Capítulo 5:

Hechizando por un Sueño

McGonagall revisaba una a una a las chicas, que estuvieran completas, un tanto molesta y asustada por la situación, se suponía que estaban ahí para protegerlas, no para que se metieran en líos.

Harry estaba tan absorto, que tenía la mirada fija en la pierna de Mariana, mientras que Madame Pomfrey le echaba un cataplasma para detener el sangrado, hasta que la Pancha, sin contemplaciones, le dio un zape en la cabeza.

-¡Oye! - se quejó el chico

-¡Deja de ver la mercancía si no vas a comprar!

-¿Que?

-¿Porque el señor Finch-Flechley está dormido? - gruñó la profesora al verlo casi roncando.

-¡Oh! - saltó la causante de su sueño - ¡Yo lo despierto! - chilló y miró a Mariana, preguntándole con los ojos que como demonios lo despertaba.

Mariana le hizo señas graciosas con la boca, simulando un beso en la boca, cosa que Harry vio y le causó algo de simpatía al ver como le daba a entender que era con un beso en la boca... mmmm

La chica se alzó de hombros y aún con la profesora viéndola... pues se tuvo que sacrificar y darle un besito a Justin, McGonagall estaba a punto de protestar, cuando el interfecto, abrió sus ojitos y su mirada se centró en los ojos de su besadora.

-¿Como te sientes, eh?

-Te amo - respondió Justin sonriendo tontamente - ¡Te amo mi bella princesa! ¡Eres la chica mas hermosa que jamás he visto nunca!

-¿YO? - gimió aquella evitando ver a McGonagall que estaba boquiabierta, suponiendo lo peor

-¡Chale, lo que hacen las pociones di amor dorgatorias, ya hasta la ve bonita! - se quejó la pancha.

-¿Como se quita el efecto? - le preguntó Ana preocupada a Mariana

-Solito... en una semana...

-¿Y rápido, o sea a la de yá?

-Que le arranque el corazón - dijo en un puchero, y se volvieron a ver a Justin, quien se le arrodillaba a la chica y le juraba amor eterno...

Todas se hicieron como que nada sabían mientras Justin babeaba la mano de Japi y le juraba amor eterno, y como McGonagall no se chupaba el dedo, se acercó y levantó del piso a Justin.

-¡Señor Finch-Fletchley! ¿que le pasa? suelte la mano de la señorita en este instante...

-¿Cual señorita tu? - le codeó panchis a Ana

-XDDDDDDDDDDDD

-¡Querida profesora McGonagall - dijo el chico con ojos ensoñadores - Mi total desenfreno es por el amor, que le profeso a esta hermosa dama, cuyos ojos me recuerdan la llanura que hay desde mi humilde casa, ella es la alborada que adorna mis...

-AAAAAAAAAAYYYYY que alguien lo calle - gruñó Bere -¡Por piedad!

-¿Acaso el señor Finch-fletchley está hechizado? - gruñó la profa y entons, todas se silenciaron.

-¡Oh si, hechizado por sus bellos ojos y sonrisa cándida y pura! - sonreía el chico

-¿Bellos ojos? ¡Si trae pupilentes! ¿Sonrisa cándida? ¡Son dientes afilados que le puso un ortodoncista muggle!

-¡Vamos Japi, arráncale el corazón con tus garras, así se acaba todo!

-¡Oh, Japi, mi dulce niña, puedes arrancarme el corazón y hacer lo que quieras con el, soy tuyo!

-¡ya estuvo te dio chanza! ¡te prestamos el cuchillo de obsidiana pal sacrificio!

-¿Como es posible que estén utilizando filtros amorosos para jugar? - gruñó la profesora.

-¡Castigadas, todas castigadas!

-NOOOOOOOOOOO

Acto seguido, las chicas totalmente separadas, Mariana y Japi, con cepillos, limpiando los pisos de los baños... Vico y Bere, la sala de trofeos, Panchis y Scaty, limpiando los archiveros que Filch tenía archivados, Elektra y Ana se fueron con Hagrid para hacer otros deberes y Alky, Neny y Diana, trapeaban el salón del tercer piso, alegremente...

