las chicas que estaban sobre su escoba y salieron rumbo a donde las chicas.
-¿Que pasa? - preguntó Draco a Panchis
-¡No lo sé muñequito de vainilla, pero parece ser que Mariana está en peligro!
Asi que Elektra subía y bajaba el cielo con los cazadores de draconis encima, Harry y Mariana hacían lo mismo, el único problema es que con la herida de la chica, la sangre escurría y los chupasangre se volvían locos, así que Mariana pesaba dos cosas... uno, o Harry la aventaba de la escoba o dos... salía volando, pero si lo hacía con la pierna lastimada, no podría controlar sus poderes.
-¡Cazadores! - gritaron a lo lejos, el resto de las chicas, ya estaba a una distancia prudente
-No podemos dejar que se acerquen al colegio o armarán un desastre y mucho menos que lleguen a donde nuestros dragones.
-Mariana está herida - y todas sacaron sus varitas - Chicas, tuvimos muy pocas clases en Defensa Contra los Cazadores y Chupasangre de Dragones ¡Pero de todas maneras hay que ir a romperles la cara!
-Sí claro, si se dejan ¡Fue un gusto conocerlas chicas, ahí nos vemos en el otro mundo! - dijo Scaty
-No seas teatrera ¡Vamos, duro contra ellos!
Sí claro... apenas y se abalanzaron sobre ellos, uno de los cazadores, se volvió y abrió sus fauces, echando una enorme bocanada de aire helado hacia ellas, haciendo que tambalearan sus escobas... pero no podían desplegar sus alas, pues así serían un blanco más fácil para sus captores.
-¡Guácala, que aliento tienen! - arrugó su cara Vico, al esquivar el remolino de aire helado.
-¡No dejen que les toque su aliento chicas, porque enfriará nuestra sangre y hará que perdamos...!
-¿Que perdamos, qué, qué vamos a perder? - brincó Alkyon desde su asiento
-¡El conocimiento! así que no te estés imaginando cosas... - gruñó Nenyeina
Todas se desplegaron a lo largo para sobrevolar en distintos ángulos, pero los cazadores parecían duplicarse y ahora iban tras cada una de ellas.
-¡Ay, ay, ay, me sigue, me sigue esa cosa fea! - chillaba Bere apurando su escoba - ¡Una dulce y gentil dama como yo no merece que algo tan feo la sigaaaaa!
-¡Maximus Inflamarum! - y de pronto una lengua de fuego se dejó sentir envolviendo al cazador que emitió un horrible chillido, mientras caía a toda velocidad quemándose - ¡Si no quieres que alguien feo te siga deja de echarle ojo al gorila que te carga la mochila! Jajajajaja
Pero la risa se le cortó cuando una red la envolvió de la nada con tal fuerza que fue a dar hasta la copa de un árbol -¡ZOC!
-¡Panchis!
-¡Déjala Bere, Hierba mala nunca muere!
El problema no es que la mala hierba nunca muere, el problema es que un par de cazadores ya se la andaban llevando en la red.
-¡Suéltenme hijos de lor baldomero! ¡Sueltenmeeee! ¡Auxilioooo que me chupa la brujaaaaa!
-¡Vaya suerte! ¡panchi te recuerdo que no puedes chuparte a tí misma! - salíó Alkyon sacando su varita, la cual la alzó en el aire - ¡Transformacion a Espada! - gritó y de pronto, su varita se convertía en una espada filosa y se abalanzó sobre los cazadores asestando espadazos para que soltaran a la pancha.
-¡Inflamarus Maximus! - echaban las otras chicas el mismo maleficio para repeler a los cazadores, pero en ves de una enorme voluta de fuego, solo salía una infame llamita.
-XDDDDDDDDDDDD
-¡Es al revés el hechizoooo!¡Que vergüenza a mi se me hace que compraste las calificaciones de Defensa Contra los Cazadores de Dragones.
-¡Es que no lo domino! ¡Maximus Inflamarum!
-¡Transformación a Sable de Fuego! - decía Nenyeina en ese momento, su varita adquiría la forma de sable para atravesarlo en el cuerpo de los cazadores, los cuales, cuando fueron partidos en dos, se hicieron polvo.
-¡Duro Neny!
-¡Acabemos con ellos! - y Harry con Mariana se quedaron apostados en una esquina, mientras miraba como las chicas luchaban contra esos disque cazadores, y era muy desgastante, porque estaban utilizando demasiada magia ¡Y ellas solo eran unas estudiantes! su poder aun no se desarrollaba al máximo.
-¡Panchis que haces aquí! - gimió Mariana cuando vio a la panchis desenrredándose la red, junto a ellos - ¡Ve a pelear!
-¡Ay mamita no me friegues, toy cansada, debe ser la edad, dejemos que las mas pequeñas que son las sádicas, hijas de Alucard, terminen con ellos!
-Te pasas...
-¡POR FIN ENCONTRE A LAS DRACONIS! - de pronto se escuchó una voz profunda (y no es el delirium tremens), apareciendo a medio cielo, un hechicero, alto, fornido, de no malos bigotes, con el cabello largo, vestido de rojo que las miraba con deseo (y no del bueno)
-¡Oh, no, es Gabriel, el cazador de dragones!
-Ya decía yo que esos cazadores no venían solos ¡Vámonos chicas, que nuestro director siempre nos decía que aún no estamos listas para luchar con él!
-¿A donde van mis lindas Dragoncitas? - soltó una carcajada cuando todas se replegaron para salir a toda prisa - ¡Me han ofrecido la gloria y fortuna por su sangre, hay un ser oscuro que la desea mas que yo!
-¡Mira chico que no tenemos la culpa de que seas pobre, pero nosotras no vendemos nuestra sangre! - dijo Ana entre dientes.
-¡Pues no escaparán con vida!
-¡Tenemos que irnos! - urgió Mariana a Harry, quien sacó envalentonado su varita y...
- ¡Expelliarmus! - se escuchó unos gritos tras ellos, justo cuando Harry lanzaba su hechizo, otros dos se dejaban sentir.
Al voltear, Draco, pálido, y reconociendo a ese tal Gabriel, a su lado, balanceándose torpemente de su escoba, Goyle (mmmmm) pero los hechizos solo hicieron que Gabriel perdiera el control de su vuelo.
-¡orale manita, el muñeco viviente vino en tu rescate! - le codeó Pancha a Scaty
-Pues sí que está haciendo méritos...
-¡Cuidado! - gritaron, cuando Gabriel, envió un potente hechizo que afortunadamente fue desviado por Harry y fue a dar a un árbol, deshaciéndolo.
-¡Hay que pedir ayuda, vámonos que si Gabriel nos captura, estamos fritas! - y todas salieron a toda velocidad con sus escobas, pero Gabriel era veloz también y dio alcance a Draco.
-¡Draco Malfoy! tus padres están al servicio del señor oscuro - dijo mientras le seguía - ¡Que orgullosos se sentirían si me entregas a una de esas chicas! el señor oscuro desea su sangre, es más útil fuera de sus cuerpos... piénsalo, te conviene y quedarás congraciado a los ojos de él
-¡Expelliarmus! - de pronto, otro hechizo, pero este proveniente de la profesora McGonagall, que al sentir todo el alboroto, había ido en busca de los chicos, llegando, pues ni tan a tiempo, Gabriel esquivó el ataque y al ver que era una profesora experimentada, decidió desaparecer por el momento...
No sin antes, repetirle una y otra vez, al cerebro de Malfoy, que sería perfecto que el entregara solo a una chica draconis... y su mente se fijó en una... Scaty. ¿Sería capaz de hacer tal bajeza?
