Capítulo 10


El tiemplo fluye de manera diferente en el abismo entre mundos, puede pasar años en otros mundos y cuando regresa solo pasaron horas.

Lo encuentra en un mundo de noche eterna, un cachorro de león muy herido y a puertas de la muerte y aún así su alma se aferra implacablemente a la vida, cuando se encuentra con esos ojos carmesí desafiantes a pesar de que puede oler su miedo paralizante, sonríe (enseñando sus dientes) y el cachorro no retrocede.

Que pequeña bestia indomable.

Se acerca a la paralizada bestia y le acaricia.

Sus dedos brillan plateados sobre el pelaje.