-¡Que lejos estoy del suelo donde nací! - canturreaba Diana mientras sentadita en una silla, movía el trapeador de un lugar a otro, con mucha, mucha flojera - ¡intensa nostalgia invade mis pensamientos!

-¿Quieres callarte Diana? no me concentro - protestaba Alky mientras intentaba averiguar cuantos mililitros de aromatizante iba en un cubo con tres litros y medio de agua para trapear...

-¿Que tanto haces Alky? ¿acaso dejarás tu sueños de ser una experta pocionista por la "Trapeología" o sea el arte de trapear un piso?

-No me molesten, que si pongo aromatizante extra, entonces el piso apestará y no podremos ni respirar, este líquido, dice que en concentraciones altas, puede provocar alergias...

-¡No me digas! - sonrió Neny quitándole el frasco y como acto de buena voluntad - Entonces hay que echarle un poquito - pero... - ¡Ups! ¡se vació todo el bote! Que contrariedad

-¡Ay Nenyeina! ¿Que crees que pase? - preguntaron al acercarse al cubo cuya agua ya burbujeaba alegremente.

Sí, bueno, cinco minutos más tarde, las tres dulces damiselas, salían corriendo del pasillo, pues un humo denso, oliendo como a cien frascos de perfumes juntos, que irritaba hasta los ojos, estaba saliendo del cubo.

-¿Tas loca Nenyeina? ¡que te pasa! ¡No nos quieras envenenar! cof cof cof

-ya, ya, ya... cof... cof,...¡despuès de esto no me vuelvo a poner mis cinco goticas de chanel numero 5!

-¡Aire, necesito aire... mínimo respiración de boca a boca!

En tanto, Mariana y Japi, tenían una seria conversación, mientras en cuclillas limpiaban los pisos de los baños, sacando los chicles pegados al piso, y los papeles, claro, con guantes, aunque los cepillos daban mucho que desear.

-¿En serio el único contrahechizo rápido y efectivo es arrancarle el corazón?

-Sip... buenísimo ¡no sabes cuántas brujas han ido a la cárcel por quitarles el corazón al desesperarse por los efectos del hechizo!

-¿Y ahora que hago? Justin está muy bien, pero que digas, que bruto, que enamorada estoy ¡solo me gusta!

-Buuuuuuuuuueno, le diste poquito... solo una semana y el efecto acaba, solo sopórtalo, pero mira, chanza y te siga gustando después de todo...

-Oye ¿Y que me dices de tu héroe con gafas?

-¿Clark Ken? o sea súperman?

-Muy graciosa... ¿quién es ese?

-¿No lees revistas muggles?

-Pues no...

-Pues bien, hablando del otro tipo con gafas, Harry, si que sabe volar, aunque es medio lento, pero debo reconocer que es mucho mejor buscador que yo...

-¿Porque lo dices?

-¡Porque también le encanta buscar... pero problemas, ya ves que lo suspendieron del próximo juego de quiddicht! lo siento por el... y por mí, porque esos ojazos verdes que tiene solo me miraban con reproche...

-¿En serio? Pues no dejaba de verte las piernas cuando la enfermera te las estaba curando

-Ok... yo no tengo la culpa de estar tan buena

Vico y Bere se encontraban en la sala de trofeos, dizque limpiando, pero más bien de malabaristas, porque se aventaban los trofeos unas a otras y cambiándoles los nombres o aumentándoles unos, mientras reían y por lo sucedido... si como no, como si no la hubieran visto cerca con Gabriel.

"¡ring ring ring, suena el telefono las luces están encendidas pero no hay nadie en casa, tick tick tock, son las dos menos cuarto y estoy preparada estoy colgada de ti!"

-Deja de cantar Vico, que para nada te comparas con Celestina Warbeck

-¿Con quien?

-Olvídalo, aún no es media noche y no vamos ni a la mitad limpiando, y lo peor es que no podemos usar magia ¿que te parece?

-Que necesito que mi querido Goyle esté aquí limpiando por mi - gruñó Bere - que mis uñas se están estropeando bastante...

