Shaman King
--- Cacería en colores ---
Capítulo 5: ----- Ocre y Chocolate --------
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Notas1:
Silbando con inocencia- ¡Oh! n.n Jeje… cuanto tiempo, ¿ne? Jeje. ¡Oh, PERDóN POR HABERME TARDADO OTRA VEZ! Pero, entiéndanme… el último año de bachillerato no es fácil. No es fácil… no es fácil… Unicornios… me gustan los unicornios… Ven unicornio azul…
En serio: lamento mucho la demora, es que me costó la última parte! n.nU
MUCHAS GRACIAS a tan lindas personas que leyeron el fic; pero por sobretodo gracias a: Takami Megunata (Creo que te gusta hacerme sonrojar, chica! xD Y sí… ¡que viva el shonen-ai!), Valsed (Síep, pobre Ren), Malale (¡Jajajaja! Que linda eres; y me gustó el nombre de la raza de ratones o.óU xD), Juny Tao (A mí también me gustaría charlar contigo, pero ¿podrías agregarme tú? Mi PC no anda muy bien que digamos…), Makita (Lamento las molestias que te dio el fic… xD Y si no me falla la memoria: ya te agregué), Lady-Amaltea (ToT ¡TE EXTRAÑO! Y ya verás cuando caiga tu príncipe Lyserg! xD), Rosachan (De todo corazón: perdón por la demora), Li Daisuke (Abueeeeeeeeeeeee! Que lindo eres al leer! xDD ¬¬ A ver cuándo volvemos a hablar, mira que me tienes abandonada. Todos creen que Lyserg será el próximo! xD. Leeré tu fic! T.T Vuelve pronto!) y SteDiethel (xD Gracias; todos amamos al inglés), por dedicarme algo de su tiempo a dejar un comentario.
I'm so damn happy! n.n (Me gustaría prolongar esa sonrisa hasta el infinito… pero….). Gracias a todos los que leyeron y no pudieron dejar un mensaje, sé que sucede: gracias igual.
Agradecimiento especial a Malale, que me animó a seguir rápido este capítulo; no es que no quisiera, es sólo que me trabé! xD
¡Espero les guste!
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El hecho de saber que algunos de sus amigos estaban con una fiebre altísima y sin ningún tipo de conciencia, gracias a un simple ratón, hacia que los pensamientos analíticos de Manta viajaran, se retorcieran y dieran vuelta en U a una velocidad mareante.
No sólo era el hecho de no poder llegar a concluir qué enfermedad tenían viajando en sus sistemas, ¡sino que tampoco podía pensar en algo para bajarles la temperatura! Y a pesar de las bromas de Chocolove ("Apuesto a que puedo freír un huevito en la frente de Hoto Hoto, güerito"), era una situación alarmarte.
E Yoh cuenta conmigo…- Dijo al aire, tratando de volver a enfocar correctamente el techo, que de tanto mirarlo, parecía haberlo perdido.- No quiero defraudarlo, pero no encuentro una solución y no creo que se bueno que nosot--- ¡AY!
Un dolor en su brazo desnudo lo distrajo desconectándolo temporalmente de sus pensamientos. Con una mirada rápida, vio una sombra correr hasta el pasillo, y todo quedó claro para él, en cuestión de milésimas de segundo.
¡La rata!
Que bueno que estaba acostado en su futon, porque de otra manera, hubiera podido jurar que habría caído al piso fuertemente, ya que trataba de moverse, y ninguna de sus extremidades respondía. Increíblemente, su mirada también pareció fallar en la tarea de recoger colores, y empezó a imaginar como el ocre coloreaba todo a su paso.
Jeje… Ocre… Jajajajajaja…. ¡¡Jajajajajaja! ¡Ocre! ¡JAJAJAJA!... ¡¡Jejejejejejejeje!
Y después de tomar una gran bocana de aire para llenar sus pulmones vacíos a causa de la risa, el enano rubio no supo más de su alrededor.
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¿Me pasas ése balde, por favor Lyserg?
¿El rojo o el azul?
¡El naranja! Jijiji…
Tratando de no denotar gran nerviosismo, o su creciente enfado, Yoh tomó agradeciendo el tobo de plástico que el inglés le pasaba sonriéndole con ánimo.
El hecho de que a mitad de la noche la risa de Manta llegara a sus oídos alertándolos, no hacía más que hacerlo sentir peor. Ahora también su pequeño amigo (¡Que ni siquiera vivía en la pensión!) había caído en la inconciencia, y él no había podido hacer nada para evitarlo… como las otras 4 ocasiones pasadas.
Sabía que Manta estaba preocupado, y seguramente se había distraído un segundo; pero en ésa casa y en cualquier parte del mundo, un segundo puede ser una gran y significativa diferencia.
Por ejemplo, si un segundo antes de que le picara el tobillo, Annita hubiera visto a la rata, la historia sería otra muy distinta. De hecho, no habría historia que no fuera la que relatara como ellos tenían la tarea de limpiar aún más a fondo la pensión.
A penas pasaba un día, y ya extrañaba a su prometida. No sabía cómo estaban Hao y las chicas, o en dónde estaba Fausto; y no era un gran consuelo, el saber que 5 de sus personas más queridas descansaban en el cuarto de la rubia Itako.
¿Revisaron el cuarto de los caídos?- preguntó Chocolove en su tono cantado, mientras que se apretaba un cinturón a su cintura en donde reposaba una escoba, una pala, y una bolsita de plástico, que si la vista de Yoh no se equivocaba, decía "Maní".
Sí,- Respondió el inglés mientras que hacía pirueta con su chupón de baño- les puse gran cantidad de hielo a todos, inspeccioné el cuarto, y cerré muy bien la puerta.
¿Qué hay de ellos? ¿Algún cambio?- Preguntó Yoh seriamente.
No. Ni siquiera se han movido de la posición en las que les pusimos.
¡Pero ánimo, Sandías!- Expresó el moreno con felicidad- ¡¡Ya despertarán y llegaremos al fondo de esto! Pero para eso, necesitamos energías.
¿Energías?- Preguntó el verde extrañado- Si ni siquiera pudimos comer, porque toda la comida está regada en el suelo de la cocina.
El americano se sonrojó, llevando su mano derecha hasta su nuca, haciendo notar que traía puesto unos protectores en los codos.
¡Jijiji!- Sonrió el menor Asakura con algo de alegría- Chocolove tiene razón. ¡A cazar ratones, chicos!
¡Síiiiiiiiie! ¡¡Por los caídos!
Separémonos de nuevo.- Opinó Lyserg, y sin esperar cualquier objeción, salió al patio con paso decido, sin enterarse cuál sería el camino de sus otros dos compañeros.
Sacando conclusiones rápidas, el inglés sentía que la idea de que el ratón estuviera en el jardín no era tan descabellada; después de todo, eran animales que les gustaba correr, como todos buenos roedores.
Además, Anna fue mordida aquí.- Soltó al aire, mientras que sus ojos verdes brillaban por la concentración que ponía en buscar y rebuscar movimientos, entre las tantas plantas del jardín.- Los ratones son buenos escalando, ¿cierto?
Su vista se plantó en el árbol en el centro del patio. Se veía como siempre: fuerte y resistente. Tal vez, era muy fumada la idea de que la rata se montara en un árbol; sin embargo, si él se montara en ese árbol, sería una ventaja. Además de tener una visión panorámica de todo, las posibilidades de que fuera mordido se reducían bastante.
Sin esperar alguna señal de aprobación divina (después de todo, Morphine no estaba, ya que ayudaba a los demás espíritus a encontrar a Fausto), emprendió su camino al árbol, y en menos de 15 segundos, ya estaba montado en la primera rama.
Llegar a la segunda fue un proceso algo más lento, y en la tercera sudó. Ni siquiera trató de llegar a la cuarta, al tan sólo imaginarse la caída si resbalaba.
¡Muy bien!- Se dijo orgulloso de sí mismo, justo antes de escuchar un ruido en el piso.
Y no cualquier ruido. No era un sonido rastrero o chillido; más bien parecía… era… era…
¿Un maullido?- Sorprendido bajó la vista, hasta la base del tronco en el cual estaba parado, y pudo ver claramente como unos relucientes ojos amarillos le sonreían con malicia desde abajo.
Por un momento sintió un escalofrío; luego recordó que esos ojos felinos se parecían mucho a los de Ren,… aunque Lyserg pocas veces, había visto ese brillo casi-psicópata en su amigo chino.
Es sólo un gato.- Se dijo despreocupado, tratando de calmarse.- Vaya, que esto de la rata me ha dejado paranoico.
Pero, un maullido verdaderamente retador llegó a sus oídos, y no pudo más que devolver la mirada al animal. ¿Qué le pasaba a ese gato? ¿Es que todos los animales se habían vuelto locos?
¿Ya llegó el Apocalipsis?- Se preguntó distraído.
Otro maullido y un intento de salto para escalar el árbol, hicieron que el inglés se espabilara, y se preguntara seriamente, si aquel gato cuyo pelaje era blanco con negro pensaba que podía intimidarlo o comérselo.
Cuando cayó en cuenta que las garras del minino había perforado la corteza del árbol en la que se encontraba, que no tenía a Morphine cerca, y que el gato le miraba con ojos verdaderamente hambrientos, no pudo más que tragar en seco.
Ayuda…- Dijo en un hilo de voz, sin creerse lo que estaba pasado.- … Por fin perdí la razón.
Nuevo maullido.
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Guiado por su instinto, Chocolove supo que estaba cerca del animal que cazaba.
El silencio tan rotundo en la casa, lo ponía nervioso; sin embargo, si había un animal que él odiaba, eran esos malditos roedores. Tal vez había pasado demasiado tiempo con Mik (Quien ahora buscaba al médico loco aquel), pero su desprecio hacia las ratas era palpable desde el primer momento.