-¡Quien como t ú! - suspiró Vico - aunque ya le he echado el ojo a un chico moreno alto, de mirada fría y apacible, estoy segura que después de esto no seremos santo de su devoción.

-Que va, si el miedo le entraba por los poros... bueno, yo también estaba un poco asustada, digo, con los cazadores y Gabriel, echándonos a perder el juego...

-Oye, aquí hay un premio para Tom Ryddle...

-Agrégale Tom " Lord Revoltoso" Ryddley

-Bueeeeeeeeeno...

-¡Apúrense haraganas! - gritó Filch de pronto, asomándose a la puerta

-¡Mira nomás con el señor cara de gato! Habrase visto cuanta falta de respeto pa nosotras ¿Como que haraganas?

-Dan ganas de quemar toda esta mugre ¿Y si le echamos tantito fuego?

-NO, porque entonces nos va peor...

-Que fastidio...

-¡Chicas, chicas! - entraron de pronto, Alky, Neny y Diana - ¿No han terminado?

-No ¿ustedes ya?

-¡Que va! dejamos el pasillo echo un desastre ¡es que no nacimos pa trapeólogas! ¿que le vamos hacer?

-Pos el conserje cara de gato, nos va a poner coloradas...

-Las que se las deben estar pasando bien, son Elektra y Ana

-¿Porque?

-Porque se fueron con el grandote, seguramente al bosque prohibido y pasarán un rato agradable con nuestros dragones.

Y yendo pa ya, pos... si siendo perseguidos por cientos de acromántulas, o sea de arañas patonas y hambrientas era divertido...

-Corran, corran - gritaba Hargrid mientras cargaba en hombros un unicornio herido.

-¡Pero si son muchas! - chillaba Elektra, y como Hagrid tenía las zancadas largas, pues avanzaba rápidamente - ¡Al demonio con las prohibiciones! - chilló se volvió y dió un soplido, sacando una legua de fuego que a toda prisa se dirigió a los árboles tirados y comenzaron a incendiarse.

-¡No es suficiente! - gritó Ana, volviéndose - ¡Tormenta de Fuego! - hizo dos giros y de la cual se desprendió una intensa llamarada que de inmediato se dirigió a las arañas, quemando algunas al instante.

-Aún así, son muchas... y brincan las hijas de su... mal dormir

-¡Pues a volar! - se alzó Ana de hombros - ¡Alas Draconis! - dijo y de la espalda salieron sus hermosas y picudas alas negras , alzando el vuelo de inmediato.

-Pues ya que - suspirò Elektra - ¡Volaris! - gritó y también el par de alas estilo dragón apareció y alzó el vuelo, justo antes que una arañota se le fuera encima y ambas atravesaron los árboles caídos, los de pié y las ramas, Hagrid les llevaba mucha ventaja.

-¡Y yo que quería ver a nuestros dragones!

-¡Ay con lo que odio a las arañas gigantes... y patonas!

-¡Oye Ana, que ahí vienen saltando sobre los árboles! - gritaba Elektra, al volverse y ver que aún no salían del territorio de las arañas.

-¡Pues acelera el vuelo, pero abajo, porque si salimos sobre la copa de los árboles, y está el cazador, no la contamos!

-¡El grandote! - señaló a Hagrid - ¿Qué hacemos con él?

-¿Tú que crees?

-¡Ay no, está muy pesado! Pero si no hay de otra - alzó los ojos, poniéndolos en blanco

Ambas niñas, alzaron a hagrid - ¡Fuerza Draconis! - gritaron las chicas, tomando por los brazos a Hagrid que aún cargaba al unicornio herido y lo elevaron.

-¡Ea niñas! - gritó Hagrid - ¿que hacen?

Y pese a que estaba pesado, era otra de las pocas habilidades de las chicas draconis, que podían llegar a tener algo de la fuerza de los dragones, aunque eso las agotaba físicamente. Pero pudieron cargar al semi gigante y llevarlo fuera del territorio de las arañotas, aunque claro, cuando llegaron a la cabaña... Hagrid cargaba en un brazo al unicornio herido y con el otro, a las pobrecitas chicas agotadas.

-Gracias por sacarme de ahí chicas, aunque fue agotador, creo que no podrán mover esos brazos en un buen tiempo

-Aaaaaaaaayyyyyy, aaaaaaaayyyy - se quejaban las chicas y parecían muñecas de trapo...

Al día siguiente, obvio que McGonagall no estaba contenta con lo sucedido, ni con el aseo mal echo, ni con nada, pero como Dumbledore era muy comprensivo, dijo que se les perdonaría la falta, aunque en la enfermería, todas veían con cara de envidia a Ana y a Elektra.

-¡Oh, sí! debo decirlo - decía Ana - esas arañas eran persistentes y nos persiguieron hasta los límites

-A pesar de que les echamos fuego, eran muchas, tuvimos que usar nuestras delicadas alitas.

-¡Pues que envidia! - gruñò Bere - ustedes divirtiéndose y nosotras de trapeólogas y limpiólogas...

-¿Te parece divertido que cien arañas te persigan para comerte? Creo que no debe ser gracioso estar en la panza de una de ellas... masticada

-¡Ay fuchi, asco, asco!

-Y lo peor, es que al parecer, hoy en la tarde, continuaremos con el castigo...

-¡Chale! - gruñó Pancha - ¡Esto no es justo para las chicas Draconis, creo que escribiré una carta de queja!

-¿A nuestro director?

-Nop, a la asociación protectora de animales mágicos ¡pa que vean como nos tratan!

-¿QUEEEEEE? ¡¡¡¡PANCHA!

-Es broma, no se alboroten, la neta, si voy a estar castigada, prefiero llevarme un buen recuerdo pa soportar la noche

-¿Como cual?

-Pos como el de besuquearme a alguno de las serpientes emplumadas que vi ayer... un güerote, alto, y de ojos moninos...

-¿Y seguro se va a dejar?

-O sea... ¿perdón, excuse me, pargdon me? ¿que te pasa bere? ¿acaso crees que le voy a perdir permiso? NA, yo lo beso y punto, ahora mismo lo voy a buscar...

-¡Espero que no sea Draco! - dijo Scaty de mal genio

-¿Y si fuera él? ya lo cortaste, mira manita, yo llegare al nido de serpientes haciendo asì pos los q postean y pasan x el foro hp d la warner saben q hay una carita besucona, pos esa es! Los que no... pos imagense un smiley besucón q es lo q aquí nuestra escritora habia puesto y si se atraviesa ese otro güero, pos ya ni modos

-¡Pancha!

Las chicas se reincorporaron a las clases, aunque con nuevas medidas, ya que como eran demasiado traviesas, necesitaban estar bajo control, aunque en la clase de pociones no era de lo más alegre.

-Saquen sus ingredientes - ordenaba Snape - haremos una pócima peligrosa, sin duda, una poción para revelar los sueños

-OOOOOOHHHHHHH - gimieron todos

-¿Como que para revelar los sueños? - preguntaron, leyendo el libro :"Poción Reveladora de sueños: su principal función, es darla a beber al sujeto, quien de inmediato se queda dormido y puede narrarte su mas profundo sueño"

-¿Esto es como el veritaserum? - pregunto Granger

-No, con el verita sacas la verdad, con este otro, los sueños, aunque lo utilizan principalmente contra los videntes... pero como ninguno de ustedes lo es, ya que sus mentes son tan... inútiles...¡¡¡pero lo aprenderán a usar!

-¡Profe, profe, profe! - levantó la mano la panchis - ¿pero si la pueden beber los no videntes?

-Claro, pero para que darselas a beber, si sabes usar legeremencia o bien, con el suero de la verdad...

-No, pos yo reprobé legerelagaña esa...mejor hago el menjurje ese...

Sin duda, todas tenían sus intereses, ya que como no sabían legeremancia, pues ni a cartomancia, como que esa pócima era interesante de hacer, así podrían averiguar los mas profundos sueños de los chicos

-Siempre y cuando no sueñen con aparecer bailando ballet con tutú rosa - decía Ana, mientras todas procuraban no reir, ya que snape, no tenía cara de muchos amigos.