Seres sin inteligencia.- Le dijo a la nada, en un tono tan serio, que no reconoció su voz durante un momento. Luego de suspirar, cayó en la conclusión de que la situación le afectaba el sentido humorístico. (¡¡Sentido común mi trasero!)
De repente, el sonido de la casa, fue roto por un sutil movimiento, que rápidamente, sus agudos oídos captaron. Sonaba como un choque, un arrastre.
¡Por los caídos!- Repitió casi cantando.
Sin pensarlo si quiera, entró a un cuarto al cual nunca había entrado. Cuando la BanAnna lo mandaba a limpiar, siempre era por lo general, limpiar los saunas de aguas termales, así que supuso que esa cuarto siempre debía ser limpiado por el sirviente personal de Anna, o tal vez Yoh.
¡Creo que explotan al Loro Loro, pue'!- Canturreó con pena por su amigo. Vaya que el chico podría ganarse la vida limpiando…
Otro sonido igual que el anterior lo alertó, y a pesar de la oscuridad del cuarto, pudo darse cuenta de que estaba rodeado de espejos. Seguramente, un vestidor para los clientes de los saunas (¡¿Clientes! ¡¡¿Dónde!). Un nuevo sonido, y empuñó con fuerza el mango de su escoba.
No iba permitir que ninguna rata le ganara. No señor.
¡Mi olfato es mejor que el tuyo!- Alardeó cerrando los ojos, y concentrándose en su alrededor.
A su izquierda. Muy rápido. Pequeño. Chillaba. ¡AHORA!
E imprimiendo gran fuerza en su ataque, pudo darle fin a la maldita rata, que tantos problemas les había traído. Se sintió orgulloso, de haber podido ayudar a Yhyhto, en algo tan importante. (Aunque, para el moreno también lo era)
Sin embargo, escuchó otro ruido, y abrió los ojos desconcertado.
¿Otro? ¿Eran más de 1?
Pudo ver al frente suyo, cómo una ratón lo miraba con los ojos fijos y fieros, casi con burla. No lo resistió.
¡¡Soy negro pero no tarugo!- Gritó antes de lanzarse con furia contra dicho animal, para sólo recibir el ruido de un espejo rompiéndose.
¿Espejo?
Sí, había atacado al espejo, no al animal; entonces, lo que vio había sido el reflejo.
Algo ya me decía que no debía abrir los ojos.- Suspiró.
Sin embargo, lo que pasó después, lo previó tan sólo milésimas de segundo antes. Cuando sintió una mordida en su brazo, no pudo más que sentir herido su orgullo, y reclamarse por no cubrirse dicha parte de su cuerpo.
¡Por Dios! ¡¡Tenía hasta collares de ajos, pero no se le ocurrió ponerse su camisa manga larga!
De repente, la zona mordida ardió con fuerza, y eso lo alertó de caminar para poder informarle a Yoh, que no sólo había un intruso en su casa. Apenas y pudo llegar a la puerta, cuando dejó de sentir dolor, y la brisa de la risa llegó a su cerebro.
¡Wuhajaja! Pero… ¡¡es que era tan gracioso ver todo color chocolate!
¡Baila conmigo el guaguancó!- Canturreó muy divertido por sus pasos erráticos por el pasillo, justo antes de no poder resistir mucho, desatar una risa potente y divertida- ¡Jajajajajajajajajaja! ¡JAJAJAJAJA!
Es que… ¡todo era chocolate! ¡La vida es dulce! ¡Jajajajaja!
A penas y se dio cuenta de que era muy pesado para sostenerse sobre sus piernas.
Y el piso lo recibió de lleno.
¡Jajajajaja! Anda... baila conmigo… jejeje… maldita rata.
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Fin del Capítulo 5.
Notas:
Observa a Malale en el fondo- Bueno… no ha sido lo más maravilloso que he escrito, pero vamos mejorando, ¿verdad? xDD
¿Qué tal? xDD Chocolove y Manta están out! Esto me está gustando… :P Wuhajajaja! Adivinen quién será el próximo caído. Además, me encantó mi Moreno en este capítulo… casi me arrepiento de haberlo sacado tan pronto! u.uU.
Relatando cosas de las ratas, adivinaron, recordé otra cosa. Tendría yo tiernos 11 añitos (¬¬U Bah! Hace 5 años), y estábamos en el mismo apartamento, cuando entro al cuarto de mi hermano, junto a mi hermana mayor, y vemos algo peludo que juega a entra y salir por la persiana. El mega grito de ambas, y la corrida hacia fuera, trayéndonos a los bebés, sólo a esperar al 'hombre de la casa'. Mi hermana se golpeó contra algo, y el morado en su rodilla fue gigante.
xDD No deberían permitirme sacar esto a la luz; pero vean que estoy traumada, y aún me quedan por contar 2 experiencias más.
Amo a Chocolove; odio las malditas ratas.
Ya saben mi e-mail n.n.
¡Gracias por leer!
¡No se pierdan!
Zelshamada.