Snape les lanzaba serias miradas, esperando que hicieran alguna barbajanería, pero ellas en verdad, andaban de bien portadas, aunque no era tan agradable, romper huevos de escarbatos que apestaban a rayos y andar moliendo ajos verdes.

La panchis ponía ojos viscos cada que los olores salían de la caldera y cuando se mezclaban, estaba peor el asunto, definitivamente, pociones no era la clase mas agradable.

-¿Que es esto? - gruñían - ¿La poción de los sueños o la poción vomitiva? ¡fuchi, fuchi!

-Pues en el libro dice que si cambia de rosa a morado, es porque todo va bien...

-¿A si? pues la mia tiene color fucsia...

-Oigan, si le agregamos rábanos batidos y una poca de miel con leche ¿saben que sale? - sonrió Elektra

-¿Que sale? -pregunto Ana

-¡Una pollada!

-¡¡¡¡QUE ASCO ELEK, TE PASAS! – gritaron

-¡Silencio atrás, o les quito puntos!

-Ay, que genio, que se case...

-Pero con la bruja de Blair...

-Hablando en serio - aclaró Elektra - si mezclamos un poco de hidromiel, con especias del oriente, y le agregamos una gotita de esencia de aguardiente, creamos la pócima perfecta...

-¿Perfecta para qué?

-Pues no se, pero hay que intentarlo ¿no?

-¿Y quien la probaría? - se fijaron en todos, y sus ojos se clavaron en el pecoso de Ronald y el desparpajado Neville... alguno de los dos, era la victima perfecta para probar algo... que ni ellas sabían como funcionaba.

Hábilmente las chicuelas se guardaron un poco de la pócima que habían preparado, y al final obvio que Snape les recordó hasta de donde habían venido, pero ellas ni en cuenta, la verdad ya que estaban acostumbradas a hacer todo en pociones, menos lo que les pedía el profe.

Al salir de clases, Scaty se escabulló para que Draco no la siguiera, el pobre rubio, seguía con su prestigio por los suelos y obvio que era la burla de sus compañeros, pero otra de ellas, no pudo escapar a su tormentoso destino...

-¡JAPI! - apareció Justin todo despeinado, con la túnica desgarrada y una sonrisa que daba miedo, el chico se había escapado de la enfermería en donde estaban esperando se pasara el efecto de la poción amorosa.

-Ahí viene tu novio - sonrió Vico dàndole espacio, para que, literalmente, el chico se abalanzara a sus brazos y tratara de besarla

-¡Oye, tranquilo!

-¡Oh, mi amor, ni mil cadenas, ni los muros mas gruesos ni la poderosa envidia evitaran que yo TE AME!

-¡Basta Justin, no te azotes!

-¿Es que no me amas? - gruñó con tristeza - ¡PORQUE NO ME AMAS? - Y sus ojos castaños, preciosos, hermosos, se llenaron de agua - ¿ACASO SOY POCO PARA TI? ¿HAY OTRO NIÑO QUE LLENA MI LUGAR? ¡¡POR FAVOR JAPI, QUIÈREME!

-Eeeehhh - la chica miró a todas partes, sus amigas, les hacían señas de que lo perdonara y que lo besara, pero en tono de burla.

-¡Japi... sin ti... no quiero vivir! ¡Vamos, entiérrame una daga al corazón que sufro tanto!

-Aprovecha Japi - le diò un codazo Ana - ¿No que asì se quita el efecto?

-¡Claro, claro, por supuesto! - sonrió Japi entre dientes - ¡Y que Azkaban tenga preparada mi celda junto a los mortios! ¿no es así?

-Hay que hacer sacrificios... ¿No es patético ver a un hombre llorar y suplicar de amor?

-¡Deja de molestar Ana! ¿Porque no te buscas una vida?

-Claro, pero sin trucos ni pociones baratas ¡diviértete con tu Romeo... Julieta!

-¡AAAAYYYY, juro solemnemente que... NO VUELVO A USAR POCIONES QUE SALGAN DE LA MOCHILA DE MARIANA!

Y Justin seguía llorando su desgracia, abrazado de las piernas de Japi, mientras algunos miraban divertidos y otros con molestia ¿como que ese Ravenclaw suplicaba amor de una desconocida, con alas?